Los antiguos indígenas llegaron a tener un entendimiento del reino

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Los antiguos indígenas llegaron a tener un entendimiento del reino vegetal
más extenso que cualquier otro, como las matemáticas y la astrología. Siglos de
observación de plantas llenaron de sabiduría a los indígenas en la época
prehispánica. La domesticación de plantas y el descubrimiento del cultivo hicieron
que los antiguos mesoamericanos tuvieran sustento alimenticio alrededor de todo
el ciclo anual. Un gran respeto por el suelo, ofrendas, y rituales, además de las
condiciones geográficas y climáticas, hicieron del cultivo el mayor sustento
alimenticio para las poblaciones de Mesoamérica.
Si no hubiese existido el maíz, el amaranto hubiera sido el alimento más
sagrado y abundante de las poblaciones mesoamericanas. Esta planta contiene
mayor cantidad de proteína que el maíz. Otros cultivos primordiales para la
supervivencia de los mesoamericanos fueron el frijol, el cual era un gran completo
alimenticio por sus aminoácidos y sus proteínas, las semillas de calabazas,
esenciales para los moles, y la chía, semilla abundante la cual duraba meses sin
descomponerse y de la cual se obtenía aceite para guisar. El conocimiento
ancestral del reino vegetal incluyo en su dieta a los quelites, o hierbas
comestibles. Algunos de estos quelites fueron utilizados por sus propiedades
aromáticas más que por su valor nutrimental. Añadían tonalidades amargas y
agrias a los guisos y caldos, lo cual era muy agradable al paladar indígena. El
huazontle, epazote, y quintonil fueron de los quelites más destacados en la época
prehispánica. Igual se aprovechaban las flores de varias plantas, las cuales eran
de un sabor exquisito y sutil, las cuales se usaban para rellenar tamales o
simplemente en guisos. Alunas de estas flores eran la flor de calabaza, la flor de
yuca, la del maguey y la del frijol. Los indígenas no desperdiciaban ninguna parte
de las plantas, incluso las raíces de ciertas plantas también formaron parte de su
alimentación. La dieta de los indígenas se basaba en sus recursos naturales, los
cuales eran y siguen siendo abundantes en la zona de la antigua Mesoamérica.
Tras la llegada de los españoles gran variedad de productos fueron introducidos a
las dietas de los indígenas, pero ninguno pudo remplazar a nuestros. Es verdad
que la variedad de productos traídos por los españoles fueron de gran uso en la
dieta de los mesoamericanos.
Con el paso del tiempo se han ido incorporando más y más productos
comestibles a nuestras dietas, y con esto se han ido remplazando algunos
productos que en épocas antiguas eran sagrados por una razón: es lo que la tierra
les brindaba, y solo la tierra brindaba alimento. La industrialización de los
alimentos ha logrado que la mayoría de la población perdiera esa conexión entre
el hombre y la tierra. La facilidad de producción y accesibilidad a productos en
cantidades masivas ha hecho que remplazamos algunos productos que vemos
hoy en nuestras mesas.
La falta de necesidad de cultivar nuestros propios alimentos nos ha
convertido en ignorantes en cuanto a por que comemos lo que comemos. Lo que
sí es muy cierto también es que tenemos productos de la época prehispánica que
jamás podrán ser sustituidos y con los cuales nos identificamos como mexicanos.
El mejor ejemplo de esto es el chile. El chile era, es, y seguirá siendo nuestro
alimento emblemático, al igual que toda la milpa. Ninguna comida indígena estaba
completa sin condimentos y salsas. El enchilarnos es un placer para nosotros los
mexicanos, no podemos pensar en una comida (ya sea desayuno, almuerzo, o
cena) sin la presencia del chile. Es muy importante regresar a nuestras raíces y
rescatar nuestros regalos que la tierra nos brindó desde siglos atrás, gracias a los
cuales sobrevivimos y logramos poder llegar a ser el país que ahora habitamos.
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