Revista Cubana de Medicina Intensiva y Emergencias Rev Cub Med Int Emerg 2002;1(1) Editorial Al honrarme con la redacción de este editorial mi primer pensamiento es para quien ya no está físicamente entre nosotros. Al recuerdo imborrable del maestro Sergio Rabell Hernández, a venerar su memoria, va dedicado este primer número de la Revista Cubana de Medicina Intensiva y de Emergencias. Un viejo anhelo de la familia de intensivistas cubanos fue colmado dos cursos atrás, cuando se reconoció oficialmente la especialidad como Medicina Intensiva y de Emergencias y sin dilación comenzaron a funcionar las sedes acreditadas para la residencia. Hoy otro sueño se hace realidad, con la aparición del primer número en formato electrónico de la Revista Cubana de Medicina Intensiva y de Emergencias. La madurez alcanzada por nuestros profesionales, el prestigio ganado, el lugar que ocupamos en el Sistema Nacional de Salud han permitido estos reconocimientos. Tener nuestra publicación es una necesidad; ante un campo del saber en constante desarrollo científico técnico, donde la compleja fisiopatogenia de nuestros pacientes nos reta, donde los avances de la terapéutica deben ser dominados por todos, en nuestro afán de arrancar vidas a la muerte. Que esta revista sea la casa de todos los que nos dedicamos a esta noble especialidad es nuestro deseo; que refleje nuestros esfuerzos, desarrollo, el nivel alcanzado en cada una de nuestras unidades, es nuestra obligación. Sus páginas están abiertas; tratémoslas dignamente, llenándolas con la calidad de nuestras publicaciones. 1 Aún asumiendo el riesgo de herir su proverbial modestia, no puedo finalizar sin destacar el papel que ha jugado el Dr. Jaime Parellada Blanco en la gesta de esta revista y nada más justo que aparezca como su director fundador; nunca me cansaré de agradecer el esfuerzo y amor; el amor y optimismo con el que asumió este trabajo; con el mismo desinterés con el que lo he sentido en tantas labores de la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos de Adultos. Quedo con la certeza de que todos nuestros anhelos serán una realidad, que la lectura de los artículos aquí publicados nos harán disfrutar en la misma medida que beneficiarán a nuestros enfermos. Dr. Armando Pardo Núñez Presidente de la Comisión Nacional de Cuidados Intensivos de Adultos Editorial Octubre 2002