INTERPRETACIÓN DE LOS REFERENTES PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS QUE APLICAN LOS EDUCADORES EN EL AULA DURANTE LA IMPLEMENTACIÓN DEL CURRÍCULO POR COMPETENCIAS ¿PROCESOS DE FORMACIÓN Y DE DESARROLLO HUMANO EN LOS EDUCANDOS? SERGIO ANDRÉS MANCO RUEDA UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN FACULTAD DE EDUCACIÓN MAESTRÍA EN EDUCACIÓN MEDELLIN 2014 INTERPRETACIÓN DE LOS REFERENTES PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS QUE APLICAN LOS EDUCADORES EN EL AULA DURANTE LA IMPLEMENTACIÓN DEL CURRÍCULO POR COMPETENCIAS ¿PROCESOS DE FORMACIÓN Y DE DESARROLLO HUMANO EN LOS EDUCANDOS? SERGIO ANDRÉS MANCO RUEDA Trabajo presentado para optar al título de Magíster en Educación Asesora Julia Victoria Escobar Londoño. Doctora en Educación UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN FACULTAD DE EDUCACIÓN MAESTRÍA EN EDUCACIÓN MEDELLÍN 2014 NOTAS DE ACEPTACIÓN ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ Firma Presidente del Jurado ____________________________ Firma Jurado ____________________________ Firma Jurado Medellín, Colombia DEDICATORIA: AGRADECIMIENTO Sentir que en el presente un sueño se hace realidad, genera gran satisfacción y alegría en el ser, más cuando en algún momento histórico de la existencia todo se tornaba difícil, provocando que esa ilusión de continuar engrandeciendo el pensamiento por medio de la academia fuera cada vez más lejano, consolidándose día a día como una utopía, pero hoy gracias a seres humanos interesados en mi recuperación, este proyecto de vida se hace realidad, gracias a aquellas personas que en el grupo han compartido conmigo, me han escuchado y han narrado sus experiencias, porque esto es lo que ha posibilitado alcanzar esta meta. A la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño, los educadores de aula, educadores directivos y educandos por la disposición para participar en la investigación, por su tiempo, su cordialidad y respeto con el trabajo realizado. A mi familia por creer en mí, por el apoyo, el amor y la fraternidad que han derramado sobre este ser, sin ellos nada hubiera sido posible. A la universidad por construir espacios para la reflexión, la crítica, el diálogo, la lectura y el acercamiento con el otro, donde se pudieron construir nuevos conocimientos y perspectivas que permiten ver la educación con otros lentes. RESUMEN La investigación surge de la problemática observada en la Institución Educativa donde los procesos de formación y desarrollo humano del educando se aprecian débiles, parcializados, incipientes y desarticulados, por lo cual, se busca Interpretar los referentes pedagógicos y didácticos que aplican los educadores en el aula, para la posibilitación de procesos de formación y de desarrollo humano en los educandos de la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño del municipio de La Unión (Antioquia), por medio de la implementación del currículo por competencias. La interpretación de esta realidad escolar se realiza a través de una investigación cualitativa, de paradigma constructivista y enfoque hermenéutico, utilizando técnicas e instrumentos de recolección y análisis de la información como la observación (guía de observación), la entrevista (guión) y la triangulación (matriz), adicionando a este proceso metodológico el (atlas.ti) como medio que facilita la interpretación de los datos, permitiendo encontrar que los referentes de los educadores carecen de fundamento epistemológico convirtiéndose en construcciones que surgen más desde las creencias que desde las posturas teóricas incorporadas para orientar la práctica educativa (pedagógica, didáctica y curricular) lo que posibilita en muchos casos procesos de formación y desarrollo humano en el educando fragmentados, desarticulados, descontextualizados, vigilados, regulados, carentes de sentido, conscientes e inconscientes, que omiten el agenciamiento del educando como finalidad formativa, pero también se posibilitan procesos de formación y desarrollo humano significativos. Palabras claves: formación, desarrollo humano, pedagogía, didáctica, currículo, competencia. ABSTRACT The investigation stems from the problems observed in the educational institution where the training processes and human development of the learner are seen weak, biased , emerging and disjointed , therefore, seeks to interpret the teaching references and teaching applied by educators in the classroom for the enablement of formation processes and human development in students of School María Félix Restrepo Londoño of the municipality of La Union (Antioquia), through the implementation of the curriculum competencies . The interpretation of this school actually done through a qualitative research paradigm and constructivist hermeneutic approach , using techniques and tools for gathering and analyzing information as observation ( observation guide ) interview (screenplay ) and triangulation (womb), adding to the (atlas.ti) this methodological process as a means to facilitate the interpretation of the data, allowing you to find the referents of educators lack epistemological foundation becoming more buildings arising from the belief that from the theoretical positions incorporated to guide educational practice ( pedagogical , didactic and curricular ) which allows in many cases formation processes and human development in the learner fragmented , disjointed , decontextualized , monitored , regulated , meaningless , conscious and unconscious , that bypass the agenciamiento purpose of educating and training , but significant formation processes and human development are also possible . Keywords : training, human development , pedagogy, teaching , curriculum, competition. CONTENIDO INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………10 1. GENERALIDADES………………………………………………………………….13 1.1 TÍTULO……………….……………………………………………………………..13 1.2 PROBLEMA………………………………………………………………………...13 1.2.1 Descripción del problema……………………………………………………….13 1.2.2 Antecedentes……………………………………………………………………..21 1.2.3 Pregunta…………………………………………………………………………..26 1.2.4 Preguntas problematizadoras o auxiliares…………………………………….26 1.3 JUSTIFICACIÓN……………………………………………………………………27 1.4 OBJETIVOS…………………………………………………………………………33 1.4.1 Objetivo general…………………………………………………………………. 33 1.4.2 Objetivos específicos…………………………………………………………….33 1.5 DELIMITACIÓN……………………………………………………………………..34 1.5.1 Temporal…………………………………………………………………………..34 1.5.2 Conceptual………………………………………………………………………...34 1.5.2.1 Categorías inductivas de estudio…………………………………………….35 1.5.2.2 Unidades de análisis…………………………………………………………..36 1.5.3 Contextual………………………………………………………………………...36 1.5.3.1 Unidades de Estudio…………………………………………………………..37 1.6 REFERENTES CONCEPTUALES………………………………………………..38 1.6.1 Formación………………………………………………………………………... 38 1.6.2 Desarrollo humano…………………………………………………………….....45 1.6.3 Referente pedagógico…………………………………………………………...55 1.6.4 Referente didáctico……………………………………………………………….62 1.6.5 Currículo………………………………………………………………………….. 69 1.6.6 Competencia………………………………………………………………………74 2. DISEÑO METODOLÓGICO……………………………………………………… 85 2.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN: CUALITATIVA……………………………………..85 2.2 DEFINICIÓN DE ENFOQUES: HERMENÉUTICA……………………………...88 2.3 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN…91 2.3.1 Categorías y subcategorías……………………………………………………..91 2.3.2 Descripción de técnicas e instrumentos a utilizar…………………………….96 2.3.3 La entrevista………………………………………………………………………99 2.3.4 Entrevista semi-estructurada para dos estamentos…………………………101 2.3.5 La observación………………………………………………………………….105 2.3.6 Guía de Observación participante en clase………………………………… 107 2.4 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA EL ANÁLISIS DE INFORMACIÓN..117 2.4.1 La triangulación………………………………………………………………….117 3. ANÁLISIS Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN…………………… 120 3.1 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN..120 3.2 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA EL ANÁLIS DE LA INFORMACIÓN129 3.3 CATEGORÍAS EMERGENTES………………………………………………….136 3.3.1 Práctica educativa………………………………………………………………136 3.3.2 Contenido de la enseñanza……………………………………………………138 3.3.3 Alteridad………………………………………………………………………… 140 3.3.4 Gubernamentalidad…………………………………………………………… 141 4. DISCUSIÓN Y HALLAZGOS…………………………………………………… 144 5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES………………………………….. 196 5.1 CONCLUSIONES……………………………………………………………… 196 5.2 RECOMENDACIONES…………………………………………………………..204 6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………..212 LISTA DE ANEXOS……………………………………………………………………218 ANEXO A. ATLAS. TI……...………………………………………………………….218 ANEXO B. PRESUPUESTO………………………………………………………….219 INTRODUCCIÓN Los últimos tiempos, han sido el momento histórico en el cual los procesos de formación y desarrollo humano han sido comprendidos desde otras perspectivas y discursos que hoy se plantean como teorías críticas, donde se busca reivindicar la esencia del ser humano, por medio de una educación que tome como centro de partida el sujeto desde cada una de sus facultades, dejándolo ser a partir de sus realidades y necesidades internas, pero también potenciando su capacidades para decidir, actuar, generar justicia social y participar activa y reflexivamente en el ámbito social, económico, político y cultural. Desafortunadamente el ser humano de la actualidad está inmerso en procesos de formación y desarrollo humano que responden a las exigencias de una cultura y sociedad capitalista, donde el ideal de ser humano de la época de la ilustración y el iluminismo sigue vigente como intención formativa, respaldada por una práctica educativa tradicional que todavía se arraiga en gran medida al disciplinamiento, donde la gubernamentalidad juega un papel importante en la regulación, vigilancia y el control de ésta, agravándose la situación con el hecho de que el educador es poco receptivo a la discontinuidad, es decir, a transformase a sí mismo y por ende a realizar su práctica educativa de manera diferente a como se ha venido realizando. Esta realidad es un punto de partida para el desarrollo de la investigación, en la cual, se plantea una reflexión crítico constructiva de los referentes pedagógicos y didácticos que el educador aplica en el aula para posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando a partir de la implementación del currículo por competencias, donde queda en evidencia que los referentes (saberes) del educador, se alejan de las posturas teóricas, carecen de fundamentación epistemológica y son construcciones que surgen más desde creencias que desde posturas teóricas adoptadas por el educador para orientar la práctica educativa en pro de posibilitar procesos de formación para el desarrollo humano del educando, la formación se comprende desde un saber intuitivo, el desarrollo humano desde un saber inocente, la pedagogía desde un saber restringido, la didáctica desde un saber reduccionista, el currículo desde un saber tecnocrático, la competencias desde un saber confuso y reducido y el currículo por competencias desde un saber dudoso. La investigación muestra además, que el referente de las prácticas donde se entremezclan los saberes, tienen ciertas dificultades, desde la pedagógico, lo didáctico y lo curricular posibilitando procesos de formación y desarrollo humano en el educando en ocasiones son significativos ya que están orientados teniendo en cuenta la integralidad del educando y buscan promover el agenciamiento del ser, pero también son fragmentados porque el ser humano no se potencia desde cada una de la dimensiones humanas que hacen parte de él, son descontextualizados y desarticulados, porque se alejan de las realidades internas del ser humano perdiendo significado formativo para la subjetividad del ser, son regulados, controlados y vigilados por la gubernamentalidad, imponiéndose en muchas ocasiones la ideología que la escuela debe promover para formar el ser humano que el poder desea, son desmotivantes y carentes de sentido, ya que al no ser posibilitados en relación con el contexto, la historicidad y la subjetividad del educado, este no le encuentra sentido y valor, son conscientes por parte del educador para posibilitar que el educando adquiera un saber enciclopédico, pero inconscientes por parte del educador para posibilitar otros procesos de formación que permitan la configuración del sujeto como agente, además, estos procesos de formación posibilitados de esta manera omiten el desarrollo humano como finalidad formativa. Esta investigación se construye conceptualmente a partir de los fundamentos teóricos de las pedagogías críticas, retomando autores como Amartya Sen, Wolfgang Klafki, Hans Georg Gadamer, Olga Lucía Zuluaga, Conrad Vilanou, Shirley Grundy, Carlos Augusto Hernández y otros, que enriquecen la interpretación realizada en este proceso investigativo, donde se mira la práctica educativa, la formación y el desarrollo humano con otros lentes, que facilitan realizar una reflexión crítica constructiva de dicha realidad estudiada. 1. GENERALIDADES 1.1 TÍTULO INTERPRETACIÓN DE LOS REFERENTES PEDAGÓGICOS Y DIDÁCTICOS QUE APLICAN LOS EDUCADORES EN EL AULA DURANTE LA IMPLEMENTACIÓN DEL CURRÍCULO POR COMPETENCIAS ¿PROCESOS DE FORMACIÓN Y DE DESARROLLO HUMANO EN LOS EDUCANDOS? 1.2 PROBLEMA 1.2.1 Descripción del problema. La Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño está ubicada en el Municipio de La Unión (Antioquia), actualmente cuenta con mil cuatrocientos educandos aproximadamente, treinta y nueve educadores y tres directivos. Sus educandos son seres humanos que, en su gran mayoría, han vivido en un contexto cultural que aún guarda sus raíces campesinas, además de que sus tradiciones, principios y costumbres hacen parte de modos y formas de ser muy particulares de la vida de provincia o de pueblo, pero que con el cambio tan acelerado que exige la modernidad y la globalización, este contexto también se ha visto afectado en las manifestaciones sociales que allí se aprecian, la realidad social enfrenta al ser humano a una nueva forma de vida y existencia en la cual debe actuar y tomar decisiones para poder combatir con problemáticas sociales como el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución, la falta de oportunidades educativas a nivel superior, la violencia y la pobreza, que hacen parte de este contexto. Por esta situación es importante empezar a pensar en la idea de formación y de desarrollo humano que desde la Institución se está posibilitando. Desde el año 2010 se ha tenido la oportunidad de compartir, interactuar y participar en la organización, planificación y materialización de las propuestas 13 educativas que en la Institución se desarrollan con el deseo de posibilitar procesos de formación en el educando, esta participación en dichos procesos e interacción activa con el contexto por medio de asistencia a jornadas pedagógicas, a conversatorios en el consejo académico, a la presencia en las comisiones de evaluación y promoción, a la labor docente adelantada en la Institución, ha facilitado realizar una observación participante centrando la atención en la formación y el desarrollo humano del educando a partir de la implementación de algunas prácticas educativas, entre ellas el currículo por competencias, el cual direcciona en gran parte la labor pedagógica y didáctica del educador y del directivo. Además, se han desarrollado diálogos, conversaciones y grupos de discusión informal con educadores, directivos y educandos donde se discute, se reflexiona y se cuestiona la formación y el desarrollo humano que en la Institución Educativa se posibilita. Este ejercicio ha permitido, entonces, conocer e identificar aspectos y características que pueden plantearse como falencias que se tienen para orientar los procesos de formación y de desarrollo humano en los educandos, dichas dificultades se pueden definir de la siguiente manera: posición acrítica en relación a las propuestas educativas, falta de claridad con relación al concepto de formación, poca interrelación y articulación de los saberes, homogenización y descontextualización social y cultural del currículo por competencias, olvido de la potenciación de algunas dimensiones del desarrollo humano en las prácticas pedagógicas y didácticas, falencias en el acompañamiento familiar entre otras; de esta manera, dichas dificultades a continuación se argumentarán para plantear y describir el problema de este trabajo investigativo. Encontrar la solución a esta problemática no será fácil, por esta razón se hace urgente interpretar y comprender este contexto escolar tan complejo, porque de lo contrario, se desfallecerá en el intento por posibilitar procesos de formación para el desarrollo humano. Si no se presta toda la atención necesaria a la tarea de 14 interpretar los referentes pedagógicos y didácticos que aplica el educador en el aula para implementar adecuadamente el currículo por competencias y así posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano, entonces, la Institución, sus procesos curriculares, educativos y, por ende, la formación y el desarrollo humano seguirán estando en crisis. Teniendo en cuenta la primer falencia mencionada, y asumiendo que uno de los principales retos de la educación es posibilitar el proyecto de la humanidad entendido este como la formación del sujeto porque es en este proceso donde el ser humano se construye y se da forma a sí mismo, es decir, se constituye humanamente a partir de sus “disposiciones y capacidades naturales” (Gadamer, 1993), la Institución Educativa desde el año 2009, tomando en cuenta las directrices del Ministerio de Educación Nacional de Colombia, adopta el enfoque del currículo por competencias para posibilitar los procesos de formación y de desarrollo humano en el educando, con una dificultad que radica en la reflexión pedagógica acrítica por parte de educadores, administrativos, padres de familia y educandos sobre la implementación de este modelo, olvidando cuestionarse por asuntos y significados relacionados con preguntas como ¿cuál es la concepción de ser humano que tienen estos enfoques curriculares y educativos? ¿cuáles son los fundamentos conceptuales de la propuesta? ¿qué prácticas pedagógicas y didácticas se deben desarrollar para llevar a cabo esta propuesta? ¿qué se entiende por formación y desarrollo humano? ¿cuáles son las transformaciones pedagógicas y didácticas que se deben hacer para avanzar en una propuesta formativa? Son muchas las preguntas que surgen y que es indispensable hacer en el contexto educativo de la Institución para interpretar de manera adecuada y profunda la forma en que se está posibilitando la formación y el desarrollo humano del educando. 15 Otra de las falencias en la formación del educando parte de la falta de claridad y la poca fundamentación conceptual que se tiene con relación al concepto de formación por parte de los educadores y directivos, este término se confunde con educación y en muchas ocasiones es concebido como los procesos que vivencia el estudiante para adquirir lo necesario para ser útil y competente en el medio, mejorando así su calidad de vida y la de los demás, su énfasis es en el saber hacer. Con relación a esta falta de claridad y de conceptualización, Zemelman propone que: La formación en su acepción básica, implica potenciar al sujeto (niño, adolescente, universitario), es decir: se tiene que tomar en cuenta, no las grandes cosas que el individuo puede hacer, sino la potenciación del sujeto desde lo más mínimo, desde su propia cotidianeidad, de sus propios espacios diarios, que sepa valorar sus espacios y sus oportunidades.” (2008, p. 8). Desde otra perspectiva, la formación es concebida como: „Aquello que va más allá del mero cultivo de capacidades previas‟ apunta a algo que está más allá de la habilidad y la destreza y por tanto del desarrollo de capacidades o talentos. Aquello que está más allá de las capacidades previas, es lo que constituye el objetivo de la formación, la cual no consiste en llegar a ser más hábil o más diestro de acuerdo con un baremo, sino en que „uno se apropia por entero aquello en lo cual y a través de lo cual uno se forma‟, de una manera tal que „en la formación alcanzada nada desaparece, sino que todo se guarda. En este sentido, formarse es un constante desarrollo y progresión‟. (Gadamer, 1993, p. 40). Otra dificultad en la formación del educando por parte de algunos educadores y directivos, consiste en la poca comprensión que se tiene en relación a aquello que se denomina como “desarrollo humano” que como lo plantea Sen (2000) desde las 16 perspectiva de las capacidades y las oportunidades “es la expansión de las libertades reales de las que disfruta el ser humano” o desde la perspectiva de las necesidades y los satisfactores de Neef (1993), “el desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos” es decir, que para comprender la calidad de vida del ser humano, no basta con valorar solo el crecimiento cuantitativo, sino que es necesario y más importante darle valor al crecimiento cualitativo e integral del sujeto. En otras palabras, el fin del proceso educativo debería ser la formación orientada hacia la posibilitación de un ser humano que en términos de Amartya Sen este agenciado, es decir, con capacidad de actuar, decidir y de generar cambios personales y sociales, que en la lógica Gadameriana, se comprende como el proceso de humanización donde se va generando una transformación en el ser humano desde su esencia y en especial desde cada una de la dimensiones que hacen parte de él, es decir, para que de esta manera pueda empezar a ver su realidad con lentes diferentes que le permitan construir a partir del reconocimiento de sus virtudes y debilidades su propio futuro; o como lo describe Michel Foucault citado por Runge Peña (2003) “el conocimiento de la verdad no puede estar aislado del desarrollo integral del sujeto”. Además, de la poca comprensión con relación al desarrollo humano, se evidencia que este asunto está relegado casi en su totalidad al currículo oculto, en otras palabras a aquello que no se curriculariza, que se deja de lado porque no es importante y como tal no tiene un sentido formativo explícito, lo que no es su totalidad inadecuado, porque este currículo también permite posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano, pero lo que sí se cuestiona es la poca gestión que se realiza con relación a este, vital para formar un ser humano con juicio crítico, reflexivo y creativo, capaz de tomar decisiones pensado en sí mismo 17 y en los demás, es decir, con sentido de tolerancia, amor y fraternidad, este fenómeno se presenta: En casi todas las naciones del mundo donde se están erradicando las materias y las carreras relacionadas con las artes y las humanidades, tanto a nivel primario y secundario como a nivel terciario y universitario. Concebidas como ornamentos inútiles por quienes definen las políticas estatales en un momento en que las naciones deben eliminar todo lo que no tenga ninguna utilidad para ser competitivas en el mercado global, estas carreras y materias pierden terreno a gran velocidad, tanto en los programas curriculares como en la mente y el corazón de padres e hijos. Es más, aquello que podríamos describir como el aspecto humanístico de las ciencias, es decir, el aspecto relacionado con la imaginación, la creatividad y la rigurosidad en el pensamiento crítico, también está perdiendo terreno en la medida en que los países optan por fomentar la rentabilidad a corto plazo mediante el cultivo de capacidades utilitarias y prácticas, aptas para generar renta. (Nussbaum, 2010, p. 20). Otro asunto que genera falencias para posibilitar la formación y el desarrollo humano del educando por parte de los educadores y directivos consiste en la poca interrelación y articulación de los saberes, presenciándose una ausencia en la transversalidad de los conocimientos, además, algunas veces el educador con su práctica realiza un recorte entre enseñanza y contenido, quedando una práctica empírica, en la mayoría de los casos con manejo y dominio de contenidos incipientes. Se trata en este caso de una actividad asistemática y azarosa que, aunque pretende ser objetiva midiendo productos, lo único que genera es la buena intención, es la parcialización del proceso. Esta situación se mantiene debido a la falta de manejo de estrategias metodológicas por parte del maestro. Los contenidos no se ven como un proyecto de formación y socialización, por lo mismo los fines educativos establecidos se dan al margen de los agentes. Es necesario, 18 por lo tanto, que las estrategias de enseñanza y contenidos se construyan a partir de las características de los agentes participantes. O como lo propone Perrenoud (2002), la “transversalidad” solo es posible si el educador tiene la actitud y la motivación de trabajarla, de lo contrario se limitará a desarrollar capacidades como la lectura, las matemáticas, la observación y otras que por tiempo han sido el argumento para la formación del educando. Además, la educación que allí se orienta, está direccionada por un currículo por competencias homogenizado y descontextualizado social y culturalmente de la subjetividad de cada individuo, es decir, que el currículo por competencias implementado tiene poca relación con las “prácticas sociales” (Perrenoud, 2002) perdiendo sentido formativo para el educando los contenidos y planes de estudio desarrollados, ahogando la “diversidad cultural” y enfatizando los aprendizajes a “competencias enraizadas en lo universal” olvidando el desarrollo de aprendizajes que faciliten la adquisición de “competencias enraizadas en la realidad social, cultural, nacional y regional” (Coll, 2007). Pero también, las prácticas pedagógicas y didácticas por parte de los educadores y directivos tienen poco fundamento conceptual, es decir, que casi no existe coherencia de la teoría con la práctica en relación a las perspectivas pedagógicas planteadas, con lo anterior se evidencia que la propuesta curricular por competencias, tiene algunas vacíos en los saberes epistémico conceptuales, lo que genera dificultades en el momento de implementar dicha propuesta. Pareciera ser que de la formación por objetivos a la formación por competencias lo único que se ha transformado es el nombre, ya que en las prácticas pedagógicas se puede observar a un educador que se interesa en gran medida por transmitir y desarrollar los contenidos del área que el educando debe aprender, convirtiéndose 19 este en un receptor de conocimientos impartidos por el educador, el cual, limita la enseñanza solo a la potenciación de algunas dimensiones del ser humano, olvidando la existencia y el desarrollo de las otras. Con relación a lo descrito anteriormente se ha planteado que: La globalización nos enfrenta a problemas insoslayables. Hay un empobrecimiento del ser humano. Marcuse nos previno sobre el hombre mutilado como producto de la época posindustrial, formado en una sola dimensión, lo cual nos remite al tercer hecho contextual: ¿qué dimensiones del ser humano son las que se están potenciando? El dinamismo de la revolución técnica privilegia el desarrollo de algunas facultades del hombre, las vinculadas con el “Homo Faber”, el que sabe hacer, el que controla instrumentos. Crea una individualidad desequilibrada que no sabe desarrollarse más que con las lógicas instrumentales y el lenguaje de la tecnología. Las demás las deja de lado.” (Zemelman, 2008, p. 5). Por último, algunos padres de familia presentan dificultades para el acompañamiento al proceso formativo de sus hijos, además, tienen poco conocimiento sobre la formación y desarrollo humano posibilitados por el currículo por competencias, desconociendo el mecanismo de esta propuesta educativa, e incluso no saben cuál es el ideal de formación. A todo esto se suma que la concepción que tienen con relación a la formación de sus hijos, se fundamenta en gran parte en educandos más el arraigo de una educación tradicional, considerando que los fuertes académicamente deben ser premiados y los menos competentes o débiles castigados, mirando estos últimos como seres humanos inferiores y diferentes, aumentando la brecha entre igualdad y desigualdad. Creen que la formación axiológica está fundamentada en el disciplinamiento de la conducta ¿acaso así se garantiza la formación? El educador debe hacer cumplir el manual de convivencia que, en el fondo, es un reglamento estudiantil, aquí se castiga al que no cumple la norma (anotaciones, suspensiones), 20 generando miedo y temor, privando y castrando el actuar, sentir y pensar del educando que acude a la institución. Esta educación opta por la disciplina como la base de la formación del sujeto, categorizada como “poder disciplinario” (Foucault, 2003), el cual, tiene su éxito sin duda en el uso de instrumentos simples como la inspección jerárquica, la sanción normalizadora y su combinación en un procedimiento que le es específico: el examen. 1.2.2 Antecedentes. Pero aquí no finaliza el asunto, porque para el estudio del fenómeno planteado se deben tener en cuenta sus antecedentes, que en este caso surgen a partir de la creación humana de las “nuevas sociedades de la información y del conocimiento” (Coll, 2007) caracterizada por fenómenos y procesos como la globalización económica, los cambios en la estructura del mercado laboral, la ubicuidad de las tecnologías de la información y la comunicación, el acceso relativamente fácil a las fuentes de información o la economía basada en los servicios y en el conocimiento, características que se constituyen como implicaciones sociales y culturales que intervienen en la educación institucionalizada y, por ende, en todos los niveles de la educación que ofrece la escuela, por medio de currículos por competencias que legitimizan, orientan y posibilitan la formación y el desarrollo humano del sujeto. Esta formación posibilitada por la implementación del enfoque por competencias ha sido estudiada e interpretada de diversas maneras por parte de algunos autores e investigadores, de donde se pueden evidenciar, desde la esfera del conocimiento, dos perspectivas conceptuales. Las dos asumen una visión crítica, pero se distinguen porque una trata de fundamentar que el enfoque curricular por competencias puede ser favorable para posibilitar la formación y el desarrollo humano del educando en la escuela y la otra, toma una posición reflexiva que defiende que esta propuesta no es la más adecuada para implementar en la escuela en pro de la formación y del desarrollo humano. 21 Desde la primera mirada podemos remitirnos a los trabajos de Perrenoud (2002) “Construir competencias desde la escuela” donde propone la “movilización de conocimientos”, la “transversalidad” y transferencia de las “prácticas sociales” a los contenidos, planes de estudio y demás prácticas curriculares, generando de esta manera alternativas educativas para la formación de un ser humano crítico y con capacidad para decidir armónicamente ante todas las situaciones de su vida y existencia. En la misma línea está el trabajo de César Coll, donde se posibilita la formación por competencias desde una mirada holística e integradora en la que las disciplinas no funcionen de manera aislada, por el contrario, deben unificarse para trabajar transversalmente, desde una propuesta curricular que facilite la potenciación de todas las dimensiones del desarrollo humano para garantizar una formación integral del sujeto, para que esto se pueda lograr es necesario concebir el enfoque por competencias bajo la perspectiva de “la integración de distintos conocimientos, es decir, la movilización articulada e interrelacionada de diferentes tipos de conocimientos, con todo lo que ello supone” (Coll, 2007), es importante tener presente que el enfoque por competencias no puede olvidarse del contexto en que se adquieren y se aplican. Otros autores como Ángel Díaz Barriga en su trabajo “El enfoque de competencias en la educación ¿Una alternativa o un disfraz de cambio?” , “El informe del proyecto “Alfa Tuning Latinoamérica” documento de discusión primera parte del 30/09/2005” donde propone que una competencia técnica en una especialidad dada es raramente útil si no va acompañada de competencias no técnicas: el saber ser (motivación, decisión, actitud, responsabilidad etc) el saber ser hacer con las personas (las relaciones entre las personas, la comunicación y el espíritu de equipo etc) el saber hacer con un sistema (resolver los problemas, la polivalencia, la adaptabilidad etc). En esta misma lógica es importante rescatar los aportes de Sergio Tobón Tobón con sus trabajo denominado “Formación integral y competencias, pensamiento 22 complejo, currículo, didáctica y evaluación” donde se plantea el “enfoque socioformativo” como alternativa pedagógica para abordar las competencias en busca de generar procesos de formación integral en el educando, determinando que las competencias deben ser miradas, no como el fin o el todo de la educación, sino como parte de ella, además, se propone que las competencias “son procesos complejos de desempeño con idoneidad que se llevan a cabo en un contexto determinado, teniendo en cuenta la responsabilidad ética en la actuación humana” (Tobón Tobón, 2010), lo que deja claro una mirada integradora de este enfoque y la forma cómo puede materializarse en la escuela por medio de los procesos educativos que privilegien la formación. Además, podemos ver desde esta misma tendencia integradora sobre la formación posibilitada por el currículo por competencias la propuesta denominada “Las competencias en educación: un balance” de Monique Denyer y otros, donde se propone que la educación debe tener como centro el desarrollo y la potenciación del ser humano, exigiendo que las prácticas educativas deben ser contextualizadas y el educando está llamado a ser un agente participativo en la construcción del conocimiento y en el desarrollo y adquisición de las competencias. También encontramos la propuesta de Ronald Barnett “Los Límites de la competencia. El conocimiento, la educación superior y la sociedad” en la que se propone la escuela como un lugar encargado de crear espacios que posibiliten al ser humano edificarse, cultivarse y darse forma a sí mismo, es decir, que el sujeto pueda formarse, yendo más allá de lo que debe cumplir exigido por los estándares universales y locales establecidos en el contexto escolar. Por último, encontramos el trabajo de Carlos Augusto Hernández “Las competencias científicas” donde propone una definición integradora sobre estas, sugiriendo que la formación debe estar posibilitada desde el paradigma del aprendizaje, donde el educando es un actor activo dentro del aula de clase que no puede limitarse a la recibir información, pero que la escuela es la responsable, 23 junto con sus actores, de generar espacios donde el ser humano tenga la oportunidad de incorporar elementos que le permitan configurarse y formarse a sí mismo. Pero como se mencionó, también existe otra mirada que ve el enfoque del currículo por competencias con grandes falencias para posibilitar la formación y el desarrollo humano del sujeto, para lo cual reflexiona con relación a la formación que se promueve desde la escuela bajo la propuesta de competencias puesto que las concepciones son diversas sobre el ser humano que se desea formar, muchas veces están centradas en los intereses culturales y sociales donde predomina el progreso económico, industrializado, materialista y tecnológico, propio de las sociedades y culturas modernas (Nisbet, 1986), lo que ha llevado a concebir la educación como el medio de influencia que facilita formar individuos para la utilización del potencial humano en el progreso económico y social. “No se habla entonces de seres humanos sino de recursos humanos, es decir, sujetos del desarrollo económico, potenciales creadores de riqueza, trabajadores eficientes, etc.” (Vargas, 1999). Desde esta mirada sienten que “la formación está descuidada y es minusvalorada hoy en día, de ella se extrae aquello que resulta “pertinente” para los fines e intereses de un cierto modelo de humanidad y sociedad. La perfección del espíritu y la búsqueda de formas excelsas de humanidad, son desplazadas por un concepto de “formación técnica”, ajustada a los términos medio-fin de una racionalidad puramente instrumental y eficientista basada en el modelo económico de costo-beneficio” (Trujillo, 2007). Con relación a este fenómeno se describe que: En la actualidad se están produciendo cambios drásticos en aquello que las sociedades democráticas enseñan a sus jóvenes, pero se trata de cambios que aún no se sometieron a un análisis profundo. Sedientos de dinero, los Estados nacionales y sus sistemas de educación están 24 descartando sin advertirlo ciertas aptitudes que son necesarias para mantener viva a la democracia. Si esta tendencia se prolonga, las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y los sufrimientos ajenos. (Nussbaum, 2010, p. 20). Otro punto de discusión en torno de la formación por competencias es aquel que consiste en que esta propuesta educativa privilegia el saber y el hacer, en otras palabras la competencia es la materialización del saber en el hacer, lo cual le da un énfasis a la formación por competencias en la capacitación de empleados y obreros para desempeñar con eficiencia y eficacia su rol “mediador” en los procesos de producción y no para ser competente en un buen vivir entre humanos, lo que sin duda es una clara y devastadora deshumanización, a esto puede sumarse otro asunto como es la carga ideológica que tiene el enfoque, lo que hace que se mezcle en el proceso de formación el crecimiento personal con los intereses económicos. Desde las teorías de la transformación existe una crítica profunda a los intereses de la razón técnica e instrumental, a lo que Freire en su obra “Pedagogía de la autonomía” denomina “enseñanza bancaria”, y a lo cual, se hace referencia diciendo: Que la idea de formar al individuo como recurso altamente calificado es una idea, que se debe superar. Algunos pedagogos creen que forman y en realidad informan. La sola información no contribuye al propósito de permitir que el sujeto concreto crezca, se desarrolle. Esta idea debe superarse para no convertir al ser humano en el tornillo de una máquina. La información puede deformar al individuo y lo fundamental es que el sujeto concreto 25 crezca, se desarrolle en el conjunto de sus facultades. No transmitirle información seleccionada de acuerdo a patrones que no tienen que ver con las lógicas propias de formación del individuo, sino con las exigencias económicas que sobre el individuo plantea el mercado.” (Zemelman, 2008, p. 8). Desde una u otra mirada las competencias han sido llevadas al contexto escolar de las instituciones educativas del país, hoy es común encontrar en los educadores y directivos posiciones diversas frente a la implementación del currículo por competencias para posibilitar la formación y el desarrollo humano en el educando, a pesar de los esfuerzos que se han hecho para consolidar este enfoque pedagógico aún persisten dificultades pedagógicas y didácticas que se evidencian en la práctica educativa, porque dicha propuesta exige asumir unos referentes y transformaciones desde la labor curricular del educador y el administrativo y es ahí donde radica la situación problema o fenómeno que se pretende comprender en este trabajo, enfatizado en un contexto específico como lo es la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño del Municipio de La Unión (Antioquia). 1.2.3 Pregunta ¿Cuáles referentes pedagógicos y didácticos aplican los educadores en el aula para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en los educandos de la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño del municipio de La Unión (Antioquia), por medio de la implementación del currículo por competencias? 1.2.4 Preguntas problematizadoras o auxiliares ¿Cuáles son los saberes y creencias que legitiman la propuesta curricular por competencias en la Institución? 26 ¿Cómo se ha desarrollado el currículo por competencias en la Institución Educativa entre 2012 y 2013? ¿Qué relación existe entre los saberes y creencias de los educadores y directivos con las prácticas pedagógicas y didácticas que se utilizan en el aula para la implementación del enfoque curricular por competencias? ¿Qué se entiende por formación y desarrollo humano en la Institución Educativa? ¿Cuáles son las concepciones de ser humano y sociedad que subyacen en las prácticas pedagógicas y didácticas del educador? ¿Cómo se comprende el desarrollo humano del educando posibilitado a través de la implementación del currículo por competencias? ¿Por qué es importante implementar el currículo por competencias como estrategia para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando? ¿Cuáles son las recomendaciones y transformaciones pedagógicas y didácticas que se deben implementar para desarrollar el enfoque del currículo por competencias como estrategia que posibilite la formación y el desarrollo humano del educando? 1.3 JUSTIFICACIÓN Las competencias en el ámbito educativo surgen en la década de los noventa (Coll, 2007), desde entonces esta propuesta educativa se ha estado desarrollando en el medio internacional donde ha tenido diversas concepciones. En la actualidad, el enfoque curricular por competencias es confuso y difícil de llevar a cabo en el contexto escolar, a pesar de las investigaciones y de la fundamentación conceptual en torno a esta estrategia educativa, aún siguen existiendo vacíos metodológicos, ideológicos, pedagógicos y didácticos que son foco de discusión y cuestionamiento. Además, este enfoque pedagógico es interpretado de acuerdo con diferentes intereses, motivaciones y concepciones, que responden a un ideal 27 de ser humano, que se esconde detrás de todos los discursos que lo defienden o lo critican reflexivamente. Desde las perspectiva críticas, el enfoque curricular por competencias se discute debido al origen funcionalista y bancario que tiene, el cual, ha querido ser camuflado con un discurso novedoso y reciente, olvidando que sus metateorías están centradas en las propuestas de “Bobbit” y “Raphl Tyler”, los cuales conciben la escuela como una fábrica, al educador como el operario y al educando como el producto. Desde esta visión, se han querido imponer los estándares y políticas educativas internacionales pensadas y determinadas, no por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), sino por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (Sacristan, 2009), organizaciones que tienen intereses claros con relación a la formación y el desarrollo humano de los sujetos, la sociedad y la cultura, siendo lo único que les motiva el progreso económico, industrial y materialista. Otros aspectos sobre los cuales se reflexiona críticamente, están relacionados, en primer lugar, con la inadecuada implementación del enfoque, donde se brinda poca oportunidad a la “voz” del educando y “el currículo no es una esfera pública” (Giroux, 1986),en segundo lugar, se ha generado la estructuración de currículos escolares centrados en el desarrollo de disciplinas y contenidos, “sin articulación e interrelación, obviando la transversalidad y diversidad cultural” (Coll, 2007), dando como resultado una débil promoción de espacios educativos que posibiliten la formación y el desarrollo humano del educando y, en tercer lugar, es importante mencionar que los sistemas educativos de los países, si así se pueden definir, son los que determinan y evalúan lo que enseña la escuela a través de las pruebas 28 externas, como “si los resultados de las evaluaciones tuvieran la magia de representar todo lo que implica la educación y la formación del educando” (Sacristan, 2009). Desde esta mirada de la educación, y acudiendo al cumplimiento de los estándares y políticas educativas internacionales, la estructuración, organización y desarrollo del currículo por competencias es la preocupación de algunas instituciones educativas públicas de Colombia, donde los educadores - en su gran mayoría- desconocen en profundidad la forma de implementar adecuadamente esta propuesta educativa que tiene como fin formar mejores seres humanos. Además, el educador está casi que obligado a pensar solo “el cómo formar” y no “el por qué se forma de esa manera”, lo que lo pone en una posición en la que su tarea fundamental en la escuela es desarrollar este enfoque curricular oficial que en gran medida limita la formación y el desarrollo humano del educando a un fenómeno tecnocrático, donde lo que prima es el sujeto “Homo Faber” - el que sabe hacer- (Zemelman, 2008), relegando el desarrollo humano y la formación de un sujeto a escala humana, para privilegiar los intereses orientados a posibilitar la formación y el desarrollo humano a escala política, económica, industrial, tecnológica y productiva. El discurso de la educación por competencias es pues, un enfoque novedoso que ha irrumpido los contextos escolares con fuerza, imponiéndose como una aparente solución a los problemas que giran en torno de la formación y el desarrollo humano del educando, además, se adopta en las instituciones escolares con una posición acrítica, lo que genera serias dificultades pedagógicas y didácticas para la adecuada implementación de esta propuesta como alternativa que posibilite la formación y el desarrollo humano del educando, por esta razón se hace importante el desarrollo de este trabajo investigativo, porque lo que se 29 busca es que la comunidad escolar comprenda el enfoque pedagógico del currículo por competencias, para generar transformaciones en la práctica educativa, el contexto escolar y por ende en el mundo de la vida cotidiana del educando, posibilitando procesos de formación para el desarrollo humano. Este fenómeno no ha sido ajeno al contexto escolar de la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño, donde la problemática descrita se refleja en la vivencia de los procesos educativos y curriculares. Allí la formación y el desarrollo humano del educando se centra en un currículo por competencias que tiene poca fundamentación epistémica y conceptual por parte de educadores y directivos; las disciplinas académicas funcionan aisladas y parcializadas, cada una de ellas tiene su concepción sobre la formación y desarrollo humano; las práctica pedagógicas y didácticas del educador en relación al currículo por competencias carecen de concepciones conceptuales, generándose dificultades en la implementación de este enfoque curricular; las competencias relacionadas con el “ser” y “saber convivir con los demás” se deja relegada en un gran porcentaje al currículo oculto, los educandos no tienen “voz” ni “participación” en el diseño curricular y los educadores tienen poco interés de ser “intelectuales transformadores” limitándose a desarrollar los contenidos de manera parcializada con el propósito de potenciar las competencias que luego serán medidas por el Estado por medio de las evaluaciones externas como Pruebas Saber, ICFES e Ingreso a la Universidad, que en muchos casos se limitan únicamente a la valoración de competencias relacionadas con el “saber” y el “hacer” limitando al ser humano al desarrollo de la competencia cognitiva o intelectual, perdiendo así importancia la potenciación de otras competencias y dimensiones del desarrollo humano relacionadas con el “ser” y “saber convivir con los demás”, competencias que son vitales para la formación del educando que en la actualidad carece de sentido y valor, percibiéndose en él una pobreza espiritual que hace que el ser humano y sus decisiones sean fáciles de manipular y de controlar por la sociedad, la cultura y los medios de 30 comunicación, ya que este no piensa y se deja imponer limitaciones que no lo dejan ver más allá de lo que realmente puede hacer. De acuerdo a esa descripción de la realidad educativa en este establecimiento valdría la pena entonces preguntarnos, como se planteó, ¿cuáles son los referentes pedagógicos y didácticos que aplican los educadores en el aula para que la implementación de un currículo por competencias en la Institución posibilite procesos de formación y de desarrollo humano en sus educandos? Con este cuestionamiento se pretende interpretar por medio de la hermenéutica, cómo se promueven los procesos formativos y de desarrollo humano en el educando a través del currículo por competencias, para que posteriormente se puedan proponer algunas recomendaciones y orientaciones pedagógicas y didácticos para que la implementación del currículo por competencias posibilite procesos de formación en el educando, buscando la realización de un sueño formativo que se tiene a nivel personal, el cual consiste en proponer una educación progresista, que tenga como fin generar espacios educativos que rescaten la mirada de integralidad hacia el ser humano, donde prime el amor, la fraternidad y la solidaridad, para formar seres humanos que participen activamente en la construcción del currículo, donde se introduzcan sus significados, valores, creencias, principios y prácticas sociales y culturales que los motive a vivenciar su proceso de formación, además, que el educador sea un orientador intelectual de experiencias educativas y curriculares que surjan desde una mirada crítica, lo cual lo pone en la tarea de preguntarse no por el cómo formar sino por “el por qué ese ideal de formación, de desarrollo humano, de sociedad y de cultura”. Por esta razón, en algún momento de la existencia deseo ver a “los educadores y educandos construyendo colectivamente sus currículos” (Freire, 1980) buscando a través de ellos codificar la formación de un ser más humano que tenga como 31 capacidades el ser capaz de actuar, decidir, generar transformaciones, participar en la vida social, política, económica y creador de justicia social, mediado todo esto por el cuidado de sí, el conocimiento de sí, el juicio crítico, reflexivo y creativo como mecanismos para la toma de decisiones pensadas y sentidas que le permitan construir desde el reconocimiento de sus falencias y virtudes su propio futuro, formar un ser humano que sienta, piense y actúe en gran medida de forma coherente, que se preocupe por sí mismo y por los seres humanos que están a su alrededor, construyendo un vivir bien entre humanos. Desde esta propuesta investigativa, no se busca beneficiar solo la formación y el desarrollo humano del educando, sino aportar a la constitución de seres humanos con sentido de pertenencia y gratitud con su municipio, que se destaquen por su compromiso y liderazgo, pero sobre todo por el cuidado y conocimiento de sí mismos, capaces de reconocer el pasado, para vivir el presente y orientar su futuro y el de una comunidad entera, que hoy requiere de seres humanos con una educación y formación sólida, es decir, una educación para toda la vida, y que no vean en la graduación el punto final para suspender el desarrollo de su esencia humana y su conocimiento, sino que por el contrario, sea una motivación para continuar educándose y creciendo como seres humanos. Además, esta propuesta debe impactar en un futuro sobre las concepciones culturales y sociales de este municipio en beneficio de todos sus habitantes, tratando de incentivar la participación de niños, jóvenes y adultos en diversas actividades educativas, deportivas, recreativas, culturales y formativas, que faciliten la disminución en la participación y consolidación cada vez más fuerte de otros fenómenos sociales y culturales como la ingesta de alcohol, droga y violencia, en los que se ven involucrados los seres humanos que habitan allí, y que hoy claman con gritos silenciosos nuevas alternativas para utilizar su tiempo 32 libre, compartir en familia y mostrarle a sus nuevas generaciones que en La Unión existes otras formas y modos de vivir bien en sociedad. 1.4 OBJETIVOS 1.4.1 Objetivo general Interpretar los referentes pedagógicos y didácticos que aplican los educadores en el aula, para la posibilitación de procesos de formación y de desarrollo humano en los educandos de la Institución Educativa Félix María Restrepo Londoño del municipio de La Unión (Antioquia), por medio de la implementación del currículo por competencias. 1.4.2 Objetivos específicos Develar los saberes que tienen los educadores y directivos para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando a partir de la implementación del currículo por competencias. Identificar los saberes que tienen los educadores y directivos para la conceptualización del término formación y desarrollo humano. Analizar las prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas por el educador en el aula en el 2013 con relación al desarrollo humano y la formación del educando posibilitada a través de la implementación del currículo por competencias. Describir las fortalezas pedagógicas y didácticas que tienen los educadores para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando por medio de la implementación del currículo por competencias. 33 Proponer algunas recomendaciones y transformaciones pedagógicas y didácticas para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando reconociendo el currículo por competencias institucional. 1.5 DELIMITACIÓN 1.5.1 Temporal. Teniendo en cuenta que la implementación del currículo por competencias, como estrategia educativa para posibilitar la formación y el desarrollo humano del educando, se inició en el año 2009, la delimitación temporal será desde el año 2012 hasta el 2013. 1.5.2 Conceptual. La delimitación en este aspecto estará orientada a los autores de las pedagogías críticas y sus trabajos desarrollados, donde se evidencien los aportes que el enfoque curricular por competencias hace a la educación para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en los educandos que cursan la educación básica y media, teniendo muy en cuenta los aportes de estos trabajos al desarrollo humano desde la perspectiva de la capacidades y las oportunidades y retomando algunos aportes de la propuesta de las potencialidades, la cual posibilita dicho desarrollo a escala humana y no a escala política, económica, material o instrumental. 34 1.5.2.1 Categorías inductivas de estudio. Las categorías iniciales de estudio son: FORMACIÓN “GADAMER” Posibilita 35 DESARROLLO HUMANO “AMARTYA SEN” 1.5.2.2 Unidades de análisis. Para el desarrollo de este trabajo, las unidades de análisis son las siguientes: los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados en el educando, a partir de la implementación del currículo por competencias que se materializa, acorde a los referentes pedagógicos y didácticos que aplica el educador en el aula. 1.5.3 Contextual. Lo contextual en este caso se presenta en dos sentidos, uno estará determinado por el país de origen de los autores que plantean los discursos en relación al fenómeno estudiado y, el otro, se definirá teniendo en cuenta el contexto de la Institución Educativa, donde intervendrán en el trabajo investigativo educandos del grado décimo y undécimo, directivos (Rector, y dos coordinadores) y los educadores de las asignaturas de ciencias naturales (Química), Matemáticas y Ciencias Sociales. 36 1.5.3.1 Unidades de estudio. Estas unidades están determinadas por los seres humanos que van a ser objeto de estudio, los cuales se han definido desde el problema, las preguntas orientadoras y los objetivos, tanto general como específicos, por tal razón los actores de este trabajo investigativo son: i) los educadores que van a participar del proceso investigativo se definieron de acuerdo a un cuestionario aplicado en los educandos del grado undécimo, en el instrumento se preguntó por el educador y el área que más le ha aportado a su formación y también se indagó por el educador y el área que menos le ha aportado a su formación. Después de analizar los datos recogidos se determinó que los educadores de Química y de Matemáticas, al igual que sus áreas, son unos de los educadores que más le aportan a la formación, según percepción de los educandos, y que el educador de Ciencias Sociales y su área es percibido como uno y una de las áreas que menos les aporta a su formación. Debido a esto se definió que estos educadores fuesen los elegidos para desarrollar el trabajo investigativo, además, se contó con el apoyo y la colaboración de ellos para participar en la investigación; ii) Los directivos son tres, el Rector y los coordinadores, a estos sujetos se les presentó la propuesta y luego ellos de manera voluntaria determinaron que desearían ser parte del desarrollo de la investigación, además, son personas que han manifestado un serio interés en que en la Institución se posibiliten procesos de formación y desarrollo humano a partir del currículo por competencias; iii) con respecto a los educandos, estos sujetos serán elegidos entre aquellos que están cursando el grado décimo y undécimo, sin embargo, la observación de clase se llevará a cabo desde los grados octavos, porque son los que han vivenciado todo el proceso de formación a partir de la implementación del currículo por competencias que se inició desde el año 2009, además, se elegirán los educandos del grado décimo y undécimo para la entrevista, teniendo en cuenta los siguientes criterios de inclusión: serán aquellos que presentan serias dificultades en su proceso formativo integral, es decir, con falencias en su comportamiento, en su rendimiento académico, en el cuidado de sí, el conocimiento de sí, el juicio crítico, reflexivo y creativo para la toma 37 decisiones, en el amor, la fraternidad y la tolerancia; otros que se caractericen por llevar a cabo un proceso de formación más estable en relación a los aspectos descritos anteriormente y otros que se caractericen por ser líderes y hacer práctica de los criterios descritos, de esta manera y teniendo en cuenta estos criterios de inclusión se definirán los educandos que serán participes de la investigación. 1.6 REFERENTES CONCEPTUALES 1.6.1 Formación. Para comprender la formación, es importante realizar un reconocimiento de esta desde una visión histórica que facilite identificar las características que en algunas épocas han sido atribuidas a este proceso de humanización en el que se ve involucrado el ser humano durante toda su vida, es decir, desde el nacimiento hasta su muerte. En otras palabras, para interpretar de manera más profunda la formación, debe hacerse en primer lugar una identificación de las concepciones teóricas en relación a los ideales formativos que ha tenido cada momento histórico, porque estos se alteran de acuerdo al ritmo cambiante de la historia, en conclusión, “cada época forma a sus hombres, de ello se deriva que hayan ideales de hombre que pertenecen al pasado y que por tanto ya no son acordes con el momento presente y que hayan otros en cambio que son imaginables bajo la perspectiva de la infinitud del futuro” (Ríos, 1995). La cultura griega ha dado origen a grandes pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles entre otros, además, se han producido y creado grandes pensamientos que aún en la actualidad se utilizan como bases epistemológicas de las ciencias y los conocimientos que circulan en nuestras sociedades. Una de estas ideas que tuvo su origen en Grecia fue la concepción de la paideia, término al cual se le comprendía como el “proceso educativo que encamina al hombre hacia la virtud 38 (areté) sinónimo de excelencia humana” (Vilanou, 2001), pero la paideia fue interpretada desde dos contextos. Uno es el helenismo, fundamentado por la filosofía desarrollada en Atenas que centra sus argumentos desde la razón y el pensamiento como los medios para desarrollarla y, la otra mirada, la hace el judaísmo que tiene bases religiosas centradas en Dios, considerando que es Dios quien permite el desarrollo del ser humano, cada postura interpreta de manera diferente esta idea, lo que sí es claro es que las dos constituyeron las bases para el desarrollo de las culturas pasadas, presentes y, por qué no, de las futuras. Siguiendo entonces con estas dos interpretaciones de la paideia, surge en la antigüedad la “Paideia Christi” (Vilanou, 2001) que es una combinación de la paideia clásica caracterizada por la búsqueda de la excelencia humana y el cristianismo que ve en Jesús al auténtico y verdadero pedagogo. Algunos de los impulsores de esta paideia cristiana fueron San Agustín y Santo Tomás, argumentando que ningún hombre puede formar a otro sin la ayuda de Dios. Esta mirada de paideia es retomada en la época medieval, donde el término paideia es cambiado por el de la bildung, surgiendo entonces desde una visión teleológica lo que se denomina como la “Bildung Medieval” (Vilanou, 2001), en la que el hombre está llamado a librarse del afán egoísta de la autoperfección y abrirse a la recepción de Dios, lo que indica que el proceso formativo está mediado por la relación armoniosa entre el ser humano y Dios, es decir, por una experiencia mística con Dios, donde el ideal de formación era que el hombre se convirtiera en un altruista, caracterizado por la entrega, la renuncia, la tolerancia y la ayuda sin interés a las personas que lo necesitarán, aquí, entonces vemos a diferencia de la paideia cristiana, que el hombre no se forma solo para su excelencia como humano, sino que a través de ese proceso formativo puede entregarse a la sociedad para generar un bien colectivo. 39 Para el siglo XVIII surge en Alemania la “Bildung Neohumanista” (Vilanou, 2001), la cual retoma el legado de la cultura griega para ser introducida en la formación del sujeto; este tipo de formación fue comprendido como el proyecto de humanidad, es decir, como el desarrollo de la naturaleza humana del ser, por medio de un proceso autónomo y autoformativo que no solo afecta al individuo sino a aquellos que están a su alrededor. Este tipo de formación busca que el ser humano se construya y se transforme de acuerdo a su relación con los demás y consigo mismo, es él quien decide sobre su formación como medio para alcanzar la condición humana, fundamentada en tres dimensiones, lo estético, lo cognitivo y lo moral. Los alemanes le apostaron a la formación humana o Bildung Neohumanista como proyecto cultural, su desarrollo fue impulsado por grandes pensadores como Edith Stein citada por Vilanou (2001) quien describe que la “formación” no es solo la acumulación de conocimientos, sino que se refiere a la configuración de la estructura interna del ser, es decir, que el propósito es alcanzar la personalidad madura plenamente desarrollada. A este planteamiento se unen también otros autores como Werner Jaeger proponiendo “la filosofía de los valores y la pedagogía axiología” como el objetivo de la formación que se opone al interés técnico científico, además, Spranger en 1925 realiza un aporte importante planteando que “no basta con conocer hechos y dirigirlos técnicamente, hay que tener encima de sí, valores a los cuales se adscribe uno” haciendo referencia de esta manera al reto primordial que tiene la educación, el cual es permitir que el ser humano se forme como humano y no como la tuerca de una máquina que solo sirve para cumplir funciones operativas, técnicas y mecánicas, que reviviendo las palabras de Gadamer, la formación no puede limitarse únicamente al mero “cultivo de capacidades, talentos y destrezas”. 40 Desde principios del siglo XIX, Edmund Husserl planteó que en esa época el hombre padecía de una “crisis de sentido”, lo cual ya vislumbra la realidad en la que en la actualidad se encuentra el ser humano que, debido a su pobreza espiritual, no le encuentra sentido a nada de lo que sucede en su vida y existencia, además, existe una pérdida de identidad, del cuidado por sí mismo, de valores y de principios humanos que se ven reflejados en las acciones del sujeto, lo que indica que su espiritualidad, su sentir y su pensar están destruidos y clamando por ayuda para poder salir de la pobreza humana en la que está. Todo esto puede que esté sucediendo por lo que este autor describió como el “predominio del mundo científico técnico” el cual conlleva a la desaparición de la dimensión espiritual de la vida humana o, como lo propone su discípulo Martín Heidegger, “el olvido del ser nos trajo el triunfo de los entes, es decir, del mundo de la tecnociencia”. Todos estos planteamientos de la formación humanista sucumbieron debido al ascenso que tuvo en 1933 el nacionalsocialismo y su ideología social, cultural, antropológica, histórica y filosófica, que se desencadenó en una tragedia humana que hoy todavía está en la memoria de los humanos de todo el planeta. Este significante hecho liderado por Adolf Hitler en Alemania, hizo decaer todos los aportes que tuvo el desarrollo de la formación humana en este país, pero que afortunadamente hoy se retoman para construir y crear nuevas formas de ver y transformar la realidad a la que nos enfrentamos en esta sociedad de consumo y conocimiento en la que vivimos. La noción de “formación” también es comprendida desde otras perspectivas, Michael Foucault (citado por Runge Peña, 2003), plantea que el conocimiento de la verdad no puede estar aislado del desarrollo humano del sujeto, es decir, que el 41 conocimiento no tendría valor si no tiene un sentido formativo que genere en el sujeto una transformación de su sentir que le permita ver su realidad de otra manera y así poder actuar en el mundo de una manera más coherente, en conclusión, la formación del ser es una especie de metamorfosis donde constantemente se gana y pierde identidad. Siguiendo esta lógica, podemos decir que la formación, como lo propone Hegel, consiste en el deber que cada uno tiene de darse forma, con relación a esta afirmación, Gadamer (1993) esboza que la formación está mediada por el lenguaje o la palabra y que el ser humano, siguiendo a Hegel, debe alcanzar el ascenso a la generalidad o el “saber práctico” pero al mismo tiempo está llamado a lograr el descenso a sí mismo o “saber teórico, lo que indica que el ser humano es formado por la cultura y, en palabras de Gadamer, el hombre primero se comprende en la familia, en la sociedad, en el Estado, en la religión y luego se comprende a sí mismo, lo que deja en evidencia la posibilidad del hombre de darse forma a sí mismo. Es decir, que el ser humano tiene la responsabilidad de edificarse, de construirse, de darse identidad o subjetividad “saber teórico” de acuerdo a sus realidades internas, lo que lo pone en la posición de crear y transformar la cultura a partir de, como lo menciona Spranger, su espíritu subjetivo o libertad individual, de esta manera se da el proceso de formación como lo plantea Hegel, el cual describe Gadamer como el ciclo en el que el ser humano reconoce lo ajeno, lo extraño, para volverlo propio o familiar y hacerlo parte de sí mismo. La formación es un proceso de configuración de la estructura interna del sujeto conduciéndolo a transformarse por sí mismo, es decir, a autoformarse, a darse forma. Aquí el desarrollo del talento o la destreza pasan a un segundo plano y el fin es la formación de un ser humano capaz de actuar humanamente sobre sí y el mundo que lo rodea, aclarando que este proceso “es una tarea de toda la vida, que le corresponde a cada quien como agente de su propia existencia en la que va configurando su ser” (Campo & Restrepo, 1999) 42 Teniendo en cuenta lo anterior, Gadamer define la formación como “el proceso por el que se adquiere cultura, como el modo específicamente humano de dar forma a las disposiciones naturales del hombre” (1993), es el proceso de edificación propia. En este proceso de darse forma, de formarse como humano, es importante rescatar lo que Larrosa (2003) proyecta en relación al proceso formativo, en el cual el ser humano realiza un “aprendizaje mimético o mimesis”, indicando que la formación requiere de la imitación, pero esta debe ser reconstruida, creada y producida de acuerdo al propio sentido de cada sujeto, lo que indica que la imitación deberá generar un proceso de “poeisis” que solo es posible en la medida en el que el ser humano es alterado en su sentir y pensar, lo que le permitiría cambiar su forma de interpretar y comprender el mundo y de actuar sobre él y sobre sí mismo de manera diferente. El problema radica en que este proceso formativo se puede suspender en la mimesis, o sea, se limita a la imitación, porque desde esta posición el ser no le encontraría sentido a la forma en la que interviene el mismo sobre su vida y existencia, ya que su formación no estará acorde a su individualidad y riqueza natural. Podría decirse entonces que la formación, para intenciones del trabajo, se entenderá desde los planteamientos Gadamerianos, por lo cual este proceso se entenderá como la obra de arte que cada ser humano construye para su vida y existencia en relación con la cultura, el Otro y consigo mismo, esta afirmación se argumenta de acuerdo a los siguientes elementos: El proceso de formación en el ser humano es autónomo, continuo e inacabado porque gran parte depende de la formación de sí mismo, es él quien define cómo construye su obra de arte, es decir, el ser humano es el artista y la obra al mismo tiempo, la cual, se modifica, se reconstruye y se transforma miles de 43 veces durante toda su vida, convirtiendo al sujeto en una mezcla de procesos formativos. El ser humano solo no puede formarse, este proceso es posible en la medida en que el ser se socializa y se reconoce con sus semejantes, es aquí donde el “otro” juega un papel importante, porque para formarse como humano se necesita comprender lo ajeno, lo extraño y volverlo familiar para interpretar lo propio. Esto puede solamente suceder si se está en relación con otros humanos; cuando el sujeto se cierra a lo ajeno, al otro, puede decirse entonces que ese sujeto siente que ya nada en él debe cambiar, porque su obra de arte ya está terminada, es ahí donde se pierde el valor por la vida y la existencia, porque esta obra de arte únicamente se termina cuando morimos. La formación está determinada también por la influencia cultural, social, religiosa, política y familiar donde se desarrolle el ser humano, lo que quiere decir que en la obra de arte que construye el sujeto para sí, la escuela, la familia, la religión, el Estado, la calle, los amigos entre otros, son instituciones que perfilan y promueven la formación del ser humano, pero es cada sujeto quien decide cómo formarse, porque de acuerdo a su juicio crítico y reflexivo, es él quien decide qué aspectos son importantes para fortalecer su obra de arte “formación” y cuáles puede rechazar porque piensa y siente que no son aportes significativos para sí. La formación es un proceso resultado de la historia efectual, es decir que el ser humano se construye a sí mismo, se da forma de acuerdo a su pasado, al ser histórico que es, lo que le facilita formar precomprensiones, que utilizará para construir nuevas interpretaciones que puede incorporar para mejorar o no su obra de arte, o sea, su formación. Desde esta mirada de formación, el contexto de la escuela y en espacial el aula de clase, está llamado a consolidarse como espacio cotidiano, en el cual se debe posibilitar la interacción con el otro, la transmisión de la cultura, el aprendizaje mimético pero ligado a la creación, la poiesis, buscando entonces generar 44 espacios cotidianos y diarios donde el educando pueda retomar elementos que le permitan seguir construyendo su obra de arte. En otras palabras, el aula de clase y lo que allí sucede deben estar cargados de una intención formativa construida colectivamente por el educador y el educando, donde se dé la oportunidad para que el educando pueda seguir dándose forma a sí mismo, o sea, pueda formarse, así entonces, se convertirá este espacio en un lugar donde se posibiliten procesos de formación para construir identidad, carácter y subjetividad de acuerdo a sus necesidades reales e internas y no procesos de formación tan enraizados en el deber ser que reclama la sociedad a la que el educando se debe adaptar. 1.6.2 Desarrollo humano. Las concepciones de desarrollo humano en muchas ocasiones están limitadas a los intereses ideológicos, políticos y económicos que tienen los Estados o las organizaciones internacionales que buscan promover el desarrollo económico, industrial y tecnológico, desde esta mirada se ha pensado el desarrollo humano, donde el centro ha sido lo político y lo económico, dejando relegado a un segundo plano el ser humano como centro de este. Para la construcción conceptual de esta categoría, en un primer momento, se retomarán asuntos históricos y generales que evidencian como se ha interpretado el desarrollo humano a nivel nacional e internacional relacionados con los planes de desarrollo en Colombia y las diversas perspectivas como son las de las necesidades/satisfactores, los derechos, las capacidades y las potencialidades, y en un segundo momento se describirá cómo se entenderá, para intenciones de este trabajo, el desarrollo humano desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades ligada a la propuesta de las potencialidades, donde se plantea el agenciar el ser con relación a la potenciación integral del ser humano desde cada una de las dimensiones que hacen parte de él, de acuerdo a lo propuesto por (González D, 2010) 45 Este autor, citando a Güell, plantea que los planes de desarrollo humano no han podido cumplir con sus propósitos o fines que socializan a los pueblos, por el contrario se han generado más desigualdades y hoy se vive un estado de perplejidad pues en el afán por combatir la pobreza desde la esfera económica, lo que se ha generado es más pobreza, además, los esfuerzos que se han hecho desde la esfera política, no han logrado sus propósitos porque aún sociedades no alcanzan a ser las democráticas y cada vez se hunden en una impotencia social, en la cual, únicamente hay un leve control sobre sí mismo y la familia, pero esto cada vez se va perdiendo de acuerdo a los intereses económicos y políticos que buscan los planes y proyectos enfocados al desarrollo humano. Las políticas de desarrollo en América Latina han estado centradas en lo político y económico y sin embargo no han logrado cumplir con las metas de mayor equidad e inclusión y disminución de la pobreza. En Colombia se comenzaron los primeros planes de desarrollo a partir de los 70, cuando el Banco Mundial lanzó su política de "Asalto a la Pobreza", la cual daría origen a los programas de Desarrollo Rural Integrado, DRI, y de nutrición para responder a un nuevo modelo de desarrollo desde el cubrimiento de las necesidades (González D. ,2010, p. 3). Estos planes no han podido funcionar en Colombia debido a lo que González (citando a Acosta, 2007) describe como problemas que no permiten el impacto para lo que fueron diseñados estos planes, generados en primer lugar por la responsabilidad casi total que el Estado asume en la materialización del plan o proyecto, donde la empresa privada aporta poco, en segundo lugar, encontramos la dificultad que radica en que estos proyectos son cortoplacistas, es decir, que pertenecen al gobierno de turno que, en muchas ocasiones, no alcanza a ejecutarlos en su plenitud y al llegar otro gobierno son olvidados y reemplazados por otros planes, ya que cada gobernante quiere dejar la impronta personal de su gobierno y, en tercer lugar, radica el problema más importante que no permite el 46 bien común y humano de estos planes, porque como se describía, estos proyectos son pensados desde un interés economicista en los cuales se benefician pocos, abriéndose la brecha cada vez mayor entre la desigualdad, la pobreza, o sea, que cada vez los pobres se empobrecen más y los ricos se enriquecen más, pareciera ser que el dinero fuera el satisfactor integral de todas las necesidades del ser humano. Para que estos planes funcionen es importante reflexionar y cuestionarse con respecto a qué tipo de ser humano y de vida social que se pretende favorecer. Además, se debe tener en cuenta que el centro del proyecto debe ser el ser humano o la persona, relegando a segunda instancia lo económico y lo político, es decir, que la lógica de cómo se ha estado pensando el desarrollo humano cambiaría, lo cual podría ser más productivo y satisfactorio para todos los miembros de las sociedades, buscando así un beneficio colectivo y no individual. “Lo humano debe entenderse como una construcción constante e inacabada, que se edifica en la relación subjetiva e intersubjetiva que se presenta en la vida cotidiana compartida con otros y otras en contextos históricos, políticos, sociales y culturales” (González D. , 2010). Lo humano requiere el reconocimiento de un ser o persona con carencias, defectos, pero también exige el reconocimiento de sus virtudes y sus potencialidades, un ser que debe ser atendido en todas sus necesidades no meramente en lo económico, laboral y productivo, sino desde todas las dimensiones que hacen parte del ser humano. De acuerdo a esta concepción de lo humano, surgen diversas perspectivas en el ámbito del desarrollo humano, donde las propuestas, planes y proyectos e incluso desde lo económico tienen una tendencia marcada, donde el ser humano es el centro del desarrollo en relación con el entorno, a partir de aquí surgen entonces cuatro perspectivas del desarrollo humano planteadas por (González D. , 2010), a saber: 47 La perspectiva de las Necesidades/Satisfactores: desde esta perspectiva se plantea que el ser humano tiene unas necesidades básicas humanas: las existenciales (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, identidad, libertad etc.) y axiológicas (tener, hacer, ser y estar) que son iguales en todos los seres que habitan el planeta Lo que los hace diferentes a unos de otros es la manera o los medios que se utilizan para satisfacer esa necesidades. Mafred Max Neef en su obra argumenta que la cultura es el cambio de satisfactores, que donde quiera que se vaya o se esté, las necesidades seguirán siendo las mismas, lo que cambia de una cultura a otra son los satisfactores que se utilizan y el para qué y por qué se usan. Esta propuesta es desarrollada por Mafred Max Neef especialmente en su obra “El Desarrollo a Escala Humana” donde plantea que el desarrollo humano son las personas no las cosas, que aunque tiene relación con lo económico, este aspecto no garantiza la plena satisfacción de todas las necesidades básicas humanas, por lo tanto, el dinero no puede imponerse como el satisfactor universal de las necesidades humanas porque hay necesidades que este no puede satisfacerle al ser humano, pero que en las dinámicas consumistas de la sociedad moderna pareciera ser que es así, porque resulta fácil pensar que, en las interacciones materialista que se viven actualmente, el ser se valora por la riqueza material que posee olvidando, como lo propone Mafred Max Neef, que se deben hacer intentos por combatir la pobreza de manera integral, rescatando al ser humano de la pobreza espiritual y de pensamiento en la que se encuentra sumergido, lo cual, como lo propuso Edmund Husserl, posteriormente Martín Heidegger y actualmente Hugo Zemelman, el ser humano se encuentra en una crisis de sentido, en una pobreza espiritual que no le permite ser libre, auténtico, con identidad, feliz, crítico, reflexivo, creativo, con capacidad para el cuidado de sí y para el vivir bien consigo mismo y con el entorno. 48 La perspectiva de los derechos: una de las principales impulsoras de esta perspectiva del desarrollo humano es Hannah Arendt, proponiendo que el ser humano no puede limitarse a ser ciudadano solo porque ejerce el voto, debe transcender a ser un miembro activo de la sociedad capaz de construir colectivamente una sociedad democrática donde prime el bien colectivo por encima del bien individual, que sea capaz de luchar por los derechos de sí y de los otros, pero que al mismo tiempo tenga la conciencia de cumplir con las responsabilidades sociales e individuales, es decir, con capacidad para llevar ha cabo los deberes. González (2010), citando a Arendt, propone que en “términos arendtianos el ciudadano/a debe ser un co-dirigente de la ciudad, es quien actúa en lo público para transformar la realidad, de esta manera se hace libre, pues para ella, ser “libre y actuar es una y la misma cosa. Para ser realmente libre se requiere el coraje de “tomar la decisión de hablar y de actuar, de insertarse en el mundo y comenzar una historia propia” (Arendt, 1983). Para Hanna Arendt el ciudadano puede ejercer la ciudadanía de tres maneras: como héroe que es aquel que lucha con su vida por la libertad; como paria que es el ser humano diferente, rebelde, que se resiste a la homogeneidad y uniformidad y como espectador reflexivo que, aunque no es protagonista en la vida pública, está en condiciones de observar y opinar críticamente sobre lo que ocurre a su alrededor. La perspectiva de las capacidades: Amartya Sen en su obra “El Desarrollo como libertad” propone que el ser humano tiene unas capacidades que pueden entenderse como habilidades que le permiten alcanzar condiciones de vida digna para todos, pero para que esto se dé es importante plantearse la eliminación de todas las fuentes de privación de la libertad como son la pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades económicas, la deficiencia en los servicios públicos entre otras. 49 La sociedad y el Estado deben generar las posibilidades para el desarrollo de las capacidades en el ser humano, es decir, le debe abrir las puertas, garantizarle los derechos y darle oportunidades, pero el ser humano también está llamado a ser consciente de que debe actuar y decidir, para aprovechar las oportunidades que se le generan y así poder alcanzar su proyecto de vida y ser libre independientemente de la condición o circunstancias en las que se encuentre, lo importante es lograr una vida digna social y personalmente. La propuesta de las potencialidades: esta perspectiva planteada por González (2010) propone el desarrollo como un avance progresivo que se da desde la infancia hasta la adultez, el cual puede ser valorado, además, abre la posibilidad de entender el desarrollo humano desde la integralidad del ser, donde se articulan todas las dimensiones que hacen parte de él, dimensiones que pueden ser potenciadas, ya que como lo planteaba Aristóteles “el ser humano debe ser potenciado desde todas sus facultades para un mejor acto o actuar”, comprendiendo la potencia como la posibilidad que tiene el ser humano de llegar a ser lo que puede ser, es decir, que la potencia permite el crecimiento, el desarrollo, la madurez y la transformación en todas las dimensiones humanas. Como se planteó al inicio, el segundo momento está direccionado a describir cómo se comprenderá el desarrollo humano desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades ligado a la propuesta de las potencialidades, lo cual no quiere decir que las demás no puedan articularse, claro está que cada perspectiva hace un aporte importante al desarrollo humano centrado en la persona y su relación con el entorno privilegiando cierto tipo de ser humano y de vida social que busca promoverse, pero se define esta porque se considera que la escuela, como contexto educativo, facilita el desarrollo de prácticas educativas como la pedagogía, el currículo y la didáctica a través de cuales se puede posibilitar como fin formativo el agenciamiento del educando por medio de potenciar la integralidad del ser humano, comprendida desde la potenciación de cada una de las 50 dimensiones que hacen parte de él, las cuales a su vez van a facilitar el desarrollo y adquisición de competencias (funcionamientos) subjetivos y no estandarizados, generando así, desde el aula de clase, un espacio escolar para posibilitar el desarrollo humano y la formación, los cuales, están centrados en una mirada orientada hacia la integralidad del ser, que posteriormente permitirá formar un ser humano con capacidad para actuar, decidir y transformar la vida personal y social. De esta manera se puede, entonces, sustentar que en el trabajo denominado “El Desarrollo como libertad” emergen diversos conceptos que son claves para el entendimiento de esta perspectiva. Uno de ellos es el de “habilitaciones” el cual se refiere a “dar derecho a algo”, lo que implica que para que se alcance la libertad como fin se deben eliminar las fuentes de privación de ella como son la intolerancia, la pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades económicas, las privaciones sociales entre otras, pero esta eliminación no solamente debe ser voluntad del Estado sino que el ser humano también debe participar activamente en la erradicación de ellas. Así la persona no se convierte en un sujeto que solo recibe o espera que le depositen, sino que él también es responsable de las habilitaciones que se le dan para vivir bien y tener un buen vivir. Desde está lógica es de donde se parte para proponer que la educación orientada desde la escuela se convierta en una habilitación que le permita al educando en el contexto escolar desarrollar “capacidades” entendidas como aquellas habilidades de las que dispone el ser o las oportunidades que tiene la persona para elegir o llevar una u otra clase de vida, pero dichas capacidades deben posibilitarse desde la integralidad del ser, es decir, desde cada una de las dimensiones que hacen parte de él, para lo cual es importante potenciar cada una de las facultades para que así el educando pueda adquirir y desarrollar “funcionamientos” subjetivos o lo que es definido como lo que el sujeto es capaz de ser y hacer. Esto estaría ligado a lo que se conoce como competencias, las cuales se promueven desde cada dimensión posibilitando una formación que centra su mirada en “agenciar” al 51 educando para que este tenga capacidad de actuar, decidir y generar transformaciones sociales y personales que le permitan vivir la vida que desean vivir y tener razones para valorarla. Además de esta perspectiva se articula a ella la propuesta de las potencialidades, la cual plantea unas dimensiones humanas que deben se potenciadas, lo que implica tener claridad sobre estas, es por esta razón que a continuación se describirán brevemente cada una de ellas de acuerdo a lo propuesto por González (2010): La dimensión orgánica madurativa: está relacionada con el crecimiento y madurez anatómica, fisiológica y morfológica del cuerpo humano, el cual depende de ciertos factores y condiciones ambientales que sean saludables, de estimulación, nutrición y cuidado; además, tienen una estrecha relación con la potenciación del aprendizaje, concebido este como el cambio y construcción constante que se genera por la experiencia que facilita el desarrollo cognitivo de diversos procesos de pensamiento como el analítico, crítico, inductivo, divergente, flexible entre otros. La dimensión erótico – afectiva: es una de las dimensiones que más necesita el ser humano, es tan importante como alimentarse, vestirse o subsistir. Trae implícita la necesidad que se tiene del otro, para recibir, pero también para dar amor, afecto y cuidado, desde que se nace hasta que se muere esta dimensión hace parte del ser y en cada etapa de la vida se vivencia y se experimenta de manera diferente, el primer contexto donde se lleva a cabo es en la familia, donde se imparten principios relacionados con la transmisión cultural que afecta no solo el comportamiento sino la forma y el modo por medio del cual el ser humano interactúa consigo mismo, con el otro y el entorno, podríamos decir que la escuela, y en especial el aula de clase, también es un contexto donde se dan estas condiciones y circunstancias. González cita a Agnes Heller (1985) para describir 52 que las relaciones afectivas, “cuanto más intensas son, cuanto más basadas están en la igualdad, cuanto más interviene en ellas la libre elección, cuantas más relaciones libremente elegidas, surgidas, sobre la base del „merecer amor‟, marcan la vida de las personas, tanto más rica de contenido, más humanizada es su vida”. Estas relaciones son el valor más alto de la vida cotidiana. Dimensión ético – moral: tanto la ética como la moral regulan lo humano. La ética son principios humanos que regulan la vida consigo mismo y con otros, la moral alude a una gama de normas ofrecidas socialmente a las cuales se inscribe el ser humano, permitiéndole pensar en el bien común. Es importante mencionar que la moralidad y la ética tienen que ver con los sentimientos, pensamientos y actuaciones del ser humano, es decir, que en el sujeto se debe potenciar esta dimensión para que actúe moral y éticamente de acuerdo a lo que sienta y piense o de acuerdo a lo que piense y sienta, son elementos que están ligados el uno al otro para actuar de manera coherente y significativa. Dimensión política: se fundamenta en la propuesta de Hannah Arendt sobre los derechos, la lucha de estos, pero asumiendo el compromiso con las responsabilidades o deberes, es la potenciación sobre el actuar en lo público buscando la transformación de la realidad, siendo protagonista reflexivo, crítico y líder para proponer soluciones a los problemas sociales generando un bien colectivo. Dimensión lingüístico – comunicativa: se fundamenta en la importancia que tiene el lenguaje para comprenderse a sí mismo y al otro, pero también entender que el lenguaje permite crear y modelar el mundo y las cosas, además, facilita el entendimiento con el otro por medio del diálogo y la conversación que es donde se llegan a establecer acuerdos que facilitarán la construcción colectiva y comprensiva del conocimiento y la realidad, es por esta razón que al potenciar esta dimensión se buscará favorecer un ser humano con capacidad para entender 53 y comprender al otro desde las incongruencias que se tengan, desde las diferentes formas de pensar, sentir y actuar que cada quien expresa por medio del lenguaje, donde se deja ver la formación, el contexto cultural y social en el que se ha desarrollado como ser humano. Dimensión productiva o trabajo humano: esta dimensión nos invita a pensar en ¿cómo trabaja el ser humano? ¿para qué lo hace? ¿piensa en lo que hace? y quizá muchas otras preguntas podrían surgir. Hoy en la sociedad moderna del consumo pareciera ser que el ser humano es una prótesis de la máquina que no piensa, por el contrario se podría decir que actúa mecánicamente, que exclusivamente le interesa adquirir dinero a cambio de su trabajo para ganar estatus y dignidad, porque el consumo lo llama a gritos para que, consumiendo, satisfaga sus deseos y deseche lo viejo, lo pasado de moda, lo out. El descanso solo es posible para tomar energía y seguir trabajando, porque el que no trabaja no puede consumir, adquirir objetos que le dan dignidad y sentido a la vida y existencia del ser humano. Teniendo en cuenta esto, es importante potenciar esta dimensión desde el pensamiento crítico, reflexivo y creativo para que le dé la posibilidad al ser humano de producir o trabajar pensándose y pensando en lo que hace, con sentido de pertenencia y en busca de una estabilidad laboral, sin necesidad de pasar por encima de la dignidad propia y de otros para dejarse absorber fácilmente por las lógicas de la modernidad consumista impuesta a través de las tecnologías del yo y los medios de comunicación. Dimensión lúdico- estética: entendiendo la lúdica como un sentimiento que permite el goce y el disfrute al ser humano en la realización de cualquier actividad, es importante potenciarla por medio del juego, el deporte y actividades artísticas y estéticas que le permitan al ser humano concientizarse del cuidado de sí, además, 54 la lúdica, permite el desarrollo de aprendizajes desde el juego y la potenciación del elemento motriz, afectivo, comunicativo, social y cognitivo. La perspectiva de las capacidades y las oportunidades es elegida para sustentar este trabajo investigativo porque con los conceptos de habilitaciones, capacidades, oportunidades, funcionamientos, agente y libertad, permiten articular la categoría de desarrollo humano a otras categorías del trabajo, o sea, que facilita generar los puentes que interrelacionan de manera dialógica el desarrollo humano con la formación, las competencias, el currículo, la didáctica y la pedagogía, además, es una perspectiva que se puede ligar fácilmente a la propuesta de la potencialidades a través de la potenciación de las dimensiones que podrían ser el equipamiento o las capacidades con las que el educando contará para lograr la vida que desea vivir. 1.6.3 Referente pedagógico. La pedagogía es un concepto que ha permeado la educación y la formación del ser humano a través de la historia de la humanidad, que surge en la antigua Grecia y se extiende por cada uno de los periodos históricos que se han vivido. Una gran cantidad de pensadores de diversos países y continentes han hecho su aporte a este campo que aún en la actualidad permanece vigente y con gran valor y sentido en la educación y la formación que se orienta desde la escuela. Para la comprensión e interpretación de esta categoría se tendrán en cuenta los trabajos desarrollados por Olga Lucía Zuluaga y otros “Educación y pedagogía: una diferencia necesaria” el trabajo planteado por Conrad Vilanou “Formación, cultura y hermenéutica: de Hegel a Gadamer” y lo propuesto por Jorge Hernán Betancur en su artículo “Una respuesta al discurso pedagógico de la modernidad: la pedagogía del caos” donde se reivindica la importancia de la pedagogía como disciplina o campo disciplinar primordial que debe pensar, reflexionar y cuestionar la educación y la formación del ser humano, teniendo en cuenta todos los hechos, 55 experiencias y situaciones que ocurren en el contexto de la escuela. Además, estas miradas, para intenciones de este trabajo investigativo - en especial las dos últimas-, ofrecen una visión diferente de la pedagogía, visión más centrada en los procesos de formación, identidad y subjetivación del educando, lo que también abre la posibilidad de ligar esta visión de pedagogía al desarrollo humano que se puede promover en el educando en la escuela y especial desde el aula clase. “Las ciencias de la educación tienen su aparición en el principio del siglo XX, buscando convertir a la educación en una ciencia experimental que permita controlarla y planificarla, entendiendo la educación como fenómeno social” (Zuluaga & Echeverri, 1988), pero esta mirada ha generado ciertas dificultades para la pedagogía desde diversos elementos que hacen parte de ella, según los propuesto por estos autores. Estas falencias están resumidas en los siguientes asuntos y aspectos problemáticos: el primero consiste en la conceptualización desarticulada, es decir, cada ciencia piensa y reflexiona la educación desde su campo macro y no hay un eje articulador de estas disciplinas con la pedagogía. El segundo tiene que ver con la atomización, ya que las ciencias de la educación han influenciado en el papel que juega el educador dentro del campo pedagógico, porque cada disciplina aporta a la pedagogía su saber, generando en el educador una función instrumental de aplicar dichos saberes o teorías en la escuela, lo que limita su función pedagógica a lo técnico. El tercer aspecto es la subordinación de la pedagogía que está en estrecha relación con el segundo, pero limitando aún más la práctica pedagógica a aquello que sucede en el aula de clase, en especial a los procesos de enseñanza aprendizaje, a la metodología y las estrategias, dejando por fuera el cuestionamiento y la reflexión sobre las relaciones del educador-escuela-sociedad-Estado-cultura; y el cuarto aspecto tiene que ver en esta misma lógica con la instrumentalización de la pedagogía porque las ciencias de la educación, pensando las relaciones existentes desde la sociología, la antropología, la administración educativa, la filosofía, la teoría de programación, 56 no dejan cabida para que la pedagogía sea la disciplina que piense, cuestione y reflexione estas relaciones y que puede ir a otras disciplinas para retroalimentarse, por el contrario es vista por las Ciencias de la Educación, al igual que la didáctica, como medios para implementar las teorías y discursos surgidos en otras disciplinas. Esta reflexión se convierte en un llamado urgente a rescatar y reivindicar la pedagogía como esa disciplina que puede estar en relación con otras disciplinas para fortalecerse y no dejarse ahogar por otras, porque es muy diferente cuando el educador comprende las teorías y discursos sociológicos, antropológicos, didácticos, administrativos y demás, para buscar comprender su contexto escolar cotidiano, lo cual, no lo pone en la lógica instrumental de aplicar teorías sino de reflexionar sobre esos discursos para descubrir cómo le ayudan a construir y reconstruir la realidad escolar en la que está sumergido, para mejorar los procesos educativos y por ende la formación y el desarrollo humano del educando. De esta manera entonces el educador se convertiría en un agente activo de la práctica pedagógica y no relegaría esta práctica a otros actores que piensan la educación y la formación desde otras lógicas orientadas por las ciencias de la educación, que son también necesarias para esa práctica pedagógica, pero en últimas es el educador el que debe cuestionarse sobre el papel que está jugando en campo de la pedagogía. Por esta razón se buscará argumentar una visión diferente de pedagogía que rescate al educador como agente activo de ella, sin olvidar el objeto de conocimiento que está centrado en la educación y la formación, en especial en los procesos de desarrollo humano, autoformativos y subjetivos, sin desconocer la adquisición de cultura que también hace parte de la formación del ser, para esto se retomará en primera instancia los aportes de Conrad Vilanou sobre una pedagogía hermenéutica propuesta en su trabajo denominado “Formación, cultura 57 y hermenéutica: de Hegel a Gadamer” en segunda instancia se retomará la teoría planteada por Jorge Hernán Betancur en su artículo “Una respuesta al discurso pedagógico de la modernidad: La pedagogía del caos”. Conrad Vilanou fundamenta su propuesta pensamientos alemanes surgidos en el epistemológicamente en los siglo XVIII a partir del renacimiento alemán, que retoma el idealismo platónico buscando la espiritualización del ser humano como contraposición al iluminismo de la Ilustración donde se pretendía potenciar como elemento primordial de la formación del hombre “la Razón”, dejando de lado otras dimensiones que deben estar involucradas en este proceso para potenciar el ser desde su integralidad. Este autor hace un recorrido histórico desde los aportes de Hegel, retomados por Dilthey, luego por Spranger, Heidegger y finalmente reconstruidos y propuestos por Gadamer, sentido de la pedagogía hermenéutica. para comprender el Es importante tener en cuenta los planteamientos de la Bildung Neohumanista que va desde la Ilustración hasta el Romanticismo, siguiendo por el historicismo de Dilthey y retomando los valores universales humanistas y la sensibilidad del romanticismo apoyándose además en la filantropía o amor al género humano, buscando desde esta postura darle un giro a la humanidad por medio de la reivindicación en la formación del hombre de la dimensión estética, la moralización, la interioridad y la autoformación. Es importante mencionar que estos elementos son los que retoma “la pedagogía hermenéutica” (Vilanou, 2002) apoyándose, además, en el mundo de los valores propuestos por Dilthey desde la ciencias del espíritu como contraposición a la mirada materialista del mundo. La pedagogía espiritual, alimentada también por Spranger, plantea la educación como medio para la formación del hombre centrada en el mundo de los valores porque primero está la libertad del hombre que el deber ser o la necesidad. 58 Gadamer plantea en “La educación es educarse”, conferencia retomada por Vilanou, que la formación debe comprenderse desde la vida histórica y rescata el valor de la palabra y el lenguaje en el proceso formativo del ser humano, por lo cual propone una educación basada en el diálogo, la conversación , la lectura, la reflexión, la apertura o reconocimiento del otro como interlocutor que tiene razón, pero también en la corrección en la búsqueda de que el educando pueda construir nuevas comprensiones que le permitan darse forma a sí mismo, pero también ascender a la generalidad a la cultura y así transformarla. Desde estos principios neohumanistas “la pedagogía hermenéutica” permite que en la educación se construyan espacios escolares para el mundo de los valores, la reflexión, el diálogo, la lectura, que le posibiliten al educando construir su obra de arte, pero que le den la oportunidad para autoformarse acorde a la libertad que, como sujeto, tiene por encima del ideal de ser humano que debe alcanzar, el cual está acorde a las necesidades externas, pero que ahogan las necesidades internas del educando, porque hoy se reclama que el educando debe ir a la escuela para adaptarse a la sociedad, pero en este camino a seguir, ¿dónde quedan la autoformación, la formabilidad y la excentricidad a la que está llamado el ser humano a construir y reconstruir? Esta mirada pedagógica abre la posibilidad para que el educador se apodere de su práctica educativa y piense, cuestione y reflexione sobre los procesos de formación y desarrollo humano que se posibilita desde su contexto escolar cotidiano en relación con la cultura, la sociedad, el Estado y la religión, centrándose en preguntarse por la subjetividad, la individualidad y la autoformación que desde las prácticas educativas se está promoviendo, o ¿será que desde estas prácticas se hace más énfasis en el deber ser del educando, en el ascenso a la generalidad y la visión cosmopolita que debe alcanzar? 59 Aunque la educación debe facilitar, como fines, tanto la libertad individual del ser humano (la formación del espíritu subjetivo o descenso a sí mismo) como la formación del espíritu objetivo - ascenso a la generalidad o adquisición de la cultura-, se puede evidenciar cómo en la actualidad se buscan por todos los medios posibles el segundo fin, agravándose con “la homogeneidad y la formación universal que en esta época de modernidad se pretende lograr” (Betancur, 2010), asuntos que limitan cada vez más en la escuela los espacios escolares construidos para que se posibilite el primer fin centrado en la autoformación, lo que genera un ahogamiento de “las necesidades internas y reales de subjetivación para que el educando puede construir su realidad y sus interpretaciones del mundo” (Betancur, 2010) y este fenómeno desencadena en la formación de seres humanos incapacitados para pensar y transformar la cultura. Teniendo en cuenta la lógica antes planteada se hace importante retomar los aportes de la “pedagogía del caos” (Betancur, 2010) ya que en ella se planea una mirada pedagógica que rompe con los postulados y creencias tradicionales y ortodoxos sobre la educación y la formación del ser humano, fundamentándose en los planteamientos que Niklas Luhmann tiene sobre el sistema, la distinción social, la pluralidad y la autopoiesis, proponiendo desde estos fundamentos epistemológicos la pedagogía como una disciplina que debe partir de la misma educación como sistema. Esto lo retoma lo propuesto por Olga Lucía Zuluaga, quien señala que no son las ciencias de la educación las que deben pensar la educación y la formación, sino el educador el que retome los aportes de otras disciplinas para pensar y reflexionar la educación y la formación, además, en este artículo se hace una invitación a que el sistema educativo deba tener la capacidad de construirse y producirse a sí mismo por medio de la auto – observación y auto – organización que dentro de sí se puede dar. 60 Aunque hace un análisis crítico reflexivo de la pedagogía tradicional implementada en la modernidad, propone la “pedagogía del caos” (Betancur, 2010) como alternativa para replantear y reconstruir la educación, la formación y el desarrollo humano posibilitado en la escuela, donde la pedagogía debe posibilitar de manera equitativa la formación, la subjetivación, la adquisición de cultura y el desarrollo humano y no centrarse en alcanzar ideales de formación que nacen en otras latitudes bajo intereses políticos y económicos muy aislados de la realidad que hace parte de mundo escolar cotidiano donde se desarrolla la práctica el educador. Lo que pone al educador como el responsable directo de pensar su entorno y el sistema en el que está inmerso para construirlo y reconstruirlo constantemente a partir de la reflexión y la crítica encaminadas a la transformación de la educación, la formación y el desarrollo humano. Esta pedagogía centra su atención en las necesidades reales e internas del educando, no tanto en las adaptaciones sociales. Busca promover la pluralidad más que la homogeneidad y los ideales formativos, atendiendo a las individualidades, a la libertad del ser humano, a la autoformación y la autonomía, incentiva el cambio y la discontinuidad para modificar la forma de pensar, sentir y actuar en relación a la educación, la formación y el desarrollo humano construyendo propuestas activas, estimulantes, que planteen retos y descubrimientos, que sumerjan al educando en el mundo de la vida cotidiana y que pueda comprender ese entorno por medio de la construcción de conocimientos significativos que le permitan actuar sobre sí mismo y transformar el mundo donde vive y existe. Es importante aclarar que el trabajo investigativo a desarrollar tendrá en cuenta esta dos posturas tanto “la pedagogía hermeneútica” como “la pedagogía del caos” para comprender este referente conceptual, porque facilita su relación con la 61 formación y el desarrollo humano. Los aportes están centrados en reivindicar al educador como responsable y actor principal de la pedagogía que puede utilizar los aportes de otras disciplinas para pensar, cuestionar, reflexionar y tomar decisiones con relación a todos los hechos, situaciones, relaciones y experiencias que se viven dentro de la educación con miras a favorecer la formación y el desarrollo humano, pero además, esta mirada le plantea al educador los retos de decolonizar su saber, su poder y su ser para salir de la práctica pedagógica instrumental, atomatizada, subordinada, desarticulada y reducida que por tiempos ha venido realizando de manera consciente e inconsciente. Es el momento de rescatar la pedagogía y por ende el status social y cultural del educador, que desde hace algún tiempo se ha estado perdiendo debido al reduccionismo de su práctica pedagógica a lo técnico e instrumental, en las manos de los educadores está el que esta concepción pueda cambiar, convirtiéndose en lo que Henry Giroux propone bajo el nombre de “maestros como intelectuales transformadores”. 1.6.4 Referente didáctico. El concepto de didáctica en muchas ocasiones es reducido a responder la pregunta sobre el cómo enseñar a los educandos para que aprendan, lo cual limita la didáctica a un proceso instrumental que solo se preocupa por un aspecto o elemento de la práctica educativa que se desarrolla dentro del aula de clase, además, en torno a la didáctica circulan muchas teorías, incluso se plantea una didáctica específica para cada disciplina. Lo que no está claro es que la didáctica específica surge a partir de las posturas teóricas de la didáctica general, a la cual se hará referencia en este apartado. 62 Para la construcción de esta categoría se tendrá en cuenta la propuesta realizada por el autor alemán Wolfgang Klafki en su trabajo definido “Los fundamentos de una didáctica crítico constructiva”, donde a partir de la didáctica berlinesa propone cómo se puede comprender este concepto de una forma general sin necesidad de plantear didácticas específicas para cada disciplina, además, de orientar sobre cómo la didáctica puede ser el puente para promover procesos de formación y desarrollo humano en el educando. “La didáctica crítico constructiva” (Klafki, 1986) surge de la didáctica científica impulsada por dos variantes pedagógicas: una progresista, dirigida al presente y al futuro y una más bien conservadora de orientación tradicional. Dichas variantes, al igual que la didáctica científica, tienen su origen en la pedagogía científica, es decir, la didáctica científica es una disciplina de la pedagogía científica impulsada por Wilhem Dilthey, que nace en los planteamientos y principios de la ciencia de la educación vinculada a la filosofía de la vida, las ciencias del espíritu y al pensamiento pedagógico neoeuropeo. La pedagogía científica fue desarrollada e impulsada desde mediados de la década del os años 20 hasta 1933 y se perfeccionó entre 1945 y 1960 aproximadamente, después de la segunda guerra mundial. Algunos herederos de este legado son, principalmente, Herman Nohl, Eduard Spranger, Theodor Litt y otros discípulos de estos, que empezaron a socializar dicha propuesta por todos los centros educativos públicos y privados en Alemania, realizando otros aportes y transformaciones que convirtieron la didáctica científica en una didáctica crítico constructiva. 63 Según (Klafki, 1986), la didáctica crítico constructiva es denominada de esta manera, porque permite realizar una reflexión crítica sobre la enseñanza y el aprendizaje, concibiendo una actitud de cambio permanente a afrontar las dificultades inmersas en el proceso de enseñanza aprendizaje, aprovechando las posibilidades de realizar, proyectar y experimentar dichos procesos, pero por otro lado esta didáctica facilita desde la comprensión constructiva llevar a cabo una trasformación, reflexión y construcción constante y permanente de la práctica y la teoría. En otras palabras, la didáctica como teoría crítico constructiva, se centra en principios hermenéuticos, empíricos y crítico ideológicos para comprender la praxis educativa de manera crítica, avanzando hacia propuestas constructivas legitimizadas en la investigación de la práctica educativa presente y en relación con las propuestas teóricas existentes. Desde esta lógica (Klafki, 1986) propone que la didáctica es una ciencia de la praxis pedagógica que abarca el complejo amplio y total de decisiones, presuposiciones y procesos de decisión sobre todos los aspectos relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, determinado que dichas decisiones deben pensarse crítica y constructivamente desde cuatro dimensiones que hacen parte de la didáctica como son los objetivos (intenciones), los contenidos (temáticas), las formas de realización y organización (método e interacción) y los medios de enseñanza. Con relación a la dimensión de los objetivos y contenidos de la educación, se puede decir desde lo que plantea Klafki (1986) en relación con la didáctica crítico constructiva, que las decisiones que se toman alrededor de estas deben ser 64 sustentadas, argumentadas y sujetas a comentarios, reflexiones y discusiones críticas, lo cual es un llamado o invitación a salir de la posición acrítica con la que se implementan las propuestas educativas, pero también a proponer soluciones creativas a las dificultades que se encuentran en la mediación de los procesos de enseñanza aprendizaje, siendo capaces de justificar y argumentar el para qué se tomó esa decisión didáctica, teniendo humildad para escuchar la posiciones y argumentos de los otros. Desde esta perspectiva el contenido surge de la realidad, de la vida cotidiana, de la cultura, de la historia y la sociedad, estos deben comprenderse como medios para determinar los fines u objetivos de la enseñanza y el aprendizaje, además, el contenido es entendido como objeto de enseñanza que se convierte en tema, pero que a su vez dichos contenidos están cargados de intenciones políticas, sociales, religiosas y culturales, lo que hace que los fines y contenidos se establezcan teniendo en cuenta la carga social que tienen inmersa, pero también reflexionando crítica y constructivamente sobre cómo esos contenidos responden a los fines establecidos, aquí debe existir entre objetivos y contenidos una interdependencia dialógica y no lineal. Para el autor existen dos tipos de contenidos, unos emancipatorios y otros instrumentales, lo que quiere decir que los contenidos tienen un componente natural que los diferencia, pero para aquellos que están cargados naturalmente por elementos instrumentales, el llamado es a transformarlos y transcender en ellos a lo emancipatorio, para que así respondan a los fines pedagógicos y formativos planteados, siempre teniendo en cuenta que dichos contenidos deben justificarse y argumentarse mostrando su necesidad y conveniencia para el educando, además, el método y los fines emancipatorios son una ayuda para compensar el carácter instrumental de algunos contenidos, lo que exige que cuando el contenido sea instrumental, el educador está llamado a pensar crítica y 65 constructivamente en el cómo y el para qué del método y los fines, lo cual deja ver de nuevo una interdependencia dialógica entre cada dimensión didáctica. Dentro de esta propuesta crítico constructiva el método es comprendido no como un conjunto de instrumentos de los cuales se ayuda el educador para desarrollar su clase, sino como las formas de organización y realización que permiten una interacción entre educador y educandos y educandos entre sí, en la cual se dan unas relaciones que facilitan el desarrollo de procesos de enseñanza y aprendizaje, pero que a la par se promueven procesos de formación en dicha interacción, porque de acuerdo a los métodos utilizados se potencian diversas interacciones sociales que van a tocar, afectar, formar y transformar al educando positiva o negativamente. Es decir, que el método se define de acuerdo a su relación con los fines, pero también se hace de acuerdo al ideal de ser humano que se desea formar, al tipo de sociedad que quiere favorecer, al tipo de aprendizaje que se desea generar y al ser humano histórico con el que se va a interactuar. Como se puede ver, el método es una dimensión compleja que requiere pensarse y no de determinarse mecánicamente, o incluso de ignorarla, para la ejecución de la práctica educativa, además, desde esta mirada del método se puede decir que la enseñanza es entonces un “proceso social” donde están implícitos los prejuicios, percepciones y todas las precomprensiones que se han formado todos los seres humanos que participan en ella, en especial el educador y el educando y es a partir de la comprensión de ese ser histórico, de donde deben surgir los temas para desarrollar en clase, buscando dotar de sentido y significado dicha temática, poniéndola en relación con el mundo de la vida cotidiana que pertenece tanto al educador como al educando. 66 Además, el aprendizaje también es observado desde esta panorámica no solo como un aprendizaje dirigido a objetos, sino como un “aprendizaje social reflexivo” que surge de y para los ámbitos educativos extraescolares, buscando constituirse como aprendizaje comprensivo, descubridor y dotado de sentido ejemplar, lo cual exige que el aprendizaje, desde esta propuesta, sea planificado y justificado en construcción colectiva con los educandos, por medio de la “enseñanza abierta” es decir, por aquella enseñanza que se construya entre educador y educando. Es importante mencionar que los medios de la enseñanza comprendidos como dimensión de la didáctica en esta propuesta desarrollada por Wolfgang Klafki son un elemento transversal que deben estar en relación con cada una de las dimensiones como son los fines, los contenidos y los métodos, que al igual que las otras, es una decisión que debe ser pensada crítica y constructivamente conociendo el por qué y el para qué se van a utilizar dichos medios, además de tener claro como esos medios a utilizar en la clase contribuyen a la enseñanza, el aprendizaje, la sociedad que se desea favorecer y los procesos de formación y de desarrollo humano que se desean posibilitar, en conclusión, los medios no pueden estar aislados de las intenciones formativas que el educador y la Institución tengan determinados. Otra característica importante de esta propuesta está centrada en la importancia del método como interacción, pero el método solo se puede discutir y decidir cuando se han tomado decisiones sobre objetivos y contenidos, además, el educador se debe apropiar profundamente de un contenido reconociendo lo significativo para transmitirlo, con el fin de que, a partir de esa mediación, tenga lugar el proceso formativo. 67 Como se enunció al inicio, desde esta propuesta crítico constructiva se tomarán elementos que permiten crear puentes entre lo que se define aquí como didáctica con otras categorías inductivas que tiene el trabajo, haciendo énfasis en los procesos formativos y de desarrollo humano que se pueden posibilitar a partir de las decisiones didácticas que se tomen. Esto se llevará a cabo en el aula de clase por medio de la materialización que el educador hace de los objetivos, los contenidos, los métodos y los medios de enseñanza aprendizaje, dimensiones que deben tener clara una intención formativa, o sea, que conscientemente el educador, por medio de la didáctica y de las dimensiones que hacen parte de ella, pueda posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando acorde con la sociedad que se desea favorecer y al ser humano que se pretende formar. Desde esta panorámica de la didáctica nada queda al azar, todo gira alrededor de una relación dialógica entre cada una de las dimensiones, rescatando para la toma de decisiones el ser histórico, el contexto, el mundo de la vida cotidiana, la cultura, la sociedad y todo aquello que hace parte de la realidad del ser humano, por medio de una posición crítica fundamentada en la hermeneútica, lo empírico y lo crítico ideológico para poder argumentar y justificar las decisiones didácticas. Se le da, así, importancia y relevancia a los fines, contenidos, métodos y medios determinados para mediar como educador los procesos de enseñanza aprendizaje, que a pesar de las dificultades y la visión desesperanzadora que giran alrededor de estos procesos, esta perspectiva didáctica se convierte en el camino para construir propuestas encaminadas a posibilitar mejores procesos formativos y de desarrollo humano en los educandos por medio de la interacción que se da entre educador y educando y educandos entre sí dentro del aula de 68 clase, propuestas que están definidas por el método empleado para el desarrollo de las clase. La reflexión se debe hacer en algunos aspectos como ¿cuáles son las decisiones didácticas que se toman para desarrollar la clase? ¿cómo se determinan? ¿en qué se piensa a la hora de decidir los objetivos, los contenidos, los métodos y los medios de enseñanza aprendizaje? Aquí debe responderse como educador cuál es la intención formativa de los contenidos desarrollados, qué relación tienen con los fines formativos establecidos, el método elegido qué tipo de interacciones favorece, qué procesos formativos posibilitan estas relaciones humanas, preguntarse, además, si los contenidos se quedan en lo instrumental, los medios de enseñanza qué relación tienen con las demás dimensiones y por qué se definen esos y no otros. Hay tanta cosas que pensar para llevar a cabo la práctica educativa dentro del aula de clase, que el cuestionamiento central sería ¿soy consciente como educador de todo lo que implica ser educador? ¿me pienso y pienso mi práctica educativa? La didáctica vista de esta manera se convierte en un campo de conocimiento científico que permite reflexionar críticamente sobre la práctica o praxis educativa desde los procesos de formación y de desarrollo humano que como educador se busca posibilitar en el aula de clase, para posteriormente tener fundamentos sólidos que faciliten transformar a el educador como ser humano y por ende la práctica educativa en busca de crear y construir mejores propuestas y decisiones que posibiliten óptimos procesos formativos y de desarrollo humano mediados por la didáctica. 1.6.5 Currículo. Los expertos tienen desacuerdos en torno a la comprensión del currículo, no existe una sola teoría que interprete de manera integral este 69 concepto, además, existen diversos discursos con relación a este término, los cuales están acordes a las interpretaciones de cada uno de los autores que se dedican a estudiar este concepto y la forma en que es llevado a la escuela con el deseo de orientar las prácticas educativas y formativas que allí se desarrollan. Con relación a esto, en este apartado, inicialmente, se describirán algunas interpretaciones y concepciones que varios autores tienen sobre el currículo, centrando en este una perspectiva que facilita comprenderlo como una construcción social, cultural y política, posibilitando, de esta manera, tener una mirada más amplia sobre dicha categoría con el propósito de entender divergentemente esta práctica educativa. Luego se argumentará desde cuál teoría, discurso y planteamiento teórico se abordará la concepción del currículo para el desarrollo de este trabajo investigativo, aquí los aportes de Shirley Grundy planteados en su libro “Producto o praxis del currículo” serán muy importantes para realizar una aproximación a éste. Son pocos los elementos, fenómenos, actividades y hechos de la realidad escolar que no tengan alguna implicación con el currículo o no se vea afectado por él. Problemas como el fracaso escolar, la desmotivación de los alumnos, el tipo de relaciones entre profesores y alumnos, la indisciplina en clase etc., son preocupaciones y temas de contenido psicopedagógico que tienen algo que ver, sin duda, con el currículo que se les ofrece a alumnos y alumnas y con el cómo se les ofrece. Cuando los intereses de estos no encuentran algún reflejo en la cultura escolar, se puede comprender que se muestren refractarios a ésta y quieran huir de ella, algo que puede reflejarse en manifestaciones de rechazo, enfrentamiento, desmotivación, huida, etc. (Sacristán, 2010, p. 12). Teniendo en cuenta los planteamientos teóricos formulados en el libro denominado “Análisis del currículo” se puede decir que existen cinco tipos de 70 currículo que son: “el oficial, el operativo, el oculto, el nulo y el adicional” (Posner, 2004), cada uno tiene una función diferente y contribuye significativamente a la formación de los educandos, sin embargo, lo más importante que se debe hacer es comprender ahora que, conforme se analice un currículo oficial, será necesario preguntarse cómo afectan los otros cuatro restantes. La planificación curricular no puede limitarse a la producción técnica, ni mucho menos a ver la enseñanza como un proceso que sólo tiene el propósito de producir aprendizaje, se debe ir más halla y transcender en el reconocimiento de las dimensiones políticas, culturales, sociales y económicas que afectan el sujeto, para tomar las decisiones pertinentes en torno a la planificación del currículo, la cual, debe considerar al individuo como un ser subjetivo que se sumerge en la escuela, no para ser fabricado y construido como un producto, sino para formarse y mejorarse por medio de procesos educativos que le permitan humanizarse y fortalecerse espiritualmente. Desde la lógica de estas teorías de la resistencia, el currículo tienen una mirada diferente, fundamentada en una práctica educativa en la que el educando y el educador son los protagonistas principales de su organización, incluyendo en él los aspectos que hacen parte de la cultura y la sociedad en la que interactúan estos seres humanos, para que en el momento de su materialización en las prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas en la escuela, se vivencien experiencias educativas que sean de interés, motivación e identificación del mundo de la vida cotidiana en el que comúnmente vive y existe el educando. Con relación a esto podemos entonces retomar a Freire (1980) que permite vislumbrar “la educación y el currículo como una construcción colectiva centrada en las experiencias de los estudiantes y que el currículo es un acción de codificación, entendido como un proceso colectivo entre educando y educador, 71 donde la escuela devuelve de manera organizada los elementos que el pueblo entrego desorganizadamente”. Además, Giroux (1987), plantea que: El currículo es un mecanismo emancipador y liberador donde deben existir tres dinámicas fundamentales que son: el currículo como esfera pública, el docente como intelectual transformador y la voz como medio de poder del estudiante; el currículo es un espacio para crear y reproducir significados sociales que implica la construcción de significados culturales. Por último, “El currículo lleva al escenario público (la escuela) ideologías, intereses y motivaciones de grupos y personas muy distintas y distantes que pugnan entre sí, en otras palabras, el currículo es un campo de batalla que refleja otras luchas: corporativas, políticas, económicas, religiosas, identitarias y culturales” (Sacristan, 2010, p. 13). Desde esta mirada el currículo se concibe como una “cuestión de poder” (Da silva, 2001), la acción de determinar qué contenidos o saberes hacen parte del currículo es una acción de poder, el privilegiar un ideal de formación, de identidad o subjetividad es un acción de poder. Todas estas concepciones sobre el currículo, aquellas en las que existe la tendencia de verlo como una construcción colectiva, cultural, social y política, permitirían identificar que desde esta perspectiva el currículo tienen el propósito de orientar la “reconstrucción social” (Magendzo, 1998) es decir, que desde la escuela y los procesos educativos y formativos que allí se vivencian, se contribuye decidida e intencionalmente a la solución de múltiples problemas que afectan la sociedad, lo que exige considerar que el currículo está determinado por un tiempo, un espacio, una circunstancia y una historia. 72 Después de haber esbozado estas teorías, discursos e interpretaciones sobre el currículo, es importante definir que para el desarrollo de este trabajo investigativo, el currículo será concebido inicialmente desde la propuesta planteada por Shirley Grundy que lo define “no como un concepto o idea, sino como una construcción cultural y social, como una forma de organizar un conjunto de prácticas educativas humanas” (1994). Desde la perspectiva de Grundy, el currículo está interpretado desde tres enfoques, el primero consiste en el “conceptual”, aquí se tiene en cuenta para la construcción, planificación y ejecución, todas las normativas que existen en torno a este, además de las precomprensiones y significados que los actores involucrados en él tienen, pero también están inmersas las expectativas de educandos, educadores y contexto en general. En el segundo enfoque referido a la “construcción cultural”, puede decirse que el currículo se ve como una práctica educativa que reúne y tiene en cuenta para su organización y materialización, el mundo de la vida cotidiana del ser humano, sus necesidades, expectativas, miedos, valores, tradiciones, costumbres, sueños, o como lo proponen Grinberg yLevy (2009), “el currículo es el conjunto de prácticas y experiencias que están ligadas a la transmisión de la cultura”. En tercer lugar encontramos lo que la autora plantea como “construcción social”, haciendo énfasis en que el currículo debe ser una representación social donde se inserten las prácticas sociales de una cultura determinada, buscando que la escuela, la educación y la formación que allí se promuevan no sea un contexto social ajeno a lo que normal y comúnmente vive el educando, es decir, que las prácticas educativas no sean percibidas como algo que no tienen relación con la vida social del ser humano. Esto facilitaría que el educando se sienta identificado y motivado en su proceso de educación, a través del cual, se pueden promover procesos de formación y de 73 desarrollo humano que pueden ser útiles para afrontar los desafíos del mundo cotidiano de su vida y pueda así llegar más fácil a un vivir bien. En palabras de Orlando Falls Borda, el currículo, desde esta mirada, debe estar enraizado en lo propio, en lo local, buscando la solución a los problemas del contexto, porque no todas las teorías aplicadas en otros lugares sirven para encontrarle solución a las problemáticas internas. Esta mirada del currículo constituye otra manera de comprender la organización sistematización y codificación de las prácticas educativas de una institución, pensar en el currículo es pensar en cómo actúan e interactúan un grupo de personas en ciertas situaciones; el currículo exige conocer y reconocer el contexto social, las características sociales y los modos y formas de ser de los seres humanos que hacen parte del entorno donde cumple la función la escuela, transformando la práctica educativa en una acción humana consciente de posibilitar procesos de formación orientados a la finalidad formativa concentrada en el desarrollo humano comprendido desde el agenciamiento del educando. 1.6.6 debido Competencias. Es un reto comprender el “concepto de competencia” a la diversidad de significados que surgen de las diferentes teorías, discursos y escenarios que han incursionado en el desarrollo histórico de este concepto, por esto es importante, en primera instancia, acercarse un poco a la historia que hace parte del término y los escenarios que le han aportado. Para tal efecto, retomaremos a Tobón (2010) con el trabajo desarrollado en el capítulo dos de su libro dedicado al “Desarrollo histórico del concepto de competencia”. Como segunda instancia se propondrá una mirada integral de las competencias en educación, para que de esta manera se tenga una visión más amplia y flexible frente a la interpretación de lo que es la competencia y a la forma de 74 implementarse en la promoción de los procesos formativos del educando, donde se fundamentará el concepto desde lo que plantea Hernández (2005), que va ser utilizado para intenciones de este trabajo investigativo como supuesto teórico. Quizá muchos autores, como José Gimeno Sacristán, Sergio Tobón, César Coll y otros, coincidan en determinar que el término de competencia no es algo nuevo o novedoso, sino que ha tenido sus orígenes y aplicación desde hace ya algún tiempo en otros escenarios, debido a lo que Tobón plantea como el interés que los sujetos de otras sociedades y culturas han tenido por el actuar humano, lo que ha generado una serie de interpretaciones alrededor de lo que hoy se conoce como competencia. En las civilizaciones antiguas, especialmente en la antigua Grecia, se utilizaba el término de competencia relacionado con la palabra “Ikanótis” que hacía referencia a la habilidad para conseguir algo; (Tobón Tobón, 2010) siguiendo a Collins, Weigel y Mulder (2007) describe que en el siglo XVI existía en varios idiomas el término “competens, competence y competency” los cuales hacen alusión a la capacidad para realizar una tarea o resolver un problema en un curso o una materia, definición que está centrada en el actuar del ser humano en un contexto determinado de acuerdo a unas condiciones dadas. Para la década de los sesenta aparecen los aportes de Noham Chomsky desde el área de la lingüística acuñando un término conocido como la “Competencia Lingüística” al cual haremos referencia más adelante, pero en los setenta y ochenta incursiona en el medio empresarial la gestión del talento humano con el propósito de medir el rendimiento del trabajador y seleccionar el personal más pertinente para la labor empresarial. Este pensamiento fue llevado al ámbito educativo con el objetivo de articular los retos sociales y económicos que demandaban el mundo laboral, es así como desde sus inicios a las competencias se les crítica este énfasis en la formación del ser humano, ya que limita, o como lo 75 esboza Hugo Zemelman, mutila al ser humano a la formación de una sola dimensión (el saber hacer) bajo una mirada economicista y consumista. Es entonces en 1990 cuando: Las competencias entran a ser parte del currículo, la evaluación, la didáctica y la pedagogía, buscando redireccionar los planteamientos y las limitaciones que tenía la pedagogía tradicional, es decir, se pretendía remplazar este tipo de enseñanza y por ende de formación que se promovía bajo esta mirada pedagógica, es así como en el 2000 empiezan a surgir nuevos desarrollos teóricos y metodológicos de la formación basada en competencias desde un enfoque holístico y complejo como los de Rychen, Salganik y Tobón, además, el concepto de competencia se incorpora en las políticas educativas internacionales como por ejemplo el proyecto Tuning en Europa, el proyecto DeSeco 2005 (Definición y Selección de Competencias) de la la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y el proyecto Tuning Latinoamérica. (Tobón Tobón, 2010, p. 60). Pero el término competencia no surge solo de estos tipos de reinterpretación, también es importante tener en cuenta algunos de los escenarios que Tobón (2010) identifica como campos importantes que han influenciado en la consolidación del concepto en la educación, la escuela, la formación, el currículo, la evaluación, la pedagogía y la didáctica. Algunos de los escenarios que más relevancia han tenido son el de la lingüística, desarrollado en 1965 por Noam Chomsky, donde se describe que el ser humano adquiere la “Competencia Lingüística” (Tobón Tobón, 2010) y en especial las formas de comunicarse y los elementos gramaticales del lenguaje por medio de procesos cognitivos que son similares en todos los seres humanos independientemente del contexto cultural en el que esa persona se desarrolle, en esta misma perspectiva aparece, desde el escenario de la filosofía y sociología modernas, el pensamiento de Jurgen Habermas con la “Competencia Interactiva” 76 (Tobón Tobón, 2010) donde el sujeto es competente cuando a través del lenguaje puede entenderse con alguien acerca de algo, esta competencia es desarrollada al igual que la competencia lingüística, que se basa en procesos cognitivos universales, sin tener muy en cuenta el contexto sociocultural en que está sumergido el ser humano. Desde estos dos escenarios también se han pensado las competencias desde la propuesta de Dell Hymes con la “Competencia comunicativa” en 1980 y Ludwing Wittgenstein con “los juegos del lenguaje”en 1988, donde se evidencia la tendencia de que el ser humano actúa, se comunica, utiliza su lenguaje y se relaciona con sus semejantes de acuerdo a los principios, exigencias, valores, motivaciones, tradiciones y demás aspectos culturales que hacen parte del contexto social donde se lleva a cabo la interacción con el otro, es decir que este tipo de competencias tienen en cuenta ese entorno cultural y social donde el ser humano desarrolla su vida y existencia. Otro de los escenarios más representativos que en la actualidad han fundamentado la legitimación de la competencia en la educación y en los procesos formativos, es el campo de la psicología cognitiva, en el cual se pueden encontrar tres líneas de investigación como la “modificabilidad estructural cognitiva, las inteligencias múltiples y la enseñanza para la comprensión” (Tobón Tobón, 2010), que le dan soporte teórico a la importancia de formar por competencias, determinado que la competencia debe entenderse, en primer lugar, como el procesamiento de información por medio de funciones cognitivas para la realización de una tarea o la resolución de un problema, en segundo lugar se comprende - teniendo en cuenta el aporte de Gardner sobre inteligencias múltiples- como la capacidad para crear productos que sean valiosos en uno o más ambientes culturales y, en tercer lugar, como la capacidad de actuar en un contexto con un pensamiento abierto y contextualizador. De esta tres maneras es como la competencia se ha entendido e interpretado en algunos de los 77 educadores que orientan el proceso de formación en la Institución, ya que así es como el Estado colombiano las evalúa en la prueba masiva que hace a los educandos al finalizar la educación media. El examen se centra en la “competencia Intelectual”, entendida esta también desde los aportes de Chomsky y Habermas, lo cual, le da una característica “homogenizadora, olvidando el contexto en que estos seres humanos desarrollan dichas competencias (Bustamante, Competencias y evaluaciones masivas en Colombia, 2003). Sin embargo, este concepto de competencia obedece también a las exigencias de un discurso neoliberal y globalizador cuya concepción de la educación se estructura a partir de la reiteración acrítica de nociones confusas e imprecisas. Tal escenario es el de la “educación para el trabajo” ya que es uno de los que más ha influenciado sobre el concepto y la interpretación de la competencia. Este escenario se configuró, como lo describíamos en párrafos anteriores, en la década de los ochenta principalmente en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra con el fin de afrontar la crisis económica, para lo cual se propuso el surgimiento del “Movimiento de Educación y Entretenimiento Basado en Competencias” (CBET), dicho escenario se centra en los aportes de la psicología conductista para desarrollar competencias que permitieran satisfacer las necesidades del mundo laboral y la formación de recursos humanos bajo los parámetros de eficiencia y eficacia en un contexto de competitividad empresarial nacional e internacional, centrado en los ejes de identificación, normalización, formación y certificación de competencias. Este discurso que surge en este escenario ha sido criticado de manera reflexiva por diversos autores como Martha Nussbaum, Henry Giroux, Hugo Zemelman, Paulo Freire, entre otros, por la forma en la que se ha impuesto en la educación, especialmente la universitaria, buscando de manera sutil, y en ocasiones directa, orientar o hacer énfasis en la formación del “Homo Faber”, o sea, de aquel sujeto que sea competente para favorecer la rentabilidad y el desarrollo económico, 78 reduciendo al ser humano a una arandela que hace parte de una máquina social que debe estar volcada al consumo, al materialismo y a la obsesión por el dinero. Estas teorías y principios surgidos en este escenario han creado con las teorías de la resistencia un punto álgido para comprender e implementar las competencias en los procesos educativos y formativos que se orientan en la escuela, ya que las primeras olvidan que la educación es un mecanismo social y cultural por medio del cual se deben promover procesos de formación en el educando, permitiendo la dignificación de la persona, esto entonces supone no pensar en el ser numérico, sino en un ser humano capaz de pensarse, reconocerse y cuidarse para poder actuar con juicio crítico, reflexivo y creativo sobre su vida y el mundo en el que está. Para alcanzar lo anterior, entonces se debería pensar en la reconstrucción del ser, lo cual exige retomar los aportes de las teorías que giran alrededor del desarrollo social y la humanización, como por ejemplo lo propuesto por el escenario de la “inteligencia emocional”, planteada por Goleman en 1996, donde se reivindica la importancia que tiene la parte emocional en el actuar humano, dicho autor describe que el éxito del ser humano depende en un 80% de lo emocional y en un 20% de lo cognitivo, argumentando que “el éxito de la vida está condicionado por la capacidad para entender los sentimientos de sí mismo y los de los demás, siendo flexibles ante la interacción positivamente en diferentes entornos sociales”, esta propuesta facilita articular al concepto de competencia, el cual en los últimos tiempos ha perdido importancia por la exigencias que la sociedad del consumo, de la razón y de las tecnologías tienen para el ser humano que pertenece a esta época de modernidad y posmodernidad. También es importante pensar la competencia desde el escenario de la filosofía griega, donde se esboza la importancia de interrogar el saber en relación con la realidad del contexto, es decir, un saber que involucre lo propio, lo cotidiano para 79 darle el sentido formativo adecuado, buscando de esta manera establecer relaciones entre los temas y los problemas sociales y culturales por medio de la interdisciplinariedad, la movilización de conocimientos, la transversalidad y los ejes comunes. Además, Aristóteles propone potenciar todas las facultades del ser para un buen acto o actuar y Protágoras y Platón se cuestionan por el hombre y el ser, generando la invitación a volver la mirada al hombre y su integralidad, lo que permite pensar que no se puede seguir formando un ser fragmentado, sino un ser humano con competencias desde todas las dimensiones, que le faciliten un actuar integral. Teniendo en cuenta que el concepto de competencias no puede reducirse a un interés puramente instrumental, César Coll en su reflexión “Las competencias en la educación escolar: algo más que una moda y mucho menos que un remedio” cita el proyecto DeSeCo de de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, donde se define la competencia como: “La capacidad para responder a las exigencias individuales o sociales o para realizar una actividad o tarea, cada competencia reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelacionadas, conocimientos incluyendo el conocimiento tácito) motivación, valores, actitudes, emociones y otros elementos sociales de comportamiento que pueden ser movilizados conjuntamente para actuar de manera eficaz.” (Rychen, 2012, p. 8) Esta definición abarca una concepción integral, lo que se cuestiona en este proyecto es el énfasis que se hace sobre el tipo de competencias enfocadas al desarrollo económico y progreso industrial, empresarial y tecnológico de la sociedad, ya que se concibe al ser humano como un “capital humano” (Rychen & Salganik, 2001), que facilita el desarrollo económico y, a través de este, se logra según lo propuesto en el proyecto DeSeCo- “una mejor salud, mayor bienestar, mejores formas de ser buenos padres y mayor participación social y política” lo 80 que limita el sentido de la vida y existencia del ser al dinero y lo material, empobreciéndose cada vez más la parte espiritual del ser humano. Por otro lado, Tobón Tobón (2010) describe las competencias como “procesos complejos de desempeño con idoneidad en un contexto determinado, teniendo en cuenta la responsabilidad ética en el actuar humano” además, el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, por medio de su programa Colombia Aprende, propone que la competencia debería entenderse como el “conjunto de conocimientos, actitudes, aptitudes, destrezas y habilidades que le permiten a la persona comprender, participar y transformar su vida y el mundo en el que está”, pero también Perrenoud (2002) plantea que las competencias están relacionadas con los conocimientos, pero no pueden limitarse a ellos, para construirlas desde la escuela es importante la voluntad y la disposición del educador para movilizar conocimientos y transferir las prácticas sociales de los educandos a la escuela y el aula de clase, para que lo enseñado tenga una relación con el mundo cotidiano del educando. Desde esta lógica, y teniendo en cuenta las exigencias de este mundo actual, han surgido propuestas teóricas que abordan el concepto de competencia desde una mirada integral, retomando el sentido humano que se debe reivindicar en la posibilitación de los procesos formativos en la escuela, es por ello que, para intenciones de este trabajo, se retomará lo que plantea Carlos Augusto Hernández como competencia, donde se define como “conjunto de saberes, disposiciones y capacidades que hacen posible un actuar de manera significativa en contextos” esta definición deja abierta la posibilidad de que la competencia involucra el actuar humano de forma integral, teniendo en cuenta en este otras dimensiones del ser como las motivaciones, sentimientos, valores, principios, emociones y demás aspectos que se adquieren como el mismo autor lo platea en la interacción con el contexto, el otro y consigo mismo. 81 Hablar de competencia en educación es una tarea difícil, porque es un concepto muy abierto que se ha aplicado de diversas maneras en distintos escenarios y contextos, buscando sacar provecho de ellas, pero lo importante para su implementación en la educación es tener claro algunos aspectos que son decisivos para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano, los cuales están relacionados con la concepción de ser humano y de mundo, a partir de lo cual se determina cómo se va a educar y qué concepto de competencia se va a tener en cuenta para posibilitar la formación y el desarrollo humano en el educando, lo que implica una reflexión crítica y creativa de las competencias que, a la vez, exige una construcción colectiva de lo que es competencia, cuáles competencias se van a posibilitar y el para qué de ellas, es decir, el fin formativo que van a tener. Desde esta perspectiva, Hernández (2005), fundamentándose en las ciencias naturales y sociales, propone entonces el concepto de competencias antes mencionado, donde menciona que la competencia tiene una relación con la potencia y el acto planteados por Aristóteles, lo que hace referencia a la posibilidad que el ser humano tiene de ser otra cosa, o de lo que alguien es capaz de ser o de hacer. Es así como se describe que la competencia puede ser una capacidad, entiendo este último como el “querer”, es decir, que la capacidad o competencia no se limita a la acción o a la aplicación, sino que transciende en el ser porque es una motivación interna que lo impulsa a llegar a ser lo que puede ser, lo cual, pone al ser humano en la posibilidad de actuar e interactuar no sólo en lo exterior sino de ser capaz de actuar sobre sí mismo, en otras palabras de formarse y transformarse, que sería entonces el fin formativo de la adquisición y desarrollo de las competencias. Desde esta mirada, las competencias son construcciones colectivas que se establecen como un medio para que el ser humano llegue a ser lo que puede ser, convirtiéndose la escuela en la responsable de crear las condiciones para que al 82 educando se le posibilite seguir construyendo su obra de arte, o sea, su proyecto formativo, su identidad, su configuración subjetiva, su formación. Además, desde este concepto de competencia sobre el que se ha venido desarrollando el tema, se puede decir, que los “saberes” son entendidos como el conocimiento científico y empírico que se construye colectivamente, pero este conocimiento o saber debe transcender en el ser humano, ir más allá del aceptar y conocer, no puede quedarse como una información, debe posibilitarle al ser darse forma y transformar la vida y el mundo en el que existe, desde esta mirada de competencia, así se conciben los saberes, porque de lo contrario no tendrían sentido formativo, se limitaría a lo técnico e instrumental. Las “disposiciones” a la que hace referencia el concepto se entienden como la forma de actuar y obrar de acuerdo a las circunstancias, pero estas disposiciones no solamente son para utilizarlas en relación con el otro sino consigo mismo, para conocerse y cuidarse a sí mismo, para pensarse y así extenderse al mundo y al otro, además, el “actuar significativo” se determina así, porque el ser humano debe ser consciente de para qué actúa e interactúa de esa manera. No es actuar por actuar, no es hacer por hacer, es hacer con el ser, involucrando sus saberes, sus habilidades, sus destrezas, sus actitudes, sus valores, en conclusión, cuando se actúa significativamente, se deja en el actuar todo lo que el ser es y lo que hasta el momento ha construido para sí, es decir, deja en evidencia su obra de arte, su formación, porque como lo plantea Gadamer, en “La educación es educarse”, “el ser humano con su lenguaje deja evidencia del contexto social y cultural en el que se ha desarrollado” lo mismo pasa con el actuar humano, ahí se deja evidencia de la formación que se ha construido para sí mismo. Pero la competencia involucra también la comprensión, o sea, la admisión, la reconciliación y el sentimiento de sentirse en armonía consigo mismo y con el mundo. Comprender es incorporar el conocimiento, unido a esta acción de 83 comprensión, se liga la responsabilidad en la competencia, lo cual está relacionado con la dimensión ética y las actitudes. El actuar en los contextos debe estar motivado por la responsabilidad, por el respeto, el amor y la fraternidad, buscando de esta manera un actuar humano integral, mediado por competencias del cuidado de sí y del vivir bien. Se podría entonces concluir que la competencia, como supuesto teórico de este trabajo investigativo - fundamentado en la propuesta de Hernández (2005)-, tiene dos características primordiales: la primera se centra en establecer las competencias como funcionamientos subjetivos que no se deben estandarizar, es decir, en lo que el ser humano es capaz de ser y hacer de acuerdo a sus realidades y necesidades internas sin olvidar las adaptaciones sociales y culturales, facilitándole desde la potenciación de cada dimensión humana las capacidades u oportunidades que el educando va a tener para ser un agente o, en otras palabras, un ser capaz de decidir y actuar para generar transformaciones personales y sociales. La segunda característica formativa está relacionada con la posibilidad que el ser humano tiene de actuar e interactuar integral y significativamente de acuerdo a las exigencias, retos, necesidades y desafíos en cualquier contexto, involucrando en ese actuar integral, el cuidado de sí, lo que implica la sensibilidad, la responsabilidad, la comprensión, el amor y el respeto por el otro y el mundo, en otras palabras la competencia se comprende representadas en los funcionamientos pondrán en evidencia los procesos de formación posibilitados por el educador en el aula de clase para el desarrollo humano. 84 2. DISEÑO METODOLÓGICO 2.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN: CUALITATIVA La investigación cualitativa se ha estado posicionando en el campo científico debido a la limitación que la investigación cuantitativa tiene para explicar la totalidad de las realidades sociales, en especial aquellas que tienen que ver con la comprensión de las creencias, significados, sentidos y valores del ser humano, ya que son aspectos que no pueden ser medibles ni cuantificables para demostrar estadística y matemáticamente cómo se desarrolla un fenómeno o realidad social, por esta razón, en el campo investigativo también es importante realizar procesos de investigación que respondan a la metodología cualitativa. La investigación cualitativa puede definirse como aquella que consiste en más que un conjunto de técnicas para recoger datos, “en un modo de encarar el mundo de la interioridad de los sujetos sociales y de las relaciones que establecen con los contextos y otros actores sociales” (Galeano, 2011), además, es también destacada por Denzin y Lincoln (1994, p. 2) citados por Quintana (2006) como “Multimetódica en el enfoque, implica un enfoque interpretativo, naturalista hacia su objeto de estudio" y por Taylor y Bogdan (1986, p. 20) como "aquélla que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o escritas, y la conducta observable". Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que la investigación cualitativa, a diferencia de la cuantitativa que hace énfasis en la explicación, tiene una intencionalidad que se centra en comprender la realidad (libertad, moralidad, significados, representaciones, símbolos) a partir de la construcción histórica y del sentir de sus propios protagonistas, además, se desarrolla en un contexto particular donde el investigador interactúa con los seres humanos inversos en el 85 fenómeno estudiado en su contexto natural, dándole a este tipo de investigación una característica denominada “naturalista. (Rodriguez, Gil, & García, 1996). Esta investigación, además de ser naturalista, es “emergente” ya que se va haciendo y construyendo en el camino a partir de nuevas interpretaciones de la realidad, donde la relación entre los “conceptos sensibilizadores” (categorías teóricas) e “instancias empíricas” (datos) (Quintana, 2006) facilitan la construcción y no la verificación, comprobación y medición. Pero otra característica importante de la investigación cualitativa es su “flexibilidad” la cual implica cambiar decisiones según lo revelado en el trabajo de campo que al mismo tiempo exige una actitud de apertura de cambio a lo nuevo. Así pues, que llevar a cabo una investigación de este tipo, que se centra especialmente en lo inductivo-conceptual, no es un proceso fácil pues se deben desarrollar procesos de pensamiento divergente, crítico, reflexivo, inductivo entre otros, para poder encarar esta tarea que a medida que se va desarrollando va cambiando, es decir, se va transformando, va sufriendo una metamorfosis continua, porque se orienta en diseños semiestructurados que permiten el cambio y la construcción permanente, más aún cuando se inicia con la ejecución del trabajo de campo o empírico, donde se pone en evidencia la realidad social a partir de las interpretaciones de las agentes y lo revelado en las técnicas utilizadas para recolectar los datos. En el caso de esta investigación que se pregunta por los referentes pedagógicos y didácticos para posibilitar procesos de formación en el educando por medio del currículo por competencias, es importante, en primera instancia, aclarar que los referentes se entenderán, para intenciones del trabajo, como “unidades culturales” 86 y “saberes convertidos en texto” lo que implica definir que los referentes que serán objeto de interpretación como se plantea en el problema y objetivo general tienen que ver con las los “saberes” y “prácticas” que existen en el contexto de la I.E. Félix María Restrepo Londoño del Municipio de La Unión, los cuales tienen unos significados que subyacen en la conciencia de los protagonistas (educadores, directivos, educandos) que a su vez dotan de significado consciente o inconscientemente las acciones humanas y sociales que estos seres humanos realizan en su mundo cotidiano que vivencian en el aula de clase. Es importante mencionar que estos referentes son construcciones humanas determinadas por la relación del ser humano con la cultura y su existencia social, que adquieren significado en el contexto cultural donde se utilizan. Es por eso que las creencias, entendidas como conocimientos verdaderos de una realidad definidos por la relación con la cultura, van encontrando su lugar en la práctica pedagógica y didáctica del educador y el directivo, las cuales, de una u otra manera, son utilizadas en el aula para orientar las prácticas y así posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando. Además, los saberes entendidos como posturas teóricas o el conjunto articulado de conocimientos construidos por el sujeto a partir de su interacción con el contexto cultural, también se convierten en referentes de educadores y directivos para orientar su práctica educativa y por ende la formación y el desarrollo humano, es decir, que en la acción, o sea, la práctica, que es otro referente, se entremezclan saberes con creencias buscando posibilitar procesos de formación y desarrollo humano implementando el currículo por competencias; desde esta lógica es como se pretenden interpretar los referentes a través del desarrollo de este diseño general cualitativo. En segunda instancia, el desarrollo del trabajo investigativo exige de un diseño metodológico en el que se utilice la entrevista y la observación participante como 87 técnicas que permitan comprender esos significados que subyacen y están en relación con las acciones de los seres humanos estudiados, los cuales, serán interpretados en su contexto natural, además, para la investigación se tiene una semiestructura o guía a desarrollar, pero esto no implica que en la medida en la que se esté realizando el trabajo, no se puedan tomar nuevas decisiones que, de alguna manera, transforman algunos aspectos de la investigación. Incluso las nuevas interpretaciones pueden cambiar el rumbo de lo que se pretende, es por esta razón que la investigación es abierta y no se constriñe a seguir paso a paso una estructura ya determinada con anterioridad. De acuerdo a lo planteado, se puede decir también que el diseño general es cualitativo, porque sus planteamientos teóricos serán una guía para acceder al conocimiento de una realidad social que necesita ser estudiada, para aportar de manera científica nuevos conocimientos (nueva zona de interpretación) que sean útiles y que permitan mejorar las prácticas educativas y, por ende, posibilitar mejores procesos formativos y de desarrollo humano, que aunque no se garanticen, la pretensión es buscar tener en un futuro, mejores sociedades en el municipio de La Unión (Antioquia), porque los educandos de hoy serán los miembros de esas nuevas sociedades, entonces la pregunta es ¿qué tipo de seres humanos, sociedades y culturas queremos tener? ¿Qué tipo de ser humano es el que integrará esas sociedades y culturas? 2.2 DEFINICIÓN DE ENFOQUES: HERMENÉUTICA La hermenéutica es un término que proviene del vocablo griego hermeneia que significa “acto de la interpretación”, dicho enfoque fue desarrollado en un principio para interpretar los textos bíblicos, luego fue impulsado por grandes pensadores como Schleiermacher que lo comprendía como un proceso donde hay un hablante 88 y una persona que escucha, encargada de adivinar, por medio de un proceso mágico, el sentido de la acción humana, para Dilthey la hermenéutica está centrada en comprender, asumiendo esta acción, como el mecanismo para percibir la intención ajena. Gadamer (citado por Camargo, 2005, p. 5) propone que en la hermenéutica: El sentido del texto le pertenece a él, pero también a quien procura comprenderlo, la interpretación es dialógica, es un método dialéctico, donde se incorporan las precomprensiones para la interpretación, lo cual, hace cambiar el sentido de la comprensión de acuerdo a la conciencia histórica de quien desea comprender, lo que exige que el sentido sea dinámico, inacabado y modificable. Para Martyniuk citado también por Camargo, “la hermenéutica permite romper con elementos simbólicos de la cultura y romper con interpretaciones del mundo que se han construido”, para este enfoque el lenguaje y el diálogo son los mediadores de la interpretación, la historia influye en la interpretaciones que los sujetos tengan de la realidad estudiada; Vattimo (1991), argumenta que la hermenéutica no es una descripción neutral, sino dialógica en la que los interlocutores se comprenden en la medida en la que son comprendidos dentro de un horizonte tercero. Este enfoque hace parte del paradigma constructivista de la investigación cualitativa que tiene como propósito “entender y reconstruir las construcciones que la gente, incluyendo el investigador sostienen inicialmente, con el objetivo de obtener un consenso, para aún estar abiertos a nuevas interpretaciones, para ir mejorando las nuevas construcciones” (Guba & Yvonna, 2002). El problema de investigación puede abordarse desde este paradigma, porque la intención es interpretar los referentes pedagógicos y didácticos que utiliza el 89 educador en el aula para posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando a través del currículo por competencias, realidad que se pretende interpretar para llevar a cabo una construcción de la misma, por medio de la cual, se puedan levantar nuevos conocimientos, perspectivas y visiones más claras con relación a esta, mejorando de esta manera las interpretaciones que ya existen, teniendo en cuenta la reconstrucción de las categorías planteadas para el desarrollo conceptual, las cuales, se modificarán de acuerdo a lo encontrado en el trabajo empírico. Además, los protagonistas, incluyendo al investigador, tratarán de llegar, si es posible, por medio del lenguaje y la interpretación a una “construcción consensada” (Guba & Yvonna, 2002) de nuevos saberes y prácticas más sofisticadas que puedan mejorar, cambiar y transformar aquellos referentes que se han instaurado como verdades en el ámbito de la educación y que orientan los procesos de formación, desarrollo humano y la práctica pedagógica, didáctica y del currículo por las competencias, generando así, cambios y transformaciones en estos. Desde el enfoque hermenéutico, la investigación que se ha estado planteando se fundamentará en este enfoque, porque permite realizar una “interpretación dialógica” (Camargo, 2005), es decir, que este proceso de investigación, estará sujeto a las pre comprensiones históricas y nuevas interpretaciones de los protagonistas inmersos en él, ya que dicha interpretación de la realidad estudiada le pertenece tanto al investigador como a los educadores, directivos y educandos; además, se tendrán en cuenta para el desarrollo de este trabajo la interpretación de los referentes, los cuales se concebirán, como se esbozó anteriormente, como “unidades culturales” y “saberes convertidos en textos” que tienen inmersos en los actores unos significados sobre la posibilitación de procesos de formación y 90 desarrollo humano en el educando a través del currículo por competencias. También se tendrá en cuenta que dichos referentes están concebidos en la conciencia de los participantes incluyendo el investigador, por circunstancias históricas (historia efectual), influenciadas por la cultura y la sociedad en la que se han desarrollado sus vidas. Además, el lenguaje como elemento transcendental de la hermenéutica, se entenderá desde dos intenciones, una está relacionada con el papel que juega en cómo los actores han construido esa realidad, porque es a través de las palabras que se modela el mundo, que se crea la realidad; y la otra tiene que ver con la utilización del lenguaje para la comprensión de la realidad que se pretende estudiar, buscando interpretar los significados que esas unidades culturales y saberes convertidos en texto tienen para los actores de la investigación, facilitando el lenguaje en este sentido, la interpretación, convirtiéndose en el acto hermenéutico por medio del cual se van construyendo dialógicamente horizontes de fusión, donde se vean reflejadas las interpretaciones que tienen los educadores, directivos y educandos como las que porto yo como investigador. 2.3 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN 2.3.1 Categorías y subcategorías. A continuación se presenta una tabla con el cuerpo categorial y subcategorial. 91 CODIGO CATEGORÍA SUBCATEGORÍAS DESCRIPCIÓN DE LA CATEGORÍA FOR FORMACIÓN Formación académica. Saberes. Formación en valores. Experiencias formativas. Cultura. Visión cosmopólita. Libertad del sujeto (Edificación, cultivo, obra de arte, identidad) Da cuenta de los procesos formativos que se posibilitan en el aula de clase desde las áreas y asignaturas, además responde a la pregunta ¿Cuáles son las concepciones de ser humano y sociedad que subyacen en las prácticas pedagógicas y didácticas del educador? DH DESARROLLO HUMANO Saberes. Dimensiones humanas. Agente. Progreso. Formación integral. Da cuenta de cómo se comprende el desarrollo humano y cómo se posibilitan en el educando a través de las prácticas pedagógicas, didácticas y curriculares, responde a la pregunta ¿Cómo se comprende el desarrollo humano del educando posibilitado a través de la implementación del currículo por competencias? PEDAG PEDAGOGÍA Saberes. Práctica pedagógica. Horizonte Da cuenta de los saberes y creencias que tiene los educadores para 92 DIDAC DIDÁCTICA pedagógico institucional. Autonomía pedagógica. Finalidad formativa. posibilitar la formación y el desarrollo humano en el educando a partir de la implementación del currículo por competencias, además de las reflexiones y cuestionamientos que se llevan a cavo para tomar decisiones en relación a la formación, desarrollo humano y educación del educando, responde a la pregunta ¿Cuáles son los saberes y creencias que legitiman la propuesta curricular por competencias en la institución? Da cuenta de práctica educativa del educador dentro del aula de clase, de su praxis y la reflexión crítica y constructiva que hace de ella y las decisiones que toma, responde a la pregunta ¿Qué relación existe entre los saberes y creencias de los educadores y directivos con las prácticas pedagógicas Praxis Enseñanza Aprendizaje Métodos Objetivos o intenciones Medios Contenidos. Saberes. Cotidianidad, transversalidad y movilización de conocimientos. Construcción social y cultural. 93 y didácticas que se realizan en el aula para posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando por medio de la implementación del currículo por competencias? CURR CURRÍCULO Sistematización, codificación, organización. Enseñanza Aprendizaje Métodos Objetivos o intenciones Medios Contenidos. Saberes. Cotidianidad, transversalidad y movilización de conocimientos. Construcción social y cultural. 94 Da cuenta de la reflexión del educador y el directivo para tomar decisiones con relación a la sistematización, organización y codificación de la práctica educativa que guía y orienta la praxis del educador, responde a la preguntas ¿Por qué es importante implementar el currículo por competencias como estrategia para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando? ¿Qué relación existe entre los saberes y creencias de los educadores y directivos con las prácticas pedagógicas y didácticas que se realizan en el aula para posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando por medio de la implementación del currículo por competencias? COM COMPETENCIA Saberes. Capacidades. Disposiciones. Actuar. Ética Moral. Contextos. Progreso. Agenciamiento. Tipos de competencias. 95 Da cuenta de cómo se comprende la competencia en el contexto educativo, para que sirve y con qué intención o fines formativos y de desarrollo humano se busca posibilitar su adquisición en el educando, responde a la preguntas ¿Por qué es importante implementar el currículo por competencias como estrategia para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando? ¿Cuáles son las recomendaciones y transformaciones pedagógicas y didácticas que se deben implementar para desarrollar el enfoque del currículo por competencias como estrategia que promueva la formación y el desarrollo humano del educando? 2.3.2 Descripción de técnicas e instrumentos a utilizar OBJETIVO CATEGORÍA TÉCNICA E INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Develar los saberes que Currículo. Técnica: tienen los educadores y Competencia. profundidad. directivos para posibilitar Currículo procesos de formación y de Entrevista a Instrumento: por (guión) competencia Entrevista a educadores, desarrollo humano en el Formación. educando a partir de la Desarrollo utilizará con el fin de tener una humano conversación profunda sobre Didáctica. la realidad estudiada, teniendo Pedagogía. en cuenta recoger datos sobre implementación del currículo por competencias. directivos y educandos, se los saberes (posturas teóricas Identificar los saberes que y tienen los educadores y creencias) que permitan develar la interpretaciones que directivos para la los conceptualización del actores han construido histórica y lingüísticamente en término formación y relación a la formación y al desarrollo humano. desarrollo humano y la manera en la que se posibilitan a partir de 96 la implementación del currículo por competencias. Además, esta técnica facilita la obtención de información más detallada, profunda y subjetiva, lo cual, permite introducir en la investigación las interpretaciones actores tienen que los sobre dicha realidad. Adicionalmente triangular se la buscará información recolectada por cada estamento, entre estamentos y con otras fuentes información como observación y de es la luego se confrontará con el referente conceptual, para que de esta manera se pueda desarrollar adecuadamente la triangulación de la información. Analizar las prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas por el Referente pedagógico. educador en el aula en el Referente Técnica: Observación. Instrumento: Guía de observación. didáctico. 2013 con relación al Formación. Estas categorías se desarrollo humano y la Desarrollo analizarán por medio de unas humano. observaciones de clase en las formación del educando asignaturas de Ciencias posibilitada a través de la 97 implementación del currículo por competencias. Currículo por Naturales, Química, competencias. Matemáticas y Ciencias Sociales, buscando Observar las prácticas educativas que los educadores realizan en el aula, para analizar de esta manera cómo en la práctica pedagógica y didáctica y la implementación del currículo por competencias se entremezclan los saberes y creencias en busca de posibilitar procesos de formación y desarrollo humano, permitiendo establecer además, una relación entre teoría y práctica, captando en la acción educativa interpretaciones que posteriormente serán útiles para los resultados de la investigación. También se triangulará la información de la entrevista con la que se recoge en el desarrollo de la guía de observación. 98 2.3.3 La entrevista. La entrevista es una de las técnicas de recolección de información más utilizados en las investigaciones cualitativas, porque ésta nos facilita “recoger información sobre los aspectos subjetivos y experiencias vividas de los sujetos como creencias, valores, opiniones y conocimientos que no podrían registrarse con otra aplicación de otra técnica investigativa” (Acevedo, 1988; Arnal, 1995). Esta técnica tiene una característica importante, que consiste en la recolección de información por medio de un “proceso de comunicación oral” (Ruiz) entre el entrevistado y el entrevistador, donde se puede ahondar en los asuntos interiores del ser humano, facilitando la comprensión e interpretación de la problemática estudiada. Esta técnica la clasifica Bisquerra (2004) en estructurada, semiestructurada y no estructurada. La primera se caracteriza porque existe un guión con preguntas cerradas donde las respuestas son exactas, afirmativas y de negación; la segunda es más flexible, existe un guión con preguntas abiertas donde las respuestas deben ser argumentativas y el entrevistador debe estar atento para realizar relaciones y conexiones de los temas de acuerdo al objetivo de la entrevista y las respuestas obtenidas, y la tercera es un poco más compleja porque en esta no existe guión lo cual exige que el entrevistador tenga un gran conocimiento sobre los temas tratados y esté en capacidad de reorientar la entrevista en el momento que esta se salga de su adecuado desarrollo garantizando así la objetividad y eficacia de la misma. Para Rincón et. al (1995), citado por Ruiz, las modalidades de entrevista son: la estructurada en la cual las preguntas son cerradas, existen unas categorías de respuestas y le falta flexibilidad, por el contrario, la no estructurada tiene preguntas abiertas y secuencias de categorías no fijadas, lo que la hace muy flexible. 99 Patton (1987), citado por Ruiz, propone algunos criterios importantes a tener en cuenta para realizar la entrevista: Tener en cuenta el propósito de la investigación como guía de todo el proceso de la entrevista. Permitir que los entrevistados puedan expresar sus ideas en su propio lenguaje. Seleccionar las modalidades de entrevista más apropiados para los propósitos de la investigación. Formular preguntas realmente abiertas. Formular preguntas claras, con un lenguaje inteligible y apropiado. Hacer una pregunta a la vez. Utilizar preguntas complementarias par obtener información más profunda y detallada. Escuchar con atención. Evitar preguntas sesgadas. Establecer un clima de interés mutuo. Observar durante la entrevista. Ser consciente y sensible para captar cómo afecta a la persona y a sus respuestas las preguntas efectuadas. Grabar si es posible. Tomar notas para captar y desatacar los puntos más importantes. Teniendo en cuenta estos aportes conceptuales que fundamentan esta técnica de recogida de información, podemos entonces determinar para el desarrollo de esta investigación, con el propósito de alcanzar el objetivo específico uno, que consiste en “develar los saberes sobre formación, desarrollo humano, pedagogía, didáctica, currículo y competencia que poseen los educadores, como fundamento epistemológico incorporado, que orienta su acción formativa y de desarrollo humano en el educando”, que las entrevistas que se ejecutarán serán de carácter 100 semiestructuradas a profundidad, ya que ésta facilita un diálogo fluido y profundo con algunos educadores, directivos y educandos, con el fin de recoger datos sobre los saberes (posturas teóricas y creencias) que permitan develar e identificar la interpretaciones que los actores han construido histórica y lingüísticamente en relación a la formación y al desarrollo humano posibilitado a partir de la implementación del currículo por competencias, procurando, también, obtener información sobre las otras categorías como las concepciones de ser humano, el currículo, didáctica, pedagogía y competencia, que estos educadores tienen y que de manera consciente o inconsciente trasladan a sus prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas en el aula en el momento de orientar el desarrollo de sus clases donde se lleva a cabo una interacción con el educando, siendo influenciado este último, lo cual, le da legitimación a su voz para ser incluida dentro de este trabajo investigativo, además, las respuestas deben ser argumentativas, lo que permitirá la obtención de información más detallada, profunda y subjetiva, lo cual, facilita introducir en la investigación las interpretaciones que los actores tienen sobre dicha realidad. 2.3.4 Entrevista semi – estructurada para tres estamentos CATEGORÍAS Currículo. PREGUNTAS PARA EDUCADORES DIRECTIVOS PREGUNTAS PARA EDUCADORES DE AULA ¿Qué entiende por currículo? ¿Qué entiende por currículo? ¿Qué criterios tiene en cuenta a la hora de orientar la construcción del currículo que debe hacer el educador? ¿Qué criterios tiene en cuenta a la hora de construir el currículo? ¿Cuáles son las posturas teóricas en las que se apoya para acompañar la ¿Cuáles son las posturas teóricas en las que se apoya para la construcción del currículo? ¿Qué importancia tiene el 101 PREGUNTAS PARA EDUCANDOS Lo que te enseñan los educadores ¿Cómo se relaciona con tu vida cotidiana? ¿Cuáles son las características de la cultura de tu institución? ¿Cómo se articula esta cultura es tenida dentro de las prácticas construcción del currículo? ¿Qué papel juega el currículo en la promoción de procesos formativos y de desarrollo humano en el educando? currículo en la promoción de procesos formativos y de desarrollo humano en el educando? educativas que se desarrollan en la institución? Esta pregunta tiene un error de redacción, parece incompleta. Revisar ¿Cómo podría articularse el currículo con los procesos de formación y de desarrollo humano? Competencia Diseño Curricular por competencia ¿A qué se refiere la palabra competencia? ¿A qué se refiere la palabra competencia? ¿Cómo entiende la palabra competencia? ¿Cuáles son los elementos del ser humano que incorpora la competencia? ¿Cuáles competencias consideras más relevantes a desarrollar por el educando? ¿Qué aprendes por medio de la educación que te ofrecen los educadores? ¿Cuáles competencias consideras más relevantes a desarrollar por el del educando? ¿Cómo promueves el desarrollo y la adquisición de la competencia en tus educandos? ¿Cuáles son los fines formativos y de desarrollo humano que tiene la adquisición de la competencia en el ser humano? ¿Para qué el ser humano desarrolla sus competencias? ¿Cuáles son los fines formativos y de desarrollo humano que tiene la competencia en el ser humano? Para qué el ser humano desarrolla sus competencias. ¿Sabes que competencias se buscan promover en el desarrollo de las clases que orientan tus educadores? ¿Qué entiende por diseño curricular por competencias? ¿Qué entiende por diseño curricular por competencias? ¿Cuáles son las características del diseño curricular por competencias? ¿Cuáles son las características del currículo por competencias? ¿Cuál es la corriente, el ¿Cuál es la corriente, el 102 ¿Las competencias que desarrollas en el aula de clase como las utilizas para desempeñarte en tu vida diaria? ¿Qué actividades realiza el educador en el aula para desarrollar tus competencias? ¿Cómo es tu participación en la construcción del currículo por modelo y el enfoque pedagógico de la Institución? modelo y el enfoque pedagógico de la Institución? ¿Qué función cumple el diseño curricular por competencias en la práctica didáctica del educador dentro del aula de clase? ¿Qué función cumple el currículo por competencias en tú práctica didáctica dentro del aula de clase? ¿Cómo podría desarrollarse la transversalidad y la movilización de conocimientos en el desarrollo de las clases? Pedagogía Didáctica. Educación competencias? ¿Conoces el currículo por competencias que utilizan los educadores? ¿Cómo desarrollas la transversalidad y la movilización de conocimientos en el desarrollo de tus clases? ¿Cuándo usas la palabra educación qué quieres decir? ¿Cuándo usas la palabra educación qué quieres decir? ¿Qué es pedagogía? ¿Qué es pedagogía? ¿Cuál es la importancia de la pedagogía dentro del proceso educativo? ¿Cuál es la importancia de la pedagogía dentro del proceso educativo? ¿Qué papel juega usted como educador en la pedagogía? ¿Qué papel juega usted como educador en la pedagogía? ¿Qué es didáctica? ¿Qué es didáctica? ¿Cuál es el papel que cumple la didáctica dentro de la práctica educativa? ¿Cuál es el papel que cumple la didáctica dentro de la práctica educativa? ¿Cuál es la importancia de educarse en la escuela? ¿De qué manera lo enseñados por tus educadores, te permiten crecer como ser humano y prepararte para enfrentar la vida en la calle, con la familia, los amigos y el estado? ¿Cuáles son las clases que más te gustan y que son más productivas para tí? ¿Cuáles son las clases que menos te gustan y que son menos productivas para ti? Concepto de formación. ¿Qué es formación? ¿Qué es formación? ¿Cuáles son las concepciones teóricas ¿Cuáles son las concepciones teóricas 103 ¿Cuáles espacios, momentos, situaciones y experiencias consideras que te que sustentan su que hacer formativo del educando? ¿En qué postura teórica se apoya para definir la formación? Desarrollo humano. que sustentan su quehacer formativo del educando? En qué postura teórica se apoya para definir la formación. ¿Cuáles son las prácticas directivas que promueven procesos formativos en el educando? ¿Cómo se pueden promover procesos de formación por medio de las prácticas pedagógicas y didácticas que se llevan ha cabo en el aula? ¿Cuál es el ideal de ser humano que usted pretende formar? ¿Cuál es el ideal de ser humano que usted pretende formar? ¿Qué aspectos impiden la formación de ese ser humano? ¿Qué aspectos impiden la formación de ese ser humano? ¿Qué entiende por desarrollo humano? ¿Qué entiende por desarrollo humano? ¿Cuáles son las dimensiones que hacen parte del ser humano? ¿Cuáles son las dimensiones que hacen parte del ser humano? ¿Cómo se potencia cada dimensión desde los procesos educativos desarrollados en la institución? ¿Cuál es el fin que tiene la potenciación de cada una de las dimensiones del ser humano? permiten formarte? ¿Cuáles son los educadores que más le han aportado a tu formación y por qué? ¿Los educadores se preocupan más por los conocimientos e información o por la formación de los principios humanos? ¿Por qué? ¿Qué crees que ha faltado en tu proceso formativo? ¿Qué acciones realizan los educadores para que te formes? ¿Cómo se potencia cada dimensión desde los procesos educativos desarrollados en la institución? ¿En cuál o cuáles de las siguientes dimensiones te hacen más énfasis tus educadores y directivos (la orgánico madurativa, la ético moral, la productiva, la lúdico estética, la comunicativa, la afectiva o la política)? ¿Cuál es la relación entre la formación que se promueve en la institución y las necesidades culturales y sociales del municipio de La Unión? ¿En cuáles dimensiones no se enfatiza o se olvidan por parte de educadores y directivos? ¿Qué importancia tiene a nivel local (MUNICIPAL) el desarrollo de competencias en el educando? 104 2.3.5 La observación. La observación es una técnica de recolección de información importante para desarrollar una investigación cualitativa, porque facilita la identificación y selección de manera reflexiva de los asuntos, hechos, acontecimientos y manifestaciones que permiten interpretar de manera eficaz y objetiva el fenómeno estudiado, o puede considerarse también como una técnica de recogida de la información que consiste, básicamente, en observar y recoger las actuaciones, comportamientos y hechos de las personas, tal y como las realizan habitualmente. Esta técnica de recolección de información puede ser clasificada de diversas maneras. Una de ellas está relacionada con la intervención del investigador, lo que determina que la observación puede ser “natural, estructurada, de experimento de campo, participante o auto observación” pero también se clasifica con relación a la función de la muestra en “encubierta y no cubierta” “directa o indirecta” y en “humana o mecánica” es así como esta técnica puede utilizarse de varias maneras para el desarrollo de la investigación, teniendo claro que, independientemente de la forma en que se ejecute, esta debe contribuir al desarrollo de los objetivos de la investigación, para que así se puedan construir nuevas teorías y conocimientos verídicos y fiables con relación a la situación problemática estudiada. Autores como Arrieta & Araque (2006) la clasifican solo en observación “pasiva” y “participante”. La primera se refiere a la función del investigador, en la cual se evita su presencia en el desarrollo de las circunstancias y hechos estudiados, recibiendo información del ser humano observado sin exigirla, y la segunda tiene que ver con la función activa del investigador, el cual, se involucra en el contexto y participa en el desarrollo de los hechos. 105 Además de esta clasificación, estos autores proponen algunos aspectos básicos para realizar una adecuada observación, los cuales están relacionados con asuntos psicológicos como la atención, la sensación, la percepción y la reflexión y con algunos procesos intelectuales como la inducción, la deducción, la abstracción y la concreción. Es importante mencionar algunas sugerencias a tener en cuenta para llevar a cabo una observación: el investigador debe dejar de lado los intereses personales, emociones, prejuicios, valores entre otros, porque de lo contrario esto generaría la inducción a observar aquello que se desea ver en función de demostrar unos supuestos planteados con anterioridad en el proceso investigativo. Además, se debe tener un amplio conocimiento del problema estudiado para que así la observación sea efectiva y se puedan relacionar diversos asuntos con el propósito de llegar a alcanzar resultados confiables y, por último es importante mencionar que solamente el investigador le puede dar significado a los registros capturados por instrumentos utilizados en la ejecución de la observación tales como grabaciones, fotografías, videos entre otros. Para el desarrollo de esta investigación de tipo cualitativo, se llevará a cabo una “observación participante”, por medio de la cual se dará cumplimiento a lo propuesto en el objetivo número dos donde se pretende “analizar la práctica pedagógica, didáctica y la implementación del currículo por competencias, realizada por el educador en el aula durante el año 2013, con relación a los procesos de formación y de desarrollo humano posibilitados en el educando”. Esta observación, se hará en el desarrollo de algunas clases en los grados octavo, noveno, décimo y undécimo, en materias como Ciencias Naturales, Química, Matemáticas y Ciencias Sociales utilizando una guía de observación por dimensiones de interés y con una escala de frecuencia, donde se pueda registrar asuntos importantes y significativos que estén relacionados con las prácticas 106 educativas que los educadores realizan en el aula, para interpretar de esta manera cómo en la práctica pedagógica, didáctica e implementación del currículo por competencias se entremezclan los saberes y creencias en busca de posibilitar procesos de desarrollo humano y formación, permitiendo establecer además, una relación entre teoría y práctica, captando en la acción educativa interpretaciones que posteriormente serán útiles para los resultados de la investigación. Es importante mencionar que los educadores a observar tienen un previo consentimiento informado de lo que se va a realizar y la forma en la que se va a proceder durante el desarrollo de la observación. 2.3.6 Guía de Observación participante en clase. Esta técnica de recolección de información se desarrollará para analizar las prácticas pedagógicas, didácticas del educador en el aula, con relación a los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados por medio de la implementación del currículo por competencias, además, se busca conocer cuáles son las virtudes y desventajas que tiene el educador en su práctica educativa para desarrollar procesos formativos para el agenciamiento del educando. Datos Generales. Institución Educativa: _______________________ Municipio: _________ Grado ____ Grupo ____ Asistentes ______ No asistieron _______ Número de educadores que atienden el grupo. (En formación o graduado) 1. _______________________________ Form.____ grad.___ 2. _______________________________ Form.____ grad.___ 3. _______________________________ Form.____ grad.___ 107 Asignatura: ________________________ Tipo de clase: ______________________ Tema de la clase: _____________________________________________________ Horario: Mañana _________ Tarde: _________ Noche: _____________ Instrucción: Para el desarrollo de la guía, que se utilizará en la realización de varias observaciones, se tendrá en cuenta una escala de frecuencia, la cual permitirá establecer algunas relaciones en el proceso de triangulación a llevarse a cabo en el análisis de los datos, por eso es importante que se observe atentamente la práctica formativa del educador, teniendo en cuenta que la escala a desarrollarse será la siguiente: marque con una (x) SIEMPRE, A VECES o NUNCA, sabiendo que (siempre) se marca cuando el indicador a evaluar se observa continuamente, (a veces) cuando el indicador a evaluar se observa de manera interrumpida o poco frecuente y (nunca) cuando el indicador a evaluar no se observa. Indicadores a evaluar: Dimensión: Didáctica. 1. Cumple el horario docente establecido. 2. Se evidencian orden y limpieza para el desarrollo de la clase. Dimensión: Didáctica (objetivos). 3. Manifiesta con claridad los propósitos u objetivos de la clase. 108 A veces Nunca Siempre A veces Nunca Indicadores a evaluar: Siempre 4. Propicia que los alumnos comprendan el valor del nuevo aprendizaje. 5. Orienta a los alumnos hacia los objetivos propuestos. 6. Procura la búsqueda de información por parte de los alumnos para el desarrollo de las actividades. Dimensión: Currículo por competencias y contenidos. 7. Da a conocer a los educandos la competencia a desarrollar durante las sesiones de clase. 8. Existe relación entre los contenidos trabajados en clase y lo establecido en el currículo por competencias que tiene la institución. 9. Los contenidos responden a criterios de las necesidades e intereses de los educandos, de actualización, extensión y profundidad. 10. Realiza un tratamiento contextualizado de los conceptos en relación con lo glo-local. 11. Establece Coherencia entre objetivo, contenido, competencia, mundo de la vida cotidiana y característica psicológica de los educandos. 12. Motiva a los alumnos hacia el aprendizaje significativo. 13. Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando. 14. Establece relación transversal del contenido 109 con A veces Nunca Indicadores a evaluar: proyectos formativos que tiene la Institución Siempre y las competencias a desarrollar. 15. En el desarrollo de los contenidos: 15.1 Muestra dominio. 15.2. Manifiesta seguridad. 15.3 Utiliza correctamente el lenguaje y el vocabulario técnico. 15.4 Hace una distribución racional del tiempo en función de los objetivos y las competencias trabajadas en la clase. 15.5 Omite contenidos. 16. Se aprecia una coherencia lógica en el tratamiento del contenido. 17. Orienta actividades en correspondencia con los diferentes niveles de asimilación planteados por las competencias (ser, saber, hacer y saber convivir con los demás). 18. Las actividades que planifica contribuyen a potenciar el desarrollo del juicio crítico, reflexivo y creativo y las dimensiones humanas. Dimensión: Didáctica. (Medios de enseñanza). 19. Tienen relación adecuada a las competencias, objetivos y contenidos de la clase. 20. Está adaptada al desarrollo del grupo y responde a sus intereses. 110 Indicadores a evaluar: 21. Utiliza adecuadamente otros medios específicos de la asignatura. 22. Vincula el contenido de la asignatura, aprovechando las potencialidades que brindan: 22.1 Las TIC(Computador, Tablero interactivo, el video beam) 22.2 Los software educativos. 22.3 El programa “Mejoramiento de la Educación Media”. 23. El tablero. 24. El libro de texto. 25. Emplea los medios de enseñanza de manera que se promuevan procesos de formación. Dimensión: Didáctica (Métodos) 26. Brinda el tiempo necesario para que los educandos elaboren la respuesta de las preguntas, ejercicios o actividades. 27. Aprovecha las intervenciones de los educandos para explicar, profundizar y formular preguntas. 28. Propicia la formulación de preguntas y planteamientos de problemáticas por parte de los educandos. 29. Logra la concentración de los educandos durante la clase. 111 A veces Nunca Siempre A veces Nunca Indicadores a evaluar: Siempre 30. Exige a los educandos corrección en sus respuestas. 31. Estimula la participación activa de todos los educandos. 32. Atiende las diferencias individuales de los educandos en función del diagnóstico. 33. Logra la toma de notas por parte de los educandos. 34. Realiza resúmenes o conclusiones parciales. 35. Estimula la búsqueda de información en otras fuentes. 36. Dirige el proceso sin anticiparse a los razonamientos y juicios de los educandos. 37. Utiliza niveles de ayuda que permiten al educando reflexionar sobre su error y rectificarlo. Dimensión: didáctica (Formas de organización de la clase) 38. Se realizan actividades por equipos o subgrupos: 38.1 Con adecuada organización. 38.2 Con adecuada estructuración de las actividades. 39. El grupo está organizado en: Hileras Filas Mesa redonda Dimensión: Didáctica, evaluación del aprendizaje. 40. Utiliza distintos estrategias de evaluación: 112 Indicadores a evaluar: 40.1 Orales. 40.2 Escritos. 40.3 Prácticos. 40.4 Grupales. 40.5 Individuales. 41. Utiliza instrumentos de evaluación que exigen que el educando movilice todas dimensiones del ser para dar respuesta a las preguntas y problemáticas planteadas. 42. Los instrumentos de evaluación utilizados valoran solo la competencia intelectual o cognitiva y la memoria. 43. Los instrumentos diseñados fomentan el desarrollo del juicio crítico, creativo y reflexivo para la toma de decisiones en contextos. 44. Reflexiona con sus educandos sobre el resultado del aprendizaje y la importancia que este tiene para su vida y existencia. 45. Se analiza lo que se ha hecho para aprender. 46. Propone actividades en función de los logros y dificultades identificados en sus educandos. Dimensión: Transversalidad. 47. Logra integrar el contenido de la asignatura: 47.1 Con el resto de las asignaturas. 47.2 Con los programas directores. 113 A veces Nunca Siempre A veces Nunca Indicadores a evaluar: Siempre 47.3 Con la concepción de formación que tiene la institución. Dimensión: Pedagogía y Formación. 48. Durante la clase: 48.1 Se crea un clima agradable y distendido. 49. Contribuye con su testimonio y con el uso de estrategias de trabajo a la correcta formación de hábitos para el vivir bien (cuidado de sí). 50. Demuestra confianza en las posibilidades de aprendizaje de todos sus educandos y los apoya con palabras que le dan seguridad. 50.2 Se muestra flexible y receptivo. 50.3 Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos. 50.4 Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos. 51. Fomenta a través de su discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos. 52. Contribuye al desarrollo de las posibilidades comunicativas de sus educandos. 52.1 Propicia el desarrollo de juicios de valor, con 114 A veces Nunca Indicadores a evaluar: Siempre adecuadas argumentaciones. 53. Motiva a sus educandos para actuar dignamente en la sociedad y el mundo en el que viven. 54. Mantiene la disciplina. Dimensión: Pedagogía y formación. 55. Se muestra cercano y exigente. 56. Utiliza un lenguaje adecuado y afectivo. 57. Promueve el trabajo cooperativo. 58. Evidencia seguridad en el trabajo en el aula y en relación con los educandos. 59. Manifiesta entusiasmo y optimismo durante toda la clase. Dimensión. Pedagogía. 60. Se aprecia coordinación y cooperación entre los educadores. 60.1. Competencias a desarrollar. 60.2. Concepción de ser humano. 60.3. Necesidades y problemáticas sociales del municipio. 60.4 Proyectos formativos transversales. 60.5 Transferencia de las prácticas sociales y culturales del educando a las sesiones de clase en la escuela. 61. Reflexión sobre su práctica pedagógica (diario de 115 A veces Nunca Indicadores a evaluar: Siempre campo u otra técnica). 62. reflexión crítica sobre la función de la escuela y su labor como educador. Nota: Luego de realizar la observación de la clase, se procederá a dialogar con el educador observado sobre detalles y asuntos puntuales relacionados con la observación, reflexionando sobre la práctica educativa, para luego construir los comentarios que serán descritos. Comentarios del observador: __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ Comentarios de los sujetos observados: __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ Firma del observador Firma del observado 116 2.4 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA EL ANÁLISIS DE INFORMACIÓN. 2.4.1 La triangulación. La triangulación es una técnica que permite legitimizar el conocimiento en la investigación cualitativa, por medio de la acción de reunión y cruce dialéctico de toda la información y/o datos pertinentes al objeto o realidad estudiada surgida en la investigación por medio de los instrumentos correspondientes que constituyen el corpus de los resultados de ésta (Cisterna, 2005). La triangulación es una acción que se lleva ha cabo una vez recolectada toda la información, es decir, al finalizar el trabajo de campo, pero este acto se desarrolla teniendo en cuenta las siguientes características según lo propuesto por Cisterna: La selección de la información: facilita distinguir lo que es útil para la investigación y lo que es desechable, bajo los criterios de pertinencia (seleccionar los datos que tienen relación con la temática investigativa), relevancia (lo que se devela ya sea por recurrencia o asertividad). Triangulación de la información por cada estamento: se realiza por medio de un proceso de procedimiento inferencial, en el cual se establecen conclusiones ascendentes, agrupando las respuestas relevantes por tendencias, que pueden ser clasificadas por divergencias o coincidencias en cada uno de los instrumentos aplicados, las conclusiones establecidas se inician en relación con las subcategorías, luego estas se relacionan con las categorías para finalizar la relación de la información determinada en las conclusiones con la pregunta central de la investigación. Triangulación entre estamentos: esta acción permite comparar los sujetos indagados en función de diversos tópicos interrogados, puede ser una comparación general, que exige la relación con las conclusiones de tercer nivel, o sea, con la pregunta central, o una comparación específica y más 117 profunda que exige una relación de los datos del sujeto con las conclusiones de segundo nivel, es decir, con la categorías. Triangulación entre diversas fuentes de información: en esta acción se exige triangular la información entre los instrumentos que se utilizaron, luego realizar una triangulación inter instrumental, es decir, entre las dimensiones y tópicos de interés del instrumento. Triangulación con el marco teórico: es una acción de interrogación reflexiva donde se triangulan los datos recolectados en el trabajo de campo con los supuestos teóricos, buscando construir dialécticamente la fundamentación teórica de cada categoría y subcategoría pertinentes a la investigación. Teniendo en cuenta lo anterior, la triangulación se utilizará en este trabajo investigativo porque, luego de recolectar la información en campo, se buscará llevar a cabo lo que propone el autor en cada una de las fases de la triangulación, triangulando los datos de las fuentes (actores), con las aproximaciones conceptuales (revisión documental) y las técnicas de recolección de información (entrevista, observación) y entre estas mismas, facilitando así, determinar el procesamiento de una información o resultados que sean legitimados con relación a la investigación desarrollada. Además, los resultados se deberán poner en conocimiento de los actores en audiencias para llegar a acuerdos (horizontes de fusión) sobre dicha información procesada, proponiendo para el contexto en particular donde se desarrolla el trabajo una nueva zona de comprensión, fundamentada científicamente a partir de la interpretación y construcción dialógica, buscando de esta manera comprender los referentes que sirvan para la orientación de una propuesta curricular por competencias que promueva procesos de formación y desarrollo humano para el educando de la Institución Educativa, propuesta que le facilite ser competente para tomar decisiones mediadas por un juicio crítico, reflexivo y creativo que le permitan afrontar los desafíos y exigencias que hacen parte de su mundo de la vida cotidiana, lo que exige enfatizar en el 118 desarrollo de competencias donde el ser humano es el centro y no la rentabilidad, el desarrollo económico y las competencias tecno-laborales. Otras técnicas que complementan el trabajo de la triangulación son la codificación abierta, axial y selectiva, ya que estas, en primera instancia, tienen en cuenta los datos tal cual los expresan los actores involucrados en el trabajo de campo (codificación abierta), en segunda instancia se seleccionan los datos de acuerdo a unos criterios definidos con anterioridad para relacionarlos y confrontarlos con las unidades de análisis y las categorías de estudio (codificación axial), para luego llevar a cabo la codificación selectiva en la redacción del informe final. Luego de analizar la información se procederá al cumplimiento del objetivo cuarto que consiste en “describir las falencias y fortalezas pedagógicas y didácticas de que tienen los educadores para una promover procesos de formación en el educando por medio de la implementación del currículo por competencias”; y luego, abordar lo que se planteó en el quinto objetivo donde se van a “proponer algunas recomendaciones para la promoción de procesos de formación y desarrollo humano en el educando reconociendo el currículo por competencias institucional”. 119 3. ANÁLISIS Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 3.1 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN Observación. Ficha técnica. NÚMERO FECHA ÁREA O TEMA HORA GRADO ASIGNATURA 1 2 02/09/2013 02/09/2013 ECONOMÍA QUÍMICA SITEMAS 12:40 ECONÓMICOS PM ESTEQUIOMETRÍA 1:40 ONCE DÉCIMO PM 3 03/09/2013 CIENCIAS GENÉTICA NATURALES 4 03/09/2013 QUÍMICA 9:20 OCTAVO AM SOLUCIONES 5:10 NOVENO PM 5 6 04/09/2013 QUÍMICA EVALUACIÓN 12:40 ACUMULATIVA PM 04/09/2013 MATEMÁTICAS LEY DE COSENOS 1:40 ONCE DÉCIMO PM 7 05/09/2013 CIENCIAS GENÉTICA NATURALES 8 05/09/2013 ECONOMÍA 9:20 OCTAVO AM CONTINUACIÓN 1:40 SISTEMAS PM ONCE ECONÓMICOS 9 05/09/2013 QUÍMICA REACCIONES 120 2:50 DECIMO 10 05/09/2013 MATEMÁTICAS QUÍMICAS PM DERIVADA DE 3:50 UNA FUNCIÓN PM ONCE La técnica de observación se desarrolló por medio de un instrumento denominado Guía de Observación que se construyó en coherencia con las categorías inductivas y apriorísticas que se habían determinado para el desarrollo del trabajo investigativo. Estas observaciones de clase centrarán su interés en el alcance del tercer objetivo específico del trabajo donde se busca analizar las prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas por el educador en el aula en el 2013 con relación al desarrollo humano y la formación del educando posibilitada a través de la implementación del currículo por competencias, pero este ejercicio tuvo dificultades y ventajas. Las dificultades presentes para desarrollar la observación de clase fueron las siguientes: los educadores que participaron en el trabajo investigativo realizan su práctica educativa en la misma jornada escolar que el investigador, lo cual, en ocasiones generaba apuros para hacer la observación y orientar las clases de educación física, por tal motivo se contó con la participación de educandos del grado décimo que realizan una práctica de alfabetización en la cual se encargaban de desarrollar la clase de educación física mientras se hacía la observación de clase. Otra dificultad radica en la cantidad de ítems que la guía presenta, porque en ocasiones se hacía difícil por el tiempo y las dinámicas de la clase valorar todos los criterios planteados, además, por la cantidad de actividades que debe desarrollar el educador durante la jornada escolar y después de ella, se dificultó 121 socialización de la guía de observación inmediatamente terminara la clase, pero esto se llevó a cabo en la semana siguiente a las observaciones, es decir en la semana del nueve al trece de septiembre. A pesar de que se presentaron estas dificultades, también hubo ventajas en este proceso de observación, una de ellas es la disposición de educadores y educandos, los cuales, sin muchos requisitos, permitieron que se desarrollara el trabajo dentro del aula, además, el educador siempre estuvo dispuesto a colaborar en todo lo que se le solicitaba y los educandos trataron de comportarse de manera natural mientras se llevaba a cabo la clase, por último, los directivos permitieron que los educandos de Décimo realizaran la clase de educación física mientras se ejecutaban las observaciones. De las observaciones de clase realizadas, se puede decir que el referente de didáctica y pedagogía que tienen los educadores para que la implementación del currículo por competencias posibilite procesos de formación para el desarrollo humano, posee unas restricciones, en especial con lo que tiene que ver con las dimensiones didácticas, porque los objetivos o fines están concentrados en posibilitar procesos de formación para que el educando adquiera o desarrolle un saber o conocimiento limitado a lo enciclopédico. Esto origina que el contenido se cierre a la comprensión del concepto, haciéndolo ver descontextualizado, carente de transversalidad y limitado para la movilización de conocimientos, posibilitándose procesos de formación y desarrollo humano desarticulados, descontextualizados, desmotivantes y sin valor y sentido para el educando. Pero también se alcanza a analizar que el método se limita a un asunto mecánico, es decir, que esta decisión didáctica es tomada sin realizar un proceso reflexivo y crítico para construir una propuesta de clase que permita posibilitar proceso de formación orientados al agenciamiento del educando, a través de la interacción y 122 de las formas de organización y realización, enfatizadas en el diálogo, la confrontación, la lectura, la reflexión, el reconocimiento, la enseñanza abierta y el aprendizaje social reflexivo, por el contario, se observa una enseñanza cerrada y un aprendizaje abstracto, limitando de esta manera los medios de la enseñanza, a un hecho físico-material donde prima el uso del tablero y el texto guía (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Con relación al referente de pedagogía, la observación y la guía permiten evidenciar que la práctica pedagógica del educador también posee unas restricciones que la hacen ser carente o reduccionista, porque esta es subordinada, atomizada e instrumentalizada y allí el fin formativo que se impone de manera sutil está concentrado en el desarrollo humano desde el progreso, generándose un distanciamiento de la educación que se debe promover para posibilitar procesos de formación específicos que favorezcan el desarrollo humano del educando desde el agenciamiento de este, porque en la realidad escolar lo que se comprende es que el desarrollo humano como fin de los procesos formativos se omite. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Entrevista. Ficha técnica. ENTREVISTA ESTAMENTO FECHA DURACIÓN EDUCADOR DE 08/08/2013 49:30 NRO 1 AULA 123 2 EDUCADOR DE 08/08/2013 39:34 13/08/2013 23:37 15/08/2013 14:28 06/08/2013 52:56 08/08/2013 36:37 09/08/2013 49:30 AULA 3 EDUCADOR DE AULA 4 EDUCADOR DE AULA 5 EDUCADOR DIRECTIVO 6 EDUCADOR DIRECTIVO 7 EDUCADOR DIRECTIVO 8 EDUCANDO 22/08/2013 16:52 9 EDUCANDO 22/08/2013 16:02 10 EDUCANDO 27/08/2013 16:42 124 11 EDUCANDO 27/08/2013 19:41 12 EDUCANDO 27/08/2013 17:48 13 EDUCANDO 27/08/2013 18:23 14 EDUCANDO 29/08/2013 09:34 15 EDUCANDO 29/08/2013 12:44 16 EDUCANDO 29/08/2013 17:46 17 EDUCANDO 03/09/2013 11:40 18 EDUCANDO 03/09/2013 10:32 19 EDUCANDO 03/09/2013 28:04 125 Esta técnica se desarrolló por medio de un guión semiestructurado de preguntas abiertas que se encuentran en relación con las categorías inductivas apriorísticas establecidas para el desarrollo del trabajo, buscando dar respuesta a en especial a los objetivos específicos uno y dos, donde se pretende develar los saberes y creencias que tienen los educadores y directivos para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando a partir de la implementación del enfoque curricular por competencias e identificar los saberes y creencias que tienen los educadores y directivos para la conceptualización del término formación y desarrollo humano. Las ventajas que se tuvieron en este proceso de recolección de la información se refieren básicamente a la colaboración desinteresada que los educadores y educandos tuvieron, ya que al solicitarles su participación ninguno se negó a ello, entregando su tiempo y su voluntad para responder de la manera más adecuada a las preguntas y al diálogo desarrollado, confiando su testimonio al investigador. Las dificultades radican en la trascripción de las grabaciones, porque es un proceso demorado que con tanta cantidad de información se hizo largo y complejo en su transcripción e interpretación, sin embargo se pudo realizar el proceso a tiempo, además, el recurso físico para grabar las entrevista no era propio, esto ocasionó inconvenientes en el proceso porque tenía que esperar a que estuviera disponible el aparato tecnológico, lo cual, retrasando la recolección de los datos, a pesar de esto los educadores y educandos siempre fueron puntuales cuando se les citó para la entrevista, incluso en horarios diferentes a su jornada escolar. Como se mencionó, esta técnica permite en gran medida recoger información para alcanzar los objetivos específicos uno y dos, de acuerdo a esto, se puede decir 126 que el referente de currículo, competencias y currículo por competencias es un saber empírico que se fundamenta en una creencia y que carece de sustento epistémico conceptual, comprendiéndose el currículo desde un saber tecnocrático que se impone por las instancias gubernamentales donde los elementos constitutivos de él ya están determinados y el educador lo único que debe hacer es implementarlos, poniéndose en evidencia las características de una práctica pedagógica atomizada, instrumentalizada y subordinada, donde se generan en el aula de clase procesos de formación orientados a posibilitar como finalidad formativa el progreso. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Con relación al currículo por competencias, el educador lo comprende desde un saber dudoso, además, el educador tiene una prevención con relación a este enfoque pedagógico, porque considera que esta es una estrategia por mediada por un interés político y económico, que busca la formación un ser humano que se deje dominar y controlar fácilmente. Pero vale la pena mencionar que, aparte de esta prevención, se evidencian en lo didáctico unas carencias en la implementación del currículo por competencias básicamente en tres elementos constitutivos de éste que son: la transversalidad, la movilización de conocimientos y la relación con las prácticas sociales del educando o el mundo de la vida cotidiana lo que genera procesos de formación y desarrollo humano poco situados, regulados, vigilados y con poco valor para el educando. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Las competencias son comprendidas desde un saber confuso y reducido, sin pensar críticamente sobre el concepto de competencia y el tipo de competencias a desarrollar, las cuales, como ya se mencionó, están orientadas a privilegiar la inserción al mundo laboral y el progreso como fin formativo, por medio de competencias reducidas a la adquisición de saberes básicamente enciclopédicos 127 que se observan descontextualizado, lejanos del mundo de la vida cotidiana, de las realidades y necesidades internas del educando y haciendo énfasis en una sola dimensión humana, la orgánico madurativa. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Pero al igual que con las categorías antes mencionadas, los referentes de desarrollo humano y formación, también tienen restricciones concentradas en un vacío epistémico conceptual que, en el caso del desarrollo humano, generan unas comprensiones inocentes de este, lo que da pie a procesos de formación fragmentados y desarticulados donde el desarrollo humano, comprendido desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades, es omitido desde la práctica pedagógica hasta la didáctica y la curricular, lo cual se convierte en un reto para los procesos de formación que se posibilitan en el aula de clase y en la institución. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). Para terminar, la formación es comprendida por medio de un referente que se concentra en un saber intuitivo, con restricciones como la formación fragmentada que se limita a que el educando por medio de conocimientos y valores desarrollados en la escuela se sumerja en la visión cosmopolita, omitiendo estos procesos la libertad del sujeto, además, la restricción fundamentada en el desconocimiento del poder que tiene la clase por parte del educador, relega procesos de formación como la autonomía, la influencia cultural y los horizontes de fusión a una intención formativa inconsciente, es decir, desconocida por el educador, pero que sin embargo en el desarrollo de la clase se posibilita. (Ver anexo A y B de Atlas. Ti y Análisis de la información). 128 3.2 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS PARA EL ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN Luego de recolectar toda la información en cada una de la fuentes y aplicado los técnicas e instrumentos ya mencionados, se prosigue con el análisis de la información, para lo cual, en el diseño metodológico, se toma la decisión de realizar este proceso por medio de la triangulación, técnica que permite reunir y cruzar dialécticamente toda la información y los datos, facilitando la legitimización del conocimiento sobre la realidad estudiada en el desarrollado en la investigación. Esta técnica se desarrolla a través de un proceso que tiene las siguientes características: seleccionar la información, triangulación de la información por cada estamento, triangulación entre estamentos, triangulación entre diversas fuentes de información y triangulación con el marco teórico, pero estas particularidades de la triangulación es posible llevarlas a cabo con el diseño y desarrollo de un instrumento denominado matriz. La matriz construida para este análisis de la información tiene en cuenta las fuentes (instrumentos) de información, el referente conceptual y los estamentos (sujetos), además, de las categorías apriorísticas definidas para el desarrollo del trabajo, es así como se construyó la matriz por medio de la cual se triangula la información en busca de los hallazgos y las conclusiones que se presentarán en el trabajo investigativo. La matriz tiene cinco columnas, en la primera - iniciando del lado izquierdo al derecho-, encontramos la categorías apriorísticas y una síntesis o supuestos del referente conceptual construido, en la columna dos aparece la fuente de información que es la observación y el estamento en el que se aplicó que es el 129 educador de aula, en la columna tres se define la fuente que es la entrevista y el estamento que es el educador directivo, en la cuatro aparece la fuente que es la entrevista y el estamento que es el educador de aula y en la cinco se define la fuente que es la entrevista y el estamento que es el educando. (Ver anexo de la matriz). En las fila de la matriz diseñada se coloca la información que se codificó en la fuente para cada estamento acorde a la categoría apriorística determinada en el referente conceptual, para que de esta manera se pueda ir triangulando la información acorde a las propiedades ya mencionadas de esta técnica, buscando dar respuesta a cada una de las preguntas problematizadoras y los objetivos específicos planteados, en función de determinar los hallazgos, discusiones, conclusiones y recomendaciones que emergen del trabajo, legitimizando por medio de esta técnica e instrumento el conocimiento generado de la realidad estudiada en este proceso investigativo. (Ver anexo de la matriz). .arreglar Ejemplo de matriz REFERENTE REPORTE REPORTE REPORTE REPORTE CONCEPTUAL OBSERVACIÓN ENTREVISTA ENTREVISTA ENTREVISTA CATEGORIAS EDUCADORES EDUCADORES EDUCADORES EDUCANDOS INDUCTIVAS DE AULA DIRECTIVOS DE AULA COMPETENCIA: INTENCIÓN REFERENTE: REFERENTE: La competencia FORMATIVA: FIN FORMATIVO: es definida como “el El referente de El referente de conjunto de Da a conocer a competencia competencia que ¿Competencia? saberes, los educandos que tienen los los educadores Pues, competir capacidades y la competencia directivos son de aula tienen es con los demás disposiciones a desarrollar los siguientes: el siguiente: compañeros, 130 que hacen durante las saber hacer en la competencia la cómo cada uno posible un sesiones de contexto, para están utilizando ser mejor, actuar de clase. que con lo que como una sobresalir. manera sabe pueda habilidad o como significativa en resolver una una destreza. contextos” la Comentario: competencia desde la propuesta de Carlos augusto Hernández tiene las siguientes características: primera, se debe pensar crítica y constructivamen te sobre qué se entiende por competencia y cuáles competencias situación problemática En ninguna de las clases, el educador hace que se le entregue. (Coord.) ser mejor que veces he tenido otro. hasta, como se dice, dudas al competencias a Es lo que el no tenemos trabajar durante estudiante mucha claridad, la clase, es adquiere en la decir, no se le escuela para socializa a los posteriormente El concepto de educandos el insertarse en el competencia es porqué ese mundo laboral. confuso y no se Comentario: contenido y para (Rector) tiene claridad qué se lleva a frente a cómo cabo la clase de esa manera. Es aquello que le permite al ser humano actuar se potenciarán coherentemente en el educando. en el espacio en Segunda, se el que se debe encuentre comprender que (Coord.) la competencia es una capacidad que FIN se potencia FORMATIVO: desde el interior Para subsistir; el 131 como intentar Inclusive muchas respecto, o sea explicita la o las Competencias, ¿La competencia? Me parece que son como unas habilidades a desarrollar, como algo que usted debe de potenciar para usted poder salir adelante. implementarse en Nunca quedarse el aula de clase atrás y salir para promover adelante. procesos de formación y desarrollo Pues yo creo humano por parte que la palabra del educador, competencia es pero yo sí competir por entiendo que es uno mismo y cuando una competir por lo persona sabe que uno quiere hacer algo en un del ser para que medio de medio pueda alcanzar subsistencia; determinado. lo que quiere viene a decir un ser, tercera, los ser humano qué saberes son quiero las FIN conocimientos competencias FORMATIVO. científicos o para ser brillante empíricos que no para se construyen y subsistir; un se comprenden empleo para que colectivamente los recursos para transformar económicos una la realidad mejor calidad de dentro de un personal y vida y la mejor medio, social, cuarta, calidad en este desenvolverse o las mundo es para ejercer una disposiciones bienes profesión. son la formas y materiales. los modos de actuar y obrar es como, la relaciono como emprendimiento porque las competencia es competencias, como salir principalmente, adelante, como son para querer, pensar, desarrollarse disfrutar también. Comentario: Comentario: Competencia para mí es como una lucha, profe, pero es como una lucha Desde esta de acuerdo a las Desde los postura de las circunstancias referentes de competencias se para este directivo, marca un acento relacionarse con las fuerte de que el Otro y competencias estas están consigo mismo, tienen un fin orientadas a la quinta, el saber formativo que formación laboral se comprende, está centrado en del educando, es no se reconoce lo laboral, en lo decir, que el mentalmente productivo, en lo educando debe sino que se económico, insertarse en incorpora en el además, se cree contexto laboral 132 Competencia, de uno mismo, como de sobresalir, de ayudarse uno mismo para ser alguien. Un reto con otra persona no, sino un reto consigo mismo, eh… un reto ser, sexta, el que las productivo que que uno no actuar humano necesidades representa el siempre debe debe estar humanas son desarrollo de darse ese permeado por la satisfechas solo económico de la reto, pues, responsabilidad, por lo material y sociedad, aunque como para ser el amor, la el dinero, en se rescatan las el ganador, sino sensibilidad y el esta persona se competencias para cuidado de sí. rescata lo ciudadanas no proyectarse a humano, el hay suficiente un futuro o algo. sentido claridad para humanista, pero potenciarlas por se tiene medio de la Que uno dice, concebido como práctica no competir por fin de la educativa dentro uno mismo o educación la del aula de clase, ser mejor que inmersión del además, el fin otro. educando al sigue siendo lo mundo laboral. laboral y productivo, visto INTENCIÓN esto desde los FORMATIVA: Proyección al ingresos mundo laboral económicos y la Actuar adjudicación de Pues no, no lo lo material. han dejado Formar un coherentemente en espacio en que se estudiante competente es que tenga todas encuentra. Capacidad para 133 claro. Comentario: las herramientas Según el para enfrentarse testimonio del a un problema educando el que le van a proyectarse a la poner. educador en vida, defenderse sus clases no en la vida y ha dejado muy proponer para Prepararlo para claro qué es ser líder de una algo. una sociedad y no competencia y ser pisoteado. cuál es su Para ejercer una importancia profesión. para la vida cotidiana del ser humano. TIPO DE COMPETENCIAS El concepto se consigue en ciudadanas, cualquier parte científicas, pero lo más laborales, importante es el comunicativas, ser humano. No, las competencias un profesor a uno nunca se las ha Un ser propositivo. explicado, pero esa cosa del área, TIPOS DE tampoco pues COMPETENCIAS: como mucho. ciudadanas, laborales, científicas, comunicativas. No, yo no las conozco 134 Comentario: las competencias no se dan a conocer ni se argumenta la importancia del desarrollo de esas competencias para la vida del ser humano o educando. Sí, en algunas, pues o que yo recuerde, pues, de algunas, llegan y dicen, bueno muchachos, vamos a desarrollar, bueno, tales competencias 135 El ejemplo permite comprender lo que se describió y lo que se realizó en función de desarrollar la triangulación como técnica que facilita la legitimación de los hallazgos, discusiones, conclusiones y recomendaciones. 3.3 CATEGORÍAS EMERGENTES 3.3.1 Práctica educativa. Comprender la práctica educativa no es fácil, más cuando esta involucra diversos elementos como la pedagogía, la didáctica y el currículo por competencias, los cuales, de manera constante, se relacionan dialógicamente en busca de posibilitar procesos de formación para el desarrollo humano o agenciamiento del educando, porque es por medio de esta práctica educativa que el educador puede llevar a cabo y pone en escena el ser humano que desea formar y la sociedad que se quiere favorecer. La práctica educativa es definida como “el conjunto de situaciones enmarcadas en el contexto institucional” (García, Loredo, & Carranza, 2008) lo que implica comprenderla desde una perspectiva amplia que no se reduce a la práctica del educador dentro del aula, sino que por el contrario involucra todas las acciones que el educador realiza en la institución como agente educativo responsable de realizar una práctica pedagógica, didáctica y curricular de manera crítica, reflexiva y constructiva en busca de transformarla constante y permanentemente de acuerdo al momento histórico, al contexto y a las realidades internas del ser humano que se educa y se forma en la escuela. Desde los planteamientos de Freire (2006) la práctica educativa se comprende como “una dimensión social que se encarga de la formación humana” concebida 136 esta desde la integralidad del ser, es decir, que la práctica educativa tiene como eje articulador y dialógico, cada uno de sus elementos pedagógicos, didácticos y curriculares, para posibilitar los procesos de formación y desarrollo humano en el educando, lo que exige al educador una actitud activa como agente educativo responsable de dicha práctica y no una acción pasiva limitada a un asunto mecánico de implementación, que lo único que debilita es los procesos formativos que se posibilitan en la institución. Para Zabala (citado por García, Loredo, & Carranza, 2008) la práctica educativa se concibe como “la actividad dinámica, reflexiva y compleja que el educador realiza en la institución” esto reafirma la amplitud de la categoría que concentra toda la acción del educador, teniendo en cuenta que con relación a la práctica pedagógica este agente educativo debe pensar y cuestionar todos los asuntos relacionados con la educación, la formación y el desarrollo humano, desde la práctica didáctica debe tomar decisiones de manera crítica y reflexiva de acuerdo a las dimensiones didácticas planteadas por Klafki (1986) que presuponen los objetivos, contenidos, métodos y medios, para construir propuestas a desarrollar en el aula que permitan posibilitar procesos de formación para el desarrollo humano y desde el currículo por competencias debe organizar su práctica educativa en relación a la cultura y a la intención formativa centrada en el desarrollo humano que se desea posibilitar. Es importante reconocer que la práctica educativa juega un papel determinante en los procesos de formación y desarrollo humano del educando, porque es en esta categoría donde se evidencia la acción del educador, donde se entremezclan sus saberes y prácticas en pro de los procesos de formación y desarrollo humano, lo que deja en evidencia que cuando el educador transforma su práctica educativa, los procesos posibilitados en el educando también se modifican y se transforman. 137 3.3.2 Contenido de la enseñanza. El contenido de la enseñanza dentro de los procesos de formación y desarrollo humano del educando, es una dimensión didáctica que el educador puede aplicar para posibilitar dichos procesos, pero para esto es importante comprender el contenido de la enseñanza por parte del educador no como un mensaje que debe ser transmitido, en el que el educando es el receptor y el educador el mensajero, ni puede limitarse este a una construcción meramente objetiva que lo único que debe generar por medio de la enseñanza es un saber enciclopédico como resultado del aprendizaje del educando. Por el contrario, el contenido de la enseñanza debe comprenderse: Como una construcción social y cultural muy compleja, que no nace ya listo, hecho y completo, sino que está sujeto a la interpretación, la deformación, el malentendido, y depende de las perspectivas, capacidades e intereses de quienes participan en su construcción y transmisión. (Gvirtz & Mariano, 1998, p. 19). Desde esta mirada, el contenido se convierte en una dimensión didáctica que debe ser reflexionada críticamente para poder desarrollarlo en el aula, donde el educando debe participar en dicha reflexión para tomar las decisiones pertinentes a él, generándose una construcción colectiva de lo que realmente el educador pretende enseñar que es el contenido, comprendido desde una mirada más amplia, compleja y crítica. Para Klafki (1986) el contenido de la enseñanza es formativo cuando surge y se vincula “al contexto, las problemáticas sociales, el momento histórico y transciende sobre el significado subjetivo que tienen los contenidos para la formación del sujeto”, desde esta lógica el educador se convierte en un mediador entre la fusión del mundo objetivo y el mundo subjetivo por medio del desarrollo del contenido, es 138 decir, que el educador debe apropiarse de él, reconocer su sentido formativo para que a partir de él pueda posibilitar procesos de formación que le permitan al educando interpretar y reconocer lo Otro (mundo objetivo, cultura) para comprenderse y edificarse a sí mismo, generando procesos de desarrollo humano centrados en comprender el mundo para participar, actuar y decidir sobre él y sobre sí mismo. Así, se puede complementar que los contenidos de la enseñanza se deben asumir como dimensión didáctica de donde emana un saber formativo: Este representa un modo de saber en el que no sólo se aclara y se reconoce algo objetivamente, sino que constantemente se instituye una reflexión personal sobre lo explicado, un modo de saber en el que no sólo se incorpora a la memoria un complejo intencional, sino que al mismo tiempo se reconoce una ganancia estructural, se adquiere una capacidad, se ilumina una posibilidad, se experimenta un impulso práctico; un modo de saber, por consiguiente, que con el progresivo conocimiento del objeto lleva también adelante el conocimiento y dominio de uno mismo; en una palabra: un modo de conocimiento capaz de aportar una contribución a la mayoría de edad y a la emancipación del que aprende. Derbolav (citado por Gallo, 2005, p. 17). El contenido de la enseñanza comprendido de esta manera deja un reto para el educador que si se asume puede transformar su práctica educativa dentro del aula posibilitando procesos de formación diferentes, donde se busque como fin u objetivo el agenciamiento del educando, convirtiendo el contenido en una dimensión con poder transformador para el educando por medio del cual se potencie la subjetividad de éste y al mismo tiempo la comprensión de la realidad, porque el contenido de la enseñanza debe ser abordado desde una visión amplia, integradora y compleja, en la cual se involucren y se liguen a su desarrollo los 139 intereses, realidades, sentimientos, necesidades, sueños y proyectos de vida de quienes están aprendiendo. 3.3.3 Alteridad. Abordar la cuestión del Otro desde la verdad, está visto como el medio para transformar la vida humana, fin principal de la educación, donde se hace necesaria la reflexión sobre la experiencia para alcanzar dicho fin, “la formación. Desde esta mirada “el Otro son aquellos educandos (as) que sienten, piensan, se expresan, se mueven, que ríen, que temen, que hacen tambalear los principios de la pedagogía con su sola presencia en el aula” (Skliar, Larrosa, & Pérez, 2009). La experiencia de la relación educativa debe vivirse a cada día como un nuevo renacer porque no siempre sucede lo mismo, cada día traerá consigo en la relación con el Otro algo nuevo dado porque esa experiencia de relación se da con un ser humano que siente, piensa y se actúa de manera diversa en cada espacio y tiempo construido por sí mismo. No puede limitarse la práctica educativa a que lo único nuevo que se da cada día en la trasmisión de un nuevo conocimiento, la relación con el Otro va más allá de eso. Para ser consciente del “Otro es importante reconocer el origen de sí mismo y del Otro como sujetos históricos, esto es acoger la diferencia en mí, la diferencia del otro y reconocer la necesidad que el Otro tiene” (Skliar, Larrosa, & Pérez, 2009), para que esto se de en la escuela es importante generar prácticas educativas que reconozcan al Otro como interlocutor válido en los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados, pero además, es crucial proponer una educación donde se evidencia la apertura, la corrección, la lectura, el diálogo y la reflexión para la construcción colectiva de la formación del educando. 140 Pensar la educación desde este punto de vista es realizar como lo propone Vilanou (2002) un “ejercicio hermenéutico” centrado en la libertad del sujeto, en su espíritu subjetivo, en la experiencia de sí, porque puede decirse que una parte de los efectos de la práctica educativa escolar tiene que ver con constitución del sujeto, la cual está relacionada con el establecimiento de unos criterios que le permiten al sujeto educando creer-se y juzgar-se a sí mismo y en comparación con los otros. “La escuela por medio de sus dispositivos pedagógicos construye y media las relaciones de la experiencia de sí, del sujeto consigo mismo” (Larrosa, 1995). El educando reclama que lo reconozcan e incluso clama por ser un sujeto más activo dentro del proceso de formación para que así pueda potenciarse como un “agente” (Sen, 2000), pero además, reclama que los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados por parte del educador se centren en su subjetividad, en su identidad, en su obra de arte, y para esto es necesario que el educador comprenda su cultura, sus prácticas sociales, su historicidad y sus realidades y necesidades internas, dándole de esta manera sentido, valor y motivación a los procesos de formación y de desarrollo humano posibilitados en él. 3.3.4. Gubernamentalidad. La "gubernamentalidad" es entendida fundamentalmente desde tres aspectos: a) El conjunto de instituciones, procedimientos, análisis y reflexiones, cálculos y tácticas que han permitido ejercer esta forma específica y muy compleja de poder que tiene por blanco la población, por forma principal de saber la economía política, y por instrumentos técnicos esenciales los dispositivos de seguridad. b) La tendencia que en Occidente no ha dejado de conducir, desde hace mucho tiempo, hacia la preeminencia de este tipo de poder que se puede llamar gobierno sobre 141 todos los otros: soberanía, disciplina, etc., y que ha implicado por una parte, el desarrollo de toda una serie de aparatos específicos de gobierno, y por otra, el desarrollo de todo un conjunto de saberes. c) El proceso, o mejor, el resultado del proceso a través del cual el Estado de justicia del medievo, convertido en Estado administrativo en los siglos XV y XVI, se encuentra poco a poco "gubernamentalizado" (Foucault, Castel, & Donzelot, 1981). Estas formas de gubernamentalidad orientadas a mantener, proteger y reforzar aquel poder que se ha construido y que se posee, ha generado en el trascurso de la historia diversas maneras de conservarlo. Una de estas tácticas está concentrada en la escuela como institución cultural encargada de la educación de masas, la cual ha cumplido una tarea crucial a través de la que se influencia al ser humano sobre su formación para individualizar peligros y manipular las relaciones que permitan proteger el poder que se tiene sobre la población y el territorio que esta habita, es por esta razón que los discursos y teorías educativas requieren de una posición crítica y reflexiva del educador para ser implementadas, buscando develar cuáles son los intereses ideológicos que se encuentran inmersos de manera sutil en cada una de las propuestas planteadas para posibilitar la educación y la formación del ser humano que acude a la escuela. Es importante como educador, en el contexto educativo, plantearse la pregunta que Apple (2008) ha esbozado, la cual consiste en cuestionarse sobre ¿para quién funcionan las escuelas? Será que estas cumplen una función de reproducción socio cultural que lo único que buscan por medio del formato que las constituye es la producción económica, la desigualdad, la construcción de conocimientos técnicos y la formación de un ser humano sin capacidades para actuar, decidir y participar en la vida política, económica y social, generándose de esta manera 142 menos justicia social. Es por esto que el educador debe ser un agente educativo transformador, crítico, reflexivo y con argumentos para discutir, reconocer y develar los intereses gubernamentales que controlan su práctica educativa, para jugarle a ello y así posibilitar otros procesos de formación y desarrollo humano. Para Apple “la escuela funciona distribuyendo conocimientos y valores, pero esto no es sólo lo único que hace. En cuanto que sistema de instituciones, en última instancia también ayuda a producir el tipo de conocimientos necesarios para mantener los acuerdos económicos, políticos y culturales” (2008), es por esta razón y las anteriores, que la gubernamentalidad vigila, controla y castiga todo lo que sucede en la escuela, en especial la práctica educativa, porque es a través de este contexto por donde se busca ejercer y llevar a cabo la protección del poder que tienen algunos grupos culturales y sociales, originándose con ayuda de la escuela una conservación del mismo. 143 4 DISCUSIÓN Y HALLAZGOS Con relación al referente de competencia que tienen los educadores, se puede decir que a partir de los datos recolectados en la entrevista realizada a estos actores, la competencia se comprende desde tres referentes, uno tiene que ver con que el concepto no se tiene muy claro debido a la diversidad de discursos y teorías que han escuchado alrededor de él; el segundo se refiere a un saber que debe materializarse en la solución de problemas académicos y, el tercero, está relacionado con la comprensión de la competencia como habilidad, destreza o capacidad enraizada en lo cognitivo, que adquiere el educando en la escuela para posteriormente desempeñarse a nivel laboral. Teniendo en cuenta lo anterior, se evidencia en este aspecto la existencia de una carencia epistémico conceptual en la comprensión del concepto, lo cual, origina una confusión porque el educador directivo y de aula ha construido ese referente fundamentado en un saber generado desde una creencia más que desde una postura conceptual que adopta para orientar su práctica educativa, donde la experiencia como educador ha jugado un papel crucial en dicha comprensión, a la cual le falta un poco de claridad, coherencia y consistencia, aspectos que han dificultado su implementación en el aula de clase en beneficio de los procesos de formación y desarrollo humano. En referencia a esto Perrenoud (2002) plantea que las competencias están relacionadas con los conocimientos, pero no puede limitarse a ellos, además, Hernández (2005) esboza que la competencia es comprendida como el “conjunto de saberes, disposiciones y capacidades que hacen posible un actuar de manera significativa”. Esta postura o discurso de competencia se fundamenta en una 144 mirada integral de este concepto, atribuyendo a él unas características que lo diferencian de otras perspectivas teóricas. En primer lugar encontramos el término “saber” que dentro de esta mirada de competencia, puede ser un conocimiento científico o empírico que el ser humano comprende, es decir, adopta dentro de sí para orientar su actuar humano en el contexto que se encuentre. En segundo lugar, la competencia comprende para este caso las disposiciones, las cuales se refieren a aquellas formas de ser que facilitan la relación digna con el otro, lo que demanda en el actuar humano no solo el saber sino la sensibilidad, la responsabilidad, el amor y el cuidado de sí y el entorno; a esto se adhieren, en tercer lugar, las capacidades comprendidas como la motivación o fuerza interna que permite potenciar la capacidad hasta el estado que el ser humano desee, según lo que cada uno quiere ser, sin limitarse a lo que le toca ser. En cuarto lugar, se exige que en el acto humano se conjuguen o mezclen estos tres elementos (saberes, disposiciones y capacidades) buscando que el actuar sea significativo en el contexto donde esté interactuando el ser humano, y en quinto lugar, se requiere de una reflexión profunda, crítica y constructiva del cómo se va a comprender el concepto de competencia y del tipo de competencia a posibilitar, práctica reflexiva que debe desarrollar el educador, convirtiéndose de esta manera en un agente activo de su práctica pedagógica, dándose la oportunidad para salir un poco de su participación pedagógica limitada, atomizada y regulada que lo ha caracterizado por algunos años. Las competencias concebidas por parte de los educadores de esta manera, es decir, con las restricciones caracterizadas por la carencia epistémico conceptual, sumado al distanciamiento de los planteamientos teóricos antes descritos, a la 145 confusión y la reducción en el referente de competencia, crean falencias en los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados en el educando, los cuales radican en los siguientes aspectos; práctica educativa relacionada con la didáctica, la observación de clase y la guía desarrollada permiten evidenciar que a los educadores se les hace difícil en la posibilitación de los procesos de formación realizar “movilización de conocimientos” (Perrenoud, 2002) desarrollar la “transversalidad” y relacionar lo que en aula ocurre con “las prácticas sociales” del educando (Perrenoud, 2002) o “el mundo de la vida cotidiana” formando de esta manera un ser humano con poca capacidad para comprender y transformar el mundo en el que está, es decir, su ámbito político, económico, cultural y social, alejándose estos procesos de formación de los planteamientos de Sen (2000) sobre el sujeto capaz de generar trasformaciones personales y sociales, con capacidades para participar en la vida política, económica y social. Además, las competencias son reducidas a niveles de aprendizaje relacionados con el saber o conocimiento que el educando debe adquirir, generando procesos de formación orientados a esta finalidad en los que se evidencia una importancia muy relevante del saber que debe adquirir o desarrollar el educando, dejando de lado otros elementos de la competencia que también deben posibilitarse por medio de los procesos formativos para el desarrollo humano como son las capacidades y las disposiciones, las cuales deben estar inmersas en la competencia para que así el actuar del ser humano sea más significativo, situación que ratifica el alejamiento de los planteamientos conceptuales esbozados por Hernández (2005) y Coll (2007) . Otro elemento problemático inmerso en los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados por los educadores de acuerdo al referente de competencia, consiste en que el fin formativo asignado a la competencia, el cual debe 146 determinarse por medio de un proceso de reflexión y construcción crítica, práctica educativa que es invisible en la institución, está centrado en permitirle al ser humano insertarse al mundo laboral productivo, lo que deja en evidencia una tendencia de las competencias inmersas en una postura de desarrollo humano centrado en el progreso, porque en esta lógica lo que permite esto es el cultivo de la razón deshumanizada, reflejada en el “salir adelante”, en “ser alguien en la vida” por medio de las producción económica que se da a partir de ejercer una profesión o labor que se realice. Pareciera ser que las competencias solo aportan a este aspecto, dejando de lado otros elementos que son indispensables para que el ser humano sea capaz de decidir, actuar y generar transformaciones sociales y personales, limitando los procesos de agenciar el educando a este fin. Para el logro de ello, los educadores consideran que las competencias más importantes a desarrollar en el educando son las competencias científicas, laborales, ciudadanas y comunicativas. Dentro de las competencias científicas emergen las matemáticas, las investigativas y las críticas. Con relación a las laborales no especifican cuáles son, aunque el énfasis se hace en el desarrollo de habilidades para insertarse en el mundo laboral productivo, además, las comunicativas están integradas por las competencias argumentativa, interpretativa y propositiva y las ciudadanas se refieren a las actitudes o principios ético morales que debe adquirir el educando para insertarse en la vida social y la relación con el Otro. En la práctica educativa se observa que los procesos de formación están enfatizados más en el saber como competencia, que en el desarrollo de competencias que integren cada uno de los elementos constitutivos de las mismas, lo que deja en evidencia procesos de formación desarticulados que van en contravía de la potenciación integral, es decir, del desarrollo de cada una de las facultades o dimensiones humanas del educando. 147 Sin embargo, algunas educadores, quizá pocos, conciben la competencia desde una mirada más integral y otros sin comprender muy bien esta categoría, posibilitan procesos de formación , donde el fin no es solo el saber del educando, sino sus valores, actitudes, capacidades y destrezas, desarrollando una práctica educativa, en la cual, ellos mismos desconocen el valor de los procesos formativos que posibilitan en el aula, ya que no son conscientes de la riqueza pedagógica y didáctica que ponen en escena. Se observa que el fin formativo de las competencias se acerca de manera inocente a la formación del educando como “agente” (Sen, 2000), lo que le puede dar otra perspectiva al desarrollo y adquisición de las competencias en la escuela, posibilitando de manera diferente el desarrollo humano. Esta situación puede convertirse en una esperanza para que los procesos de formación de la institución cambien y así se pueda privilegiar otro tipo de ser humano y sociedad que clama a gritos el contexto socio cultural de La Unión, donde cada día los jóvenes se aferran más a prácticas sociales que no son tan dignificantes como el consumo de alcohol y droga, la pérdida de liderazgo y la carencia en el cuidado de sí y del medio, que desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades propuesta por Sen (2000) facilitan el desarrollo de competencias que se conviertan en los “funcionamientos” que transformarán el rumbo de este municipio, con seres humanos capaces de ser y hacer para eliminar las privaciones de la libertad y alcanzar la vida que desea vivir, porque tiene razones para valorar, en otras palabras para ser libres o tener libertad. De igual modo que con el referente de competencia, el de currículo también es importante comprenderlo, para poder develar los saberes que legitimizan la implementación del currículo por competencias en la Institución buscando posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando, es por esta razón que a continuación se discutirá el referente de currículo que tienen los educadores y la forma en que este se desarrolla en la institución como práctica educativa ejecutada por el educador en el marco de las competencias. 148 El currículo es una práctica educativa compleja, diversa y que requiere de la reflexión, la crítica y la creatividad para organizar “las experiencias, hechos, situaciones y prácticas que están ligadas a la transmisión cultural” (Grinberg & Levy, 2009), esta práctica no puede limitarse a la estructuración de un plan de estudios u organización de contenidos y materias, el currículo va más allá de este hecho técnico y debe transcender a ser un posibilitador de los procesos de formación y de desarrollo humano que se busca adquiera el educando, y que además permita construir una cultura institucional que esté ligada a aquella que hace parte de los modos y formas der ser del educando, para que de esta manera el currículo ofrecido a ellos les permita sentirse representados en la cultura escolar y así se pueda ir evitando “manifestaciones de rechazo, enfrentamiento, desmotivación, huida, etc.” (Sacristán, 2010). El currículo es comprendido desde diferentes posturas teóricas y discursos, para Posner (2004) “el currículo debe considerar al individuo como un ser subjetivo que se sumerge en la escuela no para ser fabricado y construido como un producto, sino para formarse y mejorarse por medio de procesos educativos que le permitan humanizarse y fortalecerse espiritualmente”. Freire (1980) vislumbra “la educación y el currículo como una construcción colectiva centrada en las experiencias de los estudiantes y que el currículo es un acción de codificación, entendido como un proceso colectivo entre educando y educador, donde la escuela devuelve de manera organizada los elementos que el pueblo entrego desorganizadamente”. Además, Giroux (1987) plantea que “el currículo es un mecanismo emancipador y liberador donde deben existir tres dinámicas fundamentales que son: el currículo como esfera pública, el docente como intelectual transformador y la voz como medio de poder del estudiante; el currículo 149 es un espacio para crear y reproducir significados sociales que implica la construcción de significados culturales”. Estas concepciones se tienen en cuenta porque dentro de ellas están inmersas unas categorías como subjetivación, construcción colectiva, voz del educando, el currículo como esfera pública y el educador como intelectual transformador, que deben estar presentes en la práctica del currículo y que, dependiendo del referente que se tenga sobre dicha práctica educativa, estos elementos emergen o se quedan relegados en la impunidad, sin llevarse a la práctica en el momento de construir el currículo. Cabe decir entonces que aparte de estas concepciones sobre currículo, la postura teórica adoptada para el trabajo investigativo es la de Grundy (1994) quien define que el currículo “no es un idea o concepto, sino una construcción cultural y social, que permite organizar el conjunto de prácticas educativas” y que deben tenerse en cuenta tres enfoques: el conceptual, el currículo como construcción cultural y el currículo como construcción social. Después de haber planteado estos argumentos teóricos conceptuales, se buscará contrastar estos con los referentes sobre currículo que tienen los educadores y la forma en que esta práctica se lleva a cabo en la Institución, por lo cual se iniciará esbozando que los educadores comprenden el currículo como un formato que debe ser diligenciado, otros lo conciben como una práctica educativa donde se organiza todo lo que implica la educación desde los planes de estudio hasta la convivencia y la forma de planear y ejecutar la clase, además, se comprende como el cerebro de la institución, como la armadura o andamiaje que orienta todo lo que la escuela debe realizar, desde esta mirada pareciera ser que la educación estaría reducida al currículo, aunque tiene mucho que ver con él, no es todo lo que la educación demanda, quizá esta comprensión del currículo esté dada por la 150 influencia exterior que se ha recibido de la tradición pedagógica anglosajona donde el currículo es la práctica educativa central que debe realizar el educador. Desde esta panorámica, el currículo se comprende con un carácter técnico, concepción que se aleja de los planteamientos teóricos y que dejan al educador sin argumentos de peso que le permitan sustentar el por qué se diseñó ese formato de esa manera, pareciera ser que los elementos del currículo alrededor de los cuales se deben reflexionar para su construcción ya estuvieran dados como verdades que no se discuten, sino que limitan al educador a desarrollar un formato que viene diseñado desde las esferas gubernamentales, así, el educador lo único que debe hacer es llenar los espacios en blanco, y es esta una de las razones por las cuales el educador comprende el currículo como un formato que debe llenarse. Fundamentado en las entrevistas se puede decir que el referente de currículo es una construcción diversa y confusa donde emergen algunas concepciones teóricas, pero a esto se sobrepone lo que la experiencia como educador le ha permitido construir para comprender el concepto, es decir, que el referente es más un saber empírico originado de una creencia donde se entremezclan la experiencia y algunos saberes adoptados en capacitaciones en las que se han participado socializándose algunas teorías y discursos sobre el currículo, además, de aquellos espacios que tuvieron en su formación como licenciados, sin olvidar que algunos docentes no lo tuvieron debido a su formación como profesionales de otras áreas, es decir, como biólogos, ingenieros, abogados entre otros. El currículo, desde lo que propone Grundy (1994) debe construirse teniendo en cuenta el “enfoque conceptual”, es decir, aquellas normas o principios legales, los saberes que tienen los actores involucrados en la educación y la reflexión sobre el contexto, estos se convierten en criterios transcendentales para organizar la 151 prácticas educativas. Desde este enfoque conceptual los educadores de aula y los educadores directivos se acercan a ellos mencionando que en la construcción del currículo es importante analizar el contexto, el horizonte institucional y las materias que se van a organizar en el plan de estudios, además, de la forma de evaluar y las decisiones didácticas a tomar, esta mirada permite saber cuál es el referente conceptual que los educadores tienen para la construcción del currículo, donde se centran principalmente en la interpretación del contexto en el cual se encuentra la institución educativa. Con relación al segundo enfoque que consiste en el “currículo como construcción cultural” (Grundy, 1994) aquí se propone que el currículo se ve como una práctica educativa que reúne y tiene en cuenta para su organización y materialización el mundo de la vida cotidiana del ser humano, sus necesidades, expectativas, miedos, valores, tradiciones, costumbres, sueños, o como lo proponen Grinberg & Levy (2009) “el currículo es el conjunto de prácticas y experiencias que están ligadas a la transmisión de la cultura”. De acuerdo con esto, aunque los educadores tratan de realizar una construcción cultural del currículo, en la práctica educativa esto no se evidencia porque en la organización, codificación y sistematización de las prácticas educativas se ven reflejados, de manera limitada, los modos y formas de ser de los actores involucrados en el proceso educativo, lo que desliga la cultura del mundo cotidiano del educando con la cultura escolar, generando en algunas ocasiones falencias en los procesos de formación posibilitados, lo cuales se perciben desmotivantes para el educando, ya que este no le encuentra sentido ni valor a lo que ocurre en el aula, manifestando, como lo propone Sacristán (2010), acciones de rechazo, desmotivación y de huida por parte del educando en relación a las situaciones, hechos y experiencias educativas que se promueven en la institución, 152 dificultando de esta manera los procesos de desarrollo humano porque el educando se previene o siente apatía por vivenciar los procesos de formación que se construyen para posibilitar el agenciamiento. En complemento a lo anterior, el currículo se presenta como una “construcción social” (Grundy, 1994) haciendo énfasis en que el currículo debe ser una representación social, donde se inserten las prácticas sociales de una cultura determinada, buscando que la escuela, la educación, los procesos de formación y de desarrollo humano que allí se posibilitan no sean un contexto social ajeno a lo que normal y comúnmente vive el educando, es decir, que las prácticas educativas no sean percibidas como algo que no tienen relación con la vida social del ser humano, facilitando así que el educando se sienta identificado y motivado en su proceso de educación, a través del cual se pueden posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano que pueden ser útiles para afrontar los desafíos del mundo cotidiano de su vida y pueda así llegar más fácil a un vivir bien. En palabras de Orlando Falls Borda, el currículo desde esta mirada, debe estar enraizado en lo propio, en lo local, buscando la solución a los problemas del contexto, porque no todas las teorías aplicadas en otros lugares sirven para encontrarle solución a las problemáticas internas. Desde esta perspectiva se encuentran otras falencias frente a los procesos de formación y desarrollo humano que posibilita esta práctica educativa. Una de ellas tiene que ver con que el currículo en la institución no se presenta como construcción social, porque su construcción en pocas ocasiones es colectiva, esta experiencia perjudica el proceso de formación centrado en la participación, la toma de decisiones y el liderazgo como capacidades que debe tener el “agente” ya que el currículo no se construye teniendo en cuenta la participación activa del educando, ni se involucran en él sus realidades internas, sus intereses, sus 153 necesidades, su subjetividad, su libertad, además, se han generado pocos mecanismo para que el currículo sea una esfera pública que se construya a partir de las realidades del educando, pareciera ser que el currículo en la institución es una práctica educativa que se impone desde los intereses gubernamentales y que es poco lo que se hace para convertir esta práctica en una construcción social. Siguiendo en esta misma lógica, el currículo es concebido por el educador como un orientador de la práctica educativa en lo tiene que ver con los contenidos que se van a desarrollar dentro del aula de clase, ya que los temas abordados en las clase son aquellos que están organizados con anterioridad en el currículo elaborado por el educador e impuesto por los intereses gubernamentales que posteriormente van a ser valorados en las pruebas externas ICFES y Pruebas Saber, ratificando este hecho que el currículo sigue siendo una imposición más que un construcción que se hace de manera reflexiva y crítica con relación al enfoque conceptual, a la construcción cultural y la construcción social. La regulación de la educación que se hace desde las pruebas externas, han desfavorecido los procesos de formación desarrollados en la Institución, porque el educador siente que debe posibilitar procesos formativos que le permitan al educando responder de manera satisfactoria a dichas pruebas, por ende el contenido toma tanta importancia en el currículo y se convierte en el fin de los procesos de enseñanza aprendizaje. Así, el educador tiene que enseñar el contenido que se evalúa y el educando tiene que aprenderlo, situación que junto con la carencia epistemológica por parte del educador sobre asuntos relacionados con la educación, ha causado inconscientemente el arraigo del saber enciclopédico y poco significativo, como fin más importante de los procesos de formación posibilitados en la institución, formando un ser sin las capacidades y 154 oportunidades necesarias para construir la vida que desea alcanzar porque tiene razones para valorar. En complemento a estos hechos se plantea que el currículo es una “cuestión de poder” (Da silva, 2001), la acción de determinar qué contenidos o saberes hacen parte del currículo es una acción de poder, el privilegiar un ideal de formación, de identidad o subjetividad es un acción de poder. Teniendo en cuenta estos referentes de currículo y competencias, emerge entonces lo que se denomina en el trabajo investigativo como “currículo por competencias” determinado por otros autores como Sergio Tobón, Elvia María González y otros como “Diseño curricular por competencias” pero para intenciones de este trabajo se comprenderá como currículo por competencias y se tendrán en cuenta las comprensiones conceptuales y referentes relacionados con el currículo y las competencias que hasta el momento se han venido determinando. El referente de currículo por competencias que tienen los educadores, es un saber convertido en creencia, ya que se origina desde la experiencia, es así como tanto educadores directivos como educadores de aula ven el currículo por competencias como un formato, una “mazamorra”, como los planes de estudio y como lo mismo que se hacía en el diseño curricular por objetivos conductuales, lo que deja en evidencia el desconocimiento que se tiene sobre este enfoque pedagógico, la falta de claridad y el poco acercamiento conceptual e investigación que se ha hecho sobre dicho enfoque, lo que refleja que aunque desde el 2009 se adoptó para la Institución, cuatro años después de su implementación aún no se ha comprendido de manera profunda, lo que ha generado serias dificultades en su implementación que al igual que su comprensión ha sido débil y confusa. Estas falencias del currículo por competencias se evidencian básicamente en dos de sus elementos constitutivos propuestos por Coll (2007) y Perrenoud (2002) 155 “como la movilización de conocimientos o la transversalidad, y el mundo de la vida cotidiana o transferencia de las prácticas sociales a la escuela”. Estos elementos que son característicos del currículo por competencias al igual que el enfoque tienen un carencia en su comprensión y por ende en su implementación. Fenómeno que puede evidenciarse en primer lugar en las entrevistas realizadas a los educadores en las que se plasma que el referente de currículo por competencias es confuso y tiene poca claridad, asunto que se argumenta en párrafos anteriores, pero además, en las entrevistas que se hicieron con los educandos, estos consideran que lo que ocurre en el aula de clase, sobre lo que se discute, se dialoga y se pretende enseñar tiene poca relación con la vida cotidiana de ellos y que el educador pocas veces hace explícito el cómo, el por qué y el para qué ese tema, actividad, objetivo, método y medio ayudan a generar saberes, capacidades y disposiciones en relación con las exigencias y experiencias que hacen parte de sus prácticas sociales. Es decir, que muchas experiencias educativas que hacen parte de los procesos de formación del educando están desligadas de su realidad social, cultural, política, económica y personal, hecho que se ratifica en la Guía de Observación desarrollada en las sesiones de clase, donde ítems como: “Realiza un tratamiento contextualizado de los conceptos en relación con lo glo-local”, “Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando” y “Establece relación transversal del contenido con proyectos formativos que tiene la institución y las competencias a desarrollar” aparecen con una frecuencia en la mayoría de los casos de “a veces” y “nunca”, siendo muy pocas las veces en clase en las que estos ítems son desarrollados por el educador. 156 Sumándose a la dificultad en la práctica de la transversalidad o movilización de conocimientos en el desarrollo de las clases, se observa que a algunos educadores se les hace difícil abordar el tema o contenido desde una mirada integral, porque muchos de esos contenidos tienen un carácter técnico instrumental, que requiere de comprender los conceptos, pero es importante buscar cómo relacionarlo con el mundo de la vida cotidiana para que los educandos le encuentren sentido al aprender lo que se les pretende enseñar. De acuerdo a lo anterior, en la Guía de Observación se evidencia esta falencia teniendo en cuenta los siguientes ítems: “Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos”, “Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos” y “Fomenta a través de su discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos”, estos criterios en la mayoría de los casos aparecen en una frecuencia de que nunca son desarrollados en clase. Toda esta situación problemática refleja diversas dificultades en los procesos de formación que buscan favorecer el desarrollo humano o agenciamiento del ser. Una de ellas tiene que ver con que los procesos de formación son descontextualizados, lo que origina la pregunta en el educando de ¿para qué me sirve eso que me enseñan? Además, el educando en muchas ocasiones, percibe que los procesos de formación tiene poca relación con las prácticas sociales que hacen parte de ellos, lo cual genera que dichos procesos no estén orientados a comprender y reflexionar el mundo en el que están inmersos estos seres humanos, dificultándose la interpretación, la participación y la transformación del 157 mismo por parte de ellos, ya que interesa más que el educando aprenda el contenido sin relacionarlo con el contexto, posibilitándose por medio de estos procesos de formación un educando que no está situado y restringiendo las oportunidades para actuar significativamente en y sobre el mundo que hace parte de si, reduciéndose cada vez más la posibilidad de agenciar el educando desde la Institución y el privilegio de construir colectivamente una cultura y sociedad diferente para el municipio de La Unión (Antioquia). Aunque hay serias dificultades en los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados por medio de la implementación del currículo por competencias dentro del aula, originados por la poca claridad que se tiene en relación a la comprensión del este enfoque, los educadores y directivos de la Institución tienen, además, una prevención frente a este porque lo conciben como una estrategia gubernamental por medio de la cual se busca regular la práctica educativa del educador para que la escuela cumpla con el encargo que el gobierno ha asignado, lo que permite ver que el educador siente apatía frente a este enfoque pedagógico porque cree que a través de su implementación lo que se busca es formar al ser humano y a la sociedad que los intereses políticos, económicos y gubernamentales desean promover para mantener el poder y el control por siempre. Aunque pudiera decirse que esta mirada surge de la crítica tan severa que se ha hecho a las competencias, lo que impide tener una visión y comprensión diferente e integradora frente al currículo por competencias, que aunque tiene falencias también tiene virtudes que se pueden promover en pro de los procesos de formación y de desarrollo humano del educando. En referencia a esto: El currículo lleva al escenario público (la escuela) ideologías, intereses y motivaciones de grupos y personas muy distintas y distantes que pugnan entre sí, en otras palabras, el currículo es un campo de batalla que refleja 158 otras luchas: corporativas, políticas, económicas, religiosas, identitarias y culturales. (Sacristan, 2010, p. 13). Sin embrago hay una esperanza en los educadores, que emerge en la entrevista realizada a ellos, donde plantean que el currículo por competencias es importante para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano, porque es una herramienta interesante para la educación, pero desafortunadamente hasta el momento no ha cumplido con su propósito básicamente porque no se ha comprendido de manera profunda y su implementación no ha sido la mejor. Esta comprensión abre la posibilidad de entender el currículo por competencias de otra manera, en la cual se puedan articular a esta construcción todas las exigencias que este enfoque tiene, pero para esto debe haber una decolonización del ser, el saber y poder del educador en relación a esta práctica educativa, donde los referentes construidos se puedan transformar para hacer la educación diferente y por ende posibilitar otros procesos de formación y de desarrollo humano en el educando. Teniendo en cuenta los propósitos u objetivos de este trabajo investigativo, a continuación se identificarán los saberes (creencias o posturas) que los educadores tienen para comprender el concepto de desarrollo humano y formación, por lo cual, nos centraremos en cómo se comprenden dichos conceptos y de qué manera se posibilitan en el educando estos procesos en el aula de clase. Se comprende el desarrollo humano como “la expansión de las libertades reales de las que disfruta el ser humano” (Sen, 2000) para lo cual, se debe agenciar el ser, es decir, se debe formar un sujeto capaz de decidir y actuar para alcanzar la vida que desea vivir porque tienen razones para valorarla, pero para que esto se 159 dé, el Estado y la sociedad deben generar unas posibilidades, las cuales no deben ser depositadas en su totalidad al ser humano, sino que este tenga las capacidades u oportunidades necesarias para aprovechar dichas disposiciones y así poder desarrollar su proyecto de vida y ser libre o tener libertad como ser humano que habita un mundo o entorno. Desde la perspectiva de las “capacidades y las oportunidades”, se comprenden estas como habilidades para transformar la renta y llegar a vivir bien, donde lo económico hace parte de ello como medio y no como fin de la libertad del ser, pero las capacidades también se comprenden como aquel equipamiento del que dispone el ser o las oportunidades que tiene para elegir o llevar una u otra clase de vida, es así como emerge en este discurso una categoría denominada “funcionamientos”, los cuales se refieren a lo que el sujeto es capaz de ser y hacer en función de la vida que desea alcanzar, es en estos donde se materializan las capacidades que el ser humano tiene convirtiéndolo en un “agente” (Sen, 2000) es decir, en una persona que actúa y provoca cambios y cuyos logros pueden juzgarse en función de sus principios y valores, independiente de los que se evalúan con criterios externos, es aquel miembro del público y participante de las actividades económicas, sociales y políticas, por último, el agente es ese sujeto que actúa, decide y no espera que le depositen, porque también es capaz de generar cambios y justicia social. Para que en la escuela se formen seres humanos como agentes o se agencien los educandos deben posibilitarse procesos de formación en función de ello, para esto es importante comprender el desarrollo humano de manera adecuada desde la perspectiva desarrolla por Amartya Sen y transformar la práctica educativa desarrollada dentro del aula de clase para que el educando se pueda ir formando como agente en un espacio escolar cotidiano en el que se le posibilita este tipo de 160 formación desde cada una de las áreas que se trabajan en la Institución, las cuales deben potenciar al ser desde su integralidad, es decir, que con su trabajo deben posibilitar la potenciación de las dimensiones del ser tales como; “la erótico afectiva, ético moral, lingüístico comunicativa, laboral productiva, lúdico estética, política y orgánico madurativa” propuestas por González (2010) donde lo que se busca es posibilitar el desarrollo y adquisición de capacidades desde cada facultad del ser y así equipar al educando con competencias (funcionamientos) que le permitan actuar como agente en el contexto en el que se encuentre, en busca constante de alcanzar la vida que cada quien desea vivir. Sin embrago, la comprensión del desarrollo humano por parte de los educadores dista un poco de estos planteamientos conceptuales. El educador directivo y de aula comprenden que el desarrollo humano es la capacidad que tiene el ser humano para relacionarse con el otro, para convivir adecuadamente en una sociedad a la cual debe adaptarse, además, el desarrollo humano es comprendido desde las posibilidades que el Estado y la sociedad deben crear para que el ser humano pueda tener una vida digna, pero también se concibe desde la construcción de espacios escolares que le permitan al educando crecer desde cada ámbito psicológico, biológico y social para que pueda alcanzar su proyecto de vida. Vale la pena decir que el desarrollo humano es una de las categorías en las que más carencias epistemológicas existen, porque el educador ha sido poco lo que ha leído, escuchado y comprendido sobre este elemento constitutivo de la educación, es por esto que sus referentes son netamente creencias que en muchos de los casos no se tienen claras e incluso dudan sobre ello, lo cual provoca una omisión del desarrollo humano en los procesos formativos que se 161 posibilitan en la Institución y en el aula de clase, asunto que puede evidenciarse tanto en las entrevistas a los educadores como en las entrevistas a los educandos. Para que el educando tenga posibilidades de convertirse en un “agente” es importante posibilitar la potenciación de cada dimensión, es decir, desde cada una de las clases no se puede perder de vista que el ser debe potenciarse en su integralidad, sin embrago, en la Institución esto no se da de esta manera, porque allí hay una segmentación y desarticulación en los procesos formativos que se desarrollan, además, no existe en el momento un eje articulador que oriente dichos procesos que se realizan en el aula, lo cual, genera esa desarticulación que puede evidenciarse en las observaciones de clase y en el testimonio de los educandos, que señalan cómo cada área y asignatura pareciera posibilitar los procesos de formación que el educador, de manera individual, considera que son los que debe promover, originándose fragmentación en la formación del educando e imponiéndose la importancia de unas dimensiones humanas por encima de otras que incluso no se tienen en cuenta en trabajo desarrollado por el educador en el aula de clase. La situación antes descrita se presenta de la siguiente manera. Las dimensiones del ser humano potenciadas en el aula de clase por medio de las actividades desarrolladas de manera intencional o implícita por parte de los educadores están centradas en la potenciación de la dimensión laboral - productiva (la importancia de desarrollar capacidades para desempeñar una labor y poder producir económicamente), orgánico madurativa (aprender conceptos relacionados con una asignatura y contenidos desarrollados en clase que tienen poca relación con el mundo de la vida cotidiana) y lingüístico - comunicativa (desarrollar capacidades para escuchar, exponer y hacerse entender con una buena comunicación), evidenciándose además que la dimensión ético - moral (los valores y principios 162 que le permiten al educando actuar correctamente en la sociedad) también es muy importante en el proceso formativo del educando, pero que en ocasiones se tiene en cuenta y otras no. Aunque estas son las dimensiones más potenciadas se observa que la dimensión política, lúdico estética y erótico afectiva por lo general casi no se tienen en cuenta dentro del desarrollo de las clases, y se considera que estas dimensiones solo se trabajan en algunas clases como Ética, Educación Física y Sociales y que en las otras clases no se tienen en cuenta para su potenciación. Los educadores y directivos consideran que la potenciación de cada una de las dimensiones generan en efecto una formación integral del ser humano teniendo en cuenta que en las clases desarrolladas en el aula se deben promover todas las dimensiones del ser para que así tenga un mejor actuar, hecho que dista de la realidad, porque como se pudo evidenciar en el aula de clase, el ser se limita al desarrollo de la dimensión laboral, orgánico madurativa, comunicativa y, en algunos casos, ético moral, olvidando el ser afectivo, lúdico estético y político. El fin formativo que se tiene en la institución por parte de los educadores es la formación integral, la cual como se ha mencionado es fragmentada desde el trabajo que se realiza en el aula de clase, incluso algunas educadores de las ciencias naturales como química consideran que el ser afectivo, lúdico estético, político y ético moral debe ser posibilitado por áreas como la Ética, la Educación Física, la Educación Religiosa , la Educación Política y otras, sin embargo en estas áreas se centran demasiado en la enseñanza del contenido y estas dimensiones quedan sujetas a una intención formativa implícita, de la cual, en muchas ocasiones ni el educador es consciente de los que está posibilitando. 163 El desarrollo humano en la Institución no se tiene en cuenta en la práctica pedagógica del educador, este elemento no es considerado dentro de la formación del educando, articularlo a las prácticas educativas de la Institución y a la de los educadores es un reto que queda para el futuro, y que quizá si se llega a promover en la institución como eje articulador de los procesos de formación bajo la perspectiva de las capacidades y las oportunidades propuesta por Amartya Sen, posiblemente se puedan agenciar el educando que egrese de allí, aportándole al municipio de La Unión seres humanos con mejores capacidades y oportunidades para participar, actuar y decidir sobre sí mismos y el entorno en el que están. El concepto de formación en la actualidad se comprende de manera fragmentada porque se divide en diversos tipos de formación como si el ser humano fuera una construcción de islas que están desligadas unas de las otras, es decir, que el sentir del ser humano y su pensamiento están desarticulados al igual que su actuar, que aunque en algunas ocasiones puede ser así, estas tres dimensiones tienen una relación interdependiente y dialógica, porque al transformarse una mediante procesos de formación objetiva y subjetiva que vivencia el ser, las demás también lo hacen, y es así como se generan transformaciones subjetivas que, posteriormente, pueden incurrir en los cambios que la persona haga de la cultura y la sociedad. Esta situación no es ajena al referente que los educadores de la Institución tienen sobre el concepto de formación, se puede decir que, al igual que con la categoría de desarrollo humano, el saber sobre la formación está fundamentado por creencias que se han construido a través de la experiencia educativa, donde el saber que gira alrededor de la formación tiene poco fundamento epistémico, porque el educador en su discurso casi nunca menciona cuál discurso o teoría ha adoptado para la comprensión de este concepto pues existe un vacío epistémico 164 conceptual, ratificando que el saber del educador está centrado más en las creencias que en las posturas teóricas que se adoptan y se llevan dentro de sí para ser puestas en escena durante la práctica educativa que se realiza en las aulas de clase. Los educadores, de acuerdo a las entrevistas realizadas, comprenden la formación de la siguiente manera. La gran mayoría la comprenden desde dos visiones, una académica que está en relación con los conocimientos que el educando adquiere y la otra como formación personal que tiene que ver especialmente con los principios ético morales que el educando desarrolla para poder insertarse y desenvolverse en la vida social, familiar, laboral y consigo mismo. Además la formación es comprendida como un proceso inacabado que va desde el nacimiento hasta la muerte y que el primer lugar donde se da es en la familia, luego en la escuela y continuando en la sociedad, además, la formación según los educadores es un proceso que la escuela debe garantizar porque es vista como un encargo o exigencia social, política y cultural que la educación debe cumplir, es decir, que el fin de la educación es la formación del ser humano a partir de la visión cosmopolita a la cual se debe adaptar el educando, es así como el educador se convierte en un actor participativo y determinante en dicho proceso, porque todo lo que haga en el aula de clase está aportando positiva o negativamente a la formación del educando. Desde esta comprensión del concepto de formación que tienen los educadores, se identifica que algunos la asumen como un proceso que se da en dos dimensiones, cognitivo y ético moral, además, se evidencia que la formación académica va por un lado y la personal va por aparte, fragmentándose de esta manera al ser humano como si la formación del pensamiento del ser no pudiera aportarle a la formación de la virtud ético moral, sabiendo que en el proceso de formación, cuando el pensamiento es transformado, al mismo tiempo se puede transformar el 165 sentir y el actuar del ser, dándose, como lo expresaba algún educador, una transformación en todo sentido. Algunos educadores comprenden que la formación como proceso es un asunto que tiene que ver con las diversas instituciones culturales en la que el ser humano se sumerge desde que nace hasta que muere. En palabras de Gadamer, “el ser humano primero se comprende en la familia, la escuela, la religión, el Estado y la sociedad para luego comprenderse a sí mismo”, pero además, comprenden que la formación del educando es un encargo que surge de las necesidades y exigencias sociales, políticas y económicas que se le asignan a la escuela como institución cultural responsable directa y principal de la formación de los seres humanos que habitan este mundo, delegando de esta manera casi la totalidad de la formación a esta institución y perdiendo valor otros espacios educativos diferentes a la escuela, que sin saber pueden formar más que ella misma. Este referente de formación en algunos momentos dista de lo que Gadamer (1993) propone como formación, pero en otros casos se acerca a este referente conceptual, pero como se dijo al inicio, el referente del educador es más una creencia con carencia de piso epistémico, lo cual dificulta en algunos casos su comprensión y, por ende, su posibilitación como procesos dentro del aula de clase. Podemos decir que la formación como lo propone Hegel cosiste en el deber que cada uno tiene de darse forma, con relación a esta afirmación, (Gadamer, 1975) esboza que la formación está mediada por el lenguaje o la palabra y que el ser humano, siguiendo a Hegel, debe alcanzar el ascenso a la generalidad o el “Saber práctico” pero al mismo tiempo está llamado a lograr el descenso a sí mismo o 166 “saber teórico”, lo que indica que el ser humano es formado por la cultura y, en palabras de Gadamer, el hombre primero se comprende en la familia, en la sociedad, en el Estado, en la religión y luego se comprende a sí mismo, lo que deja en evidencia la posibilidad del hombre de darse forma a sí mismo, es decir, que el ser humano tiene la responsabilidad de edificarse, de construirse, de darse identidad o subjetividad “saber teórico” de acuerdo a sus realidades internas, lo que lo pone en la posición de crear y transformar la cultura a partir de, como lo menciona Spranger, su espíritu subjetivo o libertad individual, de esta manera se da el proceso de formación como lo plantea Hegel, lo cual Gadamer describe como el ciclo en el que el ser humano reconoce lo ajeno, lo extraño, para volverlo propio o familiar y hacerlo parte de sí mismo. La formación es un proceso de configuración de la estructura interna del sujeto que conduce a su auto transformación, es decir, a autoformarse, a darse forma, aquí el desarrollo del talento o la destreza pasa a un segundo plano y el fin es la formación de un ser humano capaz de actuar humanamente sobre sí y el mundo que lo rodea, aclarando que este proceso “ es una tarea de toda la vida, que le corresponde a cada quien como agente de su propia existencia en la que va configurando su ser” (Campo & Restrepo, 1999). Teniendo en cuenta lo anterior, Gadamer define la formación como “el proceso por el que se adquiere cultura, como el modo específicamente humano de dar forma a las disposiciones naturales del hombre” (1993) es el proceso de edificación propia. En este proceso de darse forma, de formarse como humano, es importante rescatar lo que Larrosa (2003), proyecta en relación al proceso formativo, en el 167 cual el ser humano realiza un “aprendizaje mimético o mimesis”, indicando que la formación requiere de la imitación, pero esta debe ser reconstruida, creada y producida de acuerdo al propio sentido de cada sujeto, lo que indica que la imitación deberá generar un proceso de “poeisis” que solo es posible en la medida en el que el ser humano es alterado en su sentir y pensar, lo que le permitiría cambiar su forma de interpretar y comprender el mundo y de actuar sobre él y sobre sí mismo de manera diferente, el problema aparece cuando este proceso formativo se suspende en la mimesis, o sea, se limita a la imitación, porque desde esta posición el ser no le encontraría sentido a la forma en la que interviene el mismo sobre su vida y existencia, ya que su formación no estará acorde a su individualidad y riqueza natural. Podría decirse entonces que la formación, para intenciones del trabajo se entenderá desde los planteamientos gadamerianos, por lo cual este proceso se entenderá como la obra de arte que cada ser humano construye para su vida y existencia en relación con la cultura, el Otro y consigo mismo, esta afirmación se argumenta de acuerdo a los elementos que a continuación se abordan. El proceso de formación en el ser humano es autónomo, continuo e inacabado porque gran parte depende de la formación de sí mismo, es él quien define cómo construye su obra de arte, es decir, el ser humano es el artista y la obra al mismo tiempo, la cual se modifica, se reconstruye y se transforma miles de veces durante toda su vida, convirtiendo al sujeto en una mezcla de procesos formativo. El ser humano solo no puede formarse, este proceso es posible en la medida en que el ser se socializa y se reconoce con sus semejantes, es aquí donde el “otro” juega un papel importante, porque para formarse como humano se necesita 168 comprender lo ajeno, lo extraño y volverlo familiar para interpretar lo propio, esto puede solamente suceder si se está en relación con otros humanos; cuando el sujeto se cierra a lo ajeno, al otro, puede decirse entonces que ese sujeto siente que ya nada en él debe cambiar, porque su obra de arte ya está terminada, es ahí donde se pierde el valor por la vida y la existencia, porque esta obra de arte únicamente se termina cuando se muere. La formación está determinada también por la influencia cultural, social, religiosa, política y familiar donde se desarrolle el ser humano, lo que quiere decir que en la obra de arte que construye el sujeto para sí, la escuela, la familia, la religión, el Estado, la calle, los amigos entre otros, son instituciones que perfilan y promueven la formación del ser humano, pero es cada sujeto quien decide cómo formarse, porque de acuerdo a su juicio crítico y reflexivo, es él quien decide qué aspectos son importantes para fortalecer su obra de arte “formación” y cuáles puede rechazar porque piensa y siente que no son aportes significativos para sí. La formación es un proceso resultado de la historia efectual, es decir que el ser humano se construye a sí mismo, se da forma de acuerdo a su pasado, al ser histórico que es, lo que le facilita formar precomprensiones que utilizará para construir nuevas interpretaciones que puede incorporar para mejorar o no su obra de arte, o sea, su formación. Desde esta mirada de formación, el contexto de la escuela y en especial el aula de clase, está llamada a consolidarse como espacio cotidiano, en el cual se debe posibilitar la interacción con el otro, la transmisión de la cultura, el aprendizaje mimético pero ligado a este la creación, la “poiesis”, buscando entonces generar espacios cotidianos y diarios donde el educando pueda retomar elementos que le 169 permitan seguir construyendo su obra de arte, en otras palabras, el aula de clase y lo que allí sucede deben estar cargados de una intención formativa construida colectivamente por el educador y el educando, donde se dé la oportunidad para que el educando pueda seguir dándose forma a sí mismo, o sea, pueda formarse. Así entonces, se convertirá este espacio en un lugar donde se posibiliten procesos de formación para construir identidad, carácter y subjetividad de acuerdo a sus necesidades reales e internas y no procesos de formación tan enraizados en el deber ser que reclama la sociedad a la que el educando se debe adaptar. La realidad de los procesos de formación de la institución se desprende de las concepciones de ser humano que los educadores tienen, las cuales, se fundamentan en las exigencias sociales, políticas, culturales y económicas. Este hecho deja un poco relegadas las realidades y necesidades internas y los proyectos de vida que los educandos, es decir, que por medio de los procesos de formación que se posibilitan en el aula de clase lo que se busca es formar un ser humano que se adapte a las visión cosmopolita, omitiendo en estos procesos la libertad del sujeto y desconociendo que, como se planteaba anteriormente, la formación es un proceso autónomo que requiere de libertad para que el ser humano decida que incorpora a su obra de arte para mejorarla o en algunos casos para perder la identidad que ha construido, porque se pueden tomar decisiones que afecten negativamente la obra de arte que se ha edificado. La situación antes descrita se evidencia en las entrevistas que se llevaron a cabo con los educadores, donde la concepción de ser humano está centrada en cuatro perspectivas que son: la primera tiene que ver con la formación de un ser humano inmerso en el mundo de los valores; la segunda con un ser humano que sea creativo, innovador; la tercera pone su mirada en la formación integral del educando para que este sea autónomo, capaz de convivir con los demás, con 170 valores, conocimientos y con capacidad para tomar decisiones y, la cuarta, se refiere a la formación de un ser humano competente que sea capaz de enfrentarse a cualquier reto, problema y situación dificultosa que propongan y que se adapte a las exigencias del mundo moderno en cual vive y existe. De acuerdo a esta concepción de ser humano y al referente de formación ya planteado, las prácticas educativas están orientadas a posibilitar la formación de ese ser humano, es por eso que en el aula de clase según los educadores y educandos, se promueven dos tipos de formación: una en valores y la otra enfatizada en lo académico. La primera queda relegada, en la mayoría de los casos, a algunas asignaturas como Ética, Religión, Filosofía, Educación Física y otras, y la segunda formación que es la académica, en muchos casos es comprendida como aquella por medio de la cual se adquieren conocimientos válidos para las exigencias sociales, culturales, políticas, económicas que se tienen, lo cual, relega este tipo de formación a las áreas y asignaturas que hacen parte de las ciencias naturales como la Química, las Matemáticas, el Inglés, la Física entre otras, buscando de manera desarticulada en la Institución promover una formación integral en el educando, de acuerdo a la forma que se describió. Este juicio se hace porque en la Guía de Observación desarrollada en las clases se evidencia que el educador en muchas ocasiones se limita a enseñar el contenido sin transcender ese contenido, porque con relación a los ítems: “Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos”, “Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos”, “Fomenta a través de su discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos”, “Contribuye con su testimonio y con el uso de estrategias de trabajo a la correcta formación de hábitos para el vivir bien (cuidado de sí)”; se puede evidenciar que en la mayoría de las 171 clases y en los educadores observados estos criterios casi nunca se desarrollaron, porque aún sigue teniendo más importancia aprender el concepto desde la base científica, reduciendo el contenido a un asunto de formación academicista, técnico e instrumental, sin oportunidad de transformar el contenido para posibilitar procesos de formación emancipatorios e integrales. Siguiendo con el valor y el sentido que tienen las clases en los procesos de formación del educando, se observa que por medio de ellas se da una interacción entre educador y educando, mediada por el diálogo verbal y no verbal que implementa el educador en el aula, posibilitándose de esta manera procesos de formación que en la mayoría de las ocasiones no son explícitos sino implícitos, es decir, que no se tienen en cuenta como intención formativa consciente, pero que en el desarrollo de la clase se evidencian y se ejecutan. Estas situaciones pueden determinarse por medio de algunos ítems desarrollados en la Guía de Observación, los cuales el educador aplica de manera constante y con una frecuencia de siempre, estos ítems son: “Se crea un clima agradable y distendido” (Siempre), “Demuestra confianza en las posibilidades de aprendizaje de todos sus educandos y los apoya con palabras que le dan seguridad” (a veces), “Se muestra flexible y receptivo” (Siempre), “Utiliza un lenguaje adecuado y afectivo” (Siempre), “Manifiesta entusiasmo y optimismo durante toda la clase” (A veces), “Evidencia seguridad en el trabajo en el aula y en relación con los educandos” (Siempre), “Promueve el trabajo cooperativo” (A veces). Los procesos de formación posibilitados en la Institución, en especial dentro del aula de clase están afectados por la cultura en la que le educando se encuentra inmerso, tanto desde el ámbito familiar hasta el social y el estatal, según los educadores, formar el ser humano que se concibe tiene sus dificultades, porque este no solo está influenciado por la cultura escolar, sino que existen en la 172 actualidad otros elementos culturales que inciden sobre la obra de arte que el educando está construyendo y que lo afectan positiva y negativamente. Incluso se pueden encontrar dentro de la cultura del educando situaciones, hechos y experiencias que originan inconvenientes en la formación del educando y que desafortunadamente tiene más fuerza en el ser que los procesos de formación posibilitados en el aula de clase. Los elementos culturales que influyen negativamente en los procesos de formación del educando posibilitados en el aula de clase son definidos por los educadores como los siguientes: falta de valores, los medios de comunicación, el inadecuado uso de las TIC, la pérdida de autoridad en la familia, la falta de compromiso de los educandos, los recursos físicos de la Institución, la desmotivación frente al estudio y el facilismo. Pero los educandos también tienen algunas recomendaciones en relación a las falencias formativas más relevantes que existen en la Institución, centrándose en que se podrían mejorar los procesos de formación de sí mismos si se construyen conocimientos significativos en las clases, si se mejora la relación, el afecto y la comunicación entre educador educando, si se desarrollan proyectos formativos enfocados en temas como la educación sexual y si se tuviera una media técnica. Los procesos de formación posibilitados en la Institución no están desligados del referente de formación que tienen los educadores, el cual carece de saber epistémico, pero tampoco se desliga de la concepción de ser humano que está presente en los ellos, la cual determina los tipos de formación y la manera en la que esta formación es posibilitada en el aula de clase, en la que se encuentran vacíos con relación a la implementación adecuada del currículo por competencias, que aunque se viene utilizando hace cuatro años, se ha hecho difícil transformar la práctica educativa del educador, porque en cada uno de ellos existen unos referentes didácticos, pedagógicos y curriculares que se arraigan y se niegan, en muchas ocasiones, al cambio y a la discontinuidad. 173 PEDAGOGÍA Desde la comprensión conceptual, la pedagogía puede definirse como “la disciplina o campo disciplinar científico” (Zuluaga & Echeverri, 1988) donde el educador juega un papel participativo como agente educativo que tiene la responsabilidad de reflexionar y cuestionarse críticamente sobre la educación, la formación, el desarrollo humano y las relaciones, escuela-sociedad-cultura-ser humano-Estado-familia y demás relaciones que se dan en el contexto escolar, para que de esta manera el educador no se limite a realizar una práctica pedagógica, como lo plantean Zuluaga y Echeverri (1988), con la siguientes falencias: con una conceptualización desarticulada, es decir, cada ciencia piensa y reflexiona la educación desde su campo macro y no hay un eje articulador de estas disciplinas con la pedagogía; atomizada, ya que las ciencias de la educación han influenciado en el papel que juega el educador dentro del campo pedagógico, porque cada disciplina aporta a la pedagogía su saber, generando en el educador una función instrumental para aplicar dichos saberes o teorías en la escuela, lo que limita su función pedagógica a lo técnico; subordinación de la pedagogía, problema que está en estrecha relación con la atomización, pero limitando aún más la práctica pedagógica a aquello que sucede en el aula de clase, en especial a los procesos de enseñanza aprendizaje, a la metodología y las estrategias, dejando por fuera el cuestionamiento y la reflexión sobre las relaciones del educador-escuela-sociedad-Estado-cultura; y el otro aspecto tiene que ver, en esta misma lógica, con la instrumentalización de la pedagogía, porque las ciencias de la educación pensando las relaciones existentes desde la sociología, la antropología, la administración educativa, la filosofía, la teoría de la programación no dejan cabida para que la pedagogía sea la disciplina que piense, cuestione y reflexione estas relaciones y que puede ir a otras disciplinas para retroalimentarse, por el contrario es vista por las Ciencias de la Educación al igual que la didáctica 174 como medios para implementar las teorías y discursos surgidos en otras disciplinas. Lo planteado permite entonces determinar que, en la actualidad de la realidad escolar de la Institución, con relación al referente de pedagogía que tienen los educadores, existe una subordinación de la práctica pedagógica porque el educador comprende la pedagogía como un asunto que se limita a la forma de trasmitir el conocimiento, a las estrategias que el educador utiliza en el aula para la enseñanza de los contenidos y la construcción de un conocimiento que transforme el ser humano. Además, se comprende como la ciencia de la enseñanza que permite determinar una buena didáctica, evidenciándose de esta manera que el referente de pedagogía es confuso y se compara con algunas dimensiones que hacen parte de la didáctica, es decir, con las formas de realización y organización de la enseñanza (método) y con los medios de enseñanza adecuados para desarrollar o abordar un contenido o tema en busca de generar conocimiento en le educando. En estrecha relación, por no decir que a causa de la subordinación de la práctica pedagógica del educador, surge el referente de pedagogía en el educador, el cual se fundamenta - al igual que muchos otros- en un saber construido desde una creencia posibilitada por la experiencia educativa que ha tenido, lo que deja en evidencia la falta de fundamento epistemológico con relación a la comprensión de este concepto, ya que el educador desde hace algunos tiempo ha sido relegado a cumplir una práctica pedagógica atomizada (Zuluaga & Echeverri, 1988), porque cada disciplina aporta a la pedagogía su saber, generando en el educador una función instrumental de aplicar dichos saberes o teorías en la escuela, lo que limita su función pedagógica a lo técnico. 175 Esta práctica pedagógica del educador, reducida, subordinada, atomizada y con falta de fundamento epistémico se evidencia en las observaciones de clase y en las entrevistas realizadas, porque los otros educadores manifiestan que en la Institución existen carencias en la práctica pedagógica. De acuerdo a estos ítems: “Se aprecia coordinación y cooperación entre los educadores” (Nunca), “Necesidades y problemáticas sociales” (Nunca), “Proyectos formativos transversales” (Nunca), “Transferencia de las prácticas sociales y culturales del educando a las sesiones de clase en la escuela” (Nunca), “Reflexión sobre su práctica pedagógica (diario de campo u otra Técnica)” (Nunca), “Reflexión crítica sobre la función de la escuela y su labor como educador” (Nunca). Teniendo en cuanta los ítems valorados en la Guía de Observación, los cuales, como se aprecia nunca se observaron, permiten evidenciar que a estas falencias inmersas en la práctica pedagógica del educador se suma otra, que consiste en que el educador en pocas ocasiones piensa y reflexiona críticamente sobre las relaciones que existen entre escuela- sociedad- cultura- ser humano- estadoreligión-familia, originado una práctica pedagógica reducida a la instrumentalización de ella, porque pareciera que los directos responsables de pensar estas relaciones fueran las ciencias de la educación, limitándose el educador a esperar que estas disciplinas generen discursos y teorías que posteriormente tendrá que implementar en el aula de clase de manera impositiva por la gubernamentalidad o las editoriales que se encargan de esta reflexión y cuestionamiento de la educación y la formación del ser humano. La falta de fundamento epistémico en el referente de pedagogía, ha generado además un desconocimiento y desarticulación en el horizonte pedagógico de la 176 Institución, porque el educador tiene poca claridad sobre cuál es la corriente, modelo y enfoque pedagógico que se busca implementar en la Institución para posibilitar los procesos de formación en el educando, dejando en evidencia que el discurso planteado en el Proyecto Educativo Institucional no ha sido comprendido ni incorporado en los educadores como referentes que orientan su práctica educativa, desligando en este caso la teoría de la práctica y observándose dicha desarticulación pedagógica al interior de la Institución. Sin embrago, los educadores a pesar del panorama tan desalentador en torno a la práctica pedagógica, tiene una esperanza ya que ellos consideran que el sistema y la gubernamentalidad les permiten una autonomía pedagógica para generar otras dinámicas educativas diferentes a las que el sistema impone, pero que la dificultad radica en el mismo educador al que se le hace difícil pensar, reflexionar, cuestionar, investigar y construir nuevas y diferentes propuestas educativas que permitan transformar el contexto escolar en beneficio de la formación y el desarrollo humano del educando. Incluso pensar en la discontinuidad genera malestar entre los educadores y aunque hay una autonomía para la práctica pedagógica el educador en pocas ocasiones hace uso de ella. Desde los planteamientos de la pedagogía hermenéutica propuesta en el trabajo denominado “Formación, cultura y hermenéutica: de Hegel a Gadamer” de Vilanou (2002) y los aportes del profesor Jorge Hernán Betancur en su artículo “Una respuesta al discurso pedagógico de la modernidad: la pedagogía del caos”, se busca dar una nueva interpretación a este campo disciplinar, reivindicando la formación del ser humano desde una mirada humanista, para lo cual, es importante desarrollar una educación fundamentada en el diálogo, la reflexión, la lectura , la conversación y el reconocimiento del otro como interlocutor que tiene razón, además, de la apertura y la corrección como principios básicos educativos. 177 Pensar y realizar la práctica pedagógica desde otras lógicas, es una alternativa que se tiene para los educadores de la Institución, donde se evidencia en esta práctica educativa serias falencias que consciente o inconscientemente afectan los procesos de formación posibilitados en el educando, porque al comprenderse y ponerse en escena la pedagogía con la características descritas, ponen en evidencia que los procesos de formación en gran parte quedan relegados a una intención inconsciente o desconocida por parte del educador, ya que al reflexionar tan poco con sus compañeros sobre el ser humano a formar y la sociedad a favorecer lo único que va a interesar significativamente en la formación del educando es conocimiento que, aunque es importante, se ha convertido en el eje legitimizador de todos los procesos formativos posibilitados en el aula, perdiendo valor otros aspectos y dimensiones humanas muy importantes a potenciar en el educando, lo que genera unos proceso de formación fragmentados. Estos referentes de pedagogía y la práctica realizada, dejan en evidencia que el educador posibilita procesos de formación sobre los cuales no reflexiona para transformarlos, lo que genera monotonía y mecanicismo en los procesos posibilitados, donde el desarrollo humano no se comprende como finalidad formativa consciente, es decir, que se posibilitan procesos de formación y en ocasiones proyectos que no están orientados al agenciamiento del ser, causándose una omisión de éste en la práctica educativa realizada, agudizándose aún más, ya que la institución no tiene concebido y apropiado, por parte de cada educador, al ser humano que se desea formar, eje de debería articular y amalgamar los procesos de formación posibilitados en la institución. Por el contrario se observa que los procesos de formación están centrados en formar un ser ilustrado, pero se falla en esto porque los conocimientos construidos se fundamentan más en lo tecnocrático es busca de que el educando se inserte en 178 el mundo laboral productivo, desconociendo esto que el ser humano también puede ser productivo desde otros ámbitos como es el político, el estético, el comunicativo, el ético y demás dimensiones humanas, mutilando de esta manera el fin formativo dándole más una intención de progreso que de agenciamiento del ser comprendido desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades. De acuerdo a lo anterior se puede decir que los educadores ven en la educación un fin formativo diverso. Algunos comprenden la educación como el medio a través del cual el ser humano se forma para construirse así mismo, para aportarle a la sociedad y a la familia; otros comprenden que la educación la utiliza el gobierno para reproducir la cultura y la sociedad que ellos desean para seguir teniendo el control y el dominio; otros sienten que la educación permite formar seres humanos para que piensen y transformen la sociedad. Estos referentes del fin formativo de la educación se acercan levemente a lo que se plantea como agenciar el ser, pero en ningún momento del testimonio se hace alusión a ello ni al desarrollo humano comprendido desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades propuesta por Amartya Sen, sin embargo hay educadores que centran el fin de la educación en el progreso más que en el desarrollo humano, lo mismo sucede con los educandos, porque ellos comprenden que la educación es importante ya que les permite ser profesionales y esto les facilita insertarse en el mundo laboral para producir económicamente y así poder “ser alguien” en la vida. Aunque otros consideran que la educación también es el medio a través de cual el educando se forma como persona, es decir, que por medio de ella se equipa no sólo desde los conocimientos o saberes sino que también se adquieren valores y principios que les permite ser mejores seres humanos en cualquier contexto social, sin embargo tiene más fuerza la otra visión comprendida desde el progreso que esta última. 179 Es así como los procesos de formación se promueven a partir del referente de pedagogía que los educadores tienen, que como ya se mencionó, existen grandes vacíos, falencias, pero también esperanzas, dejando en evidencia que con relación a este campo disciplinar hay muchas situaciones y asuntos que mejorar para poder contribuir desde los procesos formativos que se posibilitan en la educación al desarrollo humano, es decir, al agenciar el educando. DIDÁCTICA Desde esta lógica, Klafki (1986) propone que la didáctica es una ciencia de la praxis pedagógica que abarca el campo complejo, amplio y total de decisiones, presuposiciones y procesos de decisión sobre todos los aspectos relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, determinando que dichas decisiones deben pensarse crítica y constructivamente desde cuatro dimensiones que hacen parte de la didáctica: los objetivos (intenciones), los contenidos (temáticas), las formas de realización y organización (método e interacción) y los medios de enseñanza. Esta visión y comprensión de la didáctica se aleja demasiado del referente que los educadores tiene sobre esta ciencia o campo de conocimiento científico, porque el referente construido surge en gran parte de la experiencia educativa, sin fortalecerse con las posturas teóricas epistemológicas que se incorporan dentro de sí para orientar la práctica educativa, lo cual convierte a este en un saber elaborado como creencia que carece de fundamento epistémico y que además se reduce en la mayoría de los casos a un asunto técnico e instrumental que solo determina el cómo se enseña o trasmite a los educandos un contenido o tema. La didáctica debe transcender la pregunta por el cómo enseñar, porque como lo plantea Klafki, esta es una ciencia que permite reflexionar sobre la puesta en escena de la praxis educativa, donde se toman decisiones por medio de procesos investigativos para mejorar los procesos de formación que se posibilitan dentro del 180 aula de clase. Sin embargo, el educador de la institución tiende a comprender la didáctica como aquella práctica que solo responde a determinar y saber cuáles son los implementos, herramientas, estrategias y mecanismos para transmitir un conocimiento claro y coherente al educando, aunque este referente de didáctica sea limitado y reduccionista, muchos de los elementos allí mencionados tienen que ver con las dimensiones que Klafki (1986) propone en su trabajo denominado “Fundamentos de una Didáctica Crítico Constructiva”. Con relación a la dimensión de los objetivos y contenidos de la educación, se puede decir, desde lo que plantea este mismo autor, en relación con la didáctica crítico constructiva, que las decisiones que se toman alrededor de esta deben ser sustentadas, argumentadas y sujetas a comentarios, reflexiones y discusiones críticas, lo cual es un llamado o invitación a salir de la posición acrítica con la que se implementan las propuestas educativas, pero también a proponer soluciones creativas a las dificultades que se encuentran en la mediación de los procesos de enseñanza aprendizaje, siendo capaces de justificar y argumentar el para qué se tomó esa decisión didáctica, teniendo humildad para escuchar la posiciones y argumentos de los otros. Teniendo en cuenta esta caracterización del objetivo y contenido establecida por Wolfgang Klafki y las restricciones que los educadores tienen en el referente relacionado con la didáctica, el cual, carece de fundamento epistémico conceptual y se reduce a un asunto de definir el cómo enseñar (técnico), se puede decir que esta situación afecta las dimensiones didácticas planteadas por el autor, en especial al objetivo y el contenido que son a las que se hará referencia en el momento, porque el educador a pesar de que en el desarrollo de la clases manifiesta con claridad los propósitos u objetivos de la clase, se observa que los objetivos o fines están centrados en la enseñanza del contenido, es decir, en un 181 aspecto técnico, que genera procesos de formación fundamentados en lo memorístico, ilustrado, enraizando el objetivo en un fin formativo fundamentado, en gran parte, en un saber conceptual y enciclopédico. Estos procesos formativos distan un poco de lo que propone Hernández (2005) como el saber que se adquiere por medio de la implementación del currículo por competencias, donde este se plantea como una construcción colectiva entre educador educando que debería ser comprendida, es decir, que el saber no se transmite, se construye en la interacción con el otro. En términos gadamerianos, el conocimiento se elabora a través del diálogo, la conversación, la discusión, la lectura y la reflexión que faciliten incorporar en sí mismo el saber, generándose de esta manera un aprendizaje significativo que permite sobreponerse a un asunto de repetir lo que el educador enseña. Este proceso de formación concentrado en gran parte en la construcción de saberes enciclopédicos, es manejado de manera adecuada por los educadores, porque en el aula de clase el educador manifiesta el objetivo con claridad y orienta a los alumnos hacia los objetivos propuestos, además, en algunas ocasiones propicia que los alumnos comprendan el valor del nuevo aprendizaje, pero se evidencia que casi nunca procura la búsqueda de información por parte de los alumnos para el desarrollo de las actividades, lo que limita la formación del educando a un proceso en el que casi no se posibilita la autonomía en la construcción del conocimiento. Estos ítems tenidos en cuenta en la Guía de Observación, reflejan que en gran medida el educador busca trasmitir el conocimiento, ya que en la clase casi nunca se fomenta la lectura, lo que origina una descompensación en la responsabilidad que el educando tiene en la construcción del conocimiento, cumpliendo de esta manera un papel pasivo y poco participativo en la elaboración del saber, 182 reduciéndose además, la oportunidad de posibilitar dentro del aula de clase procesos de formación orientados a la construcción de saberes generados desde el diálogo, la conversación, la confrontación y la reflexión. Por el contrario, estos procesos de formativos limitan la posibilidad de promover el desarrollo humano en el educando (agenciar), porque en esta lógica el educando solo espera que le depositen o entreguen el conocimiento, sin necesidad de actuar para adquirirlo y aplicarlo en el mundo de la vida cotidiana, generando de esta manera procesos de formación que influyen en la constitución de un ser sujeto de derechos pero casi no responsabilidades y deberes. Ligado a esta dimensión de objetivos o fines, encontramos los contenidos o temas, que según Wolfgang Klafki deben surgir de la realidad, de la vida cotidiana, de la cultura, de la historia y la sociedad. Además, el contenido es entendido como objeto de enseñanza que se convierte en tema, pero que a su vez dichos contenidos están cargados de intenciones políticas, sociales, religiosas y culturales, lo que hace que los fines y contenidos se establezcan teniendo en cuenta la carga social que tienen inmersa. En relación a esta concepción o propuesta, los contenidos definidos en el currículo por competencias institucional, no se determinan de acuerdo a la dinámica planteada por el autor, porque estos son imposiciones gubernamentales, es decir, que los contenidos ya vienen dados y establecidos según unos criterios que tiene el Ministerio de Educación Nacional, el ejercicio reflexivo, crítico y constructivo de pensar qué contenidos se enseñan no es realizado por el educador y educando, el primer actor educativo solo se limita a implementar, lo que ratifica que su práctica pedagógica es atomizada, subordinada y limitada, y el segundo actor simplemente espera que le enseñen unos contenidos que ya están definidos con anterioridad y 183 que debe aprender porque posteriormente serán evaluados, contenidos en muchos de los casos se alejan del mundo de la vida cotidiana del educando. Además se suma a esta dimensión didáctica, la presión de que el contenido establecido por el gobierno debe enseñarse en el aula de clase, porque cada año las pruebas externas ICFES y Saber, evalúan los contenidos que ellos propusieron, lo que categoriza a el contenido escolar como un tema regulado, controlado y vigilado, en el cual, el educador centra su atención de la enseñanza agudizándose por la falencia antes mencionada con respecto a este, que consiste en una enseñanza del contenido a nivel enciclopédico. Pero más delicada es la forma en que se aborda el contenido en el desarrollado de la clase, el cual, en muchas ocasiones se hace de manera descontextualizada, porque en la Guía de Observación se evidencia que la mayoría de los educadores tienen falencias para realizar un tratamiento contextualizado de los conceptos en relación con lo glo-local; establecer coherencia entre objetivo, contenido, competencia, mundo de la vida cotidiana y característica psicológica de los educandos y motivar a los alumnos hacia el aprendizaje significativo. Esta situación permite determinar que el proceso formativo posibilitado desde el contenido, se limita a enseñar un tema de carácter técnico, originando una desarticulación del contenido con las prácticas sociales del educando, desligándose de uno de los elementos más importantes del currículo por competencias que consiste en abordar los temas en relación con al mundo de la vida cotidiana, o en palabras de Wolfgang Klafki el contenido en la forma en que se enseña limita no permite realizar un aprendizaje social reflexivo que le facilite al educando comprender su realidad en el aula de clase para luego intervenir y transformarla, pudiera decirse entonces que el contenido es descontextualizado 184 generándose un proceso de enseñanza aprendizaje poco atractivo, motivante y significativo para el educando. Sin embrago, el educador manifiesta que existen temas que por su carácter técnico instrumental no permiten ligarlos y abordarlos desde la cotidianidad del educando, en especial en aquellas áreas relacionadas con las ciencias exactas como Matemáticas, Física, Química y Ciencias Naturales, donde el educando debe manejar primero el concepto de manera técnica para que luego lo comprenda para su vida cotidiana, lo que sucede en el aula de clase es que casi siempre el contenido se queda en lo técnico y pocas veces se transforma con una intención formativa concentrada en el desarrollo humano o agenciamiento del educando, es decir, que el contenido se cierra a su carácter científico, pero desde el casi no se posibilitan reflexiones, testimonios, opiniones y argumentos que permitan comprender otros asuntos que hacen parte de la cotidianidad del educando, simplificándose la oportunidad para que este se comprenda y comprenda el mundo para participar en él. Otra falencia que se observada en el desarrollo del contenido radica en que este en pocas ocasiones se aborda desde la movilización de conocimientos y la transversalidad, es decir, que el contenido es sin apertura ni diversidad, porque la mayoría de los educadores en las observaciones de clase, se evidencia que se les hace difícil lograr integrar el contenido de la asignatura con el resto de las asignaturas y con los programas directores, además, realiza poca movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando. Es por estas razones que se considera que el contenido es cerrado, generándose la falencia en el otro elemento que hace parte del currículo por competencias 185 planteado por Coll (2007) y Perrenoud (2007) como es el de la “movilización de conocimientos” y la “transversalidad” generando de esta manera una debilidad en la formación de un educando como agente, porque los procesos de formación son lineales y verticales que dificultan que el educando se comprenda y comprenda el mundo o contexto cotidiano desde la integralidad y la divergencia, es así como se limitan el desarrollo de capacidades para actuar, decidir, generar cambios y participar en la vida social, política, económica y cultural, porque el contenido, por el contrario debe ser la excusa y el puente para posibilitar procesos y proyectos de formación encaminados a el desarrollo humano comprendido éste desde la perspectiva de las capacidades y las oportunidades. Además, de la dimensión didáctica de los objetivos y los contenidos, Wolfgang Klafki plantea otra, denominada como el método que es complejo y requiere de pensarse y no de determinarse mecánicamente o incluso de no tenerlo en cuenta para la ejecución de la práctica educativa, además, desde esta mirada del método se puede decir que la enseñanza es entonces un “proceso social” donde están implícitos los prejuicios, percepciones y todas las precomprensiones que se han formado todos los seres humanos que participan en ella, en especial el educador y el educando y es a partir de la comprensión de ese ser histórico de donde deben surgir los temas para desarrollar en clase, buscando dotar de sentido y significado dicha temática, poniéndola en relación con el mundo de la vida cotidiana que pertenece tanto al educador como al educando. El método, para los educadores son aquellas estrategias, herramientas y maneras que ellos aplican en el aula de clase para orientar los procesos de enseñanza aprendizaje, sin embrago, esta comprensión del método es lo que ellos definen como didáctica, reduciendo este campo de conocimiento científico de la praxis educativa a las formas de organización y realización, que en el fondo es una 186 dimensión que hace parte de la didáctica, la cual, en la mayoría de los casos se determina sin hacer una reflexión crítica y constructiva frente a la decisión a tomar en esta dimensión, lo que deja en evidencia que la decisión del método en la práctica educativa del educador es un asunto mecánico. Se dice que el método es un asunto técnico por las siguientes razones, en la Guía de Observación desarrollada se pueden evidenciar que el grupo está casi siempre formado en hileras, mirando fijamente al frente donde está el educador explicando el tema o contenido, solo cuando se realiza el taller el grupo se organiza de otra forma, esta manera de organizar el grupo genera un proceso de formación en el que el educando va concibiendo que el responsable de la enseñanza es el educador y que el solo atiende y actúa acorde a la instrucción dada, generando repercusiones ya descritas para el desarrollo humano. Una de la maneras de realizar la clase por el educador es el trabajo en equipos, que la mayoría de las veces se hace con adecuada organización y estructuración de las actividades, dando el tiempo necesario para que los educandos elaboren sus respuestas, las cuales, son valoradas posteriormente por el educador, pero casi nunca se socializan o se retoman en la clase presente o futura, es decir, se evalúan las respuestas y en la clase siguiente se continúa con otro tema, pareciera ser que el taller tiene un sentido evaluativo y que casi nunca se tiene en cuenta como diagnóstico para determinar las falencias y fortalezas del aprendizaje del educando, lo que va generando carencias en los procesos formativos que se desarrollan a nivel orgánico madurativo posibilitados en la institución, los cuales, se reducen a un saber enciclopédico en muchas de las áreas que allí se trabajan, perjudicándose la construcción de conocimientos significativos y comprensiones que posiblemente pueden ayudar a agenciar al educando. 187 De acuerdo a la entrevista a los educandos y a la Guía de Observación, algunos de los métodos más utilizados por el educador son la clase magistral y el taller, porque por lo general lo que sucede en el aula de clase según la voz del educando es lo siguiente “los profesores dicen, ellos explican y ya a partir de eso nos mandan a desarrollar las actividades” o “nosotros estamos prácticamente pendientes, ellos nos explican, cada profesor nos explica la cosa de su área, lo explica en un tablero y después cuando ya nos explica, viene el taller” además, el educador considera que las clases magistrales son muy importantes en la promoción de los procesos de enseñanza aprendizaje, porque permiten socializar el concepto desde un carácter científico, además, de que facilita la interacción con el educando, la discusión y la reflexión, sin embargo en las observaciones de clase se evidencia un papel protagónico del educador en el proceso de enseñanza y un papel pasivo del educando en el aprendizaje, porque elementos como la discusión, la reflexión, el debate, la lectura, la crítica, la corrección y la conversación casi no se presentan en el desarrollo de la clase, ya que es el educador quien busca trasmitir o depositar un conocimiento en el educando. Esta situación se evidencia de acuerdo a los siguientes ítems valorados en la guía de observación, donde el educador, a pesar de hacer intentos para desarrollarlos, presenta dificultades en ellos, porque en unas clases aparecen, pero en la mayoría de ellas estos ítems no se observan, lo cual se puede observar en la siguiente tabla: FRECUENCIA SIEMPR A NUNC E A VECES 28. Propicia la formulación de preguntas y planteamientos de X problemáticas por parte de los educandos. 29. Logra la concentración de los educandos durante la 188 X clase. 30. Exige a los educandos corrección en sus respuestas. X 31. Estimula la participación activa de todos los educandos. X 32. Atiende las diferencias individuales de los educandos en X función del diagnóstico. 33. Logra la toma de notas por parte de los educandos. X 34. Realiza resúmenes o conclusiones parciales. X 35. Estimula la búsqueda de información en otras fuentes. X 36. Dirige el proceso sin anticiparse a los razonamientos y X juicios de los educandos. 37. Utiliza niveles de ayuda que permiten al educando reflexionar sobre su error y rectificarlo. La tabla ilustra las dificultades generales que los educadores tienen para desarrollar estos ítems, de los cuatro educadores observados solo uno, en la mayoría de sus clases, posibilitaba que esos ítems se ejecutaran, los demás, de acuerdo al tema, no permitían que esos ítems se dieran, porque como ya se ha argumentado, en estas áreas de Química, Matemáticas y Ciencias Naturales existen contenidos que tienen lógicas muy técnicas, lo que dificulta al educador poder desarrollar los ítems planteados. Sin embargo, al haber tan poca reflexión y crítica, para tomar decisiones didácticas por parte del educador en la construcción de propuestas que faciliten desarrollar estos ítems en el aula, se verán afectados los procesos de formación del educando que posibiliten agenciar o formar a este como agente, porque la 189 X clase magistral con las carencias en apertura, el diálogo, la conversación, la lectura y la confrontación, difícilmente podrán potenciar al educando con capacidades desde cada una de las dimensiones que hacen parte del ser humano, poniéndose en evidencia la importancia que tiene la potenciación de algunas dimensiones, pero también el olvido de otras, perdiéndose de la mirada formativa la integralidad del educando, perjudicando el desarrollo humano posibilitado, es decir, el ser con capacidades para actuar, decidir, transformar y participar activamente en el ámbito social, político, cultural, familiar, económico y personal, buscando realizar su proyecto de vida o alcanzando la vida que desea vivir porque tiene razones para valorarla. Además de la clase magistral en la cual se da una interacción mediada por un activismo del educador y una pasividad del educando, se reduce la actividad del educando a realizar un taller que busca promover el trabajo colaborativo, la comunicación y la interacción entre educandos. Esto genera, por parte del educador, procesos de formación inconscientes frente al desarrollo de competencias no solo desde el saber, sino desde las disposiciones y las capacidades, siendo más inconsciente la potenciación de otras dimensiones humanas que el educador potencia en sus clases sin darse cuenta, porque el fin está centrado en el saber que en la gran mayoría es enciclopédico, limitando su práctica educativa a una intención de formación centrada en la dimensión orgánico madurativa, dejando en muchas ocasiones al azar de lo que suceda en el aula la potenciación de las demás dimensiones y el desarrollo de competencias o funcionamientos desde cada facultad o dimensión del ser humano, situación que dificulta los procesos de formación para el desarrollo humano del educando. Ligado a este proceso de formación que responde más que todo a la visión cosmopolita exigida por intereses gubernamentales, sociales y culturales, surgen 190 en la Institución las experiencias de formación más significativas para los educandos y educadores, evidenciadas en las entrevistas y en la guía de observación desarrollada, destacándose las clases desde lo que el educador enseña y la interacción con el Otro que allí se da, estas dos experiencias puede decirse aportan a la formación o construcción de la obra de arte del educando, porque es en la clase donde el educando puede, a partir de lo que vivencia, ejercer su autonomía sobre la formación, es decir, ser consciente que elige para mejorar su obra de arte de acuerdo a sus realidades y necesidades internas tanto desde la interacción como desde lo que el educador enseña, sin embargo esta intención formativa no es explícita y queda relegada a lo implícito, siendo necesario en ocasiones hacerla explícita por parte de los educadores desde el contenido que abordan para el desarrollo de la clase. Por último, tanto lo que enseña el educador como la interacción con el Otro que se da en las clases, permite al educando realizar nuevas comprensiones u horizontes de fusión en los que sus precomprensiones construidas como ser histórico no se olvidan ni se dejan de lado para poder generar nuevas comprensiones que permitan transformar el ser en su totalidad y así tener la oportunidad de mejorar su obra de arte, sin embargo, el educador, por su poca claridad epistémica con relación al referente de formación, aplica inadecuadamente estos procesos, incluso desconoce el poder y la potencia que una clase tiene en la formación del educando, limitándose a enseñar un contenido sin transcender en él para posibilitar procesos de formación. En estas dos experiencias que aportan a la formación del educando se da la oportunidad de construir la obra en relación con el Otro para luego comprenderse a sí y de esta manera generar transformaciones en sí mismo, proceso que es posibilitado en especial por la interacción que en las clases se tiene con el 191 compañero y el educador, allí el educando termina siendo influenciado por la cultura creada al interior del grupo la cual, en muchas ocasiones, es intencionalmente creada por las decisiones didácticas tomadas por el educador, asunto del cual no es consciente este actor pedagógico. Toda esta situación dista de lo que Klafki (1986) propone como “aprendizaje social reflexivo” que surge de y para los ámbitos educativos extraescolares, buscando constituirse como aprendizaje comprensivo, descubridor y dotado de sentido ejemplar, lo cual, exige que el aprendizaje, desde esta propuesta, sea planificado y justificado en construcción colectiva con los educandos, por medio de la “enseñanza abierta” es decir, por aquella enseñanza que se construya entre educador y educando. Infortunadamente, en la Institución la enseñanza es cerrada, porque se construye a partir de los criterios gubernamentales olvidando el mundo de la vida cotidiana, las realidades, necesidades internas y la historicidad del educado, además, el aprendizaje es abstracto porque se aleja de la articulación de las prácticas sociales del educando. Es importante aclarar que estas limitantes están ligadas a las restricciones en los referentes que los educadores tienen con relación a la formación, el desarrollo humano, la pedagogía, la didáctica, las competencias, el currículo y el currículo por competencias, alterándose, además, otra dimensión didáctica como son los medios de enseñanza, comprendidos como elementos transversales que deben estar en relación con cada una de las dimensiones, como son los fines, los contenidos y los métodos, que al igual que las otras, son decisiones que deben ser pensadas crítica y constructivamente conociendo el por qué y el para qué se van a utilizar dichos medios. Los educadores comprenden los medios como recursos o implementos físicos que se utilizan en el aula para desarrollar un tema o contenido, pero esta decisión didáctica, al igual que otras, carece de reflexión crítica y de articulación con las 192 demás dimensiones didácticas, la potenciación de las dimensiones humanas y con las competencias a desarrollar, porque su fin formativo está concentrado en la enseñanza del contenido y en el aprendizaje de él, lo que deja en evidencia que está decisión es un asunto técnico instrumental. De acuerdo a lo observado en las clases y lo registrado en la Guía y en las entrevistas a educadores, los medios más utilizados por el educador son el tablero, el texto guía y las TIC, pero estas últimas, en las doce clases observadas, solo se aplicaron una vez, de resto en todas las otras se utilizó el tablero y el texto guía. De esta manera se desarrolla el referente de didáctica de los educadores dentro del aula de clase, donde no solamente se evidencia el referente de esta categoría, sino que se entremezclan los referentes y las restricciones de otras categorías como son las formación, el desarrollo humano, la pedagogía y el currículo, dejando en evidencia más carencias que fortalezas en los referentes pedagógicos y didácticos que los educadores aplican en el aula de clase para que la implementación del currículo por competencias posibilite procesos de formación para el desarrollo humano en el educando. A pesar de las debilidades encontradas también es importante reconocer que los educadores tienen algunas fortalezas pedagógicas y didácticas que en algunos casos posibilitan procesos de formación y desarrollo humano significativos para el educando, centrados en la potenciación de la integralidad del ser humano, reconociendo al otro, construyendo el conocimiento de manera colectiva, movilizando conocimientos, generando espacios de participación donde se involucra la voz del educando, sus realidades y necesidades internas, facilitando al 193 educando comprender su contexto para que actúe en su transformación y posibilitando, aunque de manera inconsciente, el agenciamiento del educando como intención formativa. Las fortalezas pedagógicas y didácticas son: FORTALEZAS PEDAGÓGICAS Y DIDÁCTICAS En los últimos meses se han generado espacios para la reflexión pedagógica, donde se cuestiona el ser humano y el tipo de sociedad a posibilitar. Los educadores están en un proceso de nueva construcción del currículo por competencias con un horizonte pedagógico diferente donde todos han contribuido a él, es decir se ha hecho de forma colectiva. Se ha dotado de mejores recursos e implementos didácticos a la Institución. Algunos educadores se han dedicado a la lectura, la investigación y la reflexión sobre asuntos relacionados con la educación y la formación del educando, pensándose además las relaciones de la escuela con la cultura y la sociedad. Disposición del educador para implementar en el aula el currículo por competencias institucional. Algunos educadores en el aula desarrollan el contenido de manera transversal, movilizando conocimientos y relacionando el contenido con el mundo de la vida cotidiana del educando, en una búsqueda inconsciente de la enseñanza abierta y el aprendizaje social reflexivo. Los educadores manejan el contenido, usan un lenguaje técnico, controlan la disciplina, promueven el trabajo cooperativo, se evidencia seguridad en el trabajo de aula y desarrollan actividades en grupos con adecuada estructuración. 194 Los educadores en algunos casos se muestran cercanos y utilizan un lenguaje afectivo, además de ser exigentes y demostrar confianza en las posibilidades de aprendizaje de todos sus educandos y los apoya con palabras que le dan seguridad. Algunos educadores analizan situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos, por medio del contenido. Los educadores en muchas ocasiones manifiesta entusiasmo y optimismo durante toda la clase. Los educadores, durante la clase, logran eventualmente la concentración de los educandos, exigen a los educandos corrección en sus respuestas y estimulan la participación activa de todos los educandos. Además logran la toma de notas por parte de casi todos los educandos y realizan resúmenes o conclusiones parciales. Con relación a los objetivos, manifiestan con claridad los propósitos u objetivos de la clase y orientan a los alumnos hacia los objetivos propuestos. Algunos educadores tienen un interés por potenciar el ser desde su integralidad de manera consciente por medio del desarrollo de sus clases. 195 5 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 5.3 CONCLUSIONES Después de haber desarrollado el proceso de investigación cualitativa, caracterizado por su enfoque hermenéutico, en el que participaron educadores de aula, directivos y educandos como agentes en los que se buscó la información por medio de técnicas e instrumentos para la recolección de la misma, y donde se utilizó la triangulación y el Atlas-ti. Para el análisis de los datos, se puede concluir que: En primer lugar, al develar los saberes que tienen los educadores y directivos para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando a partir de la implementación del currículo por competencias, se puede decir que los educadores, con relación al currículo y la competencia, han construido un saber caracterizado por distanciarse de las posturas teóricas, carecer de fundamento epistemológico y surgir más de una creencia que de posturas conceptuales adoptadas por el educador directivo y de aula. Estas características han generado que el educador comprenda el currículo desde un saber tecnocrático, porque se restringe a un formato, plan de estudios o mecanismo por medio del cual se estructura la práctica educativa, evidenciándose desde la Guía de Observación desarrollada, que estos saberes son puestos en escena más desde dichas restricciones, porque el educador, a pesar de que considera que los criterios más importantes para la construcción del currículo son el contexto, el horizonte institucional y las necesidades e intereses de los educandos, en la práctica desvirtúa estos componentes ya que el currículo aparece como una imposición en la que el educador tiene poca oportunidad de 196 participar como agente educativo reflexivo y crítico, simplificándose de esta manera el currículo como construcción social y cultural, dejando poco espacio para la voz del educando, sus realidades, sus miedos, sus sueños, sus tradiciones y sus prácticas sociales, relegando al educador a cumplir con una práctica curricular donde él no se asume como intelectual trasformador, sino como un actor que se limita a implementar lo que ya está establecido desde las esferas gubernamentales. Para la comprensión de la competencia, el educador ha construido un saber confuso y reducido en el que este concepto se asume como habilidad, destreza o capacidad cognitiva que desarrolla el educando, además, su comprensión es poco clara y se limita básicamente al conocimiento que el educando debe adquirir, donde la promoción de las mismas en el aula de clase se observan distantes de la movilización de conocimientos, la transversalidad y el mundo de la vida cotidiana del educando, centrando la intención formativa de estas, en el desarrollo humano como progreso a través de competencias como las científicas, laborales, comunicativas y ciudadanas, donde el saber del educando juega el papel más importante para la adquisición de las competencias. De esta manera el currículo por competencias es comprendido por el educador desde un saber dudoso y vigilado, ya que se devela que el enfoque pedagógico ha sido poco investigado, comprendido, asimilado e incorporado por parte del educador, creando una implementación confusa y poco clara de la propuesta institucional, además, las precomprensiones de los educadores sobre el currículo influyen en una actitud de apatía frente a este enfoque pedagógico, considerando que esta es una estrategia por medio de la cual el gobierno quiere imponer y desarrollar su discurso ideológico, político y económico, asunto que está en relación con la crítica tan severa realizada a dicho enfoque desde la esfera 197 académica, originando en el educador una prevención que impide mirar el currículo por competencias de manera positiva, integradora y como posibilidad de transformar la práctica educativa para posibilitar mejores procesos de formación y desarrollo humano en el educando. Al comprenderse el currículo por competencias de esta manera, se origina una práctica educativa alejada del currículo como construcción social y cultural, limitada al saber enciclopédico del educando, controlada por la gubernamentalidad, descontextualizada y restringida en la movilización de conocimientos y la transversalidad; posibilitándose de esta manera procesos de formación y desarrollo humano incapaces de generar espacios para la participación, la reflexión y toma de decisiones por parte de educando, además, son fragmentados, ya que se potencian algunas dimensiones humanas de manera intencional y otras se relegan a lo implícito; desmotivantes y sin sentido para el educando; descontextualizados y desarticulados, lo que reduce la oportunidad para que el educando interprete el contexto y actúe significativamente sobre él. En segundo lugar, al identificar los saberes que tienen los educadores y directivos para la conceptualización de los términos formación y desarrollo humano, se puede decir que los referentes que el educador tiene con relación a estas dos categorías, al igual que en los anteriores, carecen de argumentos epistemológicos, se alejan del referente conceptual y son construidos desde una creencia, en el caso de la formación, ésta se comprende desde un saberes intuitivo, donde se concibe como proceso inacabado y encargo de la escuela y, con relación al desarrollo humano, los saberes con los que el educador lo comprende son saberes inocentes que le permiten asumirlo como capacidad para relacionarse con el otro, crecimiento del ser o posibilidades que el Estado brinda para que el ser 198 humano viva dignamente careciendo estos saberes de lectura, investigación, comprensión y reflexión por parte del educador. Retomando el saber intuitivo que los educadores tienen con relación a la formación y las características ya descritas, puede concluirse además, que este referente o saber con sus restricciones generan que el educador desconozca el poder de la clase, en especial con experiencias formativas como lo que se enseña y la interacción con el otro, las cuales tiene una riqueza formativa para el educando, pero que el educador, por desconocimiento epistemológico con relación a la formación, deja por fuera de su intención formativa consciente el proceso autónomo, de construcción con el otro, de la influencia cultural y de horizontes de fusión que hacen parte de los procesos de formación posibilitados en el aula por medio de las dos experiencias formativas enunciadas. Se relegan así estos procesos a una intención formativa inconsciente, porque su interés está centrado en enseñar un contenido y transmitir una información que debe ser aprendida y, posteriormente, recitada por el educando en el examen. Los procesos de desarrollo humano dentro del aula de clase se omiten, es decir, no se posibilitan desde una intención formativa consciente por parte del educador, lo que deja en evidencia que el desarrollo humano no se contempla como finalidad de los procesos de formación que se promueven, pero sin ser conscientes los educadores posibilitan procesos en este aspecto que se orientan al progreso, al salir adelante, al competir con el otro, al insertarse en el mundo laboral para beneficio del ámbito económico, relegando tal vez por ignorancia el agenciamiento del educando. 199 En tercer lugar, al analizar las prácticas pedagógicas y didácticas desarrolladas por el educador en el aula en el 2013 con relación al desarrollo humano y la formación del educando posibilitada a través de la implementación del currículo por competencias, se concluye que, con relación a la pedagogía, el educador la comprende desde un saber restringido y la didáctica se comprende como un saber reduccionista, consolidándose estos saberes con las características descritas para las demás categorías, las cuales se fundamentan en la carencia de fundamento epistemológico y la construcción originada de las creencias adoptadas por medio de su práctica educativa. La pedagogía se comprende por parte del educador como el conjunto de estrategias para enseñar, las formas de transmitir un conocimiento e implementar estrategias, lo que indica que el saber pedagógico del educador es confundido con una dimensión de la didáctica que tiene que ver con el método, lo que le da un carácter al referente de subordinación pedagógica de acuerdo a lo planteado por Zuluaga & Echeverri (1988). Además de esto, se evidencia que la práctica pedagógica del educador es atomizada, es decir, simplificada a implementar teorías surgidas en otras disciplinas, pero también dicha práctica es instrumentalizada, porque el educador realiza poca reflexión sobre las relaciones de escuela- sociedad- cultura- ser humano- familia y demás interacciones, generándose una práctica pedagógica carente, en la que, además, se desconoce el horizonte pedagógico institucional que aún no es incorporado y comprendido por parte del educador, quedándose este discurso en el papel, distando la práctica de la teoría. La didáctica presenta un panorama más desalentador, está categoría se limita a un carácter de didactismo o tecnocrático que se reduce a la pregunta del cómo enseñar, generando este saber seria falencias en la práctica didáctica dentro del 200 aula de clase, desde cada una de las cuatro dimensiones didácticas esbozadas por Klafki (1986) como son los objetivos o fines, los contenidos o temas, las formas de realización y organización (método e interacciones) y los medios de enseñanza. Desde los objetivos o fines se evidencia que se concentran en que el educador informa, adiestra y busca que el educando adquiera un saber enciclopédico, el contenido es abordado y desarrollado de manera descontextualizada en la mayoría de los casos, en el método el educador juega un papel activo sobre la enseñanza transmitiendo conocimientos y el educando se limita a recibir lo que le depositen, asumiendo un rol de pasividad y de poco compromiso con relación al aprendizaje y a la construcción de este, y los medios se asumen desde una mirada técnica que responde a los recursos físicos a utilizar, evidenciándose un alejamiento de lo que es una enseñanza abierta y una aprendizaje social reflexivo. Teniendo en cuenta lo anterior, y después del análisis de la práctica educativa relacionada con la pedagogía, se evidencia que los procesos de formación y desarrollo humano se caracterizan por los siguientes asuntos, situaciones y hechos: los procesos tienen como finalidad que el educando se inserte en el mundo laboral productivo (progreso); los procesos de formación para el agenciamiento del educando son posibilitados de manera inconsciente por parte del educador; los procesos se orientan a que el educando adquiera conocimientos para que responda a las pruebas externas (ICFES-SABER) y el educador casi nunca reflexiona en colectivo sobre el ser humano que se quiere posibilitar y la sociedad que se busca favorecer. 201 Con relación a la didáctica, la práctica educativa posibilita procesos de formación y desarrollo humano caracterizados por: ser en ocasiones monótonos y mecanicistas, carentes de diálogo, apertura, corrección, lectura y reflexión; por relegar a lo inconsciente o desconocido procesos de libertad del sujeto, influencia cultural y construcción de horizontes de fusión; por limitarse al saber enciclopédico del educando fundamentados en la gran mayoría a lo memorístico y dogmático; por abordar el contenido dese lo técnico generando conocimientos poco situados y atractivos para el educando; por posibilitar a través de la interacción la potenciación de un ser humano que espera que le depositen sujeto de derechos pero de pocas responsabilidades. En cuarto lugar, al describir las fortalezas pedagógicas y didácticas que tienen los educadores para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando por medio de la implementación del currículo por competencias, puede decirse que, con relación a las fortalezas didácticas, el educador tiene claro el objetivo de la clase y conduce a los educando hacia él, además, se observa seguridad en el desarrollo de la clase, maneja un vocabulario técnico, en ocasiones el contenido lo aborda movilizando conocimientos, transversalizándolo y relacionándolo con el mundo de la vida cotidiana, también se observa en el educador, en muchas ocasiones, optimismo para el desarrollo de la clase, trato amable con los educandos, receptividad y con planeación y estructuración previa de las actividades en equipo a realizar en el aula, además de la vinculación de las TIC como medio para el desarrollo de la clase. Para la pedagogía, algunos educadores reflexionan y cuestionan de manera informal y sin escribir aquellos asuntos, hechos y situaciones que tienen que ver con la educación, la formación y el desarrollo humano del educando, planteando que existen obstáculos culturales que influyen negativamente en la formación del 202 educando como son la pérdida de autoridad por parte de la familia, el facilismo, las TIC mal utilizadas, los medios de comunicación entre otros, señalando, además, que le deseo es formar un ser integral que tenga valores, sea creativo y competente Por último, las recomendaciones y transformaciones pedagógicas y didácticas para posibilitar procesos de formación y de desarrollo humano en el educando reconociendo el currículo por competencias institucional son: Comprender el contenido de la enseñanza como posibilitador de procesos de formación intencionados, con relación a la comprensión y reconocimiento del mundo objetivo para poder transformar el mundo o espíritu subjetivo y así, generar cambios en los espacios de cotidianidad donde existe y vive éste quien aprende. Reivindicar la alteridad, es decir, el reconocimiento del otro, el diálogo, la confrontación, la construcción colectiva, la apertura y la corrección en la educación y los procesos de formación y de desarrollo humano. Reivindicar el currículo por competencias como esfera pública y construcción socio cultura donde se encuentre inmersa la voz del educando y el educador como intelectual transformador. Promover espacios institucionales de reflexión pedagógica, de lectura, crítica e investigación por parte de los educadores para discutir y construir colectivamente propuestas educativas y formas y maneras diferentes de posibilitar la educación, 203 la formación y el desarrollo humano en términos del agenciamiento del educando por medio de la implementación del currículo por competencias. Construir colectivamente el horizonte pedagógico institucional, es decir, que este emerja de la reflexión crítica que hacen los educadores, educandos y comunidad. Capacitar a los educadores. Finalmente se puede plantear que cada objetivo específico fue alcanzado a través de los hallazgos, discusiones y conclusiones a las que se llegó por medio del proceso investigativo desarrollado, facilitando de esta manera interpretar los referentes pedagógicos y didácticos que el educador aplica en el aula, para posibilitar procesos de formación y desarrollo humano en el educando de la I.E. Félix María Restrepo Londoño del Municipio de La Unión (Antioquia) por medio de la implementación del currículo por competencias, lo cual, permite determinar que el interés general que se tenía para la investigación fue alcanzado. 5.4 RECOMENDACIONES Comprender el contenido de la enseñanza como posibilitador de procesos de formación intencionados, con relación a la comprensión y reconocimiento del mundo objetivo para poder transformar el mundo o espíritu subjetivo y así, generar cambios en los espacios de cotidianidad donde existe y vive éste quien aprende. Esta recomendación es una invitación a transformar la práctica didáctica desde la comprensión del contenido desde una mirada amplia, compleja y crítico reflexiva, 204 donde el contenido a enseñar surja a partir del diálogo y el acuerdo entre educador educando, en la que el educador sea consciente de que por medio de éste se pueden posibilitar procesos de formación y desarrollo humano integrales, situados, significativos, motivantes y con sentido para el educando. Para lograr esto es importante que el educador tenga en cuenta los siguientes criterios: reflexione con los educandos cuáles contenidos les gustaría que se abordaran en clase, es importante que el educador se apropie del contenido de manera profunda, defina cuál es la intención o el sentido formativo que este contenido tiene, es decir, el para qué ese contenido le va servir al educando, lo articule con el contexto, las problemáticas sociales, el momento histórico, las realidades y necesidades internas de quien aprende, además, es fundamental que el educador movilice conocimientos de otras áreas y transversalice el contenido con los proyectos formativos de la Institución, la concepción de ser humano, la sociedad que se desea favorecer y el desarrollo humano comprendido desde el agenciamiento del educando como finalidad formativa. Desde este planteamiento se asume la “enseñanza abierta” (Klafki, 1986) es decir una enseñanza que se construye entre educador educando y el aprendizaje se comprende como “aprendizaje social reflexivo” (Klafki, 1986) porque parte de la realidad interna del ser humano, del contexto, de la historicidad del educando para ser reflexionada y analizada en el aula por medio de los contenidos para volver a ella y transformarla, esto al ser llevado a cabo, puede mejorar los proceso de formación y desarrollo humano del educando posibilitados en la Institución, transformando un poco aquellos procesos posibilitados donde se evidencia un énfasis en los saberes técnicos, enciclopédicos y poco situados como resultado del aprendizaje del educando. 205 Reivindicar la alteridad, es decir, el reconocimiento del “Otro”, el diálogo, la confrontación, la construcción colectiva, la apertura y la corrección en la educación y los procesos de formación y de desarrollo humano. Reconocer al Otro es una práctica que el educador debe realizar, concebir que el educando también tiene argumentos para ayudar a construir el conocimiento, es darle un lugar más activo y privilegiado en el aula de clase, es orientarlo a la participación, a la actuación y a la toma de decisiones de manera autónoma, de esta forma el educando puede consolidarse como un interlocutor válido, como aquel que tiene razón, que propone y que da conocer su interioridad, facilitando al educador el conocimiento de sus realidades, necesidades y proyecto de vida, permitiendo que el educado articula esto a las experiencias formativas planteadas para el desarrollo de la clase. El educando hoy clama por su reconocimiento, por su actuación más participativa y en verdad lo necesita, esto es una invitación a que como educadores no se pierda la práctica activa que se requiere para ello, donde se debe contribuir a la configuración del ser humano desde la integralidad, por ello es importante dentro de la institución tener un acercamiento hacia el educando, comunicarse adecuadamente con él, darle amor, fraternidad, justicia y apoyo, quizá de esta manera pueden transformarse la práctica educativa y los procesos de formación y desarrollo humano que hasta el momento se han venido posibilitando en la institución. 206 Reivindicar el currículo por competencias como esfera pública y construcción socio cultura donde se encuentre inmersa la voz del educando y el educador como intelectual transformador. El currículo por competencias debe comprenderse como posibilitador de una finalidad formativa en el que se organiza de manera crítica y reflexiva la práctica educativa, buscando construir una cultura institucional por medio de acuerdos dialógicos entre educador – educando, donde este último se encuentre identificado dentro de dicha cultura escolar, para esto es importante que en la Institución se tenga en cuenta la participación y la voz del educando para la construcción del currículo, es decir, que en las jornadas pedagógicas relacionadas con esta práctica también participen los educandos, que los educadores dialoguen con ellos para poder develar cuáles son sus realidades internas, sus sueños, sus miedos, sus proyectos, sus necesidades sus intereses y así poder codificar todos estos asuntos socio-culturales en el currículo. Además de esto el educador debe convertirse en un agente educativo que se interese por investigar, por reflexionar y por proponer nuevas formas de hacer lo que se ha venido realizando, de acuerdo a las exigencias culturales y sociales que hacen parte del contexto en el que se encuentra la Institución, donde las prácticas sociales del educando queden reflejadas en el currículo, además, el educador debe responsabilizarse por la construcción de proyectos formativos en relación con la cotidianidad del educando, con su realidad interna y con su historicidad que permitan articular, transversalizar y movilizar conocimientos reduciendo de esta manera los procesos de formación tan fragmentado que en la actualidad se posibilitan en la institución, además, de generar motivación, interés y sentido a lo que el educando debe aprender. 207 Pero el currículo por competencias comprendido y construido así, posibilita procesos de formación para la participación, la reflexión y la toma de decisiones por parte del educando, lo que va posibilitando la oportunidad a este de adquirir capacidades para actuar, decidir sobre sí mismo, el mundo en el que está inmerso, además, de capacidades que le permiten en un futuro ser líder, generar justicia social y participar activamente en el ámbito político, social y cultural, buscando alcanzar la vida que desea porque tiene razones para valorarla, pero además, el educador tiene la oportunidad de reivindicar su práctica curricular y retomar el estatus social que cada uno se merece por la responsabilidad y la importancia que tiene para la sociedad el ser maestro. Promover espacios institucionales de reflexión pedagógica, de lectura, crítica e investigación por parte de los educadores para discutir y construir colectivamente propuestas educativas y formas y maneras diferentes de posibilitar la educación, la formación y el desarrollo humano en términos del agenciamiento del educando por medio de la implementación del currículo por competencias. Esta recomendación es una invitación para que el educador se disponga a realizar una reflexión sobre sí mismo, para que se observe, se describa, se narre, se juzgue y se transforme en función de la práctica educativa que realiza, buscando decolonizar su ser, su saber y su poder para que así pueda ver con lentes diferentes la realidad educativa, social y cultural, generando críticas reflexivas, no para quedarse sumido en una visión desesperanzadora, sino para construir colectivamente propuestas que faciliten emprender el camino hacia la utopía, porque el que no se decide hacerlo nunca se dará cuenta si en verdad se puede alcanzar el sueño o no. 208 Este es un llamado a salir de esa práctica pedagógica subordinada, atomizada e instrumentalizada que cada día se realiza, para iniciar una verdadera reflexión y cuestionamiento que en estos momentos necesita la educación y la formación del educando de la Institución, donde se hace urgente vincular y llevar a la práctica educativa la finalidad formativa centrada en el agenciamiento de este, para que así, en un futuro el municipio de La Unión este habitado por seres humanos líderes, capaces generar transformación en sí mismos y en el contexto en que están, cuidando de si y del medio. Esto sólo es posible si se rompen las barreas personales, si el colectivo de educadores inicia un trabajo en equipo, si se conforman grupos de estudio donde se reflexione, se lea y se escriba como resultado del desarrollo de investigaciones que se lleven a cabo en la Institución; en las manos del educador y de los procesos de formación y de desarrollo humano, que se posibiliten en la Institución, está el futuro de esta sociedad, no es una tarea fácil, pero tampoco es imposible de emprender, solo requiere de querer hacerlo con la responsabilidad, el esfuerzo y la dedicación que esto amerita. Construir colectivamente el horizonte pedagógico institucional, es decir, que este emerja de la reflexión crítica que hacen los educadores, educandos y comunidad. Esta recomendación surge debido a la poca adopción que han hecho los educadores y educandos de lo planteado en el PEI como horizonte institucional, pareciera que lo que se escribe allí no es lo que se da en la práctica educativa, incluso se desconoce en gran parte cuales son los fundamentos que sustenta estas decisiones, es por esta razón que se hace importante recomendar que el horizonte pedagógico se construya entre todos los actores involucrados o al 209 menos una muestra de ellos, para que así los seres humanos allí inmersos se vallan apoderando poco a poco de este discurso y puedan llevar de manera más fácil y significativa a su práctica educativa esto, siendo coherente lo que se plantea con lo que se hace en el aula. El asunto aquí no es que el educador recite lo que allí se encuentra, el asunto pasa más por una adopción de ello, es decir, por una incorporación y comprensión de dichos fundamentos teóricos que le sirvan de referente para orientar su práctica educativa y así evidenciar la posibilitación de procesos de formación y desarrollo humano coherentes y articulados, construyendo colectivamente una cultura escolar diferente en la que se observe un trabajo cooperativo, colaborativo y acoplado entre todos los educadores que hacen parte de la Institución, beneficiándose de esta manera los procesos de formación y desarrollo humano del educando y por ende la comunidad Unitense. Capacitar a los educadores. Pues la capacitación desde una mirada crítica de la educación puede ayudar a que los educadores comprendan la relación de escuela-sociedad-cultura-ser humano-estado de manera diferente y esto puede facilitar la decolonización del ser, lo cual, aportaría bastante para que el educador pueda transformar su práctica educativa, además, tendría mejores argumentos epistemológicos y por lo tanto otros saberes o referentes que podrían enriquecer la práctica que como educador realiza, aportándole esto a mejorar los procesos de formación y desarrollo humano del educando. 210 La actualización es una responsabilidad que depende de la autonomía del educador, y lo puede hacer por medio de la lectura y la discusión de ella con sus pares para construir de esta manera conocimientos significativos y colectivos que estén concentrados en transformase a sí mismo y por ende transformar su práctica educativa desde lo pedagógico, lo didáctico y lo curricular comprendiendo de otra manera estos elementos constitutivos de su práctica. Para finalizar, es importante aclarar, que el proceso de investigación culmina en una primera fase, dejando abierta la posibilidad para que en otro momento se continúe con la segunda etapa, por medio de una Investigación Acción participación donde se construyan diversas propuestas educativas desde lo curricular, lo pedagógico y lo didáctico para contribuir al mejoramiento en los procesos de formación y desarrollo humano posibilitados en los educandos que hacen parte de la institución educativa Félix María Restrepo Londoño del municipio de la Unión Antioquia. 211 6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acevedo, A. (1988). El proceso de la entrevista: conceptos y modelos. Ciudad de México: Limusa. Apple, M. (2008). Ideología y currículo. Madrid: Akal. Arnal, J. (1995). Técnicas de investigación en ciencias sociales. Madrid: Dykinson. Arrieta, G., & Araque, C. (2006). La Observación base metodológica de la investigación. INIA, IX(9), 47-51. Bauman, Z. (2007). 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Sinaloa: Universidad pedagogica nacional. Zuluaga, O., & Echeverri, A. (1988). Educación y pedagogía: Una diferencia necesaria. Educación y pedagogía(13), 4-9. 217 LISTA DE ANEXOS ANEXO A: ATLAS. TI. Como se ilustra en la figura, se realizó la codificación de la información o los datos, donde en un principio se determinaron las categorías apriorísticas o códigos, para luego por medio del Atlas. Ti seleccionar las citas con sentido de las entrevistas y las guías de observación, para codificarlas en la categoría a la que pertenecieran, permitiendo este proceso elaborar el mapa que se muestra en la figura de donde emergieron otros códigos o subcategorías, a los cuales, se le asignaron de acuerdo a la interpretación algunas citas o datos. Es importante aclarar que este es sólo un ejemplo, pero que para cada categoría inductiva se realizó el mismo ejercicio interpretativo. 218 ANEXO B: MATRIZ DE TRIANGULACIÓN DE LA INFORMACIÓN. REFERENTE CONCEPTUAL CATEGORIAS INDUCTIVAS REPORTE OBSERVACIÓN EDUCADORES DE AULA REPORTE ENTREVISTA EDUCADORES DIRECTIVOS REPORTE ENTREVISTA EDUCADORES DE AULA REPORTE ENTREVISTA EDUCANDOS COMPETENCIA: Las competencia es definida como el conjunto de saberes, capacidades y disposiciones que hacen posible un actuar de manera significativa en contextos” la competencia desde la propuesta de Carlos augusto Hernández tiene las siguientes características: primero se debe pensar crítica y constructivament e sobre qué se entiende por competencia y cuales competencias se potenciarán en el educando, segunda, se debe comprender que la competencia es una capacidad que se potencia desde el interior del ser para que pueda alcanzar lo que quiere ser, tercera, los saberes son conocimientos científicos o empíricos que se INTENCIÓN FORMATIVA: REFERENTE: REFERENTE: FIN FORMATIVO: Da a conocer a los educandos la competencia a desarrollar durante las sesiones de clase. El referente de competencia que tienen los directivos son los siguientes: El referente de competencia que los educadores de aula tienen es el siguiente: Saber hacer en contexto, para que con lo que sabe pueda resolver una situación problemática que se le entregue. (Coor) la competencia la están utilizando como una Habilidad o como una destreza. Comment: En ninguna de las clases, el educador hace explicita la o las competencias a trabajar durante la clase, es decir, no se le socializa a los educandos el porqué ese contenido y para que se lleva a cabo la clase de esa manera. Es lo que el estudiante adquiere en la escuela para posteriormente insertarse en el mundo laboral. (Rector) Es aquello que le permite al ser humano actuar coherentemente en el espacio en el que se encuentre (Coor) FIN FORMATIVO: Para subsistir el medio de subsistencia 219 Inclusive que muchas veces he tenido hasta como se dice dudas al respecto, o sea no tenemos mucha claridad, Comment: El concepto de competencia es confuso y no se tiene claridad frente a como implementarse en el aula de clase para promover procesos de formación y desarrollo humano por parte del educador, pero yo si entiendo que es cuando una persona sabe hacer algo en un ¿Competencia? Pues, competir con los demás compañeros, como cada uno ser mejor, sobresalir Competencias, como intentar ser mejor que otro. ¿La competencia? Me parece que son como unas habilidades a desarrollar, como algo que usted debe de potenciar para usted poder salir adelante. Nunca quedarse atrás y salir adelante. Pues yo creo que la palabra competencia es competir por uno mismo y competir por lo que uno quiere Competencia, es construyen y se comprenden colectivamente para transformar la realidad personal y social, cuarta las disposiciones son la formas y los modos de actuar y obrar de acuerdo a las circunstancias para relacionarse con el Otro y consigo mismo, quinta, el saber se comprende, no se reconoce mentalmente sino que se incorpora en el ser, sexta, el actuar humano debe estar permeado por la responsabilidad, el amor, la sensibilidad y el cuidado de sí. viene a decir un ser humano qué quiero las competencias para ser brillante no para subsistir un empleo para que los recursos económicos una mejor calidad de vida y la mejor calidad en este mundo es bienes materiales. Comment: Desde los referentes de este directivo, las competencias tienen un fin formativo que está centrado en lo laboral, en lo productivo, en lo económico, además, se cree que las necesidades humanas son satisfechas sólo por lo material y el dinero, en esta persona se rescata lo humano, el sentido humanista, pero se tiene concebido como fin de la educación la inmersión del educando al mundo laboral. Proyección al mundo laboral 220 medio determinado. FIN FORMATIVO. las competencias, principalmente, es para desarrollarse dentro de un medio, desenvolverse o para ejercer una profesión, Comment: Desde esta postura de las competencias se marca un acento fuerte de que estas están orientadas a la formación laboral del educando, es decir, que el educando debe insertarse en contexto laboral productivo que representa el desarrollo económico de la sociedad, aunque se rescatan las competencias ciudadanas no hay suficiente claridad para potenciarlas por medio de la práctica educativa dentro del aula de clase, además, el fin sigue siendo lo laboral y productivo, visto como, la relaciono como emprendimiento, porque competencia es como salir adelante, como querer, pensar, disfrutar también. Competencia para mí es como una lucha, profe, pero es como una lucha de uno mismo, como de sobresalir, de ayudarse uno mismo para hacer alguien. un reto con otra persona, sino un reto consigo mismo, eh… un reto que uno no siempre debe de darse ese reto, pues, como para ser el ganador, sino para proyectarse a un futuro o algo. Que uno dice, no competir por uno mismo o ser mejor que otro. INTENCIÓN FORMATIVA: Pues no, no lo Actuar coherentemente en espacio en que se encuentra. Capacidad para proyectarse a la vida, defenderse en la vida y proponer para ser líder de una sociedad y no ser pisoteado. esto desde los ingresos económicos y la adjudicación de lo materia han dejado claro. Formar un estudiante competente es que tenga todas las herramientas para enfrentarse a un problema que le van a poner. Según el testimonio de el educando el educador en sus clases no ha dejado muy claro que es una competencia y cuál es su importancia para la vida cotidiana del ser humano Prepararlo algo. TIPO DE COMPETENCIAS : ciudadanas, científicas, laborales, comunicativas, para Para ejercer una profesión. El concepto se consigue en cualquier parte pero lo más importante es el ser humano. Un propositivo. No, las competencias un profesor a uno nunca se las he explicado, pero esa cosa del área, tampoco pues como mucho. ser TIPOS DE COMPETENCIAS : ciudadanas, laborales, científicas, comunicativas. 221 Comment: No, yo no las conozco Comment: las competencia s no se dan a conocer ni se argumenta la importancia del desarrollo de esas competencia s para la vida del ser humano o educando Sí, en algunas, pues o que yo recuerde, pues, de algunas, llegan y dicen, bueno muchachos, vamos a desarrollar, bueno, tales competencias CURRÍCULO: “No es un idea o concepto, sino una construcción cultural y social, que permite organizar el conjunto de prácticas educativas” desde lo que propone Shirley Grundy el currículo tienen tres enfoques, el primero es el conceptual, donde en la organización y codificación de la práctica educativa en relación a la intención formativa a promover se tienen en cuenta los referentes que los actores involucrados en ORIENTADOR DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA: Existe relación entre los contenidos trabajados en clase y lo establecido en el currículo por competencias que tiene la institución. CARACTERÍSTICAS D.C.C: REFERENTE: el currículo es el Es una cosa muy amplia, todo lo que tenga que ver con la educación es currículo. conjunto de todo, la estructura la base de todo qué es el cimiento educativo DEL MUNDO DE LA VIDA COTIDIANA, TRANSVERSALIDAD Y MOVILIZACIÓN DE CONCOMIENTOS: 11. Establece Coherencia entre objetivo, contenido, competencia, REFERENTE. X -La construcción que hago es debido a mi experiencia que llevo como docente, a miles de capacitaciones que uno recibe, donde recibe ciertas posturas que hablan del currículo. Es un conjunto de cosas que están como metidas en el PEI, hay van los planes de área, ahí van las estrategias que uno como docente utiliza para llevar sus clases, ahí va los métodos van los planes de áreas. Comment: El referente de currículo es construido en la 222 currículo viene a ser la estructura CRITERIOS PARA LA CONSTRUCCIÓ N DEL CURRÍCULO: Pues sí tiene relación ya que podemos ser alguien importante en un futuro Comment: los contenidos desarrollados permiten adquirir conocimientos para poder tener una vida futura más digna uno pensara, no, eso a mí no me sirve, yo para que estudio viendo que eso a mí no los procesos educativos tienen, además, de las expectativas de los educandos y el contexto, el segundo tiene que ver con el currículo como construcción cultural, es decir, que en esta práctica educativa deben estar inmersos los modos y formas de ser, donde queden representados en la cultura escolar las tradiciones, sueños, miedos, costumbres, valores y todo aquello que esté relacionado con el mundo de la vida cotidiana del educando y el tercer enfoque, se refiere al currículo como construcción social, lo que exige que esta práctica educativa retome la voz del educando, el educador como intelectual transformador y el currículo como esfera pública, convirtiéndose así en una construcción colectiva que permitirá trasladar a la escuela las mundo de la vida cotidiana y característica psicológica de los educandos. 12. Motiva a los alumnos hacia el aprendizaje significativo. X Comment: estos items se observan a veces en el desarrollo de la clase, en pocas ocasiones aparecen 11. Establece Coherencia entre objetivo, contenido, competencia, mundo de la vida cotidiana y característica psicológica de los educandos. 12. Motiva a los alumnos hacia el aprendizaje significativo. 13. Realiza movilización de conocimiento s de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el X mund o de la vida X X gran mayoría de los casos por la experiencia educativa más que por el acercamiento a posturas teóricas y discursos que girar en torno a este concepto, es decir, son más las creencias que los saberes o posturas teóricas que se tengan, igual los dos son construcciones que surgen como unidades culturales que tienen significados para cada educador. el currículo como tal, yo creo que como tal tiene que ver con todos los elementos que se hablan a nivel institucional, con todos los procesos que se dan en la institución, llámense procesos académicos, llámense procesos que tienen que ver con la parte comportamental, actitudinal es decir, el currículo qué es la conformación de todo lo que se viene dando en 223 pedagógica que nosotros diariamente en las aulas de clase desarrollamos. Sabemos de qué tan bien hay otras teorías que de una u otra manera le sirven a uno para aprender y para aplicar. No las recuerdo Comment: El referente de currículo es construido desde la experiencia, es decir, desde la creencia. yo entiendo por currículo, que es como un formato que uno tiene o que o a uno le ponen y usted lo único que tiene que hacer es llenarlo -No, en la universidad a vos nunca te hablan de nada de esas cosas, sino que a vos sólo te embuten conocimiento ventiado y nos preparan para nosotros ser… me sirve, pero en realidad en el futuro, lo que los profesores en este momento no están haciendo las cosas en vano. Comment: En el momento no se ve con mucha relación lo que se enseña con la vida cotidiana, pero el educando siente que en un futuro le va a servir, pero es importante relacionar el contenido con las prácticas sociales del educando y como este le puede aportar a vivirlas mejor o transformarlas. Pues, yo diría que si tiene como relación, aunque muchas veces no le veamos la relación, Comment: La relación del currículo con las prácticas sociales del educando está implícito, pero en muchas ocasiones no se hace explícito en prácticas sociales que hacen parte de la vida y existencia de los educandos. educando 14. Establece relación transversal del contenido con proyectos formativos que tiene la institución y las competencias a desarrollar una institución educativa X Comment: El referente sobre currículo se confunde con todo lo que implica la educación, lo cual reduce la educación al currículo. Comment: Desde la puesta en escena del currículo por competencias, se observa ciertas dificultades para desarrollar estos items, pareciera ser que el contenido se limita a lo instrumental, el concepto, y no se abre a otras dimensiones del ser humano, en especial con lo que tiene que el contenido con el mundo de la vida cotidiana de estos jóvenes. 10. Realiza un tratamiento contextualizado de los conceptos en relación con lo glo-local. 11. Establece Coherencia entre objetivo, contenido, competencia, mundo de la vida cotidiana y característica psicológica de los educandos. X por ejemplo una especialización en currículo, sin embargo yo diría pues que ahí lo único que me quedo claro medianamente fue que currículo, es todo y es nada, si nosotros conociéramos más sobre estos conceptos, sobre estos principios que rigen algunas teorías en educación sería mucho mejor la práctica, queda claro, porque eso es mucho más efectivo. Comment: X Existen lagunas conceptuales en cada unas de las categorías que están inmersas en la educación, que en la vos de los directivos se ven reflejadas en las falencias que 224 le desarrollo de las clases. CRITERIOS PARA LA CONSTRUCCIÓ N DEL CURRÍCULO: Las necesidades del contexto, El perfil del estudiante, la visión de la institución, la misión, los contenidos que estipula el ministerio, son esas cosas. Yo tengo en cuenta Principalmente al joven en el contexto. cuáles son las materias en verdad que pueden ser pertinentes para el muchacho pero pues en general la otras áreas, uno si se queda como a veces con unos temas que eso para que le va a servir a uno, en estos momentos eso no sirve. Comment: En ocasiones los temas son tan técnicos y abstractos de la realidad que el educador se le hace difícil ligarlo con la cotidianidad del educando, lo cual, lo lleva a perder sentido y valor formativo, además, de la indisposición por aprenderlo. Muy poca. La participación también del muchacho. Que sea currículo participativo. un Comment: El currículo está un poco desligado de la realidad del educando, de su mundo de la vida cotidiana. 12. Motiva a los alumnos hacia el aprendizaje significativo. 13. Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando. 14. Establece relación transversal del contenido con proyectos formativos que tiene la institución y las competencias a desarrollar Comment: X X se tienen para pensar la práctica educativa desde cada uno de los elementos que la componen. DISEÑO CURRÍCULAR POR COMPETENCIAS : REFERENTE: X Con relación a estos items el educador tiene ciertas dificultades para contextualizar el contenido con las prácticas sociales, mundo de la vida y motivaciones personales de los educandos, además, se cierra en el concepto y no abre el contenido para desarrollarlo de manera transversal y movilizando conocimientos de otras áreas, asunto que es fundamental para la implementación adecuada del currículo por competencias. CRIRTERIOS PARA LA CONSTRUCCIÓ N DEL CURRÍCULO: diagnóstico de su contexto Los procesos de evaluación eso es fundamental en todo y por todo y la evaluación también en la escuela me parece que ha sido muy reduccionista. Voluntad y ganas. DISEÑO CURRICULAR POR COMPTENCIAS: REFERENTE: Realiza un tratamiento contextualizado de los conceptos en relación con lo glo-local. (SIEMPRE) Es donde se viene armando y planeando una serie de 225 Comment: Es un formato. Son planes área. de Es como mazamorra, veo yo. una lo Es la teoría que el ministerio de educación quiere implementar en Colombia. Es una forma de regular la educación y controlar las instituciones. lo que la general educación demanda. Más que todo son construidas por ellos, pero también pues nosotros aportamos, pero más que todo por ellos. ley de Es una forma de regular el que hacer mío con los muchachos. El currículo en estos momentos no se percibe como una esfera pública por parte de los educandos, ni como construcción social que se lleva a cabo entre educador y educando En algunas veces pero muy pocas. Comment: la voz del educando para toma de decisiones curriculares no es muy valorada, lo cual, deja en evidencia que el educando sigue asumeindo un rol pasivo en el proceso de enseñanza aprendizaje, además, de ser subvalorado como si su Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando (SIEMPRE) 13. Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el educando 14. Establece relación transversal del contenido con proyectos formativos que tiene la institución y las competencias a desarrollar X X actividades curriculares. IMPORTANCIA DEL D.C.C: opinión no fuera válida es lo mismo que se venía trabajando hace años en e diseño curricular por objetivos conductuales Pues para mi tiene mucha importancia cierto porque tu sabes que esa es como la carta de navegación de uno, entonces si yo no tengo claro eso, si yo no tengo unas buenas bases entonces, sale haciendo uno un trabajo por hacerlo y ya un trabajo vacío, por eso te digo que tiene muchísima importancia. No Nunca les han preguntado eso No Es ajustar el que hacer de la escuela a un ejercicio planteado desde afuera. Es una imposición gubernamental que se debe implementar en la educación. Comment: el currículo no se evidencia como una construcción social y cultural en la cual debe estar inmersa la voz del educando. eso ya como que cada profesor llega ya con su planeación pues elaborada, y es lo que él diga, Comment: Comment: no se obsernvan en el desarrollo de la clase, el educador se centra sólo en su área y el contenido que permite abrirse a otras asignaturas para orientar asuntos éticos, morales, políticos y demás se aborda poco de esta manera Realiza movilización de conocimientos de otras disciplinas para desarrollar el contenido y las competencias en el IMPORTANCIA DEL D.C.C: Eso le permite transformar totalmente su práctica pedagógica transformar y generar nuevas estrategias utilizar nuevo recursos porque eso es lo que trae ese diseño anteriormente el maestro era muy 226 El currículo de la institución cada vez se limita a esconder la voz del educando, a no reconocer las prácticas sociales que ellos desarrollan cotidianamente y se cierra o no ser una esfera pública o una construcción social. Eh… la mayoría de las veces, educando (siempre). MUNDO DE COTIDIANA: LA cerrado, VIDA Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos. NUNCA. Comment: este ítem se da en la clase muy poco, el contenido queda en la gran mayoría de los casos en el discurso y teoría y no se baja a la realidad de los educando, es decir, no se articula con su mundo cotidiano Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus educandos, NUNCA. Comment: Estos dos ítems se observan a veces y el contenido permite abordarlos, pero se observan falencias para trasformar el contenido en contenidos formativos, teniendo en cuenta otros aspectos que hacen arte de la formación y el desarrollo humano. nuevo diseño curricular o el Nuevo que hagamos o que se haga, o el que se proponga, debería considerar que la escuela, que el aula de clase y que el concepto, son simples pretextos; pretextos que, para buscar la formación de ese ser humano que como institución deseamos tener. es muy complicado, es una herramienta que ha sido útil, debería ser muy útil, pero que si usted me pregunta en la realidad, diría que no es útil, diría que estamos haciendo lo mismo hace 50 años. 227 siempre, pues, ha sido construida mediante el educador, por los temas que él cree pues que son los necesarios para enseñarnos. Comment: El currículo es una práctica del educador donde el educando pierde protagonismo, voz y decisión, lo que lo deja aislado de la realidad y del mundo de la vida cotidiana del educando. 52. Contribuye al X desarrollo de las posibilidades comunicativas de sus educandos. 52.1 Propicia X el desarrollo de juicios de valor, con adecuadas argumentaciones 53. Motiva a sus X educandos para actuar dignamente en la sociedad y el mundo en el que viven. Comment: Estos ítems se observa, pero desligados del contenido, es decir, pareciera ser que el contenido no permite abordar estos elementos, pero en el fondo de él probablemente se puedan abordar. ALBERTO: 50.3 Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos. 50.4 Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos X X 228 relacionados con la vida cotidiana de sus educandos 51. Fomenta a través de sus discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos. Comment: X El contenido es muy técnico e instrumental, la pregunta o cuestionamiento que genera es cómo articular este contenido a la realidad o mundo de vida cotidiano del educando, para que lo sientan más cercano y a fin a su prácticas sociales, además de aprovecharlo para discutir sobre asuntos éticos, políticos, morales, estéticos y demás. OSCAR: 50.3 Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos. 50.4 Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con X X 229 la vida cotidiana de sus educandos 51. Fomenta a través de sus discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos. X Comment: Estos ítem no se observan en esta clase, ya que el contenido desarrollado tienen un carácter o lógica muy técnica, que requiere de comprender los conceptos, pero es importante buscar como relacionarlo con la cotidianidad para que los educandos le encuentren sentido al aprender lo que se les pretende enseñar. 50.3 Aprovecha las potencialidades ideológicas del contenido para contribuir al desarrollo de valores y principios éticos. 50.4 Analiza situaciones políticas coyunturales, problemáticas sociales y casos relacionados con la vida cotidiana de sus X X 230 educandos 51. Fomenta a través de sus discurso la importancia del cuidado de sí, el reconocimiento de sí y la importancia de pensarnos. Comment: X Durante la clase no se observan estos ítems, porque se centró el trabajo teórico conceptual que deberían aprender los educandos, lo que genera que estos no emerjan en el desarrollo de las clases. Después de haber elaborado el mapa en el Atlas. Ti, se realizó esta matriz, la cual es sólo un ejemplo de lo que se hizo con cada categoría, permitiendo este instrumento de análisis de la información realizar la triangulación de la misma, facilitando llegar por medio de la interpretación a los hallazgos, conclusiones y recomendaciones del trabajo investigativo. 231