Platón Sus obras están agrupadas en cuatro fases: - Diálogos socráticos de juventud: reproducen la enseñanza de Sócrates. El tema es la virtud. - Diálogos de transición: Platón comienza a elaborar sus doctrinas, los primeros esbozos de la Teoría de las Ideas. - Diálogos de madurez: elaborados en la Academia. La Teoría de las Ideas sirve como trasfondo al resto de temas. - Últimos diálogos: fundamentalmente críticos. De estilo seco y difícil. Abundan los problemas lógicos. Así, podemos decir que su evolución se refleja en tres etapas: - Socrática: profundiza en el pensamiento de Sócrates y empieza a elaborar sus teorías. - Creativa: elabora el núcleo fundamental de su pensamiento. - Revisión y crítica: desarrolla una concepción de la historia y una cosmología. Su proyecto filosófico está basado en dos aspectos fundamentales: la elaboración de un proyecto de ciudad ideal y el desarrollo de un programa de educación para los ciudadanos. Educación de los ciudadanos: Tiene un carácter liberador, debe curar del error y dirigir hacia la luz (ironía y mayéutica). Por eso, no pretende influir en el saber, sino orientar. Platón propone un estudio en cuatro cursos: - Primero, las imágenes del mundo: literatura, historia, bellas artes… - Segundo, el estudio de las cosas naturales: la física. - Tercero: el estudio de los astros: astronomía, matemáticas… - Cuarto: el cielo diurno y el Sol, que representan el mundo de las ideas. Existe una clara división entre los dos primeros grados y los dos últimos. La mayoría de los ciudadanos sólo alcanzan los dos primeros. Quien pasa al tercero, no contempla cosas, sino entidades matemáticas, lo que le prepara para descubrir el mundo de las ideas. Cuando conoce la idea del bien, se libera de las falsas ideas y se convierte en filósofo. Existen dos formas de conocimiento: - Opinión: conocimiento sensible de las cosas del mundo. - Ciencia: acerca del mundo de las ideas, del ser eterno e inmutable. El proceso de educación del filósofo, no es tan sólo en provecho propio, sino en beneficio del resto de ciudadanos. La tarea del filósofo es explicar donde está el verdadero bien y la justicia. Platón presenta un trágico destino para el filósofo, como un personaje inadaptado cuyo discurso resulta increíble, y que si insiste demasiado será llevado a la muerte como Sócrates. Por tanto, todos deben ser educados para aceptar las enseñanzas y el gobierno de los filósofos y liberarse de las cadenas de la oscuridad. Teoría de las Ideas: Para Platón, las ideas poseen una realidad independiente respecto a nuestro pensamiento y sólo pueden ser percibidas con la inteligencia La Teoría de las Ideas tiene carácter normativo e incluso utópico. Las ideas no representan lo que las cosas son, sino lo que deben ser. A esta teoría se le denomina idealismo, lo ideal es lo real. Aunque también se le ha llamado realismo, ya que confiere realidad al mundo de las ideas. Las ideas se caracterizan por: - Son esenciales, aquello por lo que una cosa es. - No existen en las cosas de las que son esencia. Poseen existencia real e independiente. - Duplicación del mundo: mundo visible y mundo inteligible. - La relación entre ideas y cosas es de imitación desde el punto de vista de las cosas, mientras que desde el punto de vista de las ideas se le llama presencia. - Las ideas son objeto del concepto, pero no son conceptos. - Durante la última etapa de Platón, se dirá que también existen ideas de cosas, no solo de valores. El ser humano: Platón establece una división tripartita, pero no deja claro si son tres funciones de una misma alma o tres almas diferentes: - Alma racional: situada en el cerebro. Inmortal, inteligente y de naturaleza divina. - Alma agresiva: ubicada en el tórax. Inseparable del cuerpo, mortal y fuente de las pasiones nobles. - Alma apetitiva: en el abdomen. Mortal y fuente de las pasiones innobles. El alma implica una concepción dualista. La inmortalidad del alma es una de sus doctrinas fundamentales, aunque sólo emplea argumentos probables. En cuanto al cuerpo humano, Platón mantiene una concepción bastante peyorativa. El cuerpo es un estorbo para el alma, a la que arrastra con sus pasiones y le impide la contemplación de las ideas. Por eso, lo mejor que puede hacer el filósofo es morirse, y la filosofía, por tanto, es una preparación para la muerte. El conocimiento y el amor: Platón basa la posibilidad del conocimiento de las ideas en tres aspectos esenciales: - Las cosas imitan a las ideas. - El alma es una realidad intermedia entre cosas e ideas. - Las ideas están jerarquizadas. Reminiscencia: el alma tuvo que conocer las ideas en una existencia anterior gracias a su afinidad con éstas, ya que lo semejante conoce lo semejante. Por lo tanto, y dado que las cosas imitan a las ideas, el conocimiento sensible sirve como recuerdo, que a su vez sirve para reducir a la unidad de la idea la multiplicidad de las sensaciones. Dialéctica: en origen es el método socrático de preguntas y respuestas, pero en su obra La República se transforma en el procedimiento por el que el filósofo accede al mundo inteligible y conoce cómo las ideas se encuentran relacionadas entre sí. Se emplea un método ascendente, partiendo de una idea y ascendiendo a otra superior. Cuando se conoce la idea suprema, se emprende el camino inverso, encadenando el resto. Las matemáticas son consideradas la mejor preparación para la dialéctica. Amor: es un proceso ascendente, una especie de dialéctica emocional. Se asciende desde las cosas hasta la idea suprema. Por lo tanto, el amor platónico es una ascensión hacia la belleza, por lo que Platón dirá que el amor es filósofo y que es justo que solo eche alas la mente del filósofo. La ciudad ideal (política): - - - - La ciudad estado nace como consecuencia de que los individuos aislados no pueden satisfacer sus necesidades vitales. Al reunirse se produce la división del trabajo. Platón distribuye a los ciudadanos en tres estamentos: gobernantes, guardianes-guerreros y artesanos. La ciudad ideal tiene un carácter ético, ha de ser justa y los ciudadanos han de ser virtuosos. Platón define la justicia como armonía (acuerdo entre las tres partes del alma). La aristocracia gobernante no será de sangre, sino de virtud, por lo que el saber otorga el poder, que debe ser ejercido con justicia y en beneficio de la ciudad. Las condiciones de posibilidad de la ciudad ideal son: La educación es lo más importante. El estado platónico es educador, aunque Platón no establece educación para el estamento inferior. Eugenesia: agrupación de los mejor con los mejores. Abolición de la familia y de la propiedad privada en los dos estamentos superiores para garantizar la igualdad y la concordia. Igualdad de la mujer, ya que no existen funciones propias de mujeres o de varones. Teoría de la evolución de las formas políticas: a la aristocracia le sucede la timocracia, dominio del ansia de honores y ambición de los guerreros. A la timocracia le sucede la oligarquía, gobierno de los ricos, y más tarde la democracia, igualdad de todos y máxima libertad. Pero como la oligarquía había descuidado la educación, la democracia conduce la tiranía, mayor esclavitud. En su obra Las Leyes, motivada por un Platón viejo y desilusionado, el intento de sustraer el Estado a los riesgos de la decadencia histórica llega a extremos inimaginables: presenta una ciudad encerrada en sí misma y autosuficiente, sin comercio ni viajes al exterior, dominada por una aristocracia agraria y regida por un consejo nocturno donde no intervienen los filósofos. Todo está legislado para impedir que se introduzca variación alguna.