Departamento de Historia Universidad de Santiago de Chile Revista de Historia Social Y de las Mentalidades Nº3, Vol. nn, 2004: pp Issn:0717-5248 Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. CLAUSIA JERIA VALENZUELA 1 "Y sin la sana intemperie de lo popular la vida se carga de vejez y de muerte... Literatura o música son reinos para ardientes, trópico donde los viejos se ahogan de asfixia." Gabriela Mistral2 El presente escrito, pretende abordar el espacio generado dentro de las pulperías como uno de índole popular, femenino, de socialización, subsistencia y resistencia, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, dentro del contexto colonial chileno, acotado esencialmente a la zona urbana. En tal dirección, el problema planteado consiste en La mujer popular chilena, como forjadora de un espacio de resistencia, representado en la pulpería, en cuanto centro de socialización popular y de subsistencia. Directriz que se trabajará, en consecuencia, sobre la base de las variables: mujer popular; la pulpería como espacio de socialización popular y como espacio económico de subsistencia, y la elite, como actor que afecta directamente las variables señaladas. Pretendiendo llegar, finalmente al reconocimiento de la pulpería como construcción de un espacio de resistencia. Lo que se postula al respecto, no es una diferenciación femenina en su particularidad de los sectores populares del siglo XVIII. Se pretende reconocer los sectores populares a través del examen de las formas de socialización y resistencia expresados en la pulpería y la mujer popular. El contexto generado aproximadamente hacia fines del XVIII, se sustenta fundamentalmente en "…el impacto de una revolución, silenciosa y solapada, encabezada por la elite, dispuesta a erradicar con toda fuerza de su poder cualquier alternativa de poder popular…las pulperías eran, en apariencia, meros almacenes de abasto; pero la elite observó con temor como confluía allí la fuerza del populacho…el proceso contra ellas era solamente una de las nuevas formas que adquiría la lucha social, justo en los momentos en que el dinero deshacía los antiguos lazos de dependencia y sujeción y el crecimiento del populacho urbano 1 Estudiante de Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales, ganadora del primer lugar de Concurso de Monografías (2005) organizado por el Centro de Estudiantes y el Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Chile. 2 Ver en Maximiliano Salinas Campos, "¡Toquen flautas y tambores!: Una historia social de la música desde las culturas populares en Chile, siglos XVI-XX". En Revista Musical Chilena, Enero de 2000, vol. 54, n° 193. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. obligaba a crear nuevos sistemas de control. Pulperas y pulperías hubo siempre, y también eran consuetudinarios los vicios que se asociaban con el consumo del alcohol. Lo que había cambiado era la percepción que la elite comenzaba a obtener del populacho…". 3 A continuación, se presentan los temas que hacen de la pulpería un espacio de construcción popular, con relación a su caracterización más amplia; posteriormente, en su diseño como espacio de subsistencia y socialización; finalmente a la elite como un actor contradictorio y la siguiente configuración de un espacio de resistencia. La pulpería: Un espacio de construcción popular. Dentro del ambiente comercialmente establecido, se instala la pulpería que es posible caracterizar como un lugar destinado "…a la venta de vino, aguardiente, mistela y licores fuertes. La población atiende a sus necesidades de bebestible en estos lugares y aprovecha para conversar, probar el líquido comprado y más adelante, al calor del consumo de tan deliciosos licores, propiciar la vida licenciosa, los juegos ilícitos, las apuestas y las peleas". 4 A este respecto, Cayetano Eyzaguirre, relata el ambiente presente en la pulpería de María Bergara: "…es que como a las nueve de la noche llego en su cavallo a esa pulpería: la alló llena de gente que estaba cantando y tomando, y algunas mugeres…entró dejando fuera el cavallo. Le ofrecieron asiento que tomó, que entraron de merendar empanadas que estavan haciendo fuera de la puerta; que el declarante pidió medio Real de punchi que lo tomó con tres de los circuntantes, que no conocía…" 5: la pulpería como un lugar donde se come, se toma, se canta, y por extensión, se baila. Se establecen amistades furtivas con compañeros de farra, no importan vínculos estrechos, lo que inunda es el convite, la creación de una comunidad que exprese un espíritu fiestero, de expansión, de liviandad, que se refugie en los placeres del alcohol y construya identidad, espacio: la apropiación de un espacio creado para fines de abastecimiento, desemboca en una expresión que podría arbitrariamente, denominarse báquica por parte de los sectores populares que ahí asisten. Un espacio concreto y a su vez abstracto, donde se generan interacciones simbólicas y corporales entre los pares excluidos del Estado autoritario, dentro de la dimensión imaginaria de la construcción colectiva: socialización, construcción que se acota con la apropiación del espacio físico propiamente tal; la pulpería como un espacio netamente popular, un espacio de convergencia de los sectores populares. Sumado a lo anterior, además la pulpería se aprecia como el hogar de aquel que la administra, como la casa. Es decir, al asistir a una pulpería no sólo se asiste a ella propiamente tal, sino a la casa del pulpero o pulpera: "…y como el dueño de casa viese que procuravan pelear los echó para afuera y luego oyó la bulla de pedradas y golpes entre unos y otros…" 6, lo que implica que no se asiste sólo a un lugar más a beber y socializar del modo que sea, sino que se asiste a un hogar, a un espacio en particular. "Las mujeres pobres y sin una pareja estable enfrentadas a una situación de desamparo, no dudaron en implementar 3 Leonardo León S., Reglamentando la vida cotidiana, mimeo, Santiago, pp. 137-138. Raquel Rebolledo R., "Pícaras y pulperas: las otras mujeres de la Colonia",disponible en la página de Internet, www.cyberhumanitatis.uchile.cl, índice n° 19, Invierno de 2001; textos, seminario teórico y testimonial: la memoria de las mujeres, un conocimiento excluido de la historia. 5 Archivo Nacional de Santiago (en adelante A.N.), de la Real Audiencia (en adelante R.A.), volumen n° 2652, Pieza n° 3, "Criminal contra Cayetano Eyzaguirre"; Diciembre de 1818 a 1819, fojas 54-61. Foja 58v. 6 A.N.R.A., vol. n° 2617, pieza n° 16, "Criminal contra Santos Gomez por haver erido con cuchillo a Ignacio Marques"; Santiago, 1791, fojas 297-310. Foja 299. 4 CLAUSIA JERIA VALENZUELA pulperías en sus hogares; a pesar del riesgo social y moral que significaba dedicarse al expendio de alcohol al menudeo". 7 El ambiente vivido en las pulperías, es posible demarcarlo a su vez por lo planteado en las declaraciones de la elite, mediante su despectivo lenguaje, a la hora de referirse a los inmorales excesos generados en tales antros: "…por quanto no solo esta informado de personas selosas y timoratas sino tambien le consta por haberlo reconocido en varias ocaciones y en cumplimiento de su cargo…que ay desde las oraciones en adelante, en las tavernas y pulperías de esta dicha villa de que concurren a ellas no solo los peones gañanes de todo el vecindario, sino tambien los que vajan de las minas inmediatas y lo que mas es de las muchas mujeres que en cuadrillas se manda; congregan el escandalo y avandono de sus personas, familias y casas, de una pulpería en otra, de donde resultan grabisimos excesos, pecados y otros perjuicios a la causa publica…" 8; es decir, a las pulperías asisten ambos sexos, todo tipo de público popular y se pulula de un pulpería a otra, lo que implica un paseo constante, en grado etílico cada vez más alto por las calles. A su vez, se extrae de lo anterior, el que dentro de tal deambular, las pulperías no entran en conflicto con ganar el público de la otra, es decir, no hay una competencia abierta entre pulperías, sino más bien, una relación asociada, como se demostrará más adelante, marcada por un público itinerante, que gasta lo que gana en saciar sus placeres carnales. Por otro lado, se constituye como espacio disfuncional a la estructura dominante, no sólo por la inmoralidad expandida ante los ojos de la elite, sino por las ausencias del peonaje a sus faenas por encontrarse borracho y entretenido en el regazo de tal refugio, sometido a actividades ilícitas, gastando hasta lo que no tiene, y principalmente, perjudicando a su patrón en vista de que "…No siendo de menos reparo que la causa de dichas pulperías es la perdición de todos, pues los asendados dueños de obras, y otros que les es preciso balerse de peones, no concluien sus obras por falta de ellos, pues luego que se embriagan con el salario que ganaron en la semana se mantienen en las Pulperías siguiendo su borrachera hasta que ya no tienen más que gastar, hasta que se desnudan, y luego la falta que hacen a sus patrones por lo que atrasan sus trabajos y faenas por ser todos o los mas, sin verguenza ni onra y lo mesmo las pulperas…". 9 Un espacio moldeado al desate de las malas costumbres del populacho, de aquel sujeto inserto dentro de la perdición alcohólica de su condición incivilizada que "…Es cierto y no hay menor duda que es la ruina de toda la plebe y gentalla de este pays las bebidas y borracheras que con la abundancia de licores y fuerza de tabernas que ay en esta dicha ciudad, es que se ocasionan muchas muertes y aberias y los continuos pleitos…que es la causa de tantas aberias el que dichas tabernas sean administradas por mujeres porque despues de ser estas de lo mas ruin de la gentalla, se emborrachan juntos con los que dentran, de que resulta el que viven como barbaros, pues sin el menor [respeto] de las gentes ni menos temor de la justicia cometen grabes ofensas a Dios…" 10; es decir, el alcohol como factor disfuncional a la estructura y una moral decadente que incluso no duda en ofender a Dios. 7 Leyla Flores Morales, Las mujeres y las pulperías: una experiencia de subversión femenina en Santiago, Valparaíso y el Norte Chico. 1750-1830, tesis para el grado de Magister Artium con mención en Historia de Chile, Universidad de Santiago de Chile, 1997, p. 145. 8 A.N., Fondo Varios (en adelante F.V.), volumen n° 342, "Registro de Bandos de Buen Gobierno de esta villa desde el año de 1741 hasta 1773", Copiapó, Villa San Francisco de la Selva, foja 26. 9 A.N.C.G., vol. n° 690, "Expediente sobre inconvenientes de pulperías manejadas por mujeres", Santiago, 1763, fojas 270-276. 10 A.N.C.G., vol. n° 690, "Expediente sobre inconvenientes de pulperías manejadas por mujeres", Santiago, 1763, fojas 270-276. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. Las pulperías, desde esta perspectiva, son el antro de la barbarie pues, por otro lado, "Hemos de suponer que estas señoras, gozosas con sus permisos, quisieron imponer el sistema de acuerdo a la norma, pero es evidente que al paso de semanas y meses también van entendiendo que el mayor beneficio no está sólo en la venta de los licores sino también en el de permitir, dentro de estos recintos, los juegos de dados, las apuestas, los naipes y por que no el habilitar reducidos rincones para que parejas pudieran encontrarse, conversar y desplegarse a las fantasías del sexo; todo, a cambio de un pequeño porcentaje o monto para la pulpera que pone en riesgo su local y la autorización de expendios del mismo. Nos encontramos pues con la famosa pícara que usufructúa de su situación de mujer para obtener beneficio y lucro" 11: la pulpería como un espacio de subsistencia femenina y socialización popular. Subsistencia: ni dependientes ni pasivas. "Mi madre, niña de mil años, mi madre del mundo, huérfana de mi, abnegada, feroz, obtusa, providente, jilguera, hormiga, perra, jabalina, cartas de amor con faltas de lenguaje, mi madre: pan que yo cortaba con su propio cuchillo cada día" (Octavio Paz, Pasando en claro)12 En el acontecer colonial, de fines del siglo XVIII, se desarrolló el sistema de aquellas mujeres solas (ya sea por viudez, por ejemplo, o por corresponderle de compañero aquel sujeto que se ve obligado a vagar en búsqueda de algún trabajo, por precario que sea) que, cargadas de hijos, y por consiguiente debiendo ser sostén económico para enfrentar y sobrevivir al mundo, apostaron a la sobrevivencia, tanto de ellas como de sus huachos, se vieron compelidas al desborde laboral, ya sea delinquiendo, sometiéndose al servicio doméstico de la elite, o, emprendiendo actividades económicas independientes…siendo por ejemplo, pulperas. 13 "Las pulperas del bajo pueblo en Chile, junto con dedicarse al expendio de bebidas alcohólicas, entregaron servicios de cuidado y hospedaje a los hombres en tránsito; habitualmente en un contexto de clandestinidad…la forma de operar de estas mujeres fue implementar espontáneamente los servicios de pulpería en sus ranchos". 14Desde tal perspectiva, la pulpera se respalda dentro del mismo sistema machista que la coarta para salir a flote, nutrida y fuerte. Las primeras empresarias independientes que se refugian en su fragilidad para obtener ciertos beneficios. Esto se aprecia, por ejemplo, en la adjudicación de pulperías a mujeres viudas y pobres, en ventaja de no pago de derechos: es decir, no sólo obtienen la concesión de las pulperías sino además están exentas del pago de impuestos. Esto se ejemplifica, hacia los años 1769 y 1779, donde el Cabildo de Santiago, otorgó distribución de Pulperías a aproximadamente 50 mujeres viudas, pobres y beneméritas. 15 A su vez, para lo 11 Raquel Rebolledo…op. cit. Ver en Sonia Montecino, Madres y huachos. Alegorías del mestizaje chileno, ed. Sudamericana, p. 42. 13 Ibid. 14 Leyla Flores M….op. cit.., p. 147. 15 A.N. Cabildo de Santiago (en adelante C.S.), vol. n° 67, "Acuerdos de cavildo desde cinco de Diciembre de 1769 hasta seis de Julio de 1779 con 204 foxas escritas", fojas 7v -8, 71v, 129-129v, 141, 161, 195. 12 CLAUSIA JERIA VALENZUELA anteriormente señalado, es posible añadir el caso de Rita Arevalos, que afectada por el cercano fallecimiento de su madre a quien se le había concedido una pulpería para su subsistencia, apela a la caridad para que le sea una vez más entregado a su arbitrio la administración del local. Mediante una conmovedora carta, señala que "…Sabiendo que hay barias que estan esperando su fallecimiento para oponerse a ella a de deber a vuestra merced ponga su empeño a fin de conseguir con el dicho Presidente para que muerta mi madre la gocemos nosotras por quedar desamparadas, pues bien le consta a vuestra merced no tenemos estado ni mas socorro que el trabajo del dia…y asi espero del piadoso corason de vuestra merced practicara esta dilijencia con la mayor brebedad que pueda pues, de no ser asi se nos sige perjuicio nos la quiten. Vuestra merced se ha de pensionar en aser esta obra de carida con nosotras me parece es mui justa…solo Dios sabe en el estado tan infelis que estamos…" 16: se valen de su debilidad, de su fragilidad para conquistar la piedad de la autoridad, incluso emplean el mismo discurso moral de la elite, aquel que apela a Dios, al socorro, a la caridad, a la esencia misma del hombre católico; y a su vez, pide brevedad, apuro en el trámite. Una petición que bordea la amenaza, pues, si no la ayuda, Dios estará del lado de lo justo, Dios juzgará, pues está en conocimiento del estado tan infeliz en que se encuentran. Se utiliza el mismo discurso moral católico para arribar a la esencia de la elite y conseguir beneficios económicos de ello, lo que se logra. Siguiendo la respuesta a tan lastimosa carta, el señor Pedro de la Rosa, a quien se le escribió para que sirviera de intermediario con el Señor Presidente, respecto a la concesión, señala "…Suplico a vuestro señor se digne mandar al administrador general de esta Real Aduana escriva la de Reales Derechos de Valparaíso para que no ponga embarazo en que continuen estas pobres niñas con el permiso que vuestro señor tenia concedido a la difunta su madre en que ademas de ser una obra tan asepta a Dios, resplandese la piedad de vuestro señor de que espere este beneficio…" 17; el ruego tuvo respuesta. Don Pedro de la Rosa suplicó, apeló a su vez a la piedad del señor Presidente, lo entrecruzó entre la justicia divina y su esperada sensatez a la hora de actuar, puso en jaque sus principios de hombre de bien, y finalmente, el 6 de Octubre de 1785, se la otorgaron. No sólo se benefician de su condición de féminas frágiles a los ojos de Dios, sino también hacia la tentación del hombre en vista de sus dotes acogedores: "…dichas pulperas los consienten y no los echan por su propio interes de que probienen luego selos, ya estos los pleitos, muertes y demas averias, como tambien los urtos, porque estos ociosos como no tienen en que trabajar, y se les es preciso gastar y darles a sus conocidas, se aposentan en otras pulperias todo el dia y de noche salen a sus urtos y otras maldades" 18, lo que implica conciencia y tácticas respecto a cómo obtener beneficios de sus clientes. Las mujeres dentro de una estructura machista para su subsistencia, además, "…Por su fragilidad y sexo tan debil como por su propio interes de venta no solo probocan [para si], sino que acarrean a otras para que se vean con sus conosidos a fin de solicitar su benta de que tambien se origina", lo que implica que el negocio se amplía, se establecen tratos con otras mujeres, se favorecen prácticas heterogéneas dentro de un recinto iniciado para el abasto, pero extendido en vista de una mentalidad lucrativa que asiste a las necesidades de sus clientes populares. El negocio se vale de sus propias asociaciones de género y relaciones 16 A.N. Capitanía General (en adelante C.G.), vol. n° 194, "Petición de permanencia de la concesión, hacia las hijas de la viuda con pulpería de merced", Valparaíso, 1784-1785, fojas 331-335. Fojas 331-332. 17 A.N.C.G., vol. n° 194, "Petición de permanencia de la concesión, hacia las hijas de la viuda con pulpería de merced", Valparaíso, 1784-1785, fojas 331-335. Fojas 333-333v. 18 A.N.C.G., vol. n° 690, "Expediente sobre inconvenientes de pulperías manejadas por mujeres", Santiago, 1763, fojas 270-276. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. solidarias. "…Responde que la noche que se le pregunto estuvo en casa de su hermana ocupada en hacer grangerías y venta, para el día siguiente" 19; también Manuela Silva "…hermana que dijo ser de María Vergara…dijo: Que anoche a las diez estava con ella en su pulpería en la calle San Diego…" 20: ayuda femenina, relaciones de parentesco o de asociación netamente comercial, pero asociación a fin de cuentas. Una relación recíproca dentro de un contexto de solidaridad de género para la subsistencia. Así como se ha apuntado a la venta de alcohol para el lucro dentro de las pulperías, de aposentamiento, de canto y baile, también se practica la fabricación de alimentos: "…Responde que las noches que se le pregunta estubo en su casa y que desde la oracion para adelante se ocupo en vender y hacer grangerías y que las personas que estuvieron en su Bodegón fueron varias…" 21 , un espacio para tomar, comer, bailar, cantar, conversar, socializar. Además, no se atiene a parámetros rígidos de comercialización. Así como antes se señaló, se postula la no existencia de competitividad dentro de las pulperías en vista del deambular constante entre unas y otras respecto a los clientes, es posible apuntar a la ausencia de patrones rígidos dentro de la competitividad comercial respecto a que por ejemplo, en la pulpería de Rosario Cardenas, Cayetano Eyzaguirre relata que "…Un día de fiesta en la tarde, llegó a merendar…con varios amigos, llevando un pedaso de charqui asado en la mano…". 22 En tal sentido se plantea que la subsistencia generada por las pulperías no es sólo una subsistencia marcada por el puro lucro o subsistencia netamente económica, sino que es una donde confluyen la manifestación espontánea de las expresiones sociales, de las relaciones, de los vínculos, de la reciprocidad, de la solidaridad. No es un espacio frío, gobernado por una mentalidad costo-beneficio, sino que es un espacio que responde tanto a la subsistencia propiamente tal, como a la socialización. Espacio de lucro, de relaciones recíprocas y asociativas, espacio de producción y de múltiples iniciativas de ganancia: un espacio de empresarialidad femenina, un espacio, ni dependiente de patrón alguno, ni pasivo en cuanto a las relaciones en él emprendidas y a la construcción y apropiación popular en él generados. Socialización. Construyendo la apropiación de un espacio. "El atractivo que ejerció la pulpería en los sujetos del bajo pueblo es tributario de la percepción que en ellos generó el experimentar una instancia comunitaria en que se podían expresar con libertad en un ambiente habitualmente acogedor y festivo". 23 La pulpería como espacio de socialización popular; es decir, como la interacción recíproca y constructiva de un grupo, interacción simbólica de cultura, de cuerpos, de realidades, de experiencias. Un espacio destinado, como ya se ha señalado, no sólo a la subsistencia, sino a la socialización popular. 19 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 12v. 20 A.N.R.A., vol. n° 2652, Pieza n° 3, "Criminal contra Cayetano Eyzaguirre"; Diciembre de 1818 a 1819, fojas 54-61. Foja 57v. 21 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 11. 22 A.N.R.A., vol. n° 2617, pieza n° 16, "Criminal contra Santos Gomez por haver erido con cuchillo a Ignacio Marques"; Santiago, 1791, fojas 297-310. Foja 303. 23 Leyla Flores M….op. cit., p. 162. CLAUSIA JERIA VALENZUELA Las peleas eran un caso constante dentro del espacio de socialización de las pulperías. Una socialización popular que podría denominarse como violenta. Socialización violenta que tentativamente podría ser relacionada con el abundante consumo de alcohol dentro de un contexto esencialmente hostil al sector popular. Un cúmulo de experiencias vividas, desde tiempos pretéritos, desembocan en el desarraigo frente a un sistema extraño y represivo, que los ha obligado a migrar, a reestructurar sus roles, sus acciones, su historia. Un sistema impuesto que desemboca en la búsqueda de apropiación, de generación de espacios destinados a la canalización de una socialización popular reprimida. Sucesos que se sitúan como cotidianos se nutren de componentes violentos, donde las posibles víctimas bordean a todos los que se encuentren presentes, como por ejemplo el caso de un panadero que asiste a la pulpería de María Vergara, y tras el consumo rompe el vaso, accidente el cual no tiene dinero para costear, por lo que "…dijo le daria prenda…y al sacarse la camisa llego el que esta preso, y le dijo: te esta sacando la camisa pa pelear conmigo? Que no le contesto el panadero y como tuviese aquel en la mano el cuchillo...enderesó a darle a cuio tiempo Juana su prima se le echó encima de ciendole que ibas a hacer? Y los demas hombres lo agarraron pero dando tres bueltas, a la ultima de ellas se solto, clavando el cuchillo a la María en el lado del corazón, y cayo y el dijo las mugeres de chile de que ven sacar el cuchillo se caen: que luego murio…". 24 Violencia expandida dentro de un espacio de múltiples convergencias, no sólo de licores y comidas, sino también de interacciones comunitarias. "…En el Bodegon de Jossefa…lo agarro…y arrastrandolo para la puerta…le pego…y a la bulla salio de adentro la citada Jossefa Billanueba y agarrandolo a Gelbes en consorcio de un sapatero nombradose Simon lo entraron para dentro recogiendole los sapatos que se le habian caido…el declarante otro rato oyo que entre Gelbes y Rocco tubieron sus voces y la expresada Jossefa…apaciguaba a los comentores…" 25: la pulpera como mediadora de conflictos, de parte de uno o del otro, (una confusión en vista de sus enredos amorosos, de su vida expandida y su amor de hembra solidaria que acoge en su seno al macho itinerante y desarraigado). De la anterior cita, se desprenden tanto la pelea de dos mozos dentro del Bodegón de Josefa, como la intermediación de ella momentos previos de comenzada la disputa física. Luego, una vez desatada la tragedia, acude en búsqueda del caído. No obstante lo anterior, al ser Josefa interrogada por el juez, "…Responde se llama Jossefa Villanueba…que es su oficio Bodegonera…la prendio el juez de esta causa el dia de ayer…que presume que…por un moquete y una patada que disen le dio Josse Maria Rocco a Jose Santos Gelves en casa de la confesante pero que ella no vio nada…" 26: no obstante haber ocurrido la pelea en su casa y ella haber ayudado al herido, conocerlo con anterioridad, por tenerlo aposentado en su casa, desconoce toda posible consciencia del suceso, establece complicidad con sus clientes, con ambos, no importando quién haya herido a quién, ni con quién haya estado más vinculada. Apela a la inocencia de ambos, enredada dentro de sus declaraciones confusas y encubridoras. Defiende, a pesar de estar presa ella y sufrir el 24 A.N.R.A., vol. n° 2652, Pieza n° 3, "Criminal contra Cayetano Eyzaguirre"; Diciembre de 1818 a 1819, fojas 54-61. Foja 57v-58. 25 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 14. 26 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 10 v. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. embargo de sus bienes, a aquellos cercanos a su socialización, de aquel mundo ajeno que pretende enjuiciarla y castigarla. Además, no es sólo la complicidad de frases que establece, sino el entramado recíproco entre mujeres que se destapa, dentro del tejido de la socialización popular, al preguntársele "…Que motivo tubo para velerse de la Rosaria Villanueba alias la Charrusca para que esta sacase al enfermo de la casa de Ramona Castillo a la suya, prometiendo que en ella lo asistiria y pagaria la cura = Responde que movida de lastima le dijo a su comadre que si estubiera en su casa contribuiria con algun alimento, pero nunca se comprometio a pagar la cura…". 27 No es sólo una relación de asociación de género para la subsistencia, sino que también lo es para la socialización. Un entramado de relaciones comerciales-sociales-femeninas, de interdependencia, complicidad y complejidad. Se asisten en todos los ámbitos, por tal razón, anteriormente se ha apelado a denominarlas como relaciones solidarias de género, que puede extenderse a relaciones solidarias de socialización popular. Dentro de los márgenes de socialización, también desafían al orden impuesto, la justicia, tal es el caso de tres hermanas y su madre, evasoras de la orden de presentarse ante el alcalde por acusación de trato ilícito; a la hora de la captura, declara: "…Pasé por cuarta vez, en persona…todas buenas y sanas…ni aun por estas fue posible hacerlas obedecer, por lo contrario, mas se envalentonaron, hasta que me he visto precisado a amenazarlas con el chicote del caballo, y pegarle a una que me tiró una manotada, arrancandome la pechera de la camisa, saliendo todas ellas para la calle porque le dije a los soldados me las amarrasen y llevasen a la carcel, lo que no se pudo conseguir, porque corriendo unas mas que potros y saltando otras por cercos mas que cabras se desaparecieron todas sin poder por mas diligencias que se han hecho, conseguir el fin que se pretende...". 28 En este caso, la violencia es hacia la autoridad, una violencia de desafío a las normativas impuestas y a las autoridades que la detentan. Desafío que se asocia además a la utilización de su fragilidad, señalada anteriormente, para conseguir beneficios, para lucrar y sacar provechos. "…No se presentaron por escusarse enfermas y descalsas…mandado el segundo a visitar descubrió que…no habían de estas enfermas ni menos sin zapatos, por costarme, de la noche anterior están estas dichas en su misma casa, cantando y baylando…todos los que conmigo vieron estaban buenas y sanas, como tambien con buenos zapatos pintados y mas luxo del que el que corresponde a sus personas…" 29, en su socialización se aleja el temor a la justicia, a aquel orden todopoderoso que pretende imponer la elite, y deja de manifiesto el asombro e impotencia del alcalde ante la vulneración de su estructura. A lo cual responde que "…Fue la respuesta de ellas con el sistema de no obedecer la justicia, como están acostumbradas por su condición sobervia; que no tienen mas gloria que quando se jactan de que el alcalde fulano, nos ha mandado llamar y hemos hir…" 30. Un desafío al orden impuesto sin mayores trabas que las 27 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 11v. 28 A.N.R.A., vol. n° 1764, pieza n° 1, "Criminal contra Narcisa, Dolores y María del Carmen Trigos, acusadas por delitos públicos y escandalosos", Villa San Rafael de Rosas, 1796, fojas 1-20. Foja 3. 29 A.N.R.A., vol. n° 1764, pieza n° 1, "Criminal contra Narcisa, Dolores y María del Carmen Trigos, acusadas por delitos públicos y escandalosos", Villa San Rafael de Rosas, 1796, fojas 1-20. Foja 2v. 30 A.N.R.A., vol. n° 1764, pieza n° 1, "Criminal contra Narcisa, Dolores y María del Carmen Trigos, acusadas por delitos públicos y escandalosos", Villa San Rafael de Rosas, 1796, fojas 1-20. Foja 2v. CLAUSIA JERIA VALENZUELA de no aceptar la ordenanza (por lo demás ordenanza cuatro veces empleada y cuatro veces rechazada), una socialización emancipada de una estructura rígida e impositiva, que apela a la construcción de un espacio popular. La elite, un actor contradictorio. Las elites, de componentes peninsulares y criollos, de carácter autoimpuesto en América del Sur, propagaron el modelo europeo cristiano. Es decir, el modelo monocultural del Occidente cristiano, donde el imperativo es una verdad absoluta y hegemónica, y donde los principales actores disciplinadores son tanto la elite gobernante como la iglesia católica. Con la herencia de la ilustración europea, se pretendía imponer el reinado de la razón, simbolizado en la luz que debía llegar a todos los rincones de la sociedad para producir el paso de la barbarie a la civilización. 31 Mediante la doctrina y la imposición monocultural occidental, se buscan reforzar una serie de valores que luego debían ser puestos en práctica en la vida en sociedad. Es decir, la idea de fondo era que esas costumbres que adquiría la elite debían poco a poco generalizarse por medio de la reglamentación estricta de las costumbres y los comportamientos, sobre todo por la corrección continua de las conductas impropias. "…Por quanto combiene al buen gobierno y causa publica que en las ciudades, provincias y pueblos de la comprehension de este reino haya el buen orden que combiene y se consiga la sociedad civil, politica y christiana que tanto recomendan las leyes, expurgandose al mismo tiempo de vicios que son la enfermedad que se padece en los poblados y campos y la causa de los excesos y desgracias que se experimentan y que los vecinos no logren la seguridad de sus personas, y bienes por crecer cada dia el numero de delinquentes, ociosos y bagabundos entregados a la embriagues, y a todo genero de delitos que se deven extirpar de raiz…" 32, extirpación de raíz de una enfermedad que se padece, los sectores populares, la socialización popular como una infección, como un virus que debe ser acabado con el ideal de la gente decente, de la elite que es quien porta la vara de la civilidad, del cristianismo y de la política. Una desenfrenada búsqueda de la mesura, de conductas perfectamente establecidas y estructuradas para conformar el ideal ilustrado. "Combinar equilibradamente placer e instrucción fue el principio de las permanentes discusiones y alegatos condenatorios hacía espectáculos ligados sólo al placer, como las Chinganas". 33 En las chinganas, en las pulperías, en los bodegones, desde la perspectiva civilizatoria, la racionalidad perdía cuerpo, para hundirse bajo los abismos del exceso y la desmesura. Una pasión desenfrenada favorecida por la barbarie populachera, era el más perfecto espacio para la destrucción de los cánones ilustrados y, para el indisciplinamiento. El antónimo de lo docto, lo constituía la perdición en las pulperías. Las pulperías son los antros del descontrol, donde las emociones pierden sentido y la mente deja de gobernar el cuerpo, "…Como todo lo relacionado y 31 Andrea Rodríguez Silva, Magíster (c) en Historia, Universidad de Chile. "Elite y Teatro en Copiapó 18461853. Recetas para civilizar un enclave minero". Disponible en la página de Internet, www.cyberhumanitatis.uchile, Indice n° 27, Invierno de 2003. 32 A.N.F.V., vol. n° 111, "Quaderno de Bandos Publicados durante el gobierno del mui Ilustre Señor Don Agustín de Jauregui, cavallero del orden de Santiago, del Concejo de su magestad. Presidente, Gobernador y Capitan General de este reino. Desde el año de 1773 y benefico su ingreso en 5 de Marzo del mismo año", Foja 8. 33 Andrea Rodríguez Silva…op.cit. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. haviendo vino…" 34: la estructura de la irracionalidad, carácter que se desea eliminar a toda costa en una sociedad cegada por el ideal de la luz de la razón y del control. Uno de los pilares económicos fundamentales sostenedores de las pulperías, lo constituía la venta de alcohol, y, en consecuencia, el descontrol que podía resultar de esa práctica y del círculo vicioso de la embriaguez, al estar dentro de un espacio que se beneficia por el consumo excesivo del alcohol, daban el pie esencial para el reinado de las pasiones y del espíritu animal del hombre, "…Y porque la embriaguez es culpa grave de mucho escandalo que se encuentren en las calles arrojados los hebrios y expuestos a desgracias en ese mal estado serán conducidos todos los que asi se encontraren a la carzel publica de esta ciudad, y de ella a la condena de trabajar por termino de quince dias…" 35: es mejor que trabajen, no que se emborrachen, pues gobernados por el alcohol dan pie al reinado de lo innato y lo espontáneo, de lo no regulado. El reinado de aquello que se encuentra al margen de lo sensatamente estipulado por las pautas conductuales de occidente y por los límites estipulados por la legalidad, pues, la construcción reglamentaria se insertaba dentro de parámetros netamente moralistas, donde cada movimiento social fuese previamente normativizado. En consecuencia, el descontrol en la pulpería, producto del exceso de alcohol, no sólo es inmoral, sino a su vez, ilegal, ilícito, pues contradice las normas conductuales establecidas por las elites representativas del ideal occidental. Por otra parte, el desenfreno en estos lugares no es sólo moral, sino a su vez físico, en lo que se refiere al desate de la violencia. Atentados físicos donde sólo la acción policial podía ser la redentora del orden, en vista de esa barbarie desenfrenada. La sucia perdición de las pulperías, no podía manchar la pulcra construcción racional de la elite. En consecuencia, en vista de la desesperada búsqueda por reprimir las pasiones por parte de la elite, y reemplazarlas por expresiones estudiadas y por la perfección del decoro, es que se opta por separar los espacios 36. Las finas maneras de la elite, alejadas de la vulgaridad del populacho, con el fin de mantener segura su integridad. Alejamiento que cabe destacar, netamente subjetivo y simbólico, pues, si bien se apreció un alejamiento físico a lo que se pretende apuntar con lo señalado es que así como la elite procuró mantenerse a salvo de la mácula popular del desenfreno y la inmoralidad, distinguiendo plenamente los espacios donde cada cual debía ocupar el lugar que le correspondía, se procuró invadir la pulpería en lo referente a regulación. Se procura sostener pleno control sobre tales prácticas. La mirada atenta ante aquel sujeto desconocido que en cualquier momento puede carcomer las bases de la iluminada institucionalidad con sus prácticas desenfrenadas. Bajo tales parámetros, estos espacios serán lugares de control por parte de los ediles pues en ellos se generaban modos de vida, prácticas del bajo pueblo, diferentes a las que deseaba imponer el sistema rígido y controlador de la elite chilena. Los días de fiesta eran de suma importancia a la hora de la regulación a este respecto. "…He resuelto lo siguiente: que 34 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Foja 10-10v. 35 A.N.F.V., vol. n° 111, "Quaderno de Bandos Publicados durante el gobierno del mui Ilustre Señor Don Agustín de Jauregui, cavallero del orden de Santiago, del Concejo de su magestad. Presidente, Gobernador y Capitan General de este reino. Desde el año de 1773 y benefico su ingreso en 5 de Marzo del mismo año", Foja 12. 36 Andrea Rodrígues Silva…op. cit. CLAUSIA JERIA VALENZUELA todos los dias de fiesta sin excepción de alguno, estén cerradas las pulperías dia y noche, excepto las dos horas que van desde las onze de la mañana a la una de la tarde, y esto solo se concede para lograr comprar lo que se necesite, pero sin permitir en dichas horas que se quede persona alguna dentro ni fuera de dichas pulperías, a bever lo que comprare…" 37, regulación no solo del espacio físico propiamente tal en cuanto a su condición de entidad de comercio, la regulación se extiende incluso a las actitudes de sus propios clientes, se cambia la condición de la pulpería: donde habitualmente el cliente consume sus bebidas, ahora no puede hacerlo…entonces dónde lo hará, en un día de fiesta, tal vez en la calle, en las plazas, pero respecto a la normativa, beba donde beba se irá detenido, o deberá pagar multa o trabajar para las obras públicas, en tal sentido, esta normativa no apunta estrictamente a la pulpería propiamente tal, pues, puede vender de todas formas (por lo menos se le adjudicaron dos horas), no obstante se vulnera la socialización y el consumo de alcohol, se apunta a la disciplina de aquellos que desafían el orden con sus prácticas, con sus costumbres y escándalos. Se inserta la regulación represiva dentro del espacio representado en la pulpería, no obstante su proyección es aún mayor, es llegar hacia el actor propiamente tal, a su esencia borracha, viciosa, malentretenida y romper con su disfuncionalidad que atenta contra la hegemonía imperturbable de la vanidosa elite. "…Asimismo los dias que no son de fiesta se mantengan aviertas todo el dia; pero que las deberan cerrar las Pulperías por la noche desde las siete en invierno y desde las nueve en verano y mientras estuvieren aviertas hasta la hora asignada, lo estaran enteramente sus puertas, de modo que las justicias puedan ver desde afuera la gente que hubiese dentro, a cuio fin han de mantener en como esta mandado un faro ensendido a la parte de quienes comprehendiese…". 38 En lo referente al orden occidental, caracterizado por el ideal ilustrado, se distinguieron en un principio dos actores como difusores: la elite y la iglesia. Ambos plenamente vinculados. La elite es católica y la jerárquica iglesia es manejada por la elite. En consecuencia, dentro del orden colonial disciplinador que se pretende imponer entran en juego no sólo las racionalidades posibles del juego político, sino a su vez, los parámetros espirituales provenientes de un todopoderoso y temido Dios. A lo que se pretende aludir es que en el ámbito regulador y social, las pulperías (y por extensión, quienes participan en ellas), no son sólo un centro de relaciones ilícitas e inmorales, sino a su vez un centro del pecado. En tal sentido, se cae en la caracterización de ciertos pecados-delitos, como por ejemplo, la práctica del amancebamiento: una transgresión brutal a la coherente práctica y deber del matrimonio. El amancebamiento no sólo como una ofensa a la ley, sino también a Dios. Dentro de la compleja socialización popular, entran en juego sus propias reglas violentas, volcadas a los excesos, a la desmesura. Prácticas netamente disfuncionales al orden que se pretende construir por parte de la ególatra elite. Un caso que se asemeja a aquel planteamiento respecto a los pecados-delitos, es posible encontrarlo en las mujeres "…Narcisa, Dolores y María del Carmen Trigos y de la Narcisa Roxas, madre de ellas por ser complice…de dichas sus hijas, en el ilicito modo de vivir con poco temor de Dios y 37 A.N.F.V., vol. n° 321, "Cuaderno de Vandos mandados publicar por el Señor Don Antonio Guill y Gonzaga Brigadier de los Reales exersitos de su Magestad y de su Consejo, Gobernador y Capitan General de este reino y Presidente de su Real Audiencia", 1763, fojas 17v-18. 38 A.N.F.V., vol. n° 321, "Cuaderno de Vandos mandados publicar por el Señor Don Antonio Guill y Gonzaga Brigadier de los Reales exersitos de su Magestad y de su Consejo, Gobernador y Capitan General de este reino y Presidente de su Real Audiencia", 1763, foja 18. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. menosprecio de la Justicia, siendo por consiguiente toda esta casa de familia, tanto embras como varones, un notable escandalo del pueblo…". 39 Cabe añadir, dentro de tantos parámetros reguladores del quehacer popular que tantos estragos causaba al glorioso acontecer ilustrado que se procuraba imponer, la pregunta respecto a ¿Si tan detestables eran aquellos antros de inmoralidad, de alcoholismo, de indisciplina, de perdición, etc., por qué no fueron extirpados de una vez, de raíz, por el aparato represivo de la elite?. La pregunta anteriormente planteada, es posible responderla con hechos, con los testimonios del pasado. Si bien, cabe señalar, el aparato represivo de la elite no era un gran baluarte de haber sido un objetivo fundamental la extirpación de tales antros, se hubiera aplicado, o por lo menos sentido. "…Cada una de las personas que tienen o manejan pulperías en esta villa…sierren las puertas de ellas, en tocando el ave maria sin permitir que desde dicha hora en adelante dentre persona alguna ni la consientan en ella y que para las ventas que se ofrecieren tengan una ventanita o reja por donde puedan despachar lo que necesitare el comprador, bajo de la pena el que incurriere en alguno de los puntos prohibidos y mandados por la primera ves de veinte y sinco pesos aplicados mitad para camara de su magestad y mitad para obras publicas de esta villa y por la segunda destierro perpetuo de ella si fuere persona libre y si esclavo o esclava de sincuenta asotes con mas de sien pesos de multa que se les sacara a sus amos por transgresiones…" 40: en esta cita, queda estipulado el carácter de funcionalidad económica que presentan tales espacios. Dentro del acontecer de fines del siglo XVIII, la represión fue fuerte hacia los sectores populares, las elites cada vez ansiaban más el dominio de su poder. No obstante, ciertas prácticas ejercidas por éstos eran funcionales al progreso que se quería lograr: pago de multas por aquella inmoralidad asquerosa, que no es tan conveniente extirpar de raíz, pues los infractores generan beneficios, ganancias para financiar los logros del sistema. La inmoralidad no es un asunto tan orientado a su corrección: se pretende escarmentar al actor popular por su desenfreno, con reparo económico hacia el inmaculado orden impuesto o, con su humillación pública por azotes desconsiderados, o, su expulsión. "…En atencion a haverse ebaquado, y practicado el sequestro y embargo de los bienes de Jossefa…y su hermana las que se hallan en custodia…y con respecto a que uno de los delinquentes que lo es Jose Maria Roco…y saberse que este no tiene bienes algunos en que proceder al embargo, mas dado libras, ni menos tener bienes algunos la María Mendez en que poder trabar el embargo…" 41: los llevan presos y les embargan sus bienes…después de todo la persecución moralista de la elite no era una labor netamente paternalista y civilizatoria, sino más bien una persecución de reparos económicos. Se tiene miedo al desborde popular, pero a su vez se saca provecho de sus excesos. "…Ordeno y mando a todas las personas que benden vino, aguardiente, mistela o otros licores fuertes al menudeo paguen en cada un año al arrendatario [un] derecho de 39 A.N.R.A., vol. n° 1764, pieza n° 1, "Criminal contra Narcisa, Dolores y María del Carmen Trigos, acusadas por delitos públicos y escandalosos", Villa San Rafael de Rosas, 1796, fojas 1-20. Foja 1. 40 A.N.F.V., vol. n° 342, "Registro de Bandos Publicados por Buen Gobierno de esta villa desde el año de 1741 hasta 1773", Copiapó, Villa San Francisco de la Selva, foja 26-26v. 41 A.N.R.A., vol. n° 1737, pieza n° 1, "Don Angel Puertas, marido de Josefa Villanueva. Causa Criminal seguida contra José María Rocco, Jossefa y María Mendez, los que dieron a Santos Gelves en casa de dichas Mendez", 1794. Fojas 10-10v. CLAUSIA JERIA VALENZUELA composicion dies y ciete pesos quatro reales, la mitad antes o al tiempo de abrir las Pulperías y bentas, y afiansando a satisfacción del arrendatario pagarle la otra mitad a los seis meses de suerte que sin que (o siempre) este satisfecha la mitad de dicho año…" 42, trabajos que no son ni dependientes ni pasivos, pero que sin embargo, otorgan funcionalidad al sistema económico; es decir, son moralmente disfuncionales, por lo que se crea un reparo a tales daños, pero a la vez, son económicamente funcionales en vista del pago de derechos, por ejemplo. Para mayor ejemplificación de lo señalado cabe apuntar un caso de Capitanía General discutido hacia 1789: “…Siendo por una parte indispensable que se vendan los licores, el vino y aguardiente asi por lo necesario que son al publico como por los reales ingresos que adeudan las tiendas adonde se expenden; y por otra que se eviten los excesos, que de ordinario se experimentan en estos lugares por la concurrencia de gentes de uno y otro sexo…es conveniente que las justicias tomen a su cargo el velar sobre el arreglo…se multipliquen las rondas, para que estas visiten las pulperías tres, cuatro o mas…para cercenar toda ofensa de Dios…" 43, el alcalde finalmente postula que la mejor solución sería el cierre definitivo de las pulperías con motivo de velar por el bienestar del pueblo y terminar con tanto atentado a la moral y buenas costumbres, a lo que se le responde: "…Vistos estos asuntos con lo expuesto por el señor Fiscal cerca del recurso introducido por el alcalde del puerto de Valparaíso, don Gregorio de Andía y Varela para que se quiten las pulperías de la Recova por los desordenes que asienta produce la venta de licores en la concurrencia de gentes en aquel lugar: se declara, que aunque es laudable el celo que manifiesta dicho juez para precaver los daños que refiere, no se tiene por necesario ni oportuno acceder a la extincion de las mencionadas oficinas, y si solo que bastara el redoble con su compañero el cuidado de reconocerlas en las oras oportunas de la noche, procurando ambos alternativamente de que al toque de la retreta se cierren precisamente y se retire toda gente, según y en la forma que generalmente se otorga en todas las ordenansas municipales de los Pueblos…" . 44 Una vez más, se extrae que a lo que se quiere llegar a regular es al actor popular, más que a un espacio que se perfila como funcional a los intereses económicos de la elite. Pulperías: La generación de un espacio de resistencia. Reuniendo todo lo anteriormente postulado, respecto a pulperías como espacio de socialización y de subsistencia popular, configuradas bajo el alero de la elite, se postula a la pulpería como un espacio de resistencia. En primera instancia, es necesario estipular qué es lo que se entiende por espacio de resistencia propiamente tal. A modo sintético, tras la revisión de cuatro escritos, se han podido extraer parámetros de lo que podría perfilarse como un espacio de resistencia en este trabajo. Leonardo León 45, apela como manifestación de resistencia, a la manifestación del sujeto popular en sí, es decir, la propia conformación de los actores populares generan 42 A.N.F.V., vol. n° 111, "Quaderno de Bandos Publicados durante el gobierno del mui Ilustre Señor Don Agustín de Jauregui, cavallero del orden de Santiago, del Concejo de su magestad. Presidente, Gobernador y Capitan General de este reino. Desde el año de 1773 y benefico su ingreso en 5 de Marzo del mismo año", Fojas 21v-22. 43 A.N.C.G., vol. n° 892, "Expediente formado a representacion del alcalde de segundo voto del puerto de Valparaíso sobre evitar desordenes, y arreglar el abasto dela Recoba. Presidente Don Ambrosio O'Higgins de Ballenar", fojas 160-170. Fojas 167-170v. 44 A.N.C.G., vol. n° 892, "Expediente formado a representacion del alcalde de segundo voto del puerto de Valparaíso sobre evitar desordenes, y arreglar el abasto dela Recoba. Presidente Don Ambrosio O'Higgins de Ballenar", fojas 160-170. Fojas 168-168v. 45 Leonardo León S., Reglamentando la vida cotidiana, Mimeo, Santiago. Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. resistencia hacia el orden impuesto: "…a los ediles no les importaba en gran medida la violencia criminal sino las prácticas sociales de mujeres humildes pero altaneras, vivaces y locuaces, influyentes y rebeldes" 46. De Pinto y Salazar 47, es posible extraer a grandes rasgos, que apelan a una resistencia dada por el propio contexto de desarraigo, por la generación cultural de mundos al revés y la indisciplina del pueblo que produce miedo en la elite. María Angélica Illanes 48, rescata la resistencia de un pueblo fugitivo con mentalidad propia de hombre sin patrón, hacia la rebeldía de éste, hacia su insubordinación a la proletarización, hacia la imposición económica y la disciplinación de sus costumbres. Alejandra Araya, señala a un sujeto popular creado por la elite, que resiste a partir de los propios parámetros de creación elitista: ocioso, vagabundo y malentretenido; es decir, la ociosidad, la vagamundería y el malentretenimiento, son los peldaños de resistencia popular. 49 En consecuencia, sujeto en sí, que produce miedo en la elite, insubordinado hacia la dominación de sus costumbres y englobado por la elite como un vicioso, genera resistencia. Desde la perspectiva de este escrito, se entenderá como resistencia popular generada por el espacio descrito, a aquella que no tiene por objetivo llegar al poder; es decir, no está dirigida mediante un proyecto ni actividad abiertamente organizada de insubordinación, por ejemplo, sino que dentro de las mismas reglas del juego, impuestas por la elite, perfilan un objetivo de autonomía, de preservar a como de lugar los espacios de construcción popular, de convergencia de los sectores populares. Es decir, por medio de acciones de resistencia, pretenden vivir y dejar vivir, lograr autonomía dentro de una estructura disfuncional a sus intereses, a su socialización comunitaria. Una resistencia solapada que pervive bajo el visillo de la aceptación. Con lo anteriormente propuesto, en consecuencia, es posible postular a la pulpería manejada por mujeres populares, como un espacio de socialización y subsistencia generadores de resistencia, con relación a: Una moralidad propia Las pulperías son espacios que han sido apropiados, mediante una socialización con apropiación. Es decir, las pulperías se constituyen en espacios donde se toma, se canta, se baila, se come, se aposenta, entre otros; se establecen amistades furtivas, donde no importan ni vínculos ni asociaciones previas, sólo el convite y el goce al compás de un buen vino. Un espacio propio que pese a una intensa normativa, persiste. Convergen ambos sexos, no funciona aquella moralidad cristiana de índole mariano y civilmente ilustrada, donde mujer y hombre son dos cuerpos aparte y distintos, con roles sumamente definidos, demarcados. La mujer es la amante del silencio, del decoro, del recato; el hombre es el protagonista de la historia. Dentro de la pulpería existe una confluencia de sexos, se mezclan, se conjugan, se crean. Sexos que pululan en búsqueda de nuevas socializaciones, de nuevas experiencias, de efectivo arraigo, entre una pulpería y otra. 46 Ibid. p. 132. Julio Pinto y Gabriel Salazar, Historia Contemporánea de Chile, vol. II, Actores, identidad y movimiento, LOM Ediciones, Santiago, 1999. 48 María Angélica Illanes, "Azote, salario y ley". En Proposiciones, n° 19, Santiago, 1990. 49 Alejandra Araya, Ociosos, vagabundos y malentretenidos en Chile Colonial, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Santiago, 1999. 47 CLAUSIA JERIA VALENZUELA Peones que se ausentan de sus obras, mujeres de la peor clase, moral popular decadente que ofende a Dios en todos sus ámbitos ante los ojos de una elite aterrorizada, convergen dentro de los parámetros de una socialización abierta, emancipada del orden. Ni dependientes ni pasivas Aquellas que se desenvuelven dentro de tal espacio, ya apartadas de lo que la moral elitista plantea, hijas de un devenir histórico netamente distinto, se desenvuelven ingeniosa y atentamente dentro del sistema que las coarta. Se valen del machismo y del catolicismo para obtener cuotas económicas. Usa su fragilidad, el propio discurso católico, para obtener piedad, caridad del sistema. Usa sus propios dotes de fémina para lucrar en un contexto adverso que la ha obligado a emanciparse de su pasado digno, para ser mancillada por el discurso de Occidente que la denigra en su paso. Lucran con aquello que más irrita a la elite, con aquellas actitudes reservadas al pecado. Lucran con el exceso, construyen espacio, identidad, socialización, a partir de lo que la construcción occidental ha desterrado. Avalan el reino de la desmesura. El negocio se amplía: se asocian; establecen relaciones de solidaridad de género para su subsistencia: un entramado complejo de asociaciones tanto sociales como comerciales, con lo que construyen distintas formas de expresión económica, crecen sobre la ausencia de parámetros rígidos dentro de la actividad comercial. Generan un espacio aparte, apropiado, que si bien se ve atacado por la elite vigía, se nutre de complicidad, de defensa, de reciprocidad donde no se apela a la semejanza con la elite, sino más bien a su diferenciación. No obedecen a un patrón, son independientes, y no se insertan dentro de pautas de pasividad, dentro de la complejidad postulada. El desafío a la exclusión Se establece una socialización abierta, sin temor, emancipada, que pese a todas las prohibiciones posibles, persiste. Los disciplinadores encabezados por la elite y la iglesia, son vulnerados a pesar de buscar la extirpación de raíz de la sociabilidad popular. Los antros del descontrol, del alcohol, de la perdición, persisten. Si bien es mejor que trabajen a que asistan a dichos lugares, esta orden no se cumple. La amistad ilícita persiste, el amancebamiento, el centro del pecado. El espacio que tanto irrita la decente moralidad civilizada cristiana de la elite, permite la existencia de un espacio que otorga a su vez beneficios económicos a la construcción del progreso. Un espacio que goza de autonomía gracias al beneficio económico que a la elite otorga. A pesar de que tal autonomía deba costar parte del beneficio obtenido por la pulpera, pero, si estas persistían en el ejercicio de su actividad, a pesar de sus gravámenes, es posible pensar en dos razones: obtenían un beneficio económico suficiente para su subsistencia y, valía la pena pagar ciertos gravámenes con el fin de no perder aquellos espacios de convergencia popular, aquel baluarte de socialización necesario para no ser absorbidos por los tentáculos del progreso engañoso y corrupto. La pulpería resiste En consecuencia, se puede entender la pulpería como espacio de resistencia que busca la obtención de autonomía popular, que busca la construcción de un espacio dentro de tanto desarraigo y desilusión. Resistencia que se genera a partir de acciones tales como una moral Pulpería y Mujer popular: economía y socialización, generadoras de resistencia. Chile en el siglo XVIII. diferente generada por el cuerpo popular respecto a la elite, actores populares ni dependientes ni pasivos, desenvolviéndose dentro de tal espacio, el desafío a la exclusión de un sistema sobre el cual se construye autonomía en la socialización: en síntesis, un espacio de resistencia que apela a la autonomía, mas no a la toma del poder. Resistencia avalada por la funcionalidad económica de las pulperías a la estructura dominante, que permitió un ataque no tan directo respecto a ser destructivo por parte de las elites, sino más bien regulatorio. En tal sentido, la resistencia a su vez, se plantea como en búsqueda de autonomía, de no búsqueda del poder, de un rechazo a la imposición occidental por medio de vías no abiertamente organizadas, de vivir y dejar vivir, dentro de una resistencia solapada que pervive bajo los márgenes de la aceptación. De no haber sido funcional el espacio a la estructura económica, la resistencia propuesta hubiese sido otra.