PÚBLICO Índice AI: AMR 51/070/2003/s EXTRA 27/03 Pena de muerte / preocupación jurídica 7 de mayo de 2003 EE. UU. (Virginia) Percy Levar Walton, negro, de 24 años de edad Está previsto que Percy Walton, de raza negra, sea ejecutado en Virginia el 28 de mayo del 2003. Fue condenado a muerte en 1997 por los asesinatos de una pareja de ancianos de raza blanca –Elizabeth Hendrick, de 81 años, y Jesse Hendrick, de 80– y de un hombre negro de 33 años, Archie Moore, cometidos en Danville en noviembre de 1996. En el momento del delito, hacía un mes que Percy Walton había cumplido 18 años. Hay indicios de que Walton ha sufrido esquizofrenia, una grave enfermedad mental, desde los 16 años. La salud mental de Percy Walton se había deteriorado durante el final de su adolescencia. Hasta entonces había sido un muchacho limpio, ordenado, amable, popular y de buen comportamiento, pero en aquella época empezó a manifestar drásticos cambios de comportamiento. Dejó de bañarse y empezó a tener dificultades para controlar sus emociones tanto en casa como en la escuela. Dejó de ir a la escuela, dejó de practicar deporte, se volvió retraído y empezó a hablar solo. Se reía en momentos inadecuados, mostraba procesos irracionales de pensamiento y, entre 1996 y 1997, su cociente intelectual bajó de 90 a 77. Tras ser detenido en noviembre de 1996, Percy Walton manifestó síntomas de una posible enfermedad mental. En llamadas telefónicas a su familia, insistía en que su madre era su hermana, y se refería a su padre como su hermano, a su abuelo como su padre y a su abuela como su madre. Dijo que había descubierto que tenía dos hermanos, cuando no tiene ninguno. Le dijo a su madre que él era la Abeja Reina y a su abuela que era Supermán. También dijo a otros familiares que era Jesucristo y que era millonario. Insistió en que volvería a la vida en cuanto lo ejecutaran y en que rescataría y devolvería la vida a su abuelo, que había muerto recientemente. Mientras estuvo en prisión preventiva, el abogado de Walton observó el comportamiento insólito de éste. Por ejemplo, en febrero de 1997, Percy Walton afirmó ser Percy Gunn (el padre de Walton) y el «Rey de Corazones». Durante una reunión posterior, Walton dijo a su abogado que si cerraba los ojos se volvía invisible. Estaba convencido de que saldría bajo fianza a pesar de que su abogado le aseguraba que eso no iba a suceder. Walton pedía un juicio rápido en el que pudiera demostrar su inocencia. Sin embargo, en julio declaró que quería declararse culpable porque la «silla [eléctrica] es para los asesinos». En una declaración jurada realizada en 1999, el abogado recordó que Percy Walton «no nos ayudó de forma significativa a preparar una defensa. A menudo era extremadamente difícil comunicarse con él, y había ocasiones en las que no estábamos seguros de si comprendía lo que le estábamos diciendo. Otras veces, por sus preguntas y por sus respuestas a mis preguntas, estaba claro que el señor Walton apenas entendía lo que le decía». El abogado recordó también que «no pudimos convencer al señor Walton de que no volvería a la vida» si era ejecutado. En julio, un psicólogo designado por el tribunal escribió que Walton articulaba sus pensamientos de manera incomprensible. Recomendó que fuera recluido en un hospital psiquiátrico seguro por considerar que era un peligro para sí mismo y para los demás. El tribunal rechazó esta recomendación. En una declaración jurada realizada en el 2001, el psicólogo escribió que los síntomas que presentaba Walton en julio de 1997 «coincidían con formas de esquizofrenia», pero que sin una evaluación más profunda no había podido establecer dicho diagnóstico. Asimismo, declaró que entonces opinaba, y ahora seguía opinándolo, que Percy Walton no estaba capacitado para ser sometido a juicio. Sin embargo, no fue citado para testificar a este respecto después de que el tribunal ordenó que Walton fuera examinado por un psiquiatra del hospital estatal, quien determinó que Percy Walton era apto para ser juzgado. En septiembre de 1997, Percy Walton dijo a su abogado que quería declararse inocente y tener un juicio con jurado porque no era culpable. Días después volvió a admitir su culpabilidad. Al final de ese mes, cuando le preguntaron si iba a declararse culpable o inocente, se negó a hablar, y respondió escribiendo la palabra «silla» en un trozo de papel. Dijo a sus abogados que quería ser ejecutado para «volver a la vida y poder estar con sus “muñecas”». En octubre de 1997, ante el tribunal, Percy Walton se declaró culpable de los asesinatos, y el juez aceptó su declaración de culpabilidad. Los procedimientos entonces pasaron a la fase de determinación de la pena. Durante la vista, Percy Walton se rió, sonrió e hizo señas a los miembros de su familia. Incluso se rió durante el testimonio de una de las nietas de los Hendrick sobre las repercusiones que, como víctima, había tenido el crimen sobre ella. El segundo día de la vista, tras una pausa, Percy Walton se negó a volver a la sala porque le habían «faltado al respeto». Entonces lo rociaron con gas macís y lo llevaron de vuelta a la sala encadenado. El abogado de oficio que defendió a Percy Walton decidió no ofrecer una defensa basada en la salud mental contra la pena de muerte, y en su lugar presentó testimonios de que su cliente era un joven que solía ser amable, tranquilo y respetuoso y que había asumido la responsabilidad de los tres asesinatos. El juez dictó tres condenas de muerte contra Walton. En 1999, un psiquiatra, un neuropsicólogo y un neurólogo evaluaron la salud mental de Percy Walton para su apelación. En opinión de todos ellos, Walton sufre esquizofrenia crónica severa y probablemente ya sufría esta enfermedad mental en el momento del delito. INFORMACIÓN GENERAL Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos. Hoy día, 112 países son abolicionistas en la ley o en la práctica. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha pedido en repetidas resoluciones a todos los países retencionistas que no impongan o ejecuten la pena de muerte contra personas que sufran cualquier forma de trastorno mental. Desde que reanudó las ejecuciones en 1977, Estados Unidos ha dado muerte a más de 850 hombres y mujeres. Virginia es el estado que ocupa el segundo lugar en el número de ejecuciones llevadas a cabo en el país, con 88 presos ejecutados. En 1999, el entonces gobernador de este estado, James Gilmore, conmutó la condena de muerte de Calvin Swann por la esquizofrenia que éste sufría desde su adolescencia. ACCIONES RECOMENDADAS: Envíen llamamientos para que lleguen lo más rápidamente posible, en inglés o en su propio idioma, utilizando sus propias palabras: - manifestando su apoyo a los familiares de Elizabeth y Jesse Hendrick y de Archie Moore, y explicando que no pretenden menospreciar el sufrimiento que sus muertes han causado; - manifestando su oposición a la ejecución de Percy Levar Walton; - expresando preocupación por los indicios que sugieren que Percy Walton sufría una grave enfermedad mental en el momento del delito y del juicio, y porque al juez encargado de dictar condena no se le presentó ninguna prueba atenuante relativa a la salud mental del acusado; - subrayando que las evaluaciones realizadas por expertos después de la condena han concluido que Percy Walton sufre esquizofrenia; - señalando las repetidas resoluciones adoptadas por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas contra el uso de la pena de muerte contra personas que sufran algún tipo de enfermedad mental, y alabando la decisión del gobernador James Gilmore de conmutar la condena de muerte de Calvin Swann a causa de su esquizofrenia; - pidiendo el indulto para Percy Walton, en aras de la moral y por el bien de la reputación de Virginia. 2 LLAMAMIENTOS A: Gobernador de Virginia Governor Mark R. Warner State Capitol, 3rd Floor Richmond, Virginia 23219, EE. UU. Telegramas: Governor Mark R Warner, Richmond, Virginia, EE. UU. Fax: +1 804 371 6351 Correo-E. (a través del sitio web): http://www.governor.state.va.us/Contact/email_form.html Tratamiento: Dear Governor / Señor Gobernador COPIA A: los representantes diplomáticos de Estados Unidos acreditados en su país. También pueden enviar copia de sus llamamientos o cartas breves de preocupación (de no más de 250 palabras) a: Letters to the Editor, Richmond Times-Dispatch, Box 85333, Richmond, Virginia 23293, EE. UU. Fax: +1 804 819-1216. Correo-E.: letters@timesdispatch.com ENVÍEN SUS LLAMAMIENTOS INMEDIATAMENTE. 3