EN MANOS DE LOS HOMBRES

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Iglesia de Dios (7° Día)
L A E N T R E G A D E J E S Ú S : E N M AN O S D E L O S
HOMBRES
Lectura Bíblica: Marcos 9:30-32
La Galilea cotidiana es el lugar donde se experimenta la opresión del
hombre y en el que Jesús enfrenta las potencias del mal, pero
también la liberación que Dios puede llevar a cabo. Es el ámbito de la
sanidad dada por Jesús, y por otro lado, es el ámbito del legalismo,
de la reducción de la fe al cumplimiento de normas. Galilea es por
tanto el espacio donde impera el demonio o el espacio donde germina
la semilla del reino. Galilea es la representación plástica de la
humanidad, por ahí caminamos.
Es entregado, la palabra entrega significa en Israel, traicionar,
poner en manos de alguien para su muerte. Jesús es el entregado,
¿por quién? No por sus enemigos, sino por Dios, el sujeto implícito del
verbo es Dios mismo (Jn 3:16). Pero también tiene una connotación
positiva, la de una donación, Dios nos entrega a los hombres lo que
más ama, nos da su herencia, la vida, su propio Hijo.
El Hijo del Hombre es el entregado, y este Hijo de Hombre representa
las expectativas del pasado, al Mesías, y una personalidad
corporativa, es decir, que abarca a todos aquellos que entran en las
nuevas categorías inauguradas por Él, es una nueva comunidad y
humanidad, un nuevo tipo de hombre que es el entregado por el
Padre para liberar a otros, un hombre con proyección de futuro
(resucitará).
En manos de los hombres, este texto sobre el anuncio de la
pasión, es el más antiguo de todos los anuncios, y en manos de los
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hombres significa, que la historia de la salvación, el cumplimiento de
las profecías, la instalación del reino, la liberación definitiva de los
oprimidos, la posibilidad de alcanzar plenitud, todo esto Dios lo pone
en manos de los hombres. Los designios de la eternidad, la sabiduría
de Dios que lleva adelante un proyecto de salvación se pone en
manos de los hombres, es decir, se pone en manos falibles, entra en
las coordenadas de la historia y por lo tanto de la precariedad, de la
interpretación, y por lo tanto de la deformación, Dios se corre el
riesgo de ser deformado, la iglesia misma puede llegar a deformar el
ideal de Jesús. Pero esta bien, no hay nada que hacer, Dios corrió el
riesgo de ponerse en manos de los hombres y que no lo entiendan.
Dios confía en las falibles, volubles y frágiles manos humanas la
historia de la salvación. ¿Qué estamos haciendo con Él?
Yo tengo algo que ver con la salvación, con la mía y con la de los que
me rodean, hay una dimensión en esa salvación que depende de mí,
de mi libertad y arrojo, de mi capacidad de ser radical y congruente.
La gracia y la fe es entregada en manos de los hombres, la
construcción del reino es entregada en manos de hombres, por eso
muchas veces en vez de construir un reino construimos un imperio
para nosotros, pone lo más preciado que es su Hijo en nuestras
manos. La fe de tu familia y la de tus hijos es entregada en tus
manos, su iniciación cristiana, su ser iglesia se puso en tus manos.
¿Qué tipo de iglesia vio en nosotros nuestro hijo que corrió en sentido
contrario? ¿porqué abandonó la iglesia? ¿Qué les estamos ofreciendo:
Vida, sentido, plenitud, congruencia? ¿Si es así abandonarían la fe tan
fácilmente? ¿Nos escudamos en que cayeron en la crisis de la
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adolescencia? ¿No puedo ser capaz de llevar a la fe a mis propios
hijos? .
Dios ha puesto el futuro de la iglesia y la evangelización en manos de
frágiles hombres, Dios ha puesto el desarrollo de los pueblos en
manos de sociedades tradicionalmente cristianas pero hoy están
cargadas de paganismo, Dios ha puesto el futuro de los niños en
manos de adultos que un día fueron cristianos y hoy se han dejado
ganar el corazón por las ideologías y corrientes de moda, Dios ha
puesto la esperanza de la humanidad en los jóvenes que un día se
bautizaron y hoy se entregan al desenfreno o al vicio, Dios ha puesto
la salvación en nuestras manos, y la pregunta que debemos hacernos
es ¿cómo son esas manos? ¿son manos que se extienden para orar o
para golpear al otro? ¿Qué hemos hecho con los talentos que Dios
nos ha dado? ¿los hemos puesto a fructificar o los hemos enterrado?
¿hemos sido capaces de empeñar nuestra propia vida e invertirla para
la fructificación del reino o hemos querido solamente garantizar
nuestro propio futuro individual y el de nuestra familia o empresa?
vivamos la vida hermosa que nos han entregado, ya no lo matemos.
Donde el hombre genera muerte, Dios genera vida, y la prueba es la
resurrección.
Raymundo Ramos
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