Alvaro del Portillo 28/10/04 15:26 Página 1 Boletín de la Oficina para las Causas de los santos. Prelatura del Opus Dei. España Nº 28 • Año XXVII • Octubre 2004 Á lvaro del Hoja Informativa nº 1 P ortillo Viaje a Tierra Santa: recuerdos del médico de Mons. Álvaro del Portillo Primera sesión de los tribunales Gracias obtenidas por intercesión de don Álvaro Alvaro del Portillo 28/10/04 15:26 Página 2 3 4 6 9 EDITORIAL LA CAUSA EL VIAJE NOTICIAS Monseñor Álvaro del Portillo nació en Madrid (España) el 11 de marzo de 1914. Era Ingeniero de Caminos y Doctor en Filosofía y en Derecho Canónico. Se incorporó al Opus Dei en 1935. El 25 de junio de 1944 fue ordenado sacerdote, y dos años después fijó su residencia en Roma, donde colaboró directamente con san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Su servicio a la Iglesia se manifestó, también, en la dedicación a los encargos que le confió la Santa Sede y, especialmente, en su activa participación en los trabajos del Concilio Vaticano II. En 1975, tras el fallecimiento de san Josemaría, fue elegido para sucederle en el gobierno del Opus Dei. El 6 de enero de 1991 el Santo Padre Juan Pablo II le confirió la ordenación episcopal. El gobierno pastoral del Siervo de Dios se caracterizó por la fidelidad al espíritu del Fundador y por el afán de extender por todo el mundo los apostolados de la Prelatura y la llamada a la santidad en la vida ordinaria. La madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, el Señor llamó a Sí a este siervo suyo bueno y fiel. El mismo día, el Santo Padre Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la Cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz, en Roma. Alvaro del Portillo editorial E 28/10/04 15:27 Página 3 DITORIAL El primer número de la Hoja informativa del Siervo de Dios Álvaro del Portillo se publica diez años después de su fallecimiento, en coincidencia con la sesión de apertura de los Tribunales que realizan la fase diocesana de la investigación sobre su vida y virtudes. En este tiempo, su fama de santidad se ha extendido por el mundo entero. A la intercesión de don Álvaro, hombre bueno y fiel, sacerdote y obispo ejemplar en el servicio a la Iglesia y a las almas, se encomiendan hoy miles de personas para obtener el favor de Dios. Estas páginas pretenden testimoniar, en la medida de lo posible, la difusión de la devoción privada a don Álvaro y la acción de la misericordia divina en bien de los hombres. Estamos seguros de que, en la vida y en el ejemplo de don Álvaro, los lectores de esta Hoja Informativa encontrarán ayuda para su vida cristiana e incluso, como ha dicho el Prelado del Opus Dei en la sesión de apertura del Tribunal de la causa, el 20 de marzo, “descubrirán, a través de don Álvaro, el rostro paterno de Dios que nos sonríe”. 3 28/10/04 15:27 Página 4 la causa Alvaro del Portillo C AUSA DE CANONIZACIÓN: PRIMERA SESIÓN DE LOS TRIBUNALES Los actos de apertura de los tribunales, discurso del Cardenal Ruini, palabras del Prelado del Opus Dei nense, y fue presidida por el Cardenal Camilo Ruini, Vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma. En su discurso, el Cardenal Ruini trazó un perfil biográfico de Mons. del Portillo, “don Álvaro”, como le llaman las personas que en todo el mundo recurren a su intercesión. “La profunda experiencia pastoral madurada junto a San Josemaría, sus probadas cualidades humanas y su competencia teológica y jurídica La Congregación para las Causas de los Santos aprobó que en la investigación diocesana de la Causa sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad de Mons. Álvaro del Portillo, intervinieran dos tribunales con igual grado de competencia: uno del Vicariato de Roma y otro de la Prelatura del Opus Dei. La sesión de apertura del tribunal del Vicariato de Roma tuvo lugar el pasado 5 de marzo en la Sala de la Conciliación del Palacio Latera- 4 Alvaro del Portillo 28/10/04 15:27 Página 5 lo hacían apto para múltiples tareas”, dijo. Subrayó asimismo “la prolongada y multiforme actividad que desarrolló al servicio de la Sede Apostólica”, como consultor de varias congregaciones, como secretario de la comisión del Concilio Vaticano II que elaboró el decreto “Presbyterorum Ordinis”, como consultor de otras comisiones conciliares y como padre sinodal. “Las ocasiones que tuve, bastante frecuentes, de encontrar a Mons. Álvaro del Portillo, imprimieron en mi alma la persuasión de que me encontraba ante un pastor ejemplar”, dijo también el Cardenal Ruini. Y añadió: “en la firmeza de su adhesión a la doctrina de la Iglesia, en su unión al Papa, en su caridad pastoral, en su humildad, en su equilibrio, se manifestaba una extraordinaria riqueza interior”. Según el Cardenal, “el servicio que don Álvaro prestó siempre, con obras, a la Iglesia de Roma y la prontitud y operatividad con que apoyó las iniciativas pastorales del Santo Padre en favor de su diócesis formaban parte de ese amor a la Iglesia que había aprendido de San Josemaría”. Ante el Cardenal prestaron juramento los miembros del tribunal y el postulador de la causa. Unos días después, el 20 de marzo, tuvo lugar la sesión de apertura del tribunal de la Prelatura del Opus Dei en el Aula Höffner de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en Roma, en presencia de unas cuatrocientas personas. El Prelado del Opus Dei Mons. Javier Echevarría, afirmó que “poco después de su fallecimiento recibí numerosos testimonios escritos que confirmaban la difusión ya en vida de la fama de santidad de Mons. Álvaro del Portillo, y manifestaban el deseo de que se abriera su causa de canonización. Entre éstos, cerca de 200 cartas de obispos —35 de ellos cardenales— de 25 países”. • El Cardenal Camilo Ruini preside la sesión de apertura del tribunal del Vicariato de Roma • Vista del Aula Höffner en el acto del día 20 de marzo • Mons. Javier Echevarría en un momento de la sesión Mons. Echevarría recordó que cuando se comenzó a trabajar en la causa de canonización de San Josemaría, don Álvaro “no perdía ocasión para hacernos ver que tal decisión no se dirigía a buscar la gloria humana, sino el bien de la Iglesia, el bien de las almas”. El Prelado del Opus Dei manifestó su deseo de que también la causa de Mons. del Portillo sea ocasión para que mucha gente, a través de la figura de don Álvaro, “descubra el rostro paternal de Dios, que sonríe, que anima, que perdona”. ▲ 5 Alvaro del Portillo L 28/10/04 15:27 Página 6 OS ÚLTIMOS DÍAS EN TIERRA SANTA el viaje Recuerdos del médico que participó en el último viaje terreno del Siervo de Dios • Saliendo del Santuario de las Bienaventuranzas A primera hora de la tarde del 14 de marzo de 1994 salimos del aeropuerto de Ciampino, con destino a Tel Aviv, don Álvaro, don Javier Echevarría, don Joaquín Alonso y yo. Don Álvaro hacía aquel viaje a Tierra Santa por su gran amor a Jesucristo, es decir, por devoción, pero también por un motivo pastoral, pues desde hacía poco había algunos fieles del Opus Dei que vivían y trabajaban en Jerusalén y desarrollaban allí una incipiente labor apostólica. El viaje había sido costeado por un amigo como regalo a don Álvaro por su 80 cumpleaños. Nunca agradeceré bastante el privilegio de haber podido acompañar a don Álvaro durante aquellos días, que me permitieron vivir una experiencia familiar irrepetible en un clima sereno de cariño humano y buen humor. Con los ojos dirigidos a Cristo ...y a quien estaba cerca El embajador de Uruguay en Israel, Aníbal Díaz, había puesto su coche a disposición de don Álvaro. El día 15 nos dirigimos con ese coche de Tel Aviv a Nazaret pasando por el Monte Carmelo. En Haifa, una turista portorriqueña reconoció a don Álvaro y le pidió que permitiera a su marido fotografiarla con él. Don Álvaro accedió. Escenas parecidas se repetirían en los días siguientes. Ya en Nazaret, por la tarde, don Álvaro celebró la Santa 6 Alvaro del Portillo 28/10/04 15:27 Página 7 • Queridísimo amigo: desde estos santos lugares he rezado –hemos rezado– tanto por Usted, vir fidelis, y con la súplica de querer presentar al Santo Padre nuestro deseo de ser fideles usque ad mortem, en el servicio a la Santa Iglesia y al Santo Padre, le enviamos un cordial abrazo Traducción del texto italiano de una postal de don Álvaro a Mons. Stanislaw Dziwisz escrita en Tierra Santa el 17-III-1994 acomodamos en una roca, detrás de don Álvaro. Tuve la neta sensación de que aquel momento era importante, y procurando no distraerles hice algunas tomas de vídeo. Junto a la orilla se veía también a una religiosa y, en otro lugar, a un religioso. Cuando ya nos íbamos, llegaron cuatro chicos jóvenes de diferentes razas y se pusieron a rezar juntos en voz baja. En el camino de vuelta arrancamos hojas de algunas plantas como recuerdo. Al día siguiente, 17 de marzo, viajamos de Nazaret a Jerusalén pasando por el Monte Tabor, donde don Álvaro celebró la Misa. En Jerusalén, después de rezar en el Santo Sepulcro y en el Calvario, don Álvaro acudió a los dos Centros del Opus Dei que había en la ciudad. Durante los días siguientes volvió varias veces a los dos Centros, y en cada uno celebró un día la Santa Misa en la basílica de la Anunciación. En la homilía habló del Misterio de la Encarnación y también del dolor como regalo de Dios: sin duda pensaba en Aníbal, que en aquel momento padecía una grave enfermedad y que asistía a la Misa con su esposa. El día 16 por la mañana estuvimos en la iglesia del Primado de Pedro; más tarde en el monte de las Bienaventuranzas, donde Don Álvaro celebró la Misa; después en Cafarnaún... Por la tarde hicimos media hora de oración a la orilla del mar de Tiberiades. Don Álvaro, don Javier y don Joaquín se sentaron sobre un tronco caído. Don Joaquín leyó algunos pasajes del Evangelio sobre la presencia de Jesucristo en aquel lugar. Don Alberto Steinworth —uno de los sacerdotes del Opus Dei que vivían en Jerusalén— y yo nos • Un servidor bueno y fiel En estos días, el recuerdo de la Tierra Santa está en vosotros unido también a la persona de Mons. Álvaro del Portillo (...) Dios le ha concedido cumplir una peregrinación a los lugares donde Jesús transcurrió su vida terrena. Han sido días de intensa oración que lo han unido estrechamente a Cristo y lo han preparado para el definitivo encuentro con la Santísima Trinidad. Con el recuerdo de este “siervo bueno y fiel” pueda cada uno de vosotros intensificar su empeño al servicio del Evangelio. Juan Pablo II a los participantes del Congreso UNIV, 29/03/1994, Roma 7 Alvaro del Portillo 28/10/04 15:27 Página 8 don Alberto y Father Lawrence Richardson, otro sacerdote del Opus Dei que vivía en Jerusalén: iba a ser la última Misa de aquella peregrinación a los Santos Lugares, pero fue también —¡quién habría podido imaginarlo!— la última de don Álvaro en esta tierra. La homilía la pronunció don Javier. Don Álvaro nos dio la Comunión. Pocas horas después estábamos ya en el avión, de vuelta a Roma. Durante el vuelo enfoqué con la cámara de vídeo a don Álvaro y empecé a filmarle. Don Álvaro estuvo mirando sonriente al objetivo y, en cierto momento, hizo un gesto afectuoso de saludo —o de despedida— con la mano. Hacia las ocho de la noche, el más joven de la tripulación nos ofreció algo de beber. Don Álvaro y don Javier se interesaron por su familia, por su trabajo, por sus aficiones..., y le explicaron algunos aspectos del espíritu de la Obra. En el aeropuerto de Ciampino esperaban varias familias con ramos de flores. Don Álvaro estuvo muy cariñoso con todos. • La oración del Papa Juan Pablo II ante los restos de don Álvaro Misa: en uno el 20 y en el otro el 21. El 18 celebró en un altar de la Basílica del Santo Sepulcro, y el 19 en la Basílica de la Natividad, en Belén. El día 19, sábado, era mi santo, y don Álvaro me felicitó en cuanto me vio, al bajar a desayunar. Aquel día hubo por la tarde un encuentro en el hotel Paradise, en Belén, con más de cien personas entre las que había cristianos, hebreos, musulmanes... Fue una reunión muy cordial: don Álvaro respondió con enorme cariño y delicadeza a las preguntas que le hicieron. Insistió en la necesidad de que árabes y judíos convivieran pacíficamente. Más tarde, en Jerusalén, visitó al Patriarca latino. Dos días después acudiría también a la Delegación apostólica. Durante la noche Me acosté poco después de llegar a casa, y hacia las 3 de la mañana me llamó don Javier: don Álvaro no se encontraba bien. Cuando llegué a la habitación, don Álvaro presentaba dificultad para respirar. Enseguida perdió la conciencia. Le apliqué oxígeno. No tenía apenas pulso. Al tratamiento farmacológico siguieron maniobras de reanimación cardiopulmonar, sin respuesta. Tuve que decirle a don Javier que don Álvaro se moría. Don Javier le dio varias veces la absolución y le administró la unción de enfermos. Hacia las 4 de la mañana, y a la pregunta de don Javier de si don Álvaro había muerto no tuve más remedio que responder afirmativamente. Besé el rostro amable y sin vida de don Álvaro, con la seguridad de que desde el cielo me sonreía. ▲ En el Cenáculo El domingo 20 estuvimos por la mañana en Betania y por la tarde en Ain-Karin. A las 11 del día 22 de marzo don Álvaro concelebró en la iglesia del Cenáculo con don Javier, don Joaquín, www Para más información sobre D. Álvaro: www.opusdei.org Dr. José María Araquistain 8 Alvaro del Portillo Página 9 RACIAS OBTENIDAS POR INTERCESIÓN DE D. ÁLVARO noticias G 28/10/04 15:27 Dos o tres minutos después, Yannick, el más pequeño de la expedición, tras haberse zambullido en el agua, salió con las llaves en la mano y una sonrisa en la boca diciendo: "Le he rezado a D. Álvaro". Ajanon, Abidján (Costa de Marfil) Para poder pagar los plazos …y mucho más La familia M. de Catania ha logrado mantener, hasta el final de la carrera, a tres hijos en la Universidad de Roma. Para su precaria economía resultaba una empresa imposible, pero se ha encomendado al patrocinio de don Álvaro, rezando la oración de la estampa, y cada vez que se presentaban dificultades, con la clara intervención del cielo, se han podido superar, de modo que se ha pagado todo en los plazos previstos. La gracia que yo, la mamá, había pedido era precisamente la ayuda para poder hacer frente a todos los pagos. Nuestra familia ha obtenido muchos otros favores por la intercesión de don Álvaro, como la unión y la concordia entre todos nosotros, seis personas siempre en lucha con miles de tentaciones, y por todo esto doy gracias al Buen Dios que nos ha dado tal intercesor. He rezado a don Álvaro Estábamos en un campo de trabajo en el lago de Kossou. Era domingo y habíamos decidido ir en un mini-bus a bañarnos al lago. En total éramos unos quince, la mitad de los participantes. Después de media hora salí del agua y me di cuenta de que había perdido las llaves del coche. Eran las cinco de la tarde, el alojamiento estaba lejos, y para tener copia de la llave era necesario ir a Abidján, a más de 250 kilómetros. Buscamos en el agua durante 45 minutos y no encontramos nada. Entonces pedí ayuda a D. Álvaro, y aunque no me gusta "molestarlo" para cosas materiales, la situación empezaba a ponerse insoportable. Me lancé y le dije, después de rezar la oración para la devoción privada: ¡Sácame de este apuro! P.M, San Giovanni La Punta (Italia) De Okinawa a Nagasaki y vuelta Soy de origen japonés y desde sempre deseaba ir a Japón. Por unas circunstancias inesperadas me dieron una bolsa de estudio por un año en un lugar donde no había ningún centro 9 noticias libros en varios idiomas Alvaro del Portillo 28/10/04 15:28 Página 10 VOCATION ET MISSION DU PRÊTRE RENDERE AMABILE LA VERITÁ UNA VIDA PARA DIOS ÜBER DEN GRÜNDER DES OPUS DEI FAITHFUL AND LAITY IN THE CHURCH Escritos sobre el sacerdocio de Álvaro del Portillo Editorial Le Laurier Ateneo Romano della Santa Croce Libreria editrice vaticana de Álvaro del Portillo Editorial Rialp Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei de Álvaro del Portillo Adamas Verlag Fieles y laicos en la Iglesia de Álvaro del Portillo Ecclesia Press entrevistas en varias empresas. Le referí mi situación a una tía. Ella me entregó varias estampillas de D. Álvaro del Portillo, y me dijo: repártelas y rézale con fe. Así lo hice y cuál fue mi sorpresa que inmediatamente me sonó el celular y era una amiga para decirme que un amigo, que yo no conocía, necesitaba con urgencia un administrador de suma confianza. Nos comunicamos, tuve una entrevista, y a la semana estaba trabajando. En este momento estoy super contenta en mi trabajo y realmente quiero dar constancia del favor recibido. A quien puedo le cuento mi historia, sigo rezando la estampilla, y doy muchísimas gracias a Dios por haberme dado este favor tan deseado por mí: el poder trabajar honradamente. de la Obra. Durante mi permanencia en Okinawa, iba cada quince días a Nagasaki para los medios de formación; el único medio de transporte era el avión, lo que me suponía grandes sacrificios para obtener el dinero necesario. En los momentos peores, cuando debía partir y no tenía el dinero para el billete, recurría a Mons. Álvaro del Portillo (...). Me dirigía con insistencia a él y efectivamente llegaba cualquier pariente con el dinero o un documento bancario a mi nombre. M.K.I, Kyoto (Japón) El trabajo Aún teniendo dos títulos, uno de Economista y otro de Licenciada en Administración, no conseguía trabajo a pesar de haber solicitado empleo, entregado currículos y asistido a L.G.P, Maracaibo (Venezuela) 10 Alvaro del Portillo 28/10/04 15:28 Página 11 iniciativas Auspiciadas por el empuje de don Álvaro del Portillo, se han promovido en todo el mundo gran número de iniciativas educativas y de promoción humana y cristiana. Estas labores junto a la finalidad social procuran acercar las almas a Dios a través del espíritu del Opus Dei. En la foto, con un grupo de hijos suyos en Ugwuoma Study Centre, centro universitario en Enugu (Nigeria), durante un viaje de catequesis a África en 1989. Tres años de migrañas me aligeraba el dolor pero que me hacía sentirme muy mal. Sin saber ya qué hacer, empecé en noviembre una novena a Dios, con la estampa de D. Álvaro. Durante las dos primeras semanas no obtuve mi curación pero sí la "curación espiritual" de dos amigas, algo que me consolaba y me daba fuerzas. Al día siguiente de terminar la tercera novena, 12 de diciembre, Nuestra Señora de Guadalupe, fue el último ataque de dolor. Agradezco esta curación milagrosa y repentina, después de tres años, a la intercesión de D. Álvaro del Portillo. Ahora que ya no tengo migraña, mi vida es como antes: otra vez puedo trabajar, viajar, leer, escuchar música, etc. En noviembre de 1998 empecé a tener ataques de migraña, algo que nunca había padecido antes. El primer año solía ser unas cuatro o cinco veces por mes. Después empeoró y aumentó a unas diez veces por mes. Me declararon incapaz y me dieron de baja para una parte de mi trabajo. En septiembre de 2001 los dolores empezaron a ser incluso más frecuentes; en noviembre tenía cada dos días migraña y se empezaron los trámites para declararme totalmente incapaz de trabajar. Entretanto, desde ese mes, ya no trabajaba. De acuerdo con el médico de empresa se decidió que dejara de trabajar porque incluso las dos horas que trabajaba me suponían mucho esfuerzo. Cada vez que sufría esos ataques de migraña tomaba una medicina que M.S, Utrecht (Holanda) 11 Alvaro del Portillo 28/10/04 15:28 Página 12 Esta Hoja Informativa se distribuye gratuitamente. Quienes deseen ayudar, con sus limosnas, a los gastos de edición de esta publicación, pueden mandar esos donativos a: Prelatura del Opus Dei, Oficina para las Causas de los Santos, por giro postal o por transferencia a la c/c. número 0182-4017-57-18820005 del BBVA, Agencia Urbana de la calle de Diego de León, 16, 28006 Madrid. ORACIÓN Dios Padre misericordioso, que concediste a tu siervo Álvaro, Obispo, la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de San Josemaría, Fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo; dígnate glorificar a tu siervo Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido ... (pídase). Así sea. Imprimatur: Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei Padrenuestro, Avemaría, Gloria. De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la Autoridad eclesiástica, y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público. Idea gráfica: MCM S.r.l. - Firenze Maquetación: Gessica Cambi Dep. Leg.: B. 6.592-1988 Imprenta: Litoplex Industria Gráfica sa