246 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4) que con intensidad variable se difunde más ó menos gradualmente en la masa del cristal, y que fué acumulado, con mucha verosimilitud, durante el depósito de ésta. . Para averiguar la naturaleza de la substancia pigmentaria nos hemos valido de la elevación de temperatura sometiendo distintos ejemplares á la llama de una lámpara de alcohol, y hemos podido observar cambios de coloración más ó menos permanentes con la temperatura y que acusan la presencia de materias orgánicas alterables. Las variedades rosadas pierden totalmente el color antes del rojo y permanecen descoloradas en frío. Los cuarzos hematoideos se vuelven incoloros al rojo, reapareciendo la coloración por enfriamiento, pero más debilitada, y si se continúan sometiendo al rojo durante algún tiempo, adquieren un tinte grisáceo, claro en frío. Calentando también al rojo los cristales melados ó pardos, se tornan grises más ó menos obscuros, mientras que los negros no se alteran. Durante todas estas experiencias los cuarzos estudiados no perdieron absolutamente nada del brillo de sus caras, y sí sólo se cuartearon, según los cruceros, por efecto de las variaciones bruscas de temperatura. Estas propiedades de la materia pigmentaria nos conducen á considerarla comprendida en el grupo de combinaciones que Berthelot designa con el nombre genérico de productos úlmicos y carbonosos, entre los cuales se hallan los llamados ácidos géico, crónico, apocrénico, úlmico, apoglúcico, ulmina, etc., que con tanta abundancia se encuentran en las turbas, lignitos y aguas pantanosas entre los productos naturales, y concomitantes con las materias caramélicas en las melazas de caña y remolacha como productos de la industria. En efecto, así como ya lo hace notar el Sr. Calderón (1), la actividad epigénica se halla íntimamente ligada á los procesos destructivos de las substancias organizadas, los cuales reconocen como causa principal muy probable la presencia de los lignitos inter-estratificados en el terreno. El proceso cae, pues, bajo el orden de alteraciones que Liebig, en la introducción de su célebre Tratado de Química orgánica (2) denomina putre- (1) hoc. cit. (2; Traité de CMm. org., par J u s t u s Liebig. Ed. française publ. par Ch. G e r h a r d t . 1841-45.