sumario CASO CLÍNICO Sarna noruega. Tratamiento con ivermectina E. GIMENO CARPIO, M. VELASCO PASTOR, F. MILLÁN PARRILLA, C. PUJOL MARCO Servicio de Dermatología. Hospital Arnau de Vilanova. Valencia. La sarna noruega es una forma particular de sarna mucho más frecuente en pacientes inmunodeprimidos que en la población general. Se caracteriza por la gran cantidad de parásitos que albergan las lesiones, motivo por el cual es altamente contagiosa y difícil de tratar. Presentamos el caso de una paciente VIH con sarna noruega, que respondió muy bien al tratamiento oral con ivermectina en dosis única, junto con la aplicación tópica de queratolíticos. Describimos las características clínicas de esta forma de sarna, discutimos el uso de ivermectina en el tratamiento de la sarna y destacamos su utilidad en casos de sarna noruega. Palabras clave: Sarna Noruega. Inmunodeficiencia. Ivermectina. Norwegian (crusted) scabies is a particular kind of scabies, more frequent seen in immunodepressed patients than in general population. In norwegian scabies, the skin is infested with thousands of mites, cause of is highly contagious and difficult to treat. We report a HIV-infected woman with norwegian scabies, that showed good response to oral ivermectin and topical keratolitics. We describe the clinical features of norwegian scabies and discuss the treatment with ivermectin. Key Words: Norwegian scabies. Immunodeficiency. Ivermectin. ■ Introducción En 1848, Danielssen y Boeck describieron por primera vez una forma de sarna particularmente conta- giosa en pacientes noruegos inmunodeprimidos a consecuencia de la enfermedad de Hansen. A esta forma de sarna, causada al igual que la sarna común por el Sarcoptes scabiei var. Hominis., se la denomina sarna noruega, costrosa o hiperqueratósica y se caracteriza por la presencia de gran cantidad de parásitos en las lesiones cutáneas (1). Su incidencia se ha visto incrementada en los últimos años en relación con el aumento de la incidencia de la infección VIH (2). La sarna noruega clínicamente se manifiesta con placas blanco grisáceas, gruesas y friables, a menudo fisuradas, de aspecto psoriasiforme (3), que pueden tener una distribución difusa o afectar a determinadas zonas del tegumento cutáneo, produciendo prurito que puede ser variable (1). Su diagnóstico se confirma con el examen microscópico de escamas cutáneas tomadas mediante el raspado de las lesiones, observándose la presencia de parásitos, huevos y heces (3). El tratamiento de la sarna noruega representa un serio problema (4), debido, por un lado, a la gran cantidad de parásitos que albergan las lesiones, lo que hace muy difícil su erradicación solamente con terapia local, y por otro lado, a la poca penetración del tratamiento tópico a través de las gruesas lesiones costrosas (5). Sin embargo, el uso de la ivermectina oral, sola o combinada con tratamiento tópico, ha supuesto un gran avance en el tratamiento de esta forma de sarna (6). ■ Caso clínico Mujer de 29 años de edad, politoxicómana y prostituta, con antecedentes de hepatitis C e infección VIH categoría B III, en tratamiento con zidovudina, lamivudina e indinavir, que presentaba prurito generalizado de predominio nocturno, de tres meses de evolución, junto con máculas eritematoescamosas extensas y confluyentes, que llegaban a afectar la práctica totalidad del tegumento cutáneo, dándole un aspecto eritrodérmico, lesiones de rascado y gruesas placas queratósicas de aspecto cretáceo en miembros inferiores (Fig. 1), cuello, pabellones auriculares, pies y manos (Fig. 2); en estas dos últimas localizaciones 259 Vol. 4, Núm. 4. Mayo 2001 Figura 1. Placas queratósicas blanco-grisáceas compactas, que afectan a la extremidad inferior. Figura 3. Imagen del ácaro Sarcoptes scabiei en el examen directo al microscopio óptico. las placas hiperqueratósicas eran de mayor grosor y estaban profundamente fisuradas. Se practicó una visión directa al microscopio de las escamas cutáneas obtenidas tras el rascado de las lesiones, que permitió observar la presencia de ácaros (Fig. 3) y sus huevos. En el estudio analítico realizado destacaba una disminución de las células T4 de 0.12 x 10 9/l, con una disminución del cociente T4/T8 de 0.2, junto con una carga viral de VIH de 210.116 copias RNA/ml. El resto de determinaciones analíticas practicadas, que incluían R, F, bioquímica, estudio de la coagulación y sedimento y anormales en orina eran normales. Con el diagnóstico de sarna noruega, se administraron a la paciente 12 mgr. de ivermectina por vía oral en dosis única. Para facilitar la resolución de las placas queratósicas utilizamos la aplicación tópica de vaselina salicílica al 5% y para prevenir la sobreinfección bacteriana baños de permanganato potásico al 1:10.000 y cloxacilina por vía oral a dosis de 500 mgr. cada 6 horas. Por último, y como tratamiento sintomático del prurito, se prescribió hidroxicina a razón de 25 mgr. cada 8 horas por vía oral. ■ Figura 2. Gruesas lesiones hiperqueratósicas, fisuradas y discapacitantes en ambas manos. 260 Discusión La sarna es una patología emergente en los últimos años, en relación sobretodo con la infección VIH (7). Por el mismo motivo ha aumentado su incidencia la sarna noruega, que se da sobretodo en inmunocomprometidos, bien por la infección VIH, por corticoterapia sistémica o tópica (8), trasplantes (3) o hemopatías (9); así como en enfermos con retraso mental y trastornos neurológicos (3). El diagnóstico de esta variedad de sarna debe orientarse a partir de las lesiones clínicas, teniendo en cuenta que muchas veces el prurito no es intenso o está ausente (1). La presencia de gruesas placas hiperqueratósicas y fisuradas, a veces extensas, obliga a descartar otras dermatosis tales como psoriasis, ictiosis o enfermedad de Darier (10). En nuestro caso, al tratarse de una paciente inmunocomprometida, con prurito intenso de predominio nocturno y con lesiones compatibles clínicamente con esta variedad de sarna, orientamos el diagnóstico, que se confirmó con la presencia del parásito en el examen microscópico de las escamas de las lesiones cu- sumario Sarna noruega táneas. Por otra parte la sarna noruega es más frecuente en pacientes VIH con cifras de células T4 < 0.2 x 109/l (2), como nuestra enferma. El CDC recomienda para el tratamiento de esta variedad de sarna, en pacientes VIH, permetrina al 5% en crema (2), y aunque se apunta el uso de ivermectina como alternativa terapéutica (11), hay que señalar que todavía no ha sido aprobada para esta indicación por la FDA. Teniendo en cuenta la dificultad de resolver este tipo de sarna exclusivamente con tratamiento tópico, decidimos tratar a nuestra paciente con ivermectina por vía oral con una dosis única de 200 mg/Kg., de acuerdo con la literatura (6,12). La ivermectina es un antibiótico semisintético, derivado de las avermectinas, con una actividad antiparasitaria potente y de amplio espectro (13). Es un fármaco seguro, fácil de administrar, particularmente eficaz en inmunodeprimidos (1) y que hasta ahora no ha producido resistencias (14). En nuestro caso la administración, en dosis única, de ivermectina por vía oral, junto con la aplicación de queratolíticos y antisépticos, resolvió el cuadro clínico. La ivermectina supone el primer tratamiento oral de la sarna, y es especialmente útil en la sarna noruega. Bibliografía 1. Cestari SC, Petri V, Rotta O, Alchorne MM. Oral treatment of crusted scabies with ivermectin: report of two cases. Pediatr Dermatol 2000; 17: 410-4. 2. Czelusta A, Yen-Moore A, Van der Straten M, Carrasco D, Tyring SK. An overview of sexually transmitted diseases. Part III. Sexualy transmitted diseases in HIV-infected patients. J Am Acad Dermatol 2000; 43: 40932. 3. Chosidow O. Scabies and pediculosis. Lancet 2000; 355: 819-26. with benzyl benzoate in the treatment of human immunodeficiency virus-associated scabies. Br J Dermatol 2000; 142: 969-72. 6.-Meinking TL, Taplin D, Hermida J, Pardo R, Kerdel FA. The treatment of scabies with ivermectin. N Engl J Med 1995; 333: 26-30. 7. Usha V, Gopalakrishnan Nair TV. A comparative study of oral ivermectin and topical permethrin cream in the treatment of scabies. J Am Acad Dermatol 2000; 42: 236-40. 4. O’Donnell BF, O’Loughlin S, Powell FC. Management of crusted scabies. Int J Dermatol 1990; 29: 258-66. 8. Jaramillo-Ayerbe F, Berrio-Muñoz J. Ivermectin for crusted Norwegian scabies induced by use of topical steroids. Arch Dermatol 1998; 134: 143-5. 5. Alberici F, Pagani L, Ratti G, Viale P. Ivermectin alone or in combination 9. Gladstone HB, Darmstadt GL. Crusted scabies in a immunocompetent child: treatment with ivermectin. Pediatr Dermatol 2000; 42: 144-8. 10. Gach JE, Heagerty A. Crusted scabies looking like psoriasis. Lancet 2000; 19: 650. 11. Taplin D, Meinking TL. Treatment of HIV-related scabies with emphasis on the efficacy of ivermectin. Semin Cutan Med Surg 1997; 16: 235-40. 12. Fernández JM, Franco R. La ivermectina en el tratamiento de la sarna. Piel 2000; 15: 48-51. 13. Campbell WC, Fisher MH, Stapley EO. Ivermectin: a potent new antiparasitic agent. Science 1983; 221: 823-8. 14. Meinking TL, Elgart GW. Scabies therapy for the millennium. Pediatr Dermatol 2000; 17: 154-6. Correspondencia: Enrique Gimeno Carpio Avda. Menéndez Pidal, 11, 18ª 46009 Valencia E-mail: egimeno@comv.es 261