Curva de crecimiento de terneros de recría de origen español (57,5 kg de peso vivo a la entrada), con programa de lactorremplazante H21 durante 5 semanas. Marsal Verdú. Departamento de Contratos. Terneros Armando Pérez. Departamento Alimentación Animal. Producción (Nutrición) Durante 2 crías consecutivas, en la estación primavera-verano, se registraron semanalmente los pesos vivos individuales de 2 lotes de 264 terneros mamones desde su llegada a granja hasta las 7 semanas de recría, junto con los consumos de pienso por corral. A partir de estos registros se ha elaborado una curva de crecimiento tipo para terneros mamones de origen español, con un peso vivo de entrada de 57,5 kg, a lo largo de estas siete primeras semanas. Se predeterminó un programa de alimentación con leche del tipo H21 (10,7 kg/animal) durante las cinco primeras semanas (Tabla 1), junto con pienso G119 (21 kg/animal) de la 1ª a la 4ª semana, y G19 (50 kg/animal) de la 5ª a la 7ª semana de recría, respectivamente. El programa de leche ha sido diseñado según el consumo de pienso esperado, tratando de optimizar el uso de la misma y, a su vez, estimular el consumo de pienso. Tabla 1. Programa de leche H21. Cantidad de lactoreemplazante Nº semana 1 2 3 4 5 Gramos/ternero y día Gramos/ternero y toma 360 330 330 300 210 180 165 165 150 210 Litros/tom a 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 Nº de tomas 2 2 2 2 1 La curva de crecimiento (Gráfico 1) representa la evolución del peso vivo en función de la edad del animal durante las primeras siete semanas de recría; en la Tabla 2 se presenta la evolución del consumo de leche y pienso y los crecimientos registrados. Con estos datos podemos manejar toda la información posible para analizar y tipificar el crecimiento de una manada de terneros de recría de este tipo y detectar puntos susceptibles de ser mejorados. Gráfico 1. Curva de crecimiento durante las siete primeras semanas de recría de terneros mamones de origen español (57,5 kg de peso vivo inicial). 1 93,97 100 86,44 90 80 70 62,93 57,47 58,46 60 Peso vivo (kg) 67,53 73,1 79,5 50 Edad (días) Tabla 2. Evolución del peso vivo, la ganancia media diaria, y el consumo de leche y pienso a lo largo de las primeras siete semanas de recría de terneros. Consumo (kg/día) Semana 0 1 2 3 4 5 6 7 Edad (días) 28 33 40 47 54 61 68 75 Peso vivo (kg) 57,5 58,5 62,9 67,5 73,1 79,5 86,4 94,0 Ganancia media Leche diaria (kg/día) Pienso 0,17 0,64 0,65 0,86 0,91 0,99 1,02 0,2 0,6 0,9 1,3 1,8 2,4 2,9 0,36 0,33 0,33 0,3 0,21 Mientras durante las tres primeras semanas los terneros crecen a razón de 500 g/día, a partir de la cuarta semana hasta la séptima el crecimiento alcanza los 1.000 g/día. Esta diferencia de crecimiento se explica en gran parte por el período de adaptación que pasan estos animales durante la primera semana tras la llegada a granja. Los terneros necesitan este tiempo para recuperarse del estrés del viaje, empezar a consumir pienso en cantidades razonables, y, a su vez, no caer enfermos debido al estrés aparejado al transporte y al hecho de mezclar animales de distintos orígenes y estados sanitarios. Si todo va bien, se puede asegurar que los animales encauzan el buen curso de la recría entre la 3ª y 4ª semana de lactación (47 y 54 días edad), cuando el consumo de pienso sobrepasa el 1 kg diario, momento en que el crecimiento alcanza los 900 g/día. 2 A partir de la 5ª semana, ya con una sola toma de leche y con crecimientos cercanos a los 1.000 g/día, los terneros comen más 1,5 kg de pienso. De ahora en adelante, una vez destetados, los animales mantendrán crecimientos alrededor de los 1.000 g diarios y el consumo de pienso incrementará de forma lineal, en este momento el buen curso de la manada está garantizado. Del anterior análisis de la curva de crecimiento de los terneros de recría se desprenden algunas reflexiones que denotan problemáticas sin resolver o aspectos a mejorar. Así pues, es una evidencia considerable que durante la primera semana de recría los terneros no crecen, hecho que indica que este tipo de animal requiere por lo menos de una semana, e incluso dos, de adaptación para recuperarse de la severidad del viaje que le ocasiona una anorexia transitoria y estrés que a menudo debilitan el estado de salud del animal. Una estrategia a plantear durante este período de aclimatación sería ofrecer más cantidad de leche a los terneros para compensar el bajo consumo de pienso y, de este modo, fortalecer el estado de salud y general del ternero. Otra certeza es que los crecimientos de la 2ª y 3ª semana son mejorables teniendo en cuenta el potencial genético de los animales, y observando los crecimientos de las semanas posteriores. En este caso, la estrategia a seguir pasa por replantear el programa de leche, en términos de cantidad y concentración (actualmente en estudio), manejándolo de tal manera que responda a las necesidades de los animales y, a su vez, estimule el consumo de pienso precozmente. Además, teniendo en cuenta que las dos o tres primeras semanas de recría son las problemáticas desde el punto de vista de crecimiento y consumo de pienso, es imprescindible hacer hincapié en la supervisión y atención de los animales, la cual permitirá detectar y actuar lo antes posible frente a problemas de cualquier tipo, especialmente los sanitarios, muy habituales debido a la mezcla de animales de distintas procedencias. 3