Una Película de Esteban Schroeder Director: Esteban Schroeder Guión: Esteban Schroeder y Nelson Scartaccini El proyecto obtuvo la ayuda al desarrollo del Programa IBERMEDIA (2008) y la ayuda para la Escritura de Guiones de ICAU (2011). Actualmente nos encontramos trabajando en una SEGUNDA VERSIÓN del Guión que estará lista para el mes de diciembre/2013. El proyecto está a consideración de productoras de Brasil, Argentina y Paraguay que ya han manifestado su interes en participar de la realización de la película. Story Line Latente, plantea una polémica actual sirviéndose de imágenes hechas en 1865, cuando Brasil, Argentina y Uruguay se aliaron en una guerra contra el Paraguay que exterminó al 80% de su población. Es la historia de un académico salido de su rutina para cuestionarse sobre el uso de esas fotos en particular y sobre la manipulación de las imágenes de guerra en general, una reflexión en torno a una tragedia oculta de la historia latinoamericana y un conflicto ético siempre vigente en nuestra sociedad: la tensión entre la realidad histórica y sus representación visual. Sinopsis Julián Loureiro es profesor de fotografía en la UDELAR, donde él mismo se graduó en 1983 con una tesis sobre la fotografía del Siglo XIX en el Río de la Plata. Pero su objeto de estudio, su pasión y su obsesión siempre fueron las fotografías que hizo el uruguayo Javier López durante la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay (1865-70). Un año después del inicio de la guerra, el irlandés Thomas Bate promueve un acuerdo entre su estudio fotográfico y el Ejército uruguayo para que Javier López y su cámara lleguen al frente de batalla. A cambio exige la aplicación del recién inventado copyright, para poder vender el resultado de estas incursiones, a los periódicos y particulares como series de postales. Julián está convencido de que Javier López sintió en carne propia cómo la fotografía adquiría un significado histórico y una función social trascendente y ese pensamiento habita confusamente en su mente y alimenta su respeto y admiración por Javier López, desde que vio esas fotos. Además la fotografía antigua siempre fue un refugio para Julián, que se quedó algo estancado en eso. Recientemente pasó un concurso interno en la Universidad buscando un ascenso pero no lo obtuvo, no está conforme con su situación, pero tampoco se atreve a hacer nada para cambiarla. Su amigo Max, ex-compañero de universidad, que vive en México, llega al Uruguay con un proyecto de serie televisiva: “1860-2014, pasado, presente y futuro del foto-reportaje” que él mismo describe como “... un viaje que va desde la clara de huevo del coloidón húmedo hasta el silicio del microchip”. Max se propone contratar a Julián como asesor, lo que implicará viajar al Paraguay y a la Argentina para profundizar la investigación. Este encargo le permitirá a Julián revisar su tesis, atar cabos que quedaron sueltos en su trabajo anterior, porque nunca pudo viajar al Paraguay y cuando pudo, no se decidió a hacerlo. Julián acomoda su situación en la Universidad, acepta la propuesta de Max y viaja al Paraguay. Irá acompañado por Gabriela y Ana, dos ex-alumnas suyas que serán sus asistentes y aprovecharán el viaje para filmar escenas para un documental. Gabriela, 28 años es brasileña y decidió estudiar en Uruguay, ella trabaja sobre el tema mujeres y biodiversidad para su tesis de grado. Ana es su compañera de curso y amiga. Sólo al final del viaje por Paraguay Julián recibe el guión de Max. Lo encuentra arbitrario y deshonesto, quiere tomar distancia con el proyecto, pero se compromete a terminar la tarea emprendida en la recopilación de documentos. Julián alarga su estadía en Paraguay para acompañar a Gabriela y Ana en un rodaje que los pondrá de cara a la cruda realidad del campo paraguayo, hoy controlado por el agro-negocio a gran escala. En este viaje, la relación entre Gabriela y Julián comenzará a hacerse más cercana y con el tiempo, terminará desembocando en un fugaz romance entre los dos. En Argentina Julián, conocerá a Fillippo, un coleccionista que dispone de dos series completas de las postales originales de Bate&Ca. y accederá a venderle uno. Fillippo aportará detalles apasionantes sobre la vida cotidiana de los foto-reporteros que tendrán mucho efecto sobre la visión de Julián. En cambio el proyecto de serie de Max incluye las fotos de Javier López, pero ni siquiera lo menciona; Max, solo se interesa en Thomas Bate y su emprendimiento comercial-editorial. Esto lleva a Julián a la ruptura total con su amigo. Con ánimos renovados y una decisión que no era habitual en él, Julián deja su cátedra, reabre su investigación en vistas a obtener un Doctorado y preparar un libro cuyo título será “Javier López, Héroe de la Memoria y Víctima del Copyright”, una idea que estaba latente en su mente desde hacía mucho tiempo. Presentación de Personajes Julián Loureiro 53 años, uruguayo. Protagonista Julián Loureiro tiene 53 años, es profesor titular de Historia de la Fotografía en la UDELAR, donde él mismo se graduó en 1983 en plena dictadura militar. Su trabajo de grado tuvo como punto de partida las fotos que hizo Javier López durante la Guerra contra el Paraguay de 1865-70 para hablar de la Fotografía del Siglo XIX en el Río de la Plata. El título obtenido y sus cursos en el Foto Club del Uruguay, lo convirtieron en un referente sobre el tema, pero Juan Carlos se siente un poco estancado profesionalmente y a veces sueña con cambiar de vida, pero no se decide a dar ningún paso para que esto ocurra. Vive solo en una chacra en los suburbios de Montevideo que su padre, veterinario de profesión, compró muy barata en los años 40. Una pareja de cuidadores que lo vio nacer sigue ocupándose de su mantenimiento, aunque ya están muy viejos. Tiene un hijo de 32 años que se dedica a los negocios con el que no tiene una relación muy fluida. Tampoco la tiene con su hermano mayor, Francisco, ex-piloto de la aviación civil que lo presiona desde hace tiempo para vender la chacra de la que ambos son herederos, pero la idea de salir de allí lo llena de incertidumbre. Sobre todo desde que firmaron el compromiso de compra-venta. Esa chacra era un refugio para él, sobre todo después de la muerte de su mujer, Susana, hace diez años atrás. Allí nació, allí tuvo siempre su laboratorio de revelado, allí hizo el amor por primera vez con Susana, allí murió su padre y nació su hijo. Será la estadía en Uruguay de su amigo Max, lo que lo ponga en movimiento, por la propuesta de colaboración con un proyecto de documental. Aunque en la práctica su amigo termine decepcionándolo, este trabajo lo ayudará a salir de su letargo. Susana falleció cuando Julián tenía 45 años y él nunca se volvió a casar, aunque tiene algunas relaciones distantes y esporádicas sin mayor compromiso afectivo. Su cruce fugaz con Gabriela, una ex-alumna con la que compartirán trabajo y viajes, le pondrá condimento a su existencia. Con ella encontrará afinidades que llevarán la relación a otro nivel; sacándolo de su modorra habitual de viudo solitario. Máximo Peña 54 años, uruguayo. Máximo (Alias Max) es compañero de generación de Julián Loureiro, se graduaron el mismo año y su tesis también hablaba de fotografía, pero con una visión más pragmática: “Incidencia de Cartier Bresson en la estética publicitaria moderna”. También hicieron juntos el primer curso de Laboratorio de foto ByN en el Foto Club del Uruguay. En esa época compartían tanto el revelador, como las cervezas o la ideología, incluso solían salir juntos en plan conquista amorosa. En ese aspecto Max siempre fue más desenvuelto y carismático que Julián, hasta hoy más reservado y hosco. Ese don le permitiría a Max vivir también su momento de protagonismo político como dirigente de la FEUU (Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay). De su breve período de militancia de radical de izquierda, hoy sólo queda la retórica. La política dejó de interesarle hace tiempo, su discurso se volvió moderado, progresista y previsible. Cuando se graduaron en 1985, Julián se hizo profesor y Max migró a los Estados Unidos para emprender una larga carrera profesional. Comenzó como asistente de cámara en la TV Pública de San Diego y hoy es un reconocido director de fotografía de cine y publicidad en México D.F., donde vive con Amy Gray, una guionista norteamericana con la que tienen 2 hijas de 17 y 20 años. Desde que Max se fue en 1985, volvió muchas veces al Uruguay, pero sólo se vio con Julián dos o tres veces. En general viene a filmar publicidades de gran presupuesto, con un cronograma apretado y moviéndose en un entorno en el que Julián, tan serio y circunspecto, desentonaría. Paradójicamente el éxito obtenido como director de fotografía no satisface todavía la ambición mayor de Max, que desea ser guionista y realizador de sus propias películas. Un importante canal norteamericano de cable está dispuesto a producir enteramente su proyecto de largometraje documental sobre el foto-reportaje de guerra. Es una jugada importante que podría abrirle muchas puertas en la profesión. La necesidad de asesores en fotografía antigua de su película llevará a Max a reactivar su amistad con Julián. Gabriela Amorim 28 años, brasilera. Es la hija menor de un secretario del Consulado brasileño en Montevideo que estuvo en funciones entre 1997 y 2003. Gabriela es atractiva sin proponérselo, no tiene poses, su sensualidad emana naturalmente y no necesita artificios para llamar la atención del sexo opuesto. La vida de Gabriela siempre estuvo signada por los desplazamientos profesionales de su padre: nació en Zurich, cursó sus estudios primarios en el Liceo Francés de Chile y la secundaria en esa misma institución pero del Uruguay, donde también terminó su bachillerato en el año 2003. Con la asunción del Presidente Lula da Silva, su padre, un cercano a Felipe Cardoso, es reemplazado en el marco de una renovación general de personal diplomático y decide volver a Brasil. Pero esta vez, Gabriela decide no seguirle los pasos y quedarse un tiempo en Uruguay, país que según ella, es más su patria que el propio Brasil. Gabriela dice que: “El Uruguay es un país de proporciones humanas, no como el Brasil que es demasiado grande, demasiado injusto y demasiado ruidoso para mi gusto” Su madre, psicóloga de profesión, aunque nunca ejerció en su vida, hizo valer toda su influencia para que su padre asumiera que Gabriela estaba pronta para vivir sola con apenas 18 años recién cumplidos. Desde entonces, sus padres le envían una mensualidad confortable y le pagan el alquiler de un mono-ambiente en el Centro. Gabriela, por influencia de su madre, resolvió inscribirse en la carrera de Psicología, pero al cabo de 3 semestres, muerta de aburrimiento, la abandona. Luego de eso, se toma un año sabático para hacer un viaje por América Latina. Su periplo termina en Sao Paulo, donde pasa un mes con sus padres y comprueba que definitivamente nunca podría volver a vivir con ellos como antes. Vuelve a Montevideo y se inscribe en Facultad de Sociología, pero esa carrera tampoco será de su agrado. Finalmente decide probar suerte con la comunicación audiovisual y esta vez sí le gusta. Luego de cuatro años bien aprovechados, Gabriela está a punto de recibirse, sólo le falta presentar su tesis, que será en forma de documental. A nivel familiar el diálogo con sus padres siempre fue casi nulo, ellos la siguen considerando como una niña caprichosa que ahora para colmo de males, luego de su viaje como mochilera, ha desarrollado una tendencia izquierdista que a los ojos de su padre, es puro infantilismo. A Gabriela siempre le resultó más fácil tener un diálogo con Julián Loureiro, que tiene la misma edad que sus padres, pero no esa mentalidad conservadora. El viaje de trabajo que Gabriela y Julián harán juntos al Paraguay va a confirmar esta afinidad y terminará por darle un giro imprevisto a lo que comenzó como una amistad cómplice y sin que ellos se lo propongan, devendrá un romance tan fugaz como imposible. Fillippo Agnelli 72 años, argentino Fillippo Agnelli, nació, se crió y vive en Palermo, el barrio más italiano de toda la Argentina. Gennaro, su padre, era un artesano tallador de piedra del Val Cervo, Piemonte, llegado a la Argentina en 1912, que hizo fortuna en el arte funerario. Luego, durante el período de entre-guerras (1919-1937) la multiplicó exponencialmente con la importación de cerámicas y mármoles italianos. Don Gennaro quería que Fillippo, su único hijo, continuara con el negocio, familiar y fue muy grande su decepción cuando éste, luego de dos semestres de Arquitectura, decidió estudiar Antropología. A la muerte de su padre en 1957, seguido de la de su madre un año después, Fillippo decidió vender el negocio familiar y dedicarse de lleno a la investigación sobre fotografía mortuoria de fines del siglo XIX en Argentina. Su estudio ocupa la mitad del jardín de la casa de 1.250 metros cuadrados en tres plantas que construyó su padre en la época de bonanza. Su pasión por la imagen lo llevará a ser pionero en el dominio de la Antropología Visual y detentor de una de las colecciones privadas de fotografías y cámaras antiguas más importante de la Argentina. En los años 70, Fillippo encontró en el Mercado de las Pulgas de Colegiales dos juegos completos y en buen estado de las postales de la Guerra del Paraguay que ofrecía Bate&Ca. y las compró por poca plata. Hace un año puso en venta uno de esos juegos, para adquirir con ese dinero, otras fotografías del mismo período que le interesan desde siempre, como las de la Campaña del Desierto de 1870 en Argentina. La venta de esos originales le permitirá a Fillippo autofinanciar su colección sin generar más conflictos con su familia, que nunca pudo entender su pasión, ni su manía de encerrarse en el estudio que sueña con transformar en museo abierto al público. Allí se da su encuentro con Julián Loureiro. Fillippo sentirá una gran afinidad con él, sabe que es capaz de apreciar esas imágenes en su justo valor histórico. El viejo coleccionista ayudará a Julián a interpretar esas fotos de una manera distinta, a verlas desde una perspectiva más profunda y humana. Aurelia Franco 52 años, paraguaya agricultora y activista política. Aurelia ocupa una pequeña parcela que perteneció a su familia desde tiempos inmemoriales y donde siempre existió un huerto para el auto-consumo, práctica muy arraigada en un país donde el 70% de la población es rural; pero hoy esa está en desuso en los campos Paraguayos. Ella no quiere abastecerse en el supermercado, ni perder su autonomía alimentaria, pero los cultivos de soja transgénica a gran escala rodean su finca y contaminan su producción, que aspira a ser biológica y diversificada. El negocio de la soja ya despojó de sus tierras a más de 100.000 campesinos, pero Aurelia resiste a las presiones y amenazas. El negocio de la soja, controlado por empresarios brasileros, argentinos y uruguayos, representa una nueva guerra sórdida contra el Paraguay que cuenta con la complicidad silenciosa de su propio gobierno. Su propio marido quisiera hacer como muchos de sus vecinos y plantar soja aceptando las condiciones draconianas que imponen los grandes negociantes, pero ella no cede, sabe que es una cuestión de supervivencia. Es que la lucha de Aurelia no solo se da en el plano de la acción política, también tuvo que luchar contra el machismo y los prejuicios en el seno de su propia familia. Su esposo tuvo muchas dificultades en comprender el sentido de su militancia, consideraba que su lugar era en la casa, en la cocina, con los niños y no en la calle y en reuniones donde los hombres son mayoría. Ella es consciente de que el machismo de los paraguayos es una de las muchas secuelas de la Guerra de 1865-70 en la que fue exterminado el 80% de la población y sólo quedaron 10.000 hombres vivos. Dice que como consecuencia de ese conflicto se legalizó tácitamente la poligamia para repoblar el país y eso selló la suerte de la mujer paraguaya, pero que esa situación está cambiando... La Suma Productora impulsora del proyecto. Los proyectos cinematográficos de LA SUMA se caracterizan por tener, desde distintos lugares y con distintos enfoques, una continuidad que los vincula en una visión común: la búsqueda de la verdad y de la memoria. Y en un sentido más general, la realización de un cine con sentido social. En Matar a todos, y su referencia a la historia reciente de América Latina, esto es quizás más evidente, pero esta búsqueda está presente también en Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe, en donde se revelan los valores importantes de la vida. Por su parte El viñedo, originalmente concebido como un telefilm, resultó un buen ejemplo de cine uruguayo para uruguayos, que obtuvo un valioso respaldo del público, a partir del tratamiento de una problemática social. * Notas: Matar a Todos (2008) es un thriller político basado en la Operación Cóndor, dirigido por Esteban Schroeder. Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe (2012) es una película de animación dirigida por Walter Tournier, basada en la historia de Alexander Selkirk, que inspiró a Daniel Defoe para escribir su novela Robinson Crusoe. Productor ejecutivo: Esteban Schroeder. El Viñedo (2000) es un telefilm dirigido por Esteban Schroeder. ESTEBAN SCHROEDER Director y coguionista Es realizador y productor cinematográfico. En 1981 creó el Centro de Medios Audiovisuales CEMA y desde allí acompañó el surgimiento de la expresión audiovisual uruguaya, participando en diferentes producciones alternando los roles de fotógrafo, guionista, productor y realizador. Desde CEMA fue productor de La Historia Casi Verdadera de Pepita la Pistolera, obra de Beatriz Flores Silva y de Patrón, película de Jorge Rocca, realizada en coproducción con el INCAA, Argentina, en 1992. En el año 2000 presenta como director y productor, El Viñedo, un thriller inspirado en un caso real, que tuvo buena acogida por parte de crítica y público. En el año 2002 se traslada a Chile alternando su actividad profesional en unitarios televisivos, con la docencia en diferentes escuelas de cine de Chile. En 2004 es nombrado director de la Escuela de Cine de la Universidad ARCIS, cargo que ocupa hasta mayo de 2006, cuando se concreta el rodaje de Matar a Todos. En 2008 estrena Matar a Todos, un thriller político sobre la Operación Cóndor, que obtuvo importantes reconocimientos en prestigiosos festivales internacionales. En 2009 retorna a Uruguay y crea LA SUMA www.lasumacinetv.com productora desde donde continúa el desarrollo de sus proyectos. En 2012 estrena, como productor ejecutivo, el largometraje animado, dirigido por Walter Tournier, Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe. NELSON SCARTACCINI VILLAMIL Coguionista Nace en Montevideo en marzo de 1957, es ítalo-uruguayo. Ingresa por concurso internacional al IDHEC (actual FEMIS), cursa una maestría en la Universidad Saint Denis y sigue las Master Class sobre documental y antropología de Jean Rouch y Raymond Depardon en la Cinemateca Francesa. Primer asistente de dirección y/o edición en documentales en 16 mm y largometrajes de ficción en 35 mm de Jeanne Labrunne, Annie Tresgot, Noël Burch, Christian Palligiano (Premio a la calidad CNC 1987). Escribe y realiza Trabajando Revueltos, documental, 16 mm color, 21’, sobre la condición de la mujer en Nicaragua. Escribe una docena de guiones. En Francia gana dos veces el Fondo de Ayuda a la Escritura del Centro Nacional de Cinematografía de Francia con Scènes de vie a Cuba, un documental sobre la bicicleta en Cuba y con Aller Simple un largometraje documental que codirige con Noël Burch y Nadine Fischer, producido por el canal franco-alemán A.R.T.E. y Channel 4 de Londres. Inicia el registro digital ambulante para un Banco de Imágenes/Base de Datos sobre Cultura Popular Tradicional Cubana, premiado por la Fundación Andrés Bello en el 2004. Es profesor itinerante de edición de la EICTV de Cuba desde su fundación hasta 1998. Dicta cursos y conferencias para Casa de las Américas y la UNEAC de Cuba, Conservatorio Libre de Cine Francés de París, CIESPAL, UNESCO y FACSO de Ecuador. Jurado en varios festivales internacionales, desde el 2005 se desempeña en Ecuador como consultor en guión y edició, y como realizador de documentales por encargo. Miembro de la SCAM, Sociedad de Autores de Francia, desde 1993. Contacto LA SUMA Buenos Aires 419 ap 104 Montevideo, Uruguay CP 11000 +598 2 916 48 08 Esteban Schroeder esteban@lasumacinetv.com +598 99 133 767 Cristina Elizarzú cristina@lasimacinetv.com +598 99 099 932