EL FUTURO DE LA PRÁCTICA RELIGIOSA EN CATALUÑA. UNA PREVISIÓN CUANTITATIVA. Instituto de Estudios del Capital Social (INCAS) Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial (CIDE). Universitat Abat Oliba CEU Mayo 2007. 1. PRESENTACIÓN. La práctica religiosa como forma de participación y compromiso y factor generador de confianza es un componente importante del capital social. Desde este punto de vista, seguir su evolución permite constatar también cómo queda afectado aquel. Si disminuye, como es el caso, deberá ser compensado por otros componentes, puesto que de lo contrario la sociedad ve menguada una de sus tres “K” necesarias1. Desde un punto de vista estrictamente técnico, la evolución de la práctica religiosa en épocas recientes en Cataluña sigue una tendencia estrechamente vinculada a la dinámica demográfica: las cohortes de mayor edad son las que presentan unos niveles más altos, todo lo contrario de las poblaciones más jóvenes. Dentro de esta lógica el simple paso del tiempo hará que el número de católicos practicantes se vea reducido año tras año hasta que se sitúe en el umbral más bajo posible en función de la evolución de la población joven. En otros términos, entregado a su comportamiento tendencial, sin hechos que los aparten de su inercia demográfica, los católicos practicantes en Cataluña avanzan hacia su extinción entendida en términos de lograr la mínima significación demográfica. La evolución será tanto más rápida como grande sea la caída de la práctica entre grupo y grupo generacional. Como ésta es muy acusada entre sus dos extremos, el proceso se acelerará progresivamente, hasta que el conjunto tienda a quedar nivelado en su nivel más bajo. De hecho, se podría describir como un proceso entrópico, que sólo se retardará cuando la entropía –la no práctica en este caso- llegue a máximos. Naturalmente, una cosa es describir una tendencia y otra afirmar la inexorabilidad del resultado. Tendencia no ha sido nunca sinónimo de fatalidad, porque puede ser modificada por las circunstancias y por la propia acción humana. 1 El capital social, junto con el capital humano y el capital público, configuran los tres tipos de capital necesarios para el dearrollo económico. Véase en este sentido, Guillem López Casanovas, Les 3 K a L’EURAM, Nota d’Economia nº 86, 2006. Departament Economia i Finances. Generalitat de Catalunya. 1 En todo caso, lo que sí es evidente es que la simple gestión de la cotidianidad, el hacer aquello que se viene haciendo, no hará posible la modificación del comportamiento tendencial. Modificarlo, en términos humanos, sólo puede venir de la mano de nuevas circunstancias, nuevas actuaciones que alteren el momento de inercia. Sin ellas ciertamente resulta previsible que la tendencia se haga fatalidad. Si continuáramos con el análisis entrópico, se podría afirmar que el proceso sólo se puede revertir incorporando energía de una fuente exterior al sistema existente hasta ahora, introduciendo en él nueva información y procediendo a un mejor orden de sus componentes. Estas tres interpretaciones, solas o combinadas, son las únicas que permiten detener el crecimiento de la entropía e incluso hacerla crecer. Pero esta concepción no pasa de ser una simple abstracción. La dificultad radica en transformarla en aplicaciones prácticas. En todo caso, esta puede ser una orientación teórica sin ninguna pretensión de apuntar soluciones que no responderían a la naturaleza de este trabajo. Sí es posible concretar, sin embargo, un punto si se tienen en cuenta los datos de las encuestas sobre la pérdida de la práctica: Por la lógica del propio comportamiento demográfico, la modificación de la tendencia exigiría una rectificación masiva y en buena medida situada sobre la población de niños, adolescentes y jóvenes, por este orden de prioridad. Naturalmente la realidad debe ser más compleja, pero está claro que si no se elevan los niveles de práctica en la población a partir de los 12-13 años, el proceso será de difícil modificación. Para observar la tendencia se han utilizado una serie de encuestas sobre la práctica que permiten observar la evolución a lo largo de los últimos veinte años. Para llevar a término la proyección se ha partido de los últimos datos sobre práctica y se han aplicado a las previsiones demográficas disponibles del INE. 2 2. LA EVOLUCIÓN DE LA PRÁCTICA RELIGIOSA. La tendencia se puede observar viendo el comportamiento pasado. En este sentido, se dispone de datos que cubren un periodo lo suficiente largo y, pese a tratarse de fuentes diferentes, el comportamiento se perfila con claridad y armoniza con la observación empírica. Los católicos practicantes, que son el fundamento del funcionamiento de la Iglesia y de quien depende para su financiación, decrecen de manera regular en un proceso que comporta una cierta aceleración, hecho lógico si se tiene en cuenta que la causa es la incorporación de los más jóvenes, los menos practicantes y la muerte de los más mayores que a la vez dan los niveles más altos de práctica. Como el valor para el conjunto de los católicos practicantes es una magnitud media, y dada la diferencia tan notable de práctica según la edad, el paso del tiempo significa una expansión de los grupos menos practicantes y una caída cada vez más acentuada de la práctica media resultante. Tabla 1.- EVOLUCIÓN DE LA ADSCRIPCIÓN RELIGIOSA EN CATALUÑA. Católicos No practicantes Practicantes CIS 1984 No creyentes/ ateos/indiferentes 86,8 59,1 27,7 11,1 CIS 1988 87 55,7 31,3 11,9 CIS 1989 83,5 53,2 30,3 14,6 CIS 1990 83,7 58,6 25,1 14,5 ICPS 1992 80,4 56,4 24 14,9 CIS 1994 81,3 57,3 24 15,8 ICPS 1995 Arzobispado BCN 2000 INCAS 2003 81,7 56 24,7 14,7 54,6 39,7 14,9 22,7 72,9 51,4 21,7 24,8 INCAS 2006 67,8 52 15,8 30,2 Fuente: CIS, ICSP, Arzobispado de Barcelona, INCAS/CERS. En los últimos 20 años la práctica católica en Cataluña ha caído prácticamente 12 puntos porcentuales, lo que señala una pérdida de casi medio punto al año, que podría ser incluso superior, o algo inferior dada la variabilidad de los datos. En todo caso, la mejor hipótesis se situaría en torno a 10 puntos porcentuales con tendencia a crecer a partir del inicio de 3 siglo. Cabe observar que la cifra que se aparta más de la tendencia observable y que da la magnitud más reducida de practicantes, corresponde precisamente a la única encuesta encargada directamente por el Arzobispado de Barcelona. Como hipótesis a contrastar se podría apuntar que la tendencia a decrecer inicial se frena en la década de los años noventa, al menos en la primera mitad y vuelve a acelerarse en el nuevo siglo. La disminución de la población católica no practicante es menor que la practicante, pero el conjunto pierde peso de una manera notoria y se sitúa por debajo del 60% que es la cifra convencional que permite hablar de una forma de pensar hegemónica. Sólo 7 puntos separan al total de católicos de situarse por debajo el 50% de la población. Por mencionar una referencia, en Francia esta cifra es hoy del 51%2 . 2 Le Monde de Les Religions, núm 21. Enero-febrero 2007. 4 3. EVOLUCIÓN POBLACIÓN CATALUÑA (> 18 años) 2006-2017. Para la previsión de la población se ha utilizado la correspondiente al INE para Cataluña y el 2017 que figura en la tabla adjunta así como para el conjunto de España para el 2025, dado que ya no se disponía de una proyección del INE específica para Cataluña. Las cifras no recogen bien el proceso inmigratorio. Esta circunstancia tiene, sin embargo, la ventaja a la hora de proyectar la práctica religiosa de no mezclar en exceso datos referidos básicamente a la población autóctona, con los nuevos colectivos de inmigrantes entre los que hay una fuerte presencia católica, al menos en el inicio, por parte del contingente latinoamericano. En este contingente hay un poderoso interrogante de futuro y está mal estudiado. Se puede apuntar provisionalmente que: • Tienden a disminuir su práctica y se incardinan en el ambiente fuertemente secularizado. • Las Iglesias Diocesanas, tal y como sucede con los jóvenes, no tienen estructuras de acogida, acompañamiento, ni organización que faciliten la pervivencia de la práctica. Funciona bastante bien la asistencia social católica a los inmigrantes, pero no la religiosa, ni en presencia sistemática ni en estilo. Es como si la preocupación estuviera centrada más en el cumplir con los fines de una ONG que en la formación de la fe. No es una singularidad. Los datos cuantitativos sobre práctica religiosa y vocaciones apuntan a que lo mismo sucede con la escuela cristiana, que da una buena instrucción, pero no evangeliza ni forma en la fe, y con las organizaciones diocesanas dedicadas a la formación del ocio de niños y adolescentes, que tienen éxito como complemento para una práctica educativa del ocio, pero que tampoco ejercen ninguna evangelización. Estas afirmaciones no deben entenderse como juicios de intenciones sino como constatación de los resultados en aquello que es cuantificable: procedencia de los seminaristas y práctica religiosa según procedencia de la escuela y organizaciones dedicadas al ocio de la población menor de 18 años. Tabla 2. EVOLUCIÓN POBLACIÓN CATALUÑA (MAYOR 18 AÑOS) 2006-2017 TOTAL Actual 2006 18-24 25-34 35-49 50-64 65 y más 5.917.697 583.525 1.302.057 1.659.045 1.197.551 1.175.519 Proyección 2017 6.330.421 509.878 918.345 1.940.917 1.509.051 1.452.230 Fuente: INE 5 4. PROYECCIÓN DE LA PRÁCTICA RELIGIOSA: 2017 y 2025. Para el 2017 la población practicante se habrá situado en el 12,5% y prácticamente estará concentrada en la población más grande de 65 años. Casi no habrá gente menor de 34 años. Esta situación tendrá varias consecuencias, la más importante será una mayor disminución de la ya baja cifra de vocaciones. De hecho, a largo plazo, a 15 años vista, las actuales estructuras diocesanas, rectores de parroquia, centros de formación, cargos de las curias diocesanas ejercidas por los presbíteros no parecen sostenibles en el marco de esta tendencia. Se producirá una reducción en términos monetarios reales de las aportaciones a la Iglesia dado que la curva de ingresos logra sus máximos entre los 35 y 55 años y después decrece con tendencia a estabilizarse a partir de los 75 años3. En este caso, la disminución de los ingresos procederá de la disminución de practicantes en aquellos intervalos de edad. De todos modos, habrá que ver cómo puede influir la transformación de ahorro en renta que se producirá por la presencia de un número creciente de jubilados con planes de pensiones. Tabla 3. PROYECCIÓN POBLACIÓN PRACTICANTE CATALUÑA (MAYOR 18 AÑOS) AÑO 2017 y AÑO 2025 TOTAL Actual 2006 18-24 25-34 35-49 50-64 9,10% 10,10% 21,30% 65 y más 15,80% 3% Proyección 2017 12,61% 3% 3% 9% 12,67% 33,60% 26,86% Proyección 2025 9,50% 3% Fuente: elaboración propia. 3% 5,57% 9,81% 21,62% Para el 2025 la población católica practicante ya se habría convertido en una minoría con una presencia inferior al 10% de la población y prácticamente ya sólo tendría significación en la población jubilada. Técnicamente habría llegado a una situación de gran entropía, sin capacidad de renovación y con una masa crítica abiertamente insuficiente como para esperar ninguna reanudación. 3 Guillem López Casanovas, Ana Mosterin, La despesa social davant l’evolució demogràfica. Nota de Economía núm. 85, 2006. 6 El hipotético escenario describe que entre el 2017 y el 2026 se produciría una situación crítica irreversible y que, por lo tanto, existiría teóricamente una década para intentar enmendar la tendencia, un periodo realmente corto, sólo viable bajo el supuesto de iniciar un proceso de recuperación que se basara en dinámicas y prácticas diferentes a las llevadas a cabo hasta ahora. Projecció població practicant Catalunya 2006-2017-2025 (percentatge per grups d'edat) 40 35 33,6 30 26,86 25 21,62 21,3 20 15,8 12,67 15 9,81 10 12,61 9,1 9,5 5 0 3 3 3 3 2017 2025 3 2006 Total 18-24 25-34 50-64 65 i més 7