Director Diario La Hora Quito.- Señor Director, En la edición del viernes 19 de agosto de 2016 Diario La Hora publicó una nota desatinadamente titulada “6.532 empresas dejaron de existir en el primer semestre”. Al respecto, con el fin de corregir los errores en que incurre el redactor del artículo y evitar que la ciudadanía reciba información errada, la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros realiza las siguientes aclaraciones y precisiones: • El hecho de que la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros dicte una resolución de disolución de una compañía mercantil no acarrea el fin de las operaciones de tales empresas, ni mucho menos que estas “dejen de existir”. Para que una compañía deje de existir debe recorrerse un camino, dentro del cual la sociedad tiene la oportunidad de subsanar las causas por las cuales se ordenó su disolución, con el fin de reactivarse. Este camino empieza con la citada disolución, que no surte efecto sino hasta su inscripción en el Registro Mercantil respectivo. Una vez inscrita la resolución de disolución, empieza la fase de liquidación que culmina ya sea por la reactivación de la compañía o por su cancelación. Una compañía únicamente deja de existir cuando su cancelación se inscribe en el Registro Mercantil. Al día de hoy, de acuerdo a nuestros registros, durante el año 2016 se han cancelado tan solo 627 compañías (por procesos que no necesariamente han iniciado este año). • En cuanto a la disolución, ésta es una medida administrativa que procede por múltiples causales tales como vencimiento de su plazo social; traslado de domicilio a un país extranjero; imposibilidad de cumplir su objeto social; fusión; reducción de socios o accionistas a menos de dos; inobservancia a la Ley, reglamento o estatutos; obstaculizar la labor de control de la Superintendencia o incumplir sus resoluciones; pérdidas equivalentes al 50% o más del capital social; inactividad; entre otras. No consta en la Ley de Compañías ni en su normativa conexa una causal de disolución por “falta de liquidez” como, de acuerdo con la nota, aseveraría equivocadamente el Director de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Juan Carlos Díaz. Durante el año 2016 la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros ha emitido cerca de 6700 resoluciones de disolución, de las cuales alrededor de 5400 se encuentran inscritas en el Registro Mercantil. La mayoría de disoluciones ordenadas por esta Superintendencia obedecen a la causal de inactividad, seguidas por la causal de pérdidas (con apenas 350 casos). • La causal de disolución por inactividad se configura cuando una compañía no ha presentado estados financieros a esta entidad durante al menos dos ejercicios económicos consecutivos, y comúnmente abarca, principalmente, a sociedades que se constituyeron pero nunca llegaron a operar; a compañías que no tienen una actividad empresarial productiva; a sociedades sin actividad económica que han sido abandonadas por sus socios; y, a compañías operativas que han tenido un descuido en el cumplimiento de sus obligaciones de información a la Superintendencia. Un gran número de compañías logran superar esta causal con la pronta presentación de los estados financieros y demás información anual requerida. La aplicación de esta causal tiende a que, en caso de compañías que efectivamente no tienen actividad económica, se llegue a su posterior cancelación a fin de depurar el sector societario • La causal de disolución por pérdidas se presenta cuando una sociedad, dentro de sus balances, refleja pérdidas que representen el cincuenta por ciento o más de su capital social. El hecho de que una compañía se encuentre incursa en esta causal no quiere decir que ésta se encuentre en quiebra, pues es común que el capital de una sociedad sea de $800 (el mínimo legal) y los activos que se reflejan en sus balances sean mucho mayores, entrando en disolución por una falta de diligencia por parte delos contadores y accionistas. Por esta razón, compañías que han tenido pérdidas de $ 400 se disolvieron, y posteriormente aumentaron su capital. En este sentido, una importante proporción de estas compañías se reactivan aumentando su capital, presentando un balance cortado a la fecha de reactivación en el que se demostraba que se había superado las pérdidas, o compensando los créditos de los socios o accionistas con la compañía. En definitiva, el control de esta causal incentiva el fortalecimiento patrimonial de las sociedades que operan en el Ecuador. Vale señalar que producto de la política de la actual administración, a partir del año 2013 la Superintendencia controla más de cerca el cumplimiento de esta causal. Es así que en 2014 se emitieron 2146 resoluciones de disolución por pérdidas, las mismas que bajaron a 462 en 2015, y a esta fecha de 2016 suman 350. Finalmente vale la pena, señor Director, resaltar la importancia de que los redactores de este tipo de notas tengan claros los conceptos, a fin de evitar que se incurra en errores que desinforman a sus lectores, como los arriba evidenciados. Si, como en este caso, el periodista que realiza un pedido de información a esta entidad no cuenta con el tiempo de esperar una respuesta pues debe entregar la nota final unas horas después, ni está familiarizado con las instituciones societarias, es conveniente que se consulte el criterio de un abogado u otro profesional con conocimiento en la materia. Por lo expuesto, solicitamos a usted recoger íntegramente lo expuesto en esta carta, a fin de que el público pueda contar con información veraz sobre la situación societaria en el país.