Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Med Clin (Barc). 2011;136(13):580–582 www.elsevier.es/medicinaclinica Editorial Vacunación antineumocócica. Más allá de la infancia Pneumococcal vaccination. Beyond childhood Fernando A. Moraga-Llop Área Pediátrica, Hospital Universitari Vall d’Hebron, Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, España I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O Historia del artı´culo: Recibido el 29 de octubre de 2010 Aceptado el 18 de enero de 2011 On-line el 12 de marzo de 2011 Si no conozco una cosa, la investigaré L. Pasteur A pesar de los programas de vacunación antineumocócica del niño y el adulto, las enfermedades por Streptococcus pneumoniae continúan siendo un problema importante de salud pública en todo el mundo. Cien años después de la introducción de la primera vacuna neumocócica ha surgido una nueva luz en la prevención de la enfermedad neumocócica con la autorización de una vacuna conjugada tridecavalente. La primera vacuna neumocócica, elaborada en 1911 por Wright con células enteras destruidas por calor, fue eficaz para reducir la mortalidad por neumonı́a entre 6.000 trabajadores de las minas de oro de Sudáfrica a quienes se administró, por ser una población de alto riesgo de padecer enfermedad neumocócica. En 1977, Austrian et al obtuvieron una vacuna polisacarı́dica 14-valente, que seis años más tarde fue superada por una vacuna 23-valente, que es la que está disponible en la actualidad para niños mayores de 2 años de edad y adultos, pero con resultados discordantes, según diferentes estudios, por su metodologı́a y la población incluida. En febrero de 2000 se inició la era de las vacunas conjugadas con la comercialización de una 7-valente para niños entre 2 meses y 5 años1. Por último, en diciembre de 2009 la Comisión Europea, después de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) diese su opinión positiva2, y en febrero de 2010 la Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU.3, aprobaron una vacuna conjugada de segunda generación, la 13-valente, que es la que ofrece protección frente a un mayor número de serotipos de neumococo. Esta nueva vacuna, junto con una 10-valente autorizada en marzo de 20094, son las dos primeras de la denominada segunda generación, porque han aparecido 10 años después de la primera Correo electrónico: fmoraga@acmcb.es vacuna conjugada y porque han ampliado la cobertura de serotipos. Decı́amos antes que la vacuna 13-valente ha iluminado nuevamente el escenario de la prevención antineumocócica, porque después del beneficio que la 7-valente proporcionó en los primeros años de esta última década en los paı́ses donde se incluyó en el calendario de vacunaciones sistemáticas, al disminuir y casi desaparecer la enfermedad invasora producida por los serotipos vacunales5, apareció alguna sombra al observarse, primero, un fenómeno de reemplazo de serotipos en la colonización nasofarı́ngea y, después, un cierto grado de enfermedad por reemplazo, en especial por el serotipo 19A6,7. Sin embargo, la vacuna 7-valente, hasta que ha sido sustituida en junio de 2010 por la 13-valente, ha proporcionado muchas más luces que sombras, ya que la tasa global de incidencia de la enfermedad neumocócica invasora ha disminuido de forma significativa desde su introducción5. Además, hay que destacar el importante grado de protección indirecta de esta vacuna, es decir, de la población infantil no vacunada y del adulto, por la llamada inmunidad de grupo o de ‘‘rebaño’’8. No obstante, este reemplazo ‘‘posvacunal’’ de serotipos tiene una génesis multifactorial y, por tanto, se debe seguir investigando. Como con otras bacterias, hay que tener en cuenta la evolución o las fluctuaciones naturales o espontáneas de los serotipos con el tiempo9 (tendencias temporales ya observadas en el pasado), por áreas geográficas y con independencia de la presencia de la vacuna en una zona determinada. Además, pueden interactuar distintos factores, como la introducción de antiinfecciosos y la aparición posterior de resistencias; la mejora de las condiciones socioeconómicas; el incremento del número de personas pertenecientes a grupos de riesgo, con inmunodeficiencias y enfermedades crónicas; los cambios en el programa de vigilancia epidemiológica; las modificaciones en la práctica clı́nica (hemocultivos para detectar bacteriemia y neumonı́a e introducción de la reacción en cadena de la polimerasa en muestras con cultivo negativo); el aumento de la población inmigrante; la presión antibiótica selectiva, por ejemplo con los macrólidos; y la introducción de la vacuna 7-valente6,10. 0025-7753/$ – see front matter ß 2010 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.medcli.2011.01.003 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. F.A. Moraga-Llop / Med Clin (Barc). 2011;136(13):580–582 Es posible que aparezcan nuevas sombras tras la introducción de la vacuna 13-valente, al igual que sucedió con la 7-valente? Sólo la vigilancia epidemiológica, activa y continuada, podrá responder a esta pregunta. Aunque no serı́a de extrañar otro posible reemplazo, qué serotipos pueden emerger y si serán más o menos patógenos y resistentes a los antibióticos son cuestiones que ahora no tienen respuesta. Sin embargo, de momento, la importante disminución que se producirá de la enfermedad causada por los seis serotipos adicionales será la nueva luz preventiva de la vacuna 13-valente. El enfoque en el diseño futuro de nuevas vacunas neumocócicas debe cambiar, ya que no se trata de ir añadiendo más serotipos en formulaciones cada vez de mayor complejidad, aunque ya se está investigando una 15-valente (Merck Research Laboratories) que incorpora el 22F y el 33F a los serotipos de la 13-valente19. Las nuevas tecnologı́as se están dirigiendo a obtener vacunas alternativas de proteı́nas comunes, de células enteras inactivadas y de células vivas atenuadas, para conseguir una amplia protección frente a todos los serotipos de neumococo en el niño y en el adulto, una lista que en la actualidad ha alcanzado ya el número de 93 serotipos17,20–22. Bibliografı́a 1. Moraga Llop FA. Historia de las vacunas antineumocócicas. En: Moraga Llop FA, editor. La enfermedad neumocócica en el niño. Barcelona: Prous Science; 2001. p. 81–5. 2. European Medicines Agency. Prevenar 13: EPAR Product Information. [Acceso 22 de septiembre de 2010]. Disponible en: http://www.ema.europa.eu/ema/ index.jsp?curl=pages/medicines/human/medicines/001104/human_ med_001220.jsp&murl=menus/medicines/medicines.jsp&mid=WC0 b01ac058001d124 3. Food and Drug Administration. Vaccines: approved products. Prevnar 13 (pneumococcal 13-valent conjugatevaccine). [Acceso 22 de septiembre de 2010]. Disponible en: http://www.fda.gov/BiologicsBloodVaccines/Vaccines/ ApprovedProducts/ucm201667.htm 4. European Medicines Agency. Synflorix: EPAR Product Information. [Acceso 22 de septiembre de 2010]. Disponible en: http://www.ema.europa.eu/ema/ index.jsp?curl=pages/medicines/human/medicines/000973/human_ med_001071.jsp&murl=menus/medicines/medicines.jsp&mid=WC0 b01ac058001d124 5. Pilishvili T, Lexau C, Farley MM, Hadler J, Harrison LH, Bennett NM, et al. Sustained reductions in invasive pneumococcal disease in the era of conjugate vaccine. J Infect Dis. 2010;201:32–41. 6. Muñoz-Almagro C, Jordán I, Gené A, Latorre C, Garcı́a-Garcı́a JJ, Pallarés R. Emergence of invasive pneumococcal disease caused by nonvaccine serotypes in the era of 7-valent conjugate vaccine. Clin Infect Dis. 2008;46:174–82. 7. Muñoz-Almagro C, Esteva C, Fernández de Sevilla M, Selva L, Gene A, Pallarés R. Emergence of invasive pneumococcal disease by multidrug-resistant serotype 19A among children in Barcelona. 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Obando I, Muñoz-Almagro C, Arroyo LA, Tarrago D, Sánchez-Tatay D, MorenoPérez D, et al. Pediatric parapneumonic empyema, Spain. Emerg Infect Dis. 2008;14:1390–7. 13. Coll F, Moraga-Llop FA, Fernández de Sevilla M, Garcı́a-Garcı́a JJ, Jordán I, Codina M, et al. Serotype distribution in pneumococcal pleural empyema in Barcelona, ? - Estudios con la pauta 2 + 1 dosis, en lugar de la pauta estándar 3 + 1 dosis, para poder aplicar esta estrategia más eficiente en los paı́ses donde la vacuna forma parte del calendario de vacunaciones sistemáticas, dato que ya se incluye en la ficha técnica aprobada. - Estudios que permiten el cambio a la vacuna 13-valente en cualquier momento de la pauta con la 7-valente, que ya se ha retirado. Es la llamada vacunación complementaria. - Estudios que permiten la vacunación de rescate (catch-up) en los niños que han concluido la vacunación con 7-valente, con cuatro dosis o con un esquema completo para su edad. Es la llamada vacunación suplementaria, que también se puede realizar en niños pertenecientes a grupos de riesgo vacunados ya con la 23valente. Aunque en estos pacientes es mejor administrar primero la vacuna conjugada y después la no conjugada, por la aparición de un fenómeno de hiporrespuesta, los niños que ya fueron vacunados con la 23-valente deben recibir ahora la 13valente. - Estudios de coadministración de la vacuna 13-valente con las vacunas de los calendarios de inmunizaciones sistemáticas. En los ensayos clı́nicos, la coadministración no disminuye la inmunogenicidad ni aumenta la reactogenicidad vacunal, en comparación con la administración por separado. - Los ensayos clı́nicos que están concluyendo y que permitirán su utilización en el adulto. En éste la vacuna 13-valente sustituirá o complementará a la actual vacuna disponible, la polisacarı́dica no conjugada 23-valente. Una vacuna, inicialmente pediátrica, que se introducirá más allá de la infancia, es decir, una vacuna para todas las edades. ? Los beneficios que aporta la vacuna 13-valente se refieren, en primer lugar, a los seis serotipos adicionales. El 19A preocupa en muchos paı́ses, por ser el más frecuente en la enfermedad por reemplazo y por su gravedad y sus altas resistencias antibióticas 5–7,11 . Los serotipos 1 y 3 son causantes de neumonı́as, incluyendo las que cursan con empiema12 o con componente necrotizante, formas clı́nicas que han aumentado, en especial, en el último quinquenio, como observamos en el estudio Barcino realizado entre 2007 y 200913. El serotipo 5 ha originado brotes epidémicos en España en este último decenio, primero en Barcelona y después en Madrid6. Y los serotipos 6A y 7F causan enfermedad grave y de letalidad elevada, sobre todo el segundo14; además, el conjugado 6A puede inducir inmunidad cruzada frente al nuevo serotipo 6C, un serotipo emergente15. Otro nuevo e importante beneficio de la vacuna 13-valente es su futura indicación en el adulto: una vacuna que protegerá más allá de la infancia. La ficha técnica autorizada por la EMA limita su aplicación hasta los 5 años de edad2, y en EE.UU. la FDA la aprobó hasta los 6 años de edad para los pacientes pertenecientes a grupos de riesgo3,16, pero el Advisory Committee on Immunization Practices permite su utilización en estos casos hasta los 18 años de edad16. Esta es la situación actual, aunque se están realizando extensos ensayos clı́nicos en Holanda para comprobar su seguridad y eficacia en el adulto con vistas a sustituir a la vacuna 23-valente, tanto en las personas con factores de riesgo como en la población mayor de 60 años, como ya se ha probado con la 7-valente17. El desarrollo clı́nico de la vacuna 13-valente se ha fundamentado en los criterios inmunológicos que exige la Organización Mundial de la Salud, basados en los datos de inmunogenicidad que utiliza la vacuna 7-valente como comparador, ya que ésta ha demostrado ser eficaz y efectiva18. Se ha aplicado el criterio de no inferioridad para los siete serotipos comunes y los seis adicionales. También se ha comprobado la actividad opsonofagocı́tica de los anticuerpos vacunales y la inducción de memoria inmunitaria tras la serie primaria. La seguridad vacunal se ha estudiado ampliamente y se puede concluir que su perfil es similar al de la vacuna 7valente2,16. Además de los dos puntos básicos del desarrollo de la vacuna 13-valente, la inmunogenicidad y la seguridad, se han realizado numerosos ensayos clı́nicos de gran interés en la práctica clı́nica2,16: 581 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 582 14. 15. 16. 17. F.A. Moraga-Llop / Med Clin (Barc). 2011;136(13):580–582 Spain (2007-2009). 28th Annual Meeting of the European Society for Paediatric Infectious Diseases. Niza, Francia, 4-8 mayo; 2010. p. 51. Rückinger S, von Kries R, Siedler A, van der Linden M. Association of serotype of Streptococcus pneumoniae with risk of severe and fatal outcome. Pediatr Infect Dis J. 2009;28:118–22. Cooper D, Yu X, Sidhu M, Nahm MH, Fernsten P, Jansen KU. 13-valent pneumococcal conjugate vaccine elicits strong opsonophagocytic killing (OPA) activity to Streptococcus pneumoniae serotypes 6A, 6B, and 6C. 7th International Symposium on Pneumococci and Pneumococcal Diseases (ISPPD-7). Tel Aviv, Israel, 14-18 marzo; 2010. p. 267. Centers for Disease Control and Prevention. Licensure of a 13-valent pneumococcal conjugate vaccine (PCV13) and recommendations for use among children. 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