1 Irán: las elecciones presidenciales de junio del 2009, y el papel de los medios alternativos de información en la protesta poselectoral. Luis Mesa Delmonte (profesor investigador CEAA-COLMEX) Las elecciones presidenciales iraníes del 12 de junio brindaron la oportunidad para un alto nivel de movilización política en el país, pero sus resultados contradictorios y el cuestionamiento que de los mismos realizó la oposición, dieron lugar a un período de manifestaciones populares que fueron reprimidas y en las que el empleo de medios alternativos electrónico se convirtió en una vía paralela para el intercambio informativo con un impacto global. Mientras que el presidente Mahmoud Ahmadinejad participó en la contienda en aras de lograr su reelección para un segundo período, otros tres candidatos con importantes trayectorias dentro de la revolución islámica se convirtieron en sus principales rivales: Mir Hussein Musavi (ex primer ministro); Mehdi Karroubi (ex presidente del Majlis en dos ocasiones) y Mohsen Rezai (ex jefe de los Cuerpos de Guardianes de la Revolución Islámica -CGRI). La candidatura de Musavi se vio notablemente favorecida con el respaldo que le brindó el ex presidente Seyyed Mohammed Khatami, quien luego de competir en la campaña durante varios meses, decidió declinar y apoyar a Musavi, fortaleciendo considerablemente la idea de la posible restauración reformista. Algunas de las características de la campaña electoral que llamaron la atención fueron: la celebración de intensos debates televisivos entre los candidatos, los ataques que desarrolló el presidente Ahmadinejad contra el ex presidente Ayatollah Ali Akbar Hashemi Rafsanjani (actual presidente de dos de las más importantes estructuras del poder en Irán: la Asamblea de Expertos y el Consejo para la Solución de Diferencias del Sistema), así como la intensificación de las manifestaciones abiertas a favor de Musavi que tuvieron lugar durante las semanas previas al 12 de junio (especialmente en algunas zonas de Teherán) y que hicieron recordar en buena medida la campaña súbitamente exitosa que desarrolló Khatami en 1997. 2 Estas manifestaciones populares en pro del llamado “Movimiento Verde”, unidas a algunas encuestas dadas a conocer por la propia oposición que colocaban a Musavi al frente de las preferencias electorales, reforzaron la percepción de que Musavi ganaría la contienda, aunque varias proyecciones y estudios de pronósticos a nivel internacional (Por ejemplo: The Economist y la Carnegie Endowment for International Peace se inclinaron a opinar que la reelección de Ahmadinejad era el escenario más probable tomando en consideración varios aspectos tales como: en las anteriores elecciones los presidentes que se presentaron a un segundo mandato fueron reelectos; Ahmadinejad tuvo la posibilidad de emplear los medios informativos oficiales a favor de su campaña; el apoyo que recibía Ahmadinejad de parte de los CGRI; el respaldo brindado por el líder supremo Khamenei a Ahmadinejad en algunas de sus declaraciones; las simpatías que el discurso y campaña populista de Ahmadinejad logró dentro de amplios sectores de la población (especialmente de los sectores menos favorecidos económicamente y en áreas rurales); la imagen de Ahmadinejad como figura política de resistencia frente a los más fuertes embates de la administración Bush, así como el impacto que pudo lograr con algunas medidas económicas de última hora. Aunque la gestión económica de Ahmadinejad fue objeto de críticas (dificultades económicas a pesar de las enormes reservas de petróleo y gas, y la gran renta que debió recibirse durante años con muy elevados precios mundiales para los energéticos; baja productividad económica; corrupción; inflación cercana al 30%; desempleo cercano al 20 % en general y de 30% entre jóvenes y mujeres), el presidente se inclinó por incrementar notablemente el gasto mediante el otorgamiento de ayudas financieras, la aprobación de créditos blandos y de subsidios, la repartición de alimentos (papas) y el mantenimiento de un discurso crítico hacia los sectores más pudientes del país. Con una población de 72,2 millones de habitantes, y un padrón electoral compuesto por 46 millones (la mitad de los cuales tiene menos de 30 años), la elección presidencial de junio recogió una elevada asistencia a las urnas de 85%. Los datos oficiales dieron como ganador a Ahmadinejad (62,6%), seguido de Musavi (33,8%), Rezai (1,7%) y Karroubi (0,9%). 3 La oposición denunció inmediatamente irregularidades y aseveró que estábamos en presencia de un fraude electoral, lo que argumentó con: anomalías en casillas electorales, alteración del padrón electoral en algunos sitios y la inusual rapidez en el conteo de votos, especialmente si se toma en consideración que el mismo fue realizado a mano y no con medios electrónicos. Estas denuncias se tradujeron inmediatamente en manifestaciones populares que parecieron ser más significativas en algunas zonas de la ciudad de Teherán, especialmente aquellas de mayor ingreso económico y acceso educativo, donde las ideas a favor de una alternativa reformista son mucho más atractivas. Las manifestaciones desembocaron en choques con fuerzas de la autoridad, desempeñando un papel importante en la represión y control la policía, los CGRI y las milicias bassij. El líder supremo llamó reiteradamente a la calma, a no proseguir con las manifestaciones de oposición y decidió que se procediera al recuento de sólo un 10% de los votos; y aunque se reconocieron algunas alteraciones, la elección fue considerada por el poder como válida y legítima, reiterándose el triunfo de Ahmadinejad y de los llamados “principalistas”. Dentro de los numerosos individuos que fueron hechos prisioneros y que han sido sometidos a juicio por su participación en las protestas, aparecen incluso figuras que han desempeñado altos cargos políticos en diversas administraciones anteriores. Estos han sido acusados de actuar bajo incitación foránea. Y aunque algunos han reconocido públicamente su culpabilidad, todo el proceso de obtención de tales confesiones ha sido fuertemente cuestionado por algunas figuras importantes como Khatami, Karroubi, Musavi, la premio nobel Shireen Ebadi y otros. Estas y otras figuras opositoras (dentro de las que podemos citar al Ayatollah Ali Montazeri y a Hussein Khomeini) también han denunciado la actuación represiva de las autoridades, han insistido en la idea del fraude electoral, en cómo ello afecta la legitimidad del sistema, en la necesidad de mantener la lucha popular a favor de la democracia y los derechos humanos, e incluso se ha llegado a cuestionar el papel del Líder Supremo al no mantener su compromiso con la búsqueda del equilibrio sistémico. Las aseveraciones realizadas por Karroubi 4 respecto a los abusos y torturas cometidos contra prisioneros que han llegado hasta la violación femenina y masculina en algunos casos, han sido la acusación más seria realizada por una figura opositora en todos los meses de crisis poselectoral. Aunque las tensiones derivadas de la contienda se han mostrado como centradas entre las figuras de Ahmadinejad y Musavi, una buena cantidad de estudiosos del tema iraní opinan que el conflicto es mucho más profundo y que en realidad enfrenta a Khamenei y Rafsanjani, y que es una división que afecta la estabilidad del proyecto islámico. De cualquier manera, nuevamente Rafsanjani y otros parecen haberse inclinado por el consenso sistémico, por la necesidad de conservar la unidad a pesar de las dudas, en vez de por la agudización de las diferencias. A esta dinámica contribuye también la compleja e interdependiente estructura del poder y del proceso de toma de decisiones en Irán. Para muchos esta fractura es muestra del papel cada vez más importante que desempeñan los CGRI dentro del escenario político iraní, en detrimento de algunas figuras y sectores religiosos. Incluso para algunos ya el Líder Supremo es incapaz de poder rechazar las presiones procedentes de este sector militar y ello explica su reciente actuación. También es importante no perder de vista que la fractura y polarización política se han manifestado igualmente entre las figuras religiosas shiitas de mayor calibre en Qom, y que el campo de los “principalistas” tampoco ha mostrado un comportamiento en bloque o uniforme, lo que quedó demostrado en las tensiones y críticas derivadas de la conformación del nuevo gabinete por parte de Ahmadinejad. En su integración definitiva el nuevo gobierno tuvo en cuenta 5 demandas de carácter reformistas cuando por primera vez se designó a una mujer como Ministra de salud (Vahid Dastjerdi). El nombramiento más problemático para la proyección internacional iraní fue la del nuevo ministro de defensa Ahmed Vahidi, señalado por la justicia argentina como uno de los responsables del atentado contra la sede de la AMIA en Buenos Aires en 1994. Al estudiar cómo fluyó la información sobre todos estos acontecimientos, hay que señalar que paralelamente a los intentos del gobierno iraní por lograr un control de la misma (por ejemplo imponiendo restricciones de cobertura a las agencias de noticias acreditadas en Teherán, el hacer prisioneros a decenas de periodistas, al corresponsal de Newsweek Maziar Bihari e incluso la expulsión del corresponsal de la BBC Jon Leyne), nuevas tecnologías como la telefonía celular e internet se convirtieron en formas alternativas para que fluyera la información desde y hacia determinados sectores de la sociedad civil iraní, especialmente de grupos de jóvenes simpatizantes con la reforma y la oposición, y con acceso a medios presentes en internet como son: correo electrónico, blogs, la red social Facebook, Twitter, Flickr, el sitio de videos YouTube, etcétera, y con un obvio mayor grado de familiarización y dominio de estos medios. Coincidiendo con Gavin Hewitt (BBC) “Más de la mitad de la población iraní tiene menos de 25 años de edad y esta generación conocedora de internet está retando los centros del poder". El 75% de los iraníes que viven en las ciudades tienen teléfonos celulares. En los pequeños pueblos la cifra disminuye al 66%, mientras que la cifra para áreas rurales es aún más baja con un 45%. De manera semejante, el 48% de los iraníes de las ciudades tienen acceso a internet desde sus casas (cifra a la que habría que sumar el impacto de los llamados cibercafés y del acceso desde oficinas, universidades, etc.), frente a un 36% de los que viven en pequeños pueblos y sólo un 9% para residentes rurales.1 Hay que tener en cuenta que ante el control informativo ejercido por el gobierno iraní, las principales cadenas de noticias internacionales optaron por 1 Datos de encuesta Gallup citados por Steve Crabtree en “Cell Phones Outpace Internet Access in Middle East”, 14 de Julio del 2009, disponible en: http://www.muslimwestfacts.com/mwf/121676/Cell-PhonesOutpace-Internet-Access-Middle-East.aspx 6 ocasionalmente apoyarse en las informaciones e imágenes provenientes de estas redes sociales. En algunos casos, las imágenes provenientes de la oposición aparecían claramente definidas en cuanto a espacio y momento, pero en otros casos no. Es lógico que la oposición casi siempre se inclinara por una tendencia alta a la hora de comentar impactos, números de heridos, muertos, actividad represiva, mientras que las fuentes gubernamentales optaban por una tendencia a la baja. En cualquier caso hay que intentar analizar las fuentes de forma equilibrada para tratar de imaginar la realidad con el mayor grado de exactitud posible y evitar la distorsión de la misma. También se hizo evidente, que grandes televisoras como BBC y CNN, ante la carencia de imágenes y la imposibilidad de cubrir las noticias, continuaran hablando del impacto opositor, pero empleando imágenes de protestas de iraníes en ciudades de Europa y de los Estados Unidos, generando ocasionales contradicciones entre imagen y contenido noticioso. Frente al bloqueo informativo y la falta de acceso a los medios 2 al que han sido sometidos Musavi y otras de las principales figuras del nuevo movimiento social denominado “Camino Verde a la Esperanza”, el ex candidato presidencial ha exhortado a continuar empleando estos medios alternativos como vía para poder continuar la lucha. En unos de sus mensajes en su sitio de Facebook dijo: “Lo increíble es que como no tenemos acceso a los medios de información empleamos otros instrumentos como internet, para crear un vasto movimiento con alcance internacional”.3 En realidad, los simpatizantes de Musavi ya habían empleado estos medios alternativos como un instrumento eficiente para la organización y la movilización desde los meses de campaña electoral. Tal como ha afirmado James Spencer (BBC) la capacidad de enviar material gráfico, imágenes casi en tiempo real que se pueden descargar y ver fácilmente en YouTube, sin necesidad de editar ni traducir, "es un recurso muy poderoso". La BBC en persa llegó a recibir una avalancha de videos a un ritmo de cinco por 2 Obviamente no cuentan con acceso a medios televisivos ni radiales. Igualmente la prensa escrita ha sido advertida reiteradamente para que no publiquen artículos en apoyo a la oposición. 3 Citado por Edward Yerenian, “Iranian Opposition Leader Encourages Followers to Continue Struggle”, VOA, 20 de octubre del 2009, disponible en: http://www.payvand.com/news/09/oct/1193.html 7 minuto, mientras que el servicio interactivo llegó a recibir 3000 correos electrónicos diarios de 100 que recibía antes de las elecciones. En los primeros días de la crisis poselectoral, el gobierno iraní bloqueó casi de manera total el acceso a internet, la mensajería de textos (por ejemplo YouTube experimentó una disminución de un 90%), y disminuyó muy notablemente la velocidad de conexión. Frente a esto, muchos usuarios comenzaron a utilizar servidores proxy e hicieron un mayor uso de Twitter, que fue casi imposible de bloquear. En esa coyuntura, el Departamento de Estado de los Estados Unidos solicitó a Twitter que pospusiera su período de mantenimiento planificado, para favorecer el tráfico informativo desde y hacia Irán. El gobierno iraní fue restituyendo el servicio paulatinamente, lo que se explica no sólo por lo difícil que resulta tomar la decisión de bloquear totalmente y a largo plazo medios electrónicos de comunicación en un país donde estos han crecido notablemente en los últimos años (con sus lógicas consecuencias políticas y económicas), sino porque tal acción de bloqueo total contribuiría a un incremento del rechazo popular en medio de una coyuntura de tensiones y protesta civil. Al mismo tiempo se supo que el gobierno iraní compró equipamiento fabricado conjuntamente por las empresas Siemens de Alemania y Nokia de Finlandia para monitorear internet y las comunicaciones por correo electrónico. Estas revelaciones respecto a la colocación de “filtros” para el control de internet, provocaron un boicot de los productos de ambas compañías, por parte de los opositores. Los gobiernos tienen la capacidad de controlar el ciberespacio si así se lo proponen, y aunque efectivamente las nuevas tecnologías brindan a los ciudadanos nuevas fuentes de información y de expresión alternativa, las estructuras de seguridad estatal tienen igualmente un útil instrumento para la identificación, seguimiento electrónico, acusación y procesamiento de figuras y grupos políticos opositores. La posibilidad de una represalia futura puede producir un notable efecto inhibidor en opositores reales y potenciales. 8 Por otra parte, la libertad de “protesta on line” se puede convertir en algunos casos en “válvulas de escape” en la medida en que si la oposición se concentra en el ciberespacio, podrá mantener a las protestas fuera de las calles. Según Darrell M. West: “Lo que más necesitan los gobiernos autoritarios en medio de una represión severa es una lista de gente que simpaticen con los líderes de la oposición. Mediante las tecnologías digitales es fácil obtener nombres y direcciones de internet de simpatizantes de base. Las nuevas tecnologías brindan la opción para que los gobiernos desarrollen una propaganda digital en su favor. Han habido informes de prensa que aseguran que funcionarios de gobierno han atacado la página de Musavi en Facebook, enviando información distorsionada a sus seguidores en un intento por confundir a la oposición. En la era digital la tecnología se aplica de formas muy diferentes. Las nuevas herramientas ayudan a que los manifestantes se comuniquen con el mundo. Pero también posibilita que las autoridades identifiquen disidentes y los localicen”.4 En opinión de los profesores John Palfrey, Robert Faris y Bruce Etling del Berkman Center for Internet and Society de la Universidad de Harvard 5, en Irán el ciberespacio y los medios alternativos no están limitados exclusivamente para jóvenes liberales opositores al régimen, sino que los simpatizantes del gobierno son crecientemente activos en la batalla por la supremacía “on line”. “Nuestra investigación sobre la blogósfera iraní muestra que los conservadores políticos y religiosos no tienen menor preponderancia que los críticos del régimen. Mientras la blogósfera iraní es ciertamente un espacio en el cual las mujeres hablan sobre sus derechos, los jóvenes critican la moralidad de la policía, los periodistas luchan contra la censura, los reformistas presionan a favor de un cambio, y los disidentes 4 Darrell M. West, “The Two faces of Twitter: Revolution in a Digital Age for Iran”, Brookings, Opinions, 22 de junio del 2009, disponible en: http://www.brookings.edu/opinions/2009/0622_technology_west.aspx?emc=lm&m=226984&l=8&v=10866 50 5 John Palfrey, Bruce Etling y Robert Faris, “Reading Twitter in Tehran?”, The Washington Post, 21 de junio del 2009, disponible en: http://www.washingtonpost.com/wpdyn/content/article/2009/06/19/AR2009061901598.html?referrer=emailarticle 9 exhortan a la revolución, también es un espacio en el cual se alaba al Líder Supremo, se niega el holocausto, se defiende a la Revolución Islámica y se celebra a Hezballah. Es también el espacio donde los grupos de estudiantes islamistas se movilizan y donde los líderes progubernamentales, incluyendo al Presidente Ahmadinejad, llegan a su electorado dentro del público iraní. Nuestra más reciente investigación sugiere que el número y la popularidad de los blogueros islámicos y políticamente conservadores, se han incrementado durante el año pasado si se compara con el número de reformistas seculares, posiblemente debido a los acontecimientos que precedieron a la elección presidencial”. 6 En noviembre del 2009 se anunció la creación de una nueva unidad especial para monitorear los sitios web y combatir los crímenes en internet, lo que ha sido considerado como un claro ataque en contra de la oposición que depende casi exclusivamente de estos medios para divulgar su mensaje. Tanto Musavi como Karroubi han continuado expresando sus críticas al fraude electoral y a la represión violenta mediante los sitios web Kalemeh y Tagheer respectivamente, incluso luego de que medios de prensa escritos simpatizantes con estas figuras opositoras fueron prohibidos y clausurados. Varios políticos de línea conservadora han solicitado abiertamente la detención y procesamiento de los dos personajes opositores, por los puntos de vista que han expresado y el haber incitado al desarrollo de acciones de protesta contra el régimen. El coronel de la policía Mehrdad Omidi, que encabeza esta nueva unidad contra el crimen en internet, dijo que se combatirían “los insultos y la divulgación de mentiras” (terminología empleada por el aparato judicial para describir a las actividades de la oposición) y que “dada la propagación creciente del uso de internet, la policía tiene que enfrentar los crímenes que tienen lugar en la atmósfera de la web”. Al dar a conocer esta nueva unidad, el gobierno iraní hace ver que cuenta con medios más avanzados para supervisar de manera más eficiente la web, y con su simple anuncio genera también un impacto inhibidor sobre las protestas “on line”. 6 Ibídem 10 Las autoridades iraníes han prohibido y bloqueado la mayor parte de los sitios de la web vinculados a la oposición u otros que han subido artículos que apoyan al movimiento reformista, no obstante la oposición ha continuado abriendo nuevos sitios web días después de que los anteriores fueran bloqueados. Según ha afirmado el periodista partidario de la reforma, Akbar Montajabi, esta es la última serie de restricciones impuesta a los medios en Irán. “Que la policía monitoree los sitios web e imponga restricciones no es nada nuevo. Las autoridades saben que internet es el único de los pocos canales de los que puede disponer la oposición para que su voz sea escuchada. Quieren silenciar las voces de la oposición”.