El líder de la más brutal red de pederastas que actuaba

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LA NOTICIA
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LA VERDAD • VIERNES
27 DE MAYO DE 2005
El líder de la más brutal
red de pederastas que
actuaba en España admite
haber forzado a cien bebés
El presunto líder utilizaba una tienda de informática de
Murcia como tapadera y se hacía pasar por canguro para
disponer de niños a los que grabar mientras eran forzados
RICARDO FERNÁNDEZ MURCIA
«Posiblemente hayan sido unos cien
niños». Álvaro I.G., de 23 años, conocido como Nanysex o Kova en los restringidos ámbitos de la distribución
de pornografía infantil en Internet,
había sido detenido apenas unas
horas antes. Conducido a las dependencias de la Jefatura Superior de
Policía de Murcia, no tardó en
derrumbarse ante los agentes del
grupo de Protección al Menor de la
Brigada de Investigación Tecnológica que le habían seguido el rastro
desde Madrid hasta Murcia y que,
a raíz de los muchos datos que ya
habían acumulado en su contra, le
imputaban múltiples agresiones
sexuales a menores de edad; en
muchos casos, bebés de apenas unos
meses de vida.
Fue entonces cuando Nanysex,
abrumado por las pruebas, confesó
que las violaciones, agresiones
sexuales y aberraciones de todo tipo,
que habría perpetrado con la
supuesta finalidad de grabarlas y
difundirlas por Internet, afectaban
a cerca de un centenar de niños. Su
propia confesión, obtenida por La
Verdad de fuentes próximas a la
investigación, y el contenido brutal
de las imágenes intervenidas por la
Policía, parecen confirmar a Álvaro I.G. como «uno de los peores criminales pederastas investigados hasta el momento», según definición
del Ministerio del Interior.
En el mismo sentido, el propio
titular de esta cartera, el ministro
José Antonio Alonso, aseguró ayer
que en su larga trayectoria como
juez «he visto muchas cosas, pero
nunca imágenes de esta brutalidad,
de esta abyección».
De Collado Villalba a Murcia
Las investigaciones que han conducido a la detención de este supuesto pederasta, así como de otras cuatro supuestos miembros de la red
delictiva, se iniciaron el pasado
febrero, cuando agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica
detectaron en Internet el intercambio de imágenes y vídeos de
bebés violados. Coincidiendo casi
en el tiempo con ese hallazgo, miembros de la Secretaría General de
Interpol requirieron la colaboración
de la Policía española, al disponer
de otras imágenes, también de sexo
con menores que, según todos los
indicios, habían sido tomadas en la
capital de España.
Los datos que orientaban a los
expertos hacia Madrid eran varios.
Por un lado, y mediante sofisticadas técnicas de tratamiento de imágenes, los agentes habían conseguido descifrar el contenido de un
papel que uno de los niños empu-
EL CEBO. Anuncio que Nanysex tenía en Internet, ofreciendo sus servicios
TAPADERA. Fachada de la empresa de informática. / M. BUESO
BRUTAL. Imágenes de abusos censuradas por la Policía. / LV
ñaba en sus manos mientras era
violado. Se trataba de un billete de
un tren de cercanías de Madrid.
Igualmente, en uno de los planos
se observaba una toalla del hospital madrileño de La Paz. Y, como
tercera dato, los agentes observaron que el teclado de ordenado con
el que jugaba otro de los pequeños
contenía la letra ñ, lo que apuntaba a que había sido vendido en
raron decenas de policías locales y
miembros de instituciones sanitarias y escolares, que acabó conduciendo hasta un domicilio de la localidad de Collado Villalba, en el que
había vivido Álvaro I.G. y en el que
se había cometido una de las violaciones. El niño forzado sexualmente era el hijo de un matrimonio amigo del supuesto pederasta.
Nanysex, sin embargo, había
abandonado esa vivienda un año y
medio antes. Había que localizar
de nuevo su rastro y sólo era posible tratando de averiguar desde qué
lugar colgaba las imágenes en
Internet. Pero no era tarea sencilla, debido a las múltiples precauciones que éste adoptaba.
España, ya que este símbolo no se
utiliza en el resto de Europa.
El análisis fue tan riguroso que
incluso llegaron a confirmar la marca y el modelo de cámaras con las
que habían sido grabadas las violaciones: una cámara de fotos Olympus y una videocámara Sony.
Con todas esas pruebas se inició
el rastreo de una amplia zona del
norte de Madrid, en la que colabo-
Una empresa ‘tapadera’
El billete, clave
LA VERDAD MURCIA
Éste es el billete de tren que agentes de Internet observaron en
manos de un niño, que aparecía
en una grabación mientras era
violado. Los policías lograron
reconstruir sus letras gracias a
un sistema muy sofisticado de tratamiento de imágenes y así centraron sus pesquisas en Madrid.
El billete unía Atocha con la localidad de Collado Villalba.
Los policías no tardaron en centrar
a Nanysex en Murcia, pero estaban
desorientados por las muchas localizaciones diferentes desde las que
hacías las conexiones. Eso les llevó
a sospechar que quizás se dedicase
a la reparación de ordenadores y
configuración de accesos a Internet,
lo que le permitiría enviar el material prohibido desde los ordenadores de sus clientes.
Las gestiones acabaron dando su
fruto cuando los investigadores loca-
lizaron la tienda de informática PC
Tunning, situada en la calle de las
Cortes de Murcia. Detrás del mostrador se encontraba Álvaro I.G..
Habían dado con uno de los más peligrosos pederastas conocidos. Habían dado con Nanisex.
Los padres, consternados
Las manifestaciones del presunto
pederasta en Comisaría, confesando que puede haber abusado sexualmente de un centenar de niños, no
parecen exageradas, a juicio de los
investigadores. Estos han podido
constatar ya, con el simple visionado de parte de las grabaciones, que
las víctimas de las agresiones se
cuentan por decenas.
Teniendo en cuenta que las imágenes abarcan un periodo de unos
tres años, y que el sospechoso ha
repartido ese tiempo entre Madrid
y Murcia, la Policía considera que
la mayor parte de las víctimas deben
ser de estas dos regiones. De hecho,
los agentes ya han localizado a
media docena de matrimonios que
tuvieron la desgracia de contratar
a Nanysex como canguro para sus
hijos. Han quedado horrorizados.
La operación policial no está
cerrada y podrían producirse detenciones en las próximas horas.
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