14 AÑOS DE CONQUISTA "SIRVIENDO AL REY DE REYES" Serie: LOS HÁBITOS DE JESÚS LECCIÓN 19 EL HÁBITO DE HONRAR AL GOBIERNO “Es el deber de todas las naciones reconocer la providencia del Dios soberano, obedecer su voluntad, estar agradecidos por sus beneficios e implorar humildemente su protección y favor”. -George WashingtonEl hábito de Jesús de honrar al gobierno implica el tomar la decisión de ver al gobierno como una institución ordenada por Dios que debe ser sostenida voluntariamente por medio de la obediencia a la ley. Jesús no fue de aquellos que estaban en contra del gobierno. El comprendía que el gobierno es una institución que debe ser mantenida, honrada y que sus leyes deben ser obedecidas. Esto no significa que no podamos criticar al gobierno si hace algo en contra de la voluntad de Dios. Al trabajar dentro de los límites dados por el gobierno, Jesús tuvo la libertad de comunicar su mensaje. Jesús pagó los impuestos Jesús nunca buscó como evitar el pago de impuestos. (Mateo 17:24-27) Jesús creyó en influenciar al gobierno por medio de un impacto en la vida de sus líderes y seguidores. Jesús influenció a Mateo y a Zaqueo, cobradores de impuestos. (Mateo 9:9; Lucas 19:2). ¿Cuáles son los enemigos del hábito de honrar al gobierno? 1. 2. 3. 4. Desconfianza: “No confío en el gobierno”. Desacuerdo: “No estoy de acuerdo con el gobierno” Culpa: “Estoy en este lío por causa del gobierno” Ignorancia: “El gobierno está después de mis intereses” Fórmese el hábito de honrar al gobierno 1. De gracias a Dios por el gobierno. Las leyes nos permiten vivir en una sociedad civilizada. En lugar de quejarse del gobierno, comience a dar gracias a Dios por su país. Agradézcale por las leyes que ayudan a crear orden dentro de la sociedad y ofrecen protección al ciudadano. 2. Ore específicamente por los líderes del gobierno en el ámbito nacional y local. Es nuestro deber orar por quienes han sido nombrados como oficiales del gobierno. Cada día, estas personas deben tomar decisiones que afectan nuestra vida. La intercesión a su favor es vital si esperamos que tomen las decisiones correctas. 3. Pague sus impuestos. Eso no significa que usted está de acuerdo sobre la forma en que el gobierno utiliza su dinero. Pagar los impuestos es nuestra responsabilidad como ciudadanos, y especialmente como cristianos. Los impuestos nos permiten recibir muchos de los beneficios de la administración pública. 4. Vote por sus convicciones. Walt Whitman dijo: “Los peores gobernantes son elegidos por los buenos ciudadanos que no votan”. Las convicciones cristianas, no las lealtades a un partido, deben ser el filtro a través del cual emitimos nuestro voto. 5. Participe en el gobierno. Permita que lo propongan como candidato para ser un oficial del gobierno o apoye a personas buenas y sabias para que lo hagan. Pregúntele a Dios de qué manera él quiere que usted participe en algún cargo o colabore para que sea elegido en un cargo en particular. 6. Escriba a los líderes del gobierno no sólo cuando no está de acuerdo, sino también para agradecer lo que hacen correctamente. Hay mucho poder en una carta. Cuando no esté de acuerdo con una decisión oficial, escriba al responsable con tacto y amabilidad expresando su verdadera opinión. Escriba también cuando un gobernante toma una decisión correcta para afirmarlo en la dirección que ha tomado. 7. Envíe a cada uno de los congresistas una Biblia con el nombre del destinatario impreso. Se sorprenderá de los resultados. Guíe a su iglesia para que lo hagan. Será un regalo impresionante y duradero. No hay mejor regalo que una Biblia. 8. Trabaje para cambiar lo que el gobierno está haciendo mal en lugar de quejarse sin hacer nada. Sea positivamente activo. Pregúntese: ¿Cómo puedo ayudar?, ¿Qué puedo hacer para generar algo mejor?. Quejarse es algo negativo que por sí mismo no sirve para mejorar las cosas. Encuentre maneras específicas en las cuales usted puede participar para hacer una diferencia. 9. Conozca los asuntos que tienen que resolver quienes toman las decisiones. Lea acerca de esos temas. Comprenda las implicaciones de las decisiones que están enfrentando quienes han sido elegidos como gobernantes. Conocer es poder. En nuestra sociedad, alegar ignorancia no es excusa. TEXTO A MEMORIZAR: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”. Romanos 13:1 Tomado del libro: “Los Hábitos De Jesús” Jay Dennis, 2010, Mundo Hispano