1 COMPOSICIÓN La tristeza se me quedo teñida en los

COMPOSICIÓN
La tristeza se me quedo teñida en los ojos,
Como todas las sombras del mundo……..
…..me encierran en una pequeña celda,
Donde solo se vive con la saña del azar.
Oh! Posedumbre lagrimas de los desposeídos.
Oh¡ pobreza; violenta lacra que sacude el alma.
Oh! Hambre; que retuerce la medula de la calavera.
Vamos con el ritmo de la histeria……perdón de la historia.
Poesía.
Sus labios rozaron los míos,
Deseosos de humedad,
Dado el verso…sus ojos
Me hechizaron e hicieron poesía.
Deshojado.
Tu desnudes es como el cielo despejado de nubes….limpio.
Como otoño sin hojas,
Tan simple como tus ojos,
tan simple como el deseo.
Tan simple como la paz
En un reino de hormigas,
Tan simple como periódico
Sin muertos.
1
Padre Vuestro.
Solo somos cuentos,
Sutiles arpegios,
La grandiosa soledad,
Rompe a gritos el silencio.
Debemos acabar con esta feroz era…
Debemos acabar con el llanto de los bosques,
Con el hambre del lobo que devora y devora primaveras *.
Somos ciegos ante la luz violeta de utopía,
Casi inertes, casi polvo.
Debemos cubrir la piel con los huesos,
Ser mas llanto y menos brisa.
Debemos decolorar nuestras pupilas,
Con el fulgor de la lluvia acida.
Debemos vestir de esperanza nuestros suelos secos,
Y dar lluvia a cada invierno,
Debemos parir un corazón.
*
Silvio Rodrigues
2
Sangrar a la luz de una vela.
“mi herida te abrazo tanto que cicatrizo en tu piel”.
Otto Guevara.
….. Húmeda viscosa la fibra se incorpora en tu dermis,
Como el hilo del que pende el espejo que me asusta.
Sentir la locura inmersa en tu cuerpo,
Maldita y embriagante.
La manía de tu cuerpo me tiene presa,
Y el deseo de deslizarse por tus rejas.
Tus ojos se quemaron en mí ser,
Ardiente quimera.
Solemnidad.
Que tan hueca puede ser la soledad,
Que tan profunda e interrumpible,
Que podemos llegar a ser….
La propia soledad?
Cuanto puede corroer el silencio nuestros huesos,
Cuantas lagrimas el pecho llevara a las entrañas,
El olvido a lo inconfundible,
a lo inevitable,
Cual mariposa oscura se posa en la humedad,
Convertida en despojos,
en trozos, en retazos de humanidad.
Cuanto silencio hay en el propio silencio,
Que tan maldita en la propia soledad.
16.08.2001.
3
Niñas.
Somos como esas risas de las que sueltan mariposas…frágiles pero
eternas.
Testamento de tus polvos.
Voy a enterrarte en los caminos,
Para que el polvo se tiña de ti.
Voy a quemarte en los campos,
Pera que tu ceniza reverdezca.
Voy a navegar en los ríos,
Para trenzar tus cabellos con las flores.
Voy a soltar tus aromas por el viento,
Para que el aire se perfume de ti.
4
Serie. Tortura y persecución.
Dialogo en la penumbra.
Sus pasos en la penumbra,
Una pequeña luz,
Se cola,
“Tela impregnada en sangre”
Me rescata esa luz,
Ese fluir de sol,
Huida del frío,
Trasnocha el espacio,
Y me pierdo es su voz.
Un grito,
un desgarro,
un golpe,
están tan lejos,
pero los siento en mí piel.
“ le han traído, no hay luz en sus ojos,
un hilito de sangre tibia le oculta la mirada”.
5
Jauría.
Me atrapan sus garras,
Escapar, escapar,
Surge la sangre como un grito!
Rompe la carne su tosca mano.
Ya no siento mi dolor,
Estoy muy lejos,
Para sentirlo,
Muy lejos,
Más allá,
Donde sus dientes no me alcancen,
Donde su vos no me espante,
Donde sus ojos no rompan en odio.
Jauría, jauría….
Animal de tortura,
con la saliva seca y viscosa,
viscosa el alma….su saliva viscosa.
Una gota de lluvia
me salva de todo este ramalazo,
olor, calor, sudor, pudor,
Un murmullo de brisa de ala de pájaro,
y yo escapo de la jauría.
6
Serie. Orgasmos.
Estallidos.
Tu aliento cubre mi piel
Y mis pasos tus huellas de carne,
Todo tu sudor me sabe a sal.
Estalla el fulgor de las voces,
En nuestros labios se derrama la sabia mater,
El suelo brota con primaveras multicolores.
Ocaso.
Después de la batalla
Suda el cuerpo,
Se expanden los poros de la piel,
Absorbe cada tajo de su ser
Y me pierdo en los ribeles
De tu existencia.
7
Tropel.
Necesito tu sudor
como un regaderazo
de luna llena.
Caminar descalza por tu lengua,
Menguar en tus ojos,
Tocar el fondo de tu paso,
Trazar tu geografía,
Llorarte hasta la sombra,
Ser tu cobija.
Olimpo.
En los surcos de tus manos hice un camino,
Tus pupilas dilatadas como lunas locas me aplastaron,
Dos soles, dos lámparas rotas,
Ahogaste tu furia en un charquito,
Derramado de la jícara de mi vientre.
Musgo.
No lo dejes así,
No lo dejes crecer.
Se extiende por todas las paredes,
Te carcome, te invade, te traba,
Te elude, te empereza,
Te destruye,
Quien?
El odio que lo anima.
8
9
Serie. Centro y periferia.
Ciudad I
Tirada en la acera,
Con el sol quemando mis mejias,
Con el poste asiendo compañía,
Con la pared bañada en orina,
Y no estoy borracha.
Estoy sobria de luz, y de asfalto,
y de gritos, de robos, con la boca de morillas,
y en los ojos como faroles rotos …la ausencia
ya soy parte de la ciudad.
Ciudad.
Son pedazos de vidrio,
Humo, asfalto orinado,
Perros que son vómitos,
Viejas con liendres por hijos,
Y amar, amar, amar.
La calle
Podes hacerte un par de alas de papel periódico y estrellarte con todos
tus dientes en el asfalto.
País.
En un país lleno de mierda como este, no me extrañaría que el pájaro
nacional fuera el zope.
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Mis niños venden caramelos, pero no conocen su sabor.
Escupen fuego pero no sienten calor de hogar.
Cantan, rezan pero el abrigo de dios, no llega a su sombra.
El asfalto es su cobija, la pega su distracción, el robo su obsesión, la
muerte su descanso.
10
No te olvides de mi nombre.
¿Quién dice que no tengo nombre?
Hay quienes se han olvidado del color de mis ojos,
De mi sonrisa,
Del porque de mi lucha.
¿Acaso no soy yo también un héroe?,
¿No me convertí en mártir?
No olvides el color de mi sangre,
Derramada en la tierra,
Donde recoges el fruto de tu miseria.
No olvides la canción de mi lucha,
La alegría que un día tendremos,
Todos juntos frente a la hoguera.
Sigue adelante,
Que mi vida florezca en tu camino.
No te olvides de mi nombre.
Leído en la conmemoración de los mártires de la comunidad El Barío,
Suchitoto, el 26 de octubre del 2003.
11
Este país mío.
Este país mío se embriaga de sonrisas plásticas que se marchitan con el
polvo.
En este país nacieron todas las estrellas sin destino de brillar.
En este país mío se pare día a día un sol a fuerzas, se moldea el pan en
los vientres, en los ojos, en los surcos de las manos.
En este país mío se engendra la libertad a punta de metralla.
En este país todas las putas aman, todos los curas son santos, que lloran
por la influencia del vino.
En este país mío somos hijos prendidos de la misma teta…. Huérfanos
del mismo amor.
Este país traza en mármol cada giro de su historia.
En este país todos somos tuertos, cíclopes abyectos que nos hablan de
cuentos de enanitos y valles verdes, de enanitos que se reparten el pan y
no migajas y de valles verdes que el filo no toca.
En este país se imprime cada trapo, cada aroma, cada nube de los orines
de monarca mayor.
En este país tenemos barrotes en la lengua, no hay periódicos sin
muertos y madrugadas sin conciertos de chillidos de niños y perros.
En este país se imagina el calor de cada sombra, de cada abrigo, de cada
libro y de las lágrimas de dios.
12
Sortilegios.
Luna
Luna
Cascabel.
Muerde,
Empuña,
Tu diente cruel.
Baila,
Loca,
En sus ojos.
Juega niña,
Trenza las barbas de Plutarco.
En tus grutas desearía perderme,
Colgarme con tus hilitos de plata,
Cabalgando junto a la muerte,
Seré inmortal,
Inmortal y vagabunda,
Me segare con la luz del sol,
Hoy en el festín estrenare
Conjuro de muerte y de pan.
Danzare contigo luna loca,
En el festín del sortilegio.
13
Tu sonrisa de guadaña,
Me golpeara,
mortal carcajada.
Seré inmortal,
Inmortal para siempre!
Bajo
el
frágil
pellejo
de
los
hombres,
Inmortal como la muerte!
Luna… luna loca,
Danzaras sobre mi tumba esta noche,
Filtraras en espasmos violentos tu sordera.
Seré inmortal!
Inmortal para siempre,
Como esas cuestiones que nuca se entienden.
Flirtearé con la vida,
Jugare con la muerte,
Colgare mascaras de mis sienes,
Luna,
Luna loca,
Una corona de flores,
Reinara tu frente,
Con olor a lapida despertara
La noche.
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