1 equipos contra incendios. extintores portátiles.

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TEMA 3
EQUIPOS E INSTALACIONES DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS.
1 EQUIPOS CONTRA INCENDIOS.
EXTINTORES PORTÁTILES.
Aparatos que contienen un agente extintor que puede ser proyectado y dirigido sobre
un fuego por la acción de una presión interna. Pueden ser de dos tipos: manual, su masa
transportable es igual o inferior a 20 Kg. o dorsal, su masa transportable es igual o inferior a
30 Kg.
Dependiendo de que la presión interna se obtenga por compresión previa o por la
liberación de un gas auxiliar, podemos clasificar los extintores en dos tipos:
- Presión adosada: El gas propulsor se encuentra en un botellín independiente y debe
ser liberado como maniobra previa a la de disparo. Dependiendo de donde se encuentre el
botellín pueden ser de presión adosada interna y de presión adosada externa.
- Presión incorporada: Podemos distinguir tres grupos: extintores de anhídrido
carbónico (con agente gaseoso que proporciona su propia presión de impulsión), extintores
de halón 1211 (con agente en fase líquida y gaseosa, cuya presión de impulsión se consigue
mediante su propia tensión de vapor y nitrógeno seco propelente) y extintores de agua, polvo
químico, etc.: (con agente líquido o sólido polverulento, cuya presión de impulsión se
consigue mediante nitrógeno seco o propelente.
Un extintor consta de cuerpo, agente extintor y gas impulsor.
Todos los extintores deberán llevar una etiqueta con, como mínimo, la siguiente
información: la palabra extintor, naturaleza y cantidad del agente extintor, eficacia (cantidad
de combustible que puede apagar y el tipo de fuego para el que esta indicado), modo de
empleo, peligros de empleo, nombre del fabricante, temperatura máxima y mínima de
servicio, clase de agente impulsor y su presión.
Tipos de extintores
Extintores de agua: pueden ser de presión incorporada o de presión adosada y de
agua a chorro o pulverizada, con o sin aditivos. El extintor se presuriza con aire o con un gas
inerte, a presiones variables entre 6 y 8 Kg/cm2. Tienen un alcance de entre 8 y 10 metros y
un tiempo de descarga aproximado de i minuto. Su aplicación es fundamentalmente en fuegos
de clase A. Actúan por sofocación, enfriamiento y dilución. No utilizar en fuegos con
presencia eléctrica.
Extintores de espuma: se utilizan los de espuma física. Funcionan por presión
adosada. Son prácticamente igual a los de agua, con las únicas diferencias de que ahora lleva
disuelto el espumógeno en la concentración adecuada y de que la boquilla de descarga tiene
un diseño especial para la admisión de aire. Son adecuados en fuegos de clase A y B.
Extintores de anhídrido carbónico: funcionan al abrir la válvula por la presión
propia previa, con la que se ha almacenado el CO2 en el extintor. Esta almacenado como un
gas licuado. El gas se autoimpulsa provocando un doble efecto 2/3 se gasifica, absorbiendo
calor, y 1/3 se hace sólido, lo que conocemos como nieve carbónica. Actúa sobre el
comburente por sofocación. La boquilla de descarga tiene una forma troncocónica y alargada.
Se caracteriza por no llevar manómetro.
Una precaución que hay que tener es la temperatura de salida de la nieve carbónica, ya
que sale a –79º C. Las cargas oscilan entre 2 y 9 Kg. teniendo un alcance entre 1 y 3 metros.
El CO2 se considera aceptable en fuegos clase A y adecuados en clase B. Tiene carácter
dieléctrico.
Extintores de polvo: aunque existe gran variedad los más utilizados son:
Polvo seco o normal: su materia base son los bicarbonatos o sulfatos. Actúan por inhibición
sobre la reacción en cadena. Para fuegos clase B y C.
Polvo seco polivalente o antibrasa: tiene como base los fosfatos o las sales amónicas, estas
últimas al descomponerse por el calor dejan un residuo pegajoso que sella las brasas, por tanto
actúa por sofocación. Para fuegos clase A, B y C. Son aceptables con electricidad hasta 1.000
v ya que no son conductores.
La capacidad está entre 1 y 12 Kg. , teniendo un alcance entre 4 y 7 metros y un
tiempo de descarga aproximado de entre 15 y 30 segundos.
E cuanto a su forma de su impulsión pueden funcionar por presión adosada con
botellín exterior de CO2, presión adosada con botellín interior de CO2 y presión incorporada
cuyo gas impulsor es el nitrógeno.
Polvos especiales para metales: son unos agentes especiales apropiados para fuegos clase D.
Se utiliza el gas Halón 1211, un compuesto orgánico en el cual los átomos de hidrógeno han
sido sustituidos por Halógenos (flúor, cloro, bromo, yodo) que se almacenan licuados.
Actúan por inhibición y por sofocación. Son eficaces para fuegos clase A, B y C. No
son conductores de la electricidad. Son ligeramente tóxicos por lo que después de utilizarlos
deberemos ventilar la habitación.
Se presurizan con nitrógeno, con unas capacidades entre 300 gramos a 5,5 Kg un
alcance máximo de 5 metros y un tiempo de descarga de 30 segundos a 2 minutos según
modelos.
Habitualmente son de color verde.
Los extintores portátiles deberán colocarse donde se estime que hay riesgo de que se
origine un incendio, a ser posible próximo a las salidas y siempre en lugares de fácil
visibilidad y acceso.
Se colocarán fijados a parámetros verticales o pilares, de forma que la parte superior
del extintor quede como máximo a 1,70 m del suelo y su parte inferior a no menos de 0,10 m
del suelo.
Si los extintores están expuestos a posibles daños deberán protegerse
convenientemente.
Cuando existan obstáculos que dificulten su localización, s deberán señalizar. La señal
es un cuadrado o rectángulo de fondo rojo con una silueta de extintor en blanco.
2. INSTALACIONES FIJAS CONTRA INCENDIOS.
A) HÚMEDAS.
Es el conjunto de tuberías, válvulas y accesorios destinados asegurar el caudal y presión de
agua necesarios durante el tiempo de autonomía requerido.
a) Hidrantes.
Punto de captación específico para bomberos dotado de agua a presión y gran caudal,
ubicado en el exterior del edificio y conectado a la infraestructura hidráulica de la ciudad.
Hay dos tipos: postes de incendio y bocas de incendio.
Postes de incendio: es una columna metálica hueca unida por su base o lateral a la
red de abastecimiento. Las podemos clasificar en dos tipos, hidrante de columna seca (en
forma de columna se conectará a la red general de distribución y emergerá del suelo. En dicha
columna estarán colocados los racores de conexión tanto de salida como el de aspiración. El
agua se introducirá en la columna solamente cuando se abra la válvula principal, situada bajo
la línea del suelo. Los hidrantes se clasifican, según el diámetro nominal de la boca de
conexión, en hidrantes de 80 mm, 100 mm y 150 mm.) e hidrante de columna húmeda (es
una tubería de columna que se conectará a la red general de distribución y emergerá del suelo;
en ella están situados los racores de conexión y la brida de conexión a la red. El agua estará
ocupando continuamente el interior del hidrante. Este modelo se clasifica según el diámetro
nominal en hidrantes de 80 mm y 100 mm.)
Los componentes generales de los hidrantes de columna son: cabeza, cuerpo de
válvula, carrete, válvula principal, bocas de salida, válvula de drenaje y bocas de conexión.
Los hidrantes de 80 mm estarán provistos de 2 bocas de 45 mm de diámetro nominal y una
boca de 70 mm de diámetro nominal. Los hidrantes de 100 mm y 150 mm estarán provistos,
al menos de dos bocas de 70 mm de diámetro nominal, y una boca de 100 mm de diámetro
nominal. Dichas bocas llevarán acoplados racores con sus correspondientes tapas.
Bocas de incendio: son hidrantes enterrados a ras de tierra, que tienen una entrada inferior
o lateral tubular donde va situada la brida que conecta a la red general, y en el lado contrario a
la entrada tenemos el mecanismo de cierre. Dicho hidrante está provisto de una, dos o tres
bocas de salida. En la parte superior a nivel de tierra dispone de una tapa en forma de guitarra
que debe cumplir, a efectos de resistencia con la norma EN 124. Se acciona a través de una
llave de cuadradillo de 25 mm de apertura / cierre manual.
Para su utilización se acopla una torre hidratante en forma tubular con rosca DIN en su
parte inferior y rematado en su parte superior con una o dos salidas de 70 mm con racores de
conexión a los cuales se les puede acoplar mangueras. Para su apertura y cierre disponen de
llaves de volante.
Se clasifican según su toma y el número de bocas de salida en:
Si las toma es de 100 mm el hidrante estará provisto de dos bocas de salida de 70 mm
de diámetro nominal, y una boca de 100 mm de diámetro nominal.
Si la toma es de 80 mm el hidrante estará provisto de 2 bocas de salida de 45 mm de
diámetro nominal y una boca de 70 mm de diámetro nominal
Los componentes generales de que disponen son: conjunto de cierre, mecanismos de
accionamiento, válvula de drenaje en los hidrantes secos de arqueta y arqueta.
La distancia entre ellos no debe ser nunca superior a 200 metros.
El caudal de los hidrantes del tipo 80 mm será de 500 litros/minutos como mínimo,
mientras que para los de tipo 100 mm será de 1.000 litros/minuto, todo esto durante dos horas
y con una presión mínima de 1 Atmósfera.
b) Bocas de incendio equipadas (BIEs).
Son un conjunto de elementos para transportar y proyectar agua desde un punto fijo de
una red de abastecimiento de agua hasta el lugar del fuego. Estos puntos estarán permanentes
llenos de agua y preparados para su utilización inmediata. Las BIEs serán de 2 tipos de 25 ó
45 mm y estará provistas, como mínimo, de los siguientes componentes: Armario, soporte
manguera, válvula, manómetro, manguera flexible plana, manguera semirrígida, racor de
conexión, lanza y boquilla.
Las bocas deberán colocarse como máximo a una altura de 1,5 m y a una distancia
mínima de una puerta o salida de 5 m.
La separación máxima entre cada BIE será de 50 m y la distancia desde cualquier
punto de un local protegido hasta la BIE más próxima no deberá exceder de 25 m.
La BIE para su funcionamiento deberá garantizar durante una hora: la presión
dinámica en punta de lanza será como mínimo de 3,5 Kg/cm2 y como máximo de 5 Kg/cm2.
Los caudales mínimos serán de 1,6 l/seg. para bocas de 25 mm y 3,5 l/seg. para bocas
de 45 mm. Se deberán mantener durante una hora.
Es importante tener en cuenta para su utilización que hay que desplegarla antes de
presurizarla, si no la inutilizaremos.
c) Otras.
Sistemas de agua.
ØSprinklers o cabezas rociadoras cerradas.
Instalaciones fijas automáticas. Son las más utilizadas porque engloban: detección,
alarma y extinción. Consta de una válvula de control general y de unas canalizaciones
ramificadas bajo carga a la cual se adosan los sprinklers que se abren automáticamente al
alcanzarse determinadas temperaturas. El dispositivo de disparo puede ser tipo ampolla de
vidrio o cuarzo con líquido que al calentarse provoca sobrepresión y su rotura.
Cuando la temperatura alcanza uno o más sprinklers, saltan los fusibles y dejan libre la
salida de agua que al chocar con un deflector especial cae por gravedad en forma de ducha.
Cada sprinkler cubre un área de unos 9 a 16 m2 con un caudal que dependerá del
tamaño del orificio de descarga y de la presión según hayamos calculado el riesgo.
El sprinkler consta de: cuerpo (rosca, orificio de descarga y brazo de sujeción del
deflector), deflector (donde descarga el chorro de agua y lo disgrega en gotas) y dispositivo
de disparo (cuando alcanzan una temperatura crítica, liberan el disco de cierre del rociador
automático).
Según su forma de descarga pueden ser: convencional (descarga hacia abajo pero
mojando el techo), normal (descarga tipo semiesfera por debajo del plano del deflector) y de
pared.
Según su posición pueden ser: colgante (con el deflector hacia abajo) y montante
(con el deflector hacia arriba).
Existe otro tipo llamado de cabezas rociadoras abiertas que actúan por inundación. Es
para casos donde se prevean fuegos muy intensos y rápidos.
ØDe agua pulverizada.
Similares a los sprinklers pero con accionamiento manual o automático. La instalación
se suele llamar DELUGE (diluvio), si actúan al mismo tiempo todas las cabezas rociadoras.
Sistemas de espuma física.
Debido a su base acuosa precisan en todos los casos de unas fuentes de alimentación
que cumplan los mismos requisitos que los exigidos para los sistemas de agua.
En función del riesgo, de su ubicación, etc., se escoge el grado de expansión de la
espuma.
B) SECAS.
Conjunto de válvulas, accesorios y canalizaciones normalmente vacía, salvo caso de incendio.
Reservado para el servicio de protección contra incendios.
a) Tipos.
Sistemas CO2 se basan en conseguir una proporción del 17% de CO2 ya que
con esto se consigue que se inertize el aire consiguiendo formar una nube de nieve carbónica.
El método de descarga puede ser automático o manual.
Sistemas de polvo, el menos utilizado. Dificultad en conseguir una descarga
uniforme. El método de descarga puede ser automático o manual.
b)Columnas secas
Se trata de una tubería a la que se conectan las autobombas de los Bomberos para
inyectar agua a presión que tiene salida por bocas situadas en los pisos a las que conectaremos
las mangueras para atacar el fuego sin necesidad de hacer una instalación vertical.
Aunque la idea de instalar columnas secas tiene por objeto conseguir un ahorro en el
tiempo que se tarda en instalar las mangueras cuando se trata de edificios de gran altura,
suponen un grave problema de seguridad y de eficacia para los Bomberos, ya que muy pocas
veces podrán estar seguros de que su mantenimiento sea el correcto y de que soportarán las
presiones que se requieren para hacer llegar el agua hasta los pisos más altos.
Por eso, no tiene sentido colocar Columnas Secas en lugares, como naves industriales,
edificios de baja altura, etc., donde resulta muy sencilla y rápida la instalación de las
mangueras de los Bomberos.
Toma exterior. Es la boca a la que se conectará la autobomba de los Bomberos para
introducir agua a presión. Debe estar ubicada de forma que sea fácilmente accesible para el
vehículo y a una altura de 0,90 m sobre el nivel del suelo (centro de la boca). Estará
compuesta por un armario que contendrá una conexión siamesa con racores de 70 mm con
tapa, llaves de bola incorporadas y una llave de purga de 25 mm. La tapa debe estar
señalizada con el letrero “Uso exclusivo de los Bomberos”.
Tubería La tubería que sale de la toma de exterior y sube hasta las bocas de los pisos, debe
ser de acero galvanizado y diámetro nominal de 80 mm.
Bocas en pisos Las bocas situadas en los pisos, a las que se conectarán las mangueras de los
Bomberos, están en armarios con una conexión siamesa con racores de 45 mm con tapa,
llaves de bola incorporadas y, cada cuatro plantas, una llave de seccionamiento por encima de
la salida en la planta correspondiente. El centro de las bocas debe estar a 0,90 m sobre el nivel
del suelo. Deben estar situadas dentro del recinto de las escaleras o en sus Vestíbulos Previos
de forma que la distancia sea menor de 60 m, siguiendo recorridos de evacuación, desde una
boca de salida hasta cualquier puerta de vivienda o, en hospitales y hoteles, de habitaciones.
En Garajes, se dispondrán bocas en cada una de las plantas. En el resto de usos, bocas
en cada una de las plantas pares hasta la 8ª y en todas las demás plantas a partir de esta.
3. EQUIPOS PARA LANZAR AGUA.
Son equipos que utilizaremos extraídos de nuestros vehículos y que serán
normalmente propiedad de nuestro servicio. Vamos a considerar los siguientes equipos:
a) MANGAS.
Las mangas, o mangueras, son un equipo fundamental para nuestra actuación. Nos va
a permitir llevar el agua hasta el punto de ataque y abastecer nuestras cisternas.
Existen muchos tipos de mangas pero hoy en día prácticamente sólo se utiliza uno,
aunque para ciertos casos especiales se pueden emplear mangas muy especificas.
En las BIEs (Bocas de incendio Equipadas), instalaciones que se encuentran en
algunos edificios, es normal encontrar mangueras de lino. En los bomberos no se utilizan
porque requieren mucho mantenimiento, hay que secarlas después de cada uso, son atacables
por los insectos, etc. Aunque sean más baratas a lo largo salen caras.
Normalmente se utilizarán mangueras sintéticas de tres capas. La interior de
neopreno, la del medio de poliéster y la exterior de caucho. Son muy lisas interiormente con
lo que reducen las perdidas por rozamiento, no requieren mantenimiento y son muy prácticas.
En ciertas industrias sobre todo las petroquímicas utilizan mangueras con otra capa
exterior de protección para estos productos. Para los Bomberos no son prácticas debido a su
precio.
Están las mangueras de tipo forestal. Lo principal es que su capa exterior es
susceptible de “sudar”, mediante un proceso que se llama “percolización”, por lo que al
mojarse se protege de las brasas.
Los diámetros más usuales son: 70, 45 y 25 mm.
Hasta ahora nos hemos referido a lo que podríamos llamar mangueras de impulsión.
Existe también otro tipo de mangueras. Son las mangueras de aspiración.
Sirven para aspirar el agua y rellenar las cisternas de los vehículos. Llevan un alambre
interior que impide que se deformen en la aspiración. Para su unión hay que usar llaves
especiales porque no puede entrar aire dentro del mangote.
b) RACORES. REDUCCIONES. BIFURCACIONES.
Racores.
Son las piezas metálicas que permiten empalmar un tramo de manguera con otro, o la
unión de una manguera a un hidratante, toma de agua, etc. Son piezas de acople rápido,
prácticamente con un giro de mano.
En España antes había diversos tipos, ahora se ha normalizado con carácter imperativo
el tipo Barcelona, y hoy en día más del 80% de las mangueras de impulsión han de tener este
tipo de racor.
Los racores más empleados suelen ser de aluminio o de aleación de aluminio, que a su
gran robustez unen una gran ligereza.
Reducciones.
Son piezas metálicas que utilizamos para conectar mangueras de distinto diámetro o
para unir mangueras a equipos que tienen salidas de mayor diámetro.
Las más usadas son las de 70 mm a 45 mm y de 45 mm a 25 mm. Cada reducción
supone un gran aumento en las pérdidas de carga, con lo que las utilizaremos lo
imprescindible.
Bifurcaciones.
Nos sirven para dividir una línea de manguera en dos, lógicamente con menor
diámetro.
Las bifurcaciones existentes son: de 100 mm a 2 de 70 mm, de 70 mm a 2 de 45 mm y
de 45 mm a 2 de 25 mm. Llevan llaves de paso así que a partir de la misma podemos dar agua
o no a una de las dos líneas o a ambas a la vez.
c) LANZAS.
La lanza es el elemento final de la instalación, por el que saldrá el agua o agente
extintor de la conducción y con el que podremos dirigir el chorro. Es decir, convierte la
energía de presión en energía de velocidad (cinética). Las características hidráulicas
principales de las lanzas son el caudal, la presión y los diámetros acoplamiento/orificio de
salida (Por ejemplo: lanza de manguereta 25/7, pequeña lanza 45/14 y gran lanza 70/18). Por
ello, en principio podemos clasificar las lanzas de las instalaciones en función de sus
parámetros en:
• Chorro compacto o sólido.
• Boquillas pulverizadoras o niebla.
• Caudal constante ó Caudal variable.
• Caudal variable y presión constante.
Hoy en día existen diversos tipos de lanzas que pueden combinar los efectos anteriormente
comentados (chorro-pitón, setas, turbo-jet, pistola, etc.), constan de forma genérica de un
acoplamiento para la manguera y de un dispositivo de salida con un orificio menor y
generalmente regulable por el que sale el agua. Actualmente se utilizan lanzas con las cuales
se puede lanzar agua en forma de chorro sólido, cortina o pulverizada a través de difusores
que actúan en varias posiciones. Dentro de estas, las más utilizadas son las de tipo "TURBO
JET" que además de poseer llave de paso independiente, difusores regulables y empuñaduras
anatómicas poseen regulación de caudal, con lo cual se alcanza la máxima versatilidad.
Existen otro tipos de lanzas llamadas emulsoras o de espuma especiales (baja y media
expansión) para lanzar mezclas de agua con un producto espumante, lanzas monitor fijas
sobre vehículo, móviles o remolcables; cañones de espuma etc. También, aunque no se les
considere como lanzas propiamente dichas, existen como elementos finales de una instalación
los generadores de espuma (alta expansión). Ver tipos de lanzas en las figuras que se
presentan en los Anexos.
ð Alcance de una lanza: La máxima distancia y altura que es capaz de alcanzar el agua
que sale a través del orificio de una lanza son valores difíciles de calcular, pues estos
dependen en gran medida del tipo de material y del tipo de lanza utilizada, admitiéndose en
general que el mayor alcance se logra con el menor diámetro de boquilla. Como las lanzas
transforman la presión del agua en velocidad (cinética), esta velocidad del agua al salir de
la lanza hace que los chorros tengan un determinado alcance, tanto si es horizontal como si
se coloca la lanza para que el alcance sea vertical. El alcance máximo horizontal viene
dado por las leyes de tiro parabólico, pero debido a la resistencia del aire y dispersión del
chorro se modifican un poco las medidas teóricas. Teóricamente la máxima distancia se
consigue con un ángulo de inclinación de 45º pero debido a la resistencia del aire y la
dispersión del chorro, en la práctica este alcance máximo se obtiene con una inclinación de
30-32º.
ð Reacción de la lanza: El agua que se descarga por una lanza produce una reacción
opuesta a la dirección del flujo. Es decir, consiste en la fuerza de retroceso que sufre esta
por efecto del chorro, pues debido a la velocidad del agua al salir de la lanza se produce
una reacción en sentido inverso al de la salida del agua (acción). Esta reacción será más
fuerte cuanto más elevada sea la presión en la lanza, cuanto mayor sea el caudal y cuanto
más grueso sea su agujero (diámetro de la boquilla). Dicha reacción es mayor cuando se
utiliza a chorro que cuando abrimos la lanza en abanico. Si se cambia la dirección del
chorro de la lanza varía la dirección de la reacción. Este fenómeno es diferente del golpe
de ariete, pues la reacción en lanza es una fuerza opuesta a la fuerza de acción (debida a la
velocidad) de salida del chorro de agua, pero siempre a caudal constante, mientras el golpe
de ariete es debido a una variación brusca del caudal (caudal no constante).
En el manejo de las lanzas deberán seguirse los siguientes principios básicos:
- Antes de enfrentarse al fuego, y una vez esté la instalación a la presión necesaria para el
ataque, conviene probar el funcionamiento de la lanza abriéndola y cerrándola dos o tres
veces.
- Las lanzas deben abrirse y cerrarse lentamente para evitar golpes de ariete que podrían
reventar la manguera.
- La postura más adecuada, frente al fuego, es agachado y protegiéndose detrás del abanico de
agua proyectado por la lanza. Cuando deba permanecerse en pie, poner el cuerpo de perfil
para exponer al calor la mínima superficie corporal posible.
- El porta-lanzas debe situarse, a ser posible, por encima del plano de las llamas y atacarlas
por su base para evitar su propagación. Primero se debe atacar el foco principal y, después,
los focos secundarios que se hayan producido.
- Atacará directamente la base de las llamas, pero será su experiencia lo que le indique cuando
debe elevar la lanza cambiando el tipo de chorro para refrescar el ambiente.
- Sólo proyectará contra el fuego el agua necesaria y cerrará el chorro para desplazarse
esperando, si el caso lo requiere, a que el humo se disipe.
- Durante el ataque al fuego avanzará de forma progresiva, pero sin cometer imprudencias, y
acercándose al foco de las llamas abrirá su lanza empleando el tipo de chorro más
conveniente, tanto para la extinción como para la refrigeración de las partes más afectadas por
el fuego y para su propia protección contra el calor radiante.
- Se avanzará con paso firme, corto (unos 40 cm) y uniforme, calculando en todo momento
los movimientos a realizar (punto de ataque, ruta a seguir durante el avance, obstáculos
previsibles,...) y asegurándose de que se pisa terreno seguro para evitar resbalones, tropiezos,
clavos,...
- En maniobras de equipo, con varias personas sujetando la manguera detrás del porta-lanzas,
se moverán todos en línea recta obedeciendo a una sola voz de mando. El que se sitúe en la
última posición se separará del resto lo suficiente como para poder maniobrar de forma que la
manguera esté siempre recta tras la línea que forman los que la sujetan.
- Durante las tareas de extinción, el porta lanzas debe estar en contacto con el resto del equipo
de intervención y, en particular, con su Jefe, dándole y pidiéndole en cada momento la
información necesaria, sobre todo si se han dispuesto varios puntos de ataque, ya que puede
encontrarse con el chorro de otro compañero o perjudicar involuntariamente los movimientos
de los demás.
- Ante cualquier imprevisto es esencial que el porta-lanza aguante la lanza sin soltarla bajo
ningún concepto, protegiéndose con la cortina de agua y no volviendo la espalda al fuego.
- En ningún caso tirará ni dejará caer la lanza al suelo. Lo correcto es dejarla apoyada
suavemente sobre la propia manguera, con la boquilla hacia arriba y fuera de charcos o de
zonas embarradas.
d) MONITORES.
Equipos especiales para aquellos casos en que se necesite mucho agua lanzada a gran
distancia o aplicar grandes cantidades de espuma.
Hay de dos tipos:
- Fijos: en instalaciones o bien colocados en los techos de los vehículos. No pueden
desplazarse pero se puede variar el ángulo horizontal o vertical de lanzamiento del agua.
- Portátiles: pueden colocarse donde queramos.
Existe un modelo que une las dos características anteriores, puede desarmarse del
techo del camión y mediante una base desplazarlo.
Existe otro tipo que es de funcionamiento automático, se mueve en forma de abanico
sin que tengamos que estar moviéndolo nosotros.
La reacción en los monitores es muy grande, así que los portátiles llevan sistemas de
anclaje al suelo.
Son muy útiles en incendios con gran cantidad de calor en espacios abiertos y con
riesgo de explosiones. Basta colocar el monitor y dejarlo actuar.
Según el tipo de lanza así será el caudal, pero los hay de hasta 4.000 litro / minuto.
Hay empresas que tienen de hasta 16.000 litro / minuto para casos especiales: incendios en
instalaciones petrolíferas, etc.
e) LANZAS FORMADORAS DE CORTINA.
Su misión es formar una cortina de agua de protección. Suelen ser de 45 mm y son muy
prácticas para aislar algo de un incendio que se está produciendo cerca.
4. EQUIPOS PARA APLICACIÓN DE ESPUMAS.
a) DOSIFICADORES.
Son unos aparatos que se intercalan en la conducción de agua a presión y que, por
“efecto Venturi”, succionan espumógeno de los depósitos. Están calibrados para proporcionar
la cantidad deseada de espumógeno para formar la mezcla espumante.
Es importante que los dosificadores estén bien calibrados y siempre limpios, así como
emplear el proporcionador adecuado a cada tipo de generador de espuma.
Existen tres tipos e función del caudal de la lanza: de 200 litros/minutos, de 400
litros/minuto y de 800 litros minuto. Estos son los litros del caudal de la lanza no los que
proporciona el dosificador.
Por medio de su calibrado nos permitirán proporcionar espumógeno al 1%, 2%, etc.
b) GENERADORES DE ESPUMA.
En estos generadores se incorpora el aire a la mezcla espumante para formar la espuma
nuevamente por “efecto Venturi”. Según el tipo de espuma que queramos producir existen
tres tipos de generadores.
Generadores o lanzas de baja expansión.
Pueden llevar incorporado el dosificador y el tubo de succión, hay menos pérdidas de
carga pero es más dificultoso su manejo y, sobre todo, una posible retirada del escenario del
incendio.
Se arroja la espuma contra una pared para que resbale o a uno de los bordes para que
se vaya desplazando. Nunca conviene arrojar la espuma al centro del incendio.
Las lanzas de baja expansión suelen ser de 200 o 400 litros / minuto, por lo que el
proporcionador debe elegirse en función de las lanzas.
Generadores o lanzas de media expansión.
Nunca lleva incorporado el dosificador. Al necesitar poca presión para generar
espuma, su reacción es prácticamente nula. Estas lanzas llevan un manómetro para conocer la
presión en punta.
Pueden ser de 200, 400 u 800 litros/minuto.
Generadores de alta expansión.
Llevan el proporcionador incorporado y normalmente funcionan al 1,5% o 2%.
Originan un gran rendimiento en lo que a producción de espuma se refiere.
Si se invierte el ciclo del agua pueden funcionar como extractores de humo al girar en
sentido contrario las aspas del ventilador que incorpora.
c) CAFS.
Los CAFS, o Sistemas de Espuma con Aire Comprimido, consiguen aumentar la
eficacia de las espumas y reducir la cantidad de agua empleada en la extinción de incendios
clases “A” y “B”.
Produce espuma inyectando aire comprimido a presión en una solución espumante. La
espuma se genera cuando se mezclan por fricción en la manguera o por un dispositivo de
mezcla.
El uso del compresor de aire complementa el rendimiento de la bomba de agua. La
proporción ideal es de 7,5 litros de aire por minuto por cada litro por minuto de mezcla
espumante.
Tiene como ventajas la aplicación y espumas mejor formadas y más duraderas, pero se
necesitan equipos especiales y el uso de mangueras de lino que habitualmente no se emplean.
Por eso en España no es un sistema muy empleado.
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