Hay muchos grupos que han caído en un cierto olvido al paso de los años de aquellos que surgieron durante los 60, pero al enfrentarse uno con Los Pasos, estos además parece rodearles un cierto aura de soledad, una especie de isla en medio de la marea de la época. Era un grupo como tantos otros, pero no hacían las cosas como los demás. Los Pasos se formaron en Madrid; todos sus miembros provenían de otras bandas, a destacar Los Flaps, Los Sonor y Los Diablos Rojos. Inmediatamente Manolo Díaz, que había militado en Los Sonor junto al teclista José Luis González, les ofrece una canción para su debut: "La moto". Además, el productor sería nada menos que Alain Millhaud. Sin embargo, el francés descubre por entonces al que sería su grupo protegido, Los Bravos, y presiona a Díaz para vetar la publicación del sencillo por parte de Los Pasos. Como sabemos, la canción fue un éxito y los Bravos alcanzaron el número uno con ella. Esta "anécdota" perseguirá siempre a Los Pasos y contribuirá a esa señalada imagen de lucha ante la adversidad. Dada la situación, fichan por Hispavox, sello también de Los Pekenikes; detalle importante como se verá más adelante. Desde 1966 hasta 1969 publicarán alrededor de una docena de sencillos en dicha casa -amén de un Lp que incluye seis de ellos-, algunos realmente brillantes, pero todos con un denominador común, la excelencia en las armonías vocales. En 1968 protagonizan la esperpéntica película "Long-Play" (Javier Setó, 1968) junto a Gracita Morales y José Luis López Vázquez, e incluyen diversas canciones en su banda sonora. Esto les supuso un pequeño espaldarazo que originó un cierto viraje hacia la comercialidad en sus posteriores trabajos. Sin embargo, los resultados nunca fueron del todo satisfactorios, su disquera empieza a relegarlos a un plano inferior y se inicia un enfrentamiento con la misma que les lleva a una vía muerta. En ese momento Los Pekenikes se encontraban en una situación similar, y dos de sus miembros, Lucas Sainz e Ignacio Martín (más Alfonso como padrino y productor), se unen a José Luis González, Luis Bazán y Joaquín Torres para formar un proyecto anónimo, Taranto's. El éxito tampoco acompaña, pero el tiempo le ha otorgado a este proyecto un lugar singular en el devenir de la historia del rock español. Por su parte, Álvaro Nieto pasaría a formar parte de La Compañía, haciendo versiones pop-folk de conocidas piezas de zarzuela. En cualquier caso, el grupo vuelve a reunirse al conseguir cambiar de sello discográfico. Sin embargo, esta nueva etapa deparará momentos completamente prescindibles y serán un triste carpetazo a una trayectoria tan especial. Tras la disolución, Joaquín Torres iniciaría una brillante carrera como productor de grupos tan insignes como 091 o Los Secretos. También hubo una breve y puntual reunión en los 80, inmortalizada con su aparición en el programa presentado por Miguel Ríos, "¡Qué Noche la de Aquel Año!" (Ramón Pradera, 1987), que no pasó a más. Y menos mal, dado el antecedente. Su primera etapa quedará, en cualquier caso, como uno de los momentos vocales más espléndidos de la época.