Interculturalidad: ¿Monólogo o Diálogo? Pugnas Lingü`sticas y

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Revista CUHSO - Volumen 6. 2001-2002
Interculturalidad: ¿Monólogo o Diálogo?
Pugnas Lingü'sticas y Textuales en las Reformas Educativas
en América Latina
Denise Y. Amold'
Abstract
Resumen
Thepresent essay perceives in the inauguration of the
El presente ensayo percibe en la inauguración del
new Magister i n Intercultural and Bilingual
nuevo Magister en Educación Intercultural Bilingüe
Education in Temuco, the initiation of a second stage
(EIB), en Temuco, la abertura de una segunda etapa
of Educational Reforms in Latin America, this time
de las Refomas Educativas en América Latina, esta
with a regional rather than a global focus. In this
context, the paper takes into account various
vez con un enfoque más regional que global. En este
contexto, el ensayo toma en cuenta varias criticas de
criticisms of the first stage of reforms before
la primera etapa de Reformas antes de considerar
corzsidering new educational challenges. It questions
nuevos retos educativos. Cuestiona sobre todo las
above al1 the linguistic preconceptions behind the
presuposiciones lingüisticas en que yacen las
notions of "culfure" and "interculturality" that are
nociones de "cultura" e "intercultura" que se usan
being used in current educational programmes,
en los programas actuales de la EIB, encontrando
jinding there the old debate between proponents of
linguistic pragmatics and modern Saussurean
alliel viejo debate entre la pragmática lingüistica y la
lingüistica saussureana moderna. La autora
linguistics. The author coizcludes that only a re-
concluye que sólo una reevaluación de la función
evaluation of the constructivefunction of language at
conslructiva del lenguaje en el meollo de aquel
the heart of this debate will facilitate a new approach
debate, nos permitiría abordar mejor dos aspectos
tu iwo fundamental aspects of the second stage of
fundamentales de una segunda etapa de Reformas
educational reforms: interculturality and bilingual
Educativas: la interculturalidad, por una parte, y la
education.
educación bilingüe, por otra.Cuando las culturas y
las lenguas llegaron a animarse mutuamente, el
lenguaje se tomó totalmente diferente; se alteró su
propia calidad: en vez de un mundo lingüístico
tolémico, unificado, singular y cerrado, surgió un
universo galileano, construido de una multiplicidad
de lenguas que se animaron una a otra.
M. Bajtin, 1975: 429-30 (citado en Todorov, 1984:
15).
' Bkkbeck Collcgc London e L C A , Instihito de Lengua y Cultura Aymara. La Paz, Bolivia. Email: ilca@maii.mcgalink.com
8
Centro d e Estudios Socioculturales
Evidentemente, la primera etapa de las reformas
educativas en países como Bolivia y Chile, consistió
en propuestas en general, dirigidas a nivel
- UCT
interculturalidad, por una parte, y la educación
bilingüe, por otra. Además nos permitiría vincular
mejor estos dos aspectos con las prácticas cotidianas
del aula.
transregional por expertos internacionales en el tcma,
que luego se han implementado, sobre todo, desde
arriba hacia abajo. En este sentido, la inauguración del
Enire la Lingiiísticn Saussureaizn g la Pragmática
Magister en Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en
En cl marco de la educación bilingüe, los vínculos
la Univcrsidad Católica de Temuco, abre una segunda
etapa de estas reformas educativas: una nueva brecha
dirigida -esta vez por los profesionales regionalesa las necesidades del contexto regional, en particular
entre el lenguaje hablado y el escrito, las prácticas
culturales y las cuestiones de la auto-identidad con lo
que pasa en el aula, no son fáciles de coordinar. En
Bolivia, muchos estudiosos3 han comentado que los
de la IX Región de Chile con su población mapuche, y
textos producidos por la Reforma Educativa, sobre
l a problemática de l a relación intercultural e
interlingüe entre las poblaciones mapuche-winka. Por
tanto, es una oportunidad valiosa para escuchar
todo los módulos en Lenguas Nativas, siguen normas
algunas críticas de la primera etapa de reformas,
críticas en relación con los esquemas de formación
docente en estas lenguas.
recuperar io mejor de sus experiencias y luego lanzar
nuevos rctos en un contexto más cercano a la realidad.
demasiado académicas y no tratan de la realidad de la
lengua hablada a nivel cotidiano. Se hacen las mismas
Estas tendencias nos han exigido preguntar por qué
E n estc cntendido, dcsarrollamos en el presente
esto es así. En este caso, no estamos pensando de las
e n ~ a y o algunas
,~
reflexiones sobre las nociones de
"cultura" e "intercultura" desde la perspectiva del
lenguajc que yacen en el fondo de muchas inquietudes
de la primera etapa de las reformas, en que se ha
pasado por alto la función del "lenguaje" en l a
construcción cultural y como vehículo d e l a
transmisión cultural (y así de la reproducción social).
razones históricas ni las políticas por estas
imposiciones. Tampoco nos preocupan mucho las
formas hegemónicas de la planificación lingüística
estatal desde arriba que sufrimos en los países
andinos, con sus formas de normalización que son en
esencia historicistas y verticalistas, y que ignoran los
derechos lingüísticos de los pueblos originarios e
Desde nuestro punto de vista, una reevaluación dc csra
indígenas 4 . LO que nos interesa aquí es precisamente
función constructiva del lenguajc, nos permitiría
las razones más profundas detrás d e estas
abordar mejor dos aspectos fundamentales de una
segunda etapa d e reformas educativas: l a
imposiciones, sobre todo las epistemologías del
lenguaje que las moldean y los paradigmas
lingüísticos que las gestan.
*
El prcaente ensayo sc bnsa en una poncncia presentada en la inauguración dcl Mugistcr en Educuci6n Intercultural Bilingüe, organizndo por el
Instituto dc Estudios dc la Universidad Carólica dc Temuco, y quc se llevó a acabo cl 14 de Diciembre d i 2001.
Vcr por cjcmpla Alavi (1998). Amald, Yapita y López (1999). Arnold. Yavi- y Sachdev (2000). Arnold. Yapita y oros (2000). CEBlAE (1999),
hlcdina (2000. Yapita (1998) Yapu (1999), ctc.
Ver por cjcmplo Aurolyn L u y k (2001)"Divcnity in rhc Ncw World Order: Statc Language Polieies and the Ioternalionalization o[ Quechua".
Ponencia presentada al ZaSpcnccr E a l y Carccr lnstitute in Anthropology and Education: "Globalization and Education". Chicago, U.May 10-13.
7001.
Revista CUHSO -Volumen 6.2001-2002
Sospechamos que, al fondo de estas imposiciones,
científicos que hicieron etnogafías, por ejemplo el
yace el viejo debate entre los proponentes de la
pragmática (o "translingüística" en los términos de
germano-americano Franz Boas, también trabajaron
en la recolección de "textos" nativos: narraciones,
mitos, leyendas, adivinanzas y lo demás. De esta
manera, el estudio d e las diferentes culturas y
Bajiín) y de la lingüística saussureana moderna. Por
tanto sugerimos que, para poder desarrollar los
esfuerzos necesarios para revincular las prácticas
culturales -e intercullurales- en juego, con las
prácticas discursivas y educativas de la región,
primero es necesario recuperar algunos elementos
teóricos y prácticos de la pragmática. Hasta el
presente, los proponentes de lalingüística saussureana
que indudablemente tienen mayor vigencia en la
implemenlación de las diferentes Reformas, han
podido sesgar cl estudio del lenguaje bajo el filtro de
la escritura, ignorando así la naturaleza de la oralidad
y su propia relación con la escritura. Todos los
detalles del análisis saussureano de la modología y
sintaxis del lenguaje escrito que ellos aplican, si bicn
son necesarios en algún momento, sin embargo nos
han llcvado más y más lejos de la pragmática del
habla cotidiano, en que la propia unidad del estudio
debería ser el discurso, concebido además en el
contexto socio-cultural y político de su enunciación.
sociedades del mundo estaba muy vinculado con el
estudio de sus lenguas.
Según su argumento, este período terminó debido a
las influencias de la antropología social británica
sobre la antropología cultural norteamericana,
especialmente la comente del "funcionalismo" y más
tarde el estructuralismo, con su tendencia de recalcar
las funciones en la sociedad de las instituciones y
estructuras sociales, encima de las lenguas. Esto
produjo el efecto entre los antropólogos y etnógrafos
de la época, de tratar lo que decían los pueblos como
"ilusiones" que sólo los antropólogos pudieron
revelar, con su conocimiento especializado de las
funciones más importantes de las instituciones en la
sociedad (Ibid.: 4-5).
Esta conirontación entre diferentes perspectivas en
tomo al comportamiento humano en las sociedades,
Evidentemente, las razones por haber adoptado el
presente enfoque academicista y saussureano son
varias, y tenemos espacio aquí para revisar sólo
algunas. Para comenzar, recummos a las ideas de dos
proponcntes dc la pragmática de los EE.UU., Bmce
Mannheim y Dennis Tedlock, en la "Introducción" a
su libro editado Tlie Dialogic Emergente of Culture
resultó en una separación disciplinaria, en que algunos
académicos se centraron en el estudio de las ctlllttras~~
sociedades, y otros en el estudio de las leiiguas en sí.
(1995). Allí, ellos plantean que, en el fondo del
estudio del lenguaje como algo expresivo de las
culturas y nada más, en tanto que las demandas de los
presenle acercamiento, yace una ruptura
epistemológica que ha ocumdo históricamente entre
el esludio de las culturas y las lcnguas en los últimos
100 años. Para ilustrar esta aserción, ellos trazan las
prácticas de dos ramas de las ciencias sociales en el
último siglo: la antropología (o sociología) y la
lingüística. Su argumento va más o menos así: que en
los fines del Siglo XIX y comienzos del XX, los
Desde más o menos los años 40 hasta los años 60 del
Siglo XX, esta separación enire las caras sociales y
lingüísticas de las ciencias sociales aumentó más y
más. Gradualmente los antropólogos trataron el
intereses del Norte exigieron un enfoque más
iilsrrumerztal hacia las lenguas, las culturas y
sociedades, sobre todo en su zona de influencia en
América Latina (Ibid.: 4-5). Esta tendencia aumentó
aún más en los años 70 y 80, con el respaldo
financiero de las multilaterales y bilaterales (el Banco
Mundial, UNICEF, GTZ, etc.) en el mismo enfoque
Cenlro de Estudios Socioculturales - UCT
instrumental, bajo una agenda de la educación masiva
también se remontan a la escuela estructuralista de
d e poblaciones para borrar sistemáticamente el
Saussure y, más tarde, Lévi-Strauss), en que la
llamado "analfabetismo" en el mundo (Amold, Yapita
oralidad e s considerada como un estado más
"primitivo" de la lengua, y la escritcrra un estado más
y otros, 2000: Cap. 3; Amold y Yapita, en prensa).
"avanzado", lo que refleja el contenido dc muchas
De esta manera se entró en otra etapa, en que los
bibliografías de los cursos actuales de la EIB, sea de
antropólogos culturales estudiaron culturas y
Diplomado o Maestría. Criticamos esta idea en el
sociedades, con vista hacia el mejor entendimiento y
libro El rincón de las cabezas. Lcrchas rexrrrales,
control d e éstas, en tanto que los antropólogos
educación
lingüísticos y los sociolingüistas estudiaron lenguas,
otros, 2000, Cap. l),tomando como nuestro punto de
igualmente con un enfoque instrumental, lo que se iba
desarrollando con las teorías emergcntes d e la
partida la crítica de esta noción de parte del filósofo
francés, Jacques Derrida (sobre todo en
"lingüística formal". Llegó el momento en que las
Gramatología, 1971), y su planteamiento alternativo
organizaciones como el InsLituto Lingüístico del
que la oralidad es más bien una elaboración hablada
Verano, desarrollaron sus gramáticas de lenguas
posterior que se desarrolla en base de una "escritura
nativas ya separadas de cualquier contexto socio-
inerte", o "texto" (que puede tomar la forma de la
cultural y de cualquier interacción social mediante
escritura alfabética occidental, hojas de coca,
estas lenguas. Como se ve, este enfoque es ya muy
distinto al antcrior de la escuela de Franz Boas y sus
inscripciones en roca, piel o cerámica, etc.).
seguidores, que basaron sus etnografías en una
Entonces llegamos a la situación en que la formación
filología fundamentada en el estudio d e textos
de los estudiantes en estos cursos sigue un rumbo
lingüísticos (Mannbeim y Tedlock, Ibid.: 5-6).
predeterminado, en que se trata algunas materias, por
tierras en los Andes (Amold, Yapita y
ejemplo la ciencia occidental, según lo que dicen los
Es así que el presente enfoque lingüístico en países
textos escritos, en tanto quc se trata otras materias
como Bolivia y Chile, va en la dirección d e l a
centradas más en la cultura, la identidad y las lenguas
lingüística aplicada, en que se hallan Cusionadas las
teorías estmcturalistas de Ferdinand Saussure (sobre
nativas, según lo que dicen los comunarios del lugar,
especialmente los abuelos, a nivel oral. Es más. En el
todo dcl Ccrrso de lii~giiísticageneral, 1915) con los
segundo caso, la meta es siempre la de transiormar
intentos aplicados del control lingüístico. Desde dicho
estos dichos en "textos" escritos, ya desvinculados de
período en adelante, los antropólogos culturales
cualquier contexto social, cultural, histórico o
tuvieron l a tendencia d c mirar a los estudios
linguístico. Según muchos estudios actuales, esto es lo
lingüísticos dcsdc fuera, para "hablar sobre" otros
procesos sociales y culturales más fundamentales. Y
la lengua en sí ya es vista como nada más que una
representación secundaria de otras formas sociales y
que pasa a menudo en los cursos de formación en la
EIB, sea en Perú, en Bolivia, cn Chile o en Brasil
(Paladino, 2001; Cavaicanti, 1998, etc.).
culturales más figurativas.
lizterculturalidad: ¿Monólogo o Diálogo?
Podemos agregar a estas tendencias, otra idea
implícita en muchos de los programas actuales de la
La distancia enee la realidad del habla y lo que se
Educación Intercultural Bilingüe (cuyos orígenes
enseña en los cursos de la EIB es especialmente
Revista C U H m - Volumcn 6. 2001-2002
notoria si consideramos el trato que reciben las
El punto que quisiéramos recalcar es que, hasta ahora
narraciones tradicionales en lenguas nativas (aymara,
en los estudios lingüísticos d e las reformas
quechua o mapuzugun) en las aulas actuales. Como ya
educativas, se ha tratado a la tradición oral conzo si
dijimos, la meta con l a EIB e s recopilarlas,
veces se produce libros enteros de recopilaciones de
fuera un "inonólogo" cuando, en realidad, la
tradición oral siempre ha sido más bien un "diálogo".
La conciencia que tiene el narrador o la narradora de
la presencia de su público, siempre ha sido una parte
estos cuentos - e n la región aymara, éstos serían del
vital de la actuación, como muestran los estudios
Cóndor y el Zorro, cl Zorro y la M'allata, el Zorro y la
desde la obra homérica hasta las tradiciones orales
Perdiz, elc.-
todos escritos como textos separados y
actuales. Para ilustrar el mismo punto, Mannbeim en
sin alguna relación entre sí. Pero si volvemos a
otro ensayo cita al lingüista mso, Román Jakobson
considerar las condiciones en que estos cuentos han
(que a diferencia de muchos lingüistas también
sido recogidos en realidad, apreciaremos que su
enunciación ha sido en una forma mucho más
estudió la literatura), cuando narra lo que le comentó
transcribirlas (o escribirlas de memoria) 1' luego
transformarlas en un texto escrito en la página. A
un campesino mso:
fragmentaria.
En nuestra experiencia, se narra estos cuentos a modo
d e explicar alguna moraleja, o lo que pasa
tradicionalmente en un momento determinado del año
agropastoril, o en algún lugar de la región, o en
relación con algún personaje histórico de la misma
(cf. Mannheim, 1999a; Amold y López, 2001, etc.).
Este juego de diferentes voces presentes en un texto,
que vienc de diferentes lenguas, registros lingüísticos
e instituciones culturales, es lo que Bajtín llama
"heteroglosia".
Además, es muy probable que la narración en cuestión
hubiera surgido como parte de un "diálogo" entre
¿Es posible conrar histoiia sin razón
alguna? No. Ingreso a laposoda, charlamos,
ya alguien dice "Dios no existe!" Entonces
yo contesto, "Esrás nziiitielzdo, jcorajo!
Cómo puede ser que Dios no exista?" Y le
cuento una hisioria acerca de eslo. Luego
alguieiz agrega, "Es vel-dad, Dios sí existe".
Y yo le digo: "Ahora tú eres él que está
mintiendo. ¿Dónde has visto a Dios?" Y les
cuerzro orm historia, esta vez negando la
existencia de Dios. Esroy narrando historias
sólo por contradecir".
Traducción en ibfon~iheim,1999a:
47-6. Original en Jokobson. 1984.
nosotros (los recolectores de los cuentos), y el o la
narradorla, lo que se podría desarrollar dentro de las
Por estas razones, Jakobson y los estudiosos de la
propias normas culturales andinas, o si no más
"etnografía del habla" o "de l a actuación"
forzadamente, como parte de la exigencia de su curso
(Mannheim, Tedlock, Hymes, Duranti, elc.), arguyen
de proveer tal texto escrito como tarea. De todos
modos, hay por lo mcnos dos personas en aquel
diálogo, además de los varios discursos
institucionales (con respecto a la oralidad v. l a
que el diálogo es una forma del habla más
f~tndamenral que el monólogo. Ellos subrayan el
hecho de quc rara vez hay monólogos. Aun cuando
hablamos con nosotros mismos, a modo de pensar,
hacemos un diálogo, ¿no es verdad? Adcmás, es más
escritura) detrás de este empeño.
común a nivel mundial el citar directamente a otra
persona en el habla que usar el discurso indirecto, p.
Centro deEstudios Socioculturales - UCT
ej. decimos directamente 'tal persona dijo tal ..." en
vez de decir "según tal... habría que..."
Es igual en las narraciones aymaras. Con Juan de Dios
Yapita, nos dimos cuenta que estos cuentos están
veinte diferentes voces en un minuto de narración
(Hill, 1995). En la actuación (o performance), para
poder realizar esta producción y expresión de muchas
voces, o categonas de voz, el narrador recurre a varias
técnicas: por ejemplo a cambios en el estado
organizados según las diferentes voces que
intervienen en su actuación. Comienza con la voz del
emocional de un personaje, según el tono de la voz, el
gesto, la entonación, un crescendo, la disfluencia, la
narrador (o la narradora), pasa a las voces de los
cita directa o indirecta, etc.. En los estudios de la
diferentes personajes o protagonistas del cuento (el
Zorro, el Cóndor, la Imilla), luego a la voz de la abuela
o el abuelo que ha contado el cuento al narrador, y
finalmente a las voces de los antepasados que habían
pragmática, Goffman ha llamado "posicionamiento"
(en inglés "footing") a esta habilidad del narrador, de
contextualizar los diferentes personajes en el cuento
(Goffman, 1979).
contado el cuento a él o ella, todas estas voces siendo
marcadas oralmente por la expresión caracteristica de
este género de cuentos: ukhamaw sasaw sataw siiv:
En nuestro propio trabajo, recumendo a los ejemplos
"así diciendo había dicho dice" (en el aymara de
previos de escritores como Tedlock, Hymes y
Hornberger, hemos experimentado además con los
Omro). De esta manera, se constrnye en el cuento una
trama "intertextual" de diferentes voces, organizadas
en estratos del tiempo (Arnold y Yapita, 1992: 207).
diferentes recursos de la escritura, tanto en aymara
como en castellano, para ver hasta qué punto pudimos
expresar visualmente estas diferentes voces en la
página (Arnold y Yapita, 1992, 1994, 1999, etc.). En
Esta misma estratificación de voces tiene su función
pragmática en la memorización de la actuación. Por
ejemplo, U. Ricardo López que trabaja con nosotros,
nos llama la atención a la terminología aymara para
este entrelazado de voces, en que el narrador que guía
es llamado ira, y lo que le sigue es llamado arka, la
misma terminología que se encuentra en muchas otras
los ejemplos andinos, tuvimos que tomar en cuenta
además las similitudes formales entre las diferentes
voces en la trama del cuento y las diferentes hebras
que están copresentes en un textil, un fenómeno
cultural y lingüístico que caracteriza la estructuación
de muchos "textos" en la región. En este sentido,
nuestra interpretación formal del texto no es
actuación en los conjuntos de músicos, en el orden de
arbitraria, sino sigue de cerca lo que Mannheim
(1999b: 18) llama los "estímulos formales" o
actuación de los animales en un rebaño, etc. (Arnold,
et al., 2000: 42, 56). Según esta función, si el guía no
"eshucturas formales" regionales que organizan un
texto, según el marco institucional del paisaje cultural
puede recordar bien un episodio determinado,
entonces la intervención del seguidor le ayuda a
recordar. De este modo, el trenzado del diálogo entre
dos (o más) personas, es una parte fundamental de la
en que el texto es transmitido, y cuyos rasgos
determinados guían y modifican su interpretación por
el público regional. El mismo intercalado de estos
otros "textos", del textil o de otras instancias de la
pragmática de la enunciación (o de la música).
cultura, dentro de nuestro propio texto o discurso, es
también una ilustración de lo que Kristeva (1984)
llama "intertextualidad".
instancias culturales, por ejemplo el orden de
Esta situación no es única en los Andes. En el mismo
libro de Tedlock y Mannheim un ensayo de Jane HiIl
muestra que un narrador mexicano puede expresar
Revista CUtlSO - Volumen h. 2001-2007
De esta manera, el fenómeno cultural y lingüístico de
sólo en su condición de una "cabeza", con boca y
la coexistencia de varias voces en la enunciación de un
orejas funcionales, pero sin el resto del cuerpo.
cuento, simplemente hace eco de las diferentes voces
que coexisten en la actividad texlil. Por ejemplo,
hemos mostrado cómo, en el inicio de la actividad de
Según Jakobson (1953), el "monólogo" de este tipo es
una forma de patología social, cuyos orígenes
tejer, la tejedora entra en diálogo primero con la Tierra
ontológicos quizás se remontan al dominio del Dios
Vigen y luego con el espíritu del ser dentro del textil,
judeocristiano creador, que al crear el mundo, acluó
que aún es waura.Luego, mediantc su actividad lextil,
solitariamente y no necesitaba hablar con nadie.
la tejedora transforma gradualmente esta "ivaiva" en
Desafortunadamente s e enseña hasta ahora l a
el textil, en una "persona" de su propia familia. A la
lingüística saussureana en las carreras de lingüística
vez, los distintos seres que emergen en la vida textil,
en Bolivia y en los cursos d e la Educación
desarrollan sus propias dimensiones ancestrales y
corporales. Es así que las voces del textil surgen no
Intercultural
sólo en las enunciaciones de la tejedora, sino también
Jakobson, Bajtín y sus seguidores. Debido a eso, sc ha
a través del vaivén de la trama que introduce luz y
otorgado una prioridad ontológica al monólogo sobre
aliento en la "boca" textil, así otorgándoles vida
cualquier otra forma del habla, y se ha podido ignorar
(Arnold, Yapita y otros, 2000: Cap. 11; Arnold,
muchas posibilidades del uso del lenguaje en la
2001).
práctica cotidiana.
Bilingüe,
sin complementarla
adecuadamente con la pragmática que nos enseña
Ahora, es necesario volcar nuesha atención al diálogo
La Naturaleza de la Subjetividad Lingüistica
en vez del monólogo. Como señalan Mannheim y
Tedlock (Ihid.: 10 y sig.), una consecuencia de
Con estos ejemplos de la multivocalidad prevalente
enfocar el dialogismo en vez del monologismo, es que
de la enunciación y la actuación, quisiéramos retar al
lalengua o lang~te(enlos términos de Saussure) como
enfoque lingüístico saussuriano que se enseña en la
un sistema compartido, se convierte en unapropiedad
EIB, en que el actor social es pcrcibido como un
emergente de los diálogos, en vez de tener una
individuo que actúa como la fuente primaria del
habla, tanto de lang~lecomo deparole.
prioridad ontológica sobre cuaiquier otra forma del
habla. E n estos contextos, los diálogos ya no
constituyen una serie de monólogos juntados en
Esta percepción es muy evidente, por ejemplo, en el
secuencia, sino que éstos constituyen la propia escena
positivismo lingüístico que construye las figuras que
de la producción de las estructuras compartidas de
ilustran los textos de consulta de l a lingüística
lengua, que pueden ser aplicadas posteriormente para
saussureana y que se usan para el análisis de las
el propósito de hacer un monólogo.
situaciones del habla. En estas figuras, esle actor
social esvá claramente desvinculado del resto de la
sociedad, a tal grado que su representación muchas
veces es sólo en un monólogo, como "oyente" o
Por cjemplo, en cualquicr ponencia académica, sc
suele hacer un monólogo que no espera una respuesta
inmediata de la audiencia. Pero aun así, este
"hablante" (y no ambos a la vez, como ocune en la
monólogo está ya insertado en un mundo
realidad), y a veces su desvinculación llega a tal
sociolingüístico en que hubo un sinnúmero de
cxtremo que se expresa su contribución a la realidad
relaciones sociales anteriores entre primera, segunda,
Cenlro de Estudios Sociocullurales - UCT
y tercera personas, y de dcbates sobrc las mismas
cuestiones entre investigadores y entre los fiiósoios
acontecimientos con una mayor participación, se
tendría que dejar el espacio para que todos los niños/
del lenguaje. En este sentido, el diálogo entre estas
as, en su integridad, tengan la oportunidad de expresar
personas y los debates previos es ontológicamente
sus propios valores culturales, en diálogo con los
previo, y el monólogo académico tiene una función
\'alores culturales del docente. Entonces, en vez del
posterior de resumir estos diálogos; no es al revés.
monólogo anterior en que eUla docente se ponc frente
a la clase para instr~cirla,habría que desarrollar otro
ambiente en que s e pueda invitar al docente a
Las Prácticas Sociales del Diálogo liz~ercultr~ral compartii- su mundo cultural con los educandos en
condición de igualdad, y lo mismo vale para los
En la actualidad, es común constmir la relación entre
educandos.
sistemas culturales y prácticas culturales basados en el
mismo modelo que generó Saussure sobre el habla y
El crítico literario ruso, Mikhail Bajtín, ha
la lengua, y esto es lo que hace IaEIB. De esta manera,
considerado esta cuestión del diálogo con otras
se ha percibido el origen de la expresión cultural en la
culturas. Para él, la meta no debe ser la dc querer
enunciación de distintos actores sociales "como
individuos". En vez d e esto, como recalcan
reunir material sobrc cl Otro, ni la de reconstruir el
Mannheim y Tedlock (Ibid.: S y sig.), es más probable
entrar en ello. Tampoco apoya a este proceso el
que la situación sea al revés; es decir, las culturas s c
retener el do,gnatismo del punto de vista propio ni el
reconstituyen y sc revisan continuamente, mediante
volcarse hacia un relativismo extremo. Para Bajtín,
los diálogos entre sus miembros. En este sentido, los
cada uno de estos enfoques más bien restringen el
acontecimientos sociales ya no son la srrina de todas
diálogo. En lugar de éstos, habría que proceder
las acciones de los participantes como individuos,
dialógicamente, buscando un "entendimiento
cada uno de los cuales está desempeñando un papel
predeterminado, sino que son escenas donde la cultura
creativo" (vzhivanie en mso) mediante el hecho de la
compartida enterge de la interacción social.
foraneidad es lo que hace posible el diálogo y que a la
punto de vista del Otro y luego tratar de reduplicarlo o
"foraneidad".
Según Bajtín, este scntido d e
vez nos ayuda a entender otra cultura más
Ahora bien, podemos preguntamos: ¿Cómo se puede
profundamente. Esto es porque cada cultura posee
reconocer un diálogo intercultural? y ¿Qué
significados de los cuales no está consciente y que no
implicación tendría esto para un aula intercultural?. La
se expresan en la realidad, pero que existen en un
implicación de los argumentos desarrollados hasta
estado potencial. Sólo el diálogo revela esta potencia
aquí es que, en vcz del monólogo fundamentado y sin
interrupción del profesorla (a modo del D i o s
y le da una cualidad más tangible, aunque de una
manera incompleta. Al mismo tiempo, el foráneo
judeocristiano), habría que dejar el espacio para un
verdadero "diálogo" entre educando y docente. Por
experimenta el mismo sentido de potencia, lo que le
supuesto, en esie diálogo, tanto el educando como el/
ayuda a entender estas potencialidades en su propia
la doccnte tendría el derecho de expresarse en su
cultura. E s t e mismo proccso es mutuamente
enriquecedor y educa a cada cultura respecto a la otra.
debido momento, a veces según sus propias normas
Esto puede llegar a tal punto que el diálogo creará
culturales y a vcccs según las normas, impuestas, del
comportamiento en el aula. Además, en los
nuevas potencias, realizables mediante las actividades
y diálogos en común de ambos grupos. Como lo
Revista CUHSO - Volumcn 6.2001-2002
expresa Bajtín, "...en un encuentro dialógico entre
llegar a identificar toda una multiplicidad de voces
dos culturas ... cada una retiene su propia unidad y
totalidad abierta, pero se enriquecen mutuamente" (en
que han apoyado a la construcción de la Nación en la
Emerson and Holquist, 1986: 7, citado en Morson y
Emerson, 1990: 55-56).
comunidad, o la comunidad en la Nación; además, se
puede apreciar las memorias comunales de otros
estados andmos anteriores a la República actual (Ibid.,
Capítulo 7).
Una vez que apreciamos el fenómeno dc "cultura"
como algo que einerge d e un fondo dialógico,
Estos contextos intra- e interculnualcs dentro de la
cntonces nos damos cuenta de que el proceso de la
Nación, hace aún más problemática l a práctica
enseñanza-aprendizaje en el aula es también un
anterior d e manejar en el aula un monólogo
Fenómeno culturallintercultural emergente, una
especie de "intersubjetividad" en que el conocimiento
autorizado sobre cualquier tópico. Siempre oiremos
está producido, reproducido y revisado en diálogos
función de la escuela en la comunidad (o cualquier
constantes entre docentes y educandos. En este
otro tópico), dentro y fucra del aula escolar, dentro y
proceso dc coproducción mutua, se construye y se
fuera de los Institutos Normales, dentro y fuera del
respeta en un momento lo propio, en otro momento el
Ministerio de Educación. Por tanto, una pregunta muy
mundo del Otro, las tensiones creativas entre estas dos
pertinente es: ¿cómo se debe manejar estas diferencias
posibilidades prestando la energía para generar el
diálogo intercultural. En este scntido, habría que
d e experiencia? ¿Mediante un monólogo o mediante
un diálogo, que a veces cuestiona los mismos marcos
repensar "cultnra" (e intercultura) y la teoría cultural
actuales de la autoridad?
otras interpretaciones y reinterpretaciones de la
(e intercultural) como partes vitales de un campo de
pugna, con niveles jurídicos, conceptuales y
Debido a la autoridad de elila docente y su formación
epistemológicos.
como funcionario del Estado, en el contexto
Esto es dentro del aula; pero l a interculturalidad debe
institucional de la escuela en la comunidad, su
discurso tiene cierto peso. Pero siempre existe la
ir mucho más allá de esas cuatro paredes. En el libro
El rincón de las cahezas (Arnold, et al., op. cit. ibid.:
posibilidad, mediante el diálogo, de que los niños
podrían cuestionar esta autoridad, hasta exigir algún
Cap. 4), mediante un estudio de caso en el altiplano
repensamiento de un tema determinado, en un
boliviano, llegamos a reconocer que la producción
ambiente de mundos compartidos, en que hay un
cultural de la comunidad donde la escuela mral está
perpetuo juego de creación y re-creación, negociación
ubicada, ha estado en marcha, mediante los diálogos y
y re-negociación. Desde esta perspectiva, se puede reconceptualizar toda cultura como parte de un
proceso inventivo y emergente" de una "intercultura
los propios discursos comunales, mucho más antes de
la creación en el sitio de la misma escuela, o de la
Reforma Educativa boliviana actual. Sólo al apreciar
este fondo institucional, tan propio de las
comunidades andinas, se puede identificar toda la
gc
criolla" (en los términos dc Clifford, 1991), en tanto
quc las formas lingüísticas y culmrales son ejercicios
en el poder y su contestación.
multiplicidad de contribuciones, interpretaciones,
opiniones y contra-opiniones, acerca de la realidad ya
vigente en las comunidades, respecto a sus propios
En este contexto, podemos reconsiderar los ejercicios
actuales de la EIB de reformular las narraciones
valores culturales. De la misma manera, se puede
andinas (o mapuches) según el molde de textos
Centro de Estudios Socioculturales - UCT
predominantemente monológicos. Por una parte,
podemos apreciar que estos ejercicios carecen de
espíritu "intercultural", siendo más bien imposiciones
falso diálogo de este tipo puede caracterizar un
momento especialmente conflictivo, cuando un gmpo
debe ceder ante el otro, y negociar las condiciones de
monoculturales de la cultura letrada dominante,
su derrota.
buscando transformar las narraciones andinas según
normas foráneas y monológicas. Esto es sumamente
evidente: por ejemplo, en las formas escriturales
hispanas que se usan, las formas hispanas de prosa, de
puntuación, y de cómo organizar el discurso en la
En estas situaciones, es necesario revisar los
fundamentos de la pragmática, para aclarar las
definiciones actuales. Para comenzar, el sentido
etimológico de "diálogo" es el habla (logos) que va
página. Todo esto es parte de lo que Shiva (1993)
como vaivén (dia), como en una conversación entre
llama la "monocultura de la mente", con sus efectos
dos o más personas. Dia en este contexto tiene el
tan daiiinos en todo el planeta.
sentido de "trans o inter" y no de "dos". El mismo
término "diálogo" tiene también el sentido económico
Cuándo un Diálogo no es un Diálogo?
de un "intercambio", por ejemplo cuando se habla de
un "intercambio de ideas".
En este ambiente actual de "monoculturalismo"
Desde esta base, podemos pasar a considerar las
dominante, hay momentos en que se aprovecha del
término "diálogo" sin mayor significación,
rupturas de significado del "diálogo". El mismo
Bajtín (1984: 108-12), ha considerado este problema.
simplemente para seguir la corriente. Entonces,
¿cómo podemos saber cuándo un diálogo es un
Él plantea, por ejemplo, que los "diálogos socráticos"
no son realmente diálogos. Son formalmente
verdadero diálogo, y cuándo es más bien un diálogo
falso? Por ejemplo, en el mundo del desarrollo, el
"diálogo" es un término de moda dentro de las
técnicas llamadas "participativas". Tuvimos un
diáiogos, pero no funcionalmente. De esta manera, él
distingue entre los diálogos anacréticos, que son
formal- pero no funcionalmente diálogos, y los
ejemplo de este uso en el Diálogo Nacional del año
2000.
diálogos, a pesar de su forma (Mannheim y Tedlock,
ibid.: 4).
En estas ocasiones, el término diálogo puede encubrir
Asimismo la noción de "conversación". ¿Cuándo es
relaciones de poder, o simplemente la transmisión de
decisiones ya realizadas, desde aniba hacia abajo. Es
una verdadera conversación y cuándo es una
conversación falsa? ¿Cómo vamos a definir una
muy común por ejemplo, la situación actual en que,
para resolver cualquier confl'icto entre el centro y la
periferia, se ha transformado la noción derivada de
Rousseau de la participación democrática de las bases
para llegar a la simulación moderna de la
participación, en que las decisiones ya han sido
realizadas en el centro de poder, y las comunidades
simplemente "simulan" su acuerdo, según una serie de
gestos y categorías predeterminados. Además, un
conversación, para tomar en cuenta estos problemas?
¿Es un género del habla o es más bien un tipo de
relación entre dos o más personas? Para contestar
estas preguntas, podemos recurrir a los estudios
filosóficos del lenguaje, por ejemplo de H. P. Gnce
(1975), que ha estudiado estas cuestiones según el
niarco de la pragmática Lingüística para llegar a la
conclusión de que una conversación trata de un
diálogos sincréticos, que son funcionalmente
acuerdo ético entre dos o más personas, un esfuerzo
Revista CUHSO - Volumen 6.2001-2002
de cooperación según un conjunto de propósitos en
En cambio, la intuición de Bajtín de que cada palabra
común (ver también los comentarios en Escandell
Vidal, 1993).
"ya tiene el sabor del contexto y los contextos en que
ha vivido su vida social", reconoce así que cada
concepto o escena ya está situado en un momento
Estas reflexiones en el marco de l a pragmática
socio-histórico-político determinado. Según este
intercultural, nos ayudaría a considerar otros asuntos
modelo, l a acción no resulta de l a estructura
más. Por ejemplo, podemos dejar de ocupamos en las
predeterminada; más bien la estructura emerge de la
clases de lenguaje formulando listados de sufijos,
acción social concertada. En este sentido, las palabras
léxico, oraciones simples o vocabularios en base a
son "apropiadas"
palabras sencillas, que son poco pensados y además
son muy desvinculados de su contexto socio-culturai.
"inventadas" por ellos.
En vez de esto, podemos desarrollar otras tareas
Tampoco podemos seguir conceptualizando el
basadas en preguntas nuevas: por ejemplo, ¿Cuáles
individuo como "el autor y la autoridad" de un texto.
son las características lingüísticas de la didáctica
Más bien, habría q u e apreciar con Tedlock y
aymara en el aula? y cómo se distinguen éstas de las
Mannheim, l a subjetividad e n s í como una
características de l a didáctica hispana? Luego
"constelación de muchas voces" (Ibid.: 8). En estas
podremos poner en marcha, en l a acción, los
resultados de estas investigaciones.
nuevas reflexiones sobre una subjetividad multivocal,
por individuos, pero no
vale la pena considerar que cadauno de nosotros lleva
encarnada la memona de todas las voces de nuestros
antepasados, además de las conferencias a que hemos
¿De la Estructura a la Acción,
asistido, los libros y poesías que hemos leído, y las
o de la Acción a la Estructura?
conversaciones con los miembros familiares y amigos
con quienes hemos charlado a lo largo de la vida. Y,
En este sentido, hay razones éticas y políticas para
aún más allá de estas generaciones inmediatas, las
seguir el camino de Jakobson y sus seguidores haciala
etnografía del habla y la expresión cotidiana de
células de nuestro cuerpo son constrnidas como
consecuencia de millones de años de evolución, y de
verdaderos diálogos (o textos), y verdaderas
muchas especies (no sólo lo humano, sino lo bacterial,
conversaciones, que representan a la vez las múltiples
viral, etc.). En este contexto, la posibilidad del
voces de los diferentes actores sociales, en lugar de
surgimiento de la cultura ya inminente en cada uno de
los monólogos dominados por una voz, cerrada y
nosotros, sólo se pone en existencia a través de
dictatorial, y respaldada por el status quo.
nuestras interacciones sociales mediante el uso del
lenguaje. De igual modo, no tenemos otra alternativa
En la práctica, como señala Mannheim y Tedlock
que interactuar con otros mediante el lenguaje, para
(Ibid: 4-5), las teorías lingüísticas de Jakobson, Bajtin
y sus seguidores también sugieren otra manera de
apreciar la relación entre la "estructura social" y la
poder participar en otras culturas, interculturalmente.
"acción". Es común en las ciencias sociales pensar en
la "acción" (prácticas, habla, actuación o parole)
Expresado de otro modo, y retornando al debate que
planteamos inicialmente, no se puede separar el
como un resu[tado de la estructura social (institución,
estudio de la cultura o la sociedad, del estudio del
lenguaje. Y no se puede entender una cultura o una
intención, competencia o laizgue) que la ha generado.
sociedad sin entender sus interacciones lingüísticas.
Cenlro de Estudia Sociocul~uralcs- UCT
Eslc hecho exige del profesorla, en un ambiente
debemos tomar en cuenta las dimensiones históricas y
intercultural, el saber por lo menos algo del lenguajc
lingüísticas de estos debates, y las enunciaciones del
de la otra cultura con que cstá en contacto. Exige del
profesorla también la habilidad de interiorizarse de la
pasado, tanto a nivel regional como global, para
experiencia "sensible" y "visceral" de otras culturas,
para poder traducirlo en el contexto intercultural del
aula. No es suficiente recumr a un diccionario para
llegar a una aproximación del sentido dc una palabra
aymara, mcnos todavía un diccionario con
entender la contextualización d e las relaciones
interétnicas en cualquier momento determinado.
Los Límires eizrre el Misino y el Otro
definiciones simples y "monox'-contextuales, lo que
Si proponemos que el lenguaje y la cultura son,
tiende a favorecer la Reforma. Más bien hay que
"dejar que las palabras entren en su sangre y luego
ambos, dialógicos cn sus fundamentos, entonces
soltarlas d e nuevo" en los términos de Walter
debemos reubicarlos en los intersticios entre las
personas (como sugirió Geeriz en otro contexto). En
Benjamin. Como decían Bajtín y además Vygotsky
(1962: 146), hay una diferencia fundamental entrc el
"sentido" de una palabra, que es ' l a suma de todos los
este entendido, el lenguaje y l a cultura como
cualidades emergentes de l a acción social, son el
resultado de millones de diálogos profundos que han
acontecimientos psicológicos despertados en nuestra
conciencia de la palabra", y su "significado" según un
influido en las vidas y las energías corporales de los
diccionario, con mucho menos alcance (ver también
diferentes participantes en un momento histórico
detemiinado.
Volosinov, 1973: 101). En lo ideal, habría que sentir
la misma experiencia en su propia sangre, para podcr
E n este contexto, el diálogo tiene un sentido
compartirlo interculturalmente.
Es importante también la contribución dcl docente en
ontológico. No es necesario q u e los patrones
lingüísticos, culturales y sociales s e generen
nuevamente con cada interacción social. En vez de
el aula de sus propias comparaciones lingüísticas, por
esto, cada interacción ocurre dentro d e los
ejemplo entre el uso del aymara y del castellano, para
expresar ciertos conceptos. A nuestro modo dc
entender, esta contribución intercultural ha sido
coordinados de instituciones sociales e históricas
específicas, que influyen en la interacción, en tanto
que están reformadas por la interacción específica. Un
despreciada en los últimos años por aquellos que
ejemplo cotidiano de este fenómeno ocurre en
insisten en imponer los mono-universalismos dcl
lenguaje que acompañan, por ejemplo, la enseñanza
cualquier conversación en la calle, en que intervengan
en el acontecimiento no sólo los participantes directos
del inglés como segunda lengua, sin tomar en cuenta
las condiciones del aula boliviano.
sino también los observadores, con su mirada, actitud,
su postura corporal, sincronización rítmica,
comentarios, etc.
Es necesario también que losilas docentes tengan un
manejo básico de las epistemologías comparadas en
juego en los debates que pueden surgir en tomo a las
diicrcntes nocioncs de la ciencia o del arte, para no
caer simplemente en respuestas según un relativismo
Es igual en el aula: aunque eyla docente en su estilo
didáctico presenta poco más que un monólogo, sin
embargo todos los presentes están participando por su
presencia institucional en el acontecimiento. Y si se
extremo o un dogmatismo tajante. Igualmcnle,
expande el evento para incluir un diálogo entre
Revista CUHSO - Volumen 6.2001-2002
docente y alumnos, entonces habría aún más sentido
de participación cn el evento. Y si expandimos el
contexto aún más para abarcar un verdadero diálogo
Estas últimas reflexiones sobre la naturaleza de una
intcrcultural en el aula, entonces se Iraspasm'ano sólo
gramática dialógica, cuestionan al fondo las
las normas convencionales del diálogo, sino también
tendencias actuales de hablar del patrimonio cultural
de culturas. "La lengua" dijo Bajtín "yace en el límite
como si fuera algo fijo y estático. Cuestiona también
entre uno mismo y otros". En este sentido, la lengua
l a noción de cultura, o intercuitura, como si fuesen
tiene una cualidad emergente. Como observan
"estados mentales", conjuntos de creencias y
M d e i m y Tedlock, se produce entrc los hablantes,
costumbres, o la adopción de actitudes liberales hacia
el estado actual de las cosas, como si se pudiera
pero a la vez la comunicación entre ellos incorpora
algo que es irzdeperzdierrre de ellos. Debido a esta
aprovechar esta nueva actitud para participar
posibilidad, las culturas y las lenguas adquieren
simultáneamente en dos culturas preexistentes.
regularidades mediante la inieracción de individuos,
sin estar limitado a sólo estos individuos.
Más cerca a la realidad, según lo que nos enseña la
pragmática lingüística, es que la interculturalidad
Debido a este Fenómeno, Mannheim, basándose en
describe más bien una dinámica incesante entre dos
Jakobson, concluye que la verdadera "gramática" de
las culturas no-letradas, por ejemplo las andias, es la
culturas en un estado perpetuo d e flujo y
desenvolvimiento. Ademis estas dos culturas, aunque
poesía o el canto, como el medio por cual las
creadas por individuos, existen aparte de estos
poblaciones colectivamente acuerdan entre sus estilos
individuos, en su propio espacio ontológico. Por
de habla, las versiones d e las narraciones que
tanto, al participar como individuos en la
predominan, y sus interpretaciones, todo según una
interculturalidad, estamos participando en este estado
"cultura del conocimiento" muy difundida en la
d e flujo, y no en cosas predeterminadas. La
sociedad (Mannheim, 1986). Este fenómeno es muy
negociación
distinto a las gramáticas formales desarrolladas hasta
ahora por la EIB, que están arrancadas de sus
"posicionamiento" (en los términos de Goffman),de
crear un espacio político para expresamos y donde
contextos
que imponen
nuestras ideas tienen plena vigencia, de poder
determinadas formas lingüísticas sobre otras,
considerar interculturalmente la propia historia de una
determinadas normas de estandarización sobre otras,
cultura relativa a la otra, de comparar diferentes
y determinados modos de escribir sobre otros, todo
maneras de hacer las cosas, son todas parte de esta
según las ideas monológicas de un sistema
dinámica de la interculturalidad.
socio-culturales y
incesante
de
"posición"
o
incontestable de autoridad.
Esto cs por que, una verdadera interculturalidad, en su
desenvol\'imiento, nos exigirfa abrir las puertas de la
univcrsidad hacia la comunidad, para quc los
comunitarios, padres d e familia, docerites y
educandos participen plenamente en su construcción y
transformación.
Centro de Estudios Socioculturales - UCT
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