Escándalos políticos y su efecto sobre el desempeño electoral de

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Escándalos políticos y su efecto sobre el desempeño electoral de los candidatos a la
Cámara de Diputados en las legislativas 2013
Carlos Cantillana y Juan Castañeda
Cantillana.carlos@gmail.com
(Próximo a aparecer en el libro “Las elecciones de 2013. El año de Bachelet”, editado por
Mauricio Morales, Patricio Navia y Carolina Garrido, Ediciones Universidad Diego
Portales, 2015)
Introducción
Desde el caso Watergate de 1972 en Estados Unidos, que terminó con la dimisión de
Richard Nixon a la presidencia, hasta los conocidos casos de tráfico de influencias y
corrupción que rodearon las administraciones de Alberto Fujimori y Carlos Menem durante
los noventas en Perú y Argentina respectivamente, los medios de comunicación han jugado
un rol protagónico en la cobertura de escándalos políticos. Esto ha contribuido a mejorar las
normas de accountability propias de toda democracia saludable, sin perjuicio de reconocer
su efecto sobre la participación y la percepción de la política. Las denuncias y la
investigación periodística destapan escándalos, lo que puede incidir en una mala percepción
hacia los políticos y en un distanciamiento de los ciudadanos con la política.
De acuerdo con Schmitt-Beck y Voltmer (2007), los medios poseen una importante
capacidad de influencia sobre los ciudadanos, al incrementar el grado de conocimiento
sobre la política y en reforzar un permanente escrutinio público. Estas características,
sumadas al rol fiscalizador que poseen (Iyengar y Mc Grady, 2007), han posibilitado la
difusión de episodios de corrupción, cohecho y malas prácticas en que se han visto
envueltos algunos representantes políticos.
Existen otras situaciones que, sin ser necesariamente actos de corrupción, dañan la imagen
de los congresistas y pueden afectar su desempeño electoral. En la legislatura 2010-2014,
sumando Cámara y Senado, contabilizamos 20 congresistas involucrados en escándalos
políticos. Estos escándalos van desde peleas en el hemiciclo, hasta conductas impropias
como conducir bajo los efectos del alcohol. A esto se suman actos reñidos con la moral,
acusaciones de fraude y conflictos de interés. Por tanto, todo escándalo político no es
necesariamente un acto de corrupción, pero todo acto de corrupción público es un
escándalo político.
Dicho esto, nos planteamos una pregunta muy básica: ¿Existe relación entre los escándalos
y el desempeño electoral de los diputados incumbentes en 2013? Para responderla tomamos
a todos los diputados que buscaron la re-elección en sus respectivos distritos. Luego,
codificamos con “1” aquellos que estuvieron involucrados en escándalos y con “0” a los
que no estuvieron involucrados. Cada escándalo tiene tiempos de cobertura distinta en los
medios de comunicación y, por eso mismo, sus efectos son diferenciados. Nuestro trabajo
plantea como limitante estas cuestiones asociadas a la intensidad de los escándalos. La
variable dependiente corresponde a la diferencia entre la votación que obtuvo cada diputado
comparando 2013 con 2009. Consideramos a todos los diputados que buscaron la reelección y no solamente a aquellos que estuvieron involucrados en escándalos. De tomar
esta decisión, estaríamos sesgando la muestra y nuestras inferencias serían inválidas.
Necesitamos entonces conocer si el grupo de los involucrados en escándalos tiene un
comportamiento distinto al de los no involucrados. En otras palabras, si los involucrados
pierden más votación que los no involucrados.
Nuestra hipótesis es que dada la incidencia de los medios de comunicación sobre las
percepciones ciudadanas, los congresistas involucrados en escándalos pierden más votación
en comparación con los congresistas no involucrados en escándalos. Para eso contamos con
un indicador que hemos denominado “Tasa de Variación”. Este indicador corresponde a la
diferencia de votos de cada candidato incumbente entre 2009 y 2013. Luego, calculamos el
porcentaje que esta diferencia representa en función de los votos obtenidos en 2009. La
fórmula a utilizar es la siguiente:
𝑇𝑣 =
𝑉2009 − 𝑉2013
∗ 100
𝑉2009
Donde Tv es la “Tasa de Variación”, V2009 es el número de votos que obtuvo el diputado
en la elección de 2009, y V2013 es el número de votos que obtuvo ese diputado en 2013.
La tabla 1 sintetiza todos los escándalos de los congresistas (diputados y senadores) de la
legislatura 2010-2014. Se ha clasificado con una etiqueta el tipo de escándalo. Se dejaron
fuera de la tabla los legisladores involucrados en escándalos pero que no fueron a la
reelección, los diputados y senadores incumbentes que compitieron por un
distrito/circunscripción diferente al que representaban, y los senadores que no les
correspondían ir a la re-elección el año 2013.
Tabla 1. Categorización escándalos políticos legisladores periodo 2010-2014
Tipo de Escándalo
Conflicto de intereses
Pensiones Exonerados
Nombre Legislador y Partido Político
Pedro Velásquez (IND); Ramón Barros (UDI); Jorge Ulloa
(UDI); Clemira Pacheco (PS); Ignacio Urrutia (UDI); Juan
Carlos Latorre (PDC); Mario Bertolino (RN); Jorge Sabag
(PDC) y Alejandro García-Huidobro (UDI).
Alejandro Navarro (MAS); Juan Pablo Letelier (PS); Sergio
Ojeda (PDC) y Carlos Abel Jarpa (PRSD).
Total
Legisladores
9
4
Robo de Agua Subterránea
Eduardo Cerda (PDC)
1
Peleas-Discusiones acaloradas
Enrique Estay (UDI); René Manuel García (RN) y Marta
Isasi (IND)
Guido Girardi (PPD); Ena Von Baer (UDI); Ignacio Urrutia
(UDI)*; Issa Kort (UDI)
Pedro Álvarez-Salamanca (UDI)
3
Guido Girardi (PPD)
Alejandro Navarro (MAS) y Romilio Gutiérrez (UDI)
René Alinco (IND)
René Alinco (IND)
Juan Carlos Latorre (PDC); Patricio Vallespín (PDC) y
Alberto Robles (PRSD)
Rosauro Martínez (RN)
Jorge Tarud (PPD)
Marta Isasi (IND)
1
2
1
1
3
Declaraciones Polémicas
Mal uso de dineros-recursos
parlamentarios
Labores no cumplidas
Accidentes Cuestionados-Polémicos
Escándalos sexuales
Conducción en estado de ebriedad
Empresas no transparentadas
Acusaciones de Asesinato
Nepotismo
Dineros Externos Cuestionados
*El congresista realizó 2 declaraciones polémicas.
4
1
1
1
1
Fuente: Elaboración propia del autor con información de El Mostrador, La Tercera, La Segunda, El Mercurio
(EMOL), Cambio 21, The Clinic, La Nación, Cooperativa, CIPER-Chile, El Dinamo, Diario Universidad de
Chile y Biobío Chile.
Análisis de datos
Construimos una base de datos con todos los diputados que buscaron la re-elección. El total
es de 90, y en ella excluimos a Kort (D-32). Esto, porque si bien es incumbente, no
compitió en 2009. En su lugar lo hizo Alejandro García-Huidobro, quien le dejó el cupo
una vez que asumió como senador en reemplazo de Andrés Chadwick. También se dejó
fuera de este análisis a los senadores incumbentes involucrados en escándalos porque es
más complejo cuantificarlos junto a los diputados, ya que el periodo legislativo senatorial
se entrecruza con dos periodos legislativos diputacionales.
Como señalamos más arriba, nuestra variable dependiente se denomina “Tasa de
Variación”. Corresponde a la diferencia en votos de cada candidato entre 2009 y 2013.
Luego, calculamos el porcentaje que representa esa diferencia de lo que obtuvo en 2009.
Por ejemplo, si un diputado obtuvo 100 votos en 2009 y 70 votos en 2013, la diferencia
bruta es de 30 votos. ¿En cuánto redujo su votación? Esos 30 votos que perdió en 2013
representan un 30% de los 100 votos que había obtenido en 2009. Esta fórmula permite
comparar candidatos de distritos grandes y de distritos pequeños. El resultado de 30%
también aplica para un diputado que obtuvo 10.000 votos en 2009 y 7.000 votos en 2013.
La caída es también del 30%. Con esta fórmula, entonces, podemos incluir dentro del
mismo análisis a todos los candidatos, independiente del tamaño de los distritos.
Las tablas 2 y 3 muestran los candidatos que más bajaron y los candidatos que más
subieron su votación con respecto a 2009. Los que más bajaron fueron René Alinco y
Marta Isasi. Ambos compitieron en 2009 dentro de los pactos mayoritarios (Concertación
y Alianza respectivamente), mientras que en 2013 lo hicieron como independientes. Esto
pudo incidir en su votación, pero también es justo decir que ambos estuvieron involucrados
en publicitados escándalos políticos. Dentro de los que más subieron su votación, sólo uno
de ellos estuvo involucrado en un escándalo. Nos referimos al radical Carlos Abel Jarpa
en el caso “exonerados políticos”.
La tabla 4 muestra dos modelos de regresión. En el modelo 1 se incluyen todas las variables
señaladas. Se advierte que el involucramiento en escándalos deprime la votación del
diputado. Esto se replica en el modelo 2 donde excluimos el término de interacción. Acá la
variable “escándalo” también es significativa pero sólo a un margen de 0.1. De cualquier
forma, este análisis estadístico indica que los candidatos involucrados en escándalos
políticos reducen significativamente su votación en comparación con los no
involucrados. Adicionalmente, los de la Alianza retroceden más que el resto de los
candidatos. Por último, la caída en la votación es más fuerte en los distritos chicos que en
los distritos grandes. Esto puede sonar contraintuitivo considerando que en los distritos
grandes (con predominio de población urbana) circula más información que en los distritos
pequeños. Por tanto, era esperable que la caída fuese más violenta en estos distritos. Tal
anomalía puede deberse al tipo de escándalo y su cobertura en los medios de comunicación,
cuestión que resulta muy difícil de controlar. De cualquier forma, el coeficiente de la
variable es cercano a cero, por lo que su efecto marginal, si bien es significativo, no es tan
robusto. De hecho, la correlación entre la “Tasa de Variación” y el tamaño de los distritos
alcanza un coeficiente de 0.31.
Tabla 2. Los cinco candidatos que más bajaron
Candidato
Tasa de Variación
René Alinco (IND)
-69,30
Marta Isasi (IND)
-63,78
Giovanni Calderón (UDI)
-52,62
Enrique Estay (UDI)
-57,81
Alberto Robles (PRSD)
-56,35
¿Involucrado en escándalo?
Sí
Sí
No
Sí
Sí
Fuente: Elaboración propia
Tabla 3. Los cinco candidatos que más subieron
Candidato
Tasa de Variación
José Manuel Edwards (RN)
72,46
Pepe Auth (PPD)
65,77
Carlos Abel Jarpa (PRSD)
57,23
Víctor Torres (PDC)
52,25
Luis Lemus (PS)
51,27
¿Involucrado en escándalo?
No
No
Sí
No
No
Fuente: Elaboración propia
Tabla 4. Modelo de regresión lineal (OLS). La variable dependiente es Tasa de
Variación
Modelo 1
Modelo 2
VARIABLES
Escándalo (0=No involucrado/ 1=Involucrado)
Coalición (0=Resto/ 1=Alianza)
Escándalo*Coalición
Número de votantes por distrito
Constante
Observaciones
R cuadrado
Fuente: Elaboración propia.
-21.21**
(9.227)
-23.10***
(6.347)
19.78
(13.94)
0.000190***
(6.25e-05)
-10.62
(8.133)
-12.81*
(7.116)
-18.98***
(5.676)
0.000184***
(6.28e-05)
-11.88
(8.132)
90
0.241
90
0.223
Conclusiones
En este artículo mostramos que, efectivamente, hay una relación entre el involucramiento
en escándalos políticos y el desempeño electoral. En promedio, los incumbentes
involucrados en escándalos retroceden más significativamente su votación que los
incumbentes no involucrados en escándalos. Es cierto que el número de casos no permite
avanzar en inferencias causales más robustas, pero por ahora contamos con cierta evidencia
que ayuda a entender las variaciones en la votación hacia los incumbentes.
Otra limitante derivada del número de casos es que dos de los incumbentes que más bajaron
su votación abandonaron los pactos mayoritarios, compitiendo como independientes en
2013. Dado que el sistema electoral binominal castiga a quienes compiten por fuera de las
dos grandes coaliciones, el retroceso en votación de estos candidatos pudo deberse más a
esta decisión política que a su participación en escándalos. En tal sentido, las conclusiones
de este trabajo deben tomarse con cautela. Si bien el análisis inferencial confirma lo que
mostramos a nivel descriptivo, la muestra aún es insuficiente.
Bibliografía
Schmitt-Beck, Rüdiger, y Katrin Voltmer. 2007. “The mass media in third-wave
democracies: gravediggers or seedsmen of democratic consolidation?”. En
Democracy, Intermediation, and Voting on Four Continents. Richard Gunther, José
Ramón Montero y Hans Jürgen Pohle. New York: Oxford University Press.
Iyengar, Shanto y Jennifer Mc Grady. 2007. Media Politics: A citizen’s guide. New York:
W.W. Norton & Company.
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