Las mascarillas siguen siendo un valioso recurso de plena actualidad. Su función es variada, ya que van desde una acción higienizante de la piel, hasta una corrección de ésta, por medio de distintas acciones y a través de sus principios activos, y además, lo ideal, es que aporten relajación y bienestar. La MASCARILLA MINERAL D’ARGÁN con aceite de Argán y arcillas minerales, es un tratamiento limpiador y regenerante. Se componen de dos tipos distintos de arcillas naturales, el Kaolín y el Rhassoul, que abren los poros y absorben la suciedad. Las arcillas se utilizan en cosmética y medicina desde tiempo inmemorial. En el antiguo Egipto, ya eran populares las mascarillas de arcilla para depurar, regenerar y eliminar las células muertas de la piel. Las arcillas ejercen sobre la piel una suave acción exfoliante, absorben el exceso de sebo y dejan la piel tersa y suave. No sólo absorben el exceso de sebo, sino que limpian de impurezas y toxinas la piel, mejorando la circulación sanguínea, y calmando inflamaciones e irritaciones. La arcilla blanca, o kaolín, es muy curativa, y tiene un gran poder antibacteriano. Es muy rica en Calcio, por eso su color blanco, y es además muy rica en zinc, magnesio y silicio. Está especialmente indicada para pieles sensibles, intolerantes y sensibles. La arcilla Rhassoul, es una variedad de arcilla endémica de la zona del Atlas Marroquí y es un elemento fundamental de la higiene del Hammam Marroquí, de hecho, su nombre proviene de la palabra de origen árabe “Rhassala” que significa lavar. Lo que la diferencia de otras arcillas, es su alta concentración en compuestos minerales, necesarios para mantener la piel tersa, y suave. Su capacidad de arrastre y absorción de toxinas de la piel, es inigualable. Por su contenido en minerales, aporta elasticidad, luminosidad y fuerza. Ejerce un ligero efecto exfoliante, que elimina las sustancias tóxicas acumuladas sobre la piel y las células muertas, que producen manchas, y un aspecto envejecido, apagado y flácido. MASCARILLA MINERAL DE ARGÁN contiene aceite de Romero y agua de Rosa Centifolia, oxigenantes y regenerantes; Cera de abeja, y aceite de almendras, que hidratan y suavizan la piel. La MASCARILLA MINERAL DE ARGÁN actúa secuestrando o absorbiendo la suciedad depositada en el estrato córneo, dejando la piel limpia, suave, nutrida, hidratada y vigorizada. ACTIVOS COSMÉTICOS: Aceite puro de Argán 100 %: Certificado Ecocert, extraído de la almendra del fruto del árbol del Argán (Arganda Spinosa) usando sólo una presión mecánica en frío de la semilla del fruto, tratándose por tanto de un ingrediente activo cosmético puro, ecológico, libre de químicos y desodorizado. El aceite de Argán está compuesto hasta en un 80% de ácidos grasos esenciales: - 50 % en ácido linoléico, 15 % en ácido alfa-linolénico, 12 % de ácido oleico: precursores biológicos de hormonas intracelulares como las prostaglandinas (reguladoras fundamentales de los distintos sistemas celulares, en particular de todos los intercambios membranarios). Estimulan la oxigenación intracelular, mejorando la restauración de la película hidro-lipídica aumentando el contenido nutricional de las células cutáneas y asegurando la humedad indispensable de la piel - 1 % de ácido araquidónico - 3 % de ácido gammalinolénico - 5% de Tocoferoles, (Vitamina E). Los principales representantes de esta clase de compuestos encontrados en el aceite de argán son el alfa-tocoferol o vitamina E (5%), el gammatocoferol (83%) y el delta-tocoferol (12%) son antioxidantes naturales y precursores de vitaminas. - Ácido ferúlico: Es el componente que se encuentra en mayor proporción en el aceite y se utiliza como antihipertensivo, por lo que favorece la circulación sanguínea, aumentando así la llegada de nutrientes. Estimula la oxigenación intracelular, neutraliza los radicales libres y protege los tejidos conjuntivos. - Fitosteroles: Los delta-7-esteroles son inhibidores de la enzima 5-alfareductasa, que transforma la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), responsable en gran medida del acné y la caída del cabello. - Escualeno: presente en un 25% de los lípidos humanos), uniéndose a la membrana celular, ayudando a eliminar toxinas y desactivando radicales libres. - Lupeol: presenta propiedades anticancerosas y mejora la proliferación de los queratinocitos que producen la queratina del cabello, uñas y piel. Todos estos elementos le aportan elevadas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, re-estructurantes, regenerantes y antiedad. Restaura la piel y la protege de la oxidación provocada por los radicales libres. Kaolín: arcilla blanca muy pura compuesta por caolinita utilizada en cosmética como absorbente de las secreciones grasas, humedad e impurezas que obstruyen los poros y provocan la formación de imperfecciones. Posee propiedades suavizantes de la piel, tiene un leve efecto astringente y activa la circulación sanguínea. Por su suave acción exfoliante, renueva la superficie celular de la piel, eliminando impurezas y células muertas. Arcilla Rhassoul: variedad de arcilla endémica de la zona del Atlas Marroquí .Lo que la diferencia de otras arcillas, es su alta concentración en compuestos minerales, necesarios para mantener la piel tersa, y suave. Su capacidad de arrastre y absorción de toxinas de la piel, es inigualable. Por su contenido en minerales, aporta elasticidad, luminosidad y fuerza. Ejerce un ligero efecto exfoliante, que elimina las sustancias tóxicas acumuladas sobre la piel y las células muertas, que producen manchas, y un aspecto envejecido, apagado y flácido. Aceite de Romero: Es un agente antiséptico, cicatrizante y tónico para la piel. Tiene propiedades estimulantes y es un activador de la circulación, además de agente antimicótico. Las propiedades antiinflamatorias del ácido rosmarínico se basan en la inhibición de los leucotrienos, del sistema complemento y de los radicales libres. Su acción antioxidante se debe al carnosol y al ácido carnósico, dos activos capaces de inhibir el radical peroxilo. Por su contenido en triterpenos, posee una intensa actividad calmante y anti-irritante. Agua de Rosa Centifolia: El popular médico Avicena (980-1037 d.C.) preparaba ungüentos con agua de rosas por sus propiedades astringentes y anti inflamatorias para la piel. Decían que Cleopatra, conocedora del poder afrodisíaco de la rosa, obligaba a Marco Antonio a caminar sobre pétalos de rosa que le cubrían hasta la rodilla, para llegar al lecho donde ella le esperaba. La magia del agua de rosas no es otra que la gran cantidad de beneficios que en ella se acumulan. El agua de Rosa Centifolia tiene propiedades relajantes, anti-inflamatorias, y descongestionantes. Alto contenido en vitaminas y antioxidantes (C, E, K y carotenos) Lo que la convierte en un producto muy activo contra los radicales libres, ayudando a preservar la juventud de las células. Posee propiedades excepcionales como tónico para la piel y como regenerador de las células cutáneas. Tiene un alto contenido en vitamina C, imprescindible para la síntesis del colágeno, ya que protege la piel contra los radicales libres, causantes del envejecimiento celular. Además mejora la estructura de la dermis, incrementando la hidratación, la luminosidad y aportando firmeza. Presenta gran contenido en antioxidantes, que protegen la piel frente a los signos del envejecimiento, neutralizando la acción de los radicales libres. Contiene vitaminas del grupo B, vitamina E, taninos, pectina y nicotinamida, haciendo del agua de Rosas un tónico natural ideal para ser utilizado en la limpieza del cutis. Son conocidas también sus propiedades antisépticas, antibacterianas y cicatrizantes, siendo muy eficaz contra el acné. Cera de abejas: o cera alba, es una sustancia altamente higroscópica, que retiene y mantiene la humedad de la piel, cuidando las pieles más sensibles y resecas. Tiene propiedades anti-inflamatorias, antibacterianas, anti-alérgicas y antioxidantes. Devuelve la elasticidad a la piel, y tiene una gran capacidad para retener la humedad, evitando que la piel y los labios queden secos y deshidratados. La hidratación de las capas superficiales de la piel es progresiva y duradera. Aceite de almendras dulces: Presenta una potente actividad restauradora de la función de barrera de la piel. El aceite de almendras dulces es un aceite con un fuerte poder emoliente sobre la piel que favorece la regulación de la fase lipídica del manto cutáneo, debido a su contenido en ácidos grasos insaturados. al incrementar los niveles cutáneos de estos ácidos grasos esenciales, aumenta la producción de eicosanoides beneficiosos con efecto antiinflamatorio. La fracción insaponificable de la almendra dulce, constituida sobre todo por escualano, tocoferol y fitoesteroles, garantizan a la piel el aporte de sustancias altamente nutritivas, actuando sobre el tejido conectivo dérmico, favoreciendo la tonicidad y la elasticidad de la piel.