Center for Hemispheric Defense Studies REDES 2002 Research and Education in Defense and Security Studies August 7-10, 2002, Brazil, Brasilia Panel on Relaciones Civiles –Militares. Desafíos a la Defensa y Seguridad en el Siglo XXI: Continuidad y Cambio. Julio Ernesto Palacios Torres 14110 Grand Pre.No24.Silver Spring.MD.20906. Phone.#.301-460-6840. Email: juliopalacios_sv@yahoo.com Abstract Objetivo General: Propiciar un análisis político sobre los mecanismos de incidencia de los medios de comunicación y multimedia, en la política gubernamental; para privilegiar la reedición de la Doctrina de la Seguridad Nacional. Objetivo Específico: Proponer un enfoque integral de análisis político en el marco de las relaciones civiles-militares, la fuerza de los medios de comunicación para dimensionar hechos de guerra que potencial izan políticas belicistas de adhesión a los Estados Unidos; en detrimento de la Agenda Nacional de Seguridad. Para el caso de estudio del marco de la política de Seguridad y Desarrollo Nacional de la República de El Salvador. Importancia de la temática:El despliegue abrumador de la noticia de los ataques a los Estados Unidos, el 11 de Septiembre eclipsó todo el espectro noticioso de la prensa mundial. Paralelamente se mediatizó la realidad nacional de cada País, el control de los medios por las transnacionales noticiosas fueron categorizadas como hechos de fuerza sobre la opinión internacional. El efecto inmediato al interior del Estado de El Salvador fue el posicionamiento al derredor de los hechos acaecidos y atribuidos a una facción terrorista musulmana. 1 Y un examen de nuestra realidad política, como lo que se suele denominar, “La frágil paz concertada en El Salvador”, puso de manifiesto nuestra capacidad de superar un conflicto armado por la búsqueda de vías alternativas para la solución de conflictos. Los hechos mismos provocaron reacciones diversas, según la concepción político-ideológica y la lectura de los hechos. La política Nacional e Internacional, evidenció la sujeción gubernamental a los intereses transnacionales; la prensa presentó a la milicia político-militar de Laqueada, como el enemigo de occidente y de toda la cultura del hemisferio; el manejo y manipuleo de las agencias noticiosas propició una atmósfera belicista en “ixtremis”; peligrosa para los Estados en transición al Estado Democrático de Derecho. Y al Estado Salvadoreño inequívocamente. La realidad superó toda especulación sobre los criterios de la Seguridad Nacional interna de los Estados Unidos. Enfoque de la temática: El acto deliberado de ataque a objetivos emblemáticos de la Nación Estadounidense, evidenció como los medios son capaces de dimensionar a discreción un hecho condenable por ser un acto de guerra contra población civil desarmada. Los estrategas de la política de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, como las distintas agencias de la comunidad de inteligencia del Estado, presionan la agenda Ejecutiva por medio de la prensa Nacional y en consecuencia a la red informática internacional. Como resultado se desencadeno un proceso de saturación en los medios noticiosos; y los medios fueron el canal adecuado que contribuyo a la alteración del “concepto de seguridad interna”; dejaron atrás los lineamientos de los manuales de procedimientos sobre el enfoque tradicional de la seguridad nacional y el control ciudadano. La sociedad internacional asiste forzada al encadenamiento propuesto por los medios por la fuerza del argumento de la “fuerza de los hechos”, en detrimento de la “razón de los hechos”. Los procesos democráticos, la libertad de expresión y el derecho a la información objetiva son alterados en sentido regresivo, por la reedición de la política de la Seguridad Nacional, en consecuencia; la gestión ejecutiva de los Estados periféricos generó un vernáculo debate entre, sobre la colisión entre la Democracia y la Doctrina de la Seguridad Nacional. Una urgente necesidad de evitar que los procesos democráticos se aliasen a la política bélica internacional promovida por la prensa. Conclusiones sobre la temática: Los atentados en contra el Gobierno y Nación Estadounidense acaecidos en Septiembre 11 del 2001, prior izaron la agenda de seguridad nacional y la política de Defensa a escala nacional (USA), y en consecuencia a los aliados estratégicos del Gobierno; como a los Estados periféricos sujetos a la política de aliniamiento en materia de seguridad y defensa de los Estados Unidos. Los medios de comunicación y la red informática dominada por las transnacionales noticiosas evidenciaron su capacidad al dimensionar discrecionalmente los hechos, como el desencadenamiento de la presión política de adhesión al Gobierno Estadounidense. Los conceptos de seguridad y defensa nacional se alteraron al punto tal que; el discurso ejecutivo apunta a presentar la “Doctrina de la Seguridad Nacional”, como la vía de del control del Estado para una eventual situación de guerra internacional, que compromete a los Estados periféricos a sumarse a la fuerza militar internacional. Del impulso de una fuerza publicitaria a favor de la guerra y las consecuencias económicas, sociales, políticas y culturales de tal empresa, contradice en el caso del Estado Salvadoreño, a favor permanente de la búsqueda de soluciones a los conflictos por medio de la negociación y acuerdos de paz negociados, que la sociedad salvadoreña impulsa como aprendizaje de la cultura y vocación democrática que posibilite lograr el Estado Democrático de Derecho. 2 INTRODUCCION: Eso que llamamos el fenómeno noticioso a escala mundial, es la acumulación de elementos que parten desde el hecho mismo que provoca la noticia, hasta las sesiones discretas de hombres y mujeres del mundo de la política, de los negocios corporativos, de los capitanes de industrias, de los attaches financieros, de los emisarios comerciales, reuniones de generales y sus ayudantes militares y de representantes de los organismos supranacionales en materia de seguridad y defensa. Intentamos con este resumen ejecutivo provocar una indagación académica del rol de los medios de comunicación masiva en la reedición de la "Doctrina de la Seguridad Nacional" en la versión estadounidense; las transnacionales periodísticas y los conglomerados industriales reciben el beneplácito de los fabricantes de armas, para montar una campana a escala mundial de un hecho deplorable y criminal contra la población civil desarmada de las torres gemelas del World Trade Center, en la ciudad de New York, en el día once de septiembre del 2001. El objetivo general de este estudio, esta en propiciar un análisis político sobre los mecanismos de incidencia de los medios de comunicación y multimedia, en la política gubernamental, al privilegiar la reedición de la Doctrina de la Seguridad Nacional desde los Estados Unidos y su despliegue a escala mundial. Como objetivo especifico, proponemos un enfoque integral posible, del mismo análisis político en el marco de las relaciones civiles y militares de la sociedad nacional e internacional, y los resultados dimensionados de ese acto de agresión militar; como, del curso de las iniciativas políticas de provocar una escalada de guerra en el ámbito planetario. En consecuencia, toda esta acumulación de fuerzas materiales y políticas se juntan y crean una masa crítica de alto riesgo para la paz y convivencia mundial, cerrando el paso a la política antibélica de las sociedades democráticas, como de los organismos humanitarios que propician y promueven el desarrollo y la seguridad mundial. 1 ANTECEDENTES HISTORICOS: Los atentados a blancos civiles emblemáticos del poderío de la nación estadounidense, en las torres gemelas del "World Center", "el Pentágono" y el blanco fallido por la caída de avión en una zona rural de Pennsylvania, evidenciaron la capacidad de provocar pánico en la población, en los círculos de la comunidad de inteligencia y en los servicios policíacos. El mando ejecutivo se manifestó vacilante ante el ataque, lo que estimuló el morbo periodístico y aumentó la incertidumbre ciudadana y la histeria colectiva de la vulnerabilidad ante el ataque. En este marco de operaciones psicológicas la prensa local dimensionó hasta lo insospechado la capacidad de los atacantes. Los hechos por si mismos preocupantes, inmovilizaron al mando político militar de los Estados Unidos para una reacción inmediata planificada con antelación, cierto o no; la poblacion percibió que la nacion es altamente vulnerable ante ataques militares no convencionales, los procesos de inteligencia estratégica; fueron custionados por la prensa misma, que con sus críticas al aparato de seguridad nacional; estaba incrementando la desinformación, el pánico; la inseguridad y defensa nacional. Las informaciones de los hechos inundaron todas las vías y medios de comunicación; la búsqueda de los responsables de los atentados apuntó en todas direcciones; la prensa estaba en ese momento conduciendo la agenda gubernamental y la orientación psicológica de la población estadounidense. Nada más deplorable, hubo notas de prensa irresponsables al mencionar a las minorías étnicas en confabulación con los atacantes; este manejo ligero de la información agravó la preocupación del colectivo social y la amenaza oficial pareció mas real, al carecer de referentes oficiales de la línea política del ejecutivo y de los organismos del Estado. 3 La prensa internacional fue abigarrada y saturada de una reacción noticiosa en cadena permanente, los círculos pacifistas, tanto como los círculos belicistas hicieron sentir sus voces, apelando cada cual a lo suyo, el imaginario colectivo descubrió que el mundo de la seguridad colectiva toca fondo desde el punto de vista de la prensa nacional e internacional. Los medios marcaron el paso desde su legitimo derecho de hacer de las noticias su negocio, empero; la pregunta inquietante seria como aplicar a las finanzas periodísticas; que el deber de los informadores es valorar la dimensión de su mensaje y su contribución a la paz social, en todas las formas racionales que dispone la sociedad para resolver los conflictos entre las naciones, la prensa al manipular intencionalmente la gravedad de la situación estuvo contribuyendo con los perpetradores de los atentados. La seguridad del Estado y por ende de la sociedad, está sustentada por la solidez de las instituciones y por la vocación democrática manifiesta de los hombres y mujeres que las dirigen. La formación del Estado fue un proceso de acumulación de los valores cívicos, morales, políticos, materiales de los padres fundadores en cualquier Estado del mundo occidental; las libertades, de prensa, del libre pensamiento, aunadas a las libertades fundamentales son los asentamientos del Estado Democrático de Derecho. Los mecanismos que se emplean en las operaciones psicológicas de guerra, están basados en el uso planificado de la desinformación, del subterfugio y la intencionalidad de provocar el desconcierto y la duda de la capacidad del oponente; en este punto; es importante considerar el uso maniqueo de la información para "vender", que el uso de la información para asistir al Estado en sus tareas de seguridad y defensa nacional. La medios deben por razones de Estado asistir a considerar que la noticia no solamente vende, que los medios de comunicación son patrimonio de la Nación y que los propietarios de los mismos tienen obligaciones cívicas y morales mas allá de las meras cifras de circulación y venta de espacios en sus productos periodísticos. Las razones de Estado históricamente tienen francos oponentes en los círculos periodísticos, porque tanto; los detentadores del poder político en el gobierno, como los empresarios de medios confunden el rol del Estado, por los mecanismos de poder del gobernante y las libertades económicas de los otros. Esta es una apreciación que debe ser considerada como una recomendación, para que conjuntamente, se revisen los mecanismos de los medios y la información que el Estado necesita privilegiar para informar a la sociedad nacional e internacional. Las sociedades periodísticas nacionales e internacionales, deberán redefinir políticas informáticas que permitan modular en flujo informativo, sin debilitar el papel del gobernante para la protección del Estado. ; de quien somos parte como población, territorio, cultura, estilo de vida y forma de gobernarnos. 2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Las comunicaciones desatadas por la gravedad de los atentados, lograron aglutinar, como por generación espontánea; los criterios más dispares en temas como la política, la economía, la industria, en fin; el mundo secular de las actividades humanas de la sociedad estadounidense. Ese efecto de acumulación afectiva y emocional de la sociedad fue convenientemente canalizado por los precursores belicistas en la figura de los editorialistas que montaron un escenario de batalla doméstica, de cuyos efectos los Estados periféricos hicieron un producto de importación directa por medio de los comunicados y despachos de prensa. En sentido contrario a esta manera de hacer periodismo, encontramos un análisis periodístico de los columnistas: Richard D. Sokolsky y Eugene B. Rumer en el periódico Washington Post de fecha; Viernes 15 de marzo de 2002, cuyo título lo calzaron como; “ Nuclear Alarmists”. Ese análisis de la doctrina nuclear alerta a la Nación Estadounidense de la guerra por medio de las armas de destrucción masiva, la reflexión basada en la cordura y el debido tratamiento de los asuntos de Estado 4 en materia de seguridad Nacional; ante estos dos enfoques del tema del terrorismo militar, el ciudadano está en una situación de desconcierto abrumador. Los belicistas apelan a la destrucción y aniquilamiento total de los señalados por la prensa de ser los autores materiales e intelectuales de los atentados, Se aglutinan a la política bélica, los fabricantes locales e internacionales por la apertura de un nuevo teatro de guerra, él cual es el destino manifiesto de sus inversiones en materia de pertrechos militares. La maquinaria de la fuerza militar intervencionista internacional, despliega y declara la guerra al terrorismo internacional y señala por medio de la prensa a; Estados, Gobernantes, y Organizaciones políticas internacionales, sin excluir en esta marcha forzada de alianzas político-militares a los Estados del primer mundo y sus satélites políticos. 3 ANALISIS POLTICO DE LA TEMATICA: El conjunto de los hechos, y de las diversas manifestaciones en las labores ejecutadas por los organismos del Estado agredido, fue propiciando un nuevo orden en materia de seguridad en la teoría, como en las operaciones que precedieron a los atentados terroristas. Se fortaleció el sentido nacional de pertenencia de los ciudadanos y de la comunidad internacional. La política de defensa de los Estados Unidos estructuró e incorporó nuevos cargos en materia de seguridad nacional, se evaluó la acción militar por la vía de las alianzas político-militares, incluyendo a un Jefe de Estado de facto, que permitió el uso del territorio y espacio aéreo para la campaña bélica en contra del régimen Taliban quien gobernaba legítimamente Afganistán. La alianza estratégica con la antigua “OTAN”, al mando de los Estados Unidos y ejecutada en acciones punitivas de castigo y aniquilamiento a la organización Alquaeda y su principal; Osama Bin Ladem, presentó una escalada retórica de amenazas que aumento el temor de una guerra generalizada en la región del medio oriente. La reacción de los organismos humanitarios fue lenta y mediática, los Estados periféricos fortalecieron nuevos tratados en materia de seguridad y defensa ante las naciones del primer mundo. En consecuencia; surgen opositores a la escalada guerrerista, generando un intenso ambiente de rechazo a las acciones militares de la alianza; como también el acercamiento a la estrategia del bloque de la antigua OTAN. En este panorama de guerra, nadie se excluyó para participar del debate en el interior de los Estados, independiente de su postura oficial ante la situación; se tomaron nuevos criterios para solidarizarse o rechazarlos por medios diplomáticos, y en algunos casos en abierto desafió contra la alianza de los Estados Unidos y la antigua OTAN. El debate continuó con todos los matices ideológicos en las manifestaciones de lideres políticos, religiosos, empresariales, sociales y en los círculos académicos e intelectuales. Se imponen argumentos de la nueva realidad en materia de control ciudadano; las legislaciones serán endurecidas en detrimento de las minorías étnicas, la prensa impulsa en algunos casos la xenofía y marginación social por causa de la raza, religión, color, nacionalidad, se abre un triste capítulo de violaciones de los derechos humanos en forma y práctica encubiertas. 4 CONCLUSIONES Los atentados perpetrados en 11 de Septiembre del 2001 en contra de la Población civil desarmada de los Estados Unidos, fueron declarados acciones terroristas militares con responsabilidad de Osaba Bin Ladem y la organización Alquaida en conspiración con el régimen Taliban de Afganistán. La aceptación de la prensa de las evidencias de una conjura entre la organización del Gobierno Taliban y la organización Alquaeda; produjeron la escalada que la prensa posibilitó con el despliegue 5 incontrolado, de niveles de saturación de la información vertida a los medios locales e internacionales. La declaración del Gobierno de los Estados Unidos de la guerra al terrorismo internacional fue manipulada desde el principio por la prensa, al generar un fenómeno noticioso sin control por parte del Estado y de su Gobierno, el cual evidenció franca desventaja frente a enemigos actuales y potenciales del Estado, y una prensa sensacionalista con la simplista y mercantilista visión de sus intereses corporativos de mayor audiencia y venta de espacios en sus productos periodísticos. 5 RECOMENDACIONES Las acciones del Gobierno en representación del Estado cuando por máxima alerta de seguridad, deben hacer efectivo el principio de qué el Estado está por encima de los derechos y propiedad de los ciudadanos, sean particulares o corporativos los propietarios de estos bienes de capital. Las razones de Estado son la doctrina de las Instituciones que sustentan el Estado; las instituciones son la intermediación entre el ciudadano y el Gobierno para la plena realización de los fines del Estado mismo. La violación a esta norma política de interés nacional, no solamente es deplorable por los perpetradores; si no que debería ser sujeta de normativa legal. No se apela sujetar la prensa al carro del Gobierno, pero no requiere un intenso debate sobre el rol de la prensa en materia de Seguridad y Defensa Nacional, poner en la mesa los fines del Estado, los objetivos de las Instituciones del Estado mismo; definir inequívocamente cual es la función de los medios de comunicación y su servicio a la ciudadanía. 6