Elementos para el análisis de una profunda crisis Extraído de Viento Sur http://vientosur.info/spip.php?article457 Debate Elementos para el análisis de una profunda crisis - solo en la web - Fecha de publicación en línea: Miércoles 27 de junio de Fecha de redacción: 27 de junio de 2007 2007 Copyright © Viento Sur - Todos derechos reservados Copyright © Viento Sur Page 1/4 Elementos para el análisis de una profunda crisis Voy a tratar de enumerar y esbozar algunas de las causas que, a mi juicio, están detrás de la profunda crisis que atraviesa a la izquierda política (la que pretende transformar la sociedad capitalista, y no limitarse a gestionarla) en nuestro país, y que deberán analizarse y trabajarse si de verdad pretendemos salir del agujero en el que nos encontramos. La falta de un análisis de la sociedad actual La acumulación capitalista es ahora más formidable que en épocas pasadas. Se ha producido una enorme concentración de los medios de producción, distribución y comunicación en cada vez menos manos, lo que supone un gran poder real por parte de los agentes del capitalismo. La dinámica neo-liberal, post-fordista y deslocalizadora, ha desmembrado a la clase obrera de una manera estructural, cambiando por completo las perspectivas de organización y movilización del principal sujeto revolucionario. Además, la extensión de la sociedad del consumo, ha convertido a los ciudadanos en meros consumidores de objetos y de emociones manipuladas por los grandes medios de comunicación. Y el capitalismo ha conseguido extender su base popular de manera muy notable, con la participación masiva en las inversiones especulativas, sea a pequeña o gran escala. España (concepto más que discutible, por cierto) forma parte ya del primer mundo, el que vive a costa de los demás, el que genera guerras y destrucción para mantener su nivel de vida, el que se tiene que acorazar para mantener sus privilegios. La población de estos países, la que tiene derechos (es decir la nativa), siente la fragilidad de su situación, y tiende a demandar protección y seguridad frente al supuesto competidor o enemigo, lo que crea el caldo de cultivo de las tendencias reaccionarias, más o menos civilizadas. El fascismo español no sólo derrotó a una revolución social, sino que eliminó cualquier resto de aquélla, en uno de los genocidios más crueles de la historia. La mordaza en la que vivió este país durante el franquismo dejó secuelas difíciles de borrar, siendo una de las más notables y dañinas la aversión de la población por la política. La falta de una estrategia Sabemos, supongo, lo que el capital quiere, y también lo que quiere el PP. La llamada socialdemocracia sabe que no se va a salir del redil capitalista, y su actuación da bandazos en el margen de más o menos políticas sociales, pero nunca se enfrentará al verdadero poder que mueve la maquinaria del capital. ¿Sabemos lo que queremos nosotros? ¿El comunismo o el socialismo, en alguna de sus versiones? ¿O el simple reformismo bienintencionado? ¿Existe un proyecto coherente de superación del capitalismo? ¿Tenemos una estrategia adecuada al contexto del lugar del planeta en que nos ha tocado vivir?. Sin un proyecto de sociedad, no pintamos nada, no tenemos credibilidad, y como mucho sólo aspiraremos a ser unos buenos chicos/as que sirvan de florero del sistema. Esa estrategia anticapitalista (es al menos la que a mí me interesa) requiere definir cómo serán, en la nueva sociedad a la que aspiramos, las relaciones económicas y la propiedad de los medios de producción, en una visión histórica que tenga capacidad de superación de las experiencias pasadas. Pero además deberá contemplar cómo se puede llegar a esa situación, cómo vencer a los poderosos medios (militares, represivos, legislativos y de comunicación) que el enemigo pone en funcionamiento siempre que se ve amenazado. La falta de organización a diferentes niveles Carecemos de organizaciones de masas dispuestas a luchar por la transformación social, en particular de la clase obrera, que es la que mantiene en funcionamiento el aparato productivo, descontaminadas del burocratismo e institucionalización en que han caído las principales organizaciones en los últimos 30 años. Unas organizaciones de masas con raíces en los centros de trabajo y los territorios, con capacidad de plantear realmente una revolución (sí, revolución), una toma del poder político y social. Organización política, que se deba a un programa transformador, en permanente revisión, pero basado en una ideología. Que sea capaz de combinar la democratización real de sus estructuras, y la eficaz dedicación de sus Copyright © Viento Sur Page 2/4 Elementos para el análisis de una profunda crisis dirigentes. Que se dote de importantes medios humanos, con capacidad de sacrificio y dedicación, que pueda articular y organizar a la población frente a los poderosos medios del capital. Y mientras tanto.... Cualquier proyecto que no contemple estos tres niveles de la reconstrucción ideológica, política y organizativa, está condenado al fracaso a medio plazo. No obstante los procesos transformadores no se construyen en una biblioteca, sino en la calle, o como dijo el poeta, el camino se hace al andar, siempre que haya una utopía e ideología que nos oriente. Y en este hacer camino, quisiera hacer otras reflexiones en el plano más corto o medio. Es necesario impregnar de contenido anticapitalista a los movimientos sociales, y que organicen, a partir de su situación y desde sus lugares de origen, a los sujetos de la transformación social. En la calle somos capaces de entendemos, y es la escuela donde nos curtimos, nos hacemos fuertes y adquirimos experiencia. Hay que crear y reconstruir movimientos sociales con capacidad de hacer frente al poder, de desafiarle, de vencerle parcial y globalmente. Una participación en las instituciones representativas puede ser una ayuda para los movimientos sociales, siempre y cuando no se pierda nunca la perspectiva combativa y transformadora que debe caracterizar la actual fase. El PCE se enterró a si mismo como partido político hace 20 años, y no creo en la resurrección, no sólo por no creer en los milagros, sino porque sus estructuras están oxidadas y viciadas. IU ha perdido lo que pudiera tener originalmente de ideología y de organización. Sus discusiones no son por proyectos políticos, sino por intereses de poder grupal. No obstante es claro que existen cantidad de activistas en ambas organizaciones con los que hay que contar. Del mismo modo existen muchos activistas en otras organizaciones, y por libre, con los que también habrá que contar, con un espíritu de reconstrucción de una nueva utopía, "científica o no", a partir de la revisión del fracaso histórico (y también de los logros, no los olvidemos) de cada uno de los proyectos transformadores que hasta ahora han sido conocidos y experimentados. Hay que construir una estrategia comunicativa eficaz, potenciando algunos proyectos que van fraguando, y siendo capaces de llegar a la inmensa población. Además hay que articular políticas y alternativas pedagógicas frente al actual modelo social alienante, llegando a los rincones de la sociedad. Sólo así podremos aspirar a obtener algún día la hegemonía ideológica; y lo demás es peder el tiempo. En las condiciones expuestas, puede ser factible plantearse la construcción de alguna alternativa electoral, en particular en Madrid, que pueda recoger los restos de un naufragio anunciado de lo que ha representado PCE-IU en los últimos años, siempre y cuando se trate de un proyecto abierto a más protagonistas, que recoja, de manera destacada, aspiraciones sentidas socialmente, como la República, la vivienda, los derechos políticos y sociales, la defensa del planeta, etc. y la lucha contra la corrupción, la especulación, la precariedad laboral, y otras, que se desmarque con claridad, en sus estructuras internas, de la corrupción a la que ha llegado la dirección de IU-Madrid, que incorpore a los nuevos sujetos explotados y sin derechos sociales ni políticos, en particular a la población inmigrante, que la coherencia, en una perspectiva transformadora, esté siempre por encima de cuestiones electorales coyunturales, que esté ligada, y subordinada, a un proceso de reconstrucción política de mayor alcance. Junio 2007 Copyright © Viento Sur Page 3/4 Elementos para el análisis de una profunda crisis Pedro Casas es activista del movimiento vecinal Copyright © Viento Sur Page 4/4