Consultar la version impresa en PDF

Anuncio
EXCELSIOR
Domingo 24 de enero DE 2016
E. T. A. HOFFMAN. Hoy se cumplen 240 años
del nacimiento del pilar del romanticismo alemán, cuya
impactante obra influyó en Poe, a Kafka y a Dostoievski. >3
EN MADRID
TENOR
DE CERA
El tenor español
Plácido Domingo,
quien el jueves
pasado celebró su
cumpleaños número
75, inauguró ayer
su nueva efigie en
el Museo de Cera
madrileño, donde
la develó 15 años
después de que
le fuera ofrecida,
confesó el propio
artista, quien
además se lamentó
por “tener más
canas” que antes.
expresiones@gimm.com.mx
@Expresiones_Exc
Foto: Notimex
GABRIEL OROZCO
EJERCER
PLANTÓN
Danza,
en lío
laboral
LA VOZ
POR LUIS CARLOS
SÁNCHEZ
luis.sanchez@gimm.com.mx
Un conflicto laboral y una
añeja historia de acoso en su
centro de trabajo mantiene
enfrentados a los 66 bailarines
de la Compañía Nacional de
Danza (CND) con su directora,
Laura Morelos, a quien exigen
abandonar el cargo. Ayer, los
integrantes de la agrupación
pasaron todo el día fuera de
sus instalaciones, en un plantón sobre uno de los estacionamientos del Centro Cultural
del Bosque.
Desde temprano, aseguran
sus integrantes, se les negó el
ingreso a sus aulas debido
a que se negaron a firmar el
contrato laboral de este año,
que los deja en desventaja
con respecto a su anterior situación laboral y a que las autoridades del INBA no quieren
recontratar a dos bailarinas
que han tenido problemas con
su peso, pero que ya se habían
comprometido a solucionar la
situación en tres meses.
Las protestas iniciaron el
martes, cuando tuvieron una
reunión hasta las 02:00 de la
madrugada con los directivos.
Ahí, acordaron regresar a sus
anteriores condiciones de trabajo, pero las cosas se complicaron el viernes, cuando se
negó el contrato a las dos bailarinas. Ayer, cuando llegaron
a las instalaciones a las 10:00
de la mañana para cumplir
con su día de trabajo, ya no se
les permitió la entrada.
Los miembros de la CND
aseguran que desde hace
tres años que llegó Morelos a
la agrupación se implantó un
ambiente laboral “tenso”.
Los bailarines se reunirán
hoy en el Palacio de Bellas
Artes para informar sobre su
situación, y esperan sostener
una reunión con las autoridades mañana. Roberto Perea,
director de Difusión del INBA,
aseguró que nunca se les ha
negado el acceso a las instalaciones y que todas sus demandas han sido cumplidas.
Foto: Conaculta
Bailarines exigen la salida
de Laura Morelos.
En dos libros recientes, el pintor
mexicano reflexiona sobre su propia
obra y afirma que ésta “cambió la
idea del arte” en el país
Foto: Quetzalli González
POR EDGAR ALEJANDRO
HERNÁNDEZ
edgar.hernandez@gimm.com.mx
A
Gabriel Orozco (Xalapa, 1962) le interesa cada día más
convertirse en un intelectual que pueda
ejercer una voz de autoridad dentro
de la escena cultural mexicana. En
los últimos años no sólo se ha dedicado a publicar libros que revisan su
pensamiento en términos “filosóficos y literarios”, de forma mucho
más enfática que a su discurso plástico, sino que cada que tiene oportunidad aprovecha los medios para
promover la creación de un gran
museo de arte contemporáneo que,
dice, le hace falta al país.
En entrevista con Excélsior a
propósito de la publicación de sus
libros Materia escrita (Era) y Textos sobre la obra de Gabriel Orozco
(Turner), el artista plástico reflexiona sobre su propia producción y
afirma que su trabajo “cambió la
idea del arte en México”.
“De cierta manera modificó algunas nociones de belleza en el país en
relación con lo que tradicionalmente se consideraba como trabajo artístico. Desde un principio, aunque
estaba exponiendo en otros países,
la obra llegaba y se discutía en México”, dice Orozco, quien el próximo
6 de febrero inaugurará junto a Damián Ortega, Abraham Cruzvillegas,
Dr. Lakra y Gabriel Kuri, la exposición XYLAÑYNU. Taller de los Viernes, en la galería Kurimanzutto.
El artista mexicano, quien actualmente radica en Tokio, se ve
cada vez más vinculado con la literatura; tal vez por ello ha acudido
sin falta a las últimas tres ediciones
de la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara. “Es verdad que estos dos libros, y la manera en la que
pienso últimamente, tienen más
conexión con la literatura. En general, la literatura ha sido siempre
muy importante para mí. Hay muchas cosas que tiene mi trabajo de
filosófico o literario, del hábito de la
lectura y de la escritura. En mis cuadernos casi todos son textos, notas
por día, no hay casi dibujos.”
Para Orozco “es trascendental”
que el público mexicano conozca
de primera mano y en español todo
el trabajo crítico que se ha generado
en el extranjero sobre su obra en las
últimas dos décadas, por ello se dio
a la tarea de actualizar, en un voluminoso tomo de 800 páginas, Textos sobre la obra de Gabriel Orozco.
“Recuerda que antes los periodistas eran los que transmitían esa
información al público mexicano
(…), pero el tema es que en el año
2000 no había en el país un crítico
de arte que pudiera hacer un análisis serio de mi trabajo. La crítica
de arte en general y los historiadores en México han ido muy atrás en
relación con mi trabajo, les costó
trabajo”.
De acuerdo con el artista, el desarrollo del arte mexicano ha sido
un fenómeno que fue impulsado
por los propios artistas y sus galerías,
más que por un apoyo del Estado.
“Lo que ha sido un fenómeno interesante es haber creado una infraestructura en México para el arte
contemporáneo, que no teníamos
antes. Mi labor, al fundar la galería
Kurimanzutto, al trabajar con curadores, al traer gente de fuera, al
empezar a formar toda una nueva
generación, fue armar todo un circuito posible para que se desarrolle
el arte mexicano. Las artes plásticas
en particular han surgido en México
gracias a su impacto internacional”.
Pero Orozco ve un rezago en los
museos mexicanos, que no están
exhibiendo a los artistas nacionales
Mi labor
fue armar
todo un
circuito
posible
para que se
desarrolle
el arte
mexicano.”
“La crítica
de arte en
general y los
historiadores
en México
han ido muy
atrás en
relación con
mi trabajo,
les costó
trabajo.”
GABRIEL
OROZCO
ARTISTA PLÁSTICO
que tienen presencia en los principales recintos de Europa y EU. “Si te
pones a pensar qué tanto los museos están mostrando el arte contemporáneo mexicano, si tú ves el
programa de exposiciones, es muy
poco, mínimo (…) Al final, y no es que
sólo yo lo crea, la gente en general
lo sabe, no hay en México un museo del nivel que tienen los museos
importantes de aquellos países, que
son punta del arte contemporáneo.
No tenemos ese museo, a pesar de
que como país tenemos toda una
nueva generación de artistas que
son protagonistas del arte contemporáneo y estamos en las colecciones de los museos más importantes
del mundo. Aquí, dime tú, si quieres
ir a ver una obra mía, o a hacer una
visita, no tenemos ese museo”.
La creación de un nuevo museo
de arte contemporáneo, asegura,
es viable, tal y como lo ha demostrado el desarrollo de las principales galerías en el país. “Por ejemplo,
cuando yo empecé a regresar a México no tenía galería, por eso hice
Kurimanzutto. Fundé una galería con otras personas y un grupo
de artistas mexicanos porque necesitaba un lugar dónde exponer,
necesitaba alguien que estuviera
manejando mi trabajo en México,
por eso fundé esa galería.
“¿Qué pasó con Kurimanzutto?
Es la mejor galería del país. Además, una de las mejores del mundo, por lo menos de Latinoamérica,
sin lugar a dudas. Es igualito con un
museo, imagínate lo mismo, pero
a gran escala. Obviamente, con el
apoyo de todos los que han comprado la obra, en todo el mundo, el
tener un lugar donde ponerla, dónde enseñarla, la idea es totalmente
rentable, autosustentable”.
2:
EXPRESIONES
Domingo 24 de enero DE 2016 : EXCELSIOR
PLANETA DANZA
El búho
RENÉ AVILÉS
FABILA
ravilesf@prodigy.net.mx
Malraux y Sartre,
literatura y política
Si uno recuerda aquellos convulsos años, ambos autores estaban en
trincheras opuestas, al menos diferentes. Eran realmente antitéticos.
E
ntre la infinidad de literatos
franceses que amo están dos
del siglo XX: André Malraux y
Jean-Paul Sartre. El primero
me permitió, entre otras cosas,
saber que es posible escuchar Las voces del
silencio y algo más: acariciar mis fantasías juveniles al verme a su lado volando un avión
caza durante los infelices años de la Segunda
Guerra Mundial y derribar fascistas alemanes y
japoneses. Al mismo tiempo observaba al guerrero que en los momentos de reposo escribía
novelas impresionantes como La condición
humana y La esperanza. Pocos como él representaron el imposible ideal de mi vida: combinar la vida intelectual, el arte, con la acción.
El segundo llegó a mis manos porque,
cuando tenía yo 18 años, el existencialismo
se puso de moda, no el de Kierkegaard,
sino el de Sartre. Su libro El muro, leído muy
pronto, me impresionó y alguna vez traté
inútilmente de escribir un texto a su manera
para crear un pequeño infierno como en la
obra A puerta cerrada. Como crítico literario
probaría sus muy altos méritos con trabajos
principalmente sobre Baudelaire y con un
libro polémico e inconcluso acerca de Flaubert. Cuando llegué a París a estudiar en 1970
acababa de transcurrir el Mayo francés y en
las calles resonaban los gritos del combate estudiantil que modificó la vida del orbe.
Sartre buscaba afanosamente una solución
al impasse que vivía la Francia reinventada
por De Gaulle. Imaginaba (eran también los
tiempos de la Revolución Cubana, Fidel y
Guevara, de las revueltas juveniles, del rock
comprometido y la contracultura), que los
estudiantes podían ser la mecha que produjera la explosión revolucionaria. Intentar
algo que las circunstancias políticas parecían
aceptar: la unión de estudiantes y obreros,
como aparece en la conversación que Sartre
mantiene con el dirigente estudiantil Daniel
Cohn-Bendit, publicada en Le Nouvel Observateur, allí son tercas la referencias a un
probable acuerdo entre el movimiento estudiantil y la clase obrera, dejando de lado la
intermediación del anquilosado Partido Comunista Francés. Lo escuché hablar con los
sindicalistas de la Renault y enfrentar las críticas a su sueño de buscar la libertad vía la revolución. Su concepción de existencialismo
lo había acercado al pensamiento marxista.
Lo acompañaba Simone de Beauvoir, escritora extraordinaria, tan libre como él lo era.
Con Malraux lo más que conseguí fue verlo y escucharlo en varios segmentos de una
entrevista televisiva. Escuchar sus relatos de
guerra, luchas políticas contra los nazis y sus
ideas estéticas fue una experiencia impresionante. Era un héroe de guerra, como también
lo fue Saint-Exupéry, un escritor de inmensa
valía que alcanzó el cielo con El principito. Al
cesar los combates armados, Malraux había
optado por ser ministro de Cultura en el último gobierno de Charles de Gaulle.
Si uno recuerda aquellos convulsos años,
Malraux y Sartre estaban en trincheras
opuestas, al menos diferentes. Eran realmente antitéticos. En algún libro o en una revista,
no sé dónde, leí una sorprendente declaración del primero: “Mientras yo me batía
contra los nazis en diversos frentes, Sartre
exhibía sus obras teatrales en París”. No supe
cómo reaccionar. Pensé en aquella severa
crítica y al fin llegué a una conclusión que me
sugirió, por otros motivos, José Revueltas
unos meses antes de morir: “Uno da la lucha
en la trinchera que selecciona. Pero la da”. Me
quedo con tal idea. Los caminos del combate
son diversos, simplemente hay que emprenderlos. Por cierto, ni Malraux ni Sartre tuvieron el Nobel de Literatura, la diferencia es que
el segundo se dio el gran lujo de rechazarlo.
Por cierto, ni Malraux
ni Sartre tuvieron
el Nobel de Literatura.
Pero Sartre fue asimismo dogmático, en
su inmenso e inacabado ensayo crítico sobre Flaubert, El idiota de la familia, uno de
sus afilados puntos de vista para afectarlo,
es la ausencia de reproches a Napoleón III
y sus secuaces (a quienes tanto criticó Víctor Hugo en su obra Napoleón el pequeño),
porque no condenó a quienes asesinaron a
los comuneros, muchos de los cuales fueron
fusilados sin juicio en el Mur des Fédérés, situado en el célebre Cementerio de Père-Lachaise, justo donde inhumaron en 1911 a dos
personajes del comunismo: Paul Lafargue
y su esposa Laura Marx, hija de Karl Marx.
Sartre vio más al zoon politikon que al artista y esto último era justamente Flaubert, en
consecuencia el compromiso político no era
parte de su compleja educación de literato.
En tal sentido, la polémica ha sido infinita, aburrida e idiota (para usar el término
del propio Sartre). Una reflexión valiosa sobre arte y compromiso político la hizo Mario Benedetti al decir que nunca dejaría de
admirar a Borges (“será una estupidez irremediable”), mientras que al mismo tiempo
sería políticamente su eterno crítico. Fue una
reacción a la postura cubana y sus seguidores de invalidar al escritor porteño. Pero la
discusión se hizo añicos o en el mejor de los
casos banal. Ahora estamos seguros, eso parece, de diseccionar la obra de arte sin hacer lo mismo con el autor. Basta distinguirlos
con inteligencia, como entre nosotros dijo
Augusto Monterroso. Por años, el francés
Louis Ferdinand Céline fue señalado por su
afinidad con el nazismo arrumbando su obra
literaria. Hoy a pocos les importa la ideología
del talentoso novelista, es suficiente leer su
literatura, en especial Viaje al fin de la noche, un libro fundamental e inclasificable en
las letras del siglo XX.
—— www.reneavilesfabila.com.mx
Un asunto
tributario
POR ROSARIO MANZANOS
E s p e c ia l
expresiones@gimm.com.mx
Con la creación de una Secretaría de Cultura federal se
podría pensar que se abren
nuevas opciones para el desarrollo de las artes. Se esperaría
que de manera sui generis las
actividades escénicas como
la danza entren a una nueva
línea de planeación para que
los artistas obtengan recursos
y entonces producir sus obras.
Dependientes casi totalmente de los apoyos del
Estado (léase Fonca o las diversas áreas de lo que fue el
Conaculta), las compañías de
danza no operan como empresas, no viven de dar un
servicio, sino literalmente de
becas o de apoyos de creación. Los becarios en universidades generalmente no
pagan impuestos, pero los del
Fonca sí. ¿Por qué? Nadie lo
sabe. En el Conacyt los becarios no pagan impuestos.
¿De qué sirve que den un
apoyo si vas a tener que regresar una buena parte del dinero a través de los impuestos?
Tal vez no está claro que, en
cuanto al tipo de actividad, un
artista hace algo similar a lo
que un investigador universitario: hay una línea de investigación, un protocolo y existen
resultados buenos o malos. Lo
que se obtiene no es un producto diseñado para venderse; las ganancias siempre son
contingentes, incluso no sería
necesario que las hubiese.
Los creadores en general
no están interesados en hacer
obras vendibles. Si la creación
artística estuviese siempre sujeta a lo que quiere el mercado
ya tendríamos 80 versiones
de Frozen.
En México no es lucrativo
dedicarse a la danza. Con un
altísimo nivel de analfabetas,
gente que lee revistas rosas
como lectura fundamental y
niños trabajando en la calle,
las compañías de danza y en
particular las de contemporáneo jamás serán un negocio.
Basta un ejemplo: si uno va
a un puesto de periódicos, lo
primero que ve es la sexualización y cosificación de la
Los becarios en universidades en
general no pagan impuestos, pero los
del Fonca sí. ¿Por qué? Nadie lo sabe
Foto: Tomada de http://cultura.morelos.gob.mx/
Escenificación de la obra LIDÝ de la compañía Fóramen M.
Si la creación
artística se ciñera
al mercado habría
80 versiones de
Frozen.”
ROSARIO
MANZANOS
CRÍTICA DE DANZA
mujer, jamás encontrará una
revista de danza resaltando
en su portada las virtudes formales de Tu Hombro, del coreógrafo Miguel Mancillas, o
el ingenio de la imagen en Escaparates, de Lydia Romero.
El modelo de las empresas culturales autogestivas y
de alta competitividad, como
sucede en múltiples países
del primer mundo, implica
necesariamente la comercialización y en México no existe
el nivel educativo elemental
para que la danza pueda verse como negocio. Es decir,
la posibilidad de “vender”
espectáculos, talleres, cursos, conferencias e incluso
gadgets, y colocar a manera
de un producto tangible un
montaje escénico, es un absurdo en el que se sobrevive,
pero nadie se hace rico, se
hace una casa blanca de mil
metros y se compra yates.
La visualización neoliberal
y mercantilista que se ha tratado de instaurar en México
no fructificará jamás. Los grupos con apoyo del Fonca no
tienen, ni por mucho, los apoyos que tienen las compañías
de primera fuerza del primer
mundo.
Si se quiere vender la danza, hacerla comercial y que
los artistas paguen impuestos, habrá que invertir mucho
dinero a la danza, tal como lo
hizo el gobierno alemán con
Pina Bausch. Mientras tanto, pagar impuestos, declarar
mensualmente, hacer retribuciones sociales descabelladas
es perder el tiempo a tontas y
locas.
No es cuestión de darle el
beneficio de la duda a la Secretaría de Cultura. Es que
en la debacle del país, si los
artistas no sobreviven, todo
será Frozen en el hielo, Frozen contemporáneo, Frozen
folklórico, Frozen flamenco,
Frozen ad nauseam.
EL RADAR EXPRESIONES
expresiones@gimm.com.mx
@Expresiones_Exc
RECOMENDACIONES
EFEMÉRIDES
El libro
La muerte de Modigliani
“Villamonte no conocía el mar, pero tras establecerse
en Puerto Marinero, pronto le aprendió los secretos.”
BREVE
Un día como hoy, pero
de 1920, murió en París el
pintor y escultor italiano
Amedeo Modigliani.
Es uno de los mayores
artistas del siglo XX y
sus pinturas están en
los principales museos
del mundo. Autor de
Desnudo sentado. Nació
el 12 de julio de 1884.
“Restauradores”, a juicio
Hoy cumple
GABRIEL ZAID
INGENIERO MEXICANO / 82 AÑOS
Poeta, ensayista y crítico. Fue miembro del
consejo de la revista Vuelta de 1976 a 1992.
ALGUNOS POEMARIOS
Fábula de Narciso y Ariadna,
Práctica mortal y Reloj de sol;
Ómnibus de poesía mexicana
(como compilador).
TÍTULO: Macho Viejo
AUTOR: Hernán Lara Zavala
EDITORIAL: Alfaguara, México, 2015; 151 pp.
Víctor Manuel Torres
Coordinador
Edgar Hernández
Editor
Paola Rodríguez
Coeditora Visual
El CAIRO.— Ocho empleados del Museo
Egipcio de El Cairo fueron enviados ayer a juicio después de que se
estableció su “negligencia” al restaurar la
máscara del faraón Tutankamón, cuya perilla fue pegada con una
resina agresiva que
causó daños en la pieza de inestimable valor. Egipto informó que
Mario Palomera
Diseño
la Fiscalía administrativa estableció que los
restauradores violaron
“toda regulación profesional” al tratar de forma negligente una
pieza arqueológica de
tres mil años de antigüedad. Se confirmó
que los acusados utilizaron un pegamento
sin base científica para
pegar esa pieza de la
máscara. (EFE)
EXCELSIOR : Domingo 24 de enero DE 2016
POR RAFAEL
MIRANDA BELLO
E s p e ci a l
expresiones@gimm.com.mx
Paradigma del autor romántico que sobrelleva una existencia tormentosa en tanto fragua
una obra de genio, el funcionario de la justicia prusiana,
músico, dibujante y escritor E. T. A. Hoffmann “conoció la miseria, el hambre y la
desesperación”, como resume
el filósofo y traductor español
José Rafael Hernández Arias
al prologar la novela Los elíxires del diablo (1815-1816), una
“auténtica rara avis” de la literatura que penetra de manera
escalofriante en los páramos
de la escisión de la personalidad, y que Hoffmann volcó
en papel en poco más de un
mes mientras bebía con empeño y “se movía en las fronteras de la demencia, plagado
de pesadillas, visiones, fobias
y extraños síntomas”, preludio de la implacable sífilis que
menoscabó su cuerpo hasta
paralizarlo por completo, y lo
obligó a dictar las últimas páginas de su legado literario,
antes de que la muerte lo sitiara de forma definitiva en la
ciudad de Berlín, el 25 de junio de 1822.
FANTASÍAS
NOCTURNAS
Ernst Theodor Wilhelm Hoffmann nació en Königsberg,
capital de Prusia Oriental,
el 24 de enero de 1776, pero
años más tarde, puntualiza la
filóloga y traductora Carmen
Bravo-Villasante, renació a
la literatura “después de alterar su tercer nombre por el
de Amadeus, en homenaje a
Mozart, su músico preferido”.
Estudió la carrera de derecho
y se desempeñó como jurista
en los tribunales de Varsovia
y Posen de 1804 a 1807. Los
años siguientes trabajó como
crítico musical y fue director
de orquesta de una compañía
de teatro que se presentaba
en Dresde y Leipzing. En 1816
debutó en Berlín con la ópera
Undine, para la que había escrito un libreto a partir de un
cuento de hadas de La MotteFouqué. Considerada su composición más sobresaliente,
tuvo gran repercusión en el
desarrollo de la ópera del romanticismo alemán y anticipó
la idea de “obra de arte total”
que se atribuye a Wagner.
Pero sus tentativas de ganarse
el sustento con la música fracasaron, y Hoffmann tuvo que
ocupar sin mucha convicción
el cargo de magistrado en la
Sala de lo criminal en Berlín.
No obstante, desplegó una
carrera extraordinaria como
juez y, a decir de Hernández
Arias, “sus informes y dictámenes constituyen un modelo de argumentación jurídica”.
Los empeños narrativos de
quien firmaría su obra con el
nombre de E. T. A. Hoffmann
salieron a la luz con la publicación del cuento El caballero Gluck (1809). Después
escribió y dio a la imprenta el
EXPRESIONES
:3
E. T. A. HOFFMANN (1776-1822)
Artífice de
lo siniestro
volumen Fantasías a la manera de Callot (1815), en el que
saca a escena la perversa figura de El magnetizador; y
publicó Nocturnos (1817), del
que formaban parte La casa
vacía y El hombre de arena,
una historia en la que Léo Delibes basó su ballet Coppélia,
Freud la rumió para analizar
“Lo ominoso”, y junto a las
narraciones Consejero Krespel y El reflejo perdido sirvió a
Jacques Offenbach para componer la ópera Los cuentos de
Hoffmann.
Su relato El cascanueces y
el rey de los ratones (1816), en
el que un grotesco juguete cobra vida como príncipe de un
reino de maravillas edulcoradas, fue revisado por Alejandro Dumas en una versión a la
que llamó Historia de un cascanueces (1844), misma que el
compositor ruso Tchaikovsky
usó para hacer la adaptación
del ballet El cascanueces, estrenado en San Petersburgo
en el invierno de 1892, y que a
lo largo del tiempo ha llegado
a ser uno de las más representados alrededor del mundo,
debido a la popularidad que
ganó luego de que fue utilizado para musicalizar un segmento del filme Fantasía de
Walt Disney.
UN DOBLE MACABRO
Entre 1819 y 1921, Hoffmann
publicó la colección de veintinueve cuentos en cuatro volúmenes titulada Los hermanos
de San Serapión, que tuvieron su origen en las tertulias a
las que el autor concurría, en
una taberna berlinesa, para
discutir sus planteamientos
literarios con algunos de los
escritores románticos más
notables de la época, como
Tieck, Von Arnim y Brentano.
En esta obra, que el editor y
escritor Jacobo Siruela considera “uno de los libros más
raros del autor”, en la que “a
través del vivaz diálogo de varios extravagantes personajes (se) van estableciendo las
reglas del principio serafino,
cuya primera premisa es que
‘toda narración debe ser fantástica’; es decir, debe saber
despertar en el lector el sensual escalofrío que produce
lo desconocido e inesperado”,
aparecieron piezas macabras
TRES
PARA LLEVAR
1.
Este libro reúne relatos que Orlando
Ortiz ha escrito a lo
largo de su vida literaria. Cada uno de los
cuentos es una muestra del oficio
del escritor. El mayor acierto de estas páginas es la edificación estilística: el autor recurre a distintas voces narrativas
para contar sus historias. Alterna la primera con la tercera voz, dándole un volumen atractivo a las narraciones.
Aunado a esto, cabe destacar el lenguaje poético que en
ocasiones utiliza el escritor. Los argumentos, que en apariencia son sencillos, son una red de intenciones ocultas y
deseos reprimidos, los hilos que conducen a cada uno de
los personajes están fabricados con destrezas, anhelos e
ideales. La realidad del libro es la misma realidad en la que
viven los lectores, pero vista a través del filtro de artesano,
del orfebre capaz de obsesionarse con las milimétricas
situaciones que nadie ve, o mejor dicho, que nadie quiere
ver. Lo cotidiano es la materia prima.
——Alberto Medrano
Hoy se cumplen 240 años del nacimiento
del autor alemán, figura tutelar
del romanticismo que influyó
en Poe, Kafka y Dostoievski
y magistrales como El huésped siniestro, Vampirismo y
Los autómatas.
Como señala Marisa Siguan en el epílogo de la traducción al español —que
realizó en colaboración con
Eustaquio Barjau— de la obra
Puntos de vista y consideraciones del Gato Murr sobre la
vida en sus diversos aspectos
y biografía fragmentaria del
maestro de capilla Johannes
Kreisler en hojas de borrador
casualmente incluidas (18191821), en las historias del autor
de La marquesa de Pivardière —que a veces se cita como
un relato policiaco que precede a Los crímenes de la calle
Morgue, de Poe—, por un lado
“son frecuentes los personajes provistos de una inquietante duplicidad, de un doble
misterioso” —de la calaña del
siniestro monje Medardo y su
“doble fantasmagórico” en
Los elíxires del diablo—, y por
otro, en ellas “la realidad cotidiana y anodina muestra un
doble rostro (en la que) cualquier situación banal se puede
convertir en clave cifrada para
la aparición de un mundo
fantástico y amenazador”. En
dicha obra —que inspiró a Robert Schumann la pieza para
piano Kreisleriana—, de título
en exceso largo y minucioso,
Hoffmann incluyó un prólogo “reprimido por el autor” en
el cual, después de lamentarse de la herida provocada por
“la fría censura de autores de
reseñas”, advierte: “Si alguien
Foto: Especial
Trabajadores acudirán a
Conciliación y Arbitraje.
CULTURA
Inician
proceso
judicial
POR LUIS CARLOS
SÁNCHEZ
luis.sanchez@gimm.com.mx
40
AÑOS TENÍA
E. T. A. Hoffmann
cuando falleció.
fuera tan osado como para
manifestar algunas dudas sobre el sólido valor de este libro extraordinario, que tenga
en cuenta que se las habrá de
ver con un gato que posee ingenio y razón, y también afiladas garras”.
2.
www.paracaidismos.wordpress.com
rafamirandabello@gmail.com
La situación laboral, principal preocupación de los trabajadores de la cultura en el
país a la hora de crear la Secretaría de Cultura, enfrascará a la nueva dependencia
en uno de sus primeros conflictos. Profesores de investigación científica y docencia
sindicalizados del Instituto
Nacional de Antropología e
Historia (INAH) informaron
que mañana presentarán una
demanda ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, en contra del organismo
que encabeza Rafael Tovar,
por el reconocimiento “en
todo momento” de sus derechos laborales.
Según el Comité Ejecutivo
de la Delegación Sindical DII-IA-1 del INAH, la creación
de la Secretaría “trae aparejadas modificaciones en la
relación con los trabajadores al establecerse la figura
de nuevo patrón. El secretario
de Cultura ha amenazado con
que sólo respetará las condiciones de trabajo y prestaciones que se apeguen a la ley, sin
especificar a qué se refiere.”
Ante ello, los investigadores interpondrán la demanda
contra la nueva dependencia
y el INAH, buscando el “reconocimiento y respeto de los
derechos laborales, económicos y prestaciones adquiridos,
incorporados en todos los oficios, acuerdos, minutas, convenios, condiciones generales
de trabajo, etc. que hemos logrado en cerca de medio siglo
de lucha”, informaron.
“Ninguno de nuestros
derechos es ilegal, lo demostraremos en el proceso
conciliatorio y en el judicial, si
fuese necesario”, agregaron.
La demanda se presentará
mañana en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
3.
E l n o m b re d e
Malintzin se imprimió de manera indeleble en la mente
del mexicano como
sinónimo de traición, admiración por
lo extranjero y oportunismo. El mito
fue dejando atrás la historia de un personaje apasionante, al que tocó jugar
un papel protagónico en el encuentro
del viejo y el nuevo mundo. Doña Marina fue una india nahua a la que las circunstancias llevaron a
aprender lengua maya después de ser raptada y vendida como
esclava. Nuevamente el destino la pondría frente a Hernán
Cortes, a quien sirvió como intérprete en su aventura por conquistar Tenochtitlán. La disquisición de las fuentes, siempre
despojándolas de cualquier duda, hacen de este estudio un
revelador documento que pone en su justa dimensión a una
mujer inteligente, preocupada por el futuro de su descendencia
y que supo ganarse el respeto de sus coterráneos hasta el último
día de su vida. Fallecida alrededor de 1529, dejó una hija y un
hijo (este último con Cortés), pero poco se interesó por contar
ella misma su historia. Tuvo que ser el injusto juicio colectivo el
que finalmente la haría pagar por siglos la osadía de sobrevivir
en una época de desastre para su origen.
Al menos para el
lector mexicano,
este delgado volumen de Renato Serra (Cesena, 1884)
se revela como una extraña perla encontrada en el fondo de un cofre. Crítico literario y comentador político,
Serra posee, según datos corrientes,
un peso específico en las letras italianas. Su obra, truncada por una bala
que lo alcanzó durante una batalla de
la Primera Guerra Mundial, en 1915, se concentra en breves
pero doctas páginas. El ensayo con trazos biográficos suele
arrojar luces sobre lecturas y autores, afinidades y esperanzas. Y lo más cercano a ello acaso sea la correspondencia,
fragmentos que también se ofrecen en Examen de conciencia de un literato, textos que, como anuncia su título, son un
conjunto de oraciones intimistas que se urden a propósito
de conflictos bélicos, pero también del temperamento de
una sociedad obcecada ante las pretensiones colonialistas
de la época. Conmueve la pluma de Serra ante la actitud de
la masa y de los jóvenes que prefieren leer La Gazzetta dello
Sport que Avanti, el diario del Partido Socialista Italiano. El
escritor se refleja en el espejo de su gente.
——Luis Carlos Sánchez
——Fernando Islas
TÍTULO: De entonces y ahora
TÍTULO: Malintzin. Una mujer
indígena en la Conquista de México
TÍTULO: Examen de
conciencia de un literato
AUTOR: Orlando Ortiz
AUTOR: Camilla Townsend
AUTOR: Renato Serra
EDITORIAL: FCE, México, 2015; 215 pp.
EDITORIAL: Era, México, 2015; 347 pp.
EDITORIAL: Ai Trani, México, 2015; 78 pp.
4:
EXPRESIONES
Domingo 24 de enero DE 2016 : EXCELSIOR
Descargar