LOS SOBREVIVIENTES DEL HOLOCAUSTO EN ISRAEL, UNA ETAPA DE LA ALIYA 28 de Febrero de 2010 En el Boletín El mundo judío e Israel que edita la APEIM, la Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México, en forma provisional, hasta que vuelva a aparecer FORO en forma impresa, cuyo director es el Lic. André Moussali, publica una interesante entrevista con el Ing. Jaime Murrow, quien acaba de regresar de un viaje de estudio a los países de la ex Unión Soviética y luego de una visita a Yad Vashem en Jerusalem. De la entrevista realizada por Moussali quiero recoger el tema de la memoria histórica del Pueblo Judío y la de los habitantes de Israel en particular. Dice Jaime Murrow en la entrevista: A Ben Gurion no le interesaba mucho castigar y perseguir a los nazis. Por mucho tiempo inculpaba a los judíos que quedaron en la Diáspora, después del Jurban, de no ser sionistas. Él estaba más interesado en construir el Estado de Israel, que en hacer justicia. Esto ilustra el ambiente de la opinión pública que imperaba en Palestina de 600,000 judíos cuando se reclamó la Declaración de Independencia del Estado en 1948, al día siguiente que saliera el último soldado de la Potencia del Mandato. La valorización histórica sobre el Holocausto era muy devaluada. Había críticas muy dolorosas. Por lo menos, para nosotros los sobrevivientes. Todo eso cambió cuando Menajem Begin fue nombrado Primer Ministro. Él era un judío que había crecido en la Diáspora, nació en Brest Litovsk. Era un judío bien preparado de Jeder y luego de Universidad que veía y conocía la historia del Pueblo Judío en su justa perspectiva. Él supo cambiar la mentalidad de los habitantes de Israel para ver a los sobrevivientes del Holocausto con respeto, relatar correctamente por lo que pasaron durante el Jurban. Valorar su vida y sus acciones de heroísmo a la luz correcta de la época, comprender el infierno que fue Europa entre 1933 y 1945. Llegaron a Israel aproximadamente 300,000 sobrevivientes de los Campos de Concentración y de Exterminio después de la liberación y del fin de la Segunda Guerra Mundial. Influyó también el juicio que se le hizo a Adolf Eichmann en Jerusalem y la comparecencia pública de los testigos que declararon en su contra. Algunos llegaron hasta las ansiadas playas de Eretz Israel, otros fueron detenidos en su camino por el bloqueo naval impuesto por la Gran Bretaña y pasaron meses en Campos de Detención en Chipre de ser finalmente transportados a Israel. El bloqueo era la continuación de la vieja política de Gran Bretaña desde el Mandato, a favor de los árabes. Muchos fueron de las playas, sin cambiarse y con un rifle que pusieron en sus manos, directamente a combatir en los frentes de la Guerra de la Independencia (1948 1952). Los sobrevivientes recibieron todos los derechos de los olim jadashim, de los nuevos inmigrantes, y recibieron también Wiedergutmachung de los alemanes. Igualmente el Estado de Israel recibió Wiedergutmachung, reparaciones de guerra, por la total destrucción física de bienes judíos comunitarios en sus países de origen, en forma de barcos, locomotoras y equipo ferroviario, incluyendo rieles y muy variada y valiosa ayuda técnica, pagados estos servicios, por el Estado de Israel. Este plan de cooperación y de ayuda se puso en marcha después del desayuno histórico entre el Canciller alemán Adenauer y el Primer Ministro, en aquel entonces, David Ben Gurion, en el Hotel Waldorf Astoria en Nueva York, realizado en 1961. El acuerdo implicaba también el reconocimiento diplomático de la Bundes Republik por parte de Israel. La situación actual y la actitud de los israelís hacia los pocos sobrevivientes que todavía viven en Israel y para nosotros los que vivimos en la Diáspora han cambiado totalmente. La educación de los jóvenes israelís y su concepto sobre el Holocausto es otro completamente. Se cuida, con el gobierno actual, la educación de los jayalim y jayalot, durante el servicio militar obligatorio para los dos sexos. Se realizan visitas a Yad Vashem en Jerusalem, el Repositorio de la Documentación, objetos religiosos rescatados, evidencia gráfica, objetos personales de los asesinados. Los jayalim tienen que atender cursos sobre la Shoa. (Lo que irónicamente se vine haciendo con los jóvenes alemanes que atienden las Preparatorias, los Gymnasiums en Alemania, en forma obligatorio desde 1961). Muchos jóvenes israelís asisten y participan cada año en las Marchas de la Vida que se realizan a Polonia, con culminación en las festividades de Yom Hashoa, Yom Hazikaron, y que culminan con la celebración de Yom Hatzmaut en Jerusalem. Cuyo itinerario, por cierto, solamente en el caso de los participantes israelís, quieren cambiar ahora. Una importante corriente de opinión pública en Israel, elementos de Shalom Ajshav, una corriente política de izquierda encabezada por la Sra. Liberman, hija del escritor israelí, Amos Oz, Premio Príncipe de Asturias 2008, pugna para que el itinerario, únicamente de los jóvenes israelíes, ya no incluya a Auschwitz. Alegan que la juventud israelí ya sufre de bastante trauma, por los constantes y continuos ataques de los países árabes y por las, también constantes, amenazas de por países del Medio y Lejano Oriente de borrar a Israel del Mapa han creado en ellos una situación patológica de ser rechazados por el mundo. En lugar de visitar los lugares del Cementerio judío más grande del mundo, Polonia, sería muchos más edificante convivir con los jóvenes judíos de Alemania o de Francia. Nuestra vida tiene que reedificarse. Debemos de ver hacia el futuro revalorado, hacia el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos, sin perder nunca nuestra perspectiva histórica. En forma valiente, aceptar los que quieren ser nuestros amigos que han demostrado serlo y darles la bienvenida, identificar a nuestros enemigos y cuidarnos de ellos. La vida es dinámica, no estática. Así como hemos sobrevivido, durante más de 3000 años, desde Abraham Avinu. El mundo por su parte está consciente de que nos necesitan, para realizar el Tikun Olam, el mundo perfeccionado sobre la tierra, para que se den las condiciones para la llegada de un Mesías. Los evangelistas, en el mundo, y los Lubavitcher, entre nosotros, todavía esperan la llegada del Mesías.