CELEBRACION DE DÍA DE MUERTOS Día primero de Noviembre.- En nuestro pueblo la celebración del día de muertos, no es una fecha de luto y tristeza, al contrario, en los hogares hay más actividad familiar. El ambiente se impregna del olor del cempasúchil y el copal, hay alegría, participación y convivencia. Casa de Cultura Dr. Ciro Zapata Lara, fiel a su misión de preservar nuestra cultura organizó la segunda exposición de ofrendas en el centro de la población, donde los vecinos en su mayoría jóvenes y niños acudieron a visitar los altares y también a participar en el concurso de disfraz. Jurado Calificador En esta ocasión el jurado estuvo integrado por nuestro ya muy querido Párroco don José ramón Fuentes, las señoras Antonina Zapata Rosas, Petra Martínez Z. Elvia Tobón, Lorenzo Rojas Martínez y la señorita Aidé Rojas Tobón; quienes recorrieron los altares escuchando los interesantes mensajes que nos daban el representante de cada ofrenda de las diferentes instituciones las cuales incluimos a continuación; la premiación difícil quedo así: Primer Lugar: Escuela Primaria Oficial Miguel Hidalgo y Costilla (Premiada con $1 000.00) Segundo Lugar: Jardín de Niños Itzamna. Tercer Lugar: Telesecundaria Juan Gómez Camacho. El Jurado tomo muy en cuenta el mensaje transmitido por cada uno de los representantes de los altares mismos que incluimos a continuación, por considerarlos de gran valor por su contenido y su aportación cultural: PRIMARIA OFICIAL MIGUEL HIADALGO Y COSTILLA: La tradición del día de muertos y de los fieles difuntos es una tradición que se niega a morir…. Tradición Cristiana: ¿Celebrar a los muertos?, Si, para la cultura cristiana occidental, la tradición de rezar por los muertos se remota a los primeros tiempos del cristianismo, en donde se honraba con gran piedad su recuerdo y se ofrecían oraciones y sacrificios por ellos. Según enseña la Iglesia, cuando una persona muere, ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo, sin embargo; los vivos si podemos ofrecer nuestras obras para ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la purificación de sus pecados para participar de la gloria de Dios. La tradición Azteca: En el mundo Prehispánico también existía un concepto muy desarrollado sobre la vida después de la vida. Para los aztecas por ejemplo, la muerte no era el final de la vida, sino una transformación. Creían que las personas muertas se convertirían en colibríes, para volar acompañando al sol, cuando los dioses decidieran que habían alcanzado cierto grado de perfección. Mientras esto sucedía, los dioses se llevaban a los muertos a un lugar llamado Mictlán, que significa lugar de la muerte o residencia de los muertos, para purificarse y seguir su camino. El altar de los muertos: Para los mexicanos, una manera de decir que el recuerdo de nuestros seres queridos ocupa un sitio sagrado es montar un altar. ¿Cómo montar un altar? El altar se levanta en un altar con tres niveles, cubierto con un mantel morado o anaranjado, que representa el color del luto cristiano y uno blanco deshilado. El nivel inferior, representa el mundo, luego el purgatorio, donde se purifican las almas antes de llegar al último nivel, el Cielo. -Flores de Cempasúchil (nombre de flor anaranjada llamada también flor de muerto, cuyo símbolo es el de la tristeza) sus pétalos de color anaranjado brillante, guían al difunto para que encuentre su camino. -El altar se suele adornar con papel picado con motivos alusivos a la muerte, con el sentido religioso de ver la muerte sin tristeza, pues es solo el paso a una nueva vida. -Desde entonces, cada 1 y 2 de noviembre se ora por los santos y las almas de los difuntos. - imágenes de la Virgen María y Jesucristo representan el único camino para llegar al Cielo. - El agua simboliza las oraciones que calman la sed de las ánimas en el purgatorio y representan la fuente de la vida. - La sal simboliza la resurrección de los cuerpos, pues se utiliza para la conservación. - Las veladoras representan la fe, la esperanza y el amor eterno. - El fuego simboliza la purificación. - El incienso aleja al demonio. - El arco significa la entrada al Reino de Dios. En la ofrenda también se incluye comida, estos platillos son los que gustaban en vida el muerto. Los platillos tradicionales y que no pueden faltar son: la calabaza en tacha, los tamales, el mole, el atole, además del café y los cigarros. En algunos lugares de México, la celebración de los fieles difuntos dura tres días: El primer día para los niños y niñas. El segundo, para los adultos y el tercero, para quitar el altar y comer todo lo que hay en éste. A los adultos y a los niños se les pone diferente tipo de comida. Cempasúchil, calaveras de dulce, veladoras, retratos de seres queridos pasados a mejor vida. El ambiente nos habla del día de muertos. Ya lo sabemos, a nuestro pueblo le encanta bromear con la muerte, lo que en otros países es un día de “luto” y tristeza por los muertos, para nosotros es motivo de oración, algarabía y convivencia. ¿Habrá quien piense que estas hermosas tradiciones –tan arraigadas en nuestro Méxicopuedan ser sustituidas con otras costumbres alternativas como el Halloween? Probablemente sí, y de hecho lo estamos viviendo. Las calaveras de azúcar remplazadas por las calabazas. Ya no más Cempasúchil y altares de muertos, sino más bien disfraces de monstruos imaginarios y brujas. Adiós a los tradicionales dulces de muertos, mejor los sofisticados dulces en forma de fantasma. Quizá llegara el día en se presente tanta atención en los disfraces, calabazas y fiestas que nos olvidemos que a quienes recordemos son a nuestros antepasados difuntos. Como verás, existe en las ofrendas un sincretismo de fe católica traída por los españoles y fuertes raíces prehispánicas en la comunión de dos culturas. JARDIN DE NIÑOS “ITZAMNA” 2 de noviembre, día de muertos. Desde el tiempo de los aztecas, la muerte era una liberación y le rendían culto a la muerte y enterraban sus muertos con ofrendas. El 1 de noviembre lo llaman el día de los angelitos, pues según la creencia llegan las almas de los niños y el 2 llegan las almas de los muertos adultos. En el panteón adornan con flores y velas en donde la familia van a velar a sus muertos y en el hogar se les pone una ofrenda. Esta ofrenda también recibe el nombre de altar de muertos. Se coloca en una mesa rectangular, en alto y se adorna con un mantel y flores, porque el difunto ya no esta en esta dimensión, sino en una mas elevada, que es la del cielo o paraíso cristiano. Los arcos: En cada extremo de la mesa, se pone una vara aproximadamente de 1.5 m de largo, como símbolo de las cuatro eras del ciclo de la vida por la que todos los humanos transitamos, las cuales son infancia, juventud, madurez y vejez. Las varas también representan los cuatro años que, según la teoría prehispánica, debía estar sepultado un cuerpo, antes de que su alma viajara al mas allá. El arco en la parte frontal superior del altar es la puerta de la entrada al mundo de los muertos. Cempasúchil: Los altares de murtos suelen adornarse con una flor llamada cempasúchil. Esta palabra se deriva de una palabra náhuatl que significa flor de los cuatrocientos pétalos. La flor significa la verdad es amarilla de color de sol; por tanto significa que Dios hace florecer abundantemente la vida en las ánimas, les da vida en abundancia; tal como lo prometió. Por eso se pone esta flor amarilla en el altar de los difuntos y en los panteones, esta flor por si sola es una proclamación de la vida de los difuntos junto a Dios. Las velas: Las velas encendidas que algunas veces se clavan en el tallo de una penca de plátano o en el trozo de un pitayo, iluminan el camino del difunto, para que no se pierda al regresar a su antiguo hogar. El pan: El pan de muerto se adorna simulando los huesos humanos, y lágrimas hechas de la misma masa la cual se espolvorea azúcar. La palmilla: Las doce estrellas o soles de palmilla tejida colocados a lo largo del arco frontal, representan los meses del año que el muerto tardará en volver a visitar a sus parientes y amigos. El incienso: El incienso sirve para purificar el alma del difunto. En el sitio más destacado del altar, se pone la foto de la persona muerta, rodeada de las cosas que mas le gustaban. La ofrenda se compone de variados y deliciosos platillos típicos de la región preparados especialmente para el muerto y de acuerdo para sus gustos como: mole con carne de pollo de res, elotes, tacos, arroz, frijoles, tamales, pan, atole o chocolate, agua, bebidas alcohólicas como tequila o aguardiente, refrescos, calabaza, naranjas, guayabas, mandarinas, plátanos, dulces, etc. Que se depositan en jarros, cazuelas, tazas, platos y ollas de barro. La gente cree que las almas de los difuntos a los que les rinden el homenaje se comen la esencia o el alma de los alimentos y, aseguran que los alimentos saben y huelen diferente después que las ánimas lo consumen. Una vez que los fieles difuntos han quedado satisfechos, llega el turno de saciar el apetito de los vivos. TELESECUNDARIA JUAN GOMEZ CAMACHO De verdad, de verdad nos vamos, dejamos las flores y los cantos, todo lo que existe en la tierra, de verdad nos vamos. Luto y alegría, tragedia y diversión, sentimientos del mexicano que tiene miedo a morir, pero a diferencia de otros pueblos, los refleja burlándose, jugando y conviviendo con la muerte. Haciendo un poco de historia encontramos que se rinde culto a los muertos dese la época prehispánica; así vemos las ofrendas dejadas con todo lo que al difunto le gustaba. El espíritu de la ofrenda actual es un rito respetuoso que toda la familia prepara para recordar a los que se han ido, y que según, creencias, regresan este día para gozar lo que en vida mas disfrutaban. Dependiendo el lugar y la cultura dichas ofrendas pueden variar: La que hoy presenta la escuela Telesecundaria “Juan Gómez Camacho” tiene dos niveles, el primero representa a la parte humana en la cual podemos encontrar lo que al ser querido le gustaba. En el segundo nivel la parte espiritual donde se cree descansa el alma. En el petete se espera descansen y jueguen los niños, además se adorna: Se coloca papel picado de color morado el cual representa la unión entre la vida y la muerte. Las mesas se colocan en dos niveles: en el primero se coloca toda la comida y el segundo todos los santos. Las flores, son símbolo de festividad por sus olores adornan y aromatiza el lugar durante la estancia del ánima. El mantel blanco simboliza la tierra y el aire. La sal, elemento que purifica y simboliza la resurrección, además sirve para la conservación. El pan, la iglesia lo representa como el cuerpo de Cristo y es elaborado de diferentes formas. El agua, elemento indispensable para mitigar la sed después de un largo viaje. El arco de flores, generalmente de flor de cempasúchil, que simboliza la puerta sagrada por donde pasaran las aminas del mundo sagrado, se adorna con fruta y pan. El copal sirve para purificar el ambiente y llamar al difunto por medio de olor. Las velas, fuego necesario que ilumina el camino que guiará al alma hasta su ofrenda. Las imágenes de los santos para obtener la libertad del alma del difunto. Camino de flores y velas guía para el difunto hasta su ofrenda. Camino hacia ti, Dador de vida, A tu encuentro voy A reposar en tus brazos, Sigo el aroma del incienso, Y el olor del cempasúchil, A tu lado voy dador de vida. CONCURSO DE DISFRAZ: La lluvia desde las seis de la tarde se había hecho presente por lo que creíamos contaríamos con muy poca asistencia, incluso se pensó en posponer el concurso de disfraz, ya que la lluvia representaba un riesgo a la salud de los niños, pero al terminar la premiación de las ofrendas, los niños comenzaron a salir de entre la gente ¡ya estaban allí! Con gusto los recibimos y se les pidió fueran pasando a la oficina de casa de la cultura, donde se les otorgaba un número de identificación. Nuestras colaboradoras de casa de la cultura las hermanas Nancy y Yessenia Orea Galeno se encargaban de poner ambiente entre nuestros pequeños participantes, de que bailaran e hicieran evoluciones al son de música de fondo. El jurado valiéndose de los números se fue eliminando poco a poco a los danzantes, siendo los premiados: Con el tercer lugar un niño visitante llevándose un premio de $200.00 Janet Galeno Rodríguez con el segundo lugar, llevándose $300.00 como premio de consolación. Correspondiendo a la graciosa parejita formada por los niños: Llevándose el 1er. Lugar con $500.00 y el entusiasta aplauso del público. Visitando algunos hogares de la comunidad: Ofrenda dedicada al finado Juan Hoyos Rosas. La señora Piedad García ofrenda a su esposo Julio Hoyos. El niño Manuelito Zapata recordando a sus abuelos. En memoria de Rodolfo García Ramos lo recuerda su hija Amada García. Ofrenda dedicada a Ignacio Tobón. Doña María Rodríguez lleno el altar de flores y ceras en memoria de sus difuntos. La señora Teresa Balbuena y hermanas recuerdan a su madre Camerina Fernández. Doña Jovita Bravo haciendo oración por su esposo Hilarino Hoyos. La señora Edith Lima recordando a sus padres Rufino Lima y Lucila Morales. Doña Gloria Osorio nos dice: "Puse la mesa porque tuve muchos invitados” Esperanza Bravo e hija recuerdan con cariño a su papá Cornelio Bravo, y su esposo Guillermo Marroquín entre otros. Doña Rosa recordando a sus difuntos. Ofrenda en honor al finado Antonio Cruz. En memoria de Juan Rodriguez, lo recuerda su esposa Antonina Zapata . Dos niñas recordando a su bisabuela Lucila Solís y a sus tatarabuelos Ciro Zapata y Norberta Rosas. Casa de la Cultura en su altar honró la memoria del Dr. Ciro Zapata Lara exhibiendo algunos de sus libros de medicina e instrumental médico de su tiempo. VISITANDO EL PANTEON: El mismo día dos de noviembre las familias acuden al panteón a velar a sus muertos, es una especie de despedida que se les hace ya que han estado dos días con nosotros. En las tumbas se colocan ceras, o veladoras el sahumerio y muchas, pero muchas flores. Sepultura de Sofía Sánchez, Zacatepec. La familia de don Eliodoro Gonzales. Don Sebastián Orea, junto a la tumba de su esposa María Sierra. Sepultura de Ignacio Tobón que fuera vecino de El Palenque y Ojo de Agua. Se entonaron cantos y oraciones en la tumba de Juan Rodríguez Balbuena. Sepultura que guarda los restos de la señora Lucila Solís Fernández. Familiares y amigos, frente la sepultura de Samuel Bravo. Familiares que acompañan a la Sra. Catalina Bravo, haciendo oración por Gildardo Bravo. Terminemos nuestra visita al panteón con esta pequeña nota con un toque de historia. Como al descuido una mano piadosa dejó una flor sobre este montículo de piedras que guarda los restos de la primera persona enterrada en este panteón. Del único dato que por ahora puedo dar de él es su apellido: Orea. Al medio día acude el Párroco, en esta ocasión fue el Pbro. José Ramón Fuentes Babines, para realizar el acto más solemne y participativo del día, la celebración Eucarística, donde también se llevó a cabo la bendición de la Capilla que se construyó en el Panteón. Párroco José Ramón Fuentes Babines, acompañado por el C. Bernardo Huesca Zapata. Párroco José Ramón haciendo Oración. Bendición de la Capilla. Una vista de la Celebración Eucarística. Material Proporcionado por: Casa de Cultura, Zacapala. Miguel Zapata Rosas.