Revista de Psicoanálisis, Psicoterapia y Salud Mental vol.3 nº7, 2010 Estructuración Psíquica En Mujeres Con Múltiples Cirugías Estéticas Estudio Descriptivo Hermenéutico de corte Psicoanalítico de la Estructuración del psiquismo en mujeres con múltiples cirugías estéticas. Edgar Alfonso Acuña Bermúdez Investigador Principal Silvia Margarita Serrano Castañeda Candida Isabel Buelvas Barrios Shirley Isabel Luna Venegas Sindi Farith Perez Martinez Co-investigadores Ana Marcela Avila Pacheco Eduardo Iriarte Vivero Ana Milena Reyes Colaboradores Oscar Cabas Haydar Asesor de Investigador Universidad de San Buenaventura Cartagena Facultad de Psicología Mujeres con múltiples cirugías 2 Resumen El presente trabajo investigativo enmarca un estudio descriptivo de la estructura intrapsìquica de mujeres con múltiples cirugías estéticas, respondiendo ante el palpable advenimiento de esta nueva sintomatología cultural como expresión distorsionada de las conflictivas inconscientes producto de interacciones familiares y vivencias traumáticas en el ciclo vital de los individuos, desde una mirada psicológica critica, con un trasfondo psicodinàmico. El objetivo principal es la descripción de la estructura psíquica de las participantes; dinámica familiar, dinámica psíquica y significación inconsciente del procedimiento quirúrgico. El método utilizado, es la investigación cualitativa hermenéutica mediante estudio de caso, tomando como muestra a cinco mujeres con cirugías estéticas, con herramientas psicotécnicas proyectivas y formatos de sistematización de datos primordiales, como historia personal y entrevista semi-estructurada. Se concluye que predomina la disfuncionalidad familiar, funciones fallidas de los paternaires, un cuerpo endeble e insatisfecho como testimonio de dichas fallas y la cirugía como acto compensatorio de la falta estructural. Palabras claves: Estructura, Psiquica, Mujeres, Cirugías, Estéticas, Función, Cuerpo. Abstrac This research work comes a descriptive study of the intrapsiquical structure at women with multiple cosmetic surgeries, reacting to the visible advent of this new cultural symptoms as distorted expression of unconscious conflicting, product of family interactions and traumatic experiences in the life cycle of individuals, from a psychological look criticized, with a psycodinamic background. The main objective is the description of the psychic structure of the participants, family dynamics, psyquical dynamic and unconscious significance of the surgical procedure. The method used qualitative research is hermeneutics through case study, using as a sample to five women with a esthetic surgery, psychotecnic projective tools and data systematization primary formats, as personal story and semi-structured interview. It is concluded that dominates the dysfunctional family functions of paternaires failed, a weak body and dissatisfied as a testimony of such failures and surgery as a compensatory measure of the structural failure. Keys words: Structure, Psyquic, Women, Surgery, Stetics, Function, Body. 2 Mujeres con múltiples cirugías 3 Hoy, la cultura se encuentra representada bajo el signo de lo corpóreo, del soma como medio de expresión del psiquismo humano, como deposito subjetivo de libido y el deseo; se pronuncia a través de él la iniciativa humana, y el anhelo histórico y sobrecargado del ideal estético de la humanidad, convirtiéndose en objeto o en sujeto, según sea el caso. Ello, ha dado paso al nacimiento de un neonarcisismo, que se expresa mediante la atención exacerbada hacia el cuerpo y en la obsesión moderna del Yo, desmantelando las “resistencias tradicionales” y haciendo de lo corporal, una instancia disponible para cualquier experimentación, Sennet, R. (1979). Dicho narcisismo se destaca por sostenerse en la realidad a través de los sustitutos, ilusiones compensatorias del verdadero contenido inconsciente que se emite disfrazadamente en lo circundante del colectivo social. Es un verdadero culto al cuerpo. La preocupación anómala (o no) por la imagen corporal no es exclusiva de estos días. La historia y la cultura de los pueblos enseñan que forma parte de la humanidad. Sólo de esta manera se pueden entender prácticas aparentemente bárbaras en diversos grupos poblacionales, consideradas así por quienes no pertenecen a dicha cultura. Las elongaciones o aplastamientos craneales observados en culturas precolombinas, las atrofias en los pies de mujeres de Extremo Oriente consecuencia del vendado a que se les sometía desde la más tierna infancia, los largos cuellos de jirafa de determinadas tribus de África o las elongaciones de orejas o labios, hacían más bellas a estas personas que ahora parecen deformes o monstruosas (De la Serna, P. 2004). En la actualidad, este ideal estético posee un valor agregado: el consumismo, el cual incentiva las relaciones interpersonales vacías y define el estatus en el colectivo social, tomando de referente el significante dinero como autoridad regidora, como medio y fin ultimo, disposición que se desarrolla en el regazo del núcleo familiar, como derivación de un proceso vital que le es inherente. Según un articulo publicado por Muñoz, O. (2006) los norteamericanos están gastando la alarmante suma de US $15.000 millones de dólares por año en cirugía estética en una exacerbación demencial de embellecimiento. La suma duplica el Producto Interno Bruto (PIB) de Malawi y es más del doble de lo que Estados Unidos aportó a los programas de lucha contra el SIDA en la última década. Con estos datos se abre el artículo “Ombligos, vaginas y dedos de los pies: todo es operable”, publicado por Joanna Walters en “The Observer” y traducido en el 3 Mujeres con múltiples cirugías 4 periódico argentino “Clarín”, por Claudia Martínez. El texto hace referencia al pleno apogeo de la cirugía estética en Estados Unidos, donde hasta las mujeres jóvenes y atractivas pasan por el bisturí: “Estados Unidos siempre fue la capital de la cirugía estética del mundo, pero la demanda de un menú de procedimientos cada vez más amplio hoy hizo eclosión y produjo una nueva generación más joven de obsesivos, llamados 'adictos a la belleza', nuevo libro de Alex Kuczynski (2006), de una confesa adicta a la cirugía estética en vías de recuperación”. Por otra parte, en Alemania, las cirugías plásticas aumentan 25% cada Navidad, pues son el regalo predilecto; mientras que en Ecuador, las jovencitas las piden como obsequio de graduación. En Brasil, se hacen más de 600,000 cirugías estéticas al año (Santamaría, 2007). Además, no es exclusivo de las mujeres pues cada vez más aumenta el número de hombres que se someten a procedimientos quirúrgicos, o cualquier ritual estético, conocido como el fenómeno metrosexual (Simpson, 2002) Según el diario El País de Cali (2007) se estima que en Colombia se realizan 250.000 cirugías plásticas al año. Sin embargo, se desconoce qué porcentaje de estos pacientes son menores de edad. La Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica afirma que en los últimos diez años, el porcentaje de realización de procedimientos estéticos de orden quirúrgico ha aumentado en un 70%, colocando al país a la par de Estados Unidos en lo que a ello respecta. En una investigación de los años 20, del psiquiatra-sicoanalista Paul Schilder(2003) con mujeres sometidas a cirugías estéticas, (citado por Zapata, 2006) un alto porcentaje manifestó que se seguían sintiendo feas pese al éxito de las cirugías, demostrando que el sentimiento de belleza no corresponde necesariamente con la época ni con parámetros de la realidad, sino a una subjetividad. Platón, Aristóteles y luego el psicoanálisis, plantearon claramente que la belleza no depende necesariamente de una coincidencia entre el cuerpo real y el modelo, sino de la subjetividad, que en el mundo contemporáneo el jefe del departamento de Psicoanálisis de la Universidad de Antioquia, Humberto Acosta, define como “un cambio radical de lo erótico a lo meramente sexual: del amor y el erotismo a lo meramente objetal”. 4 Mujeres con múltiples cirugías 5 El Psicoanálisis, desde sus inicios, y de manera más consistente, en la actualidad, ha mostrado interés al rededor del cuerpo y los aspectos intrapsìquicos relacionados con éste; desde la histeria de conversión de la época freudiana, hasta la actual gama de sintomatologías o revelaciones corporales como la anorexia y la bulimia, las predispocisiones a enfermedades crónicas y de alto riesgo, Chiozza ( 2001), entre otros, que le da al cuerpo una dimensión como objeto de estudio, un ente que tiene algo que decir. Con ello, se da la aparición del concepto contemporáneo del Fenómeno Psicosomático, como una condición del cuerpo presa de un discurso medico, que se caracteriza, según Alan- Miller (1991), por situarse casi en el nivel del registro de lo animal en el hombre, en el fenómeno bioquímico y fisiológico que no tiene representación, ni afecto ni significancia, emanándose y permaneciendo en los limites de las estructuras o fuera de ellas. La teoría psicoanalítica le da al cuerpo un vivir en si mismo. La Psicología de la personalidad de Freud sitúa el cuerpo en un lugar prioritario. Según Ozzy (2007), el “yo corporal” de Freud es un concepto reducido a lo libidinal pero su teoría ha tenido una decisiva importancia para comprender el papel del cuerpo en las primeras experiencias, tales como la sensación de abandono, de dominio, de construcción del propio organismo o de orientación en el mundo. El niño vive su cuerpo inicialmente en función de las experiencias de placer o displacer que se suceden a lo largo del desarrollo de su sexualidad ya que según Freud se vive el cuerpo como “pulsión sexual”. El cuerpo del niño es como un mosaico de zonas erógenas que se van satisfaciendo o no. Por eso, luego cada persona vive su cuerpo según su propia historia, según las experiencias personales de satisfacción o de frustración de la libido. Cuando las capacidades corporales no se adecuan a lo deseado, el sentimiento de inferioridad se exaspera y puede ser el núcleo de las neurosis. Lacan, J. (1983), considera fundamental en la constitución del yo, la integración de la imagen corporal o esquema corporal como también la denomina la Neurofisiología y la Psiquiatría. La imagen del cuerpo propio comienza en la infancia, en gran medida cómo un niño es nombrado, hablado, y mirado, Rivadero, S ( 2006). Es muy importante el velo amoroso con que lo invisten los padres. Es en el segundo despertar sexual, que se actualiza el esquema corporal, y 5 Mujeres con múltiples cirugías 6 en los diferentes momentos de la vida se resignifica nuevamente dicho esquema. En el Estadio del Espejo el bebe se hace a su propia imagen, reflejada en el campo especular del Otro que lo reconoce, recibiendo su aprobación. Si dicha aprobación no está disponible para el niño, puede haber consecuencias negativas en la subjetividad del mismo. El espejo no solo viene de los padres, sino de los otros sociales, amigos y cultura en general. Cuanto más tarde el niño atraviesa por el estadio del espejo no basta con que en realidad haya un espejo plano donde reflejarse. Se hace necesaria la presencia de ese Otro, inicialmente la madre, que se refleje con él. El niño puede darle forma a su propio esquema corporal si su narcisismo se satisface con la imagen que ve en el espejo y que cualquier otro puede ver (González, 2003) La organización pulsional del niño se verá determinada por la existencia del deseo materno, el cual investirá en el infans1 todo su deseo para que este responda al constituir su fantasma a la pregunta “¿Che vuoi?”2 y por ende poder tramitar por lo simbólico. La madre desde su función tendrá la labor de ejercer delimitadas acciones sobre el cuerpo del niño que establecerán su sexualidad, siendo este aspecto, según Bleichmar (2001) el motor de la vida psíquica del niño. El narcisismo primordial, según Freud, se basa en el proceso de unificación del niño, mediante el cual pasa de un estado de desintegración, a una total relación entre las partes de su cuerpo, a través de su vinculo con el otro, siendo el amor, los cuidados lo que une las piezas. El narcisismo secundario se da en la adolescencia y en la adultez; si el niño, luego de esa etapa cero no se percibe unificado, puede surgir la baja autoestima o el narcisismo patológico. En los primeros tiempos del niño, la demanda se dirige a la madre. La frustración en el origen sólo es concebible como la negación de un don en la medida que el don es símbolo de amor. Al llamar el don se da o no se da, mostrando la omnipotencia de la madre, no por ser completa, sino por tener la ultima palabra entre dar o no dar, pues "La madre no es sólo la que da el seno, también es la que da la marca de la articulación significante..."(Lacan, 1999). Por eso la omnipotencia está del lado de la madre y no del niño. 1 Termino que cuya raíz in: significa la negación y la terminación fans: habla, queriendo representar el estadio en el que el individuo aun no habla, sin- habla (DRAE,2001) 2 Traduce “¿qué me quiere el Otro?” en francés. 6 Mujeres con múltiples cirugías 7 Rivadero, S. (2006) afirma: “Ante la dificultad de encontrar un Otro primordial, que soporten la pregunta ¿Qué quiere el Otro de mí?, respondan mostrando su deseo, donde reine el valor que transmite la "ley del Padre, que ordena que "todo no se puede", que hay que renunciar a algo para poder desear, es decir se desea de acuerdo a la ley. Los objetos de consumo que la sociedad ofrece permanentemente no llenan el deseo humano, ya que éste es una cifra original y particular de cada sujeto. Es sólo apartando el goce de la madre de sujetar al niño como tapón de la falta, que se permite que se ejerza el Nombre del Padre, que por otro lado es la traza real de lo Simbólico, que se conté el trazo en la metáfora sin la intervención del cuerpo no hay conteo. Que el padre garantice la función del síntoma paradójicamente es que garantiza el límite al goce fálico, garantiza la no forclusión del coito. ” En el caso de la niña, ésta debe recibir autorización de ser mujer por parte de su madre, y de su padre, significantes del Otro. Del lado paterno es necesaria una mirada que la ubique como diferente a su madre, mirada que asimismo ella pesquisa buscando un signo de lo que significa para él que ella se está convirtiendo en mujercita y del lado materno es necesario que ésta haga lugar a esa otra mujercita que está creciendo, pero esa autorización no siempre es otorgada propiciatoriamente, a veces se ve complicada por la misma rivalidad que una madre puede tener con su hija y por la particularidad que envuelve a la relación, madre-hija o por el déficit paterno o por una conjunción de ambos (Rivadero, S. 2006). En cuanto al varón la donación de los atributos fálicos viste y dignifican su cuerpo y su imagen. A diferencia del niño, la niña pasa por el complejo de castración antes que por el Complejo de Edipo. El proceso de castración en la niña comienza con la madre, y finaliza en ella (Nasio, J. 1998) y se destacan cuatro tiempos. El primero se relaciona con la universalidad del pene, la niña asevera que todos poseen pene, así como el ignora la existencia de la vagina; la niña cree que su clítoris crecerá y será un pene. El segundo tiempo, la niña visualiza la región genital masculina, ve que supera en tamaño al “suyo”, y nace la envidia del pene, según Freud (citado en Nasio, J.1998). En el tercer tiempo, la niña aun cree que se trata de una situación particular, pero 7 Mujeres con múltiples cirugías 8 reconoce en otras mujeres, seguramente en su madre, que la situación es general; es allí cuando el odio preedípico hacia la madre, causado por el destete, y reprimido por las defensas yoicas, resurge, sintiéndose decepcionada e inclinada a elegir al padre como objeto de amor. En esta instancia, se da el cuarto tiempo del proceso de castración, siendo el comienzo del complejo de Edipo. Nasio, J. (1998) describe tres alternativas para la niña de cómo resolver la envidia del pene y su destino como mujer. La primera es no aceptarla y por lo tanto, alejarse de toda sexualidad, la segunda es aferrarse al deseo de poseer el pene y por ende, a la idea de que algún día lo tendrá, denegando la castración. Y por ultimo, la de reconocer la falta, caracterizándose por tres cambios: cambio de paternaire amado (iniciación del Edipo propiamente), cambio de zona erógena (clítoris por vagina) y cambio de objeto deseado (el falo por un hijo). Al cambiar de objeto amado, a la madre por el padre, la niña se orienta por su ambición de poseer el pene del padre, sintiendo deseo hacia éste; pero ante la imposibilidad de poseerlo, y bajo la culpa por sus sentimientos incestuosos, decide renunciar a él, reprimiendo dichos sentimientos y desplazando su deseo a otros hombres, a lo que sigue identificarse con la madre, con su rol de mujer, aunque más adelante, le reproche por no haberle enseñado a valorar su ser mujer,Nasio, J.( 1998). La identificación se da entre el yo del individuo y la representación inconsciente con el objeto, en el cual se ve reflejado; es una situación intangible en la realidad, está más allá de la consciencia, en la cual el yo se toma para sí un aspecto del objeto, trasformándose en éste. Freud (citado en Nasio, J.1998), plantea dos grandes categorías de identificación con el objeto. La primera, la identificación total (o primaria), entre el yo y el objeto. Freud (citado en Nasio) afirma que ésta hace alusión a una “alegoría fundamental”, a un estado al cual es imposible llegar, que tiene que ver con el recorrido transgeneracional de la libido, del legado paterno, como lo indica en el mito de la horda primitiva. La segunda, la identificación parcial, en la cual el sujeto se identifica con un aspecto del objeto. Las identificaciones parciales hacen referencia a la forma que adquiere la representación inconsciente que posee el yo, en función de un aspecto particular del objeto, y estas pueden ser; según un rasgo distintivo, una imagen global, una imagen local o una emoción. 8 Mujeres con múltiples cirugías 9 La identificación parcial con un rasgo del objeto tiene que ver con un aspecto manifiesto de “un ser desaparecido a quien estuvimos profundamente ligados. Aquí, el aspecto parcial del objeto es un rasgo saliente, y el objeto en si mismo, un ser amado, deseado y perdido” (Nasio, J. 1998). Dicho rasgo, a lo sucesivo de la vida, será percibido en otras personas o situaciones, y habría una identificación con él, apuntando así a la constitución del yo, como el rasgo mismo, tomado de ese objeto. En lo que a feminidad se refiere, la sexualidad femenina en la historia y desarrollo de la Teoría psicoanalítica, se constituye en un pilar, pues, son muchos los autores que consideran que el psicoanálisis radica en la Histeria femenina, en el interés de descubrir el deseo femenino, en el enigma que la mujer representaba para Freud, y aun representa para los discípulos del movimiento. Son muchos años de inclinación hacia el tema; un largo recorrido cronológico e ideológico de posturas de un mismo tema, y que siempre ha mantenido ese tinte controversial que le es propio. Freud (1996) acentúa la importancia de la etapa preedifica de vinculación con la madre en la sexualidad femenina, afirmando: “todo lo relacionado con esta primera vinculación materna me pareció siempre tan difícil de captar en el análisis, tan nebuloso y perdido en las tinieblas del pasado, tan difícil de revivir, como si hubiese sido victima de una represión particularmente inexorable” Mas adelante, señala que la niña no sólo cambia de objeto, sino también de zona genital, del clítoris a la vagina, a favor de la feminidad. Considera además que la dependencia paterna en la mujer asume la herencia de una vinculación no menos poderosa a la madre, y que, esta fase previa persiste durante un tiempo muchos más largo del que se había presumido (García, 2005). La niña en su devenir de mujer busca el falo, al no poseerlo, anudándose a ello varios interrogantes sobre su poseedor y su trascendencia. Entonces, la niña busca el falo en quien lo tiene, el padre. La madre, por otra parte, juega un papel significativo en esta instancia, pues es en 9 Mujeres con múltiples cirugías 10 la mujer que hay en ella en quien busca la niña el significante de su feminidad. En su búsqueda del falo, también busca una guía para ser mujer. Portillo, R. (2001) explica este proceso desde Lacan como una “pere- versión”, o giro hacia el padre, producto de la decepción de la expectativa de la hija en relación con la madre y por el consecuente rompimiento del lazo afectivo con la madre. Afirma que siempre habrá un resto de odio hacia la madre, que recaerá sobre el padre, cuando la niña se dé cuenta que en él, tampoco conseguirá lo que busca. Describe que el superyo femenino es una composición de dos restos de odio. El primero es aquel que se desplaza de la madre al padre, introduciéndose en el Edipo, y el segundo, queda como residuo del Edipo, constituyendo el resto del apego, del amor por el padre. Todo este proceso conforma el superyo femenino, que está marcado por esa doble composición. Mientras que en el hombre, el odio y el amor no pueden converger en un mismo objeto, en la mujer sí, apreciándose una condensación entre el objeto de amor y el objeto de goce. Para Lacan, J. (1987), la sexualidad femenina aparece como un goce envuelto en su propia contigüidad, mas que una pasividad. Se presenta como un goce que se realiza a porfía del deseo, rivalizando con él, colocándose mas del lado del goce pulsional, que del deseo del Otro. El deseo del Otro está inscrito en el campo de lo social, de lo cultural, en donde se insertan los procesos sublimatorios. A diferencia de Freud, quien limitó el Edipo al tener o no tener el falo, manejó la dialéctica del tener o ser el falo, ampliando el espectro de lugares ocupados por un sujeto (García, K. 2005). Por todo ello, González, R. (2003) considera que para que haya imagen del cuerpo debe haber una representación del mismo y ésta es inconsciente; por lo tanto, la imagen corporal es inconsciente. Puede hacerse preconsciente en forma parcial a través del lenguaje. Este -el lenguaje- tiene sus inicios en los primeros sonidos emitidos y percibidos, en la voz materna que acompaña los cuidados del bebé. El cuerpo así considerado, según Alizade (1992, citado en González, M.2003), “seria una masa viviente que siente, una masa encendida, atravesada en forma continua por imágenes, por sonidos, presiones, olores”. “Un paso más” dice Alizade, y 10 Mujeres con múltiples cirugías 11 “nos topamos con las percepciones afectivas: una mirada de odio, una risa despreciativa, una palabra que lastima, una presión agresiva, un olor a amor…”. En otras palabras, la presencia del Otro. En este sentido, la imagen corporal sería la síntesis viva de las experiencias emocionales, la memoria inconsciente de toda vivencia relacional. El inconsciente lleva así la huella de ese primer “hablar” dejada por la madre, primer resto acústico y como tal, nunca perdido. La especial inclinación por la imagen corporal se ha mantenido vigente; se puede observar como a medida que avanza la ciencia y la tecnología son múltiples las técnicas para lograr una figura esbelta y un cuerpo perfecto de acuerdo a los parámetros de belleza de la actualidad; las cirugías estéticas son un elemento que permite lograr que esto sea posible, por lo cual su practica ha ido incrementando en hombres y mujeres en los últimos tiempos, siendo las mujeres las que más visitan el quirófano. Desde esta perspectiva, esta tendencia se convierte en la ilustración fehaciente del narcisismo humano, asimismo, de la belleza como atributo cultural inherente a la condición femenina; sin embargo, también plantea un efecto no tan sano, de la interacción dinámica de elementos que participan en la constitución psíquica de un sujeto, de manera tacita, de una mujer. La distorsión acerca de la propia imagen es relativamente frecuente, pero depende del grado y repercusión en otras áreas de la vida para que adquiera una dimensión patológica; existe dificultad para establecer el punto de corte entre lo normal y lo anómalo, y por eso resulta necesario fijar criterios diagnósticos y una definición operativa clara (De la Serna, 2004) Exacerbado o no el impulso por la apariencia física, se relaciona con la concepción psíquica de la imagen corporal que tiene su origen en la infancia, producto de interacciones familiares particulares, como formas de convivencia y patrones de crianza, y vivencias infantiles trascendentales. Estos elementos se conjugan de tal manera que se constituyen en el libreto del inconsciente, dentro del cual se concibe la imagen corporal. Su valoración o no dependen de la funcionalidad familiar y la calidad de los vínculos primarios, de la misma forma que de los eventos vividos en el transcurrir de la existencia, pero sobretodo, del éxito de la tramitación psíquica de los mismos. Las disfuncionalidades familiares y las problemáticas sociales vigentes, ligadas a la decisión determinante de las múltiples cirugías estéticas en las mujeres y a la constitución psíquica del las 11 Mujeres con múltiples cirugías 12 mismas, se establece como un hecho susceptible a análisis psicodinamico, que más que enriquecer el repertorio investigativo de la psicología profunda y del psiquismo humano a nivel nacional e internacional, provee un entendimiento sólido de la problemática, dando luces en lo que a intervención clínica respecta, alimentando el desarrollo profesional y científico . Surge entonces el interrogante: ¿Cómo es la estructuración psíquica de las mujeres con múltiples cirugías estéticas? Esta investigación tuvo como objetivos, primeramente, describir la estructuración psíquica de las mujeres con múltiples cirugías estéticas, así como la dinámica familiar y psíquica de las mismas, sumando a ello, la determinación de la representación psíquica de la cirugía estética en la psique. MÉTODO Diseño Esta investigación se ajusta al método cualitativo, teniendo en cuenta que su finalidad es la de explicar y/o interpretar situaciones estudiadas desde una posición critica, con un diseño manifiesto y holista. Se orienta desde un enfoque hermenéutico de corte psicoanalítico, a través del estudio de caso, descrito como una modalidad investigativa que está constituida por el análisis de sucesos que se dan en un caso único o sólo en algunos casos elegidos por el investigador (Briones, 1998), dando oportunidad al hallazgo de un conocimiento amplio y valido. Participantes La muestra se constituye por cinco (5) mujeres con 3 o más cirugías estéticas, mayores de edad, con inclusión voluntaria. Se resalta la dificultad para lograr una muestra poblacional de mayor espectro, debido a la implicación social que trae consigo la cirugía estética en las mujeres, desde el señalamiento y la puesta en evidencia en la sociedad circundante, teniendo como resultado, una frecuente renuencia a hacer parte del estudio. Así mismo, se reitera que no es 12 Mujeres con múltiples cirugías 13 intención de este trabajo investigativo emitir criterios de generalización de rasgos de personalidad y/o familiares entre la población objeto de estudio, pero si lo es, distinguir similitudes consistentes. Instrumentos Se hace uso de herramientas psicotécnicas de tipo proyectivo, como lo son el Test del Dibujo de la Figura Humana de Machover (1987), y el Test de Rorscharch en la escala de Exner (1994), desde el juego de láminas hasta los manuales de calificación, codificación e interpretación de la prueba. Así mismo, se utilizan un formato de Anamnesis y una Entrevista semi-estructurada, cuya información resultante fue registrada a través de medios magnéticos y manuscritos. Procedimientos En primera instancia, se realizó el diseño sistemático de los formatos de anamnesis y entrevista semi-estructurada, bajo los lineamientos de los objetivos del trabajo investigativo, así mismo se dispuso del material psicotécnico, incluyendo los manuales de referencia de cada prueba proyectiva. Se concertaron sesiones de aplicación con las participantes en la cámara de Gessel, cuyo duración promedio fue de 60 minutos, iniciando con los formatos de sistematización de datos, y prosiguiendo con el material psicotécnico; el numero de sesiones osciló entre 2 y 3 por participante. Posteriormente, se efectúa la calificación e interpretación dinámica de los datos arrojados por las pruebas proyectivas, y se articula con los correspondientes a la anamnesis y a la entrevista semi-estructurada, desde el análisis del discurso, argumentado en las referencias conceptuales, derivando en un estudio descriptivo hermenéutico de corte psicoanalítico, datos consignados en este informe. RESULTADOS A continuación se consignan describen de manera sistemática mediante un cuadro la información obtenida de las pruebas aplicadas, Test de Machover y Test de Rorschach de las cinco participantes. Posteriormente estos se integraron con la entrevista semi-estructurada dentro de la discusión con la fundamentación teórica que fundamenta los hallazgos. Los nombres usados aquí son ficticios, para efectos de proteger la identidad de las participantes. 13 Mujeres con múltiples cirugías 14 Participante Anamnesis Test de Machover Test de Rorschach KATTYA Estudiante universitaria de 23 años. Mayor de cuatro hermanos. Hija de padres separados, buena relación con la madre. Con su padre también son buenas en comunicación y sobretodo como apoyo económico. Es madre soltera y su hija tiene cuatro años, actualmente no tiene pareja. Ella se realizó tres cirugías estéticas: derrier, busto y liposucción Ella se considera una persona práctica, dominante, impulsiva, sensible, cariñosa. Sus relaciones afectivas, de pareja e intimas son inestables; ha tenido cuatro parejas y han durado poco con ellas. La causa la atribuye a que se considera una persona dominante y exigente y se desanima fácilmente; al padre de su hija, lo dejo por otro hombre. Se resaltan rasgos depresivos o alteración del estado del ánimo, Cierta forma de evasión con connotaciones “saludables”, Busca problemas o los inventa, no deja nada sin remover, rasgos obsesivo- compulsivos, presta atención a detalles minuciosos, pensamiento crítico, duda, inseguridad, elementos regresivos ligados a sentimientos de inseguridad con tendencias impulsivas controladas. Factores represivos básicos, yo rígido, ordenado e inhibido, núcleos sanos. Características infantiles en la expresión de impulsos y que no alcanzaron su plena evolución de la madurez en la edad adulta, rasgos de fijación y regresión en el desarrollo psíquico. Controla las pulsiones agresivas y destructivas acorde a la realidad, yo sociable, pero sometido. Contacto intelectual, comprende y percibe las cosas como la mayoría de las personas lo percibe y comprenden, pensamiento convencional, colectivo, capacidad de empatìa en comportamientos, emociones y pensamientos, acercamiento a la realidad ambiental concreta y específica de la sociedad. En lo sexual se revela pudor y represión. MIRIAM Es profesional, de 30 años, Es la segunda de dos hermanos. Vive con sus padres, la relación sus padres siempre ha sido buena, hubo mucho apego con el padre, Presenta una adecuada identificación de su rol sexual, dependencia afectiva de la figura materna y paterna, preocupación por su esquema corporal, conflictos con respecto a la región de las caderas y cintura. Imagen dominante y controladora de la figura materna, dificultad para controlar sus impulsos, es temperamental e impulsiva y a la vez sensual y seductora, sentimientos de culpabilidad, vacío afectivo en sus relaciones, preocupación marcada por las piernas y el busto, sensibilidad a la crítica social, inestabilidad en su adaptación social, sexualidad activa y predominancia de los impulsos sobre la razón y exhibición de su cuerpo. Se destaca la sensibilidad a la crítica social sentimientos de culpabilidad, preocupación por Se interesa en aspectos más prácticos y concretos de la vida, con capacidad de control y tolerancia el estrés, ajuste adecuado. Se resaltan rasgos depresivos o alteración del estado 14 Mujeres con múltiples cirugías 15 ERICA pero debido al estado de salud del mismo la relación entre ellos desmejoro, siempre le dieron gusto y afecto. Sus relaciones afectivas son pobres, tuvo dos novios que la dejaron por otra. Por lo cual generaliza que los hombres son infieles. Actualmente está iniciando una nueva relación que lleva meses, se considera una persona sincera, calida, sensible, le gusta que la protejan, es caprichosa y le gusta lucir bien tanto física/ como en su forma de vestir. Se ha operado tres veces: dos de busto y una liposucción. su esquema corporal, especialmente en la región de los senos y de la cintura y caderas, adaptable con respecto a su entorno social, busca llamar la atención con su cara y el busto, rasgos obsesivos, autocontrolada emocionalmente y dependencia marcada de la figura materna y paterna. Es estudiante, 25 años de edad, hija de padres son separados, su padre nunca vivió con ella, ella es la mayor de dos hermanos y su relación con ellos es distante; cada cual hace lo que quiere, con la madre existe una buena relación, se comunican y comprenden, la madre ya se ha realizado cirugías y es quien le propone a sus hijas, Ella presenta notable restricción para adaptarse a lo social, rebeldía, actividad sexual, distorsión de su esquema corporal, ocultando sus exigencias por la esbeltez de su figura corporal, impulsividad y del ánimo, esfuerzo e interés, motivación, buen procesamiento de información y de relaciones interpersonales. Factores represivos básicos, yo rígido, ordenado e inhibido, núcleos sanos. Características infantiles en la expresión de impulsos y que no alcanzaron su plena evolución de la madurez en la edad adulta, rasgos de fijación y regresión en el desarrollo psíquico. Controla las pulsiones agresivas y destructivas acorde a la realidad, yo sociable, pero sometido. Contacto intelectual, comprende y percibe las cosas como la mayoría de las personas lo perciben y comprenden, pensamiento convencional, colectivo, capacidad de empatìa en comportamientos, emociones y pensamientos, acercamiento a la realidad ambiental concreta y específica de la sociedad. Ajuste a la realidad, control notorio y discrimina sus relaciones interpersonales. Pensamiento rígido, estereotipado y automatizado, represión de la afectividad. Interesada por lo humano y lo social, sin embargo presenta rasgos hipocondríacos y pulsiones agresivas latentes contra otra persona. En lo sexual se revela pudor y represión, ansiedad y conflictos. Humor alegre permanente, Se interesa en aspectos más prácticos y concretos de la vida. Evasión con implicaciones saludables. Factores represivos sanos, yo rígido, ordenado e inhibido. Controla las pulsiones agresivas y destructivas adecuadamente acordes a la realidad. Funcionamiento correcto, sin grandes esfuerzos creativos, modesta, conservadora 15 Mujeres con múltiples cirugías 16 ALICIA realizárselas, para ella la primera, se ha hecho tres: dos de busto y una liposucción. Tuvo dos novios con los que la relación ha sido mala; estuvo con uno de ellos solo por conveniencia, con otro discutían mucho y él era dominante sobre ella. Ella Se considera como sociable, alegre, caprichosa, impulsiva, sincera y se preocupa por verse bien físicamente, actualmente está en embarazo de dos meses y tiene complicaciones por la toxoplamosis y debe abortar. Por lo que su relación de pareja actual la define como adecuada, dice que se siente bien con él y se complacen mutuamente, sin embargo a veces discuten y uno de los motivos es por el hijo que esperan por lo cual no se siente comprendida por el. dependencia marcada de la figura paterna y de lo hombre con sometimiento a éste, agresividad latente, sentimientos de inferioridad, mostrándose superior, dificultad en el contacto interpersonal. Estudiante de 23 años, vive con sus padres, madre agresiva, padre pasivo, los padres viven juntos pero no conviven, es una relación llena de conflictos, ha visto agresividad verbal y física de parte de sus progenitores, le atribuye mayor responsabilidad a la madre porque es muy agresiva y complicada, las relaciones de Ana con la Fig. Materna siempre fue de sometimiento, pues era muy exigente en todo, desde pequeña le pegaba y subvaloraba la relación con la Fig. Paterna fue siempre distante y se veían muy poco. Es una Sensibilidad a la crítica social, inhibida, con dificultad en relaciones interpersonales, simpatía forzada, activa sexualmente, positiva identificación con su rol sexual, conflictos con el cuerpo, impulsividad reprimida, con rasgos obsesivos, figura dominante de la madre. y se adapta fácilmente a las exigencias del entorno. Pensamiento convencional, colectivo, capacidad de empatìa en comportamientos, emociones y pensamientos, acercamiento a la realidad ambiental concreta y específica de la sociedad, yo social, pero sometido. Yo rígido y ordenado e inhibido. Pensamiento rígido, estereotipado y automatizado, represión de la afectividad. Rasgos depresivos. Busca permanente ajuste a la realidad y control notorio, es discriminativa en sus relaciones interpersonales. Ajuste a la realidad, control notorio y. Pensamiento rígido, estereotipado y automatizado, represión de la afectividad. En lo sexual se revela pudor y represión de su sexualidad. Conflictos con la castración, edìpicos, dependencia emocional y rasgos de alguna inmadurez, rebeldía. Temores hacia la imagen materna y paterna Rasgos depresivos o alteración del estado del ánimo, esfuerzo e interés, Yo rígido y ordenado e inhibido, factores represivos. Vivencias emocionales notorias, comprende y percibe las cosas como la mayoría de las personas lo perciben y comprenden, pensamiento convencional, colectivo, capacidad de empatìa en comportamientos, emociones y pensamientos, acercamiento a la realidad ambiental concreta y específica de la sociedad, yo social, pero sometido. Funcionamiento correcto, sin grandes esfuerzos creativos, modesta, conservadora y se adapta fácilmente a las 16 Mujeres con múltiples cirugías 17 familia disfuncional son tres hermanos y ella ocupa el segundo lugar, la relación con los hermanos es adecuada. Se ha realizado tres cirugías: dos de busto y liposucción de abdomen. Ella se describe como una persona amigable, cariñosa, gusta de complacer a los demás, la relación con su esposo es conflictiva y han pensado en divorciarse. Es muy inconforme con ella en la estética y en su físico. LUISA Estudiante de 25 años de edad, es la menor de tres hermanos. Sus padres viven juntos y la relación entre sus progenitores es adecuada. Las relaciones con su padre siempre fue de dependencia económica y de distanciamiento afectivo, con la madre fue más cercana, aunque es muy sobreprotectora y ella muy rebelde, con los hermanos que su relación es buena. Ha tenido varias relaciones de pareja, llenas de conflictos, pues siempre ella busca es complacerlos y que le tengan con lujos, una vez obtiene dinero para cirugías estéticas se separa, en la séptima o última es donde más ha durado, pues el compañero le ha hecho dos cirugías, discuten mucho por los celos de él, no se siente plena y se ha realizado siete cirugías: tres de busto, dos de derrier, una de mentón, liposucción de abdomen y piensa en otras de mentón y rinoplastia. Es una persona afectuosa, seductora, sensual, vive Sociable, rasgos obsesivos y depresivos, altamente agresiva latente, exhibe su cuerpo, más que de la ropa, es sensible, dependiente, insegura, con características infantiles, represión de impulsos agresivos, fantasiosa, soñadora, le agrada que la observen, activa sexualmente, aunque presenta preocupación por lo sexual, no gratificada. exigencias del entorno. Buen contacto intelectual, Rasgos de infantilismo e inmadurez, falta de compromiso e indecisión, alguna limitación para ver al ser humano en su conjunto, rasgos hipocondríacos, pulsiones regresivas contra otra persona. Marcado interés por los demás y cooperación. Controla las pulsiones agresivas y destructivas adecuadamente acordes a la realidad. En lo sexual se revela pudor y represión, temores y deseos. Cierta forma de evasión con connotaciones “saludables”, signo positivo de inhibición ante tareas constatables, huida cognitiva y proceso ideativo inadaptado. Busca problemas o los inventa, no deja nada sin remover, rasgos obsesivocompulsivos, presta atención a detalles minuciosos, pensamiento rebuscado, crítico, duda, inseguridad, elementos regresivos ligados a sentimientos de inseguridad con tendencias impulsivas controladas. Rasgos depresivos o alteración del estado del ánimo, esfuerzo e interés, motivación, buen procesamiento de información y de relaciones interpersonales. Yo rígido y ordenado e inhibido. Su control no es suficiente, búsqueda de adaptación afectiva sin que exista un control adecuado. Contacto intelectual, comprende y percibe las cosas como la mayoría de las personas lo perciben y comprenden, pensamiento convencional, colectivo, capacidad de empatìa en comportamientos, emociones y pensamientos, acercamiento a la realidad ambiental concreta y específica de la sociedad, yo 17 Mujeres con múltiples cirugías 18 mucho de su físico y le preocupa su belleza, es impulsiva y siempre quiere que se haga lo que ella quiere. social, pero sometido. Funcionamiento correcto, sin grandes esfuerzos creativos, modesta, conservadora y se adapta fácilmente a las exigencias del entorno. Pensamiento rígido, estereotipado y automatizado, represión de la afectividad. Afecto controlado con mayor precisión y perfección. En lo sexual se revela pudor y represión, busca resaltar por su feminidad. DISCUSIÓN Existe una constante que prevalece en el núcleo familiar, en cuatro de las participantes, esta constante es la disfuncionalidad, manifestada a través de las conflictivas conyugales, separaciones y abandono por parte del padre. En el caso de Alicia los padres "viven pero no conviven3"; fue victima presencial de constantes agresiones verbales entre los padres, temiendo siempre una inminente agresión física por parte del padre hacia la madre, resultando en ella una falta de significantes para tramitar situaciones del entorno social, observado en la angustia que le representan las discusiones en términos generales; se identifica una inversión de las funciones materna y paterna, con una madre agresiva y un padre pasivo, según refiere. Erica crece en un hogar de padres que jamás vivieron juntos, en un ambiente familiar de interacciones afectivas débiles y expresiones de afecto escasas entre los miembros; basados en la Teoría de las Relaciones Objétales (Klein, M.1999), la joven adopta dicha característica de frialdad afectiva en sus otras relaciones, pues según refiere, sus expresiones de afecto son pocas, teniendo dificultad para decir "te quiero" a su pareja y a sus familiares. Su padre es distante, y su madre, mediatiza su vínculo afectivo con el dinero y los objetos materiales, no siendo ello suficiente para la hija. En el caso de Luisa, según comenta, sus padres "más que esposos, parecían desconocidos", y la relación conyugal se desenlaza en una separación que tuvo una incidencia negativa en la joven de manera tajante, derivando en un rechazo hacia el padre y una 3 Todo el texto en cursiva corresponde al discurso original de las participantes 18 Mujeres con múltiples cirugías 19 desvalorización de la madre, anudado a un sobreinvolucramiento con la abuela materna, como sustituto de una figura materna fallida. La búsqueda de la independencia como huida a la conflictiva en el núcleo familiar es una característica compartida por las jóvenes mencionadas. Por otra parte, Katia es hija de padres separados, quienes discutían frecuentemente, tornando el ambiente familiar impredecible, como ella comenta “un día te puedes levantar y no sabes como está la gente”, situación a la cual responsabiliza por su inestabilidad emocional y el no tener una personalidad definida. No obstante, crea una dependencia emocional marcada hacia ellos (vive con ellos), de manera especial, con el padre, a quien considera su ídolo. Por su parte, Mirian, quien también vive con sus padres, crece en un hogar donde los padres se mantienen en convivencia marital, sin embargo, es la madre quien dirige a la familia, ante un padre que observa pasivamente, y crea una dependencia emocional ante dichos paternaires, argumentado en el Test de K. Machover. El estado de enfermedad actual del padre es motivo de conflicto en el hogar, por su condición de minusvalía, colocándose éste en una posición de mayor pasividad de la que le es inherente a su carácter habitual. En éste sentido, la característica familiar esta dirigida a una inversión de las funciones de los paternaires. Desde esta perspectiva, se determinan fallas estructurales en el cumplimiento de las funciones de los paternaires materno y paterno. En el caso de la madre porque desde su misma falta estructural, cuando una mujer se ocupa de esos objetos a que son los hijos, es decir, cuando acepta encarnar a la madre, es no toda madre, la posición no es sin síntomas (Lacan, 1999), y en el caso del padre, éste no puede serlo por entero (Cancina, 2002) aun accediendo a la postura paterna, pues su disposición se parcializa, hacia el amor o hacia el terror. La figura materna en los cinco casos aparece como fálica, castradora, con una demanda ambigua; desea a través de ellas, pero a la vez , muestra desvalorización e inconformidad ante su ser, colocándolas en una encrucijada del deseo, ya que el Deseo Materno es imposible de colmar, estructuralmente hablando (García, 2005); de allí la ambivalencia ante su esquema corporal y en su personalidad como tal, puesto que se concibe un cuerpo desestructurado, que se ama pero se 19 Mujeres con múltiples cirugías 20 desprecia, que se desea completo, pero que nunca es suficiente. Su búsqueda va dirigida a agradar al Otro, que ante la mirada de éste, se sea lo que éste espera. La figura materna es percibida como exigente, dominante, manipuladora para Miriam, sin embargo, depende de ella y se identifica con su rigidez moral, característico de dicho deseo ambivalente, devorador y gratificante a la vez; de la misma forma, para Katia, su madre representa frustración (“siempre tiene un pero para todo””chocamos mucho”), y es una rival inminente en lo que a su Edipo respecta, que es desvalorizada ante el padre, en quien prima la importancia, diciendo “si tendría que escoger entre papá y mamá…me quedaría con mi papá”. Estas madres aparecen ante los ojos de sus hijas como antagonistas de un drama, el Complejo Edìpico. Aspecto que Freud considera, culmine sanamente, a favor de la feminidad de la cual se goza, habiendo en un primer momento, dado un giro amoroso hacia su padre, debe posteriormente volver hacia la madre, e identificarse con ella: entonces, este proceso en estas jóvenes se estancó en el giro hacia el padre, esperando aun de él el tan anhelado atributo fàlico. Por su parte, para Alicia, la madre es objeto de angustia, por su menoscabo manifiesto en expresiones como: “tu no sirves para nada” en su niñez y en su adolescencia , señalamientos descalificativos alrededor de su comportamiento sexual; además un maltrato físico, que integrado a lo anterior, dan como resultado un cuerpo poco valorado e insuficiente para colmar la exigencia materna, de allí que la joven diga: “cuando mi mamá me pegaba mucho, yo creía que no me quería”¸ y en su rechazo por las madres que reprenden a sus hijos. Se mantiene en una posición infantil ante la madre, ocultándole cualquier cosa que sea percibida por Alicia como una contraposición de ese deseo materno, se le teme hasta el punto de esconderle una fruta. En el caso de Luisa, su madre “no tuvo responsabilidad de madre” según refiere la joven, estuvo ausente en su función; sin embargo, a manera de compensación de dicha falta, la abuela materna aparece como quien ejerce la función materna, caracterizada por la ambivalencia del Goce, en el que se gratifica y se frustra a la vez, pues ella manifiesta “a mi abuela es a la única que le digo que la quiero” , en contraposición de “mi abuela es muy determinista, muy exigente…siempre era su decisión ”. Se encuentra bajo un discurso materno sometedor que la 20 Mujeres con múltiples cirugías 21 enviste pulsionalmente, que constituye su libreto inconsciente, en palabras como “no puedes conformarte con tan poco…tienes que mirar un poco más arriba”, al cual se obedece; sin embargo, también se rechaza, a través de los actings de rebeldía ante las ordenes de su abuela. Aun existiendo como sustituto de la función materna, la abuela falla en dicha tarea, pues ésta no le correspondía. Cuando se cumple una función que no le compete, tiende a ejercerse a medias. Por su parte, Erica encuentra en su madre un vacío afectivo, un ser que no la reviste libidinalmente, que falla en su función tácitamente, en lo que a protección y reconocimiento respecta. Según refiere, “no ha sido madre para mi”, convirtiéndose en una madre ausente, de la cual se demanda atención y apoyo, de manera especial en este momento de embarazo de riesgo. En su expresión : “ella expresaba sus sentimientos era comprándome cosas o dándome dinero y ayudándonos a cumplir nuestros sueños” es claro el carácter de tramitador de las interacciones afectivas del dinero, como significante fálico en esta relación madre-hija; así mismo sucede con Luisa cuya abuela le ofreció arduas comodidades , que la lleva a darle una importancia superlativa a lo económico, diciendo que se deprime por falta de dinero, ilustrando la angustia ante la perdida del amor y la protección materna. El dinero se constituye entonces en la muestra de afecto, en el legado materno, que producto de un proceso identificatorio, aparece como característica de personalidad compartida por estas dos jóvenes anteriormente mencionadas. El dinero en estos casos, tiene una significación fálica (Ángel, M. 1998), implicando la representación de un potencial fálico compensatorio ante la falta estructural desde su ser mujer; es una preocupación común a las participantes, pues el dinero proviene del núcleo familiar, de la madre en la mayoría de los casos, pudiendo significar un temor a la castración, pues la angustia va en torno a la continuidad del Goce, a la prolongación de la gratificación , así como, en el afán de completud, constituyéndose como mujeres fálicas. He aquí la evidencia de la identificación parcial con el rasgo unario de la que hablaba Freud (Nasio, J. 1998) De manera general, se destacan aspectos críticos encontrados en el Test de Machover, manteniendo como constantes la concepción de una madre como una figura frustrante, pulcra, moralizadora, sometedora, poco afectiva, fálica en su naturaleza de mujer, pero que no brinda 21 Mujeres con múltiples cirugías 22 estabilidad , y ante la cual se reprimen sentimientos de agresión inconscientes, desde una posición regresiva ante ésta, con rasgos de dependencia emocional , argumentado esto en los objetos compensatorios (botones, aretes, adornos en general), rostros infantiloides (cabezas grandes), los brazos a la espalda y la presencia de ombligo y/o senos . Todos ellos, representantes del Goce Fálico, proyectados hacia la realidad a través del dibujo. Dice Amigó (2001) sobre el goce fálico: “la paradoja es que el goce fálico que la madre obtiene del hijo de ser permanente, de no tener resquicios, del lado de su retoño no puede ser vivido sino como tomando el horizonte aplastante del Otro” Si bien, es entonces vital en la constitución del sujeto humano la función materna, debe ser complementada por una función que regular la manera en que la madre suple las necesidades del niño (a), produciendo oportunamente un clivaje que rompa la prolongación, más de lo necesario, de ese apego binario madre-hija. . Se encuentra en estos casos, que este proceso se presenta fallido. Una función paterna fallida prepondera en los cinco casos expuestos en esta investigación. En Erica y Luisa se presenta una ausencia del padre en lo real. El primero, un padre con el cual nunca se intercambiaron expresiones afectivas ni experiencias de vida, un padre nulo del cual no se puede decir “ese es mi papá”, viéndose reducida su función de amor y de ley a la mínima expresión, trayendo consigo soledad y depresión, en la forma de un duelo no resuelto ante la falta de ese objeto de amor. El segundo, por su parte, dada su inconstancia en el hogar, su perfil de alcoholismo, agresividad e infidelidad, se constituye en un ser reprochado por Luisa. Son casi desconocidos para sus hijas, de hecho, ellas también son desconocidas para ellos, pues como Luisa expresa, su padre “no estuvo en mis momentos”; en lo consecutivo, este padre es buscado a través de las relaciones con hombres mayores y con dinero, que la provean de dinero y lugos, los significantes del amor y de la castración. Presa de un Goce, busca ley de corte en los sustitutos paternos 22 Mujeres con múltiples cirugías 23 De la misma forma para Alicia, su padre es distante y compartían poco tiempo juntos, por ello no se establece un lazo afectivo sólido, además de ser percibido como un padre pasivo, quien no pudo defenderla del impulso devorador y menospreciante de su Otro Materno, como se espera de la función de ley paterna. No hay un reconocimiento del ser mujer de sus hijas, de su existencia misma en el caso de Erica, y de haberlo, no hay ratificación del mismo en el momento crucial del segundo despertar sexual. Así, Amigó (2001) plantea que en lo femenino es imposible que exista el padre excepcional que pueda donar el significante del ser sexuado femenino puesto que este significante no existe, pues no hay padre de la posición femenina. Son padres nulos, sin potencial instituyente. Por otra parte, en Miriam y Katia, encontramos unas figuras paternas seductoras con sus hijas, quienes adoptan una posición pasiva ante éstos, manifestando así la existencia de un Complejo de Edipo no resuelto, siendo considerados el ideal de hombre para sus hijas. Para Miriam quien considera a su padre como un excelente hombre, expresa su deseo de conseguir un hombre valioso y excelente como esposo, de allí su condición de mujer no-casada, puesto que ese hombre sólo podría ser su padre, encontrándose con un impedimento inherente a su condición de hija. Katia, por su parte, ve en su padre un héroe, un ídolo, como ese hombre ideal que la niña, en pleno complejo edìpico, visiona en su padre, de hecho, su posición ante éste es infantil (infancia que reitera en su discurso), pues no puede hablar temas de adultos con él, de mujer a hombre, ello le causa angustia, ésta ultima desplazada a cualquier otro adulto, expresada en la risa y en los rodeos para hablarle. La función de amor prevalece ante la función de ley; para Miriam fue un padre distante que la hizo una persona libre, no siendo suficiente para hacerla sujeto deseante, y para Katia, este padre se constituye en su escucha, en su apoyo, creando una dependencia emocional con éste, de lo cual proviene su posición pasiva y de dependencia ante sus parejas. Este padre es compensado por su carencia de potencial de ley (fálico) a través del dibujo de Machover (1987). Esta condición edifica da como resultado una sexualidad infantil; una fijación en esta etapa implica el no poder gozar del ser mujer, al no tener apertura hacia lo sexual, la cual es otorgada por este padre. Se imposibilita la constitución psíquica de lo que es mujer. 23 Mujeres con múltiples cirugías 24 En relación a lo encontrado en Lacan (citado por Cancina, 2002) sobre la función paterna el termina diciendo que esta siempre es fallida por que si por un lado es muy castradora y restrictora creara una visión de un padre terrorífico, pero si por el contrario es muy seductor será un padre amoroso y falto de su función de castración. Como consecuencia de lo expuesto en relación a las funciones materna y paterna, se evidencia una marcada importancia por la apariencia física, una sobrevalorización del cuerpo, que se presume, enmascara una imagen corporal intrapsiquica pobre y dependiente del mandato del Otro. Alicia y Katia expresan abiertamente haberse sentido acomplejadas y tener baja autoestima. En el caso de Erica la actitud de autodeterminación y seguridad por su apariencia física puede constituirse en una compensación de sus reales sentimientos de insuficiencia y de necesidad de aprobación social. Y en Luisa, el discurso compensatorio que oscila entre aceptar o no la opinión de los otros sociales: paradoja entre el Deseo del Otro y el propio. Desde el psicoanálisis francés de Brullmann (1999), la iniciativa de realizarse cirugías estéticas suele enmarcar un sufrimiento de tipo psíquico, que enviste al cuerpo, que se encuentra relacionado con la reorganización psíquica concerniente a la adolescencia. Esto tiene que ver con la confirmación del fantasma de la que habla Amigó (2001), que debe darse en el segundo despertar sexual, por parte de un padre que de apertura a lo sexual y de una madre que enseñe a la hija a ejercer su ser mujer. Erica. Luisa y Alicia, con padre apáticos, con madre fálica y ambigua, y Mirian y Katia con padre seductor y madre sometedora, no vivieron dicho proceso sanamente, y surge esa necesidad de ratificación de su feminidad, a través del cuerpo, dado que es en éste en el cual el otro social (originalmente el Otro del deseo) reconoce lo femenino. El deseo de realizarse cirugías estéticas está ligado a una subjetividad, que trasciende al cuerpo, que es utilizado como un medio para canalizar o proyectar un estado intrapsiquico, no el fin en si mismo (Acosta, 2006). Las cirugías estéticas se constituyen entonces en un acto fallido para cumplir un mandato inconciente, originario de la relación con el objeto primario, que tiene voz propia, la Voz del Otro. Es un acto fallido en la medida en que no fue suficiente para conseguir su objetivo inconsciente, no cumplió a cabalidad la expectativa del Otro; en la 24 Mujeres con múltiples cirugías 25 incesante búsqueda de ser objeto del deseo del Otro, se crea una ilusión de ser bellas, que no implica ineludiblemente ser objeto de amor. Según González, M. (2003) para la mujer existe un problema que tiene que ver con el cuerpo, ligado al vínculo materno, del cual parte la estructuración del esquema corporal, pues es de la imagen del cuerpo reflejado en el campo del Otro, en el espejo, del cual subyace dicho esquema Para que haya imagen del cuerpo, que es de carácter inconsciente, debe concebirse desde el lenguaje, que tiene sus inicios en los primeros sonidos emitidos y percibidos, en la voz materna que acompaña los cuidados del bebé. Es en estas instancias, en las que la falla se constituye en el trasfondo de la estructuración de un cuerpo atravesado por la huella de la voz materna devoradora y demandante, que aparece en la realidad como la degradación del mismo, ambivalente (se ama-se odia); un querer ser en el cuerpo en la expectativa del Otro. Es allí donde la tendencia se hace acto, a través de la intervención quirúrgica, desde la que se aspira, como niña, como mujer, alcanzar el tan anhelado logro de la completud y el acato de la Voz del Otro del Deseo. Se retoma entonces el punto de Lacan (1999) sobre la madre omnipotente “…y no porque lo contenga todo como suponía M. Klein sino porque es ella quien decide dar o no dar.”. Por ello, Alicia, una niña maltratada tanto física como verbalmente por su madre, evoca inconscientemente una imagen corporal distorsionada y endeble, cumpliendo con la voz del otro que así lo dice. Luisa, posee una imagen del cuerpo disidente, pues su abuela, representante materno, la crió diciéndole “no puedes conformarte con tan poco” y “hay que mirar más alto”, mientras que, acerca de su madre, expresa “no se mete en mi vida ni para bien ni para mal”, oscilando entre el ser devorada y el no ser reconocida. Y Erica, cuya madre reviste su cuerpo de ostentosidad, para mostrar deseo hacia el mismo, en la perpetuación de una relación carente de palabras, y cargada de actos, como el de observarse al espejo, retomando el querer ser igual al Otro, proyectándose en su campo especular. Es un intento explicito de ser igual al Otro. De la misma forma, Miriam exige a su cuerpo como su madre lo hace, y como rechazo al mandato del Otro, orienta su deseo a dejar de tener un cuerpo de vieja, rectificando al mismo tiempo su potencial femenino. Katia, para quien el inconformismo con relación a su imagen 25 Mujeres con múltiples cirugías 26 significa mucho más que una razón propia, es sólo el reflejo de un deseo materno imposible de colmar. Es un cuerpo lleno de frustraciones, como las que protagoniza la madre. Se incluye en ello la carencia de elementos sólidos para acceder a la cultura, a lo social, destacándose en este punto la primacía de la aceptación por parte del otro social en las participantes, bajo un discurso que oscila entre la indiferencia y la preocupación por la opinión social, siendo otra evidencia de un yo social pero sometido, como se resalta en el Test de Rorschach, menguando su autoestima. Se ve comprometido entonces, no solo el fantasma de la constitución física, las bases de la existencia en el plano psíquico, sino la capacidad de ser mujer, por ello la búsqueda se liga también a corroborar dicha feminidad. En su anhelo de ratificar su ser mujer, su rol sexual, en su posición de objeto de deseo y no de sujeto deseante, su vida sexual está mediatizada por las expectativas del otro, por complacerlo o satisfacerlo en lo sexual, a costa de su propio deseo, puesto que gozar de lo sexual implica ser objeto de goce, no objeto del deseo del Otro, dentro del encuentro con el otro. Son cuerpos al servicio del deseo del Otro, cuerpos ajenos, construidos según un libreto, estructurado en el inconsciente de estas jóvenes. Retomando a Acosta (2006) con relación a este tipo de mujeres: “…no tienen problemas con el cuerpo; el problema es con su feminidad y eso no lo cura un bisturí”. Se toma como un intento errado de responder al interrogante primordial ¿Qué es ser mujer? El hecho de haber logrado a través de las cirugías estéticas, una autoimagen y autovaloración más elevada y estable, da luces de una necesidad de aprobación del Otro Materno, que debe mostrar un deseo hacia esa hija que espera de su madre la clave para ejercer su ser mujer, y ante la imposibilidad estructural de alcanzar esto, prevalece la inconformidad con los resultados obtenidos, y con ello la ambición de realizarse otros procedimientos del mismo tipo. Allí se demuestra la incapacidad de llenar la falta materna o de cumplir de manera absoluta con la demanda del Otro Materno y su relación con la feminidad ; no es posible a través de las cirugías ya realizadas subsanar el deseo del otro, ni la desorganización psíquica alrededor de la feminidad, 26 Mujeres con múltiples cirugías 27 descubriendo que, a pesar de ser bellas, aun fallan, siguen siendo no-mujer, no completas, puesto que, como plantea Lacan (citado en García, 2005) que “ una verdadera mujer no se sustrae ante el encuentro con el falo, y no pretende tenerlo ni serlo. Puede ocupar el lugar de objeto para suscitar el deseo en su compañero y luego gozar de el encuentro”: ser objeto de deseo del Otro, no es compatible con ser sujeto deseante. Se evidencia el deseo escindido de la mujer, una parte de ella goza del falo y la otra es la que permite acceder al goce suplementario antes mencionado. Desde esa posición, el cuerpo es significante fàlico para ellas, y se sufre en él por la inconsistencia fundamental del deseo, en el ser o tener el falo (Lacan, J. 1999), encarnarlo o no, preguntando a través de su soma ¿Qué es lo que quiere el Otro de mi?, y no encontrando respuesta a ello, prolongándose la búsqueda a través del mismo medio, este, el cuerpo, y con ello, la insatisfacción. El conglomerado de elementos mencionados al rededor de las funciones fallidas de los paternaires, y el valor agregado de la condición femenina, deriva en subjetividades estructurales diferentes. La simbolización de la castración por parte del sujeto es un aspecto fundamental en la vida psíquica de cada individuo; cuando este proceso no se totaliza, resulta en la neurosis. La cuestión no está solo en aceptar la falta, sino es comprender que no hay un objeto que pueda colmarla, y esto está determinado por las acciones de una madre que permita al significante paterno cortar el Goce, y de un padre que esté dispuesto a hacerlo, lo mejor posible, todo ello a través de la palabra, de la función del símbolo; de esta forma, se trata de un padre que deje claro que la madre es su mujer, que se debe desear por fuera de ella, en otros objetos, y de una madre que apoye dicha moción, aun en contra de su deseo. Aceptar la perdida del objeto amado es doloroso, pero la represión suele participar como coadyuvante en el proceso, sin embargo debe darse un tramite que organice ese episodio en la psique de quien lo vive: el significante de la falta materna que el padre provee da acceso a la cultura, anudado a los aspectos rescatados de la madre que alimentan el narcisismo. De todo ello depende la estructuración psíquica del sujeto, la formación del fantasma como base del funcionamiento inconsciente, la respuesta al interrogante ¿Che voi? 27 Mujeres con múltiples cirugías 28 A su vez, estos sujetos, no pasaron por el lenguaje, faltan letras en su libreto, que se buscan desesperadamente en los objetos del exterior. La castración no termina de inscribirse en ellos, por tanto, su lugar en el mundo no está determinado, como no lo estuvo en ese momento crucial. En las mujeres con múltiples cirugías estéticas, el exhibicionismo, los intentos de suicidio y la cirugía plástica son acting en todo el sentido de la palabra, tomando como acting, todo acto carente de palabra con un contenido inconsciente implícito que emerge como intento de resolución de una conflictiva nuclear; en este caso, el repertorio de actings son intentos errados de logra el hallazgo de la identidad propia, de la ubicación en el mundo, de la misma feminidad , rechazando el mandato del Otro materno y buscando por su propios medios , la función organizadora del significante de la falta paterno. De acting en acting, hace de su cuerpo la muestra viviente de la falla del significante, y del sometimiento al goce del Otro que desea. En sumo, la falla materna en la función de proveedora de la articulación significante clave para la constitución de un esquema corporal sano y una subjetividad con deseo propio, anudada a la falla paterna en la función de corte del apego binario madre-hija y de ubicación , y de manera conjunta, en la ratificación del fantasma de la estructura psíquica en el segundo despertar sexual, que se conoce como el fracaso del fantasma Amigó ( 2001) es característico en las mujeres con múltiples cirugías estéticas. Es en el cuerpo donde se alojan las expresiones del psiquismo, se convierte en instrumento parlante, pues el registro significante no es suficiente para tramitar la realidad, una realidad que le demanda al individuo. Procesos inconclusos como la simbolización de la castración (¿la castración misma?), la unificación de un esquema corporal desde el narcisismo primario dotado por la relación objetal primaria, la confirmación del fantasma de la feminidad, se presentan en estas jóvenes de manera distorsionada, disfrazada, en su realidad corporal, ante la ausencia o insuficiencia en tanto función de los paternaires materno y paterno. El amor aparece como la pieza faltante en la constitución del cuerpo, y si está presente, esconde una intención narcisista por parte de quien lo proporciona. El sufrimiento psíquico equivale en el cuerpo a la insatisfacción, y ante lo doloroso, se coloca una prótesis que sostenga la debilidad narcisista, que mitigue el dolor del la falta de elementos constituyentes, de la incertidumbre en el 28 Mujeres con múltiples cirugías 29 ser, más aun, que sostenga el fantasma: esta prótesis narcisista, como Le Poulichet (1990) la denomina, es la cirugía estética. Por los anteriores hallazgos las intervenciones que realicen los profesionales desde a lo que en el campo de la psicología respecta, debe estar dirigida a que las mujeres que se realizan múltiples cirugías estéticas puedan llegar a hacer insight sobre lo que representan las cirugías que se realizan y posteriormente dentro del mismo proceso confrontarlas de tal manera que esto les permita tomar una actitud de cambio; una reestructuración en la valoración de si misma y un fortalecimiento de su estructura yoica, ya que los conflictos que llevan a las mujeres a realizarse múltiples cirugías estéticas vienen arraigados desde la infancia y su desadaptación social y afectiva con inicios en el sistema familiar. De igual forma teniendo en cuenta que las mujeres que se realizan múltiples cirugías estéticas buscan una respuesta en el cuerpo y que el cirujano plástico, con su acto temporalmente dá respuesta a la completad que se busca, es ventajoso, para el amplio trabajo de esta problemática que se realice un trabajo integral e interdisciplinario con los médicos cirujanos plásticos de tal manera que se pueda dar una orientación mas adaptativa a la realización de las cirugías esteticas. Referencias Acosta, H. (2008). Malestar cultural y vínculo: Medellín Colombia: Universidad de Antioquia. Amigó, S. (2001). Clínica de los Fracasos del Fantasma. Rosario Argentina: Colección Clínica de los Bordes Ed. Homosapiens Angel, M. (1998). “El Lugar que ocupa el Padre, Ley Simbólica en la elección que hace una mujer por la Prostitución”. Medellín Colombia: Universidad de Antioquia Departamento de Psicoanálisis. 29 Mujeres con múltiples cirugías 30 Bleichmar, E. (2000, Abril). 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