PROYECTO DE LEY EMBARAZOS "INCOMPATIBLES CON LA VIDA" Artículo 1° — Objeto. La presente ley tiene por objeto regular, en el marco de lo establecido por la ley 153, el procedimiento en los efectores del subsector estatal de salud respecto de toda mujer embarazada con un feto que padece anencefalia u otra patología incompatible con la vida. Artículo 2° — Feto inviable. A efectos de la aplicación de esta ley se entiende que un feto padece una patología incompatible con la vida cuando presenta gravísimas malformaciones, irreversibles e incurables, que producirán su muerte intra-útero o a las pocas horas de nacer. Artículo 3° — Diagnóstico. La incompatibilidad con la vida extrauterina debe ser fehacientemente comprobada por el médico del efector del subsector estatal de salud que trate a la mujer embarazada, mediante la realización de los estudios de diagnóstico imprescindibles para identificar certera y concretamente la patología que afecta al feto. Artículo 4º — Información. Plazo. Forma. Dentro de las setenta y dos (72) horas de la confirmación de la incompatibilidad con la vida del producto de la gestación, el médico tratante está obligado a informar a la mujer embarazada, explicándole de manera clara y acorde a su capacidad de comprensión, el diagnóstico y pronóstico de la patología fetal, la posibilidad de continuar o interrumpir el embarazo, y los alcances y consecuencias de la decisión que adopte. Debe dejarse constancia en la Historia Clínica de haber proporcionado dicha información, debidamente conformada por la gestante. Artículo 5º — Atención Psicoterapéutica. El efector estatal de salud debe brindar tratamiento psicoterapéutico a la gestante desde el momento en que es informada de las características del embarazo, gozando de prioridad en la asignación de turnos. Artículo 6° — Adelantamiento del Parto. Requisitos. Si la gestante, informada en los términos del artículo 4º, decide finalizar anticipadamente su embarazo, se procederá a la realización de dicha práctica médica una vez cumplidos los siguientes requisitos indispensables y suficientes: Certificación de la inviabilidad del feto registrada en la Historia Clínica de la embarazada, con rúbrica del médico tratante. Debido consentimiento informado de la mujer embarazada y su cónyuge. No existiendo vínculo matrimonial con el presunto progenitor, el consentimiento informado debe ser prestado exclusivamente por la gestante. Etapa de desarrollo del embarazo en la que el feto alcance la mínima edad gestacional en la que se registra viabilidad en fetos intrínseca o potencialmente sanos, en el Sistema de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. Artículo 7° — Instrucciones. El Poder Ejecutivo instruirá debidamente a los médicos y funcionarios que se desempeñan en los efectores del subsector estatal de salud sobre el procedimiento establecido por esta ley, dentro del plazo de quince (15) días desde su promulgación. Artículo 8º — Objeción de conciencia. Se respetará la objeción de conciencia, respecto de la práctica médica enunciada en el artículo 6º, en los médicos que integran los Servicios de Obstetricia y Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 1 Tocoginecología del subsector estatal de salud. Los directivos del efector que corresponda, y en su defecto la Secretaría de Salud, están obligados a disponer los reemplazos o sustituciones necesarios de manera inmediata y con carácter urgente. Artículo 9° — Prestaciones estatales. Convocatoria. Los efectores del subsector estatal de salud que brinden la prestación regulada por la presente ley a adherentes del subsector privado o a beneficiarias del subsector de la seguridad social, deberán obrar acorde lo establecido por los artículos 43 y 46 de la ley 153. Se convoca al Subsector de la Seguridad Social y al Subsector Privado a actuar conforme a lo prescripto en la presente ley. Artículo 10º — Comuníquese, …etc. Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 2 FUNDAMENTOS Señora Presidenta: I.- “DONDE HAY UNA NECESIDAD HAY UN DERECHO” Sintética y contundente, como solía ser en sus aciertos y errores, Eva Perón recurría a esta premisa como disparador de sus acciones en pos de la justicia. Recurro a esta cita -que ya forma parte de nuestro patrimonio histórico- porque estoy convencido que refleja con agudeza nuestro propósito, propósito que no es otro que el de abandonar el terreno especulativo para poner a la política en el plano de la acción. La utilización del singular, expresado en el aforismo, no sólo habla de una mirada dirigida a superar los problemas de todos y cada uno de los humildes –detectados en el cotidiano contacto que Eva tenía con los hombres y mujeres concretos- sino que, trascendiendo la magnitud del número de los que sufrieran o fueran menoscabados en su dignidad, lo magno era el sufrimiento y la desolación que viviera una persona o una familia. Y este sufrimiento y esta desolación, intentando ponerle palabras a la complejidad de sensaciones que encarna la gestante de un embarazo incompatible con la vida, irrumpen masivamente en una mujer que contiene en su vientre a un ser cuyo crecimiento trae implícita su sentencia de muerte. II.- “EMBARAZOS INCOMPATIBLES CON LA VIDA” Así denominamos esta norma aunque sabemos que -objetivamente- el condenado a morir es el producto de la gestación. Mas no caprichosamente recurrimos a esta expresión, ya que apelamos a ella como una manera de hacer ostensible que el feto “no puede ser considerado aisladamente de su situación en el seno materno”.1 El hijo, la madre, y el resto de la familia están involucrados en una situación patológica: el hijo, por su evolución inexorable hacia la muerte; la madre, por el daño psíquico que este embarazo le provoca; la familia toda, por la sobrecarga emocional que produce esta situación desgraciada. Si dirigimos la mirada hacia el hijo, debemos recordar que el respeto a la dignidad humana, resguardado constitucionalmente y que es también aplicable a los niños, limita o prohíbe el llamado "encarnizamiento terapéutico", esto es, la prolongación de la agonía cuando se sabe ciertamente que no se está curando o dando vida, sino tan sólo retardando el instante de la muerte. Los Dres. Carlos Gherardi e Isabel Kurlat, respectivamente presidente y secretaria del Comité de Etica del Hospital de Clínicas, han dicho “La anencefalia significa, digámoslo una vez más, viabilidad cero. Si la muerte del niño, que es la única alternativa posible y esperable, en el mejor de los casos se adelanta unas horas, el marco del permitir morir es el que adecuadamente expresa la realidad en estos casos en que se opta por la abstención o el retiro del soporte vital en los pacientes terminales o murientes como éste”.2 Si ponemos en el centro de nuestra atención a la gestante de un feto inviable aparecen las distintas facetas del drama generador de un daño a su salud psíquica.3 1 Manzini, Jorge Luis; "Aportes para una discusión bioética acerca de la interrupción del embarazo anencefálico"; www.aabioetica.org.ar; agosto de 2001. 2 "Anencefalia e Interrupción del Embarazo"; Revista Nueva Doctrina Penal; Editores del Puerto; julio de 2001. 3 El trauma psíquico es una herida, una herida que no sangra, producida por un suceso externo que aparece en forma sorpresiva Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 3 Cuando una mujer se anoticia de su gravidez elige un nombre, imagina una cara y fantasea un futuro para ese ser que se desarrolla en su vientre; “posteriormente deberá comprender que ese ser que está creciendo en su interior, ilusionado, registrado y nominado como hijo, creando una identidad filial, modificará su perfil identitario convirtiéndose en una criatura para la muerte inevitable y cercana. La catastrofe psíquica reside en sobrellevar el crecer muriendo de ese ser vivo, proceso que se desenvuelve dentro de ella. Un proceso que conduce al progresivo deterioro de la capacidad de humanizarse que padece ese feto, al que, sin embargo, ella humanizó al hacerlo su hijo”. 4 No casualmente una mujer, la Dra. Alicia Ruiz 5, dotada de la plasticidad y sensibilidad imprescindibles para "alojarse en las emociones" de Silvia Tanus, fue quien dijo: “Sostener la ausencia de peligro en la salud de S.T. o que no existe ya un proceso de daño psíquico sería tanto como decir que las circunstancias por las que atraviesa son las normales en un embarazo. Nadie ubicado en el lugar de la actora estaría exento de sufrimientos y dolor profundos. La actora vive una tragedia, y la tragedia tiene la particularidad de representarnos a todos.” Si nos convoca el acontecer del grupo familiar podemos remitirnos a lo expresado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “en esas condiciones, coexiste la frágil e incierta vida intrauterina del nasciturus, con el sufrimiento psicológico de su madre y de su familia entera, que ve progresivamente deteriorada su convivencia en función de un acontecimiento dramático, que se extiende y agrava sin dar margen para la elaboración del duelo”. Impedir la profundización del sufrimiento, tanto de la mujer grávida como de su entorno familiar, configura también un aspecto de la salud. Por ende, permitir el alumbramiento pretérmino de un "embarazo incompatible con la vida" es una forma de operativizar el derecho a la salud reproductiva, derecho humano básico consagrado por la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. III.- “UNA HISTORIA RECIENTE” Durante el transcurso del año pasado y los primeros meses del corriente, en el ámbito de nuestra ciudad, un importante número de mujeres embarazadas de fetos anencefálicos demandaron al Gobierno de la Ciudad, ante los Tribunales del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para lograr el adelantamiento del parto.6 El precedente jurisprudencial establecido por el caso "S.T." -en el que tanto el Tribunal Superior de Justicia local como la Corte Suprema de Justicia de la Nación pusieron en juego reglas constitucionales relativas a la vida, a la salud física y psíquica, a la protección integral de la familia, y las reglas penales que prohíben el aborto y sus consecuencias- fue el inicio de sucesivos procesos judiciales por causas análogas. y que rompe el equilibrio que, hasta ese momento, una persona mantenía para adaptarse a sus necesidades internas y externas. Giberti, Eva; "Anencefalia y Daño Psíquico en la Madre"; VII Jornadas Argentinas de Bioética; del 8 al 10 de noviembre de 2001. 5 Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; caso Tanus; 26/12/00. 4 6 "MA"; Juzg 9, Sec 18; 3/01 —"MV"; Juzg 7, Sec 14; 6/01 —"PC"; Juzg 1, Sec 2; 7/01 —"NC"; Juzg 10, Sec 19; 8/01 — "RR"; Juzg 5, Sec 9; 10/01 —"TSM"; Juzg 1, Sec 2 ; 10/01 —"LC"; Juzg 4, Sec 8; 11/01 —"AC"; Juzg 10, Sec 20; 10/01 — "AV"; Juzg 10, Sec 19; 11/01 —"MG"; Juzg 5, Sec 9; 11/01 —"SC"; Juzg 8; Sec 12/01 —"PL"; Juzg 1, Sec 2; 5/02. Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 4 El Dr. Julio Maier sostuvo en su voto del 26 de diciembre de 2000: “la razón de ser de la falta de ejecución de la solución diagnosticada consiste, precisamente, en la perplejidad de los médicos frente a las reglas jurídicas que rigen el caso, que -es cierto- no permiten una definición concreta sencilla desde el punto de vista del orden jurídico… ya por oscuridad de la ley, ya por falta de previsión concreta (laguna), ya porque la praxis judicial no alcanza el grado de generalidad y aceptación que permitiría develar la interpretación correcta del caso frente al orden jurídico”. Desde ese momento y hasta la fecha en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como así también en el ámbito nacional -en tanto la CSJN revocó la única sentencia contraria al precedente "ST" dictada por la Corte de la Provincia de Buenos Aires-, se ha generado una nutrida y uniforme casuística que consagra la racionalidad ética y jurídica de la solicitud de interrupción del embarazo, con tiempo de gestación suficiente, de un feto que padece una patología incompatible con la vida 7. Actualmente, entonces, la praxis judicial ha alcanzado un grado de generalidad y aceptación que permite develar la interpretación correcta del caso abordado por esta ley frente al orden jurídico, y esa exégesis nos indica que la práctica médica regulada por esta ley no es abortiva, no entra en contradicción con la tutela del derecho a la vida. Y al respecto sostuvo el Dr. Gustavo Moreno, Asesor Tutelar de 1ª y 2ª instancia del Fuero CAyT de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: “Para la doctrina jurisprudencial emanada del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mi representado/a -la persona por nacer afectada de anencefalia- no correría ningún riesgo más allá de los derivados de su patología -de aceptarse la practica médica peticionada por sus padres-, si el alumbramiento se produce en una etapa gestacional en la cual un nasciturus adquiere la calidad de viable, que supone el probable nacimiento con vida”.8 El mismo criterio enunciado respecto de un nasciturus anencéfalo es aplicable al producto de la gestación que padece alguna de las otras patologías incompatibles con la vida extrauterina. La doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, acatada por los distintos tribunales inferiores que intervinieron en causas análogas, tuvo como razón fundante la vulneración que, del derecho a la salud de una mujer embarazada, produce el "portar la muerte", independientemente de cual sea la enfermedad que matará a su hijo. La solución que esta ley adopta en nada afecta la protección de la vida desde la concepción, tal como lo establecen el art. 2 ley 23849 -aprobatoria sobre la Convención de los Derechos del Niño- y el art. 4 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos -Pacto de San José de Costa Rica-. Esto es así en tanto se autoriza el adelantamiento del parto en la etapa de desarrollo del embarazo en que -si no padeciese una letal patología- el nasciturus alcanzaría la viabilidad, o sea la posibilidad de vivir fuera del seno materno. IV.- “DONDE HAY UNA NECESIDAD HAY UN DERECHO” 7 Entre las patologías fetales incompatibles con la vida extrauterina se encuentran: anencefalia, hipoplasia pulmonar bilateral, agenesia renal bilateral, riñón multiquístico bilateral, sirenomelia. 8 "A.V. c/ G.C.B.A. s/Amparo"; Dictamen del 3 de octubre de 2001. Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 5 En un aparente retorno al punto de partida, que en realidad es una estrategia para no perder el rumbo, no puedo, no debo, ni quiero obviar que existen necesidades, y por ende derechos, que "gritan" ante las puertas de esta Legislatura demandando respuesta: Se escuchan las voces de mujeres, condenadas “a ver una panza que crece haciendo crecer, a la vez, el anuncio mismo de la muerte”9, que necesitan llorar recogidamente ese proyecto de hijo que no será, en lugar de tener que exhibir su dolor en el tránsito por el camino de la justicia. Se oye el reclamo de médicos que sienten la necesidad de dedicar su tiempo a cumplir con el juramento hipocrático, en lugar de tener que concurrir a sucesivas audiencias previas a la sanción de una sentencia judicial que -paradojalmente- les "ordene" actuar como querrían, conforme los dictados de su ética y saber profesional. V.- “ME OBLIGA EL PASADO” Hasta aquí el armazón lógico y sensible sobre el que se apoya esta presentación. Sabemos que, por regla general, las acciones de los seres humanos no surgen sólo de la inmanencia de sus protagonistas: son fundamentalmente productos históricos. Sin embargo, me permito señalar algunas de las singularidades que guarda, para quien suscribe, este proyecto de ley. Por un lado, intentar abandonar una impronta en la que nos hallamos inmersos incluso más allá del discurso: la división social de funciones originada en una puja de género aún no resuelta. Entonces, siendo varón, vengo a "hacerme cargo" de un tema que, por obra y gracia de nuestra medianía cultural, parece reservado sólo a las mujeres. Por el otro, esta presentación es el corolario de un proceso personal: el haber podido acompañar, desde muy cerca, a la inspiradora y principal orfebre de este proyecto, la Dra. Perla Prigoshin. Con una personalidad que conjuga sapiencia y acción, equilibrio y pasión, razón y emoción, audacia y tesón, Perla Prigoshin ha sintetizado en este proyecto de ley una trayectoria de "amargas victorias" en el ámbito judicial. Para ella, y el laborioso equipo que coordina, mi más profunda gratitud. Párrafo aparte merece el aporte crítico -muestra evidente de compromiso y sensibilidad social- de la Dra. Isabel Kurlat 10, la Lic. Silvana Naddeo 11 y el Dr. Juan Van der Velde 12. A tan solidario trío, que se acercó a esta Legislatura para contribuir desde su sentir y saber profesional, mi emocionado agradecimiento. Finalmente, mi cariño y respeto para el grupo de valerosas y valerosos que, desde los finales del año 2000, resignifican el terrible dolor que han padecido empeñando sus esfuerzos para diseñar una sociedad más justa y respetuosa de los derechos humanos. Y un reconocimiento muy especial, y muy sentido, para los pioneros de esta dura huella: Silvia Tanus, Luis Alonso y Silvina Tanus. 9 Tanus, Silvia; "Promueve Acción de Amparo"; 9 de noviembre de 2000. Directora de la Unidad Académica de Neonatología UBA; Secretaria del Cté de Etica del Hospital de Clínicas. 10 11 12 Psicóloga a cargo del Servicio de Salud Mental de la Maternidad Sardá. Médico obstetra de la Maternidad Sardá; atiende embarazadas con fetos que padecen anomalías. Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 6 VI.- “NOS OBLIGA EL FUTURO” Hasta hoy, sólo la impudicia de un retardatario funcionamiento administrativo pudo mantener activo "el potro13 de impedir". Y así, caricaturizando lo público, generó un promiscuo ayuntamiento entre la salud y el pleito. Afortunadamente tamaña conducta no contó con el aval de los miembros del Poder Judicial de nuestra ciudad, algunos de los cuales hablan por sus fallos y dictámenes: “El sufrimiento de un ser humano es sinónimo de indignidad y el Estado en general, y autoridades políticas y judiciales en particular, están llamados a garantizar la dignidad de las personas y la justicia básica que no es sino la consagración de la autodeterminación plena de los seres humanos”(…)“En este caso, como corresponde, el suscripto sentenciará rápida y eficazmente, dentro de sus humildes posibilidades, pero es claro que la resolución del problema social y jurídico traído por los galenos, debe ser asumido con celeridad y responsabilidad por el poder político. No es el poder judicial quien debe legislar o resolver con carácter general en nuestro sistema político-constitucional”.14 “Pero se ha advertido una circunstancia más: la confusión en que se mueven los profesionales de la medicina ante estos casos. No se trata de confusión en lo que hace a su directa incumbencia: su conocimiento médico del caso se mostró pleno y cierto, sus opiniones fueron categóricas y libres de hesitaciones. La confusión reside en la faz jurídica del caso, hasta el punto de afirmar que no se trata de un aborto, pero con el mismo énfasis asegurar que inducir al parto en estas condiciones sin autorización judicial es "ilegal".(…) “Es también del caso advertir que esta actitud del Gobierno se produce aún después de haber la Legislatura emitido la declaración 186/2001, del pasado 30 de agosto” (…) “No se pretende otorgar a esta declaración un carácter obligatorio que no tiene; pero es notoria la absoluta contradicción entre lo solicitado por el órgano representativo y la actitud asumida por el órgano ejecutivo en el caso que nos ocupa. Tanto esta circunstancia, como la anteriormente descripta, llevan a pensar que, como lo han señalado diversos sectores y en especial los vinculados a la profesión médica, puede ser conveniente y necesaria la sanción de normas que definan claramente la cuestión”.15 “A fojas 98/100 obra un dictamen de un funcionario de la Procuración General de la Ciudad…en el cual se concluye que "…es mi opinión que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires carece de facultades para otorgar el permiso para que los profesionales del Hospital Bernardino Rivadavia efectúen un parto inducido u otra acción terapéutica, solicitado por la Sra. P.L.R."…Por su parte, la representación letrada de la Ciudad (Procuración General)…no alega los mismos fundamentos que los expresados en su propio dictamen, y nada dice desde el punto de vista jurídico acerca de la cuestión de fondo, no formula oposición y tampoco expresa conformidad…Nada dice del comportamiento de sus médicos, ni del contexto legal…No existe posición jurídica de la accionada”.16 13 Antiguo instrumento de tortura. 14 Dr. Andrés Gallardo; Titular del Juzgado Nº 1 del fuero CAyT; caso "PC"; 10 de julio de 2001. 15 Dr. Juan Cataldo; Titular del Juzgado Nº 2 del fuero CAyT; caso "TSM"; 25 de octubre de 2001. 16 Dr. Gustavo Daniel Moreno; Asesor Tutelar del Fuero CAyT de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; caso P.L.; dictamen del 11 de abril de 2002 Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 7 Ha llegado el momento de hacernos cargo de nuestra función evitando tanto el dispendio de recursos humanos de la ciudad, como el derroche de recursos monetarios originado por la imposición de costas al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las reiteradas acciones de amparo en las que terminó perdidoso. Ha llegado el momento de asumir nuestra responsabilidad como legisladores, y sancionar esta ley que recepta el derecho consagrado por la laboriosa tarea judicial cumplida. Último cambio: 08/06/2003 23:44:00 - Cantidad de caracteres: 16080 - Cantidad de palabras: 3098 Pág. 8