El proyecto se centra en el estudio del surgimiento de la

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Sitio arqueologico Piedras Blancas: economia y sociedad en el Valle de
Ambato, Catamarca, Argentina
Andrés Laguens1
RESUMEN
Se sintetizan los avances logrados en el proyecto arqueológico del Valle de Ambato,
Catamarca, Argentina, donde se intenta la reconstrucción de los procesos sociales,
económicos y simbólicos que condujeron a la formación de una sociedad caracterizada por
la heterogenidad y la desigualdad social, tomando como caso de estudio la manifestación
local de la cultura Aguada. Planteado ello en términos del estudio del cambio sociocultural, se han analizado los sistemas tecnológicos de producción y de obtención de
recursos económicos, tratando de determinar sus condiciones, contexto y formas de uso.
Por otro lado, se analizó la distribución diferenciada de la producción material en las
distintas variedades de espacios construidos. Se trata de entender luego los modos en que se
pueden haber producido los cambio locales que configuraron Aguada en Ambato.
ABSTRACT
They are summarized the most recent outcomes of the Ambato Archaeological
Project at Catamarca, Argentina, which aims are the reconstruction of those symbolic,
economic and social processes that lead to a new social organization characterized by
heterogeneity and social inequality, taking as case study the local development of Aguada
culture. The problem is faced in terms of social change and so have been studied
technological systems of production and economic resources acquisition, trying to state
their modes, contexts and conditions of use. On other hand, it has also been analyzed the
differential distribution of material production within different built spaces. Finally, it is
advanced a proposal of the ways in which local changes shaped Aguada at Ambato.
PALABRAS CLAVES: cambio social, desigualdad social, sociedades complejas, recursos
materiales.
Introducción
Piedras Blancas es el nombre con que hemos designado los integrantes del Proyecto
Arqueológico Ambato a un sitio arqueológico correspondiente al desarrollo de la cultura
Aguada en el Valle de Ambato, en la Provincia de Catamarca, Argentina, entre
aproximadamente los siglos III y X d.C. Durante los últimos cinco años nos hemos
1
CONICET - Museo de Antropología U.N.C.
Av. Hipólito Irigoyen 174, 5000 Córdoba, Argentina
e-mail: laguens@ffyh.unc.edu.ar
planteado como un problema importante a estudiar el tema de la desigualdad social, su
origen y desarrollo, y para ello se han llevado trabajos de excavación y diversos análisis
que apuntan a satisfacer esta meta de estudio, luego de varios años de trabajos previos en la
zona por el mismo equipo (Heredia 1998; Pérez y Heredia 1987).
El estudio de la desigualdad social se plantea desde una perspectiva que asocia esta
modalidad en la organización social a procesos de diferenciación y de heterogeneidad
creciente en diversas esferas humanas, materiales e inmateriales, y que habitualmente son
englobados bajo el concepto de complejidad social (Blanton 1994, MacGuire 1983,
MacGuire y Saitta 1998, Rowlands 1989, Tainter 1988).
Este estudio toma a la cultura de la Aguada en particular como caso clave de análisis,
en tanto aparece hasta ahora como una de las primeras manifestaciones del Noroeste
argentino donde dichos procesos alcanzaron un desarrollo significativo y duradero,
abarcando varios ámbitos geográficos, cada uno con modalidades propias, y estableciendo
asimismo nexos más allá de estos ámbitos regionales.
El estudio de la problemática de la diferenciación social como uno de los aspectos de los
procesos de complejización en sociedades no estatales, centraliza aquí el análisis en cinco
campos específicos, que consideramos a priori como estrechamente vinculados con el cambio
social, mutuamente entrelazados y, a su vez, susceptibles de análisis desde el registro
arqueológico. Estos campos son: la tecnología, el espacio construido, la economía, las
personas y la ideología.
En trabajos previos hemos puesto el énfasis en determinar si era posible considerar la
existencia de una organización social de tipo compleja dentro de Aguada a partir de otras
variables y métodos distintos a los habitualmente considerados (Assandri y Laguens 1999,
Laguens y Juez 1999, Marconetto 2000), ya que tradicionalmente uno de los criterios más
fuertes en la caracterización de Aguada como una sociedad compleja ha partido de la
calidad de la producción artesanal, la riqueza de su estilo decorativo y su misma
complejidad iconográfica, en tanto manifestación material de cierta maestría que
supuestamente sólo sería alcanzable dados ciertos grados de complejidad social. Este
supuesto ha permitido luego proyectar un criterio de complejidad hacia otros aspectos
materiales, como la funebria, la arquitectura u otras producciones materiales que, en
definitiva, realimentaron circularmente una caracterización, que si bien muy probablemente
fuera acertada, resultaba altamente intuida. No negamos la existencia de “complejidad” en
Aguada, sino simplemente que resultaba un concepto muy amplio, de un espectro de
variabilidad extenso, que para nuestros fines requería una mayor precisión y, a su vez,
cierta certidumbre de contrastabilidad independiente. Mayor precisión, en cuanto
aceptamos que si bien la complejidad puede conceptualizarse como una variable continua
donde sería ingenuo intentar establecer gradaciones, al menos podrían establecerse
parámetros de comparación en base a diversas unidades descriptivas (por ejemplo, cantidad
de partes intervinientes, heterogeneidad de sus componentes, diversidad, riqueza, etc.). Si
queríamos estudiar un proceso social, cuyo resultado fue un estado de cosas que podemos
caracterizar como una organización de tipo compleja, no podíamos partir de un supuesto:
era necesario primero optar por una definición de complejidad, luego determinar si dicha
sociedad era compleja o no y, si así lo era, con qué criterio y cómo podríamos caracterizar
la complejidad de su organización y materialidad.
En el estado de avance actual de los trabajos, junto con la perspectiva que
comparativamente brindan los avances recientes en el conocimiento de Aguada en otras
zonas o sitios (como los de Kriscautzky 2000a, 2000b, Kriscautzky y Togo 2000, Gambier
2000, González 1998, Gordillo 1996, Kusch 2000, Kusch y Gordillo 1987, Callegari et al.
2000, Manasse 2000, Sempé 1998, entre otros) podemos hablar con cierto respaldo que
Aguada, particularmente en Ambato, fue al menos una sociedad con una organización que
marcaba diferencias entre sus componentes y más heterogénea que otras que la
antecedieron en el mismo lugar. Esta fue una organización social y política novedosa para
su época y región, que incluyó la modificación de las relaciones entre las personas, las
cosas y la naturaleza. Fue una nueva forma de vida asociada a una intensificación de la
economía, una diversificación de los roles sociales y una mayor definición de las
desigualdades entre las personas, desigualdades probablemente hereditarias (Pérez Gollán
et al. 2000, Pérez Gollán 1991, 1994).
Una cuestión fundamental que nos interesa resolver en términos de registro
arqueológico, y en referencia a estos procesos de diferenciación, es analizar cuáles son los
componentes o factores intervinientes y cómo son y van cambiando sus interrelaciones. En
particular para Ambato, nos preocupa saber cómo fue dicho proceso, cómo incidió en las
formas de vida de la gente, cómo fue manejado por las personas desde distintas posiciones
sociales, en la vida y la muerte, y qué rol cumplieron cada uno de los ámbitos de estudio
seleccionados. En una segunda etapa nos interesará la culminación de estos procesos, la
desestructuración de una organización social y su cambio a otras nuevas formas.
Antecedentes
En general, cuando se ha considerado el surgimiento de Aguada como una entidad
social propia se ha señalado su relación ancestral con la cultura Ciénaga y, en cierta
medida, también con Condorhuasi. Quizás la sentencia que mejor resume esta hipótesis es
aquella de González (1998) donde afirma que donde no existieron Ciénaga y Condorhuasi
“no se formó Aguada”2 una verdad notable, más allá de la interpretación particular que se le
de a la misma. La cuestión es cómo se “formó” Aguada en relación a aquellas otras dos.
En general, los modelos planteados hasta el presente han seguido una línea
genético-evolucionista, con diversos factores explicativos participantes: invasión de otras
poblaciones (Nuñez Regueiro y Tartusi 1993, 2000), conquista (Sempé 1998), migración
(Nuñez Regueiro y Tartusi 1993, 2000; Pérez y Heredia 1987; Pérez Gollán 1991), difusión
(González 1961-4, 1979, 1998), evolución social (González 1998), síntesis de confluencias
culturales (Gordillo y Kusch 1987, Nuñez Regueiro y Tartusi 1987, 1993, 2000), cambios
estructurales (Haber et al. 2000) o cambios económicos en distintas esferas (Pérez et al.
2000, Pérez y Laguens 2000).
La información disponible hace pensar que hubieron distintos modos en que Aguada
fue gestándose como algo diferente o en una nueva entidad, consecuencia de lo cual el
proceso y su resultado adquirieron modalidades regionales propias; mejor dicho, cada
proceso en su ámbito local habría seguido trayectorias particulares – análogas o no a otras,
“...entre las culturas tempranas hay dos cuyo aprte es decisivo en la aparición de
ésta [Aguada]: Condorhuas-Alamito y Ciénaga. Ya en nuestro viejo trabajo las
señalábamos como las bases sobre las que se desarrolla Aguada (González 1961-64, p.
247)...Hemos hecho notar que donde estas culturas no existieron, no se formó la
cultura de La Aguada” (González 1998: 254, énfasis original)
2
independientes o no de otras – produciendo variaciones materiales peculiares de un mismo
modo de vida histórico más integral que llamamos Cultura Aguada (González 1998, Nuñez
Regueiro y Tartusi 1993, 2000).
En lo que respecta en concreto al Valle de Ambato, hemos estado indagando en los
últimos años en torno a modelos teóricos que sostienen la concurrencia de diversos factores
en la conformación de estructuras complejas en una sociedad (Pérez et al. 2000). Una de
tales situaciones pudo haberse dado en la interacción entre la organización política y la
social, junto con el soporte ideológico y económico, participando todos recursivamente en
la transformación material y estructural de la sociedad en distintas escalas, desde los
individuos, pasando a lo grupal o hasta lo social como un colectivo.
El problema
Al observar los resultados de etapas previas de la investigación y tratar de responder
dicha serie de interrogantes, siempre nos ha llamado la atención que se obtiene la impresión
como si en un momento dado se produjera una especie de ruptura en la continuidad
registrada en los modos en que se venían haciendo ciertas cosas y se hubieran producido
una serie de cambios profundos. Estos se manifiestan de diversa forma y en distinto grado
en múltiples aspectos del registro, a tal punto que hacen sospechar que correspondieran a
una nueva forma de organización, establecida exitosamente en un lapso breve y no en una
incorporación paulatina o reemplazo de ciertos elementos por otros, diferenciada
básicamente por la presencia de Aguada.
Los elementos característicos de Aguada se manifiestan en los sitios del Valle
siempre de manera definida, nunca transicional, como algo netamente formado desde su
inicio y que cubre o abarca a todos los aspectos de la sociedad, coexistiendo con otros que
perduran, pero en definitiva configurando desde el punto de vista de la arqueología un
conjunto material distinto del anterior, más diverso, con mayor heterogeneidad y con
numerosos componentes novedosos, así como con una presencia cuantitativamente más
alta. Una impresión similar ya había sido expresada por González al considerar que Aguada
en Ambato aparece de forma “explosiva” en contraste con el Valle de Hualfín y otras
regiones, donde sostiene que habría existido una verdadera transición (González 1998:
260).
En función de todo ello, resurge entonces como un eje clave en el análisis una
problemática antropológica clásica y que es la idea de cambio. Se trata de un término
genérico que puede ser asociado a lineas teóricas de la antropología cultural norteamericana
de las décadas de 1950 y 1960, replanteado en la Nueva Arqueología con la idea de
proceso, aproximable en líneas marxistas a la idea de transformación, o en la actualidad con
conceptos de evolución. Nuestro planteo aquí tiene sus raíces en una preocupación
vinculada con las formas de organización y su desenvolvimiento, tanto en la práctica
sincrónica como en el tiempo (Laguens 1999) sosteniendo que el término cambio puede
resultar abarcativo para distintas situaciones organizacionales si queremos entender su
acción y trayectorias.
Podemos partir de la postulación de al menos dos dimensiones básicas para el
análisis del cambio: alcance y modalidad.
El alcance se puede entender como la escala de acción del cambio y se refiere a la
envergadura de la incidencia producida por la acción del cambio sobre los diversos
aspectos de la sociedad. Básicamente definimos dos alcances posibles: global y parcial,
diferenciados en tanto en el primer estado la acción y el efecto del cambio tenderán a
abarcar todos los ámbitos posibles, mientras que el segundo sólo comprenderán a algunos
entre el total. En particular para nuestro estudio nos interesará el alcance del cambio sobre
los ámbitos de interés planteados, en tanto ello nos dará pistas sobre aquellos elementos
claves intervinientes en el cambio desde el punto de vista del registro arqueológico.
Modalidad se refiere a la forma en que se manifiestan los cambios, distinguiendo dos
modos posibles: progresivo y abrupto. En el primer caso, los cambios se van produciendo
de manera gradual o paulatina, de forma lenta y acumulativa, posiblemente imperceptible
en el corto plazo; mientras que en el otro modo, el cambio tiende a ser brusco, contrastante
y se realiza en un tiempo relativamente breve, que puede percibirse como precipitado.
La combinación de las variedades posibles de alcance y modalidad permiten formular
de manera teórica cuatro opciones en que pensamos podría registrarse el cambio (Tabla 1):
de un modo progresivo de incidencia global (opción 1), bien de incidencia parcial (opción
2), o de un modo abrupto de alcance global (opción 3) o sólo parcial (opción 4). Luego,
cada una de estas opciones abrirá expectativas diferentes en lo que respecta al registro
arqueológico, tanto en la búsqueda de información como en su interpretación.
Tabla 1: Posibilidades combinatorias de modalidad y alcance del cambio
ALCANCE
MODALIDAD
Global
Parcial
Progresivo
1
2
Abrupto
3
4
La estrategia que nos planteamos entonces fue tomar los cinco ámbitos de análisis
planteados a priori como significativos (el sistema tecnológico, el espacio construido, la
economía, las personas y la ideología) como si fueran campos de conjunción de aquellos
factores potencialmente participantes en los procesos de cambio, bajo distinta forma y
probablemente en distinto grado, para luego analizar las cualidades de cambio registrada - o
no - en la matriz arqueológica. Entendimos que esto nos ayudaría a comprender los
procesos de diferenciación social particulares ocurridos en Ambato y entender una de las
formas posibles en que se transforman o modifican las sociedades.
Diseñamos para ello una estrategia metodológica que consistió básicamente en
atacar el problema simultáneamente desde varios frentes y para distintos momentos
cronológicos. Luego entrecruzamos y comparamos la información para ir respondiendo los
interrogantes planteados. Cada integrante del equipo de trabajo asumió la responsabilidad
de uno de esos campos, algunos de cuyos resultados se presentan en este volumen (trabajos
de Andersson, Assandri, Bonnin, Caro, Cruz, Fabra, Hierling, Juez, Marconetto, Pérez y
Zaburlin). Como caso de estudio central se tomó al sitio Piedras Blancas, y a los fines
comparativos, la información se completó luego con otros sitios excavados con
anterioridad, tanto monticulares (El Altillo y Martínez 3), como con construcciones
(Martínez 1, Martínez 2, Martínez 4, Sitio LR99) y con los resultados de prospecciones
intensivas, incluyendo un registro de aproximadamente 300 sitios (Assandri 1991, 1999;
Avila y Herrrero 1991; Federici 1991; Heredia 1998; Herrero y Avila 1991, 1993; Juez
1991).
El sitio
El sitio Piedras Blancas se ubica en el fondo del valle, sobre la segunda terraza de la
margen derecha del río de los Puestos, a una distancia menor a los 100 m. Por su lado Norte es
delimitado, a unos 100 m., por un arroyo de regimen temporario. A nivel superficial, presenta
un suelo húmico con una cubierta vegetal herbácea y un bosquecillo mixto de algarrobos
(Prosopis sp.), chañar (Geofrea decorticans), viscote (Acacia visco), sombra de toro (Jodina
rhombifolia), molle (Schinus sp), tala (Celtis sp.), y otras especies menos representadas. Está
afectado por procesos de formación naturales, fundamentalmente erosión eólica e hídrica, y
por la acción de las vizcachas, presentando sectores intrasitio de diferentes grados de
alteración3.
Es un sitio al aire libre monticular con construcciones, que tiene una alta visibilidad y
baja obstrusividad. Sus dimensiones aproximadas son 100 m. en dirección Este-Oeste, por 80
m. en sentido Norte-Sur, conformando un rectángulo. En principio el sitio fue dividido en dos
partes en relación a la presencia de estructuras de paredes de piedra. Estas se agrupaban en la
sección más cercana al río, es decir la mitad Este; hacia el Oeste se localizaba la elevación
designada como montículo-basurero. Luego esta segmentación fue pormenorizada en función
de los objetivos de la excavación y del planteamiento de las cuadrículas (para más detalle en la
descripción del sitio y un plano del mismo, ver Caro en este volumen). En el relevamiento
previo a la excavación, fueron registradas las construcciones que se organizaron a partir de lo
que se determinó como el eje para ser descriptas, que fue la pared de piedras de cuarzo blanco
canteado que corre de Norte a Sur por un tramo de 39 m. aproximadamente. En relación
espacial contigua, hacia el lado Este, hay dos recintos adosados alineados de 20 m. por 19 m.
de lado cada uno. Las técnicas constructivas combinan dos técnicas como la pared de columna
de piedra y barro y pared simple de piedra canteada. En una ubicación más al Norte, se
localizaba un recinto aparentemente no adosado, de paredes con columnas de piedra y barro.
Hasta la actualidad se han practicado excavaciones en cuatro de estos recintos (ver artículos de
Caro y de Zaburlin en este volumen). En superficie se recuperaron materiales cerámicos y
líticos dispersos y heterogéneos.
3
En cuanto a los procesos de formación culturales, cuando se hizo el relevamiento del sitio en 1993, no
se registraron alteraciones importantes, ya que la práctica en ese momento era el pastoreo extensivo.
Sin embargo, para 1996, esta situación había cambiado substancialmente. El campo “La Rinconada”,
que es la estancia en donde se ubica el sitio, había sido adquirido por otros propietarios y, en función de
un proyecto de explotación diferente, se habían comenzado a realizar tareas de desmonte y quema para
dedicar las tierras al cultivo. En particular, el sector denominado montículo-basurero había sido
parcialmente removido en sus lados Sur y Oeste.
Resultados
Con el fin de presentar la información de manera sucinta se elaboró una tabla (Tabla
4) donde se mencionan los procedimientos técnicos seguidos, una síntesis de los resultados
obtenidos en la segunda columna y un comentario desde la perspectiva del cambio o la
continuidad en la tercera. Allí se resaltan con letra cursiva los elementos asociados con
Aguada que se configuran como novedosos. Mayor información y detalles se puede
consultar en los otros trabajos del Proyecto Ambato en este mismo volumen.
Con respecto a la cronología, en la Tabla 2 se transcriben todos los fechados en años
radiocarbónicos que han sido obtenidos hasta la actualidad en el sitio Piedras Blancas, junto
con dos calibraciones. Se puede considerar un lapso efectivo de ocupación del sitio entre
aproximadamente el años 600 d.C. hasta el 1100 d.C.
En cuanto a los otros sitios considerados (Tabla 3), las fechas radiocarbónicas
señalan 1900  70 años C14 para la base del sitio monticular El Altillo, 1770  90 años C14
para el sitio Martínez 1, 1700  60 años C14 para la capa 11 del montículo Martínez 3 y
1690  80 años C14 para el sector Oeste del sitio Martínez 2 y 1510  70 años C14 para el
sector Este del mismo (Juez y Assandri 1994; Bonnin y Laguens 1997). En el sitio Iglesia
de los Indios se han obtenido y publicado hasta la actualidad 8 fechados radiocarbónicos
(Gordillo 2000), con dataciones que abarcan un lapso entre los siglos III y IX d.C.4
Cabe aclarar que las consideraciones de la Tabla 4 son válidas para las ocupaciones
con Aguada en el Valle de Ambato, cuya antigüedad se remonta al siglo II d.C., en el sitio
Martínez 1, en un contexto plenamente Aguada y con todas las características de
continuidad e innovación que se describen en dicha tabla.
Tabla 2: Fechados radiocarbónico del sitio Piedras Blancas
EDAD
Años C14
A.P.
LAB
Nro1
PROCEDENCIA
LP 1223
Nivel 5 de la
Cuadrícula 21 del
Recinto Chico
LP 1090
Montículo, Sondeo
1, Nivel 15 (1,17 1340  40
m)
LP 1269
Sepultura 1 del
Recinto Alto
1370  70
1230  80
CALIBRACION
68.2% probabilidad
años Cal
CALIBRACION
95.4% probabilidad
años Cal
550 AD (1.00) 690
AD2
450 AD (0.02) 480 AD2
500 AD (0.98) 790 AD2
630 AD (1.00) 685
AD2
656 - 757 A.D.3
1193 -1294 A.P.3
670 AD (1.00) 820
AD2
600 AD (0.95) 720 AD2
740 AD (0.05) 770 AD2
631- 784 A.D.3
1166 - 1319 A.P.3
660 AD (1.00) 880 AD2
Se excluyen en esta consideración tres fechados sobre un mismo tronco que presentan
dataciones dispares (en cursiva en esta nota). Las dataciones obtenidas son (nota: no se
disponen de los datos de procedencia dentro del sitio en Gordillo 2000): 1250 ± 60 años
C14, 1710  45 años C14, 1800  80 años C14, 1650  75 años C14, 1420  50 años C14, 1180
 45 años C14, 1380  40 años C14 y 1260  40 años C14 (op. cit.: 19).
4
LP 1105
LP
LP
Montículo, Sondeo
1, Nivel 18 (1,50 1040  50
m)
Nivel 4 de la
Cuadrícula 23
1000  70
Pared Sur
Nivel 1 de la
Cuadrícula 27
920  70
(techo) del Recinto
Sudeste
890 AD (0.25) 920
AD2
950 AD (0.75) 1020
AD2
973 - 1038 A.D.3
922 - 977 A.P.3
860 AD (1.00) 1040
AD2
888 - 1159 A.D.3
791 - 1062 A.P.3
970 AD (1.00) 1160
AD2
890 AD (1.00) 1200
AD2
1020 AD (1.00) 1170
AD2
970 AD (1.00) 1250
AD2
1
Realizadas en el Laboratorio de Tritio y Radioacrbono (LATYR), CONICET- UNLP
OxCal. Stuiver, A. Long and R.S. Kra eds. 1993 Radiocarbon 35(1); OxCal v2.18 cub r:4
sd:12 prob[chron] (con offset de 40 años)
3
Programa REV 3.0.3., de acuerdo a Stuiver y Reimer 1993 (Radiocarbon 35: 215.230)
2
Tabla 3: Dataciones radiocarbónicas calibradas obtenidas en otros sitios del Valle de
Ambato dentro del Proyecto Ambato.
Tabla 4: Tabla sintética de estado de avance del Proyecto Ambato. En la primer columna
se señalan las variables en estudio y los procedimientos de análisis seguidos; en la segunda
columna se apuntan los resultados obtenidos y en la tercer columna observaciones
generales sobre los mismos.
VARIABLES/
TECNICAS
Sistema tecnológico
a. Producción
cerámica
- Taxonomía
- Cortes delgados
- Análisis de formas
- Inversión artesanal
- Estandarización en
la manufactura
- Iconografía
RESULTADOS
OBSERVACIONES
Presencia de clases cerámicas Aguada,
Ciénaga, Tricolor (N, R y B) y ordinaria sin
decorar en sitios con construcciones.
Dominancia de cerámica Ciénaga y Tricolor
en sitios monticulares, baja representatividad
de Aguada en capas superiores.
Uso de las mismas fuentes de
aprovisionamiento para Ciénaga y Aguada.
Procedimientos técnicos iguales para la
manufactura de Ciénaga gris y Aguada
negro.
Inversión artesanal alta en la manufactura
de Ciénaga y Aguada.
Inversión artesanal alta también en la
Organización de la
producción alfarera
en base a
procedimientos
estandarizados.
Inicio de
especialización.
Continuidad en
tradiciones
tecnológicas de
manufactura
cerámica: Ciénaga y
Tricolor
VARIABLES/
TECNICAS
RESULTADOS
manufactura de grandes vasijas Tricolor y
ordinarias.
Estandarización de formas en la
manufactura de pucos Aguada.
Estandarización en los procedimientos de
manufactura Aguada y Ciénaga.
Homología de formas de de pucos en
Ciénaga y Aguada
Innovación en los motivos decorativos de
cerámica Aguada
Nuevas formas en Aguada (piezas de tres
cuerpos)
Continuidad de formas y decoración en
urnas Tricolor.
Aumento de la variabilidad cerámica.
b. Producción lítica
- Taxonomía
- Etapas de
producción
- Canteras
- Talla
- Pulido
- Distribución
c. Sistema
constructivo
Fuentes de materia prima sólo locales
(cuarzo).
Fuentes localizadas: canteras en
afloramientos rocosos.
Etapas de producción primarias en sitios.
Ausencia de formatización secundaria de
material lítico tallado dentro de los sitios.
Tendencia expeditiva en la talla del cuarzo.
Distribución diferencial de lítico tallado por
sitio en cuanto a abundancia.
Distribución generalizada de formas
talladas entre los sitios.
Material lítico pulido en instrumentos de
molienda de distribución generalizada en
sitios.
Materia prima local (granitos) en la
confección de instrumentos pulidos.
Variabilidad en formas de instrumentos
pulidos de molienda.
Instrumentos pulidos posiblemente de uso
en metalurgia (técnicas orfebres).
Instrumentos pulidos de molienda con
colorante rojo en superficie.
Hachas pulidas con cuello.
Técnicas constructivas: paredes de tapia con
columnas de piedra; paredes de tapia con
OBSERVACIONES
Innovación temática
en la iconografía.
Nuevos discursos
gráficos
Tradición tecnológica
en la producción de
artefactos líticos
tallados y pulidos.
Continuidad en las
técnicas constructivas
VARIABLES/
TECNICAS
- Arquitectura
- Técnicas
- Morfología /
tipologías
- Techos
- Proceso
constructivo
d. Tecnología agrícola
- Tipología
- Técnica
constructiva
- Superficie
RESULTADOS
revestimiento de piedras tipo pirca; paredes
de tapia y revestimiento de piedras canteadas
con revoque rojo en interior.
Técnicas constructivas iguales a las de
Alamito.
Uso de adobes en construcción de muros.
Combinación de dichas técnicas
constructivas variadas en un mismo sitio.
Variación del tamaño de las columnas y
espesor del muro de acuerdo a su
emplazamiento (interno o perimteral).
Montículos con estructuras constructivas en
su base.
Sitios con remodelaciones sucesivas.
Combinación de técnicas constructivas
generando espacios diferenciados intrasitio.
Intencionalidad en el uso de revestimientos
de piedras (cuarzo o lajas) para generar
efectos visuales.
Uso de desniveles en la construcción de los
espacios intrasitio.
Combinación de técnicas constructivas en
morfologías novedosas y jerarquizadas en
complejidad.
Techumbres de triple entramado con
cubierta de torta de barro y paja.
Basamentos para postes con base de piedras
lajas y relleno de soporte lateral de piedras y
tiestos.
Sistemas de aterrazamiento en las cuencas
tributarias al río principal.
Sistema de aterrazamiento agrícolas con
muros de pirca para contención.
Superficie media de aterrazamiento: XX m2.
Construcción de represas sobre cauces de
arroyos.
Sistemas de acequias en relación a
vertientes naturales.
Aprovechamiento máximo del relieve
negativo en laderas pronunciadas de cuencas
tributarias.
Adecuación del diseño de los
aterrazamientos en función de las pendientes
OBSERVACIONES
Innovación en su
combinación
Innovación en el uso
del espacio
Innovación en la
conformación del
espacio habitable
Continuidad en el uso
de estructuras
monticulares.
Innovación
tecnológica en el
control hídrico
Innovación
tecnológica en la
infraestructura de
cultivo
Expansión de la
superficie cultivada
VARIABLES/
TECNICAS
RESULTADOS
OBSERVACIONES
y la sección del relieve negativo.
Sistemas de contención de escorrentía en
terrenos de poca pendiente sobre conos de
deyección.
Emplazamiento de los sistemas agrícolas en
relación a núcleos de sitios.
Distancia media entre los asentamientos y
los sistemas agrícolas no superior a 1 hora de
caminata.
d. Metalurgia
- Análisis químicos
- Procedencia
Materias primas de procedencia local
(Aconquija)
Bronce arsenical
Instrumentos fabricados por vaciado y
martilleo.
Agujas, pendientes, pinzas, cinceles, tubos.
Predominancia de estilo Aguada en objetos
óseos manufacturados.
e. Tecnología ósea
Innovación en el uso del espacio.
Innovación en la conformación de los
a. Organización de los espacios construidos.
asentamientos
Variación de los sitios en función de
- Sistemas de
intervalos de tamaños fijos (pequeños,
asentamientos
medianos y grandes).
- Clasificación
Cantidad de sitios inversamente
- Análisis de
proporcional a la clase de tamaño:
concentraciones
predominancia de sitios chicos.
- Análisis de
Mayor densidad de ocupación del espacio
distribución
con unidades de vivienda en el fondo del
- Polígonos de Thiessen valle.
Nucleamiento de los asentamientos en tres
unidades, conformando especies de aldeas.
Distribución al azar dentro de cada núcleo.
Mayor aglomeración de los sitios pequeños.
Aumento de la
diversidad de formas
de artefactos
metálicos
Generalización en la
distribución de
artefactos metálicos
utilitarios
Aumento de la
inversión artesanal
en la producción de
artefactos óseos
Espacio
Aumento de la
cantidad de sitios
Aumento del tamaño
de sitios
Mayor
especialización del
espacio
Uso de la
arquitectura como
medio material de
señalar diferencias
sociales
VARIABLES/
TECNICAS
RESULTADOS
Jerarquización del espacio en base a varios
criterios simultáneos:
a. en función de las distancia entre sitios.
b. en función del tamaño.
c. en función de la distancia al río
principal del valle.
Jerarquización del espacio dentro de cada
núcleo en áreas de exclusión e inclusión de
sitios por clases.
Alineamiento de los sitios dentro de cada
núcleo posiblemente en función de redes de
comunicación de orientación Norte-Sur.
Sectorización de los sitios de acuerdo a
áreas construidas y espacios libres entre
construcciones.
Presencia de galerías techadas.
Especialización en las funciones de los
sitios (domésticos y públicos/ceremoniales)
Distribución diferencial de actividades en
función de áreas intrasitio.
b. Distribuciones
Sectorización en patios, recintos techados,
espaciales Sitio Piedras recintos con galeria y patio interno.
Blancas
Jerarquización de los espacios por técnicas
constructivas (paredes recubiertas de piedras,
1. Sector II: con
paredes de tapia con columnas) y desniveles.
construcciones.
Mayor variabilidad artefactual en sectores
- Distribución intrasitio destacados del sitio
- Areas de depositación Entierros de párvulos y llamas fundacionales
/actividad
en bases de muros.
Areas de almacenamiento dentro de
recintos.
Emplazamiento de vasijas grandes (80 a
120 litros de capacidad de almacenamiento)
en sectores laterales de los recintos, algunas
con soportes de piedras.
Posiblemente desarrollo de actividades
textiles en Piedras Blancas dentro de recinto
destacado por su tipología constructiva y
emplazamiento elevado dentro del sitio.
Entierro de infante en este sector destacado
del sitio Piedras Blancas.
Distribución de bienes con inversión
artesanal alta como posibles ofrendas.
Artefactos sobre hueso con decoración
OBSERVACIONES
Valor social del
espacio como bien de
prestigio
Mayor diferenciación
/ segregación /
espacial intrasitio a
mayor riqueza, status
social o whatever
Aumento de la
capacidad de
almacenamiento
VARIABLES/
TECNICAS
RESULTADOS
OBSERVACIONES
Aguada en dicho recinto.
Estructuras de combustión.
Presencia de techos quemados y caídos en
la mayoría de los sitios con construcciones.
Asociación entre cerámica Aguada,
Ciénaga, Tricolor y Ordinaria en todos los
recintos excavados.
2. Sector I: Montículo
- Secuencia de
depositación
- Taxonomía
- Análisis multivariado
- Función
Alta visibilidad, sin construcciones en
superficie.
Cerámica predominantemente Ciénaga,
Tricolor y Ordinaria, muy baja cantidad de
Aguada.
Restos óseos, metal y lítico.
Fragmentos de restos óseos humanos.
Restos de un párvulo.
Alta densidad de material y potencia
estratigráfica (ca. 2 m).
Baja tasa de remontaje.
Distintos eventos de depositación marcados
por ascensos en la densidad de material (al
menos tres).
Estructura rectangular de adobes.
Carbones dispersos y concentraciones de
cenizas y carbones sin llegar a formar
estrucuras de combustión.
Paisaje
Uso de las formas naturales elevadas del
terreno para resaltar sitios con construcciones
(lomadas, barrancas).
Intencionalidad en el emplazamiento de los
sitios más grandes y con mayor inversión
constructiva en relación al río principal,
logrando una jerarquización arquitectónica
del paisaje.
Construcción de una paisaje económico en
oposición al natural en base a las prácticas
agrícolas (terrazas, chacras, represas, etc.)
Construcción de un paisaje social en base a
unidades domésticas y públicas.
Configuración de un paisaje culturalizado
de impacto visual y físico sobre el ambiente.
Continuidad en el uso
del montículo
Continuidad en las
actividades
ejecutadas en
referencia al
montículo
Espacio físico como
marcador de
diferencias
Conformación de un
nuevo espacio social
Conformación de un
nuevo espacio
económico
Definición de un
nuevo paisaje
VARIABLES/
TECNICAS
RESULTADOS
OBSERVACIONES
Individuos
- Análisis mortuorio
- Bio-antropología
- Prácticas funerarias
- Variabilidad en
tumbas
- Represetaciones de la
muerte
- Población
Variabilidad marcada en la formas de
enterratorios.
Diferencias significativas en el tratamiento
mortuorio de los niños.
Entierros directos de niños en fosas simples
por debajo del piso de ocupación o las
paredes, con ofrendas.
Entierro directo de niño en fosa simple sin
ajuar por debajo del piso de ocupación.
Niño de corta edad (6-8 años) con
deformación craneana intencional.
Entierro primario de adulto en fosa simple,
posición extendida, contiguo a recinto.
Entierro múltiple (NMI=8) en fosa tipo
osario, con esquelto de llama articulado
asociado.
Diferencias de entierros de párvulos como
manifestación de identidad social adquirida.
Restos óseos humanos producto de prácticas
sacrificiales en contextos domésticos y
públicos/rituales.
Prácticas funerarias de caracter secundario
que evidencian voluntad de conservación.
Restos óseos humanos en contextos
domésticos como reliquias (asociados a
vasijas y camélidos).
Aumento de la densidad de población.
Economía
a. Zooarqueología
- Taxonomía
FALTA
- Análisis cuantitativo
- Partes esqueletarias
- Distribución intra-sitio
- Caza
- Pastoreo
- Caravaneo
Diferenciaciones en
el tratamiento de las
personas en la muerte
Status heredados
Valorización y/o
categorización
diferencial de los
personas
Expansión de la base
económica
Restricción en el
acceso a recursos
animales
Distribución
discriminada de los
recursos
b. Antracología
- Taxonomía
Consumo de especies de fisonomías
Continuidad en el uso
VARIABLES/
TECNICAS
- Prácticas consumo
- Areas de
aprovisionamiento
- Techos
c. Etnobotánica
- Determinación
semillas
d. Agricultura
- Intensificación
- Almacenamiento
Ideología
RESULTADOS
OBSERVACIONES
vegetales circundantes como combustibles
domésticos.
Radios de aprovisionamientode combustible
locales, cortos, no más de 1 hora de
caminata.
Bajo grado de selección: predominancia de
acacias (Prosopis sp.).
Presencia de consumo de cebil
(Anandenanthera sp.) en montículos para
combustión, procedente de otra zona
ecológica.
Selección en el uso de maderas como
materia prima para techos.
Area de aprovisionamiento en este caso
extendida a otra zona ecológica distinta a la
de los asentamientos (40 km distancia):
yungas.
Selección de las maderas para techos en
función de su fuste.
Utilización de maderas locales (Prosopis
sp.) para la cobertura de los techos, de
posible renovación periódica.
de recursos forestales
locales
Consumo de maíz
Almacenamiento en vasijas grandes
ordinarias o tricolores de entre 60 y 120
litros.
Ubicación de las vasijas dentro de recintos
en unidades residenciales.
Almacenamiento de frutos recolectados
(chañar – Geoffrea decorticans).
Posibles estructuras de almacenamiento
subterráneas de paredes, fondo y tapa de
piedras lajas, como fosas.
Ubicación de fosas en patios de unidades
residenciales.
Capacidad de almacenamiento aproximada
de 1000 litros.
Expansión de la superficie cultivada.
Control del acceso a recursos hídricos
Ampliación de los
radios de
aprovisionamiento de
maderas (si?)
Incorporación de
nuevas variedades de
maíz
Complejización del
sistema agrícola de
producción y
almacenamiento
Intensificiación de la
producción
Continuidad en el uso
de recipientes
alfareros (urnas
Tricolor) como
depósitos
Aumento de la
infraestructura de
VARIABLES/
TECNICAS
- Análisis mortuorio
- Prácticas rituales
- Montículos
- Tratamiento de la
muerte
- Iconografía
- Localizaciones intrasitio
RESULTADOS
OBSERVACIONES
permanentes y estacionarios.
Utilización de bienes y estructuras de
almacenamiento.
almacenamiento
Entierros fundacionales humanos (niños) y
animales (llamas) en recintos.
Posible sacrificio de párvulo enterrado en
contexto fundacional, con ajuar.
Ajuar compuesto de cerámica, óseo, metal y
minerales.
Garra de jaguar como ofrenda.
Uso de pigmento rojo en asociación a la
muerte: disperso, en panes o sobre objetos de
ajuar.
Sacrificios humanos, mayoritariamente
mujeres jóvenes.
Combustión de materia orgánica en pucos o
platos cerámicos como ofrendas rituales en
relación a entierrro de niño en recinto.
Posible distribución intra-recinto de pucos
Aguada como ofrendas.
Marca de estructura para poste a manera de
posible hito señalando presencia de
enterratorio.
Uso ceremonial de montículos
Continuidad en
prácticas rituales
(ajuares / ofrendas)
Cronología
- Absoluta
- Relativa
- Pisos de ocupación
- Secuencias
- Dataciones C14
Lapso de datación del sector II sitio Pïedras
- Estratigrafía
Blancas: 600 – 1100 d.C.
- Procesos de formación Lapso de datación del Montículo: 650- 950
- Análisis de
d.C.
depositación
Lapso de datación de Aguada en Ambato:
200 – 1200 d.C.
Lapso de datación de Ciénaga en Ambato:
200 – 1200 d.C.
Lapso de datación de cerámica Tricolor en
Ambato: 50 – 1200 d.C.
Fluctuaciones en la itensidad de los eventos
de depositación en montículos.
Posibilidad de eventos de depositación
distintos intra-sitio (al menos dos).
Abandono diferencial de sectores intrasitio
tras incendio.
Continuidad en el uso
de montículos
ceremoniales
Inclusión de
elementos Aguada en
prácticas rituales
Sacrificios humanos
rituales
Habitación
continuada del Valle
desde el 0 d.C. hasta
el 1100 d.C.
Variaciones en la
intensidad de las
ocupaciones
Consideraciones
Al observar la tercer columna donde hemos sintetizado los aspectos más
sobresalientes en términos de su continuidad o novedad, es notable la serie de elementos
novedosos que se incorporan con Aguada en Ambato. Es indudable que estos elementos
están integrados como componentes de una nueva organización, en la cual éstos intervienen
con distinto grado de incidencia e interacción en un entramado complejo. Si pensamos en
términos comparativos con las formas de organizaciones previas, vemos no sólo un
aumento de la cantidad y variedad de componentes, sino que también los mismos se
presentan como nuevos factores intervinientes en el mantenimiento y continuidad de una
estructura compleja, compleja en tanto coexisten una mayor heterogeneidad y
diferenciación de elementos y prácticas asociadas. Es sugerente preguntarse hasta qué
punto estas nuevas configuraciones no constituyeron nuevos universos sociales, materiales
e ideacionales que, en definitiva, fueron una diversificación de los capitales existentes,
integrados ahora en nuevos campos sociales que, en conjunto, resultaron en redes objetivas
de relaciones entre las personas muy diferentes a las conocidas con anterioridad, con otra
dinámica y estructura, entre ellas la de la diferenciación social.
Retomando la cuestión inicial de este trabajo, el panorama que se obtiene en el
proceso de diferenciación social en Ambato es contrastante en diversos aspectos. Por un
lado, existe continuidad en fuertes tradiciones de ciertos aspectos de la sociedad
(caracterizados básicamente en lo tecnológico a través las técnicas constructivas, la talla de
la piedra y de los estilos cerámicos Ciénaga y Tricolor, mientras que en lo ideológico lo es
a través de la perduración de prácticas rituales ancestrales) sobre los cuales no parecen
afectar los cambios sucedidos en otras esferas. Por otro lado, una serie de innovaciones y
combinaciones de viejos elementos en nuevas configuraciones, crean una ruptura que
contrasta con las formas organizativas y modos de hacer las cosas en el pasado anterior
(caracterizados básicamente por el “estilo” Aguada, en tanto símbolo de un modo de hacer
las cosas, y por los numerosos elementos descriptos en cursiva en la columna 3 de la Tabla
4). Creemos que esa ruptura fue un cambio realizado en un tiempo relativamente breve dados los fechados de los sitios donde se registran dichos cambios – y nos atrevemos a
postular que, dado el grado de incidencia en numerosos aspectos de la sociedad y su
conformación en definitiva como una nueva organización, el mismo pudo haber tenido un
carácter revolucionario.
De ser así, hay que pensar que un cambio revolucionario implica una
transformación de las posiciones en las relaciones de poder, la cual es posible en tanto haya
un encuentro entre la intención dominante de una fracción y las expectativas de una
fracción que pasa a ser dominada (Bourdieu y Wacquant 1995; Clark y Blake 1996).
Retomando la cuestión inicial de este trabajo, el panorama que se obtiene en el
proceso de diferenciación social en Ambato es contrastante en diversos aspectos.
Por un lado, existe continuidad en fuertes tradiciones de ciertos aspectos de la
sociedad (caracterizados básicamente en lo tecnológico a través las técnicas constructivas,
la talla de la piedra y de los estilos cerámicos Ciénaga y Tricolor, mientras que en lo
ideológico lo es a través de la perduración de ciertas prácticas rituales ancestrales) sobre los
cuales no parecen afectar los cambios sucedidos en otras esferas.
Por otro lado, una serie de innovaciones y de combinaciones de viejos elementos en
nuevas configuraciones, crean una ruptura contrastante con las formas organizativas y
modos de hacer las cosas en el pasado anterior (caracterizados básicamente por el “estilo”
Aguada, en tanto símbolo de un modo de hacer las cosas, y por los numerosos elementos
descriptos en cursiva en la columna 3 de la Tabla 4). Es indudable que estos elementos
están integrados como componentes de una nueva organización, en la cual éstos intervienen
con distinto grado de incidencia e interacción en un entramado complejo.
Si pensamos en términos comparativos con las formas de organizaciones previas,
vemos no sólo un aumento de la cantidad y variedad de componentes, sino que también los
mismos se presentan como nuevos factores intervinientes en el mantenimiento y
continuidad de una estructura compleja, compleja en tanto coexisten una mayor
heterogeneidad y diferenciación de elementos y prácticas asociadas.
Creemos que aquella ruptura fue un cambio realizado en un tiempo relativamente
breve - dados los fechados de los sitios donde se registran dichos cambios – y nos
atrevemos a postular, dado el grado de su incidencia en numerosos aspectos de la
sociedad y su configuración en definitiva como una nueva organización, que el mismo
pudo haber tenido un carácter revolucionario. De ser así, hay que pensar que un cambio
revolucionario implica una transformación de las posiciones en las relaciones de poder, la
cual es posible en tanto haya un encuentro entre la intención dominante de una fracción y
las expectativas de una fracción que pasa a ser dominada (Bourdieu y Wacquant 1995;
Clark y Blake 1996). Es sugerente preguntarse hasta qué punto estas nuevas
configuraciones no constituyeron nuevos universos sociales, materiales e ideacionales que,
en definitiva, fueron una diversificación de los capitales existentes, integrados ahora en
nuevos campos sociales que, en conjunto, resultaron en redes objetivas de relaciones entre
las personas muy diferentes a las conocidas con anterioridad, con otra dinámica y
estructura, entre ellas la de la diferenciación social.
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