150-CAS-2007. SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE

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150-CAS-2007.
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA; San Salvador, a las
nueve horas y cincuenta minutos del día veintinueve de julio de dos mil once.
Este Tribunal conoce del recurso de casación interpuesto por los licenciados Karla
Georgina Burgos Pocasangre y José Miguel Rodríguez Laínez, ambos actuando en calidad de
agentes auxiliares del Fiscal General de la República en oposición a la sentencia definitiva
absolutoria pronunciada por el Tribunal de Sentencia de Ahuachapán, a las dieciséis horas con
treinta minutos del día siete de febrero de dos mil siete, en el proceso tramitado en contra de
ALEJANDRO ELÍAS RAMOS OLIVARES, por atribuírsele la comisión del delito calificado
como HOMICIDIO SIMPLE, tipificado en el artículo 128 del Código Penal, en perjuicio de
Anamín Asael Carlos.
El recurso de casación se ha formalizado por escrito, en el que se han expresado los
motivos de la impugnación, su respectivo fundamento y la solución pretendida. Además, ha Sido
interpuesto dentro del plazo legalmente establecido, por sujeto procesal facultado y contra
resolución judicial recurrible en casación. Consecuentemente y con fundamento en los Arts. 406,
407, 421, 422 y 423, todos del Código Procesal Penal, ADMÍTENSE y decídanse los motivos
esgrimidos.
I. RESULTANDO:
Que mediante sentencia definitiva se resolvió:"De conformidad a los artículos 1, 2, 11,
12, 13, 15, 74, 172y 181 de la Constitución de la República; 1, 2, 6, 17, 18, 19, 32, 33, 114, 128
del Código Penal; 1, 2, 3, 4, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 19, 53 No. 1, 59, 87, 121, 129, 130, 131,
162, 168, 169, 185, 186, 191, 195, 206, 324 al 354, 356 al 359, 360, 441, 447, 449 y 450 del
Código Procesal Penal; por unanimidad y en NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL
SALVADOR, ESTE TRIBUNAL FALLA: DECLÁRASE NO RESPONSABLE PENALMENTE al
señor ALEJANDRO ELÍAS RAMOS OLIVARES, por el delito de HOMICIDIO SIMPLE previsto
y sancionado en el artículo 128 del Código Penal, en perjuicio de ANAMÍN ASAEL CARLOS;
déjese inmediatamente en libertad, líbrense los oficios respectivos; absuélvese de
responsabilidad civil al señor ALEJANDRO ELÍAS RAMOS OLIVARES; exímese de costas a la
parte vencida. Notifíquese a las partes mediante su lectura integral y oportunamente archívese
este expediente. "(Sic. Fs. 114 vuelto).
II. MOTIVOS DE CASACIÓN.
Inconformes con la decisión absolutoria a la cual arribó el sentenciador, los licenciados
Karla Georgina Burgos Pocasangre y José Miguel Rodríguez Laínez, interpusieron recurso de
casación, dentro del cual se advierte que han sido alegados dos motivos de procedimiento,
correspondientes a la "Inobservancia de los artículos 15, 270 y 330 Num. 1° en relación con
los artículos 130, 226 Inc. 1°, todos del Código Procesal Penal"; y, también la "Errónea
aplicación del artículo 17 de la Ley Adjetiva Penal, en relación con los artículos 270 y 186 de
la misma."
Como argumento de la primer causal de casación, sostienen: "El Tribunal de Sentencia
aduce la falta de fundamentación de la solicitud de anticipo de prueba por parte de la Fiscalía
General de la República y de lo resuelto por parte del Juzgado Segundo de Paz de la ciudad de
Ahuachapán en cuanto a la realización de dicho Anticipo.
Criterio que no comparte la representación fiscal, en virtud que la falta de
fundamentación para la realización del anticipo de prueba solicitado, en caso así hubiese sido
considerado en el momento procesal oportuno, estuvo sometida al control en primer lugar por
el Juez de Paz que conoció la solicitud de la Fiscalía General de la República y por la defensa
técnica; en segundo lugar, para que el Tribunal sentenciador dejara de valorar como prueba el
testimonio anticipado de la testigo LEA MARGARITA RAMOS OLIVARES, se debía excluir del
desfile probatorio este testimonio, por las razones que claramente expone el Art. 15 Inc. 1° Pr.
Pn., ya que una vez incorporado al debate como prueba debía ser valorado de conformidad a
las reglas de la sana crítica del Art. 162 Pr. Pn., y finalmente acreditar o no los hechos
descritos en la acusación y admitidos en el auto de apertura a juicio.
En el caso en específico considera la representación fiscal que en su momento procesal
oportuno se solicitó el anticipo de prueba, de conformidad al artículo 270 Pr. Pn., debidamente
fundamentado, por ser PREVISIBLE que el testimonio de LEA MARGARITA RAMOS
OLIVARES podía ser irreproducible durante el juicio, por diversas circunstancias como fueron
el temor a ser objeto de atentados contra su integridad física o su vida, ya que declaraba contra
un miembro activo de la mara salvatrucha, además su cambio posible de domicilio y finalmente
su relación de parentesco con el acusado, razones más que evidentes y sustentables dentro del
proceso en comento, por lo que la Fiscalía General de la República debía asegurar su
testimonio por ser el mismo expuesto a POSIBLES CONTAMINACIONES, por encontrarse
sometida la testigo a un peligro real y perceptible que presumieran que al final del juicio su
deposición pudiese ser falsa o no lo hiciera, tal como sucedió, elementos que permitieron en su
momento formular la solicitud de prueba anticipada y su posterior realización por parte del
Tribunal ya mencionado. En cuanto si la solicitud de la Fiscalía y lo resuelto por el Tribunal
con relación a realizar o no el acto solicitado estaba DEBIDAMENTE FUNDADO,
consideramos que fue objeto del control de las partes y del Órgano Jurisdiccional en su
momento, y éste se realizó durante la AUDIENCIA INICIAL del presente caso, por lo que no
debe ser el Tribunal Sentenciador quien debiera pronunciarse con relación a este punto en
específico. "(Sic)
Seguidamente, a fin de justificar el segundo yerro in procedendo que a su criterio se
devela en la sentencia absolutoria, exponen: "Uno de los puntos fundamentales de la sentencia
en cuanto a darle validez o no como prueba de cargo en la sentencia definitiva al anticipo de
prueba realizado en el Juzgado Segundo de Paz de Ahuachapán el día treinta y uno de agosto
del año dos mil seis, declaración incriminatoria realizada por la testigo LEA MARGARITA
RAMOS OLIVARES, no obstante que en el juicio manifestó su derecho a abstenerse a declarar
contra el acusado quien es su hermano.(...)Considera la representación fiscal, en primer lugar
que la prueba anticipada por su naturaleza, de conformidad al Art. 270 del Código Pr. Pn., se
practica durante la instrucción pero su incorporación como prueba es durante el plenario
mediante su lectura, tal como lo establece el Art. 330 Núm. 1° Pr. Pn., y por tanto, era prueba
de cargo sujeta a valoración en el juicio.
Esta lectura, no es una mera formalidad ya que es aún inadmisible prescindir que sea
leída en el debate, por lo tanto solo actúa como "único" requisito de validez formal, y como se
denota de la sentencia el anticipo de prueba había sido ofertado por la representación fiscal,
admitido por el juez instructor e incorporado por su lectura al momento de la vista pública, por
tanto debía valorarse su contenido en la sentencia definitiva como prueba de cargo.
La solución que pretendemos es de conformidad alo dispuesto en el Art. 427 Pr. Pn., la
ANULACIÓN TOTAL de la sentencia definitiva pronunciada por el Tribunal de Sentencia de la
ciudad de Ahuachapán a las dieciséis horas con treinta minutos del día siete de febrero del año
dos mil siete y se ordene la REPOSICIÓN DEL JUICIO por el Tribunal que la Honorable Sala
de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia designe" (Sic.)
III.
DEL EMPLAZAMIENTO.
Posterior a la interposición del recurso, tal como lo ordena el Art. 426 del Código Procesal
Penal, fue emplazado el licenciado José Miguel Rodriguez Laínez, a efecto de pronunciarse
respecto del mismo; sin embargo, omitió utilizar su derecho de respuesta.
IV.
CONSIDERACIONES DE ESTA SALA.
Los recurrentes señalan como causales de casación: 1.) Inobservancia de los artículos 15,
270 y 330 Num. 1° en relación con los artículos 130, 226 Inc. 1°, todos del Código Procesal
Penal; y, 2.) Errónea aplicación del artículo 17 en relación con los artículos 270 y 186 de la ley
mencionada. Como se advierte de la fundamentación de cada uno de los motivos invocados, a la
que se ha hecho referencia en párrafos precedentes, el núcleo de ambos se basa en que el tribunal
encargado excluyó de valoración la prueba anticipada de la testigo presencial, lo cual a criterio
de los casacionistas provocó un equívoco análisis probatorio, no respetuoso del Principio de
Razón Suficiente, resultando entonces una desatinada decisión exculpatoria a favor del
imputado.
De acuerdo a la pretensión de quienes impugnan el caso concreto, esta Sala considera
oportuno conjugar ambas causales y elaborar una sola respuesta al agravio planteado, pues tal
como se ha dicho, el hilo argumentativo de éstas se dirige a efectuar una sola denuncia
correspondiente a evidenciar el perjuicio que provocó a la parte interesada, la equívoca exclusión
del anticipo de prueba aportado por la testigo Lea Margarita Ramos Olivares. Sobre este
particular, debe aclararse que integrar las referidas causales, en tanto que el agravio evidenciado
es unívoco, no provoca una labor oficiosa por parte de esta Sede Casacional; por el contrario,
precisamente con el objetivo de proporcionar una respuesta uniforme a partir de la
argumentación de los reclamantes, se comprende -como ya se expuso y sin afán repetitivo- que
la queja consiste en conocer la exclusión infundada que se hiciera respecto del referido elemento
probatorio, debiendo analizarse en concreto los siguientes puntos: a. Particularidades del anticipo
de prueba; b. Facultad de abstención del testigo de declarar durante la vista pública; y, c.
Consecuencias de dicha abstención.
Inicialmente, conviene recordar que el anticipo de prueba, es un caso excepcional, en el
cual no es posible esperar hasta el debate para producir la prueba, bien porque la naturaleza
misma del acto lo impida o en atención a que exista un obstáculo difícil de superar para que la
prueba se reproduzca en el debate, es decir, se verifique la irreproducibilidad de la declaración
durante el juicio. Por ello, el Código Procesal Penal en su artículo 270, crea un mecanismo para
que estos actos definitivos e irreproducibles, puedan ser valorados en el debate a través de su
incorporación por lectura, buscando representar una situación semejante a la que ocurriría en la
audiencia, es decir, la práctica de la prueba en presencia de todas las partes, para asegurar la
inmediación, oralidad y contradicción.Ello supone que, necesariamente tal deposición debe ser
rendida ante la presencia judicial y con respeto a los principios de contradicción y de oralidad,
tanto en el momento en que fue prestado como en el de su lectura. Exige la notificación de las
partes intervinientes en el proceso, a efecto que éstas puedan comparecer y así ejercer el control
sobre la prueba que se pretende practicar. Con estas condiciones, se guarda también la
comunidad de prueba y el ejercicio al derecho de defensa del que dispone el imputado. Como
requisito adicional se contempla también, la lectura efectiva de la declaración anticipada durante
el juicio oral, previa petición de parte.
En definitiva, el anticipo de prueba, surge como una excepción dentro de la etapa
plenaria, a los principios de oralidad e inmediación acuñados en el proceso, en tanto que el
tribunal que autoriza y presencia tal diligencia, no es el mismo del juicio. Por último, si fuere
posible, la prueba realizada en forma anticipada deberá practicarse en el debate, en tanto que se
prefiere la declaración en persona a la introducción por lectura del acta de la prueba.
En el caso que aquí se somete a conocimiento, la declaración que se realizó con el
carácter de prueba anticipada, cumplió con los requisitos desarrollados previamente. Es decir, se
justificó la irreproducibilidad de la misma durante la etapa plenaria, además fue rendida ante el
Juzgado Segundo de Paz de Ahuachapán, tal como consta en autos a fs. 21, y con conocimiento
tanto de la representación fiscal, así como de los profesionales que ejercieron la defensa técnica
del imputado. De tal suerte, las partes procesales dispusieron de la facultad de someter a examen
los argumentos vertidos por el testigo, a través de la oralidad. Luego, ésta fue admitida e
incorporada en el auto de apertura a juicio, tal como lo dispone el artículo 351 del Código
Procesal Penal. Entonces, resultan cumplidos todos los presupuestos legales que permiten
otorgar validez a esa probanza, desterrando así, cualquier asomo de infracciones a garantías
legales o constitucionales que provoquen una nulidad insubsanable.Esta prueba para el caso de
autos, simplemente adelantó la intervención del testigo en el debate oral y público-se repite- y
tiene en el juicio el mismo valor como si hubiera sido practicada ante el tribunal del debate,
dado que fue sido sometida a inmediación, oralidad, contradicción por parte del instructor.
No obstante todo lo anterior, la temprana declaración de la deponente, que por razones de
urgencia y necesidad de asegurar sus resultados, se tomó con anterioridad a la celebración del
juicio, no fue objeto de valoración en éste. Los argumentos que fueron empleados por el
juzgador para omitir la valoración del anticipo de prueba, se reducen a que dicha prueba
excepcional no fue debidamente motivada y además, la víctima se abstuvo de declarar en la
vista pública. Sobre este particular expone el A-Quo: "La petición que realizó la Fiscalía
General de la República al Juez de Paz acerca de recibirle anticipo de prueba no se encontraba
debidamente fundamentada, ya que ésta se limitó a relatar que la testigo temía por su vida, el
cual fue otorgado. Tal forma de proceder no fue apegada a lo que establece el artículo 270 del
Código Procesal Penal, ya que no aparecía que a futuro existiera algún obstáculo difícil de
superar. Las declaraciones rendidas previamente por un testigo, aún cuando se hayan realizado
con inmediación de las partes a presencia judicial respetando la oralidad, no pueden suplir el
testimonio del testigo en la vista pública cuando éste se encuentra presente en 1ª sede del
Tribunal, criterio sustentado por este Tribunal; asimismo, si el testigo al momento de declara
en juicio ratifica la declaración anticipada escrita, esta última no tiene razón de ser; ahora
bien, si el el testigo en el juicio se abstiene de declarar haciendo uso de la facultad conferida en
el artículo 186 del Código Procesal Penal, no pueden las partes ni mucho menos el tribunal
traer aquella declaración que se encuentra documentada en el expediente, ya que la voluntad
expresada por el testigo en el acto del juicio es la que debe imperar, recordando que tal
facultad lo es a efectos de preservar la unión familiar, siempre que el testigo así lo disponga, de
tal suerte que la abstención de declarar debe retrotraerse a momentos anteriores del juicio ya
sea a las declaraciones dadas en sede fiscal o como en el caso de autos a las rendidas en sede
judicial; razonar lo contrario es darle validez al acta tantas veces mencionada, sería volver
ilusorio el derecho que tiene el testigo de abstención y además implicaría una interpretación
extensiva en perjuicio del acusado, lo cual se encuentra prohibido por el artículo 17 del Código
Procesal Penal, que establece dicha interpretación siempre que favorezca las facultades o
libertad del imputado, es decir, no en su perjuicio como se pretendió realizar en el presente
caso al aplicar los artículos 270y 330 No. 1 CPP." (Sic)
Tales razones para desechar el elemento de prueba no son valederas, en primer término,
como se ha expuesto previamente, se reunieron todos los criterios formales por los cuales era
viable tomar la declaración anticipada de Lea Margarita Ramos Olivares, pues el "obstáculo
difícil de superar", encontró su fundamento en que la testigo tenía razones valederas para temer
por su vida, pues el imputado al momento del hecho era miembro activo de una banda
delincuencial. Recuérdese ante este punto, que la irreproducibilidad como presupuesto, puede
ser connatural al acto de prueba o también presumible, es decir, previsible, en función de las
circunstancias del caso, supuesto que se observó en el presente proceso.
Por otra parte, si bien es cierto, la testigo presencial no vertió su declaración en juicio, la
deposición anticipada, efectivamente formó parte de la evidencia documental propuesta por el
dictamen acusatorio fiscal que sería sometida a ponderación del sentenciador. Al respecto debe
decirse que a pesar de concederse preferencia a la declaración oral, también es permisible valerse
del anticipo, pues precisamente éste ha sido practicado en atención a que por diversas razones no
pudo producirse el testimonio.
A la particularidad que la testigo durante la vista pública se abstuviera de declarar, en libre
decisión, es importante señalar que la legislación faculta dicha dispensa, de acuerdo a lo previsto
por el Art. 186 del Código Procesal Penal, ya que ésta puede ser ejercida aún cuando antes el
pariente haya declarado, pues la posibilidad de su posterior ejercicio no se encuentra limitada
con alguna preclusión. Ahora bien, no haber hecho uso de esa dispensa en la declaración
anticipada no impide su ejercicio posterior, tal como ocurrió en el caso de mérito. Aún ante la
circunstancia de abstención, debe destacarse que tal como consta en el acta contentiva de dicha
deposición, se le tomó juramento de decir verdad y se hizo operativa la prohibición de declarar
contra su hermano, cuando la testigo se refirió sobre la autoría en los hechos delictivos
investigados, a la cual renunció expresa y libremente, tal como consta en la referida acta,
agregada a Fs. 21 del proceso penal, en la que se ha consignado: "Se da lectura al artículo ciento
ochenta y seis del Código Procesal Penal y se le explica el contenido del mismo y se le pregunta
si no obstante su parentesco con el imputado, desea declarar. Y manifiesta que Sí; luego se le
advierte de las consecuencias que su declaración puede traer a su hermano y responde que SÍ
DESEA DECLARAR." (Sic).Para el caso concreto, aún advertida de su derecho de abstención,
espontáneamente declaró sobre los hechos.
En ese sentido, aduce el Tribunal que al disponerla deponente de la facultad de abstenerse
lo cual hizo durante la vista pública, tratar de introducir algún indicio o elemento probatorio por
otro mecanismo, sería burlar el derecho de abstención. Tal criterio es errado, pues, podrá
abstenerse de declarar en el juicio el pariente que previamente depuso, sin perjuicio de la
facultad del tribunal de incorporar la declaración por su lectura, pues como el caso concreto se
trata de aquellos supuestos en que llegada la vista pública, no fue posible tomar la declaración a
la testigo, en ese sentido, puede sustituirse el medio normal de producción probatoria por la
lectura de las correspondientes actas judiciales, tal como lo ordena el Art. 330 del Código
procesal Penal, el cual establece que sólo pueden ser incorporados al juicio por su lectura, los
testimonios que se hayan recibido conforme a las reglas de los actos definitivos o
irreproducibles.
No es dado interpretar que como consecuencia de dicha abstención, en ejercicio del
derecho legalmente constituido por el Art. 186 del Código Procesal Penal, se cierre de modo
absoluto toda otra posibilidad de comprobación de un delito penalmente reprochable, y con ello
se conciba como inidóneo el anticipo de la prueba testimonial que, como en este caso concreto,
se trató de la declaración, legalmente receptada, de la hermana del imputado. La privación
ejercitada en el juicio oral no elimina ni la realidad de la declaración anticipada, ni mucho menos
su validez. Al respecto cabe apuntar, que la declaración documentada según los parámetros del
Art. 270 del Código Procesal Penal, efectivamente ha cumplido con los requisitos formales que
previamente fueran enumerados. De tal suerte, tiene carácter de actividad probatoria, idónea para
desvirtuar la presunción de inocencia.
A pesar del conjunto de consideraciones efectuadas, los anteriores supuestos de legalidad
no formaron parte del análisis de la sentencia, sino que, éste se redujo a negarle todo valor
probatorio en aras de "preservar la unión familiar", y recuérdese ante este preciso punto, que no
son las relaciones familiares el bien jurídico que es objeto de tutela, sino, la lesión de la vida -y
en concreto la de Anamín Asael Carlos- frente a la cual se consumó el hecho punible. En estas
hipótesis, el interés por el descubrimiento de la verdad es superior al de la cohesión familiar, ya
inicialmente resquebrajada por obra del imputado, en tanto que el ilícito afectó el parentesco que
lo une a la testigo.
Finalmente, al acudir esta Sala al método de la inclusión mental hipotética respecto al
extremo cuya valoración se extraña en el recurso, es posible valorar a priori, si el medio de
prueba es esencial o no para la decisión del asunto y así determinar si es factible arribar a la
misma conclusión tomada por el juzgador. Realizado el ejercicio, se advierte la importancia del
aporte de dicha declaración, que eventualmente podría modificar el fallo, pues se ha restado
valor probatorio a una evidencia útil, pertinente, conducente y además, respetuosa de los
principios de inmediación, oralidad, contradicción, y publicidad.
Según todo lo anterior, se evidencia que la conclusión de absolución a favor del imputado,
se construyó sobre razonamientos no derivados del resultado que arrojó la actividad probatoria;
por tanto, es procedente acceder a la petición del recurrente, ya que una vez examinada la
motivación intelectiva de la decisión judicial que hoy se cuestiona, efectivamente subsiste el
error que ha sido denunciado. De tal forma, se dispone el reenvío de la causa para su debida
tramitación, a fin que se produzca por otro Tribunal una nueva fundamentación intelectiva, con
arreglo a las reglas del correcto entendimiento humano.
POR TANTO: De acuerdo a lo expuesto en los acápites precedentes, disposiciones legales
citadas y artículos 50 inciso 2°, 57, 421, 422 y 427, todos del Código Procesal Penal, a nombre
de la República de El Salvador, esta Sala RESUELVE:
CÁSASE LA SENTENCIA DE MÉRITO, por las razones apuntadas a lo largo de la
presente,
Ordénase la remisión de las actuaciones al tribunal de origen, para que éste a su vez las
envíe al TRIBUNAL DE SENTENCIA DE SONSONATE, para la celebración de la nueva
vista pública.
NOTIFÍQUESE.--------------RM FORTIN H----------M TREJO----------GUZMAN
U.D.C.--------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN.---------ILEGIBLE--------RUBRICADAS.
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