Clérigo acusado del golpe en Turquía dice que

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LATERCERA Sábado 30 de julio de 2016
Mundo
Clérigo acusado del golpe en
Turquía dice que Erdogan está
“envenenado por el poder”
R En su primera entrevista tras los
hechos, Fethullah Gülen dijo que no
le preocupa eventual extradición.
Sera negó cualquier vínculo con
la fallida intentona golpista.
A
RR Fethullah Gülen en su casa en Saylorsburg, Pennsylvania. FOTO: REUTERS
FETHULLAH GULEN
“Si individuos ligados
a mi labor estuvieron
vinculados al golpe lo
que hicieron es una
traición a mis valores”.
agregó que “las autoridades
estadounidenses han dicho
claramente que seguirán los
procedimientos legales. No estoy preocupado y cooperaré
con las autoridades”.
Gülen y Erdogan fueron
aliados durante años en Turquía contra los movimientos
kemalistas, que promovían
un Estado laico ajeno a cual-
quier denominación religiosa. “Tenían intereses comunes
y eran complementarios en
muchos sentidos”, recordó
recientemente Ariel Salzmann, profesor de historia
del islam en la universidad
Queen de Canadá. Sin embargo, poco después de su llegada al poder, Erdogan acusó
a Gülen de intentar construir
un “Estado paralelo”.
Al ser consultado por el Corriere della Sera si se arrepiente de haber confiado alguna vez en el Presidente turco, el clérigo aseguró que
“durante su primer mandato aplicó realmente reformas
democráticas, pero parece
que después de haber permanecido mucho tiempo en
el poder, Erdogan y su partido se vieron afectados por el
veneno del poder. Sí, me
arrepiento de haber creído
que eran sinceros sobre las
cosas que prometían llevar a
cabo”, aseguró.
Sin embargo, el clérigo no
descarta que personas vinculadas a su movimiento sí hayan participado en el golpe.
“Durante toda mi vida he sido
víctima de los golpes de Estado y he criticado la intervención del Ejército en la política.
Si individuos ligados a mi labor o que escuchan mis discursos o simpatizan con mis
ideas estuvieron vinculados
al golpe de Estado, entonces lo
que hicieron es una traición a
mis valores”, concluyó.b
La purga en las universidades turcas
provoca un terremoto en la educación
Pascale Trouillaud (AFP)
Estambul
Las universidades sufren de
lleno la gigantesca purga
lanzada tras el golpe de Estado fallido en Turquía,
donde se forzó la dimisión
de decanos y muchos profesores están entre rejas, han
perdido sus puestos o tienen prohibido salir del país.
Días después del intento
El héroe común
y corriente
R En diálogo con el Corriere della
Juan Paulo Iglesias
“Condeno toda amenaza a la
democracia turca”, tituló hace
unos días Fethullah Gülen una
columna publicada en el diario estadounidense The New
York Times. Fue la primera
reacción pública del principal acusado por el gobierno de
Recep Tayyip Erdogan de estar detrás del fallido golpe de
Estado de hace dos semanas.
Sin embargo, hasta ahora el
clérigo turco y fundador del
movimiento religioso Hizmet
no había dado una entrevista
sobre el tema. Fue el diario
italiano Corriere della Sera el
que logró hablar con él en su
refugio en Pennsylvania. Una
conversación donde no sólo
volvió a negar cualquier vínculo con el levantamiento,
sino que endureció sus críticas
al Presidente turco: “Está envenenado por el poder”, dijo.
“He criticado repetidas veces
el golpe de Estado y rechazo
con firmeza cualquier acusación sobre mi participación”,
señala el clérigo, fundador de
un movimiento que defiende
una versión del islam, derivada del sufismo, que promueve la ciencia, la educación y el
diálogo interreligioso. Vive
desde hace 17 años en Estados
Unidos. Por eso, al ser consultado sobre si teme que ese país
acepte la solicitud de extradición anunciada por Ankara,
dijo que “hasta ahora el gobierno de Estados Unidos no ha
confirmado haber recibido
una solicitud oficial de extradición del gobierno turco”. Y
COLUMNA
de derrocamiento del Presidente Recep Tayyip Erdogan, las autoridades cerraron 15 universidades
privadas y obligaron a dimitir a 1.577 decanos de
centros públicos o privados. Fue como un terremoto en la enseñanza.
En la Universidad Galatasaray de Estambul, el personal administrativo habló
con profesores para que denuncien a sus colegas gulenistas. Así comenzó la caza
de brujas.
Esta semana “los profesores fueron convocados
para escribir una carta asegurando que no tienen
nada que ver con (Fethullah) Gülen”, explica una
de ellos bajo el anonimato.
Ankara acusa a este predi-
cador exiliado en Estados
Unidos de ser el instigador
del golpe de Estado frustrado.
Lo decidió el rector, en un
aparente intento de proteger al personal. Esta prestigiosa universidad pública
es una de las que ha sufrido más purgas. Todos los
decanos han renunciado al
cargo.b
Por Mevlut Cavusoglu
lrededor de las 22:00 del viernes 15 de
julio, los miembros de una célula secreta perteneciente a una secta marginal de terror intentaron un golpe de
Estado en Turquía, su objetivo era derrocar al gobierno elegido democráticamente. Este golpe fue ideado por una
facción dentro de las Fuerzas Armadas relacionada con la
organización terrorista Gülen. Los oficiales renegados
atacaron estaciones de policía con aviones de combate,
matando a docenas de oficiales de policía encargados de
proteger al pueblo. (...) El jefe del Estado Mayor Conjunto
Hulusi Akar y varios otros generales de alto rango fueron
secuestrados por miembros de su propio personal de seguridad. Casi simultáneamente ocurrieron ataques a variadas instituciones democráticas.
En este punto, sucedió algo milagroso y sin precedentes.
Los ciudadanos de Turquía respondieron, al darse cuenta
de que su democracia estaba en peligro. Mientras que las
noticias del golpe se expandían por las redes sociales, el
pueblo dejo de hacer lo que estaba haciendo y salió a las
calles. Para cuando el Presidente Recep Tayyip Erdogan
regresó al Aeropuerto Ataturk en Estambul, cientos de
miles de ciudadanos comunes y corrientes se volcaron a
las calles, enfrentando a soldados armados con artillería
pesada, tanques y rifles de asalto.
Con la orden de eliminar cualquier resistencia, los perpetradores del golpe dispararon desde helicópteros a las
masas de civiles. (...).
Las redes sociales aceleraron el esparcimiento de las noticias, y en pocas horas millones de turcos llenaron los
centros de las ciudades, exigiendo que los soldados regresaran a sus cuarteles. A cinco horas del inicio del intento
de golpe, los tanques que habían sido colocados en las calles para intimidar al pueblo, fueron rodeados por masas
de turcos furiosos por el intento de interferir con el orden
democrático. Los soldados que habían disparado contra
civiles inocentes dejaron sus armas y se rindieron. (...).
La democracia fue protegida por los ciudadanos comunes y corrientes que se habían reunido para oponerse al
golpe. Todos los partidos políticos en el Parlamento turco
se unieron para condenar al fallido golpe de estado mediante la emisión de una declaración conjunta. (...).
Las declaraciones de aquellos bajo arresto y la información de múltiples agencias prueban que el intento de golpe fue realizado por la Organización Terrorista Fethullah
Gülen.
Durante más de 30 años Gülen ha exhortado a sus seguidores a infiltrarse en las fuerzas militares y el poder
judicial en Turquía.
Imágenes captadas por cámaras ocultas en 1997 revelan
a Gülen instruyendo a sus seguidores a “evitar ser detectados e infiltrarse” en todos los niveles del Estado hasta
sus “capilares”. Encubriendo esta siniestra y atroz agenda, Gülen ha formado una amplia red de escuelas, organizaciones no gubernamentales y empresas, se ha infiltrado
encubierto en las oficinas públicas para derrocar al gobierno democráticamente electo en Turquía.
Gülen, quien ya ha sido solicitado por las autoridades
turcas para ser juzgado por varios cargos de conspiración,
reside al sur de Pennsylvania, EE.UU. Los EE.UU. todavía
no lo han extraditado a Turquía para ser juzgado, y continúan renovando su permiso de residencia. El pueblo turco está horrorizado ante la insistencia de los EE.UU. en
protegerlo. (...) Cualquier apoyo prestado a Gülen y su organización terrorista no se condice con el espíritu de cooperación entre Turquía y los EE.UU. (...).
Ministro de RR.EE. de Turquía. Extractos de su columna.
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