Twitter, Facebook y YouTube, revolución en la revolución Extraído de Viento Sur https://www.vientosur.info/spip.php?article5368 Observando las revoluciones árabes Twitter, Facebook y YouTube, revolución en la revolución - solo en la web - Fecha de publicación en línea: Domingo 24 de abril de 2011 Copyright © Viento Sur - Todos derechos reservados Copyright © Viento Sur Page 1/3 Twitter, Facebook y YouTube, revolución en la revolución Las revoluciones que recorren el mundo árabe han participado en una redefinición de las redes sociales transformándolas en plataformas de organización de manifestaciones y concentraciones, en lugar de intercambio de escritos políticos, de panfletos y de películas o imágenes prohibidas. Una concepción de lo político completamente nueva ha visto la luz a partir del espacio virtual. ¿Cómo han contribuido estas revoluciones a transformar y dar esta nueva dimensión a Facebook, Twitter y You Tube? La nueva generación de ciudadanos y ciudadanos árabes puede legítimamente felicitarse por haber otorgado a las redes sociales y a ciertos espacios virtuales una función que supera probablemente las intenciones de quienes los habían concebido. La era de la mundialización que conocemos, que ha puesto a disposición medios de comunicación sin precedentes, ha tenido un impacto revolucionario en la región. Ha bastado con algunos teclados, una conexión a internet y teléfonos móviles dotados de cámaras para que algunos individuos o grupos se liguen a millones de personas y compartan prácticamente en tiempo real información, ideas y emociones que superan de lejos los medios de movilización clásicos. Las revoluciones tunecina y egipcia, seguidas de las revoluciones en curso en Yemen, en Libia y en Siria, así como del levantamiento reprimido en Bahrein pasando por los movimientos de protesta en Marruecos, en Argelia, Jordania, Oman y Arabia Saudita, han utilizado Twitter, pero sobre todo Facebook y You Tube. Los tunecinos y los egipcios han dado una identidad nueva a la red Facebook, que además de ser un lugar de relación y de exhibición de particularidades y de expresiones diversas, se ha revelado como instrumento de incitación a la revuelta, y de construcción de un modelo político alternativo al existente. Un modelo que ha proyectado lo virtual sobre la realidad. En cuanto a los sirios, han sabido explotar los servicios de YouTube para paliar la ausencia de medios independientes en la república del silencio. Por este medio, y gracias a sus teléfonos, han logrado difundir precisamente todo lo que las autoridades intentaban ocultar: el coraje ejemplar de los manifestantes librados del miedo de un lado, y la barbarie del régimen y sus crímenes contra los manifestantes (haciendo ya más de 200 víctimas) del otro. Tanto y tan bien que los medios han encontrado en estas fuentes una alternativa real, incluso los más recalcitrantes de ellos, conminados a volver a las reglas mínimas de la ética del oficio por la presencia obstinada de los rostros, de las voces y de la sangre de la revuelta a la que en adelante nadie puede permanecer indiferente. Las múltiples tentativas de los regímenes de poner fin a estas fugas han sido en la mayor parte de los casos hechas fracasar. Por otra parte, cuando la simple evocación de sus servicios secretos sembraba antaño el terror entre las poblaciones, estos regímenes ilustran hoy su derrota con la confiscación de los teléfonos móviles de los manifestantes o por su tentativa de conseguir las palabras clave de sus cuentas virtuales, como han mostrado activistas egipcios y sirios detenidos. Basta con oír a Bachar El-Assad (alabado, así como su esposa, por los medios occidentales por su juventud y su apertura a los progresos tecnológicos) formular una simple frase durante su discurso ante el "parlamento" para medir la amplitud de la debacle en la que se encuentra sumido su régimen: ¡"La situación es difícil a causa de la expansión de internet"! Por ir más lejos, los medios de comunicación citados han dado cuerpo a una verdadera revolución en la revolución. Han introducido en las relaciones sociales cambios fundamentales a varios niveles. En sociedades en las que las libertades individuales y colectivas están ahogadas, el espacio virtual accesible a todos y todas ha reemplazado momentáneamente al espacio público. Mejor aún, su capacidad de acogida infinita y su gestión colectiva han ofrecido un modelo de gobernanza participativa innovadora desde muchos puntos de vista: menos distinción de clases sociales, de generaciones, menos jerarquía y sobre todo un lugar prioritario para la participación de las mujeres en el debate público. Este último punto reviste una importancia particular para todas las mujeres con dificultades debidas a sus responsabilidades familiares o al problema del carácter mixto de la vida social (para ciertos países como Arabia Saudí y el Yemen por ejemplo). Desde sus teclados, han (re) conquistado espacios de reflexión , de participación y de compromiso que les habían sido confiscados en la vida real. Copyright © Viento Sur Page 2/3 Twitter, Facebook y YouTube, revolución en la revolución Gracias a este universo de redes virtuales, asistimos al nacimiento de nuevos paradigmas en los modelos democráticos y las formas de movilización que están transformado para siempre la región en perjuicio de los regímenes que intentan o han intentado guardar el control más estricto. Internet, con sus infinitas posibilidades y sus redes tentaculares, estaría a punto de poner en dificultades a los peores déspotas. La juventud árabe ha comprendido así toda su importancia y se las ha apropiado para arrancar sus derechos fundamentales y actuar a favor del cambio. Es pues la historia sorprendente de un matrimonio feliz con la modernidad que anuncia el fin de la opresión y del encerramiento en la región. Y si Facebook, Twitter, YouTube así como otros servicios y blogs han dado a millones de personas una oportunidad de encontrar el camino de la libertad a partir de sus teclados o de las teclas de sus teléfonos, han por la misma ocasión contribuido a la concreción de sueños antes impensables en las plazas de Túnez o de El Cairo. Queda por ver si el efecto mariposa generado por estos millones de alas se desplegará en otras plazas de los países árabes (y no árabes) reconciliando así libertades privadas reencontradas tras las pantallas y libertades públicas arrancadas en las plazas de las ciudades. Esto necesitará sin duda bastante más que una revolución tecnológica... Nadia Aissaoui es socióloga, Ziad Majed es enseñante en la Universidad Americana de París. Escriben cada semana para Mediapart una crónica de un mundo árabe en ebullición: las revoluciones en curso, los grandes debates, las informaciones que quedan desapercibidas en Francia, el lugar de las mujeres, el lugar del Islam, etc. Ziad Majed: www.ziadmajed.net Nadia Aissaoui: www.medwomensfund.org Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR Copyright © Viento Sur Page 3/3