Quijote y Sancho, en Güímar

Anuncio
Quijote y Sancho, en Güímar
El proyecto escolar que pasó a ser un museo, ahora se amplía con una exposición de arte
que ya se puede visitar en la Fonda Medina
12-06-2014 22:18
Quijote y Sancho, en Güímar
Verónica GALÁN
Don
Quijote
de
la
Mancha
y
su
leal
escudero Sancho Panza
aparecieron
ayer
de
carne
y
hueso
en
Güímar. La ocasión lo
merecía. La exposición
en la que participan un
centenar de artistas con
piezas relacionadas con
el hidalgo, El arte en la
ínsula de Don Quijote, se
inauguraba
ante
la
curiosa mirada de decenas de güimareros, autoridades y los propios creadores,
nacionales e internacionales. La muestra podrá disfrutarse en el edificio del siglo XIX
Fonda Medina hasta el 2 de julio, a la espera de que en septiembre se mude de forma
permanente al Museo del Quijote en el mundo del Instituto de Enseñanza Secundaria
(IES) Mencey Acaymo.
El acto tuvo lugar en la Plaza de las Flores, donde, sobre una alfombra roja, los
protagonistas de la afamada novela cervantina cobraron vida a través de los actores
locales Luis Padilla y Juan Manuel González. Los aventureros se transportaron, "quizá
por el sortilegio de un mago", a través de un ficticio recorrido por la ciudad. El texto
recitado es obra el escritor Sabas Martín, incluido en el catálogo de la exposición, que
está a la venta por 15 euros. Los personajes de Miguel de Cervantes hablaron de los
lavaderos de piedra, los molinos de agua –que no se le antojaron gigantes al hidalgo–,
las misteriosas pirámides, el barranco de Badajoz y sus leyendas, la Bajada del Socorro
y, en definitiva, todo lo que caracteriza a esta "tierra portentosa".
Buena parte de los autores acudieron a la apertura, en la que hubo muchos
reencuentros. Tras la interpretación que reunió decenas de personas, Loly Rodríguez,
concejal de Cultura del Ayuntamiento sentenció que "estamos creando historia". La
alcaldesa, Carmen Luisa Castro, aclaró que, "cuando Güímar gasta en cultura, invierte".
El artista de Dulcinea, Luis Alberto Hernández, comisario de la muestra, aprovechó la
ocasión para reivindicar la libre circulación de arte y explicó que "un museo así tiene una
serie de gastos y espero que las autoridades nos arropen".
El que tuvo la idea de esta sala quijotesca, apoyada por el Cabildo y el Gobierno de
Canarias, fue el artista güimarero Andrés Delgado, que se enamoró del Museo cuando
lo conoció. Este entusiasta dejó claro que se trata de "un proyecto de instituto que se ha
convertido en un museo". José Felipe García Silva, director desde 2007 de este legado,
"que es único", comentó, anhelando el espíritu del caballero andante, que "cuando
alguien se empeña en cambiar lo que nos rodea, unos dicen que es un iluminado y
otros, que es un loco. Pues creo que este mundo tiene que estar lleno de locos". García
Silva también sacó a colación el apoyo institucional y subrayó que "solos no saldremos
adelante". El profesor destacó a la alumna de 16 años Elisa García, cuyo relato ganador
de un concurso del instituto ha sido incluido en el catálogo. La canción del cantautor
italiano Angelo Nigro, hecha para el momento, dio paso a la visita de la muestra, frente a
la plaza.
En el edificio la Fonda Medina de la calle Obispo Pérez Cáceres, hay cuatro salas
dedicadas a la exposición. En la planta baja, La Cochera muestra obras más
conceptuales. En la primera planta, donde el crujir del suelo de madera acompañará al
visitante, el salón de actos que da a la calle abraza la mayor parte de la muestra. En la
tercera sala, que da al pasillo del claustro del patio interior de la Fonda Medina, se
proyecta la videocreación de Más de lo Mismo y se exponen algunas piezas como la
fotografía de Tarek Ode y el cartel del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de
2004 de Fernando Álamo. En la última sala, con muy poca luz, como la anterior, se
proyectan los textos de los 40 escritores, uno detrás de otro y a una velocidad que
permite leerlos sin dificultad.
De entre las decenas de piezas expuestas, se puede distinguir el busto de Don Quijote
en barro refractario que esculpió el palmero Medín Martín este año. En verdad amigo
Sancho, que aquesta ínsula es de gigantes, le dice el hidalgo a su escudero mientras
atraviesan las cañadas del Teide en el cuadro del canario Facundo Fierro. Algunas de
estas obras ya existían y otras se crearon ex profeso. "Hay gente que se ha unido a
última hora", destaca Andrés Delgado, que asegura que se formará una comisión "para
que la muestra se vaya ampliando con piezas de calidad".
Un grupo de profesores de Lengua y Literatura del Instituto fueron los que plantaron la
semilla del Museo en 1996 con la recopilaron 100 ediciones de El Quijote de 50 países.
En 2003 se creó un Grupo Estable de Trabajo para revalorizar el legado de aquellos
docentes y aumentarlo. Con el IV centenario de la primera parte de la afamada historia
de Cervantes, en 2005, el Gobierno de Canarias construyó un salón de actos y una sala
de exposiciones para alojar el preciado fondo. En los últimos años, el centro no ha
cesado en la ampliación hasta alcanzar las 420 ediciones escritas en 82 idiomas
procedentes de 80 países, desde la India hasta el Perú. Ayer se dio un gran paso en
este proyecto.
Andrés Delgado resalta que "los canarios siempre hemos sido pioneros, como con la
primera exposición surrealista en España, así que creo que el Museo puede llegar a ser
algo internacional".
Descargar