From the SelectedWorks of Guillermo Arosemena January 10, 2009 Ocaso de los países Guillermo Arosemena Available at: http://works.bepress.com/guillermo_arosemena/324/ El ocaso de los países Guillermo Arosemena Arosemena A mediados del siglo XIX, ni el más grande clarividente se hubiese imaginado que Inglaterra tendría las décadas contadas como principal potencia mundial. Efectivamente para 1900, perdió su capacidad inventiva, descendieron la tasa de crecimiento tecnológico y del producto interno bruto, las empresas dejaron de ser dinámicas, la innovación fue desplazada por el partido laboral y las ideas socialistas comenzaron a tomar fuerza en el mundo político inglés. A 1918, Estados Unidos lideraba el mundo. Algo similar ocurre con Japón. En los años setenta sus productos invadieron el mercado internacional desplazando a famosas marcas occidentales, se pensaba que en corto tiempo desplazaría a Estados Unidos como primera potencia global. Era referente de avance tecnológico, capacidad gerencial, organización estelar, burocracia eficiente, sociedad ideal para imitar por la forma consensuada como operaba. Nuevos ricos viajaban masivamente al exterior y compraban pinturas de impresionistas franceses en decenas de millones de dólares, adquirían fastuosas residencias en balnearios y sitios para esquiar del mundo, compraban y construían rascacielos en las grandes ciudades estadounidenses y europeas. En diciembre de 1989, la Bolsa de Valores de Tokio dio su campanazo, similar al de Estados Unidos en octubre de 1929, anunciando el inicio de la crisis. El índice bursátil Nikkei ha caído de 39000 a 10,600 al 31-12-2009. La pérdida para los inversionistas fue colosal, superiores al PIB de Brasil de dos años. Los Bancos terminaron con enorme cartera de incobrables, los precios del sector inmobiliario colapsaron, los billonarios desaparecieron y se vivió un largo período de deflación y tasa de interés cero para estimular la inflación. Dos décadas más tarde la renta por habitante se ha estancado, hay mayor número de gente sin vivienda y menor oportunidad de trabajo, Japón no ha levantado cabeza ni logrado recuperar su Eureka famosa que produjo la TV trinitón, Walkman, juegos electrónicos, etc. El japonés ha perdido confianza en sí mismo. Sólo la industria automotriz retiene liderazgo. Estas son trágicas lecciones para los países. .