10 www.eltiempo.com - DOMINGO 20 DE JULIO DE 2014 - EL TIEMPO debes hacer salud Falsos milagros de las dietas ‘detox’ Crece la popularidad de estos regímenes que prometen depurar el cuerpo. Los especialistas piden cautela. Redacción Estilo de vida Con la promesa de liberar al cuerpo de toxinas y de perder algunos kilos, las dietas detox, también conocidas como antioxidantes, antiox y antiedad, siguen ganando adeptos en el mundo como la fórmula ideal para hacerles frente a los excesos de la vida diaria. Sus promotores aseguran que de vez en cuando, y durante un periodo de tiempo, es necesario someter al organismo a estas purgas o regímenes a base de jugos de frutas y vegetales (solos o en combinación) que le ayuden a eliminar toxinas y a hacer una especie de borrón y cuenta nueva. Pero aun cuando han ido ganando terreno y popularidad, al punto de que son seguidas y avaladas por celebridades, también han encontrado detractores entre la comunidad médica y científica, que no solo sostiene que el cuerpo es una máquina bastante capaz de desintoxicarse a sí misma (a través de los pulmones, riñones, hígado, tracto gastrointestinal y sistema inmunológico), sino que en muchos casos el término detox es más mito que realidad. En un informe so- bre el tema, recientemente publicado por el diario El País de España, se citan los resultados de un estudio llevado a cabo en el 2009 por un grupo de científicos adscritos a la red Voice of Young Science, que tras analizar algunos de los productos detox más populares del mercado, encontraron que ninguno era capaz de demostrar su potencia purificadora ni de hacer lo que prometía. María Bernarda Vergara, médica experta en nutrición clínica, sostiene que eventualmente las detox pueden recomendarse a algunas personas que han sometido su organismo a temporadas de excesos, como ocurre con la Navidad. “Sin embargo –advierte– estos regímenes, incluidos los que se hacen con jugos, deben seguirse con Hay dietas que pueden aumentar el peso. Cuando estas dietas se siguen con frecuencia, se expone al cuerpo a un desequilibrio de los electrolitos y a otros riesgos. precaución, por corto tiempo y siempre bajo la debida asesoría de un profesional, para evitar descompensaciones”. “Todo el mundo cree que la dieta del jugo es ideal para perder peso. Seguramente es posible lograrlo al principio, debido a la baja ingesta calórica, pero tan pronto termina la dieta, el cuerpo estará tan descompensado que la persona tendrá que comer más y, por supuesto, recuperará los kilos perdidos”, dice. Insiste además en que, cuando estas dietas se siguen con frecuencia, se expone al cuerpo a un desequilibrio de los electrolitos, a una descalcificación de los huesos, a la pérdida de masa muscular e incluso puede afectarse el funcionamiento de órganos como el corazón. La nutricionista dietista Lucía Correa está de acuerdo con el riesgo que conlleva una dieta mal dirigida, e insiste en que, para su correcto funcionamiento, el cuerpo necesita una provisión permanente de todos los grupos de alimentos. “Todos necesitamos proteínas, vitaminas, minerales, carbohidratos, grasa y fibra. Si solo tomamos jugos, así sea por periodos cortos, el organismo se queda sin otros nutrientes necesarios para cumplir su función fisiológica”, señala la especialista, quien agrega que todo plan de alimentación debe ajustarse a la edad, el peso, la talla, la actividad y el estado de salud de la persona. Basada en estudios sobre este tema, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard advierte que el ayuno en dietas de desintoxicación puede afectar el funcionamiento del metabolismo y conllevar un aumento de peso. En eso coincide el nutricionista español Aitor Sánchez, quien si bien asegura no estar en contra de los jugos maravilla, considera que no pueden atribuírseles efectos terapéuticos que no tienen. “No tiene sentido –le dijo al diario El País– compensar con otros excesos; la mayoría de estas dietas son deficitarias y si se acompañan de una práctica deportiva intensa, pueden ser peligrosas”. Es mejor comer sano Así ayudamos al cuerpo a mantenerse libre de toxinas: -Vuelva a la comida natural. Entre menos procesados los alimentos, mejor. - Haga ejercicio. La actividad física mantiene activo el metabolismo y le ayuda al cuerpo a eliminar lo que no le sirve. -Consuma agua, no necesariamente dos litros. Cada cuerpo pide la cantidad que necesita. Ayuda a que el riñón funcione mejor. - Restrinja o elimine de la dieta elementos que alteran el metabolismo, como los colorantes artificiales, la sal (consuma máximo 2 gramos al día, incluida la que usa durante la preparación de la comida), las grasas trans y saturadas (de origen animal), el azúcar refinado, los nitritos (que los contienen carnes procesadas y embutidos) y la comida chatarra. La mejor manera de eliminarlos es no consumirlos. - Incluya en su dieta diaria cinco porciones de frutas y verduras. Con limones y sirope de savia Uno de los regímenes detox más conocidos es la dieta de la limonada, también conocida como la dieta del sirope de savia, y fue creada en 1976 por el nutricionista Stanley Burroughs. Consiste en tomarse 12 vasos diarios (por entre 7 a 14 días) de una mezcla de agua purificada y proporciones exactas de jugo de limón orgánico, cayena y sirope de arce. No permite el consumo de ningún alimento sólido, y en la noche hay que beber té laxante. Sus promotores, que recomiendan seguirla bajo supervisión médica, aseguran que contiene oligoelementos y otros nutrientes, y ayuda a eliminar depósitos de agua y grasa. Otros regímenes recomiendan, por ejemplo, someterse por un día o dos a una dieta a base de jugos de una sola fruta, que puede ser la de temporada (papaya, fresa, manzana, piña, fresa). Quienes la proponen aseguran que ayuda a eliminar líquidos y a desintoxicar. Mucho porno mata el deseo Sexo con Esther Esther Balac Para EL TIEMPO Contrario a lo que la gente cree, el consumo desmedido de pornografía actúa en los señores como un bumerán que los golpea directamente por debajo del ombligo. Varios estudios hechos en hombres jóvenes, que tienen dificultades con su mejor amigo a la hora de responder en el catre, demostraron que hay una relación directa entre la pérdida del apetito sexual y el número de horas que dedican a ver escenas explícitas de sexo. Lo curioso es que, según los magos del estudio, la mayoría justificó la práctica en la imperiosa necesidad de lograr mayor excitación. Pues no hay tal: progresivamente estos caballeros perdieron la capacidad de encontrar atractivo el sexo con otra persona, de manera directa. Imagínenlo: una mujer desnuda frente a ellos no les mueve ni un pelo. Lo que sí se les eleva es la activación de las mismas zonas cerebrales que regulan las adicciones cuando se enfrentan a imágenes eróticas. Mejor dicho: se vuelven adictos a la pornografía. Eso, por supuesto, tiene implicaciones muy serias. El pornoadicto tiende a aislarse de las otras personas, a evadirse de los espacios sociales y familiares y a aborrecer a su pareja. ¡Qué horror! Ahora, no me malinterpreten: estamos hablando de los casos extremos de señores que ni comen ni duermen por dedicarse a semejante pasatiempo. De vez en cuando, y como para romper la rutina, no cae mal compartir una que otra estimulante escenita. Es más: cuando el aburrimiento se cuela bajo las sábanas de las parejas establecidas, muchos terapeutas recomiendan sazonar, de vez en cuando, los acercamientos con uno que otro videito. ¡Y no se escandalicen! La invasiva pornografía es una realidad y si toca enfrentarse a ella, hay que hacerlo en su justa dimensión. Hasta luego. El pornoadicto tiende a aislarse de las otras personas.