Se hace parte como tercero coadyuvante. PRIMER OTROSÍ

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EN LO PRINCIPAL: Se hace parte como tercero coadyuvante. PRIMER OTROSÍ:
Acredita personería. SEGUNDO OTROSÍ: Se declare inadmisible el requerimiento por
razones fundadas que indica. TERCER OTROSÍ: Solicita alegato. CUARTO
OTROSÍ: Fija domicilio para efecto que señala y designa correo electrónico: QUINT
OTROSÍ: Patrocinio y Poder.
EXCELENTÍSIMO TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ANDRÉS PENNYCOOK CASTRO, Superintendente de Insolvencia
Reemprendimiento (TP), en representación según se acreditará, de la Superintendencia
de Insolvencia y Reemprendimiento, ambos domiciliados para estos efectos en Hermanos
Amunátegui N° 228, comuna y ciudad de Santiago, en recurso de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad ROL 2957- INA, caratulado "Requerimiento de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad presentado por Herman Chadwick Larraín respecto de los artículos
12 transitorio de la Ley N° 20.720 y 38 de la Ley de Quiebras, contenida en el Libro IV
del Código de Comercio, en los autos RIT 1651-2015, RUC 1500166033-8, sustanciados
ante el Juzgado de Garantía de Rancagua".
Que en la representación que investimos y en conformidad a lo establecido en el
artículo 19 N° 14 de la Constitución Política de la República, en los artículos 37 y 44 de
DFL N° 5/2010, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que fija el texto
refundido, coordinado y sistematizado de la Ley N° 17.997, Orgánica Constitucional del
Tribunal Constitucional, en el artículo 337 N° 2 de la Ley N° 20.720, de Reorganización
y Liquidación de Activos de Empresas y Personas, y en el artículo 23 del Código de
Procedimiento Civil, solicitarnos a V.S. Excelentísima admita nuestra intervención en la
tramitación del presente requerimiento en calidad de tercero coadyuvante, en mérito de
las consideraciones que siguen:
1.
Esta solicitud se fundamenta en el artículo 23 del Código de Procedimiento
Civil que señala, "los que, sin ser partes directas en el juicio, tengan interés actual en
sus resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán
en tal caso los mismos derechos que concede el artículo 16 a cada una de las partes
representadas por un procurador común, continuando el juicio en el estado en que se
encuentre".
2.
La Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento tiene un interés actual
en el resultado de la tramitación del requerimiento de inaplicabilidad de la referencia.
3.
En efecto, en conformidad al inciso primero del artículo 332 de la Ley N° 20.720,
le corresponde a la Superintendencia supervigilar y fiscalizar las actuaciones de los
Veedores, Liquidadores, Martilleros Concursales, administradores de la continuación de .
y
las actividades económicas del deudor, asesores económicos de insolvencia y, en general,
de toda persona que por ley quede sujeta a su supervigilancia y fiscalización.
4.
Por su parte, el artículo sexto transitorio de la citada Ley establece que "la
Superintendencia se constituirá, para todos los efectos, en la sucesora legal de la
Superintendencia de Quiebras, en las materias de su competencia...".
5.
Asimismo, el número 2 del artículo 337 de la Ley N° 20.720, sobre atribuciones
y deberes del Servicio, señala que "para el cumplimiento de sus funciones, la
Superintendencia tendrá las siguientes atribuciones y deberes: 2) Interpretar
administrativamente las leyes, reglamentos y demás normas que rigen a los fiscalizados,
sin perjuicio de las facultades jurisdiccionales que correspondan a los tribunales
competentes".
6.
De acuerdo a las normas transcritas, le corresponde a esta Superintendencia la
fiscalización de las actuaciones de los síndicos y la interpretación administrativa de las
normas que les resulten aplicables, por tanto, una eventual inaplicabilidad del artículo
duodécimo transitorio de la Ley N° 20.720, resulta de vital importancia para este
Servicio, al tener directa relación con el ejercicio de sus potestades sobre los síndicos que
se encuentran actualmente administrando o interviniendo en procedimientos concursales
regulados por el Libro IV del Código de Comercio, los que actualmente ascienden a 1600
aproximadamente.
7.
Por último, la calidad de tercero coadyuvante de la Superintendencia en este
proceso constitucional se justifica al tenor de lo que prevé el artículo 44 de la Ley N°
17.997, en cuanto establece que son órganos constitucionales interesados aquellos que,
de conformidad a la Ley del Tribunal Constitucional pueden intervenir en cada una de
las cuestiones que se promuevan ante el Tribunal, sea en defensa del ejercicio de sus
potestades, sea en defensa del ordenamiento jurídico vigente.
POR TANTO,
SOLICITAMOS A V.S. EXCMA., acceder a lo solicitado y permitir a esta
Superintendencia intervenir en el presente proceso constitucional antes individualizado
en calidad de tercero coadyuvante en defensa del ejercicio de sus potestades y del
ordenamiento jurídico vigente, tal como lo autoriza el artículo 44 del DFL N° 5/2010, del
Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que fija el texto refundido, coordinado y
sistematizado de la Ley N° 17.997 Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional.
PRIMER OTROSÍ: Sírvase V.S. Excma. tener por acompañada copia simple del
Decreto Supremo N° 172 de 13 de noviembre de 2015 del Ministerio de Economía
Fomento y Turismo, en virtud del cual acredito mi personería.
SEGUNDO OTROSÍ: Que vengo en solicitar al Excmo. Tribunal que, al momento de
resolver sobre la admisibilidad del requerimiento presentado por don Herman Chadwick
Larraín respecto de los artículos duodécimo transitorio de la Ley N° 20.720 y 38 del Libro
IV del Código de Comercio, se tengan presente las consideraciones que aquí se expresan,
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,
a fin de que V.S. Excma. verifique que la acción de inaplicabilidad deducida no satisface
los requisitos exigidos por la Carta Fundamental y la Ley N° 17.997, Orgánica
Constitucional del Tribunal Constitucional, cuyo texto refundido, coordinado y
sistematizado fue fijado por el DFL N° 5, del Ministerio Secretaría General de la
Presidencia, publicado en el Diario Oficial el 10 de agosto de 2010, y en mérito de ello
la declare inadmisible.
Nos referiremos a las causales de inadmisibilidad de que adolece la impugnación
en el mismo orden que las establece el artículo 84 de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional.
1.
CAUSAL DE INADMISIBILIDAD DEL ARTÍCULO 84 N° 2. El artículo
duodécimo transitorio de la Ley N° 20.720 fue declarado conforme a la Constitución por
el V.S. Excma. conociendo de un requerimiento en el que se invocó el mismo vicio que
en el presente recurso se alega.
Se aprecia del requerimiento, tanto de la fundamentación en que se apoya como
de los antecedentes acompañados, que el mismo se ha deducido respecto de un precepto
legal ya impugnado previamente en sede de una acción de inaplicabilidad, por análogos
fundamentos, que fue rechazado por V.S. Excma.
En efecto, el Excmo. Tribunal Constitucional ya se pronunció sobre el artículo
duodécimo transitorio, mediante sentencia dictada en la causa ROL N° 2673—INA, de 1
de octubre de 2015, caratulada "Requerimiento de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad presentado por Roberto Fredes Besoain respecto del artículo
duodécimo transitorio de la Ley N° 20.720, en los autos criminales de que conoce el
Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, bajo el Rit N° 199-2009, Ruc N° 09100004868 ".
En la referida impugnación V.S. Excma. rechazó el requerimiento de
inaplicabilidad presentado por los fundamentos que se observan en la precitada sentencia
declarando que el artículo duodécimo transitorio de la Ley N° 20.720 se encuentra
conforme a la Constitución y que su aplicación en la gestión pendiente que en esa
oportunidad se invocó no produce resultados contrarios a la Constitución.
Tal es justamente la hipótesis que como causal de inadmisibilidad prevé el citado
artículo 84 N° 2 configurándose así la causal de inadmisibilidad allí prevista.
En el caso actual, si bien el requirente don Herman Chadwick Larraín alega la
inaplicabilidad del mismo artículo duodécimo transitorio invocando como vicio a la
Constitución el que la aplicación de la norma transitoria permitirá resolver su situación
conforme al artículo 38 del Libro IV del Código de Comercio, en circunstancias que la
conducta tipificada en dicho artículo estaría despenalizada en la Ley N° 20.720
(conclusión que en todo caso es errónea como se verá luego en esta presentación), lo
cierto es que el pronunciamiento ya adoptado por la Magistratura Constitucional impide
renovar una discusión que fue definitivamente zanjada por el fallo en comento.
3
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2.
CAUSAL DE INADMISIBILIDAD DEL ARTÍCULO 84 N° 3. No existe
gestión pendiente. El requerimiento es extemporáneo por anticipación.
El requirente acciona frente a una decisión adoptada por el ente persecutor que ha
solicitado audiencia para formalizar, entre otros imputados, a quien deduce la presente
impugnación.
Tal es una decisión privativa del Ministerio Público, de naturaleza administrativa,
desde que es sabido que ese órgano constitucionalmente autónomo -al que se encarga
exclusivamente la misión de dirigir la investigación de hechos que pudieran revestir los
caracteres de delito- no ejerce funciones jurisdiccionales.
El objeto de esa audiencia está previsto en el artículo 229 del Código Procesal
Penal: "La formalización de la investigación es la comunicación que el fiscal efectúa al
imputado, en presencia del juez de garantía, de que desarrolla actualmente una
investigación en su contra respecto de uno o más delitos determinados".
No tiene sentido referirnos a la garantía que para el imputado representa la
decisión que el ente persecutor adopta del solicitar al juez de garantía audiencia para
formalizar a su respecto la investigación, ni a los derechos que para éste nacen en el marco
de esa audiencia, pero traemos a la vista esa regulación para demostrar que no existe
gestión pendiente por lo que se configura el motivo de inadmisibilidad del requerimiento
que se viene examinando.
Lo anterior porque se desconocen los términos en que dicha audiencia se
desarrollará. Desde luego se ignora como el fiscal a cargo de la investigación expresará
los hechos —presuntamente delictivos- que comunicará al imputado. Menos se puede
aventurar si a su respecto solicitará alguna medida cautelar —real o personal-, y con mayor
grado de incertidumbre si el juez de garantía las decretará.
Hasta ahora no hay más que una solicitud de audiencia y una fecha en que ella
debiera realizarse porque también existe la eventualidad de que ésta no tenga lugar en la
oportunidad prevista y deba efectuarse una nueva solicitud.
Sostenemos que aún no existe gestión, que no se cumple con el requisito de
procesabilidad de la acción de inaplicabilidad en examen, que el requirente ha anticipado
su impugnación con el único propósito de enervar una audiencia que hasta ahora tiene un
solo propósito y que el legislador ha previsto en garantía de su propio interés.
3.
CAUSAL DE INADMISIBILIDAD DEL ARTÍCULO 84 N° 6. El
requerimiento presentado carece de fundamento plausible.
El requerimiento -pese al lenguaje cuidadoso que emplea y a su alto número de
páginas- no satisface la exigencia que impone el inciso undécimo del artículo 93 de la
Constitución, de contener una impugnación "fundada razonablemente", misma que la
Ley N° 17.997 reitera en su artículo 84, inciso primero, N° 6, mediante la expresión
"cuando carezca de fundamento plausible". (Rol N° 1.288-2008, Considerando 11°).
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0244
En efecto, se advierte del libelo que la impugnación carece de la racionalidad
constitucional suficiente; no se adecua a la razón jurídico-constitucional y, por ello, no
satisface este requisito y merece ser declarado inadmisible.
La doctrina constitucional ha dicho sobre la fundamentación razonable que "la
explicación de la forma en que se produce la contradicción entre las normas, sustentada
adecuada y lógicamente, constituye la base indispensable de la acción ejercitada". (Peña
Torres, Marisol, Cuatro estudios de justicia constitucional, Cuadernos del Tribunal
Constitucional, N° 36, año 2007, p. 51).
En tal sentido se ha resuelto que el requisito del "fundamento razonable", como
exigencia de admisibilidad, no implica excelencia analítica, sino plausibilidad
argumentativa, esto es, persuasión o poder de convencimiento. (STC, 22 julio 2008, Rol
N° 1046).
De allí que para que se entienda satisfecha la exigencia constitucional y legal
referida, V.S. Excma. ha resuelto que el requerimiento que se intente ante esa sede no
sólo debe señalar con precisión y suficiente detalle los hechos de la causa sub lite y
también indicar cuáles son los preceptos constitucionales que podrían verse violentados
de ser aplicada la o las determinadas normas legales impugnadas en el respectivo proceso
judicial pendiente ante un tribunal ordinario o especial en el que se es parte, sino que,
además, debe señalarse de manera clara, delimitada y específica la forma en que se podría
producir la contradicción constitucional en el asunto concreto que se discute en el mismo
proceso judicial.
Por lo pronto, debemos reiterar que desconocemos cual podría ser la dinámica de
la audiencia de formalización —y lo que en ella se pudiera solicitar y resolver- que es en
rigor lo que el requirente persigue evitar por la vía de la presente impugnación. En otros
términos, se recurre ante la Magistratura Constitucional con el propósito de enervar el
ejercicio de las facultades del ente persecutor, de impedir la actuación jurisdiccional ante
eventuales peticiones que éste o los querellantes que a ella concurran formulen al juez de
garantía, todo ello en una impugnación que carece de fundamentos, como se examina a
continuación.
a) El conflicto que propone el requerimiento es un conflicto de mera legalidad.
En abstracto el requerimiento hace gala de excelencia analítica en el plano de la
lógica discursiva constitucional, pero en su proyección al caso concreto queda
desprovisto de toda plausibilidad e incursiona en una competencia privativa del juez del
fondo.
En efecto, en la hipótesis que exista la probabilidad de que los preceptos legales
impugnados sean aplicados en la audiencia de formalización citada, la interpretación de
ellos es una competencia privativa y excluyente del juez del fondo.
Existen múltiples casos en que a los tribunales ordinarios les ha correspondido
resolver sobre la vigencia de órdenes penales. Así, por ejemplo, con la ley N° 19.617 que
introdujo modificaciones a los tipos penales que protegen los bienes jurídicos de la
libertad y la autonomía sexuales (Véase, RGJ, N°s 237, pág. 127; 240, pág. 171; 245,
2
pág.178; 255, pág. 158; y 263, pág.145), o con las leyes N° 19.450, 18.144, 19.495, entre
otras).
b) Resolver sobre la construcción interpretativa planteada por el requirente es de
competencia privativa del juez de fondo.
El requirente, a través de una alambicada interpretación, pretende sostener que la
conducta que presume le será imputada es atípica, fue despenalizada. Así lo señala en el
párrafo 4.11 del numeral IV de su libelo, en los siguientes términos: "De esta manera, el
nuevo tipo penal despenaliza el comportamiento descrito cuando es realizado por el
liquidador, cargo que claramente sustituye al de sindico liquidador, que es precisamente
la función y el nombramiento en virtud del cual actué en el convenio de Wiesner S.A.,
según consta en mi nombramiento."
Sin perjuicio de que la interpretación señalada da cuenta de una construcción
artificial e interesada tendiente a asimilar intencionalmente a un Síndico, que administra
o interviene en procedimientos concursales de quiebras o convenios regulados por el
Libro IV del Código de Comercio, con un Liquidador, que es un administrador concursal
instaurado por la Ley N° 20.720, y que se encuentra habilitado por ésta para intervenir
sólo en el procedimiento concursal de Liquidación, tal es una cuestión que corresponde
resolver exclusivamente al juez de fondo previa sustanciación del debido proceso en el
que quienes sean imputados tendrán todas las garantías y oportunidades procesales para
hacer valer su opinión entorno a esa errada interpretación.
En la especie, el señor Herman Chadwick Larraín fue designado en calidad de
síndico de quiebras, para intervenir en el cumplimiento del Convenio Judicial Preventivo
Wiesner S.A., el cual se inició y tramitó antes de la entrada en vigencia de la Ley N°
20.720, por lo que se encuentra regulado íntegramente por el Libro IV del Código de
Comercio, en razón de lo dispuesto en el artículo primero transitorio de la referida Ley.
Por consiguiente, resulta incorrecto afirmar que un síndico que actúa en la etapa de
cumplimiento de un convenio, cualquiera que sea su objeto de acuerdo al artículo 178 del
Libro IV del Código de Comercio, equivale a un Liquidador, puesto que éste sólo actúa
en los procedimientos concursales de Liquidación, según lo señalado en los artículos 30
y siguientes y 115 y siguientes de la Ley N° 20.720, sin que exista argumento o
disposición legal alguna que identifique a un convenio judicial aprobado con un
procedimiento concursal de Liquidación o que el administrador de éste tenga la calidad
de síndico de quiebras.
Al respecto, cabe precisar que el Libro IV del Código de Comercio no establece
otra participación de los síndicos en la etapa de cumplimiento del convenio que no sea
como interventor, según lo dispone el artículo 206 del Libro IV del Código de Comercio,
norma que establece que el interventor tendrá las atribuciones y deberes que el convenio
señale, sin establecer limitaciones al respecto, como por ejemplo, que se le otorguen
facultades para liquidar los activos del deudor, lo que en la práctica es de habitual
ocurrencia. Esto se encuentra reforzado en el artículo 207 del citado Libro IV del Código
de Comercio, cuando establece que: "Las atribuciones y deberes del interventor serán
las siguientes, a menos que se acuerde otra cosa. ". En efecto, la doctrina ha señalado
que "es corriente que en los convenios de liquidación (abandono de activos) se le
otorguen al síndico las facultades de liquidador, con o sin comisión de acreedores —y
ésta con o sin atribuciones resolutivas obligatorias para el liquidador—. Normalmente en
estos convenios no se excluyen expresamente las facultades de interventor y, por lo
mismo, se confunden y complementan unas con otras." (Juan Esteban Puga Vial, Derecho
Concursal el Convenio de Acreedores ob. cit., pág. 373, 3' Edición Actualizada).
Parece evidente entonces, que todo lo concerniente a la interpretación del orden
penal en cuanto a su vigencia, a la determinación de si ciertos hechos o conductas
satisfacen la legalidad penal y la garantía de la tipicidad, si son punibles o no, la pena con
la cual se los debe sancionar, como la eventual participación en ellos de los responsables,
es competencia privativa y excluyente de los jueces del fondo y por aplicación del
principio de deferencia razonada la Magistratura Constitucional debe abstenerse debe
emitir un pronunciamiento anticipado sobre tales extremos.
El requirente no explica -con razón suficiente- porque habría de admitirse la
equivalencia de los roles del Síndico con las funciones de liquidador de activos en un
Convenio aprobado, con el Liquidador de la Ley N.° 20.720, lo que demuestra que su
impugnación no está suficientemente fundada.
Lo que en verdad subyace y persigue con su requerimiento es sustraerse a una
investigación penal encaminada a determinar si en sus funciones obtuvo ventajas
indebidas para sí.
De otro modo no se explica que argumente que el actual artículo 464 N° 3 del
Código Penal "no tipifica ni sanciona la obtención de una "ventaja indebida" para el
propio "Liquidador", por lo que dicha hipótesis -la obtención de una ventaja indebida
para sí mismo, que se encuentra expresamente contemplada en el artículo 38 de la Ley
de Quiebras para el Síndico y en el artículo 27 de la Ley 20.720 para el "veedor"- no
está criminalizada bajo el amparo de la Ley 20.720 y los delitos que incorpora al Código
Penal. "
Sin perjuicio de que en esta etapa procesal no corresponde adentramos en la errada
la interpretación que el requirente sostiene en su libelo, si nos parece necesario dejar
consignado que no se hace cargo de lo dispuesto en el artículo 31 de la Ley N° 20.720,
que establece: "Norma general. Será aplicable a los Liquidadores lo dispuesto en el
Título 1 del Capítulo II de la presente ley respecto de los Veedores, en todo aquello que
no esté expresamente regulado en el presente Título y, en todo caso, siempre que no sea
contrario a la naturaleza de la función que desempeñan."
Enseguida conviene señalar que la concertación tipificada en el artículo 27 de la
Ley N° 20.720, es aplicable por expresa mención del citado artículo 31, a los
Liquidadores, remitiéndose solamente para efectos de la sanción, a lo establecido en el
Párrafo 7 del Título IX del Libro Segundo del Código Penal. Por lo que si un Liquidador
se concierta con el deudor, con algún acreedor o un tercero, para proporcionarle alguna
ventaja indebida o para obtenerla para sí, será sancionado con presidio menor en su grado
máximo a presidio menor en su grado mínimo y con la sanción accesoria de inhabilidad
perpetua para ejercer el cargo, pena idéntica a la señalada en el artículo 38 del Libro IV
del Código de Comercio, por lo que mal podría existir una vulneración al inciso octavo
del número 3 del artículo 19 de la Constitución Política de la República.
Finalmente y a mayor abundamiento, el artículo 464 N° 3 del Código Penal, no
es aplicable al caso concreto, esto es, al señor Herman Chadwick Larraín, quién actuó en
su calidad de síndico de quiebras con facultades de liquidador en el Convenio Judicial
Preventivo Wiesner S.A., por no tratarse de un Liquidador a cargo de un procedimiento
concursal de Liquidación, instaurado por la Ley N° 20.720.
e) El instituto de la inaplicabilidad en la especie se desnaturaliza y se lo transforma
en un amparo de derechos para prevenir que se dicten resoluciones judiciales.
Sin perjuicio de que la requirente le propone a V.S. Excma. intervenir en el
conocimiento y resolución de un conflicto de mera legalidad que aún se desconoce si se
producirá y que además es de competencia privativa de los jueces del fondo, la acción
deducida desnaturaliza abiertamente el instituto de la inaplicabilidad del modo que el
constituyente lo regula. Tal es así, porque se lo transforma en un pseudo amparo de
derechos, con el agravante de que se le pretende asignar un alcance preventivo.
Reiteradamente V.S. Excma. ha resuelto que la acción de inaplicabilidad es una
vía procesal inidónea para impugnar resoluciones judiciales de tribunales ordinarios o
especiales con la finalidad de revocar, enmendar, revisar, casar o anular éstas; ya que la
guarda del imperio de la ley en el conocimiento, juzgamiento y ejecución de lo juzgado
en general y de la sustanciación en particular de las causas civiles y criminales
corresponde exclusivamente a los tribunales creados por ley a través de las vías
procesales previstas en las leyes de enjuiciamiento.
Ocurre que la requirente persigue con su impugnación evitar ser formalizado
desconociendo aún los hechos que se le van atribuir y las resoluciones judiciales que
pudieran dictarse —si se dictan-, para lo cual utiliza la acción de inaplicabilidad, pero en
el fondo intenta anticiparse a que en la audiencia respectiva se decreten a su respecto
medidas cautelares, esto es, se dicten resoluciones judiciales.
Es claro entonces que concurre a esta sede utilizando la vía de la inaplicabilidad
desnaturalizando este instituto que transforma, en el hecho, en una especie de amparo
preventivo lo que la Magistratura Constitucional ha descartado reiteradamente.
Lo anterior demuestra que la impugnación adolece de manifiesta falta de
fundamento, que no está razonablemente fundada, motivo suficiente para declararla
inadmisible.
POR TANTO, en mérito de todo lo expuesto,
SOLICITO A V.S. EXCMA. tener presente las consideraciones de derecho formuladas
y en definitiva declarar inadmisible el requerimiento de inaplicabilidad presentado por
don Herman Chadwick Larraín respecto de los artículos duodécimo transitorio de la Ley
N° 20.720 y 38 del Libro IV del Código de Comercio.
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TERCER OTROSÍ: Que en conformidad a lo dispuesto en el artículo 19 N° 14 de la
Constitución Política de la República, en los artículos 37 y 44 del DFL N° 5/2010, del
Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que fija el texto refundido, coordinado y
sistematizado de la Ley N° 17.997 Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional
y en el artículo 337 N° 2 de la Ley N° 20.720 de Reorganización y Liquidación de Activos
de Empresas y Personas, vengo en solicitar a V.S. Excma., oír alegatos de esta
Superintendencia en la audiencia sobre admisibilidad del requerimiento, fijada
para el día miércoles 27 de enero de 2016 a las 09:30 horas.
CUARTO OTROSÍ: Sírvase S.S. Excma. tener presente que fijamos domicilio para los
efectos del presente requerimiento en Hermanos Amunátegui N° 228, comuna y ciudad
de Santiago, y que los correos electrónicos a los que solicitamos se notifiquen las
resoluciones que en la presente causa se dicten son los siguientes: Andrés Pennycook
Castro, correo electrónico superintendente(lsuperir,gob.c1; Francisco Pfeffer Urquiaga,
correo electrónico franciscopfeffer@nfeffer.c1; y Manuel Díaz Rodríguez, correo
electrónico manueldiaz@pfeffer.cl .
QUINTO OTROSÍ: Sírvase S.S. Excma. tener presente que en mi calidad de abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión, asumo personalmente el patrocinio de esta
causa y confiero poder a los abogados Francisco Pfeffer Urquiaga y Manuel Díaz
Rodríguez, ambos habilitados para el ejercicio de la profesión, do
liados n Avenida
El Golf 40, Piso 17, Las Condes, quienes podrán ac
epara amente en
todas las gestiones pertinentes en esta causa.
4z.019 53 4 2
ACREDITA CALIDAD DE ABOGADO
AUTORIZO PODER
Santiago,
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AVV/MCH/MIAC
NOMBRA A DON ANDRÉS CLAUDIO
PENNYCOOK CASTRO COMO
SUPERINTENDENTE DE INSOLVENCIA Y
REEMPRENDIMIENTO EN CARÁCTER
TRANSITORIO Y PROVISIONAL, DE
CONFORMIDAD A LO DISPUESTO EN EL
ARTÍCULO QUINCUAGÉSIMONO DE LA
LEY N° 19.882. 'crp 17-p
SANTIAGO,
1 3 NOV.2015
DECRETO No
41AI
Zg4"09-'
172
VISTO: Lo dispuesto en el artículo 32, N° 10, de la
Constitución Política de la República de Chile, cuyo
texto refundido, coontnado y sistematizado fue fijado
por el decreto N° 100, de 2005, del Ministerio
Secretaría General de la Presidencia; en los artículos
7, 12, 13 y 16, de la ley N° 18.834 sobre estatuto
administrativo, cuyo texto refundido, coordinado y
sistematizado fue fijado por el decreto con fuerza de
ley No 29, de 2004, del Ministerio de Hacienda; en los
artículos cuadragésimo octavo y siguientes y
quincuagésimo noveno de la ley N° 19.882, que
regula nueva política de personal a los funcionarios
públicos que indica; en la ley N° 20.720, de 2014, que
sustituye el régimen concursal vigente por una ley de
reorganización y liquidación de empresas y personas,
y perfecciona el rol de la superintendencia del ramo,
del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo; en
los decretos Nos 885, de fecha 19 de noviembre de
2010 y 635, de fecha 17 de septiembre de 2013,
ambos del Ministerio de Justicia; y la resolución N°
1.600, de 2008, de la Contraloría General de la
República.
CONSIDERANDO:
1.- Que, el cargo de Superintendente/a de Insolvencia
y Reemprendimiento de la Superintendencia de
Insolvencia y Reemprendimiento, organismo
perteneciente al Ministerio de Economía, Fomento y
Turismo, debe ser provisto a través de concurso
-45
público, abierto, de amplia difusión, en conformidad a
lo dispuesto en los artículos cuadragésimo octavo y
siguientes de la ley NO 19.882.
2.- Que, el artículo quincuagésimo noveno de la ley No 19.882 señala que de haber
cargos de atta dirección vacantes, cualesquiera sea el número de los que se
encuentren en esta condición, la autoridad facultada para hacer el nombramiento
podrá proveerlos transitoria y provisionalmente, en tanto se efectúa el proceso de
selección pertinente, con personas que cumplan con los requisitos legales y los
perfiles exigidos para desempeñarlos.
3.- Que, el cargo señalado se encuentra vacante en atención a la renuncia
presentada por la Superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento, doña
.Josefina Teresita Montenegro Arando, con fecha 04 de noviembre de 2015, el
cual por razones de buen servicio corresponde reemplazar provisoriamente
mediante el presente acto administrativo.
4.- Que, el concurso público destinado a proveer el cargo señalado en el
considerando número 1), deberá ser convocado por el Consejo de Alta Dirección
Pública.
DECRETO:
Artículo Primero: Nómbrase a contar del día 24 de noviembre de 2015, a don
Andrés Claudio Pennycook Castro, R.u.t. No 12.047.531-2, en el cargo de
Superintendente de Insolvencia y Reemprendimiento de la Superintendencia de
Insolvencia y Reemprendimiento del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo,
en la forma establecida en el articulo quincuagésimo noveno de la ley No 19.882,
esto es, transitoria y provisionalmente, en tanto finaliza el Concurso público,
abierto, y de amplia difusión, destinado a proveer dicho empleo.
Artículo Segundo: Por razones impostergables de buen servicio, don Andrés
Claudio Pennycook Castro deberá asumir sus funciones en la fecha señalada
precedentemente, sin esperar la total tramitación del presente acto administrativo.
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ANÓTESE, TIMASE RAZÓN, COMUNÍQUESE Y PUBLÍQUESE
MICHELLE BACHELET JERIA
PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
"
'."---M11.-FELiPE-CESPEOES CIFUENTES
PAINISTROMiCONOMÍA, FOMENTO Y TURISMO
"que transcribe, para su conocimiento.
Saluda atentamente a Usted.,
Trusich Oral
de Economía y
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- Caernste del MIrdstro de Economía, Fomento y Turbio
- Consejo de Ata Direcdón «Mies
- Ofiana de Pastel
- Desemboto
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