MADRUGADAS RURALES Madrugada Rural del 14 de Octubre de 2015 Tema: Planeación del desarrollo local, regional y nacional. Invitado: Dr. LUIS IGNACIO LÓPEZ FARFÁN Candidato a Doctor en Administración de la Universidad de Celaya, Magister en Planeación Socioeconómica de la Universidad Santo Tomas, Especialista en Gerencia Financiera de la Fundación Universidad INCCA De Colombia e Ingeniero Industrial de la Universidad Autónoma De Colombia. El Dr. López inicia realizando una contextualización referente a la tenencia de recursos por parte del estado y los procesos de control y planeación del mismo. Señala que existe un desconocimiento de los recursos totales de la nación, citando como características de la planeación centralizada como: Necesidad de identificar limitantes para la expansión de crecimiento y Regulación de desequilibrios. Focalizada en territorios y sectores específicos. Reconoce relaciones entre las regiones en términos de flujos económicos y poblaciones. Normatividad y tecnocracia, desconociendo aspectos socioculturales, económicos y políticos. Al hablar de polos de desarrollo señala que es este un concepto relativamente nuevo en las teorías de crecimiento económico y desarrollo regional y no se halla todavía bien establecido dadas las condiciones geográficas nacionales. Sin embargo, este concepto y otros análogos como los centros de crecimiento, las regiones de crecimiento, los puntos de crecimiento, los núcleos de desarrollo, las áreas centrales, etc., han sido objeto de creciente atención en los países industrializados y en los no industrializados en la búsqueda de instrumentos para resolver los problemas del desarrollo interregional desequilibrado. La popularidad de que gozan esos conceptos y la idea en que se inspiran, es decir, la presunta superioridad de la concentración descentralizada de los esfuerzos de desarrollo como estrategia para acelerar el proceso de crecimiento económico, y para lograr la integración y la igualación interregionales, se aprecia claramente al comprobar que esos conceptos se suponen válidos cualesquiera sean los sistemas económicos y sociales de los países en que han de aplicarse. Sin embargo, añade que en el de cursar del tiempo ese concepto y esa teoría se han ampliado y reorientado a fin de abarcar también los elementos normativos de la intervención de política y de planificación. Sin embargo, como resultado, por una parte, de la generalización de la teoría y, por la otra, de su difusión como tópicos en la discusión política de los problemas del desarrollo regional, han perdido gran parte de su contenido y significado originales, llegando así poco a poco a ser cada vez más difusos, e inadecuados para su comprobación empírica y aplicación práctica sobre bases científicas. Por otro lado cita a la corrupción como uno de los elementos que van en contra del desarrollo efectivo de los planes de desarrollo. En tal sentido deja en claro que la corrupción atenta contra los intereses propios de la nación, no siendo concebida como un flagelo de los últimos tiempos ni está ligada al proceso descentralizador que tuvo sus inicios a mediados de la década de los 80´S. Sin embargo, el fenómeno en la actualidad toma grados de importancia significativos, en la medida en que son los propios funcionarios públicos y la clase dirigente del orden nacional, departamental y municipal, los que han estado directamente vinculados al fenómeno. Cada uno de éstos componentes del Estado (el administrativo, el económico, el fiscal y el político) dentro del esquema de descentralización se determinan a partir de lo que se transfiere. Así, la descentralización administrativa, se relaciona con la transferencia de responsabilidades para planear y coordinar el uso de los recursos del nivel central de forma autónoma. La descentralización económica está vinculada con la transferencia de factores de insumos y producción. Por su parte la descentralización fiscal, se refiere a la asignación de recursos orientados a la garantía de la prestación de servicios públicos y cumplimiento de las competencias locales asignadas. Y por último, la descentralización política se relaciona con la transferencia de capacidades en cuanto a la toma de decisiones referidas a las políticas de desarrollo de orden local, como a su vez a la capacidad de elección de sus gobernantes. Por lo anterior aclara que en Colombia, la descentralización surge como respuesta a la crisis de legitimidad expresada en crisis institucional y por consiguiente de los principios democráticos que debían regir la nación. Por ello, el contexto colombiano dibujaba un escenario caracterizado por atroces resultados en asuntos de democracia representativa y participativa, y bajos niveles de gobernabilidad, que evidenciaban grandes deficiencias en el funcionamiento de las instituciones responsables de la democracia económica y social. Este proceso de descentralización se institucionalizó legalmente a partir de la Carta de 1991 ya que en su Título I, artículo 1 expresa: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. El anterior artículo, institucionaliza la intención del Estado de construir una nación fundada en la democracia participativa, que promueva el pluralismo, y asegure la satisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos, todo esto por medio de la redefinición de la estructura política administrativa, fundada en la descentralización de competencias y responsabilidades. Realizó: DEIVIS SUÁREZ RIVERO. Docente Coordinador de Extensión y Relación con el Medio. Programa de Ingeniería Agroindustrial. UNIAGRARIA. Fotos: DEIVIS SUÁREZ RIVERO. Docente Coordinador de Extensión y Relación con el Medio. Programa de Ingeniería Agroindustrial. UNIAGRARIA. Corrigió: DEIVIS SUÁREZ RIVERO. Docente Coordinador de Extensión y Relación con el Medio. Programa de Ingeniería Agroindustrial. UNIAGRARIA.