la fe recibida en el bautismo y vivida con maría

Anuncio
Taller-Encuentro 4.
LA FE RECIBIDA EN EL BAUTISMO Y VIVIDA CON MARÍA
OBJETIVO
Descubrir en María y su experiencia de fe un camino que ella ha recorrido y queda abierto para que mediante la Palabra de Dios y de la
Iglesia, el compromiso cristiano y la vida común, vivamos nuestra
realidad bautismal como camino de fe a ejemplo de María.
. VER
Comparte la siguiente historia de vida:
El Padre Simón, sacerdote cercano a la gente, evangelizador y siempre preocupado por el bienestar material y espiritual de su comunidad, ha sido el sacerdote que ha bautizado, celebrado la penitencia,
la eucaristía y casado a muchas gentes de su parroquia por su inmenso trabajo pastoral y evangelizador. Ha estado en su parroquia
por más de veinte años y ha sido el pastor que conoce muy bien a
sus ovejas. Y sus ovejas reconocen en él a un buen pastor.
De un tiempo para acá, le ha surgido la inquietud de porqué los bautizados que son hasta amigos personales y allegados a él no perseveran en su camino de fe. Esto no era muy común al inicio de su ministerio. Ahora las cosas han cambiado. Esto le preocupa.
Escuchando a uno de sus fieles, éste le dijo algo que parecía sin importancia: No perseveran porque no se dejan acompañar de María.
Entonces él decidió a partir de esta sugerencia que cada vez que celebrara un sacramento, acompañara una pequeña comunidad, o emprendiera una nueva misión en su parroquia, confiaría e invitaría a
sus feligreses a consagrase a María y vivir en estrecha relación con
ella su camino de fe.
Luego de implementar esta práctica y vivencia
en las gentes de su parroquia, las cosas han
cambiado, la parroquia adquirió un aire nuevo y
los fieles son más consistentes en la vivencia
y la celebración de su fe.
1
Preguntas para el diálogo.
1. ¿Encuentras diferencias entre quienes viven su fe unidos a María y
quienes la viven sin una relación con Ella? Describe un poco en qué
consisten estas diferencias.
2. ¿Cómo se hace presente María en la vida de tu comunidad parroquial?
2. ILUMINAR
Lee y comparte con tu comunidad los elementos más relevantes de las siguientes lecturas.
Evangelio según san Juan 2, 1-12
Las Bodas de Caná.
1: Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea; allí
estaba la madre de Jesús. 2: También Jesús y sus discípulos estaban
invitados a la boda. 3: Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice:
—No tienen vino.
4: Jesús le responde:
—¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora.
5: La madre dice a los que servían:
—Hagan lo que él les diga.
6: Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, con una capacidad de setenta a cien litros cada
una.
7: Jesús les dice:
—Llenen de agua las tinajas.
Las llenaron hasta el borde.
8: Les dice:
—Ahora saquen un poco y llévenle al encargado del banquete para
que lo pruebe.
Se lo llevaron.
9: Cuando el encargado del banquete probó el agua convertida en
vino, sin saber de dónde procedía, aunque los servidores que habían
sacado el agua lo sabían, se dirige al novio 10: y le dice:
—Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú, en cambio has guardado
hasta ahora el vino mejor.
11: En Caná de Galilea hizo Jesús esta primera señal, manifestó su
gloria y creyeron en él los discípulos. 12: Después, bajó a Cafarnaún
con su madre, sus hermanos y discípulos, y se detuvo allí varios
días.
2
Documento de Aparecida # 272
Con los ojos puestos en sus hijos y en sus necesidades, como en
Caná de Galilea, María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, de entrega y de gratuidad que deben distinguir a
los discípulos de su Hijo. Indica, además, cuál es la pedagogía para
que los pobres, en cada comunidad cristiana, “se sientan como en su
casa”. Crea comunión y educa a un estilo de vida compartida y solidaria, en fraternidad, en atención y acogida del otro, especialmente
si es pobre o necesitado. En nuestras comunidades, su fuerte presencia ha enriquecido y seguirá enriqueciendo la dimensión materna
de la Iglesia y su actitud acogedora, que la convierte en “casa y escuela de la comunión”, y en espacio espiritual que prepara para la
misión.
San Luis María de Montfort.
Del Tratado de la Verdadera Devoción
# 130 y Secreto de María # 15.
TVD 130 Ahora bien, si los concilios, los Padres y la misma experiencia nos demuestran que el mejor remedio contra los desórdenes
de los cristianos es hacerles recordar las obligaciones del Bautismo y
renovar las promesas que en él hicieron, ¿no será acaso razonable
hacerlo ahora de manera perfecta mediante esta devoción y consagración a Nuestro Señor por medio de su amantísima Madre? Digo de
“manera perfecta” porque para consagrarnos a Jesucristo utilizamos
el más perfecto de todos los medios, que es la Santísima Virgen.
SM 15 Dios Padre ha dicho a María: Hija mía, pon tu tienda en Jacob
(BenS 24,8; VD 29); es decir, pon tu morada en mis predestinados,
prefigurados en Jacob.
Dios Hijo ha dicho a María: Madre querida, entra en la heredad de Israel (BenS 24,13; VD 31); es decir, en mis elegidos.
Finalmente, Dios Espíritu Santo ha dicho a María: Echa raíces, ¡fiel
Esposa mía!, en el pueblo glorioso (BenS 24,13; VD 34); es decir, en
mis escogidos.
Por tanto, María habita en todos los elegidos y predestinados. Está
presente en sus corazones, y siempre que se lo permitan echará en
ellos las raíces de una profunda humildad, de una caridad ardiente y
de todas las virtudes.
3
3. ACTUAR
Dialoga con tu comunidad sobre estos interrogantes:
• ¿Cómo tu devoción mariana te ayuda para acrecentar tu fe?
• ¿Cómo difundir la devoción mariana que tanto bien ha hecho personal y comunitariamente a la Iglesia?
4. CELEBRAR
Recitar en grupo: Amor de la Sabiduría Eterna 225-226.
Yo, N. N., pecador infiel,
renuevo y ratifico hoy en tus manos
los votos de mi bautismo;
renuncio para siempre a Satanás,
a sus pompas y a sus obras
y me consagro totalmente a Jesucristo,
la Sabiduría encarnada,
para llevar mi cruz en su seguimiento
todos los días de mi vida
y a fin de serle más fiel
de lo que he sido hasta ahora.
Te escojo hoy,
en presencia de toda la corte celestial
por mi Madre y Señora.
Te entrego y consagro,
en calidad de esclavo,
mi cuerpo y mi alma,
mis bienes interiores y exteriores
y hasta el valor de mis buenas acciones
pasadas, presentes y futuras.
Dispón de mí y de cuanto me pertenece,
sin excepción, según tu voluntad,
para mayor gloria de Dios
en el tiempo y la eternidad.
4
Descargar