Resumen texto Demsetz Está organizado en tres partes: • El concepto y rol de los derechos de propiedad • La aparición de los derechos de propiedad • La coalescencia y titularidad de los derechos de propiedad Concepto y rol de los derechos de propiedad En esta primer parte el autor busca ‘establecer un base para facilitar la discusión de las próximas dos partes del trabajo’. Derechos de propiedad como instrumento de la sociedad o Ayudan a formarse las expectativas que se pueden sustentar razonablemente en las relaciones con otros. o Especifican de qué modo las personas pueden beneficiarse o perjudicarse y, por tal razón, quién debe pagar a quién para modificar las acciones llevadas a cabo. Externalidad según Demsetz Lo que hace que un efecto benéfico o perjudicial sea una externalidad es que el costo de hacer que este efecto gravite en la decisión (o: “sea responsabilidad”) de una o más personas interactuantes sea demasiado alto como para justificarse. Internalización: es un proceso –normalmente un cambio en los derechos de propiedad- que permite a los efectos mencionados caer sobre todas las personas interactuantes. Una función básica de los derechos de propiedad es promover incentivos para alcanzar una mayor internalización de las externalidades. Entonces, una condición necesaria para que los costos y beneficios sean externalidades es que: el costo de una transacción de derechos entre partes (internalización), debe ser mayor que la ganancia de la internalización. Estos costos de transacción pueden ser elevados en comparación con las ganancias, o elevados por razones jurídicas. Las externalidades pueden ser negativas o positivas. El autor da un ejemplo de externalidad positiva: el servicio militar obligatorio. Aquí el contribuyente se libra de pagar el costo total de mantener cuerpos armados. No tiene que pagar el costo de alguna de estas opciones: pagar a militares voluntarios o pagar a un reemplazante que cumpla con el servicio, en caso de que se pueda comprar una excepción al servicio militar. La conscripción obligatoria es una externalidad provocada por una negociación prohibida, es decir, los costos de transacción son infinitos. Luego, ‘en un mundo de costos de transacción cero, cualquier asignación de derechos es eficiente (excepto en términos distributivos de la renta)’. Siguiendo el ejemplo del servicio militar obligatorio, en caso de ser posible la transferencia de derechos, se obtendrá el mismo resultado (combinación de civiles y militares voluntarios), ya sea que los contribuyentes deban alquilar militares voluntarios, o que los llamados a conscripción deban pagar a los contribuyentes para ser exceptuados del servicio. Surgimiento de los derechos de propiedad Como la función principal de los derechos de propiedad es la internalización de las externalidades, se puede entender la aparición de estos derechos en asociación con el surgimiento de nuevas o diferentes externalidades. Los cambio en la tecnología, nuevas técnicas, etc., implican nuevos efectos benéficos y perjudiciales. Ahora el autor da lugar a una tesis sobre la aparición de los derechos de propiedad, la cual tiene lugar como deseo de las personas de ajustarse a las nuevas posibilidades de costos-beneficios. Esto es: los DD. PP. Se desarrollan para internalizar externalidades cuando las ganancias de la internalización son mayores que sus costos. Se expone que los ajustes a las nuevas posibilidades de costos-beneficios se han desarrollado, en gran parte, como resultado de cambios graduales en los hábitos sociales, así como en los precedentes jurídicos. Así, el autor presenta un ejemplo empírico, el desarrollo de los derechos de propiedad de la tierra entre los indios norteamericanos del norte, que surge del aumento del comercio de pieles, basado en un informe de E. Leacock. Primero se aclara que, debido a la pérdida de control sobre la caza realizada por otros, nadie se interesa en desarrollar o mantener el stock de animales. Así, se produce una caza intensiva. Por lo tanto, se imponen costos externos a los cazadores siguientes. Antes de que existiera el comercio de pieles, se hacía una caza de subsistencia, para necesidades de comida y ropa para la familia del cazador. La caza se practicaba sin restricciones y sin determinar la cantidad. Existía la externalidad, pero era tan poco importante que nadie necesitaba tomarla en cuenta. El surgimiento del comercio de pieles tuvo dos consecuencias inmediatas. Primero, el valor de las pieles aumento considerablemente para los indios. Segundo, aumentó la caza abruptamente. Estas consecuencias del comercio debieron aumentar mucho la importancia de las externalidades asociadas a la caza libre. El sistema de derechos empezó a cambiar en la dirección necesaria para tomar en cuenta los efectos económicos (externalidades) valorizados por el comercio de pieles. El informe de Leacock menciona: “Ellos (algorinos e iroqueses) se dividían a sí mismos en distintos grupos para cazar de forma más eficiente. Era la costumbre apropiarse pedazos de tierra de aproximadamente dos leguas cuadradas para cada grupo en los que cazaban de forma exclusiva. La propiedad de zonas de nutrias, sin embargo, ya había sido establecida y, cuando eran descubiertas, se marcaban apropiadamente.” El principio que asocia los cambios en los derechos de propiedad con la aparición de nuevas (o la revalorización de antiguas) externalidades sugiere en esta instancia que el comercio de pieles dio incentivos económicos para que haya un control sobre los recursos animales pilíferos. Pero, según señala el autor, parece haber una incoherencia con los derechos de propiedad de los indios del sudoeste norteamericano. Aclara que, en realidad, la ausencia de derechos similares entre los indios de las llanuras del sudoeste es consistente con la tesis. Se mencionan dos factores. Uno es que los animales de llanura no tenían un valor comercial comparable a los animales pilíferos de los bosques. Segundo, los animales de llanura se desplazan sobre vastos territorios y, por lo tanto, no tenía sentido delimitar los territorios debido a los costos de impedir que los animales se desplazaran a parcelas vecinas. Así, el costo de establecer territorios de caza era tan alto que poco se podía esperar un desarrollo de propiedad privada. Por el contrario, los animales de bosque se limitan su territorio a áreas pequeñas, de manera que los costos de internalizar los efectos de la caza se reducían considerablemente. La coalescencia y titularidad de los DD. PP. En esta parte del trabajo, Demsetz busca examinar las fuerzas que gobiernan la forma particular del derecho de propiedad. Para empezar, pasa a describir tres formas idealizadas de propiedad. Propiedad comunal: un derecho que puede ser ejercido por todos los miembros de la comunidad. La comunidad niega al estado o a los ciudadanos individuales el derecho de interferir a cualquier persona que ejercite los derechos de propiedad comunal. Propiedad privada: la comunidad reconoce el derecho del propietario a excluir a otros del ejercicio de tales derechos de propiedad privada. Propiedad estatal: el estado puede excluir a cualquiera del uso de un derecho, en la medida que el estado respeta procedimientos políticamente aceptados. El autor no desarrolla esta forma de propiedad. Demsetz empieza considerando los problemas de la propiedad de la tierra. Se supone a la tierra como de propiedad comunal. Todos tienen derecho a cazar, cultivar, etc. Si alguien quiere maximizar el valor de sus derechos, tenderá a sobreexplotar la tierra porque algunos de sus costos serán compartidos con otros. Así, el stock de animales de caza y la riqueza del suelo disminuirían con rapidez. Sería posible acordar un límite hasta el cual trabajar la tierra si los costos de negociación de políticas necesarias fueran iguales a cero, pero es obvio que los costos tal acuerdo no son cero. Los costos de negociación serian altos porque resulta difícil para muchas personas llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio, en especial si cada uno puede trabajar la tierra tanto como quiere. Los costos de negociación se incrementan todavía más porque no es posible hacer que todos los costos y beneficios esperados de próximas generaciones recaigan sobre los actuales usuarios. En caso de que una persona sea sueña de cierta cantidad de tierra, intentará aumentar su valor tomando en cuenta posibles evoluciones de costos y beneficios y optar por aquellos que maximicen sus derechos de propiedad privada de la tierra. Muy difícilmente los propietarios comunales podrían alcanzar un acuerdo que tome en cuenta estos costos. Este ejemplo de la propiedad de la tierra revela una gran desventaja de la propiedad comunal. El efecto de las actividades de una persona sobre sus vecinos y sobre las generaciones futuras no se puede tomar en cuenta totalmente. La propiedad comunal resulta así en grandes externalidades. Bajo el sistema de propiedad comunal, la maximización de los derechos de propiedad comunal se producirá sin dar gran importancia a muchos costos porque cada propietario no puede excluir a otros de disfrutar de los beneficios de su propio esfuerzo y porque los costos de transacción son demasiado altos como para que todos se pongan de acuerdo acerca de cuál es la mejor conducta. El desarrollo de derechos privados permite al propietario economizar el uso de aquellos recursos de los cuales él tiene derecho a excluir a otros. Esta concentración de costos y beneficios en los propietarios crea incentivos para utilizar más eficientemente los recursos. Pero la mayor ventaja de la propiedad privada es que el costo de negociación sobre las externalidades podrá ser reducido de forma muy considerable. Las externalidades en un sistema de propiedad privada no afectan a todos los propietarios y, en general, serán necesarios unos pocos para alcanzar un acuerdo que tome en cuenta dichos efectos. La preponderancia de la propiedad individual sobre la múltiple se puede entender con el siguiente ejemplo: un granjero, propietario comunal, observa a un segundo propietario construir un dique en una parcela vecina. El granjero prefiere el arroyo tal como está, y entonces le pide al ingeniero que detenga la construcción del dique. El ingeniero responde: “págueme para que pare”. El granjero replica: “le pagaría de buena gana, pero ¿qué es lo que usted me garantiza?” El ingeniero responde: “puedo garantizarle que yo no seguiré construyendo el dique, pero no que otro ingeniero continúe la construcción porque esto es propiedad comunal; no tengo derecho a impedírselo”. La que sería una negociación simple entre dos personas dentro de un sistema de propiedad privada se convierte en una negociación compleja entre el granjero y cualquier otra persona. La reducción en los costos de negociación que acompaña al derecho privado de excluir a otros permite que la mayoría de las externalidades sea internalizada a un costo más bien bajo. Luego, el autor examina un caso particular de interacción entre costos de negociación, externalidades y modificación de derechos de propiedad en la corporación de acciones.