Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINAL BREVE Alteraciones del metabolismo glucídico en la hipertensión arterial esencial. Papel de la sobrecarga oral con glucosa 92.589 Pablo Stiefel, María Luisa Miranda, Ovidio Muñiz, María Dolores Nieto, Luis Jiménez y José Villar Unidad Clínico Experimental de Riesgo Vascular. Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. España. FUNDAMENTO Y OBJETIVO: La alta incidencia de anomalías glucídicas asociadas con la hipertensión arterial (HTA) y la importante repercusión vascular que esta asociación conlleva nos obliga a una mejor categorización de estas alteraciones. El objetivo de este estudio es analizar la prevalencia de los trastornos glucídicos en la población hipertensa de reciente diagnóstico. PACIENTES Y MÉTODO: Se estudió a 270 hipertensos (un 56% eran varones) de reciente comienzo y sin tratamiento farmacológico. Junto al estudio clínico habitual, a todos ellos se les practicó una prueba de tolerancia oral de la glucosa (PTOG) en ayunas con 75 g de glucosa, se calculó la resistencia a la insulina según el modelo homeostático (HOMA) y se efectuó un estudio lipídico. RESULTADOS: El 38,5% presentaba alteraciones glucídicas, y la intolerancia oral a la glucosa (IOG) era la anomalía más frecuente (22,2%), seguida de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) (12,2%) y de las anomalías de la glucemia en ayunas (AGA) (4,1%). El perfil lipídico fue más aterogénico en los pacientes con IOG y DM2; los pacientes con AGA tenían un índice de HOMA significativamente más elevado. CONCLUSIONES: La alta incidencia de anomalías glucídicas encontradas en nuestro estudio en pacientes hipertensos plantea la necesidad de efectuar en estos pacientes una PTOG de cara a que puedan beneficiarse del establecimiento de estrategias adecuadas para detener el deterioro vascular de los hipertensos con DM2 y retrasar el desarrollo de DM2 en los pacientes con IOG. Palabras clave: Anomalías glucídicas. Hipertensión. Diabetes. Intolerancia a la glucosa. Abnormal glycemic metabolism in essential hypertension. Role of the an oral glucose tolerance test BACKGROUND AND OBJECTIVE: There is a high prevalence of diabetes in essential hypertensive patients, hence increasing the cardiovascular risk of these subjects. Our aim was to test the importance of a routine assessment of an oral glucose tolerance test (OGTT) in a sample of recently diagnosed essential hypertensives. PATIENTS AND METHOD: We studied 270 recently diagnosed untreated hypertensives (56% males). We measured fasting lipids and plasma glucose and insulin at baseline and after OGTT. RESULTS: 38.5% of the studied subjects had any abnormality of glucose metabolism, glucose intolerance (22.2%) and type 2 diabetes (12.2%) being the most common. An impaired fasting glucose was present in 4.1% of subjects. Patients with intolerance or type 2 diabetes had a worse plasma lipid profile, and those with impaired fasting glucose, a higher HOMA index. CONCLUSIONS: The high incidence of glucidic abnormalities found in hypertensive patients signals a need to perform an OGTT test in them. This can lead to the implementation of strategies aimed at halting vascular impairment in hypertensives with type 2 diabetes and delay the development of type 2 diabetes in patients with glucose intolerance. Key words: Glucidic abnormalities. Hypertension. Diabetes. Glucose intolerance. 29 La enfermedad cardiovascular es la principal causa de morbimortalidad en los pacientes diabéticos. Además, aquella comienza a desarrollarse en la «fase prediabética», la asociación de hipertensión arterial (HTA) con la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) condiciona un aumento del riesgo vascular en los pacientes diabéticos y constituye actualmente un foco de interés creciente1. En los pacientes con DM2 la prevalencia de HTA es casi el doble que en la población no diabética; así, en su historia natural, el 50% de los pacientes diabéticos desarrollan HTA. Además, los pacientes hipertensos están predispuestos a desarrollar DM2. Hay suficiente grado de evidencia de que con medidas higiénico-dietéticas y ejercicio regular o con el uso de metformina o acarbosa en individuos con intolerancia a la glucosa (IOG) la DM2 se puede prevenir o retrasar2. Aunque las anomalías de la glucemia en ayunas (AGA) son también un factor de riesgo para la DM2, numerosos estudios muestran que la IOG es un factor predictor de riesgo de DM2 mucho más importante3. Aproximadamente el 30-60% de los individuos con IOG presentan valores normales de glucemia en ayunas, por lo que con sólo la determinación de la glucemia en ayunas puede no detectarse numerosos individuos con un alto riesgo de desarrollar DM23. Dada la evidencia de que en individuos con IOG puede prevenirse o retrasarse el desarrollo de DM2, precisamos nuevas estrategias para identificar la población con un alto riesgo de desarrollar DM2 y poder trasladar esta evidencia a la práctica clínica. Efectuar una prueba de tolerancia oral de glucosa (PTOG) de forma rutinaria puede resultar caro e incómodo para el paciente, pero ser rentable en la población de pacientes predispuestos a desarrollar DM2. En el presente estudio nos planteamos analizar la utilidad diagnóstica del test de sobrecarga oral con glucosa en pacientes con HTA de reciente diagnóstico. Pacientes y método Se trata de un estudio observacional de casos consecutivos de pacientes remitidos a nuestras consultas para el estudio de HTA entre los años 2000 y 2003. Se consideraron los siguientes criterios de inclusión: pacientes con HTA no conocida previamente o diagnosticada en un período no superior a 6 meses antes del inicio del estudio y que no siguieran tratamiento con antihipertensivos. Se excluyeron los pacientes con HTA secundaria (según criterios del informe del JNC7, presencia de lesión de órgano diana, diagnóstico previo de diabetes mellitus y cifras de presión arterial [PA] superiores a 180/110 mmHg). Se incluyeron 270 pacientes, el 56% de los cuales eran varones. A todos los pacientes se les tomó la PA con un esfigmomanómetro de mercurio en dos ocasiones diferentes con intervalo de 5 min, y se midieron las diferentes variables antropométricas. Tras una semana de dieta estable con hidratos de carbono, los pacientes fueron citados a nuestra unidad para efectuar tras 12 h de ayuno una sobrecarga oral con 75 g de glucosa. En la extracción basal, además de la determinación de glucosa e insulina, se determinaron las lipoproteínas. La glucemia, el colesterol y los triglicéridos se determinaron por métodos enzimáticos convencionales, la insulina plasmática por enzimoinmunoanálisis y las apolipoproteínas A1 y B por inmunodifusión radial. En todos los pacientes se calculó la resistencia a la insulina mediante el modelo homeostático (HOMA). Siguiendo los criterios de la American Diabetes Association (ADA)4, los pacientes fueron clasificados en los grupos siguientes: a) sin alteraciones glucídicas, glucemia en ayunas < 110 mg/dl y a los 120 min tras la sobrecarga < 140 mg/dl; b) con AGA, glucemia basal ≥ 110 y < 126 mg/dl, y a los 120 min ≤ 140 mg/dl; c) con IOG, glucemia en ayunas ≤ 110 mg/dl, y a los 120 min ≥ 140 y ≤ 200 mg/dl, y d) con DM2, glucemia en ayunas ≥ 126 mg/dl, y/o a los 120 min ≥ 200 mg/dl. Las variables cuantitativas se expresan como media (desviación estándar), sus diferencias se analizaron mediante ANOVA para más de tres categorías; cuando la distribución no fue normal se utilizaron pruebas no paramétricas (Kruskal-Wallis). Este estudio ha sido posible en parte gracias a la financiación por la Red Temática de Investigación Cooperativa RECAVA. Correspondencia: Dr. J. Villar. Unidad Clínico Experimental de Riesgo Vascular. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Avda. Manuel Siurot, s/n. 41002 Sevilla. España. Correo electrónico: jose.villar.sspa@juntadeandalucia.es Recibido el 15-10-2004; aceptado para su publicación el 21-2-2005. Med Clin (Barc). 2005;125(5):179-81 179 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. STIEFEL P, ET AL. ALTERACIONES DEL METABOLISMO GLUCÍDICO EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL. PAPEL DE LA SOBRECARGA ORAL CON GLUCOSA TABLA 1 Características generales de la población estudiada según alteración del metabolismo glucídico Edad (años)a IMC (kg/m2) PAS (mmHg) PAD (mmHg) C total (mg/dl)a cHDL (mg/dl)b cLDL (mg/dl)b Triglicéridos (mg/dl)a ApoA1 (mg/dl) ApoB (mg/dl) Lp(a) (mg/dl) Ácido úrico (mg/dl)c Glucemia (mg/dl)a Insulina (mU/l)c HOMAc SAG (n = 166) AGA (n = 11) IOG (n = 60) DM2 (n = 33) 42,50 (12,30) 29,09 (5,07) 149,92 (14,12) 92,45 (9,62) 205,57 (50,58) 50,85 (13,31) 127,91 (45,69) 128,99 (114,55) 131,60 (27,04) 106,20 (34,09) 41,03 (56,39) 5,53 (1,55) 90,83 (9,97) 10,79 (6,06) 0,41 (0,25) 50,09 (9,25) 28,93 (2,99) 154,27 (14,58) 88,63 (7,10) 217,81 (49,47) 59,27 (18,86) 129,00 (48,97) 145,27 (163,05) 133,18 (24,33) 108,54 (35,85) 36,97 (35,66) 5,11 (1,36) 116,09 (6,71) 18,27 (16,43) 0,87 (0,77) 44,11 (10,23) 29,19 (3,99) 148,76 (14,43) 90,80 (9,38) 230,36 (55,29) 47,03 (16,51) 143,30 (50,04) 214,18 (136,59) 122,10 (21,12) 122,52 (31,75) 27,93 (38,42) 6,81 (3,39) 102,41 (14,75) 12,14 (7,27) 0,53 (0,37) 54,84 (8,40) 29,98 (3,89) 158,15 (17,78) 95,69 (9,15) 241,16 (68,59) 45,22 (12,18) 153,74 (50,65) 202,45 (137,50) 128,46 (23,69) 121,14 (35,05) 24,95 (47,73) 6,15 (1,35) 117,42 (19,28) 14,68 (7,83) 0,72 (0,42) Los resultados son expresados como media (desviación estándar). IMC: índice de masa corporal; PAS: presión arterial sistólica; PAD: presión arterial diastólica; C total: colesterol total; cHDL: colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad: cLDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad; SAG: sin alteraciones glucídicas; AGA: anomalía de la glucemia en ayunas; IOG: intolerancia oral a la glucosa; DM2: diabetes mellitus tipo 2. a p = 0,0001. bp = 0,01. cp = 0,001. Resultados TABLA 2 En la tabla 1 están recogidas las características generales de los 270 pacientes hipertensos incluidos en el estudio, clasificado según el tipo de anomalía glucídica que presentaban, así como sus características lipídicas. Aproximadamente, la mitad de la población estudiada (38,5%) presentaba alguna alteración del metabolismo glucídico (tabla 2), y la IOG fue la anomalía más frecuente en nuestra serie, seguida por la presencia de DM2. En el grupo de IOG se incluyeron también 12 pacientes que presentaban además AGA. La población hipertensa con DM2 tenía una edad mayor que la no diabética (p < 0,001) y no había diferencias significativas entre los diferentes grupos de hipertensos, clasificados según la presencia de alteraciones glucídicas, ni en el índice de masa corporal, la PA sistólica diastólica. Los hipertensos sin alteraciones del metabolismo glucídico y los que presentaban una AGA tenían un perfil lipídico menos aterogénico que los que asociaban la DM2 y la IOG; estas diferencias fueron más importantes respecto a los valores de colesterol total y de triglicéridos (p < 0,001). El índice de resistencia a la insulina (HOMA) fue superior en el grupo con AGA (0,87 [0,77]) (p < 0,01) que en el resto de los grupos. Porcentaje de alteraciones glucídicas en la población hipertensa estudiada (n = 270) Discusión El cribado de la DM2 es un tema especialmente controvertido y es fundamental tener en mente que su rendimiento puede variar mucho según las condiciones de la población cribada5. En Europa, los estudios epidemiológicos poblacionales sobre la prevalencia de DM2 no conocida que utilizan la PTOG son aún escasos. 180 Med Clin (Barc). 2005;125(5):179-81 Alteración glucídica SAG AGA IOGa DM2 n (%) 166 (61,5) 11 (4,1) 60 (22,2 33 (12,2) SAG: sin alteraciones glucídicas; AGA: anomalía de la glucemia en ayunas; IOG: intolerancia oral a la glucosa; DM2: diabetes mellitus tipo 2. a En el grupo de IOG incluimos 12 pacientes que tenían además AGA. Los resultados de nuestra serie de pacientes hipertensos de reciente diagnóstico y sin tratamiento farmacológico previo a los que se les practicó una sobrecarga oral con 75 g de glucosa muestran una importante incidencia de anomalías del metabolismo glucídico: un 12,2% presentaba criterios de DM2 y el 22,2% tenía una IOG. Ello implica que si no hubiéramos efectuado el test de tolerancia a la glucosa en nuestros pacientes, más de un 30% se hubiera quedado sin diagnosticar de DM2 y/o IOG, situaciones ambas que influyen poderosamente sobre el futuro cardiovascular de estos pacientes1 y sobre las que estamos obligados a actuar. En el estudio poblacional KORA6, realizado en el sur de Alemania, se evaluó una población de 1.353 individuos con edad comprendida entre 55 y 74 años, sin diagnóstico de diabetes, y aproximadamente el 40% presentaba alguna alteración del metabolismo glucídico (AGA, IOG) o diabetes. Además, los factores de riesgo cardiovascular aumentaban entre las categorías de tolerancia a la glucosa, de aquí que los autores insistan en efectuar un cribado de DM2 mediante PTOG en los pacientes con obesidad central, en los hipertriglice- ridémicos (mujeres), los hipertensos y los que tengan antecedentes familiares de diabetes. Si bien es cierto que en 1977 el Comité de Expertos Americanos de la ADA4 indicaba que «aunque el test de sobrecarga oral con glucosa constituía un aceptable test diagnóstico, no estaba recomendado como de uso rutinario», 6 años más tarde el mismo Comité7 da suficiente grado de evidencia y de razones para incluir el test de tolerancia a la glucosa en el estudio habitual de los pacientes y aún más en la población hipertensa con importantes conexiones patogénicas con la DM2. A pesar de la importancia dada inicialmente a la nueva categoría de «glucemia anómala en ayunas», incluso por la ADA4, ha podido demostrarse que la IOG, aunque no tenga una excelente reproductividad y aconsejarse su repetición (que en este estudio no se ha efectuado, lo cual constituye una limitación), es un factor de riesgo tanto para la DM2 como para las enfermedades cardiovasculares8, mientras que el valor predictivo de la AGA no está definido. Además la relación entre el desarrollo de DM2, el estado metabólico y la presencia de otros factores de riesgo vascular de los individuos con AGA e IOG parece representar dos fenotipos clínicos diferentes. Según datos recientes9, numerosos individuos progresan desde la normoglucemia a la IOG y a la DM2 sin pasar por la situación de AGA. Por otro lado, hay individuos que progresan desde la AGA a la DM2 sin pasar por la IOG. Otros datos del mismo estudio9 muestran también diferencias clínicas entre estos grupos de alteraciones prediabéticas; así, los individuos con AGA tienen un número de factores de riesgo vascular similar al de los individuos normoglucémicos; sin embargo, éstos están incrementados en los individuos con IOG. Scianca et al10 muestran además que la AGA depende fundamentalmente de los defectos en la secreción de insulina y la IOG, de la resistencia a la insulina, por lo que la información proporcionada tanto por la determinación de la glucemia en ayunas como por el PTOG es complementaria y puede ser útil en la evaluación clínica de los individuos con riesgo de desarrollar diabetes y también como guía terapéutica. Por último, estos datos no coinciden con nuestros resultados, en que los pacientes con AGA fueron los que presentaban un índice de HOMA más elevado. Nuestros datos muestran una incidencia muy elevada de DM2 e IOG en un grupo de pacientes hipertensos de reciente diagnóstico y sin medicación; su hipertensión era leve-moderada y no presentaban datos de lesión de órgano diana. Estos resultados avalan la práctica de un PTOG en dichos pacientes. 30 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. STIEFEL P, ET AL. ALTERACIONES DEL METABOLISMO GLUCÍDICO EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL ESENCIAL. PAPEL DE LA SOBRECARGA ORAL CON GLUCOSA REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Haffner SM, Stern MP, Hazuda HP, Mitchell BD, Patersson JK. Cardiovascular risk factors in confirmed prediabetic individuals. Does the clock for coronary heart disease start ticking before the onset of clinical diabetes? JAMA. 1990;263:2893-8. 2. Tuomilehto J, Lindstrom J, Ericksson JG, Valle TT, Hamalainen H, Hanna-Parika P, et al. Prevention of type 2 diabetes by changes in life-style among subject with impaired glucose tolerance. N Engl J Med. 2001;344:1343-50. 3. Gabir MM, Hanson RI, Dabelea D, Imperatone G, Roumain J, Bennete PH, et al. The 1997 American Diabetes Association and 1999 World Health Organization criteria for hyperglycemia in the diagnosis and prediction of diabetes. Diabetes Care. 2000;23:1108-12. 31 4. 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