, MANU AL PRACTICO DE CONSTRUCCIÓN DE LÍNEAS TELEGRÁFICAS Y TELEFÓNICAS Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MANUAL PRÁCTICO DE CONSTRUCClON DE LÍNEAS TELEGRÁFICAS Y TELEFÓNICAS PARA USO DE LOS EMPLEADOS DEL RAMO, CONTRATISTAS. CONSTRU:TORES E INSPECTORES ILUBTRADO CON 28 GRA.BADOS INTERCALAIIOS EN EL TEXTO POR DIÓDORO SÁNCHEZ, ES PROPIEDAD DEL AUTOR BOGOTÁ. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia AL LECTOR E:n 1~82 tuvill1o~ O~¡["íÔllde ocupamos en la construcción de líneas eMctricas en la RepÚblica de Y-entzuela, y entonces nos hicimo¡;; cargo cuánto había qllC cOl'l'cgil' .Y pl'eyenir en la red telegráfic[~ colombimw, 1Í causa (le lwbe¡' lle('ho caso omiso de la parte científic,t l'elati\"a DI cstn.blecimiclIto de las 1íDeas. A nuestro regreso [ti país - aiÏo (le 1~8;\ --,- tratámo;, (le que en :Hlelante s(' tnvier!ll, en cneuta las rep:bs m¡l~ indiiipensables sobre constl'Ucción, y al efecto publidlÜ(l~ algo pertinente, Cil Périódicos de Ro· gotá,H/ Ingeniar) y La Lllz, lo cllal filé l'?pl'odllci(lo pOI' otro::! órganos (le la capital y en lu general Lieu a'~ogid(l. Ln. red telegráfica dl: este país COld a1m, ell el afIO pasado, 8 050 kilóm(~t.l'os de lineaR, (;Oll 229 ofkinas, rcsJ1tado obtenido en 25 años qU3 se completfll'Oll el día primero Ile r\o\'iembre Último. Sumaf4 relntiyaml:llte (:1I0J'lI1\:,-; se hall empleado t~n el ramo; para el bienio Üe ISa 1 Ü 18U2 los gastos ordinarios se estiman, según (htos oficiales, ell ~ ~oo -i80, y el pl'oùucto del servicio res· pectivo en 8 :no 000. (.Jne l1UeFitra rell tdegráfica requiere aÚn gastos de cousidcrtlción ) gran labol pam completada, lo recono· cemos (.)(los, (~Olll(l\ludie ii'Hora LUlll)Ot;() b serie de defectos que hay qU(~ c:orl'cgir para :-;ati'ifnœr al pÚhlico r para que desde el punto de vista cconómieo no continÚe e"te ramo siendo indefini. damento carga peb[lcln. pnm la X aciÓn, YÚ ha llegado el tiempo l1e que las llucvafs lineas se e8table~. ean de [~cuerdo cou hs reglas que ha sumi::J.istrac1o la ciencia y confirmado la expcriencia ; (lue lus corresrondientek pliegos de cargos r~istren también las condiciones (ln'~ requiere ln. construcción de tell~gl'afo8 en regiones especiales pOl' Sil natnraleza y topoerrafía; y que ell la enscÎianztl. que costefl, ('1 Gobierno para formal' ~mple!\dos de aptitudes para el ~el'\!icio dell'amo, se le preste la debida atención it la parte de ('onst.ruceión (-~e líneas, para llenar el vaci(l qne notámos en las ocasiones (1. ne hemm; desempeñado c1 cargo dE' examinador de la J..,:.¡c/((;Za.VacÙilwZ'Je T'elegmf¿a. La~ l'flzone:.; apuntadas no,; ban hecho creer que no estará I-WI' demás ni será inoportuna la publicación, en forma de jlfanual, de estos elementos sobre cOIl:;tl'lIccióll de líneas eléctricas, que hace po('<) tenniuámos <le llar ti luz en lo;.; .'1 nalt.'; de lnf/enÙ31'í.c(. y Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia - .••- ~~~-~--~~~--~-~~--~-~--_. ¡ N(I que intentamos sirvan de guía en la práctica. hemos 01 las demostraciones que hemos creído necesarias; las insertadas párrafos precedidos de un asterisco (*), sirven á las personas ver· sadas en matemáticas; 10 demás está al alcance de todo lector, porque las reglas que se deducen para la práctica sólo requieren conocimientos elementales de Aritmética y Geometría; además, no faltan los ejemplos que aclaran las cuestiones. Habíamos preparaùo material para tratar otros asuntos que nos han parecido siempre importantes y de inmediata aplicación, como los relati\"os á las demostraciones y reglas para que los aparatos y la;;;baterías guarden la debida armonía con la resistencia electrica de las líneas, 10 referente á unidades Ji mediciones eléctri,· cas, lo relacionado con el tl'UZOde grandes rectas sobre el terreno, según métodos expedit?s, algo sobre altitude~, pararrayos etc. etc; pero para esto se necesItaban bastantes grabados, costosos en lo ge, neral. Tal circunstancia nos ha resuelto á dejar reservado eso para mejorarIo y darIo á luz tuu luégo como sea posible. Hoy no aspira· mos sino á la recompensa £Ille puede proporcionamos la satisfacción de saber que siquiera IIna persona ha obtenido algún provecho, por pequeño que sea, con este trabajo; porque por evidente hemos teni· do siempre que quien contribuye, en la medida de sus aptitudes, al bien <;lesus semejantes, es heroico obrero de la más noble causa. DIÓDORO SANCHEZ. Bogotá, Enero de 1891. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Íl'J"DICE Para la fácil consulta Be ha formfLdo el lndice de modo que :5US números correspondan á los que tienen los articulos en el texto; así ¡mede servir también de Programa. ADVERT1:NCIA.- PRIMERA MATEF;IALES EMPLEADOS E~ P AR'rE L.\ CO~STRU(,CI6::\ LÍNEAS III I • 1. Líneas telegráficas y telefónicas: AisladonJ~. Condiciones de los ai~llldores. Aislador Brooks. Aislador Siemens. Aislador de vidrio. Aislador colombiano. Aisladores dobles. 'rensores. Tensores de ángulo. Importancia de los tensores .. Aisladores alemanes. I 36. Aislador.~s diversos. 37. Ensavo de los aisladores. 38. Reglã general sobre la colocación de los aisladores. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. , 2. 3. 4. 5. 6. 7. S. 9. 10. Postes. Dimensiones de los postes. COIlsHvación de la madera. Carb(lnización de los postes. Barniz submarino. Métoùo americano. Procedimiento de inyección. Diversos sistemas. Ob~:er\'aciones. H. Preparación delsulfato de cobre: II 12. Resistencia de los postes. (i13. Cálcu.1o matemá.tico. 1)14. Aplicaciones. (115. COIlsideraciones sobre postes cónicos. •• .l6. FOIma de los postes. 17. Tinntes. .l8. Instalación de los postes. 19. Postes pareados. ~W. Empalmadurn de los postes. ~n.Pararrayos. ~~2. PosteM metálicos. ~~3. Poste8 na.turales. '24. Difinentes apoyos. DE LAS IV I ¡ 39. Hilos conductores . 40. Hilos de hierro. I 41. Alambre no recocido y recocido . 42. Galvanización del alambre. 43. A1teracil1n del alambre. 44. Resisteneill. de los alambres de hierro á la ruptura. 45. Alambre americano compuesto. 46. Hilos de bronce. 47. Alambres aisladoi!. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia VI iNDICE 48: Empalmadura de los alambres. 49. Métodos para empalmar los alambres. 50. Empalmaduras con piezas de hierro. 31. Importancia de las empalmaduras soldada!! .. : 63. ¡ 64. : 65. ¡ 66. : :;;'67. v Influencia de la longitud. Influencia de la elasticidad. Influencia de la temperatura. Puntos de apoyo situados en alturas diferentes. Cálculo para determinar el pun· to más bajo de la cadeneta, cuando los apoyos tienen diferencia de nivel. Distancia del punto inferior de la cadeneta á los apoyos. Tramas de longitudes diferentes. Presión del alambre sobre lOll postes. Postes situados en los vértices d<,Jas ángulos. Fuerza resultante. Intensidad de la fuerza. Postes con variaI!! hilos. Hilos con diferentes tensiones. Hilos en diferentes direcciones. 'l'ensión distinta. en cada direc- 52. Tensión de los hilos y su acción: 68. sobre los postes. 53. Curva que afectan los hilos. 69. (154. La cadeneta. 55. Flecha de los hilos. ! 70. 56. Cuadro para conoce1' las flechas I 57. Tensión en los puntos de apoyo I 71. ~:;58. Tensión mínima en los puntos ¡ de apoyo. '';;'72. i;¡59. Distancia máxima de los pun- 73. tos de apoyo. 74. 60. Deducciones del cálculo. 75. 6!. Distancia entre los postes. 76. 62. Longitud del alambre suspen77. dido. i ción. PAUTE SEGUNDA PRI~CIPIOS GENERALES DE CO~STRt:CCIÚ:\' VI 78. Estudios previos. 79. Primera condición de un buen trazo. 80. Procedimiento gráfico para hallar el punto mús bajo de un conductor suspendido en postes muy distantes. 81. Segunda condición ùe un bucn trazo. ;;;82. Distancia de los p08tes en las curvas. S3. 'fercem condición de un buen trazo. 84. Cuarta condición de un buen trazo. 85. Construcción de una línea, orden de los trabajos. 86. Orden en la colocación de los hilos conductores. i 87. Cruceros. 88. Construcción de las línells por las vias férreas. 89. Instalación de las oficinas. 90. Precio ùe las líneas telegráficas aéreas. VII 91. Cauea de daño en las lineas. 92. Clasificación <le los daños. 93. Reparación de los postes. !J4. Reparación de los aisladores. 95. Heparación de los conductores. 96. Reparación para el aislamiento 97. DaÏlOs mixtos. 98. Observaciones. 99. U tiles de reparación. 100. Lineas colombianas y su cbnservación. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 3 ocasiona grandes gastos. Valiéndose del barniz-submarino, los postes q~ledan preservados de la cau¡,:amás activa de su destrucción, y su empleo es más barato que el de cualquiera otro sistema." Con efecto, los buenos resultados que ha dado este barniz en las maderas empleadas en los trabajos hidráulicos, en los ferrocarriles, en la marina, en los telégrafos, en la agricultu:ra &c., han extendido su uso considerablemente, y, por lo tanto, merece E!specialrecomendación. l~l empleo tle este barniz 110 ofrece ninguna dificultad; se aplica como cualquiera otra pintura y tiene la ventaja de secarse en el término de 24 horas. SegÚn se quiera preservar más ó menos la madera, se le dan una ó varias manos; pero en general bastan dos, yes lo que se acostumbra. Otra preparaci6n que merece anotarse también, es la que consiste en una mezcla de aceite de linaza caliente con carbón mineml muy bien pulverizado; á esta mezcla se le da la consistencia de los barnices usados para pintar las maderas. Se puede asegurar que dándoles á los postes de maderas secas, dos ó tres manos de esta preparación, SE duración es muy notable. 7. Itlétodo americano - Las experiencias más recientes practicadas en NortElAmérica, han hecho notar que, para cOlIservar la madera y librarla de la acción de los inseetos, se puede hacer uso, con buen resultado, de una. soluclón formada de sal marina y cal, en la proporción de 4 kilogramos de la primera por 8 de la segunda, disueltos en 1000 litros de agua. La solución Hecalienta, y una vez que est.á hirviendo, se introduce en ella la madera y se deja allí hasta que se impregne bien. A las maderas que deben quedar á la intemperie, como los postes, se les debe dar luégo nna mano de pintura común. Varias piezas de madera preparadas según este método, se sometieron á la aœión de las llamas después de haberlas bañado con aceite de nafta, y apenas se carbonizaron sin arder. Otro sistema muy en uso actualmente, por no comunicar mal olor á las maderas ni alterar su color primitivo y ser además poco costoso, es el siguiente: Be sumCljen las maderas en una solueión de sulfato ferroso; luégo se desecan y, en seguida, se introducen en un baño caliente de silicato de sosa. El silicato forma con el óxido de fierro un compuesto del toùo insoluble y que impregna muy bien las capas de la madera. Este silicato do fierro, que se embebe en la masa de los palos, impide la putrefacción del leño y determina su conservación por mucho tiempo. Dicho procedimiento se emplea en Alemania desde bace algún tiempo, y ha dado buen resultado en m.a fábrica de los alrededores de París. 8. Procedimiento de Inyección - Las primeras investigaciones importantes sobre la conservación de la madera, por medio de la inyección de sustancias minerales, fueron hechas por el doctor Boucherie. Estos procedimie.ntos consisten en introducir en las maderas sustancias que reemplacen las materias albuminosas, ó que formen con ellas un compnesto insoluble é instable. Las sustancias que se han usado con este ohjeto son: en Franeia, el sulfato de cobre; en Prusia, el cloruro de zinc; en Inglaterra y otros países, la creosota ó brea; también se han servido en otras partes del sulfato de fierro, del cloruro de mercurio &c.; pero de todas estas sustancias Ia que ha dado m~jores resultados es el sulfato de cobre, por lo que se usa desde hace mucho tiempo; su empleo, según algunos, se debe también al dontor Boucherie, quien lo estudió é indicó. Conviene haœr conocer el siguiente experimento, á fin de darnos cuenta, dElnna manera clara, de los procedimientos de inyección. Si en la época en qno se efectúa en los vegetales la ascensión ó subida de la savia, se corta de un árbol una rama terminada en un ramillete de hojas y se coloca el extremo que se acaba de cortar en un líquido que no ataque Ia madera, se notará: 1~ qUI..el movimiento ascensional de la savia es continuo, en virtud de laElleyes de la capilaridad y por la evaporación que se produce en l~ Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 4 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. superficie de las hojas; y 2~ que como el líquido va constantemente, en sn movimiento ascensional, empujando la savia, aJaba por reemplazarla poco' á poco en el interior de los vasos de la maù<>ra y por Ilegal' á la cima de la rama. De este sencillo experimento se deduce que es posible asegurar la conservación de las maderas, reemplazando la su"ia del "egetal por un líquido preservador; y si éste tiene la propiedad de defender las fibras leñosas de la descomposición, claro está que la madera resistirá tanto mejor á las vicisitudes atmosféricas y {t la humeùad, cuanto más enérgica sea la potencia del líquido empleado y mayor la cantidad in~Tectada. 9. Hay muchos sistemas para in~'cctar en las maderas las soluciones antisépticas; pero sólo anotaremos los principales y más sencillos: 1.0 Este sistema consiste en hacer penetrar en la madera el líquido antiséptico utilizando la fuerza aseensional de la savia. Para esto se principia por despojar de todas sus ramas el árbol que se desea inyectar; porque de lo contrario, éstas consumirían inÚtilmente una cantidad notable de solución. Luégo se practica en el tronco del árbol y á poca llistancht op.I suelo, teniendo el cuidado de estropea.r lo menos posible las fibras del vegetal, una caviùad ó cámara capaz de contener la cantidad suficiente de solución. En contorno de esta cavidad, y de manera que se envuelva tooa la circunferencia del árbol, se adapta una ('specie de bolsa, ó m~jor dicho, de manga circular, hecha de una. tela grucsa ":,'bastante fuerte para retClH'r la. mezcla preservadora, la que se coloca en un barril y cerca del árbol para pasarIa á la manga por medio de un tubo de caucho. El líquido preservador, llevado por el movimiento ascendente de la sa,-ia, suhe hasta el extremo superior del {trbol en un período corto de tiempo, que varía según la edad y la clase del vegetal. 2.0 Este Sl:' funda en introducir en la madera la solución cobriza, por su propio peso; se usa con ventaja cuando el nÚmero de postes no cs muy considerable y son de las menores dimensiones (nÚmero 3.) Inmediatamente después de. cortados los postes, se colocan paralelos entre sí y con la extremidad lilás gruesa sobre un andamio, de manera que formen un ángulo de 450 con la horizontal; antes se les pra<:tica en esa extremidad un hueco para adaptar á él un tubo de forma cónica, que sirve para depositar la solución, y renovaria á medida que ,a penctrando en la madera. Dcspués do algunas horas, se nota que la savia principia á salir por la extremidad inferior de los postes, á causa de que ellíquioo preservador va reemplazándola, en virtud ùe su propio }Jesoy por efccto de la capilaridad. Los postes de cinco á siete metros de longitud, se inyectan en 5 días, término medio; pero á los de ma~'ores dimensiones no conviene aplicarles este sistema por lo lento. 3'! Estriba este en hacer penetrar por presión el sulfato de cobre que ha de reemplazar la savia del árbol. En este caso, hay que usar un aparato quo se compone de un receptáculo colocado sobre un andamio de sicte Ú ocho metros de altura; este receptáculo se alimenta, por medio de una bomba, de unas pipas en que se prepara la solución. Un tubo de cobre ó de plomo se desprende del receptáculo y viene á unirse á otro tubo, dispuesto horizontalmente y cuyo largo se calcula segÚn el nÚmero de postes que se quieren inyectar en cada operación; á este tubo horizontal van soldados otros pequeños de gutapercha, terminados en un cañoncito oe cobre por el cual se iutroduce el líquido en el poste. Los postes que se desearen inyectar se dt.;jarán con su corteza, se colocarán paralelos entre sí y en dirección perpendicular al tubo principal. La parte más gruesa del postc ó sea la base del árbol, se apoya sobre un travesaño horizontal, colocado á un mctro de altura sobre el piso; y la parte delgltda, en una canal puesta al uiveI del suelo, para que corra el líquido después ùe atravesar el poste en el sentido de sus fibras. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELf:GRAFOS y TELÉFONOS. 5 Se facilita la introducción <leI líquido preservador, cortando al poste, en la extremidad más gruesa, una sección do uno ó !los centímetros de esp,~sor, para destapar bien los poros de la madera:.¡ adaptarle allí una especie de manga para que el líquido obre sobre la mayor superficie posible; SH comprende que la manga debe quedar perfectamente asegurada al poste, d,; lo contrario, el líquido se escaparía por la presión constante de la columna que forma de siete á ocho metl'OS. Los cañoneitos de cobre que qued:11len comunicación COll el tubo distrilmidol', por medio de los tubos de g:.ltapercha, se illtroducirán ùien ajustados cn la manga correspondiente y por el hueco que se les deja con este fin. Una ,-ez que se ha;yan colocado los postes ell el aparato, como se ha indicado, se establece la cOl1lunicn.ciÓnCOlie! receptáculo; J' entonces principia á llegar el líquido á la ùase <le cada poste, con la presión necesaria pam penetrar con fuerza y desalojar la savia, que comienza á salir illmediatamente por la extremidad delgada. La altura del receptÚculo, de donde baja la solución á los postes, se gradÚa de acuerùo con la longituù de éstos: para postes de 8 á 10 metros de largo, la altura .lehe ser de 9 á 10 metros; pues si se coloca más alto, da ulla presión demasiado fuerte, y el líquido recorre el poste sin producir el efecto que se desea; ~' si se deja á poca altura, la solución no penetra bien ell todos los poros de la madera, ó requiere mucho tiempo para que obre debidamente. Para postes de ocho metros de longitud, la duración media de la inyecci6n es de 3 días, pero varía segúll la clase de madera. Cuanùo la longitud de los postes es muy considerable, hay neecsidad de in~'ectarlos por sus dos extremiùades. Ila solución de sulfato de cobre 110debe ser ni demasiado concentrada ni muy pobre de sal. La prá.ctica ha demostrado que, para obtener buen resulta<lo, deben mezclarse 100 kilogramos de agna COll uno de sulfato de ce·bre; esta mezcla marca Ull grado en el areómetro <leBeaumé, y basta introducir cinco y medio kilogramos por metro cúbico de madera. 10. Observaciones-Elllos países donde hay estaciones, se Mostumùra. el'~gir ciertos meses del aîio para cortar la madera que se quiere inyectar, á fin de hallar la savia en sn mayor estado de fluidez, para faeilitar la operación; tampoco dejan transcurrir mucho tiempo entre el corte y la inyccciÔn, porqne la savia principia ÍL eoagularse de las extremidades ha{JÜLel centro del palo, más ó menos rápidamente, según la estación. En todo el m es de MaJ'o inyectan las maderas cortadas ell Enero, Febrero y Marzo; porque en los meses que preeedell :í ]a caída de las hojas, la savia adquiere su mayor fluidez. Debe tenerse en cuenta que los árboles jóvenes se prestan mQ.jorá la inyección que los de cierta edad; y que si, de conformidad con los métodos de,scritos, se tiene el cuidado de verificar la operación tan pronto como se corten en la estación de la savia ascendente, los postes se preservarán, durante muchos años, de su destrucción. En fin, á los postes conviene da,rIes por separado una capa de brea, la que, aislándolos completamente, 101~ abrigará contra todas las influencias exteriores, hMiéndolos, por de· cido así, impermeables y de duración indefinida. Ya hace más de 40 años que se acostumbra en Europa la inyección, pllJ'a la conservMión de los postes de los telégrafos y de las traviesas de madera de las vías férreas; Úuieamente así es como han podido con serva,rse, y se conservan de la humedad y de su descomposición final, las construcciones establecidas en terrenos flojos ó sometidas á la Mción incesallte de las aguas. Ha,)' otros muchos métodos para inyectar las maderas, entre los cualcs se cucntan el debido al ingeniero señor Breant y el de los seíiores Lege & Fleury-Peronnet. Ambos procedimientos, aunque de uso muy común en Europa, nos abstenemos de describirlos por lo costoso de IOEIaparatos quo requier~n. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 6 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 11. Preparacl6n de sulfato de cobre-Como la solución de sulfato de cobre es, por muchas razones, la preferida para la inyección de los postes, es conveniente indicar los medios más económicos y sencillos para obtenerla. Ray un procedimiento muy propio para. los mineros; si no es nuevo, por lo menos tiene la ventaja de la economía y de poder utilizar los enormes 1;()rrcros que se forman con el tiempo al rededor de las minas; terreros que las obstruyen, que las invaden poco á poco y que á veces acaban por enterrarlas completamente. La primera é indispensable condición para utilizar los 1;()rreros en la preparación del sulfato de cobre, depende de que el soroque ó materia pétrea, separado del mineral propiamente dicho, contenga una cantidad suficiente de sulfuros de cobre; es decir, piritas, Ó sea lo que vulgarmente llaman bronces; porque son precisamente esas piritas de cobre las que, por oxidación, dan lugar á la formacióu del sulfato de cobre. Si los terreros llenan la condición, se puede proceder del modo siguiente: se construye, en seco, con los soroques del terreno, un muro en forma de terraplén, y de altura. 'jT extensión proporcionadas á la superficie de terreno de que se puede disponer. El piso en que descanse este muro de piedras secas, ha de inclinarse en pendiente suave hacia uno de sus extremos. Al formar esta masa de piedras debe tenerse el cuidado de dispoueruna ó más galerías ó corredores, poco anchas y que atraviesen la construccióu en todo su largo; al suelo de las galerías se le dará forma de canales y de modo que, siguieudo la pendiente natural del terreuo, vayan á terminar en un depó8ito común, poco profundo, pero de la mayor superficie posible para facilitar la evaporación del líquido que ha. de recoger. Dispuesto así el muro, sucederá lo siguiente: por la acción permanente del aire sobre las piritas, el sulfuro de cobre se transformará insensiblemente en sulfato de cobre; sal que, como se sabe, es muy soluble en el agua. Si se tiene el cuidado de construir el muro en la estación seca, cuando llegue el invierno, las aguas pluviales, infiltrándose por los intersticios de las piedras, atravesarán sin dificultad la masa entera, la lavarán incesantemente, disolverán el sulfato de cobre que se llevarán consigo, siguiendo las paredes del corrcdor ó galería para reunirse en las canales; de las cuales, si~uiendo la pendiente natural del piso, iráu á parar al depósito oomún, en forma de solución de sulfato de cobre. Si en el fondo del depósito se disponen de distancia en distancia unas faginas Ó ramajes de leña seca, se agruparán allí y se recogeráu fácilment~, tanluégo como la evaporación natural del líquido sc ha,\-a,efcctuado, numerosos y magníficos cristales de sulfato de cobre. Si se cree muy tardío el procedimiento anterior, pllede obtenerse rápidamente el sulfato de cobre de las piritas citadas, quemándolas al contacto del aire, á fin de que el oxígeno que absorben nurantc la calcinadón, las transforme en sulfato de cobre. Terminada esta oxidación, ba-sta concentrar las aguas del lavado y d~jarlas cristalizar. De los demás métodos para la. preparación de esta sal, indicaremos, por último, el siguienb~, quo es muy expedito: tómense trozos viejos d('\ 00bre, calderos, candeleros, on una palabra, cualquier ohjeto ne cobre que no sirva; en seguida, mójense y polvoreense con flor ne azufre. ]i]l cobre preparado así, póngase en un horno de reverberación y caliéntese hasta el rojo; al principio se producirá sulfllro de cobre; pero si se continÚa calentando, el ácido sulfuroso se transformar{L pronto, por la acción del oxígeno del aireLen ácido sulfúrico, y éste dará lugar á la forma~i6n del sulfato de cobre. ~l cobre calient~ aún, se sumerge con rapidez en una vasija llena de agua, y el ¡mlfato de cobre se disolvcrá. Se puede repetir luégo la operación, hasta. que todo el metal haya pasado al estado de sulfato. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS 7 y TELÉFONOS. II ICESIS'.l'ENCIA DE LOS POSTES. 12. Desde el punto de vista de la. economía "J' solidez de una línea telegráfica ó telefónica, es de suma. importancia saller el límite de la resistcneÏa de los postes, para determinar sus dimensiones en los diferentes casos y colocarlos como puedan tl'a.bajar rn~jor. Si ollservamos un poste colocado verticalmente, llien asegurado en el sucIo y sometido á Ulm fuerza horizontal aplicada en su extremidad superior, notamos que se desvía en la dÍl'eeción en que obra la fuerza; que por este desvío las fibras de la madera se dilatan de nu lado y se comprimen del opuesto; y que termina por romperse, si el movimiento molecular de sus fibras, producido por la fuerza, pasa. el {-imite de elasticidall de la madera. Cuando la fuerza que obra solH'e el poste no prolluee movimiento molecula,r que pase este límite, uua vez que cese Sil influeucia, recobra aquél su posición primitiva, cn \"Írtnd de la elasticidad, y no se nota ningún desgarramientD en las fillras. La fuerza ollra siempre con mayor energía en la, sección del poste situada á flor de tiena, ó sea la de empotrmnientoj porque con relación á ella es que su brazo de palanca tiene mayor valor; "J' si hay ruptura, se produce allí cuando el poste tiene el mismo diámetro en SlIS dos extremos ó, mejor dicho, cuando es de forma cilíndrica. Si el diámetro de la sección inferior del poste es muy notable respecto á los de las otras secciones, presenta mucha resisterwia; y la ruptura se efectúa, en caso de hallerla, en otra sección que no es la de empotramiento y que puede determinarse por medio del cálculo, sicmpre que se dé la forma del poste. ~ 13. (;áJculo matemático - Supongamos que tenemos una pieza MA', de forma cualquiera (Fig.1 ~),empotrada en su extremidad AA' y sometida á ulla fuerza HF, normal á su cje. Por la acción de esta fuerza, las fibras de la madera se comprimen del lado que obra y se dilatan del lado opuesto, salvo las que se hallan situadas en la línea que pasa por el centro de grayedad de cada sección trasversal de la pieza, las (males conservan su forma primitiva y se denominan, por esta razón, fibras neutras ó invaria,bles. M K ¡¡:llL. F -7' ·1 , I IT~ N C °h • . ~ .JiA~.~··1 ~~·1 - . 1 I: \ l ~.- - i: l~ - At Fig. 11~ tamente Ahora bien: una sección cualquiera DO . soporta IlII esfuerzo ó momento F X L, llamando F la. fuerza HF, y L su brazo de palanea, ósea ht <iistanl'Ïa. BC de la sección al punto de aplicaciÓn Ile la f1wrza. Para qne la pieza no se fracture ]lor la I.-lecciónconsiderada, es preciso que ésta oponga al momento F X L una resistencia igual, producida por la cohesión de las moléculas, la q ~le se denomina momento de elasticidad de la 8eceión. La resistencia total de cada sección, es igual á la suma de las resistencias parciales de todas las moléculas que la componen; pero COlllOtodas 110 puodell ollrar con igual energía, porque Ias situadas á mayor distancia de Ias I fibras invariab~es se dilatan ó se contraen más, , á causa del mayor esfuerzo que soportan, debemos tener esto en cuenta, para deducir Correc- la expresión -. ~!, que n nos da el momento de elasticidad de toda u~a sección, y en la cual H, representa la fuerza que produce el alargamlCntode las fibras más ùjanas ó sea Ia tl!n~ión; n la distancia de las fibras neutras al punto más separado de ellas i IS I el momento de inercia de la Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 8 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. sección, tomado con relación á las fibras neutras. Este momento do inercia equivale á la suma de los productos de los elementos w de la superficie seccional, multiplicados por el cuadrado de su distancia v á la línea de las fV 2 fibras invariables; por tanto, 1= dw. Así, pueR, para que la pieza no se fracture por la sección DC, de que tratamos, es menester que su momento de elasticidad RI, sea igual al momento de la fuerza F, tomado n con relación á la misma sección, y entonces llegamos á la ecuación de equilibrio FL = RI (1), de donde podemos deducir, ya la tensión R de las n moléculas sometidas á la mayor compresión ó tensión, ya la fuerza F, que se puede aplicar á la pieza y á la distancia L, para que la tensión R no supere el límite de seguridad. Ouando la tensión R llega al límite de elasticidad de la materia que forma la pieza, hay deformaeión ó ruptura; porque las moléculas se desorganizan, se desagregan, y aun cuando la fuerza F cese de obrar no restituyen su posición primitiva: jamás se debe llegar á ese límite en la práctica. De la naturaleza de las sustancias depende la menor ó mayor resistencia de las fibras á la compresión ó á la extensión; y de la observación se ha deducido que el valor de R no debe pasar, por metro cuadrado, de 600000 kilogramos para la madera, ni de 6000 000 para el hierro forjado. Mientras no se supereu estos límites, las piezas de las sustancias indicadas conservan toda su elasticidad; y la fleoha, es decir, la. distancia del puuto de aplicación de la fuerza, después que ha obrado, á su posición primitiva, es f= :~;: (2). En esta fórmula F, I y L tienen la misma significación que en las otras; E representa el coeficiente de elasticidad de las sustancias, y equivale á 1200000000 para la madera:,' á 20000 000 000 para el hierro. Considerando diferentes secciones de la pieza y calculando para cada una, por medio do la fórmula ( 1), el esfuerzo ó tensión, soportado por las FLn fibras extremas, R = -1- (3), se nota que no es constante y que hay una para la cual es mayor. Por tal razón se la denomina seooión de. ruptura; para ésta el valor de R no debe pasar en ningún caso el límite ya indicado. También se puede calcular la forma que se le debe dar á la pieza, á fin de que el valor de l{ sea el mismo para todas las secciones; así se obtiene la forma más conveniente y racional: es decir, la que con determinada cantidad de materia presenta mayor resistencia. • 14. ApIltadones-Estudiemos la forma cilíndrica, quosuele ser la de los postes. En este caso, cada sección es un círculo; si designamos por r el radio, tenemos n=r, y el momento de inercia. 7Tr4 f v'dw con relación al centro, 4FL será: I = -4 • Sustituyendo en (3) este valor de I, tenemos: R = --, (4) 7Tr Como r tiene el mismo valor en todas las secciones, por ser cilíndrico el poste, la sección de ruptura será la que corresponda al ma;yor valor de L, que no es otra sino la de empotramiento. La mayor fuerza F que se puede aplicar entonces á la extremidad snperior del poste, la da la ecuación (4), reemplazando L por la altura del poste, y R por el correspondiente valor dado ya atrás. Cuando se conocen la fuerza F qne ha de aplicarse al poste y la altlll'a L, se puede calcular, haciendo uso de la misma fórmula, el valor que debe dársele á r. • 15. ()onsl4eremos lIn poste ,t6nlto para completar este estudio. LIa· Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 9 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. meIllos H la distancia. A R (Fig. 1~)de la sección de empotramiento al punto de aplicación de la fuerza F i a" el radio de la sección E A de la bas'3i b, el radio de la sección K Bi x, el radio de una sección cualquiera CD; é y, la distancia e B. Ahora y representa á L, y para poder aplicar la fórmula (4) es preciso hallar su valor en función de las cantidaH (x-h) des H, a, b y x, y tenemos: y = . h ( 5). Para hallar el e:sfuerzo (t- en (4) IJ por el R, ~Ioportado por la sección cuyo radio es x, reemplazamos valor encontrado para y, y r por x, y tenemos: TI l{- 4F ( - (X-b)) a-b rrX 3 = 4FHjx~~L rrx' (a-b) .. _(G) R varía de valor eu las diversas secciones, pero cuando x = ~b, llega fi su maximum. Ahora, para saber á qué distancia queda del punto de aplicación de la fuerza 1<', la sección en la cual H, ob~iene su mayor valor, susti• > tUlDlOS • _ en (5) x por,- h,y tenemos. • _ y - II ( ~ h-b) a-b Hb = 2 (a-b) (7) Así queda determinada, en un poste cónico, la. sección que sufre el mayor esfuerzo, que es la que dista del punto de aplicación de la fuerza F, el valor (7) de y, y la qne tiene uu radio igual á ~.b. La tensión R, para esta sección de que tratamos, la podemos deducir de la ecuación ( 6 ), poniendo en lugar de x su valor ~-b, y queda: - R 4FII ( ~-b-b) rr(}b)'(a-b) _ - 8 X 4 Fnb 2x~7rrb'(a-b) 1GFH =2'77Tb2(a-by- .. ·· (8) De esta ecuación (8) podemos sacar el valor de F, y entonces sabremos )l~ = 27rrb1Ga-b li ... (9) 2 que la mayor fuerza que puede soportar el poste es: F ( Valiéndonos de la ecuación (9) podemos deducir la forma que cOllviene darl.e al poste para que, bajo cierto yolull1en dado, se le pueda a.plicar la mayor fuerza posible. Para obtener esto, suponemos que el radio a de la basl~ es constante 'J' que el radio li del yértice es variable; entonces notamos y b~~llamos con facilidad que el valor de b que hace en (!) maximum el de F, es ~-a. Sustituyendo este yalor de b en ( !) ), resulta: F == 27rr(~-a)2(a-~(t)R 1GB Finalmente, obtenemos: 27rrx4 a'R rra' R 9 x 3 x 1GtC; de donde F = -4n- podemos sacar de ( 10) el valor de R para ----(10) este caso, ~ 4FR R = -'-3-. ----. (1l) rra En consecueneia, la forma más eonveniente para los postes, es aqnella en que el radio de la sección correspondiente í\l punto de aplicación de la fuerza, es igual á los dos tercios del radio de la base; entonces la sección de rupwra es exactamente la de empotramiento, y la fuerza que se puede aplicar la ùa la ecnación ( 10 ). Para hacer uso de la fórmula (9 ), es preciso que la base sea mayor que i a; porque de lo contrario, la sección teórica de ruptura vendría á queùar ~itua.<la debajo de la de empotramiento. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 10 TELÉGRAFOS Y 1'ELÉFONOS. Ouando d radio de la sección del vértice del poste es ma;yor que} a" a fuerza :F >.10) no varía; pero si es menor disminuye :" la sección de ruptura vieno ,t <¡uedar situada á cierta altura sobre la de empotramiento. 16. ¡"orma de los postes-Del cálculo matemático se deduee que á una pieza do mllllera (nÚmero 12), bH:jo un volumen dado, tal como un poste telegr:ítico, se le puede aplicar la mayor fuerza cuando el diámetro de la sección corrl'spondiente al punto de aplicación de la fuerza, es igual á los dos tercios del diámetro de la de cmpotramicnto; si ha:r riesgo de ruptura, se prollucirú en su base. Cuando el diámctro de la sección del vértice del poste aumcnt.a, cI de la basc tiene que disminuir para que se conserve constante el \'OllIlI1CUy la ruptura ocul'1'irá también cn su base, pero COllun esfuerzo menor. Si 01 Iliámetro Ile la sección superior disminu:,'e, aumenta el de la base por la l'lIzón iJl(licada, y en este tercer caso la ruptura no se produce cn la sección de empotramiento, sino á cierta altura sobre ella, y siempre bajo un esfuerzo menor del que es preciso en el primer caso. Cuando la fuerza 110 obra. en el vértice del poste, sino á cierta distancia de él, COIllO la N (Fig. 1~), por ~jemplo, su acción es necesariamente menor; porque su brazo de palanca disminuye, y asi la pieza pnede resistir una fuerza tanto ma.vor cuanto más bajo quede situado su punto de aplicación. En e~tas circunstancias, la altura del poste queda representada por la distancia dc ese punto á la seeción de empotrallliento. Es indispcnsahle que los postes tengan en cI vértiee un diámetro igual {t los ¡Jos t{'reios del de la hase, tanto porque a,.,í rcsisten más, según que¡J¡\ demostrado, eomo porque los hilos telegráficos sc eolocan siempre en la parte superior, en la clu.l, en una extensión de dos metros, varía muy poco el diámetro. Todo csto cOlllpleta, del modo siguiente, las dimensiones de los postes indicados antes (nÚllIero 3). Altura Diámetro Diámetro _ - - . - - - - .. 5, H, 7, 8, 9, 10 metros, á 1m de la base 10, I:!, 16, 18, 20, 22 centímetros. en el vértice .. _ 7, 8, 1I, 12, 14, 15 id. Si entre los árboles que se eligen para sacar los postes, hay algunos que no alcanzan ó pasan las IlinlPn:siones anteriores, se calculará fáeilmente la fuerza que plIeden resistir, a.plicallllo la fórmula 4, (nÚmero 14) R7T1"3 F=-4L- en esta forma: Ejemplo. ~ Qué fuerza horizontal F podr{t aplicarse con seg-uridad en el vértice de un poste cilíndrico de 14 eentímetros de diámetro, 6m5 de largo, y enterrado 1 metl'O hajo el suelo ~ 'l\mernos: l{ = 600000 kilog"l'allloS (nÚnll'ro 13); 1"=om07; ;r = 3.14, Y ___ L=6 _ ~ ~ ..5-1-.).D. Cuando ' 101 .. tanto. X se COIlOCl'nla fuerza F y e1largo minar su l'aCl,10 1", :1 ' _ (i(lO non x :3.1·1 x n _07 l' ------4---r:---"'---- u.o _ - <) • ~tlkg ..H. Il del poste, se }luelle deter- '1 o uso II e Ia nll~nta . ". I a, aliI: . r =v;J/( 4FL) haelOnl 101'I11U ;rj{,- Ejemplo. ~Qué rlulio r dehe tl'llI'r Ull poste de, (j'"fl ¡Je largo, y entcrrado 'I metro b~jo ci suelo, pam q Ile resista en el vértice perfectamente una fuerza horizontal de 2tlkg,371 Aplicando la fórmula anterior, _ r - ,11 IV r: 4 <)(\ ••.)-.>I xu_a __ X_" ( 3.14x600 000 oùtcnemos: ) __ 0'0000·3·4-3- =om07 - y • Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 11 TELÉGRAFOS Y 'l\ELÉFONOS. Las fuerzas que se pueden aplicar con seguridad mcnsiones ya indicadas, son estas: á los postes de las di Altura de los postes. _.... _... 5, 6, 7, 8, 9, 10 metros. Enterrados á una profundidad de 1, 1.5, ] .5, 1.5, 2, 2 metros. en el vértice .. 14, 22, 41, 50, 64, 75 ~ Fuerza aplicada ~l:del vér~ice 19, 2~, 50, 60, 75, 85 kg. Hl_. 29, 30, 64, 73, 90, 100 ~ a 2 del Los postes delgados deben colocarse siempre en las líncas rectas y en los l;ramos cortos, es decir, donde no tengan que soportar mucho esfuerzo. 17. Tjrantes-Los casos que sc presentan de varios hilos conùuctores colocados á diversas alturas sobre un poste, ó mejor dicho, de varias fuerzas aplicadas á él, se pueden reducir al de una sola fuerza igual á la resultante de todas, y que obra en el poste en UII punto fueil de determinar, llamado punto de aplicaei6n de la resultante. Si se trata, por ejemplo, de un poste de 9 metros de altura, que sostietm siete hilos de un mismo diámetro, separados entre sí Om.50 y el primero colocado en el vértice, se puede considerar, sin inconveniente, como punto de aplicación de la resultante, el punto medio de los hilos extremos, es decir, el situado á 1m.50 de su extremidad Huperior. Si el poste queda estableciùo al principio de una recta del trazo, sin fuerza alguna que lo equilibre, y cada nno de los siete ldlos tendido con una tensión de 13 kilogramos, BU resistencia debe ser suficiente para tolerar la resultante, que en eBte caso t~ndrÍa un valor de 91 kilogramos (número 16). Ocurre también con frecuencia que sea preciso instalar el poste en una curva ó en un ángu.1o del trazo de la línea, lo que necesariamente hace que los hilos varÍElll de dirección, y entonces la resultante alcanza un valor relativamente notable y tiende, en consecuencia, á desviar el poste hacia el lado de la. curva, ó del ángulo. Bn estos casos la resistencia de los postes comunes es poca, considerada de una manera permanente, y es el momento de ocurrir al uso de los tirantes, para ayudar al poste y tlarle estabilidad á la línea. Consisten los tirantes en uno, dos ó más alambres cntrehlzados que, partiendo en el poste de la sección correspondiente al punto de aplicación de la resultante y en sentido opuesto á ella, van á asegurarse al suelo y á distancia de 3 ó más metros. Cuando en la dirección que debe llevar el tirante se encuentra un árbol, un edificio ó cualquier otro objeto que permita asegurarlo sólidamente, so aprovechará, de lo contrario, veamos cómo se debe proceder: á una, distancia de 3 ó más metros de la base del poste, según su altura, yen la dirección quo se ha dicho, se abre UII agujero en el suelo de unos Om.50 {l Om.80 de profundidad, luégo ulla de Ias extrem:dades del tirante se ata ó asegura al poste en la sección de la resultante, y la otra se amarra bien á una piedra de regular tamaûo, teniendo clÜdado de igualar la longitud de Jos alambres que lo forman, para que el csfuc::,zo quedo repartido entre todos: en seguida se introduce la piedra en el agujero y si el tirante queda flojo, ¡3e tesa torciendo sus hilos; finalmcnte, se acaba de rellenar el agujero con cascajo y tierra muy bien pisoneados. Ta.mbién se forman los tirantes de varillas de bierro galvanizado y con tornillos que permiten graduar su longitud; la forma de éstos es variada y colocación depende de ella, pero en lo general no ofrecen ùificultaù. Olmo los tirantes ticnen por objeto combatir la acción que <'jorce sobre ost;e la resultante de las fuerzas, se comprende que deben instalarse es de que esté en acción dicha fuerza y porque así lo exige el orden de rlLbajos. 'lIando se presenta el caso de que no sea, posible situar el tirante -le d~ia explicado, conviene colocar dos de manera que la prolonga~ la. fuerza que se quiere comhatir, ven gil, á ser la bisectriz del ánEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 12 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. guIo que formen, ó se aproxime á ella cnanto lo permitan las circunstancias locales. La figura 2~ representa, ell proyección horizontal, el poste P, los tirantes PT y PT', los alamhres ó hilos conductores de la línea PL y PL', :" PR resultante de las fuerzas qné oùrau en el poste. La figura hace ver claramente que en la dil'l'eeión marcada por la línea l'S, prolongación de UP, dehe eoloearse el tirante y que cnall<lo l/Osea posihle haeerlo así, se instaleu los timlltes p'r y PT' de manera que el ángu]o 'l'PT' que forman, qnede dividido por la Iíllca l'S, ósea ht prolongación de la resultaI/te HP, en (los Anglllo.s iguales TpS y SPT', flara qne quede bien repartido entre arn bos el esfuerzo. Fi~, 2," Con el sistema de tirautes los postes pueden resistir muchísimo, porque entonces la fuerza que actÚa sohre ellos se trasmite por el tirante al punto de apoyo fijado en el suelo, y el qne siempre se elige como para soportar una fuerza mucho ma;yor. Los postes pueden resistir hasta ellírnite superior, cuando la tensión del tirante ó tirantes es igual, en intensidad, á la resultante de las fuerzas qne obralI sobre ellos. Claro está que en esws casos la seguridad de los postes y, por lo tanto, la de la línea eutera, depende de la buena instalación de 10s tirantes; en consecuencia, esta operación 110 se confiará sino á ohreros inteligentes y adiestrados que sepan ~jeentarla con maestría. 18. Instalación de los Ilostes - Después de preparados los postes, de acuerdo con el sistemall ue se crea mÚs del caso para asegurar sn conservación, se distribuyen en todo el trazo de la línea, d~jándolos en los puntos marcados de antemano ó cerca de ellos para instalarlos. Para instalar un pasto, se practica en el piso un agujero de una profundidad y de un diámetro proporcionados {t su longitnd y grosor (nÚmero 16); luego y ya colocado on él el aislador ó aisladores y el par¡trra;yo, si es qne debe llevar, dos 6 má,s peones lo levantan {t brazo y, ayudados de un puntal de 3 Ó lIlás metros de longitud con uu arco de hierro en su extremidall snperior, lo introducen en el agl_~jt'I'OtratalHlo, por el moment{l, de dejarlo próximamente vertieal; en seguida, se principia {t rellenar el resto del agujero con piedras y tiel'fa, de manem de ir forma nllo capas de ,'einte centímetros de espesor, mu,V bicn apretadas con nn pisÓn y teuien(lo el cuidado de que el poste qllede perfectamente ít plomo tleS[llHís de pisolleada la Última capa, la que debe de quedar á Ilna altura <le diez centímet.ros sobre el nivel del suelo, para evitar que las aguas lhl,'ias se <lepositen en el contorno de la base del poste. Siempre debe buscarse piellras para. rellenar el agnjero y cascajo menudo con tierra para llenar los huecos qne dejan las primeras. Si el plinto destinado para instalar el poste queda situado eu uua roca, se hacen saltar con dinamita las partes que estorben, y se cOlistru~rc uu zócalo con hormigón ó malllpo~tel'ia al cllal se fi,ht. Estos casos sou excepcionales, pues en lo general se tratan de evitar por el mayor trabajo q implican .Ylas deSVl'lltajas Ile que aùolecen. En los terrellos poco sólidos ó removidos, es necesario consolidar n viamente el pi¡;;oCOlimampostería ó enterrar á los 1a(10s del posto, hori' talmente ;}-á regular profllIHlill:lll, pipzas de madent <Ill1m á 2m de J. Tamhién suelen lisarse, para darle estaùilidad {t los postes, tornapu puntales de madera con disposición pam cOlltraln~star la fuerza que á desviarIos. En ocasiones hay necesidad de colocar los postes co Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONo"S. 13 muros, entonces el agujero del suelo pnede dQjarse poco profundo, siempre que se aseguren al muro con anillos de hierro; y si deben ir colocados á cierta altura del piso, porque así lo exija la línea, su parte inferior debe reposar en un regatón de hierro hien ùispuesto y aùherido al muro. En suma, los métodos para la colocación é instalación de los postes, deben llatisfacer constantemente las condieiones de solidez y estabilidad, y pued,en variar según las circunstancias, dc suerte qne la prinCipal ~lIía, para operar con acierto, depende de los conocimientos qne suministnt UDlLpráctica scguida y raciollal. 19" Postes pareados - Este nombre se les da á los formados con dos postes comunes, unidos en sus vértices por medio dc abrazaderas de hierro y sepamdos ell su parte inferior nna cantidad pro:¡>orcionada, á su longitud; esta sqmración es ordinariamente de Om.30 á 001.0;). Entre las dos piezas se colocan dos ó más cufias de madera, bien aseguradas. un poste de csta clase, arreglado convenientemcnte, resiste ll1ucho, porquc equivale á uno dEl hel.3 dimensiones que marca el contorno de las dos piezas que lo forman.La pieza situada ddlaùo que obra la fucr;¡,a, se deja inclinada ell sentido opuesto á ella, j" la otra perfectamente vertical. Los postes de esta clase, se destinan para los puntos de la línea que tienen que sufrir esfuerzo eOllsiderable, pues instalados con las debidas precauciones, toleran sin inconveniente una fue,;-za horizoutal de 1000 kilogramos, trahajando á un metl'O de su Vt~rtice. 21), Empalmadura de los postes - Cuando la lon~itud de los postes comunes es insuficiente, para darle á los hilos eondnctores de la línea la altura que requieran para salvar obstÚcnlos, se empalmall dos que den el largo necesario. Siempre debe ensam blal'se el poste más delgado sohre el más grueso en una extensión do dos metros, por medio de abrazaderas de hierro y con una empalmaclura conveDient~. Aunque se ponga muellO cnidado en la construcción de estos postes, jamál~ quedan suficientemente fuertes y cn atención á esto se usan lo menos posible, con su respectivo tirante ~' cu las partes rectas del t1'a7,O. m. Pararrayos - IJas tcmpesta(les suelen ser frecuentes y muy fnertes en algunas comarcas, y para evitar los daños consiguientes en las líneas, es indispensable adaptarles pararrayos {L todos las postes ó á los que se crean más expuestos. :Estos pararrayos constan de una, varilla de hierro gah-anizado, de cuarenta á cincuenta centímetros de longitud, adhcrida ell su parte inferior á una pieza, también de hierro galvani;¡,a(lo, de forma cónica y de diámotro ~uficientc para que, al mismo tiempo que sin"c dc seguridad á la varilla, resgllarde la extremidad superior del poste de las aguas lluvias. De la piez::!,cónica parte un alambre-conùuctor á tierra, formado por lo gmleJ'al con alambre de la misma clase que el de la línea; este eOJldndor (ldw unirse dentro de la tierra {Luna plancha metálica, para q\le llé fÚeil enrso Ú la tierra, á las descargas eléctricas quc reciba cI pararrayo . . La instalación de los pararrayos es sencilla, lo que se l'l'quil'.'(· es indt'pendencia con los aisladores y los alambres conductores de la lÍlll'a, pam evitar los puntos de contacto qne des\'Írtuarían su objeto. Después de instalados definitivamente 108 postes y tl'l'IIl;II:1I108por completo todos los trabajos que ha~- que ejecutar so\)re ellos, se les (la \lna Ó más manos de pintura fuerte, la {lue además de darles Ull lmell aspeeto, contribuye eficazmente á conservar la madera (nÚmero 4.) 22. Postes metálicos Se ha creído convCl1Ïcntc, cuundo la madera es escasa, establecer las líneas telegráficas aéreas con apoyos metálicos, los qu{'/ ofrecen la ventl'.Ja de la maror duración. Los postcs metálico.'! SOIl colnUlllas huecas de [¡jerro, de (3 á 8 metros de altura. La extremiùad inferioe v'a empotrada ('Il un cimiento ó zócalo de mampostería, y hl. superior lleva. los aisladores, los que se coloean á fayur de ulla pieza de madem ó de hierro Este librodispuesta fue DigitalizadoalPorcaso. la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ~7 14 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. Algullas ,cces les dau á estos postes la forma de doble te, ó sea de una cruz á su 'lección tra.sversal; y si se colocan de manera que la resultante de las fuerzas que soportan, obre segÚn uua de estas aristas, se obtiene su mayor resistencia. Diversidad de opiniones reinan en favor y en contra del uso de 108 postes metálicos, basadas, principalmente, en razoues de economía.y solidez, sin embargo, su empleo se hace necesario en ciertos casos, y por lo tanto, deben estudiarse y no desecharse por completo. .En Lima la Compañía coustructora de telégrafos, lIa empleado postes metálicos del sistema Hamilton; llevan el ~tisladoren su vértice cuando la línea consta de Ullsólo hilo conductor. 23. Postes naturales - Pueden llamarse así los árboles completamente desarrollados que se encuentran en el trazo de la línea cuando SOil corpulentos, de bucnas maderas, bien situados para colocar cómodamente el aislador.v que por ningún motivo están expuestos á derrumbarse. Además, el di{tmetrode su base BO debe ser menor ùe 0 .60 á 0 .70,Ysu altura suficiente para poiler situar el aislador {L GOl sobro el nivel del suelo. Los árboles ó palos vivos que llellan las condiciones expresadas puedell aprovecharse comopostes, teniendo el cuidado de arreglarlos autes de colocar los aisladores; este arreglo consiste en despojarlos, con un machcte ó con un serrucho, de las ramas que toquen ó que puedau tocar COllsu desarrollo los hilos conductores, pero de manera que el árbol no pierda con tal modificación su equilibrio ó su vida, porque de lo contrario queda expuesto á caerse ó á destruiI'se pOI'su ba.seCOllfacilidad; cuaudo la vegetación se conserva, la madera permanecc' sana y el árbol bien fijo en el snelo. Los árboles, como postes naturales, deben usarse lo menos posible, únicamente cuando el constructor reconozca que satisfacen todas las COlldiciones precisas y que deban preferirse á los postes comunes, por circunstancias desfavorables á su buena instalación. No estaI'á por demás advertir que en ningún caso se puede hacer uso de un árbol sin previo permiso del dueño, pues además de no haber derecho para tal cosa, queda la línea sufriendo la. aversión de las gentes que se creen perjudicadas y siempre tienen oportunidad de hacer algún daño. Como se creyera conveniente la instalación de los hilos conductores sobre palos vivos, se hicieron varios ensayos sembrando árboles de los más á propósito ;r á buenas distancias; pero los resultados poco satisfactolios que se obtuvieron, según lo observan personas conocedoras, hicieron prescindir de esta. idea; hasta hoy no se tiene noticia de Ulla línea. construida. eu esas condiciones y que funcione bien. 24. Diferentes apoyos-A fin de que las líneas telegráficas no presenten en las ciudades el aspecto desagradable de que adolecen mucha!:!,y con el propósito de aprovecbar, con ventaja, buenos puntos para colocar sostenes, se emplea una gran variedad de apoyos metálicos, COllsus correspondientes aisladores, propios para las poblaciones; en los paseos, por ejemplo, se colocan postes de hierro muy elegantes que vienen á servir de adorno, J' eu las cumbreras, los alares, las cornizas, los muros &~ de los edificios, Keadaptan apoyos de formas convenientes, bonitas y variadas. Con estos apoyos, al mismo tiempo que las líneas quedan en muy hnenas condiciones de estabilidad J' solidez, nunca tienen la apariencia fea que criticamos en las líneas montadas so1Jrepostes enteramente ordinarios, sin piutura, y que estorbau 6 quitan la vista á los balcones y ventanas. Conviene hacer presente aquí, que los postes destinados á llevar los aparatos reguladorcs de las tensiones de los hilos c(,nductores, aparatos de quc hablaremos más adelante, deben ser siempre de mayor altura y más resistencia que los comunes, y para determinar con precisión sus dimensiones, ¡;egún se explicó para los postes ordinarios (número 16), se hallaráEstecon cuidado el vt',lor~a fuerza á que van á qv.edar sometidos. libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 01 01 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 15 III AISLADORES. 25. Entro do~ lugares que distan poco, se puede obtener una regular comuni'::lacióll telegráfica ó telefónica colocanùo los hilos conductores directameDt<~ sobre los postes; pero en el inviel'llo, éstos se humedecen, se hacen buenos eondnctores de la electricidad y, por lo tanto, ocasionan derivaciones en la corriente eléctrica q ne, por lo numerosas, la debilitan demasiado é interrumpen la comunieaci6n. Con el objeto de pre,cnir estas derivacioll€.s cuanto sea posible, para que la corriente eléctrica confiada alhilo conductor conserve sieml'>re su mayor intensidad y obre en todo tiempo en los respectivos aparatos COllla cnergía preeisa, se suSpell<lCll los conductores en los aisladores, piezas que se fabrican, para qne !leuen hien su ohjeto, d6 las sustancias qne tienen mellor poder conductor como el vidrio, la porcelana, el caucho, la gutaperrha &~ Los aisladores tieneR, por lo general, la forma de una campana; .I'U parh~ exterior es una cubierta metálica, destinaùa á proteger las susta,nClas frágilell de que se forma la parte int~l'ior. I.Jacubierta externa, adeuHÎs .de conservar bien lus materias aisladoras, evita que la humedad atmosférica ó de llnvia moje su parte interna en cI pnnto doude va sostenido el alambre conductor, y que se establezca en cI poste, por la humedad, uua fuerte derivaeióll que debilitaría notablemente la corriente eléctrica. 26. t:ondlclones de los aisladores-Los aisladores deben satisfacer, por lo meno.~, las siguientes condiciones relativas á Sil forma y colocación: P Tendd,n siempre un espacio al abrigo de las lluvias y de toda humedad, comprendido entre los puntos dcl aislador que se apoyan sobre el poste y los puntos donde recibe el hilo conductor; ~a serán suficientemente sóli dos para resistir el peso, la tensión y las vibraciones del condnctor j 3~ pequeñof", poco pesados y de fÚcil transporte; 4~ de sencilla instalacio~; Y jj~ de una construcción tal, que, annque snfran algÚn dauo, no 1lerulltan la caída del alambre y que éste pueda, en todo caso, asegnrarse ó deslizarse sobre ellos. También sería de desea,rse que pudiera reemplazarse COli~aciIidad, en los aisladorcs formados de varias piezas, la parte que sufrIera daño. Hasta hoy se ban empleado aisladores de diferentes forma y clases; puede decirse que cada país y cada compañía ha adoptado un modelo especial; pero, según el objeto de este manual, creemos que solo debemos tratar de los más usados, Ó mejor dicho, de los que ban ùado lll~jorcs resultados. 2~. Aislador Brooks-Rste aislador Wig. :3) es sólido y de forma cilíndrica; de su centro sale \lIl gancho dtl hierro G, del cual se snspcllde cI hilo cOllllnetor H; el g'ancho está petfectalllCllte a.segnl'a(lo, ell S11 extremidad superior, }lor medio de un eilllento de propiedades aisladoras mu,Y Ilotahles; cn seguida "iene Ulla pieza de yidrio soplado, cn forma de uua hotdla invertida, la cual rodea el gancho y desempeiía funciones importantes; finahnl'nte, cnbre tOllo lo anterior el cascO e de hierro colado; éste HeYa en áugnlo recto J' formando cuerpo con él, el tornillo T, suficiente Fig. 3. para asegurar perfectament~ el aislador al poste P. El aislador Brooks, además de poseer las condiciones requeridas para ~l buen desempeño de sus funciones, tiene la imoensa ventaja de poderse mst~l;tr en los post<;s co~ especial facilidad; e'l efedo, no exige más que !ln sIDlpl,e taladro. blen ejecutado en el punto cÓ~lYeniente del poste. Para mtroduClr el tormllo T, el casco O sirve de pa,lanca, 10 hace girar y Cll pocos momentos queda el aislador bien instaladG'. -r. Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Este libro fue Digitalizado 16 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. Suele decirse que estos aisladores son malos, porque, se aflQjan y se desprenden de los postes; si estQ llega á ocurrir, no es por defectQ del aislador, sino porque RUillstalación Ó las operaciones previas se han verificado sin el debido métQdo, como hemos tenido oportunid:ld de observarIo; el taladro, por ejemplo, debe ejecutarse CI~ el poste COLuna barrena de menor diámetro qne el del tornillo, para qne éste haga rosca en la madera y quede firme. lIemos venido en conocimiento, por la experiencia adquirida en las líneas construidas con aisladores Brooks, que éstas gozan do varias ventajas sobre las montadas COliaisladores de otra clase, pues los trabajos de reparación se facilitan mucho; exigen sí, limpiarlos con más frecuencia quo cualesquiera ot.ros, porque el polvo que se 1m, adhiere con facilidad, los modifica desfavorablemente. 28. Aislador Siemens - BI aislador p , Siemens, representado cn la figura 4, _l:ie compone de una especie de campana de i zinc C, cou nn apéu(lice TS quo sirve T ,~-, ~'-I,'''I para,fijarlo por medio de toruilloR al poste I ,,' I P; la campana de zinc cubl'e uua seguuda de porcelana; por el centro de ambas sale el gancho G de hierro, asegurado --="<i ; T' -.~ COlicimento aislador. Este aislador ha sido UIIOde los acep'S~--"-lr--u tados por el Gobierno colom biano en la -~ construccUin de sus líneas telegráficas, G '. ·'.H seguramente porque su forma de doùle campana, le da más abrigo al puntQ de . suspensión del alambre conductor Hj pero Flg.4. en cambio requiere el uso de varias herramientas y cuidados que lo exponen á quedar mal colocado; por otra parte, tiene el inconveniente de que se inutiliza, si la campana de zinc sufre algún daño; sería conveniente que esa parte pudiera reponerse fácilmente. Hacemos estas observaciones teniendo en cuenta Japoca atención con que se construyen y conservan nuestras líneas y no por desvirtuar la bondad de este aislador, que siempre hemos considerado entre los que ocupan el primer puesro. Para instalar el aislador Siemens se procede del modo siguiente: se principia por igualar muy bien en el poste la parte donde debe asegurarse; luégo, en esa parte igualada, se marca con un lápiz el contorno del apéndice del aislador que se apoya sobre la madera, y también los puntos donde deben ejecutarse los taladros' para practical' éstos se levanta el aislador y se haœ uso de una broca de diámetro conveniente, para que los tornillos queden firmes. Es indispensable que las superficies en contacto coincidan perfectamente y que los tornillos queden igualmente ajustados, para evitar que el aislador se desvie, se levante ó se desprenda del poste. 29. Aislador de vidrio - La figura 5 indica un aislador de vidrio A, instalado en el poste P. Propiamente, el aislador no consta sino de la pieza de vidrio A, de forma cóncava; hacia su parte media lleva una cintura destinada, como se ve, á reciùir el hilo conductor, el cual se asegura en todo el contorno por medio de otro alambre mas delgado para impedir que el primero se deslice ó separe del aislador. La forma cóncava de su interior evita los escapes ó derivaciones de la corriente eléctrica, porque altera por completo la continuidad de los chorros de agua que caen (bl aislador á la espiga y de ésta al poste. La instalación del aislador de vidrio se principia asegurando muy hien con tornillos la espiga de madera Ej estas espigas se llevan al trabajo preparadas, ùe las d~IOlensionesprecisas y en suficiente cantidad para =.~c~n Ii 11 .' ~i Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 11 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. evita!' demoras. En un todo depende la seguridad del aislador del bnen arreglo y colocación de la espiga; por lo tanto, se pondrá RUIna atención en esas operaciones. Empatar luég-o el aislador, lo más ajustado po· sible, Cil la espig'a, cs cllsa sencilla. El ai~lador dl~ "illt'io es de los más usados en los Estallas Unidos y tamhién de los más ùal'ato~; los result,allos que dan ell la práetica flependen de la habilidad call que se lllan~jt'n. Tamhién se usa en América el aish1110rllalU<lllo lVa.de; en su forma y en el modo de colocarlo, e~ semejante al anterior, diferen· ciándose únicamente por una cuùim'ta de madera quc lleva Call el-ol~jeto de proteger el villrio de los daiioS provenientes de choqnes &" La cubierta de maùera, barni:~ada con brea, recibe el hilo conductor, y se ase· gura en ella del mismo modo que en el aislador ùe Fig-. 5. vidrio. 1]n algunos aisladores de vidrio, la espiga qU(\ los sostiene en vez de ser recta, como manifiesta la figura 5, es de tornillo; entonces el aislador lleva la rosca corre1:lpondiente. Esta dispo1:lición presenta más ventajas. 30. Aislador folombiano - Al seiior Camilo A. Canizosa, de Bogotá, quien siempre ha prestado preferente atención á los trahajos sobre la. electricidad, se debe la invención del aislaùor de la fig-ura 6, formado ùe las siguientes partes: P De una conRola O, de hierro fundido, de estas Largo de la plancba __ __ AncllO de la plancha Grueso de la plancha '" Diámetro de la parte sustentara S. I,argo del perno _ __ _ Di{lInetro del id dimensiones: _. 20 centímetros. 4.5 " _.. '" 0.5 " . _. _ 4.5 " 4.5 " 1. " 28 De un aislador de loza A, que lleva nllll ranura para sostener el alambre, llflhel'i(lo á la consola con un adhesivo de la fórmula de "Siemens," que le da fuerza suficicnte. Las dimcnsiones de csta pieza son: I./argo en corona. _ . 4.5 centímetros. Diámetro en la part{\ inferior . 5.5 Diámetro en la parte superior .. 4.8 Diámetro del agujero del centro 1.8 " " " .l<'lg. ô. 3~ De un capacete K de hierro fundido, independiente de la consola, destinado á resguardar de la humedad el aislador A, y Call las siguientes dimensiones: / r,argo en el centro .Allcbo en el centro Grnesoen los bordes , : __ " -:. ',' '" 12 centímetros . 11 0.5 " " Para instalar este aislador en 108 postes •.la plancha de la consola llel'a dos agujeros en sns extremidades, cn los cuàles caben tornillos ó clavos de un c,~ntírnetro de diámetro. El aislador del s~ñor Carrizosa ya J¡a<siùo fabricado y usado en el país. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 18 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 31. Aisladores dobles - Estos, como lo indica su nombre, se componen de dos campanas de porcelana O, O' (Fig. 7), montadas sobre una armadura de hierro DE que se fija al poste eon los tornillos T. El alambre de la línea A, se as\.'gura invariablemente á las piezas O, O'; luégo, para que no se altere la continuidad del circuito, se pouen en comunicación los conductores A, A, con p} hilo metá· lico H,remaehado perfectamente al alambre telegráfico, como se observa en ]a figura. Fig.7. La instalación de estos aisladores no ofrece dificultad alguna; lo esencial dept'lIde de qne ]a pieza DE querle en posición vertical, y que los taladros para los tornillos se practiquen como se ha explicado ;ya respecto del aislador Siemens. El empleo de los aisladores dobles es muy socorri<1o en las líneas; mucha~ veces suele haber necesidad de establecer solución de continuidad en los hilos conductores, para hacer experiencias relati\-as á la localización de daiíos, ó se ofrece variar ó comhinar de distinto modo su comunicación; estas operaciones vienen á consistir entonces en retirar ó poner el alambre H, segÚn connm~a. Por este moth'o, se comprende que deben ocnpar lugares detcrmina(los en las líneas, cirCIl1l8tflncia que tendrá en cuenta el constructor, para que }lresteu el Illl'jor servicio. 32. Tensores-Para dejar los conductores en los diferentes tramos, snspendidos con tension<,s propon:ionadas á sus diámetros, se usau los aparatos llamados tcnsore.ç, COlila disposición general que enseña la fignra S. A, es \Ill aislador de porcelana que se fija. al poste; tiene forma rectangular, lIen\ su cubierta y se asegura con los tornillos K, de cabeza Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 19 cuadrada y seis centímeh'os de rosca para la madera. R es una armadura de bierro destinada. {t sostener los tornos T, sobre los cuales se envueh'e el hilo conductor H. Los tornos, la armadura &~ son de hierro 'galvanizado. Para tender el conrlllctor con esta máqui::la, se principia por introducir la extremidad H del hilo Cil el aglljerito que lleva cada torno, y se hace, girar con la llave dc tracci6n P hasta que el alambre adquiera la tensión deseada; la rueda catalina provista de su t1'inquete, qne se Ilota en la figura, impide que el torllo retroceda al silfrir la acción desarrollada por :ia tensión del alamùre H, Para aflojar ó quitar el conductor se hace presión en el torno con la llavEl P, para poder' levalltar COli la mano izquierda el trinquete, y lnégo se dt~ja girar lentamente el tOl'110 basta que se desarrolle la cantidad de alambre que sea precisa. En las líneas que emplean estos aparatos, se colocan en postes mayores que los COIllUlles (níuuero 24) y {t distancias kilométricas; Jlues con una separación mis fuerte se necesitè11'ía nna fuerza muy notable para que el hilo tele~rático se deslizara sohre lo~ aisladores intermedios. En 108 ten80res la. COmlllli(~acióll eléct,rica entre las dos extremidades del eowluctor Hl[ queda establecida por los tambores, 108 ejps de rotación &~, pero cOIlviplle aumeutarla COll Ull alambro que puede remacharse á. la línea en los puntos H. 33. 1'eDsores de áDA'ulo-Cuando el tensor debe colocarse cn cI vértice de un {tngulo fOl'mado por el conductDr, es dpcir, cuando en dos tramos continuos el alambre de la línea uo está en elmislllo plano vertical, resppcto del punto desde donde dehe templarse, se emplean los tensores de charnela, que permiten á cada tOl'110tomar la dirt'Cción del alamhre qne va á tellder, En éstos, el aisladol' es nua campana grande de cuyo fondo sale una fnerte varilla de hierro qne sirve para sostener los tOIIIOS por medio de clavijas; COll esta disposición se COlH;ig\lè que gireu los tornos sobre la varilla r se cololJuen siempre en el plano vertical de cada hilo. Tanto á los tensores rectos como á los de ángulo, les dan diversas formas y mecanismos, pero cuall~squicra que seall éstos, creemos que lo dicho basta para manejar cualquiera. de ellos. También se usan tellsores movibles, para colocarlos á regulares distancias, Cilla mitad de los tramos y entre ùos aisladores commit's. Estos tienenel inconvenieutc de que se carga el conductor con un peso más ó menos eOllsiderable, y que por su situación no se :)UedCll manejar cou la misma facilidad qlle los Otl'OS. El alambre. ùebe dar, después de tendido debidamente, doce 6 catorce vuelta,,; sobre los tOl'llOS,lo que proporciona un largo de tres Ó cuatro metros de hilo, l)ue sine para reparar el comluctor en caso de ruptura. A1mque el hilo telegráfico se asegure á cada aislador por mellio de remaches COIllO es costumbre, sobre todo, en el sistema alemán, el empleo de los teusores nos parece indispensable en las olwracíolll's de construceión, para dejar bien tendidos los hilos; para estos usos, tienen formas que permiten retirarlos sin iuconvenicnte después ùe cada olwración . .34. Los telMores, además de los servicios importantes que prestan en la obra de construcción: son, como vemos, Ull grau recurso l'II las operaciones de reparaci6n de daí10s de los conductores. Cuando hay rnptura en el alambre, por ejemplo, se desarrolla el hilo de rèserva que se ha dl'jado en el torno correspondiente; esto permite acercar SIlS extremidades, soldar: las Call facilÍl!ad y darle en el acto la tensión necesaria; de otro Inollo, la operación es siempre larga, y muchas veces se desperrlicia el alamùre en cantirlad de significaeión. :Por otra parte, cuando la Hnea consta de muchos conductores es preciso dejarlos templados de manera que conserveL siempre eutre sí la misEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 20 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. ma distancia; y esto requiere cierta tensión en los conductores, difícil de conseguirIa con regularidad, SiDel auxilio de los tensorcs. Hàsta la fecha en que trazamos estas líneas, no tenemos noticia de que se hayan usado estos útiles instrumentos en la relI tclegrÚfica colombiana. Convendría,que el Gobierno exigiera á los contratistas su empleo y la observancia de las reglas más indispensahles que llodemos anotar ell esta publicación; una nz que el objeto principal que nos proponemos es conseguir, aunque sea cn parte, la mejora. ùe 1lucstros telégrafos ¡.~como consecuencia, un regular seryicio en este ramo, que ya ha absorvido enormes sumas, relativamente. 35. '\Isladores alemanes - La forma de los aisladores alemanes es sencilla. ( Figura 9). Se componen de una campana de porcelana A, provista de una fuertt\ varilla de hierro con tornillo destinado para colocarlo en la extremidad supcriol' del poste. Ell1ilo conductor se asegura al botón B, remachándolo con un alambre. En cuanto á su instalación, este aislador presenta las mismas ventajas que el Brooks. El uso de esta clase de aisladores viene de que en Alemania y otros países se ha creído conveniente remachar el conductor en cada aislador:i suprimir el tensor después de darIe la respectiva tensión, {t fin de que cuando haya ruptura. en el hilo, no venga á tierra en una larga extensión, sino únicamente en el espacio que separa. dos postes; sobre todo cuando la línea consta de varios conductores, porque entonces Se Cl'llZany se altera, casi siempre, la comunicación en todos ó en la mayor parte. Fig. 9. Cuando se establece una línea. de varios hilos con los aisladores de la figura 9, hay necesidad de colocarlos sobre cruceros Ó usar los de la figura 10 para poderIos instalar escalonados en los postl\S-:"á la distancia precisa. El tornillo T sirve para impedir que el aislador gire y afloje el tornillo ma-:,'or. 36. Usladores diversos - Dentro de las oficinas 'Y ell otros lugares espeeiales, no se pueden usar con ventaja los aislallores que dejamos descritos; en tales casos hay qne apelar á los anillos poleas de porcelana (Figura 11). Fig. 10. Los anillos son cerrados como el O, ó abiertos como el A; ambos son muy útiles cuando se saben emplear. Bstos, como los aisladores de loza, para. las líneas telefónicas cortas, se pueden obtener del tamaño y forma que se deseen. ~T • Fig. 11. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 21 También se usan para dirigir los alambres de cobre aislados, poleas de porcelana B (Figura 11) de difcrentes formas y tamaños; SOD los apoyos propios en las casas :i oficinas, para los 11ilo8telefónicos y para los de los timures eléctricos. 37. ";nsayo de los aisladores - El ensayo de los aisladores cóncavos 6 de forma de campana, consiste en examinar si entre el punto donde se remacha ó sostiene el alamb¡'e cOIHluctor de la línea y !lUS otros puntos exteriores, hay uuen aislamiento; es decir, que entre ellos no puede esmuleeerse comunicación eléctrica, á menos que exista un cuerpo metálico extraîïo, ó hendiduras que dejen penetrar el agua; si ocurriere esto, el aislador estará malo. Para n~rificar el ellsayo se colocan los aisladores en una artesa con sus eonca\'idades llcnas de agua acidulada y vucltas hacia arriba; se echa en la artesa agua de la misma, pero sin que el líquido alcance á llegar á. lOllbordes de las campanas; en esta posición se comunica el líquido contenido en la artesa, por medio de un alambre de cobre aislado, eon el polo positivo de una pila eléctriea; el otro polo de la pila, ó sea al negativo, se couexiona al :émbolo izquierdo de un galvanómetro común, para asegura:, en el derecho una lámina angosta de cobre colorado y de suficiente laJ:go. Dispuestas las cosas así, se va sumergiendo la l{~mina de cobre en el líquido contenido en cada aislador; si al ejecutar esta operación, la aguja del galvanómetro permanece fija, los aisladores están buenos, pero si t'n alguno ó algunos se desvía, ese ó esos estarán malos, pues esto depende de que se cierra el circuito formado por el aparato, á causa de algú.n defecto del aislador. Ahora, si se trata de ayeriguar la resistencia relativa de diferentes ainladores, ó sea la comparación del poder aislador de uno respecto de otm Ú otros, se fijan en series de á doce, por lo menos, en postes que los dQjen completamente expuestos á los agentes atmosféricos; en los aisladores de cada serie, se remacha un alambre contínuo de línea telegráfica, al:l,lIlure que se conexiona con una batería eléctrica, el galvanómetro y la tit:rra, si se hace de ella uso. La mayor ó menor desviación que se note en la aguja. del galvanómetro, al cerrar el circuito en cada serie, indica la m;:tyor Ó menor resistencia que poseen, para. evitar los escapes de la cornente eléctrica confiada al conduct~r. De esta operación, que conviene hacer en tiempo húmedo, se deduce por comparacion la bondad de los di ferentes aisladores. Apesar del empleo de los aisladores, jamás se puede conseguir en las líneas eléctricas aislamiento absoluto; la experiencia ha hecho ver que en cada punto de apo.yo hay una pérdida de corriente eléctrica más ó menos considerable, según el estado de la atmósfera y los cuerpos extraños que se depositen en el iuterior de los aisladores; por est~ deben Jimpbrse con frecuencia, prestándoles más atención á los situados cerca de las chimeneas que levantan hollín, sustancia que los inutiliza rápidamente., Todo aislador que se note en mal estado, debe reemplazarse en el acto con otro nuevo. 38. Uegla general sobre la «lolo«ladón de los alsladores-Además de lo que llevamos dicho sobre la instalación de los aisladores, debe tenerse BÎl~mpreen cuenta: l° que en las lineas rect¡ts y de un solo hilo conductor, se colocan, según su clase, en el vértice de los post~s ó alternativaffii~nteá la derecha y á la izquierda de los m:smos; y 2':' que en los postes donde cambia de dirección la linea, se sitúan al lado opuesto dela desviaciÚn; de lo contrario, el alambre trataría de desprender el aislador del petste. Estas dos reglas son las primeras qne deben observarse al tiempo de colocar un aislador J- casi puede decirse que Bon generales. En suma, debe procurarse que todo aislador quede instalado con la disposición natural que reclama su forma, disposición que no es difícil descubrU-. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 22 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. IV HILO!!! CONDUCTOR E!!!. 39. De los metales conocidos, el cobre y el hierro son los que han elado mejores resnltados para la fabricación de los hilos telegráficos y telefóuicol':! encargaclos ele comlncir las c(lITieutes (·léctricas. El cobre pospe un poder (~onductor t~asi side Vecl'S mayor que el hierro, y se prefirió anles en la construcción de todos 108 hilos l'léctl'icos, pero su poca resistencia á la ruptura y la pérdida de sn elastieidad por la acción de los ageutes atmosféricos, hasta el punto de bacerse quebradizo, limitarou su empleo y boy Úuicarnellte se nsa en las oticinas para establecer las concxioltes con los corresflondientt·s fl paratos. En las Iíncas subterráneas, si se ba continuado usando, porque los incoJl\'enientes apuntados para las aéreas desaparecen en éstas, cuyas condiciones de equilibrio son euterarnente diferentes; en las sub-marinas tamùiéu se emplea el (lobl'e, puo como alllla de los cables, rodeada por nna cubierta aisladora~ pro~jida con "arios hilos de hierro ó acero; t>1caule de Xueva York~alÚ, cuenta 18 de estos hilos, g'alyanizaclos J de 2 milímetros (.'1 -~TlIetro. 40. Hilos de hierro - Por las razones illdicaùas, los hilos ( e rro se acostumbran eu las Hucas aéreas; sus diámetros nlrÍau seg1Ín la importancia de las líneas y las dh'ersas circunstancias locales, porque si lw;y ,-entaja en aumentados clcl:'de el puuto cIe yista de que la. resistencia ùe los alam bres al paso de la corriente e1éctI'ica est{J t'n razón inversa de sus diámetros, se tropieza con el incon\'puiellte de dade lIIucho 1)l:'soal conductor; esto haee dificil su instalación ~i,qne los puntos ùe a)lo~'o ~mfhlD una fuerza exagerada, relati nllllente, POI' la práctica se ha visto qne el alambre de 4 milímetros de diámetro (número 8 (le la hilera inglesa), es el pl'opio pam las líneas aéreas de longitud considerable. Mucho se usa también el alambro de 3 milímetros ùe diiímetro (n1Ímero 9 de la hilera inglesa); el po()(>r conùuctor de éste, es casi la mitad del anterior, pero tiene el alieipnte ele que su precio es cerca cIe ulla tercera parte menol' qne el de 4 milímetros y de que da buen resultado en las líneas de l'l'gular longitud cnando se constru;ren y se atiendeu COliinterés. Par:t (:asos particulares (le construcción de líneas telegráticas aéreas, se ban empleado cOllllul:Íores hasta de 6,r 6.5 milímetros de d¡árnetl'o, ya con el ol~ieto de aumentar notablemente ]a conductibiliclad del almnbl'e, ya con el de qne la línca. puella tolerar grandes tensiones y pesos. Varios países le han elado la preferencia al hilo de 4 milímetros de diámetro, y aun algunos han tomado por uniflad de resistencia, al paso de la corriente eléctriea, la flue presl>nta. un kilómetro de alambre de esta clase. Adelante 1I0S ocnparémos lie las nnidades~· meliidas eléctricas, pero del:lde ahora harémos notar, qne la unidad lle que hablamos, es ell extremo vaga, teniendo en cuenta que la conduetibilidad de los alambres depende de su fabricación, de su estado molecular ~. de otras muchas circullstancias que J1t'cesariamente producen fUl'rtes '\'ariaciones en tal unidad. 41. Alambre no recocldo y recocldo-Tanto el uno como el otro sirven para construir las lílJ(~as; el recocido se maneja con más facilidad porque es más flexible y dócil, pero el no fecoci(lo, fuerte por naturaleza, debe preferirse siempre que la. linea. exija tensiones notables en el a]ambre; sin embargo, se ha observado que á la larga se igualan ell sus cualidades, por motr\'o de las vibraciones, e1 paso de 1a cOl'1'iente eléctrica, los cambios de temperatura &c. 42. Galvanlzacl6n del alambre-La galmnización del alambre de hierro, consiste en cubrirlo con Ulla. capa de zinc para evitar su oxidación; el zinc, al contacto del aire, adquiere Ulla cubierta delgada de óxido que no Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 23 penetra. en el interior del metal que resguarda y lo libra de la oxidación. El alambre sin galvanizar se destruye en poco tiempo y principia á perder su poder conductor á medida qne la oxidación avanza. Cuando se nota en ,el hierro una destrucción muy fuerte en corto tiempo, depende de qne el metal, el óxido ~:a formado~' el agna que humedece esa parte, forman nn elemento de pila ,'oItaica que produce indispensablcmente una oxidación enérgica. Para que la capa de zinc proteja eficazmente el alambre, es preciso que tenga un (':;;pesor dctermilla(lo que debe saberse estimar por medio de proœdimientos sencillos. Por lo fíwil y seguro, es muy aconsejado el método flue vamos á inùiear y que estriba en lo siguiente: si en ulla solución de ~:ulfato de cobre, se sumerge Ulla IÚmina de hierro, illlnediatamellte se cubre de una capa brillante de cobre; si se emplea una lámina de zinc, entonces se depo:sita l:'.ohresn l:'.uperficie Ull po~vo npgro que se puede desprender de la lámilla con facilidad] para. qne rPllparezea d brillo de] zinc; ab01:a bien, si se toma una pieza tie hierro gaJ\'ltnizado y se sumerge yarias "eees en una solución de sulfato de cobre, teniendo siempre el cnidado de limpiar el depó:>ito negro que se forma, se reconocerá con exactitud que ha ¡¡,cabado ùc disoln>rl:ie el zinc cnallllo no aparece más el depósito negro y se ve inmediatamente el cohre r~jo depositarse sobre el bit'l'l'o. Esto en cuenta, el grado de g-aIYanización del alambre se apn>cia así: se prepara la cHlltidati necesaria de so\twión de sulfato de cobre, en la proporción de doee. partes de agua por una de sulfato de cohre; en esta Rolución se. Silmerge el alambre repl·tidas veces, procurando que cada inmersión dure diez segundos; el dppó:sito negro que produce cada inmersión se retira, ~' Ia opel'aci0n se sllspende en el momento que aparece e] depó8ito de cobre sobre el hielTo. El espesor de la capa gal"ánica se ca]eula por e] número de inmersiones que Jlllcde soportar el alamhre antes de que aparezca el cobr,e. Diez y l:'.eil:i iuwersiones, término medio, debe resistir un alambre bien gal\'anizado. ,1;3, ,'iteración del alambre-A pesar de la galvanización, que en nada al tera las propiedades físicas de los alambres y los conserva en buen estado por algÚn tiempo, suelen dafial'se, sobre todo, cuando cruzan ciudades, editicios de li'tbricas &c., dOllde se quema carbón mirlera], á causa de que la eombustión de est<1 sustancia produce gases sulfllrosos (ácidO sulfuroso), (]Uc se combinan éon el óxido de zinc, formado sobre los conductores, y dan sulfatos de zinc solubles en el agua de lluvia; esto inutiliza los a]ambrcs en tres afias, próximamente. Bn las moutaîías de América y de las Indias, se lIa notado que la capa galvánica de lOi;alamùrcs se destruye pronto y se atribuye esto á la cantidad de Úcido nítrico que contienen las aguas lluvias en los días tempestuosos. OOll el propósito de evitar la alteración y destrucción de la capa galváuica de los hilos eléctricos, se trató de cubrirlos con un barniz, pero todavía uo sabemos que se huya podido conseguir uno que resista por largo tiempo la humedad, el cambio de temperaturas y sobre todo, los frotamientos tan fuertes que sufren los alambres al tiempo de instalarlos y en los puntos de apoyo. 44. Uesistencia de los alambres de hierro á. la ruptnra-Si sometemos un alambre de hierro á una fuerza de tracción, aplicada á una de SIlS extremidades, se alarga en proporción de la fuerza aplicada, mientras ésta. no pasa cierto límite, y yueh'e á tomar su posición primitiva, en e] acto que 121 fuerza deja de ohrar, circunstancia que indica que el hilo metálico ha cOllsernldo su elasticidad. Si la fuerza pasa el límite de la elasticidad del alambre, se altera en su estado molecular, y]a ruptura tiene lugar bajo una fuerza ó peso qne se llama carga de ruptura. La, fuerza que se les puede aplicar á los alambres de una misma. clase Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 24 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. de fabricación, para. alargarlos nna cantidad dada ó para romperlos, e8 proporcional lÍ,las respectivas secciones, salvo cuando sus ùimellsiones SOil enteramente diferentes, porque los alambres de menor diámetro ofrecen, relativamente, nna resistencia mayor que los de gran diámetro. Se puede admitir qne el alargamiento l1asta el límite de la elasticidad, en los alam lJres de hierro n>cocido, empleados en la construcción de líncas eléctricas, es de 1 "I, =0.0008 del largo del hilo y obtenido con una fuerza de 14." 75 por milímetro cuadrado de sección, lo que da 0.000054 de alargamiento por kilogramo. La ruptura tiene lugar en estos alambrcs con 40 kilogramos por milímetro cuullrado de sección. Hay hilos de hierro qne resisten dos veces más carga, pero no son para emplearlos en la construcción de las líneas telegrMicas y telefonicas aéreas. En los alambres de 3 rnilímetl'os de di:ímetro, cuya sección es de 7 milfmet.ros cuadrados, la. fuerza que corresponde al límite Ile elasticidad es de 14."75x7=loa.25 kilogramos; la qne prodnce la ruptura es de 40x 7=280 kilogramos, J' el alargamiento por caùa kilogramo de tensión, Q es de 0.000054 7 -=0.0000076 del largo. En los alambres de 4 milímetros de diámetro, cuya sección es de 12.5 milímetros cuadrados, la fuerza que corresponde al límite de elasticidad es de 14.75x12.5=184 kilogramos; la que proùuce la ruptura es de 40x 12.5=500 kilogramos y el alargamiento por cada kilogramo de ten'6 SI n es de 0.000054 1<) ~ -0.0000043 ..•.n del largo . Para procurar que no se altere el estado molecular (le los alambres de que hablamos, sometidos á una tensión constante, no se dejan sufriendo la que corresponde al límite de elasticidad; generalmente se establecen las lineas con una muy inferior. Los alamhres de l~ierI'O ùestinados para la construcción de las líneas eléctricas deben llenar los sigui(lutes requisitos: 10 resistirán, si son recodos, y de 4 milímetros de diámetro, un peso de 440 kilogramos aplicado instantáneamente, y nno de 250 kilogramos, 8i tienen 3 milímetros de dinmetro j 2~ pOllrãn doblarse en ángulo recto, sill fracturarse, en un tor· nillo cuatro wees seguidas y alternatiYlllnente en ambos sentidos; y 3~ se podrán en\'ol\-er perfectamente sobre un cilindro de diámetro igual al ùe los bilos. El alamhre (le 3 milímetros de diámetro pesa cerca de 56 kilogramos por kilómetro; el (le 4 pesa 100. En el eomercio lo yendeu en bnltos de forma de coronas de 65 centímetros ùe di¡lmetro y con 200 metros de alambre, poco más ó menos. 45. A tambre ameritlano tlOmpnesto-Con E'ste nombre se conoce en los EAta(los Uniùos, hace algunos años, un magnifieo cOlllluct.ol' formallo de un corazón ó centro de acero rodeado de mIa c¡¡pa de cobre pnro; todo va cubierto con una liga. abnudante en estaño, para salvado de la oxidación. La concluctibilidad de este alambre ps muy snperior á la de los de l¡ierro y su fuerza re7ativa es un 50 por 100 mayor; cntelldiéndose Jlor fuerza relativll, (lI cociente que se obtiene de di\'idir la fuerza ó tensión que lo rompería, por sn peso por I{ilórnc>troó por milla. Usanùo el alambre compuesto, pnelle dismmuirse mucllO e.l número de postes, porque el corazón de acero 10 hace hOlllog-éneo y ne Ilifícil ruptura; las quebrarluras ó hendiduras á que están sujetos 108 hilos cOliunes, DO·tiE'nen Ingar en éste. El condlletor compue¡;to tiene, en suma, las siguientes ,en tajas sobre los otros de hierro: 1~pesa meDos; 2&necesita menor número de puntos Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 25 de apoyo; 3& tiene mayor poder conductor; 4~ la capa de cobre lo hace casi il1destructibl~; 5~ se maneja con más facilidad; y ü~su tmnsporte cuesta, menos. 4(:. Hilos de bronce-Los primeros trabf\jos relativos á estos hilos se deben á lVI. Lazare Weiller. El broncefo.~foro,~o es \lna mezcla de resisteneia mecánica considerable, y S\lsc,",ptible de trasformarse en hilos de igual tenacÍllad que los de acero, y de conductibilidad quizá mayor; con esta mezcla no se ha obtellido un result:t(lo completamente satisfactorio, porque l:1 presencia del fósforo la hace f.uebradisa. o'Jntinuando sus esturlios M. Weiller, logró preparar una mezcla que rlenominó bronce silicoso, illU.V propia para la fabricación de los hilos, porque no participa del defecto (le la primera. Esta se consigue preparando antes la c()n()cida con el nombre de cobre silicoso. A \'oluntall se pue(lon graduar la resistencia. mecánica y la conductibili«htll (le estos hilos, de manera que no ha sÏllo difieil estahlecer los cuatro tipos que corresponden ,í las diferentes necesidalles indnstriales; los <los primeros están destinados á. la telegrafía, por su gran conductibilidad y se dp,signan hilos telegráficos; los otros dos, adecuados á la telefonía por su notable resistencia á la ruptura, se clasifican hilos telef6nico,~. I. Hilos telegráficos. T' .1 {(a) IpO L ( b) T' B { (a) ¡PO ( b) Conductibilidad: 97 á 99 por 100. (Tomando por tipo la plata). Resistencia mecánica: 45 kil. por milímetro cuadrado. Conductibilidad: 80 por 100, minimum. Resistencia mecánica: 55 á 58 kil. por milímet.ro cuadrado. II. Hilos telefónicos. (a) Conduetibilidad: 43 por 100. Tipo C { ( b) Resistencia mecánica: 80 á 84 kiJ. por milímetro cuadrado. (a) Conductibilidad: 20 por 100. Tipo D { (b) Resistencia mecánica: 110 á115kil. por milímetro cuadrado. El alargamiento de estos hilos, hasta el límite de la elasticidad, es menor del uno por ciento. El hilo telegráfico ùe bronce silicoso, de 2 milímetros de diámetro pesa 28 kilog-. por kilómetro, y el telefónico de 1.10 de diámetro, 8.45 kilog'. El alambre de bronce es por naturaleza de ditícil oxidación y las líneas construidas con él, se mantienen siempre eu mejor estado que las estableci(las con otros hilos. De un simple estudio comparath'o de los hilos de bronce con los de las okas clases, se deducen inmerliatamente Jas diferentes ventajas que l~s dan la superiorirht(l y que consiste principaloente en la dnración, economía y solidez (le las líneas en que se elllplt'an. 4~r•. Uambres alslados-E!:'tos son de cobre rojo, de pequeño ¡]hímeho y cnhi(\¡,tos de alguna sustancia aisla(lora como la gntapercha &c. Se destinan para eonexionar los aparato!:' t~leA'ráfieos y tl'lpfónicos ; para la instalaeión de los timbrt's f\léct1'Ïcos de las oficinas públicas~' particnlat,ps; y para otras líneas eléctricas cortas y al abrigo de la intelllpprie. Los hay dohle~, para usarlos cuando i>equiere fOI'llJar ciroltito eléotrico sin anxilio (le la. liprra; elltonces van unidos ambo8 con nn tt'jido rie alg'()(lón de color ver(le g'enera.lmente; á Sil tnrno, cada hilo va. ('n\"lwlto sobre sn cubierta aishulm'a, con hebras de distinto COIOI',para distinguidos al tiempo de arregl a.r las conexiones. Se está usando para aislar los hilos eléctricos de to(las clasps, la okonitlz, sm.;tancia que se arreg-Ia en forma de tiras para ellvolverlos con jacilida,ùy dejarlos bien aislaùos. La fábrica en Nueva York, 13 Park Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 26 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. Row, suministra gratis una guía completa para saber las propiedades eléctricas, diámetros y pesos de los alambres cubiertos COD okonita. 48. ":mpalmadura de los alambres-En bultos con 200 ó más metros continuos de alambre, se baIlan en el comercio los conductores eléctricos y para construir las líneas es, pues, necesario empalmarlos; esto tiene el incollvenirute de que aumenta su resistencia eléctrica )" para obviarlo en parte, explicaremos cómo se debe proceder. Uniendo dos metales en una. extención qne les proporcione muchos punt<Js de buen contacto, la r('sistencia eléctrica que presentan entonces es casi insignificante, pero ('sto no se puede conseguir con 10!~ bilos eléctricos, porque su forma cilindrica DO permite el contacto entre los dos alambres sino según una superficie muy pequerra. Teniendo en Cllrnta tal circunstancia, debe procurarse reducir en las líneas el número de empalmaduras al indispensable, ejecutadas como se va á indicar ~-conyenicntemente soldadas; así, se evita su oxidación, su cambio de forma &c.; de otro modo no pueden resistir bien la tensión y ,-ibración del conductor. 49. ltlétodos para empalmar los alambres-Hay varios sistemas para unir los hilos; indicaremos los más usados. 1. Para ejecutar la union segÚn el modelo conocido con el nombre U Britannia (Figura 12), se aplica cI alambre A sobre el li en una exttlllsión de nueve centímetros, más Ó IUCllOS, de~pués de baberlos limpiado COli soluciólI de cloruro de zinc, y dado furma de gancho á sus (l.'ig. l~.) extremidades; en .seguida se envuelven Jos rIos alambres con otro más delgado, Ile JIllJlleTll que .sus diferentes espirales queden bien unidas y lo más apretadas po:;ilJle; la operación se conclu~'e soldando la empalmadura. 2.0 Se colocan los dos hilos como en el caso anterior; se sujetan con una,s entenallas que hay á propósito para estas operaciones ~-que al trabajar en la empalmadura de (Fig. 13.) que tratamos, deben cojerse con la mano izquierda, para tomar ·con la derecha Ia extremidad del alambre A (Figura 13), Y cruzarIo sobre el B; Jllégo, COTI otras cl.ltenallas, se em'uelve en espirales muy iguales y ajustadas; después se retiran las entenallas que sirvieron para sujetar los hilos al priucipio de la operacióu y á su turno se envuelve la extremidad del alam bre B sobre el A. Ocho 6 nueve espirales se forman de cada lado y si sobra hilo se suprime COllun cortafrío. Para que la empalmadura tome en un todo la forma que indica el modelo, se somete á una tensión moderada. Usada sin soldar esta empalmadura, presenta dos inconvenientes: depende el primero de que si la tensión en el conductor es fuerte, suelen deslizarse los alambres cuando no quedan muy bien cruzados en la mitad; cOllsiste el segundo en el cOlltacto deficiente de los hilos porque entonces no tiene lugar siuo en pocos puntos, (tonde se ejerce la presión del uno contra el otro. Este modelo 1m· sirlo de los más usados en los telégrafos colombianos y como se ha descuidado el empleo de la soldadura, no ha dado todo el buen resultado que podía esperarse. 3.° Se 8uperponen los alambres en una. longitud de 16 á 20 centímeEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 27 tros, y se envuelven con las entenaIlas en sentidos contrarios. Así se ob· tiene UDaempalmadura bastante sólida, pero para perfeccionarla es pre· ciso sumergirla en un baño de soldadura. Con esta unión sufre el alambre Ulla d€1 las operaciones de prueba que resistirá mal, si no es de buena cali<hHl. 50. Empalmllduras con piezas de blerro.-~rambién se empalman los alamurrs con piezas cilíndricas de hierro (Fig-Ul'a 14), doblando SIlS extremidades <>nállg'ulo recto, des· I (Fig.14.) pués de atrlwesar el cilindro, ó aplauándolas como se ye en la fig-ura; en ambml casos es necesario remacharlas {t la pieza. Otras tiellen dos cuñas COllrannras que entran en sentidos opuestos ell el cilhlllro ; cn las ranuras quedan los alamhres, y CODla tensión se comprimen :" se establece buen contaeto entre ellos. Para que estas piezas satisfagan bien su ohjeto, ùeben l1e\'ar UDbueco pequeño por donde se pueda introdudr la soldallura; pocal:;gotas de ésta basta:l para. perfeccionar el contacto y aumental' la solidez. La soldadura qne se prefiere generalmente, entre IllS dinrsas que se nsan '~n la construcción de las líneas eléctricas, se compone de dos partl'g de estaûo y nna de plomo !lIUY bicn mczcladas; se funde á los 2ï5 grados, próximamente. 51. Importancia de las empalmaduras soldl'ldas.-De las (liferentes ope· raciolll~s que requiere la construcción fie ulla línea eléctrICa, la Ile t'\Ilpal. mar los hilos es de las más importantes; din'rsas experiencias han dClIlostrado perfectamente, que la mala comunicación :" hasta la llo1ución de cont'Ïnwida.d en los circuitos, se dl'ben en lo general á la defeetnosa unióll de lo:, conductores; soldarias, lo repetimos, cs nrcl'sario hacrrlo en las IÍneall de g-ran longitud, en las cualcs illterrsa. mucho dÚl1nilluirla resistcll· cia d,~.lcircuito para alImentar la conductibilidad. J"OH bucnos efectos de la sollladura se han palpado en las líneas en que 80 ba descuidado cste requisito ~'quc luégo ha sido preciso lIellllrlo, uotándose eu cI acto un cambio muy favorable en la comullicaeión. :Muy sencillo es el trabajo de soldar las empalmaduras, y todo lo qne :w nccesita es nll a.paratieo sumamente portatil y quc vale en Nueva York, COll todoB sus útiles, $ 5, oro. También baremos notar qne sin la soldadura los alamhres se oxidan en las uniones, porl]ne por el esfuerzo que sufren piel" den (lasi siempre la. capa galvánica que los fanH'cce; la oxÎllación de una empnlmadnra aumenta considerablcmente la resistencia eléctrica de las IÍl)(>as,porque como es bien sabido, los óxidos metálicos son malos COll· ductores Ile la electricidad; una sola. empalmaclura oxidada puede dificultar la.comunicación presentando Ulla resistencia. de 820 Oh1nil, resistencia equiTalente á la de una.linea construida eon alam hre de hierro ele tres milímetros de diámetro y de 80 kilómetros de longitud, término medio. v TENSION DE LOS HILOS Y SU ACCION SOBRE LOS POSTES. 52. Para la buena inteligencia de las reglas que deben seguirse en el trazo sobre el terreno de las líneas eléctricas y en la determinación de sus puntos de apoyo, es indispensable estudiar antes la tensión de los lIilos y su acción sobre los postes. 53. Curva qne afectan los blJos.-Todo hilo material, flexible y horno· gémlo, suspendido Jlor sus extremidades en dos puntos fijos, y abando· nado ~ la acción de la pesantez, afecta la forma. de una. curva couociùa. en Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 28 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. a mecánica con el nombre. de cadeneta. Si los punms de apoyo A y (Fig. 15) e~tán Ú 1IÍ\'el, determinan la cadeneta A B a, con la circunstancia de que su pllIltO mellio B, yicnc {t ser el más uajo de la cun'a. La magnitud ZB, qlle e~ igual á la CR, dift\rellcia de altura entre el punto más uajo y los de apo,Yo, se lIa/uajlee/ta. Hien se cOlllprl'ude que en un hilo fijado con las cOlHlicioncs i1lllicatlas, 8C desarrollall fucrzas iguales y contrarias que tratall de rompel'lo y que cOllstituyolI Sil ten.~ión; si la resistencia del hilo es mellor que esta tellsiólI, se produce la ruptura. :Eu CU,U1tOal esfue¡'zo qlle soportan los puutos de apoyo A y puede determillarse fácilmcnte teuiendo CIl cuenta que es igual á la. tensión del bila ell dichos pnntos; de Illalltmt que Plledt> COIIOCCl'liO su valor, colocando en e, por (·jemplo, nna polea para pasm' sohre ella el hilo y aplicario peso en esa extreruid¡\(l hasta que la flecha tenga nlla longitud dada; el peso que hUJ'a sido preciso para conseguir <,ste rC8tlltado, representa la tensión ó esfuerzo qne se H\'crig'tla. t;i se continÍm después aumentando el peso, la t~nsión sig'uc creciendo en la misma propOl'ción, la flecha se acorta cada vez más y el hilo tiende, por consiguiente, á aproximarse á la horizontal AZe. • 54. ta cadeneta. La ecuación de la cur"a de equilibrio de un bila, en las cOlllliciones indicadas eu el IIÚmero anterior y referiùa á dos ejes rectangulares O X Y O Z, es la siguicnte: a, Z=2pl'(eT + px e- px ) (1). T En esta ecuación, T reprcsenta la tensión del hilo en el punto más bajo B de la curva (Fig'. 15);]J cI peso de la unidad á que se refiere el largo del hilo, expresat10 cu 1I1litlades de la misma naturaleza que la tensión T; e es la hu~e de los log-al'itlllos neperianos, igual {t 2.71828 .. - .. Llamando h la distanci"t OB del ('je horizontal OX al vértice de la curva, tenemos: T P T=ph, de donde h=-, (2) porque se pueden disponer los pjes de modo que la tensión cn el pnnto más bajo de la curva quede meùida por el peso de un largo de hilo igual á la ordenada de esc punto. Sustituyendo en (1) -.! por p su "alar h (2 l, la ecuación se convierte en esta: Según esta eeuación, la cuna se puede construir por punms del modo siguiente: soure el ~ie OZ (Fig. 15) se toma, partiendo del origen, OB=h, y qlled¡~ determinado :su punto más bajo; para. hallar los otros puntos, se x construye la log-arítmica DBE' repr<,sentada por la ecuación Z'= helï que viene á ser asímptota á la }larte uegativa del eje X X'; luégo Be traza la. x logarítmica D' BE represenhH1a por la ecuación Z"= he-T, simétrica de Ia primera COllrelación al eje OZ. Estas dos logarítmicas se cortan en el punto B, y la cUlleneta ,-iene á quedar marcada por el lugar geométrico de los puntos llWI!iOS a, F, 111, .•. de los espaejos DE, ab, cd, e'd'. _.. comprendidos entre IllS dos logarítmicas y correspondientes á todas las ordenadas paralelas al eje OZ. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 29 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. Fig. 15. Piecha. Si se representa por a la distancia .1C de los puntos de apo~'O, para la abcisa X= ~ la ordenada Z correspondiente será: CQ =OZ, de manera que haciendo la respectiva sustitución en la ecuación (3) se obtiene ésta : J¿(~ Z 2 + c- C 2h ~) . (4). 2h BI valor de la flecha ZB= ZO-BO= Z-h, será, representándola por f. }¿ ( 1=2 ~ C2b + c- ~).J, .. -l¿ (5) ]i>araque esta ecuación se preste cómodamente á los cálculos, se pue· den reemplazar los términos convergentes: e e7h", ~T -~ = 1 - 2ah +T21 (a)2h 2~ c-7h", 2 por sns desarrollos en las series 1 - 1.2.3 (a)2h + .... , 3 'feniendo en cuenta las propirdades de esta clase de serirs ~.la aproxima.ciónque se necesita para el valor def en la construcción de las líneas eléctricas, basta al hacer la suma de las serie~, considerar los tres primeros términos: • + c-2iï• = 2 + ( _ a e2iï 2h , )2 + . ahora, haciendo la correspondiente sustitución en (5), se tiene: 1= ~ (2 +(2~)2 +.... )-h Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 30 TELÉGRAFOS y ejecutando Y TELÉFONOS. las operaciones: f= valor de f qne se puede dad de hilo, poniendo a' 8h' tener en función de la. tensión y el peso de la nni- en lugar dl3 h su valor a'p f=ST !£, y entonces: p (6), Fórmula. que hace ver que la flecha está en ,'az6n inversa de la tensi6n del hilo, y es proporcional al cuadrado de la distancia de l08 punto8 de apoyo y al pe,çode la unidad del hilo. Tensi6n. Siendo, como se dijo, h=OB, la. tensión en el vértice de la curva es, según la fórmula. (2), T=ph. Ahora, la tensión tendrá por valor T' en un punto cualquiera T'=pz denominando z la ordpnada z=PN+NF=OB+NF=h+NF; á que equivale, resulta: F (Fig. 15) de la cnrva, (c) de dicho punto y cuyo valor es en este caso: reemplazando en (e) z por la expresión T'=p (h+NF) (7). precisa que: la ten,~ión del hilo en 'un punto cualquiera de la curva, e.vigual á. la de 8Upunto má.s bajo (B J, aumentada del peso de una longitud de hilo (NF) igual á la diferencia de altura que e:t:Ístaentre dicho punto y el que se considere. E~t.a. fórmula ( F) Teniendo ell cuenta esta. ley general, apoyo la determina el siguiente valor: la tensión Til en los puntos de Las personas qne deseen conocer ,arias propiedades de la. cadeneta, ó la parte histórica relativa á los estudios qne á propósito de ella verificaran primero Galileo, luego Jacques Bernoulli. quien trató la curva analiticamente con resultado completamente satisfactorio y le <lió el nombre que ho;\' tiene, y después de él otros geómetras notables, pueden ver los Problemas de mecánica racional, del P. 1\1. J uIlien. - Segunda edición del año de 1~66, 55. Flecha de los hilos.-La sección de los alambres de hierro es proporcional á la resiHt.encia á la ruptura (nÚmero 44), por ego vemos en el cuadro de flechas que se encuent.ra adelante, que dos alambres tie esta clase y de dh'el'sas secciones, pueden coloca.rse entre dos puutos de apoyo COliflechas de igual longitud, siu que ell el uno haya más probahilidad de ruptura que en el otro: un hilo de 3 milímetros ne di(unetro y otro de 2, coloc;1(los en unos mismos postes, pueden tener flechas iguales siempre que quedcll sometidos á tensiones proporeiollalcs á los cuadrados 9 y 4 de sus diámetros. Por medio de la. fórmula (6) (número 54), dadas dos de las cantidades a, f y '1', qne significan respectivamente la distancia de los puntos de apoyo, la flecha de los hilos y la teusióll de los mismos, podemos hallar la otra, teniendo en cuenta que p representa en ella el peso de la unidad de longitud (1m) é igual á: Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELEGRAFOS -y TELÉFONOS. 31 0.k025, para el alambre de hierro de 0.m002 de diámetro. 0.056" " " 0.n03 " 0.10" " " 0.004 " En :loshilos de bronce silicoso el valor de p es de: 0.k007, para el alambre de O.mOOlde diámetro. 0.015" " " 0.0015 " 0.028" " " 0.002 " 0.043" " " 0.0025 " 0.063" " " 0.00:3 " 0.085" " " 0.0035 " 0.112" " " 0.004 " Ejemplos. 1.0 Deseamos colocar un alambre ùo hierro de 4 milímetros de diámetro sobre dos postes que distan HlO metro:-;,y s(\ quiere :weriguar qué flecha sea preciso d,'ja.rle para que la tensión en el punto más l>:tjo de la cU.n'a no pase de 80 kilogramos. Entonces tenemos, aplicando la. fórmulaf=:~; • a=IOO metros; p=O.lO; T=80 kilogramos. Hustiturendo estos valores en la fórmula nos resulta: x 0.10 =~()O f= 100' 8 x 80 640 =lm-G ¡) Asr, para que el hilo de que se trata en e~te cm;o,fluede con la tensión de 80 kilogramos, requiere una flecha de lm56 de longitud. 2'? Bi ahora se nos diera la flecha y la distancia de lo~ puntos de apoyo, para hallar la tensión corre¡,;pondienteal mismo ejemplo, aplicare, • lnos la misma fórmula, así: T= :;; y sustituyendo en ella: a=lOO m, p=O.klO y f= lm56, el valor de la tensión será: T=100·x_O.l0 = 1.000 _ 80k 8xl.56 12.48- Hemo'i obtenido pam el valor de la tensión SO kilogramos lo que com, prucha el resuJt.adodel ejemplo precedente: 3.0 Por último, si conocemos la tensión y la flecha, podemos hallar la distancia de los puntos de apoyo, aplicando la misma fórmula como sigue: a'= 8;1, ó a=J(S:f) Si !ll1ponemoslos mismos valores de antes ~endremos, reemplazándolos en la última expresión: a=J(8 x 8~~01.56) =99.m92. {lueno .¡lifierede 100 sino en O.mOS, aproximación ~ufl(~iellteen la práctica. Ignales casos se pueden resolver COli relación {t los bilos de bronce ~ilicoso: teniendo en cncnta su resistencia á la ruptura, el peso p de la unidad de largo y no olvillando qne, como en los de hieno, la tensión á que se d~jen sometidos, debe ser UIl {- ó t de la, q:Ie corresponde á su res, pect.ivacarga de ruptura. 56. Cuadro para CODocer las flechas.-Para facilitar la resolución de .las cue¡¡,tionesindicadas, hemos calculado el siguiente cuadro ejecutando Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 32 las operaciones, como se vió en los E'jemplos que qUE'dan explicadoR i es iudispensable /iU uso, eu la práetica científica de la construcción de las lineas eléctricas, como tendremos ocasión de hacE'rlo notar. Dl4me- : tra del. hilo en: 'l'ensi6n en kilogramos para los hilos de hierro. mH1- metro9 .. 1 --42 1 2 il 8 18 4 32 3 12 27 48 ---'".---- '--5-~--6 J 6 : 20 3:1 '4.S U4 ,80 I ---.- -11---7----8-:--9-: 24 28' 54 63 91> 1112 ------- -20-1-2;-' II . -10-]-' --1~'-1-5- 32 7! 128 36 40. 48 90 1108 1r.0 192 ¡lI 144 ,I 60 135 2-i0 80 100 180 1 225 :no: -i00 1 ------.----- Sepa- r.t;\(~~ : puntos I d. Plcclms cn metros corrcspondicntes á las tensioncs exprcsadas. ' apOj"O. : I I . [ 1 I I I . ! J~1)21 ~4~1 ~31 ~25¡ ~20¡ ~lï ~151 ~13 ~121 ~101 ~081 ~061 ~()5 50~ 0.97 ' .. _ 6", 48 00 39, ... 32 00.27 ... 241... 21, 191... 16· ... 13 09' 00.07 60 1.40 ... 93 70 56 00.461 ... 40' oo.35' 00.31' 28 00.231 oo181 14! 11 1 701 1.91. 1.27 ,,, 9.5 76[ ... 63, 00.541 ... 471 ... 42loo. 38\00' 31i oo.251'oo' 191 15 75, 2.191 1.46 1.09 87, oo. 62j oo.54i 00.48 00.4:{ ... 36 ... 29 .oo21100.17 1 80' 2_50 1.66 1.25 100.... 83 ... 711'" 62 '" 5.5!00.50[' 41, oo.33j 25 . oo.20 85' 2.82 1.88 1.41 1.12 ".941 00.80 ,,, 70[ ... 62 'oo56 ... 47 ".37 ... 281 ... 22 90i 3.16 2.10 1,;,8 1.26 1.051 ... 90 00.79,' oo.70i 00.63 oo.5~ 00.42 oo.31!1'" 25 1 100. 3.91 2.601 1.9.'; 1.5611 1.301 1.111 ... 97 ... 86,.... 78100.6" .... 52 39 31 150i 8.78 .5.8.'; 4.39 3.51 2.92 2.511' 2.19 1.951 1.7" 1.461 1.17 87: 70 200 15.62 10.41 ! 7.81 6.25 5.20 4.46 3.901 ~.47 3.12 2.601 12.0~ 1.5611.0~ 2501 24.41, 16.271 1220 9.76, 8.13/ 6.9716.10 .0.42 4.881 4.06 3.2., 2.44 1.9" 300, 3.S.1ri 23.4:{1' 17..'\7 14.06\' 11. 71 lO.40 8.78 7.81 1 7.03 5.851 4.68 :1.51, 2.81 350¡ 4,~.~51 31.90 23.9:, 1~.14 1;).95 13.6? 11.96110.63i 9.~71 7.97, 6.38 4.78! 3.82 4?0 6_..)0, ~~.6f\ 31.2" 2., ... 20.83¡ 1~.8.) 15.62! 13.88, I: ,,0 10.411 8.~~, 6251 5 oo. 4,,°1 79.1~ .';.771 39..58 ~1.66126.381 2_.61'119.79: 17.59,1".83 13.19 10'''''1 7.91, 6.33 500, 97.6"16,).1°1 48.82 39.06 32.55 27.9024.41121.7011953 16.27 13.02 9.76 7.81 550 I 18.1.~ 78.i? 59.08 ~7.2~ 39.31<\ 33.76 29.5~126.2? 23.6819.69' 15.7?! 11.81\ 9.4~ 1 600 140.6_ 93.7.,: 70.31 ,,6.2"1 46.87, 40.17 35.1"131.2.),28.12,23.43 18.7"114.06 11.2" 1 1 650, 165.03 110.02 82.51 66,01 55.01 47.1.5\41.25 36.67 33 ... 27.50: 22 .oo'16.50. 13.20 1 1 7?01191.4?iI2?60 9.5.70 76.56. 63.80 54.68 ~7.85142 ..53 a8.28 31.90125.52\19.14\ 15.3111 7,,0 2~9.7'~114h.48 109.86 87.89; 73.24 62.78 "~~31~~.~2 ~3.94 36.62129.~~ ~!.97¡ 17.55 800.2,,000 : 166.661125 100 .. " 83,33 71.426_ ..'0 "".,,5; "O ... 141.66, 33..,3 ~., "'120 ... 1 ~2.71'156.~41~7.03 37.63,1 ~8.22 2:.57 8M! 282.22 188.),1. 1~1.111 112.89: 9~.07 8063¡ 70..'\5¡ 9?0 3~6.~?1 2.1?93 1,-,8.2~,126.56 1o".46 90.4°179.1°1 .0.31 6~.:81 "2.7~, 42.18: 31.64, 2".311 9,,0: 3"2.,,,{. 23.>.02117~.26, 1~ 1.0~1117.51 100.72, 88.13¡ 78.34 7v."0 5~.7.) 47 ... 135.251~8.20 100° 390.62 260.41 19".3111,,6.2"1130.2°111 1.6°197.65186.80,78.12 6".1°152.08139.06131.25 1 1 m~ol ni Oo' oo. oO, ! Oo, En el cna(lro anterior, las cuatro primeras líneas horizontales representan en kilogramos las tensiones de los hilos en el punto más hlljO de la cun-a. T"as flechas, expresadas en metros, se encuentran á la den~cha de la columna vt'rtical que contiene las cifras que indican la separaeión de los puntos <le apo;yo, 'JT entre las líneas verticales que comprenden las diferentes tensiones. Para mejor inteligencia en el manejo del cuadro, vamos á resolver con él, las tres cuestiones principales: 1n ¡, Qné f1pcha debelD~ d~jarle á un hilo de 3 milímetros de diámetro, suspendil10 en postes con separacion\:'s de 75 metros, para que la tensión en el punto más bajo de la curva sea de 63 kilogramos' Buscamos la tensión de 63 kilogramos en la línea horizontal correspondiente al alambre de 3 milimetl'os de diámetro, t{)mamos la columna. veJ;tical donde se encuentre Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 'l'F.T.f:GRA.FOS y 'l'F.L(.:FONOS. lUcha. tensión, Inc~o la lín('n, horizontal dOlHle se rcgistra ]a distancia cntrc los :élostes dc 75 metros, ~-cn cllu~ar donde l'le eortallla columna vertical CO]lla horizontal se lee (j~ centímctros, que es el valor de ]a flecha en e] pres6nte caso. E~ta tleeha eorrespoDllc talllbÏl~Il, á un alambre de 2 milímctros dc diámetro instalado ClL 1m; mismos post.cs ~. con una t-ensión de 28 kilogramos i lo (JlW ¡mce notar la proporeionalidad entre las secciones y tcnsiOlles <le los hilm:;, (le (]ne hicimos mención. 2" !Qué tensiÔn corresponde {t UIl hilo de 4 milímetros de diá.metro, con 78 c('ntímetros de flecha y montado sobre postes con Reparaciones dc 100 mctros ¥ TomamoR la línca horizontal correspondiente á la separa'3ión de 100m de los plintos (le apoyo, hasta hallar la flecha de 78 centíme"Betros } (Ion de He corta la colulIIlla vertical qne la contieno con la línea. 11Orizontal correspondiellte al alamhrc dc 4 milímetros, leemos 160 kilogramos, .q IIC(~Hla tcnsi6n del caHO. 0~ ¡~A qué dist:\Ilcia delH'lIloH colocar los po~~,cs dc una línea telegráJica, pal'a. qlle un a.lamll¡'e de ~ milímetros de diámetro suspendido en ellos, quede con una ten~ión de ~o kilogramos y nna flecha de lmetro t Vemos la colnullIa nrtical donde sc registran la tensión y ]a flecha. dadas, para Pl alambro de 2 milímetros, hH~gO se toma la línea horizontal correspondiente {j, la fleeha de 1 metro, la qne indica á ]a izquierda, 80 metros para la separaeiÓlI de los postes que llenan las condiciones de h~ cuostión. 57. Tensi6n en los puntos de apoyo-El cuadro explicado da la tensión correspowliente alllUuto inferior B de la curva, dc los hilos suspendidos, es decir, al punto donde ticne menor valor, y desde e] cual principia li creccr Ín'ogwsinuncllto hasta los de apoyo A y (Fig. lá) dondo llega á ~,n máximum, de lIIUIlOm que es allí donde ha;y más probabilidad de que se fra.cture el hilo; la tensiÓn en dichos puntos debe calcularse especialmente cuando :la distancia cnÜ'e los vostes es de consideración, pues importa sahel' entonres si l~stos, el alambre y los aisladores pueden resistirIa. rOl' medio de las fórmulas dedncidas de] cálculo (número 54), fácil es l:~ekrmillar la tensión ell UII punto cualquiera do ]a curva, conociendo ]a (:el m{ls bajo, que (la el cuacIro ya mencionado; la 7, por ejemplo, indica cne la f,eusiúll cn 1111punto dado, es igual á la del inferior, aumentada con el pe~o de un trozo «le alamùre del que forma la curva, y de longitud i,~lIa] {t ]a dif(~reneia de altura de los puntos considerados. La8 manifiesta (Jue ]a t(lllHióII eu lo~ puutos de apoyo es igual á ]a do] punto más bajo, lIlÚSel peso «le la. tleeha l'espectiya. Así, si se toma. alambre de tres milímetros de diÚmetro, para formar la curva, el cual pesa Okg,056 por metro (:.llÍmero r,¡¡), tendremos la tensión de los puntDS de apo.yo, agregando á ]a del punto más h:~jo, cI producto de la tlecha correspondiente porOkg.056. Ejem}llo. Hupongamos que se trata de un hilo de hierro de tres milímetros ùe ùiíuBetro, para colocado eu postes distantes 200 metros, con t.nnsión de ¡;,t ]Ülogralllos en el punto inferior, y á la que correspondo una flecha de ;;llI.:!O; se desea sahel' ]a tenRión para este caRO en los puntos de apoyo. '<:ntonces, multiplicamos la flecba de 5m.20 por 0.0,'56, operación que nos da O.:!!I,que ag-reg'ados á los 54 k., tensión de la curva en su punto más haja, rcsultan 54k.2U para la tensión eu los pnntos de apoyo. J,a dif¡',rencia de tensiÚn de que nos ocupamo.." es l1lU,)"pequeña y se l)lle(le despreciar cuando la (listaneia entre los postes no pasa de 500 metros; pe:~'osi es rna;yor, ó la tensión de] punto mÚ~ bajo es muy pequeña, ha,y necesidall de tenerla en cuenta, porque entonces la flecha viene á te11031'una ]ungitud considerable. Si se trata do dos postes distantes 800 metros, por ejemplo, cn los cuales se ha suspendido un hilo de hierro cIe O'".OO;~ de diÚmetro con tensión de !l.kg en sn punto inferior, la flecha en tHles eircunstancias es de ,;00 met. de longitud; y tendremos que la tensión eulos puntos de apo.yo, aplicando la regla conocida, será de e Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 3 34 TEJ,ÉGRil'OS y 'l'ELÉFONOS. 9kg +500X Okg.056=9kg.+2Skg==37kg ensión cuatro veces mayor que la del punt{) más bajo del hilo. • 58. Tensión minima en los pontos de apoyo. - Según la. fórmula 8, 54), en la cual T" representa la tensión en los puntos de apoyo; se ve que ésta depende, principalmente, de la tensión '1'del punto más bajo del hilo y de su respectiva. flecha/o Ahora bien, si de la. expresión 6 (número 54) sacamos el valor de la tensión T del punto infe- ,T"=T+p/ (número rior de la. curva, tendremos: a2p ·Sf . T Observando esta última expresión se nota que si la flecha / disminuye considerablemente el valor de la tensión T crece cada vez más, y por consiguiente, el de la tensión en los pnntos de apoyo TH. Si la flecha j, en vez de disminuir, aumenta, el valor de T disminuye, y por lo tan· to el de Til pero dentro -de ciertos límites, á causa de que este último depende también del producto pI; por esta razón, la tensión en los puntos de apoyo, después de haber disminuido hasta cierto límite principia á crecer. De estas consideraciones se deduce que existe evidentemente para. el hilo suspendido, uua posición tal, que hace llegar la tensión en los sostenes {~su mínimum, y vamos á buscar ese valor mínimum de T*. Vimos que la tensión '1", de un punto cualquiera de la curva, la da la fórmula ( (!) número 54. Como ahora nos referimos á los puntos de apoyo, el valor que corresponde á z en la expresión de que lIOS ocupamos, es èl que da la. fórmula 4 (nÚmero 54), y tendremos: T." -"PTh(-=-e 2l1 +i --~) 2h • De esta expresión sacaremos el valor de h que hace mínimum el de Tf!, Y para. esto debemos igualar á O la derivada de TH, operación que IlOS da: ~ e2h+eSi en esta exprosiónltacemos u o +e -u (li ~ a (~ 2h -2h e -o 2h _B) 2h =() ~1 =u, tendremos: -u e -o -U) , 211 =0;0 e (u+l) =(l¡~l) (Il) El valor de u, que satisface Ia ecuación (n), es 1.199. - - . de manera que sin inconveniente, se puede poner: u=1.20=-IDï; de donde h=2~0' Sustituyendo el v-alor de h en la fórmula ( 4) Y ejecutando las operaciones tenemos: z=l a, y entonces el de Tf! que buscamos, T"=i lJa (10); y el de T será: T= :: (11); reemplazando en la fórmula 6 (número 54), este valor de T, hallamos que el de la flecha para el presente caso es : f .. ~.(12) E:xpresi6n que indica que la tensión de Un hilo en los puntos de apo]j() BU 1)¡ínimu?n. cuando la flecha tiene 1tna longitud igual á la tercera llega á Wtti de ~ distancia que ws separa. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TRLÉGRAFOS 35 y TELJ!:FONOS. * rtf), Distancia máxima de los puntos de apoyo. Con faciliùad se calcula la mn,yor distancia á que pueden situarse los pnnWi4 Üe apoyo, ~i sp tiene en cllenta que la tensión en ellos, no debe pasar el límite de resistencia del hilo, <mando se deje suspendido con una. f1ecLa de 10ngitlHI igual á la tercera parte de dicha separación (fórmula 1~). Con efecto, yimos que cuando esto se yerit1ca se tiene: TII=~pa. Ahora bien, si denominados por R la mayor resistencia del hilo de que se tratc, la tensión Tn, en los puntos de apoyo, á lo sumo será igual á R, porque si fuese mayor se fracturaría el hilo; tn atención á esto podemos establecer la ecuación: T11=R=;/ up, de donde a=-~- (13) :81 ,aloI' de R se puede reemplazar por ~'e.¡, siendo r la resistencia que presenta el hilo por milímetro cuadrado sin fracturarse, según la sustancia (l'Ile lo forma, ~. e.¡ su sección expresada tamjién en milímetros cuadrados. Ri denominamos por d la densidad del metal.del hilo, podemos poner la igualdad de.¡ p= 1000 Elustitu'yel1<10 en (13) R y p por sus equivalentes tenemos Si recordamos <]ue para los hilos ùe hierro r=40 kilogramos y d=7.7, podemo" determillar ell mctros ]0 mayor distancia a á qne pueclcn situarse los p11l1tos de apo~'(), sUl:\tituyendo estos valorl~s en la Última expresión (14), üsÍ: a--~ O~Ox~ 3x7.7 = 6 926m.4 Ouando cI hilo se snmel'g-e en cI agua, su densidad ba¡ja á 6.7 Y el valor de li lIeg-a hasta 7 960 metros. Como CD la construcción de las líneas, el valor aHig-nado para ~.no debe pasar de 10 kilogramos por milímetro cua(Ir'aùo <lo secciólI, los valores prácticos de a vienen á ser: para el hilo de hierro en el aire, a=l 731 metros " " " agua, a=l 990 " fiO. DeI estudio anterior se deduce que, si ell dos postes sc suspende un alambre con uua fuerte tellsión y luego se afloja por grados para que la Hecha aumente contillll<1111cntc, la tensión en el punto más bajo de la cnr,l1 va (lismiuuyeudo, lo mismo que la de lvs puntos de apoyo, pero hasta cierto lílllitp, límite (les(le el cual principia lnego á crecer notablerncrte en los Últimos, debido al propio peso del alambre. El límite ùe que se tmta, lo fija la longitud de la respectiva Hecha, porque cuaudo cs igual il la tercem p((,rte de la distancia que hay entre 108 puntos de apoyo, la tensiÓn CIl cllos I1pga á SILmCllor valor. f~j~'mplo. Yeamos qué varÜlción se nota respecto de la tensión, cuando cn dos postes separados 800 metros y con alambre ùe 3 milímetros de ùiálllCtro, se le ùa {t la 1iecha (lirerentes valores. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 36 Si TELÉGRAFOS Y TELlboN6S. seledejaunaflechade l,atensiónen Sil puntomásbajoeo de l,a tensiónenlospllntOll de apoyo es de 125 metros 166.66 2õ(} 266.6 500 800 " " " " " 36 kilogramos. 27 18 16.8 "~, 9 1).6 " " " 43 36.33 32 31.7 37 1)0.4 ldlogramos. " " ,,'" " Observando los nÚmeros anteriores, se ve que el alambre llega á tener inenor tensiÓn (31kg.7) en los puntos de apoyo, Clu\lJ(lo la flecha es de 26H00 .(i, ó sea de longitud igual á la tercera parte de la distancia de los postes. De manera pues, que desde el punto de vista de la resistencia del hilo, no hay inconveniente en instalado en posœs distant{ls 800 metros, siempre que se le pueda dejar flecha de IQngitud suficiente para que la tensión ell los apo.yos, no Kea.snperior (l su respectiva resistencia. , 61. La distancia entre los I_ostes, no puede, pUPS, atmlPntarse ÍlHlefi· uidamente, ticne su límite segÍln la resistencÜt de 10:,\alambres y queda demostrado, por lus cousideraciOIH'8 del nÚmero 59, qne el límite práctico para los hilos de hierro es de 1 7:n metros; esto se comprende sin esfuel'zo, porque aun 8uponieudo postes de enorme resistencia y ademáR facilidades para dejarle al hilo la flecha más conveniente, habría sin duda ruptura en él, tan prontQ como su propio peso produjera \lna tensión superior allímit.e de su elasticidad y al qne, repetimos, 110 debe jamás llegarRe en la práctica. Un hilo telegráfico de hierro puede suspenderse en do:;¡ apoyos distantes 1 731 metros, siempre quo se le pueda dejar ulla flecha de 577 metros do longitud, y en cuanto (t la tensión, puede asegurarse que queda en t.an buenas condiciones como otro de igual naturaleza instalado en dos postes separados 50 metros .r COli Orn.4S de flecha. Como ejemplos ùe líneas eléctricas aéreas mont.adas sobre postes á grandes tramos, se pueden citar: la de Blidah á Medcah de 20 kilómetr'OS de longitud, instalada sobre 40· puntos de apoyo, .r tambiÚn algunas de las líneas que pasan por los Alpes, salvando "alles &c., y sosteniéndose on los contrafuertes de las montañas. So dice también, que el señor Boune1li estableció en Cerdeîía hilos eléctricos aéreos cn apo~'os con distancias kilométricas .. 62. Longitud del alambre suspendido.-Como se sabe, la distancia de dos puntos se mide por la recta que los une, así la distancia del punto A al punto O (Fig. 15) la da la longitud de la recta AZC; ahora bien, como el alambre suspendido en los postcs describe 8iemprc la curva. ABC, más 6 menos abierta segÚn la tensión que se le dé, es evidente que la longitud del hilo colocado sobre dos postes, es maxor que la distancia que los separa. También se ve claro, qne si se conserva invariable la distancia de los apoyos, la longitud del hilo se hará, menor ii medida que se acorte la flecha :" aumente por consig-uiente la tensión, y que en ningún caso puede conseguirse que el largo tiel alambre suspendido sea igual á la distancia de los apoyos, porque esto no se podría obtener sino cuando la flecha se hiciera nula, es decir, igual (t cero, y en tal caso la tensión tendría un va· lor infinitQ y el conductor se fracturaría mucho antes de que so llegara á ese límite. * Es sencillo deducir por lIIcllio (le las oorrespondientes ecuaciones, la verdadera longitnd del alambre sllspcndido con tensiones diferentes y so· bre postes situados ii, din~rsas distancias, y cn seguida formar un cuadro; pero como en la práctica este dato no tiene particular importancia, basta darIo pará los casos más comunes y con referencia al alambre de hierro de , 3 millmetros de diámetro, con tensión de 4õ kilogramos en su punto más ,bajo •. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELf:üI~AFU::; Pam nlla lliHt.unci<t de ;')0 metros entre los alam ùr(, eH dl\ , _. _.. _ _ Id. ill. \OH ill. Id, ill. ~ou ill. ](1. id. .too ill. J (L id. liOO 31 y TELj~l·'Ol.\Oi:;. id. po¡,;tes, la longitud del 50.006 itl 100.05 id 200.5 id '. __ 404.1 id. ... 614. C0ll10 las te\lHiOlll'S SOli Jll'olJorCÍollalcs {t )a.H secciOlles de los bilos, (nún\E:ro .Ji») las 10ng"itIHles acabadas de indicar corresponden también Ú los alalllhl'l~s de l,:! .Y .J milímetros (le lli{uudro, sllspen(li(lo¡;¡ ell postes con las sf'p:lra(~iolleS expl'eslulas .Y1:011teusiones lIe ,j, ~O y HO kilogramos, respccti\"'Hllwnte, cn el ¡lIlIIt!) mÚs h:Uu, hn lo g'clIcral, la flœha eHmuy }lequeila con relación á la distancia de Jas po,,;tl'S, subre tOllo, (:1Ia11110lísta 110 pm;a de 100 mctros, entouces se pue(le. eOllsilleral' la mitad «leI hilo, RO (Fig. Hi), como la hipotcllusa de UIl triállgnlo rec:táng"nlo cn,)'os catetos SOli: la tlf'eha zn y la scmidistancia Z O dl' los 1l\llltOi:jdl' apoyo. ¡¡;t Influencia d~ la IOJJ~itlld.-HegÍln SIl ha d~jado <tnobulo, la longituel tlll 1\11alambre lll~:¡ Jllilímetros Ile (Ii{tllletro, instalaelo ell apoyos distantes ;.0 metros .r COli 4;j kilogramos Ile tellsiÚn l'n su punto inferior, es de GOm.O<lli; Hi CHia 10llgitIHl del hilo se llismilln,YCl'a en Om.OOG, ycndría á ser ignul fi la distaneia de los postN; .r eu el acto l]lW estll sc vel'ifieara, se fracturada si SI' eonsillera llesproyisto (le clastieÏllad, porqne se anularía la flcellü .r la tCUHiÓll sl'l'ía infinita (IIÚIIWI'O¡;~); ,.le IltalJl'.ra qnc yariaciones de es':a daHe Cil la IOllgitud de un hilo colocado cn postes pOCOespadados, producen SiCIllpl'l~ ea III¡¡ios IllIl,)"SInIsihIes cn la flrcha .r ell la tensión. No ocurre lo propio l:\lal\(lo la distanda entrn los apoyos cs (le cOllsideración, porquc las "ariacioll('s dI' qIlI' hahlamos 110 til'IH\J: clltolwes la misma influencia sohre la flecha; i'>iloi'>poslei'> distan 100 Jlwtr~m, por ('.iüJlIplo,;r sostienen nn alamhre con las TIIislllas cOIHlieiOIlC8 <¡Ill' ('l indica(lo, resulta que una disminneión cn Sil 101lp:ittHl,d01lle de la alltl~\'ior: el';(lrcir, de Om.012, apenas reducc cllul'go del hilo {t lOO"'.O;¡S ,r esto llO pl'OdneP. ell la fieelJ<t sino una lijcra yariaeiÚn, Ca«la yc:r, «1111\Hlm IlIa,YoJ'la s(',paraciólI (le los apoyos, J08 eíeet.)s prodIlcillos pOl' ta Il'S Yfl.J'iaeiolws ell la 10ngitIld de los hilos, serÚn menorcs, ~" desdo este llllllto (le yista ser:'t cOII\"CJlÍcntc dejar los sostenes lo mÚ¡::eHpaei:Hios qllc sea posihl(', Sill deselliduJ' Jos ot.ros requisitos sobre cOTlsb:ueeiÚn do las IÍJwas segÚn las circllT\stalH:ias I()(~ales. (iL Influencia de la flasticidad.-Cnanllo un 11Ïlo suspendido y fijo en dos plintos, disminuye de IOllp;ittl(1 por llll :wmento Cll su tensión, no se elcctÍla lIeereeilllil'lIto IItn,\"r:Îllido !'.n la tledw, porque (\li "irtud de su propia elastieidal} ;;e alarga ('II (~j!')'ta eantidad, siempre que la tensión no pase ell'espeotiyo limit!' .. \sí, Hi !'Il aJlo~'os dist.antes 5U met.ros se instala uu hilo tclegrúfko (h, 0'''.00;: de (liÚmelro eOIl tem;iólI de 45 kilogramos, yen seg-uilla se h:H'e el'!'I'('1' é:4a Ilasta qlw lleg',u' á. HU kilogramos, se alargará cu ;~r, x ¡¡Ox U.000007 =O'''.OI:!, rpeOl'(lilllllo que ('1 alargamicnto de estm, hilos es }lor (~ada kilogl':\llIO d(~ 1I.001l00j dd largo. A Üwor, pues, de laelast.ioidad dl.' los hilos, se Jlodl'ía en!'1 oaso ilHlieado disminuir el largo del alambre en OIll.lUl(í, sill J'iCHgOde que su tot:tllongj'tud se igualara á la disÜ¡,noia de JO:4sostf'l](>S ,Y Hill qtHI la tellsiÚlI al(~ammra IllI "alar enorme. En g'Cncral, si ll!'sd!' llll apoyo y con 111111'11801' (mímcl'o ~2), se disminuye la lOïlgitud de 1111!tilo, n'slllta: aumcllto de tClIsi(m, rlimiuueióu de la fieelm ;t" alargami!'lIlo J'datí\"o (I!'l hilo; la 1'1IptuJ';l,.;e Yl'riíica si la tensión pasa el límite de la l'esisteueia (11'1eonl1l1etol'. '[)¡), Influencia de la temperatnra.-Los eo' ullldores elé(:trieos inllueneiado;; por las varia~ioJwl'; <lc t.emperatura se dilatan 6 contraen, esto da por rl\Sultarlo qne ht tClIsióII ~' la fleclm con que ban sido suspendidos se mo(lifiquen, do donde "it'nc (\llC cuando sc instaJa una línea eléctrica en ngal'cs sujetos á fuertl's camhios de temperatura, ISetengan éstos en cuen-. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS y TELÉFONOS. ta. para que, á pesar de ellos, en todo caso permanezcan los eOlHlllctores en . las m~jores condiciones posibles de estabilidad. Como el coeficiente de dilatación del hierro es de ().O()0012~, es decir, que por cada grado centígrado que anment~ Ó disminuya su tempN,ltura se dilata ó se contrae 0.0000i22 de su largo; si en un lugar ùe cierta temperatura normal, instalamos un hilo de Om.003 de di<ímdro, con tcnsión de 45 kilogramos y en postes distantes 50 metros, su lar¡!;o absoluto es Ile 5Om.OO6 (número 62); si en estas circunstancias la temperatura haja 25° el hilo sufre una disminución en su largo de 50m.006 X 25 X O.()O()Ol~~=()m.Ol.'), de suerte que su longitud se reùuce á 50m.006-0.015=4!lm.!.l91, Ó tieu Om.OO!) menos que la separación de los pOtites, si no se tU\'Îera Cil enclIla la elasticidad del hilo que evita la ruptura, pues puede considerarse que en t'ste caso (número 64) el conductor pasa de 45 kilogramos de tfllsión á. 8;; ~. sometido á las dos \'al'Ía<liones indicadas de longitud, en detinitiva delle á quedar con un largo igual á 50m.OOû_Om.015+0m.Ol:¿=.'íUm.00:3, siempre mayor que la distancia de los apoyos. No obstante, deben eyitarse en los hilos las variaciones fuerÜ's CD su longitud, para que se conserven mejor j' duren en consecuencia mayor tiempo prestando buen servicio. Los cambios de tensión, originados para la diminución de temperatura, se hacen menos sensibles cada vez que los apoyos distan más; en los tramos de más de 300 metros son casi nulos. La elevación de temperatura. produce dilatación ó sea alargamiento en los alambres y por consiguiente, aumento en la fiecha, lo que dehe tratarse entonees es que no encuentren obstáculo y queden siempre libres del contacto con árboles ú otros objetos cercanos. Prestando atención á las infiuencias anotadas, es sencillo instalar siempre los conductores eléctricos de modo que en todo caso tomen posiciones de equilibrio compatibles con ellas; para conseguir este resultado debemos repetir que nunca debe pasar la tensión en los hilos de hierro, de 10 kilog. por milímetro cuadrado de sección, esto es, de 70 kilog. para los de tres milímetros de diámetro y de 1:¿0 kit para los de cuatro milímetros. 66. Puntos de apoyo situados en alturas diferentes. - Algunas veces, por requerirlo la naturaleza del terreno, es preciso situar los postes en lngares que tienen diferencia de nivel considerable. En est+>scasos, el hilo conductor siempre forma la cadeneta, pero su punto más bajo ya no se halla. en la mitad de la, distancia entre los postes, como ocurre cuando éstos se hallan á la misma altura (número 53 ). En la figura 16, A y Orepresentan los puntos donde se apoya el alam bre que con cierta tensión forma la cadenetaAD BO; ella. hace ver ahora. que el punto inferior B de la curva no queda situado en la mitad de E O=X' X, distancia entre los sostenes. La horizontal E O, trazada por el poste inferior O, corta la rama A B de la curva en el punto D y determina la cadeneta DBO, la cual representa la que formaría el alambre suspendido en O y D, sin variación en la tensión; en el segundo caso, el pnnto inferior de la curva es B, como se sabe, y además viene á corresponder también al más bajo de cadeneta primitiva, así se ve con claridad, haciénùose palpable igualménte su menor distancia al poste O de inferior altura. Suele ocurrir que el punto más bajo B de la CUl'Ya,qnede situado precisamente en el apoyo inferior, lo que se verifica siempre que la diferencia de altura entre los postes sea exactamente igual á la fleclla que debe dársele al condnctor, para dejarIe la tensión conveniente. Si suponemos, por ejemplo, los pllutos A yB (l?jgura. 16) distantes 150 metros, con una diferencia de nivel B Z=17m.57, y suspendemos cn ellos un alambre de 3 milímetros de diámetro cou uua tensión de 36 kilogramos en el punto inferior de la curva, el apOj'o B viene ·á ser justament<l el .punto ;més bajo de la cadeneta, porque la diferencia de niyel17m.57 es exactaEste libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia y 1'ELÉl<'ONOS. l'BLBGItAl<'Ol:l 39 mcnte igllal á la longitud (lc la fleclla (Ille corresponùe al. condl~ctor de hicl'l'() do ;~milímetros (le di{llllctrü, instalado eu postes á mvel, dIstantes 300 lllet1'OSy con tensión (le 36 kilogramos (nÚmero 56). Fig. 16. la práctica, cuando se establecen laR líneas sobre postes á distancias de consideración y á diversas alturas, es importante saber la sitnación de los puntos más bajos ùe las diferentes curvas. Conociendo la situación de los apoyos y las tensiones, se puede determiuar fácilmente, para todos los casos, el punto de que tratamos, ya por medio del cálculo ó ya gráficamente como veremos má,,:; adelante. 67. Cilenlo para determinar el pllOt6 más bajo de la eadeneta, cuaudo los apoyos tienen diferencia de nivel.- Sean A y O dos puntos de apo;¡"ocon Ulla difereneia de nivel NZ=b y distantes entre sí una cantidaù XX'=a. (Fig. 16.) Si se tomalllas líneas OX y OZpor ~jes y se llaman: XIa distancia OX, Z la altura ex, contada encima del eje OX s~tuado á una distancia h del punto inferior B de la cadeneta (número 51); XI la magnitud OXI y ZI la. altura,AX', se tendrán las sigüiclltes ecuaciones gil il< Z h('!" ="2 e b + (J _.!..) b ; X+X'=a. Z'-Z= b; Desarrollando los valores (le ZI y Z y no tomando de cada uno de ellos más que los dos primeros términos, en atenciéll á. que esto basta en la prãctic:t para satisfacer las condiciones genera,le~ de la instalación de los hilos, se tendrá: XI> X2 ZI=h+-2h, Z=h+'.Ûï' rentando estas dos expresiones miembro á miembro se tiene: X"-X" Z'-Z= --2l-¿- =b. De esta Última igualdad se pueden deducir los valores de XI y X, ob. 13€lrvandoque X+XI=a, y se tiene I aO +2bJ¿ X -- ---------- - 2a v-_ ' A.. a'-2bh 2a' Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS y. T.£LÉtiONOS. Ahora, reemplazando en estas expresiones k por su valor _1'_ (número . P 54), Y recordando, si se trata del alambre de 4 milímetros de diámet,ro que p es igual á Ok.10 (número 55), se halla finalmente: 2a---- al+22aOTb (1) X'-- --- X_-a'-20Tb (2). 68. Distancia ciel ponto Inferior cie la tadeneta ! los apoyos. - Por medio de las fórmulas 1 y 2 acabadas de hallar, se puede determinbr con mucha facilidad la distancia del punto más bajo de un alambre á los pos_tes colocados á distintas alturas, en que se halle suspendido con cierta tensión. Ejempw 1~ En los postes A y O (Fig. 16), distantes 300 metros y con una diferencia de altura de 20 metros, se va á instalar nil hilo telegrá.fico de 4 milimetros de diámetro, y se desea saber á qué distancia delll}l0Yo e viene á quedar el punto más bajo del alambre, dándole IIna tensión de 112 kilogramos. Entonces se tiene: a=3oo b=20 1'= 112k Y OX=Xj aplicando la fórmula 2 se llega al resultado siguiente: m 1n , _2 , _ X= 300-20x1l2X20 2X3oo _ 45200 ~7r,:m33=(íX 600 - [) . ? Si en vez de la distancia OX, se desea conocer la OX', es decir, la distancia. horizontal del punto inferior de la curva al apo,yo más etevaào A, èe aplica la fórmula 1 y se obtiene: V,= .av,_ O.4: - _2 300+20x1l2x20 2X300 -.!.~~--2')4m 6 - 67 M •• La suma de los valores X y XI. debe dar la distancia que separa log po.stes, si las operaciones están bien hechas. Con efecto, X+X'=a=75.33+224.ü7 =300 metros, separaeión de los postes en el presente caso. Ejernpw 2. Trátase ahora de resolver la misma cuestión pero COll relación al alambre de hierro de 3 milímetros de diámetro, y t~nicndo en cnenta que la tensión proporcional á la sección del hilo en este caso, es de 62k.72. Entonces se aplican las siguientes fÓl'mulas--3 y 4,-qnc se obtienen del mismo modo que las 1 y 2, (núm. (7), pero 110 olvidando que para este alambre de 3 milímetros de diámetro, p es igual á: Ok.056 (número 55.) v'= 5&2 -I:"_2000bT_ (3) 112a A ' X- 56a2=-~~Ob! ('.) 112a " De manera qne se t~ndrá: _2 O v,;... VI_ -.4 56x300+2000~_~Ox62.72 1l2x300 _75488 -224m 67 r - 336 ., ~ ox-x=56>53ob-:-?~X 20X62.72 _ - ~ ¡~~ .. 112X300 25~]2 =75m.33 332 El haber llegado'.IDa· mismos resultados que on el ejemplo 1~, confirIt>que se dejó dicho,.~ decil', que oorioB Mw de diferentes diá,»wtr-~, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia RlIBJlI?lulÙ10o~ en 'unos mismos ]lllutos forli/an ~ll1'/'((S i[Julllcs, .~Íl·lIIpl'lJ que que- d.~n COlt tcnsionespropm'cionafes ri MIS 1'eo~pedi1'ao~ seccioJlf's. Si en los dos ~jemplos considerados, s(\ tOllla la flecha BN correspondiente al apoyo lllás bajo 0, el}uh-aldría (>,.;to Ú, slIponer suspendidos los alambres, COlllas tem;iOlH's expresadas, l'll 1m, pOi-itCHá nivel DyO, (Fig. 1G), diRtantes 150 metros; en ese caso la flecha tendría por valor 2m.51 (nÚmero 5G.) 69. Tramos de longitudes diferentes. Varios IlIoti\'os exigen en ocasion'~s situar los postes telegl'ÚlicoR glll\I'(lallÚo di,-ersas tlistuucias entre sí. Cuando los apoyos so eoloeall cqnídi,,,UlIltc.- todas hs CUlTas qlle forma el hilo suspendido, eon tem;Í(m llllif(lr!IlI', SOli idénticas,\' así se conscrYèlll á l'csar de los call1bios dl' 10llgittHlell ci cOllllnc1or lkbidos á yariaciones d,~ temperatura, porque de ignal lIl<llIN:Lse afl'etan todas y la. posición general dcl alamln'e no se altera, Lo lIIiRl1l0no sc ycrifilllL en los tramos desiguales lÍo cansa de que los (lcslizamientos de] !tilo no se rcalizan entonC(lS cou faeilidad, por la dif(,l'l'lIeia ('n 1011~itwI y 11('80de las cOl'l'eSpondientes cu!'\'as. En los tramos 'L' or 1" (Fig. 1 í) por ~jcmplo, Se ohserva lo I'iguiente cuando ]a tempcratnI'a \aría.: si suhe, la ÍPnsiÚu del tramo menor ']" disminnye rclativatnentc mÚs que en el Ü'alllo 1\Ia;.'oI' l' (nÚmcro 6:3) y el alambre tendimtdo {Lequilibrarse se (lesliza hacia el trfllllO 1'; si baja la tempCI~1tnra, el efcctD inycrso ticne Ingar, la tensiÓn no aumcnta tanto ell el tramo 'L'COII\Oell el T' ;o.' hay deslizamicnto del hilo t'II dirección Be. Si el alambre lIO ejerciera }JI'l'siÔn I'll los )ll1ntos dl' apoyo D,A,B, 0, sn (lcslizamiellto se verificaria sill obst{wulo v Jas tensiolles se restablecerían con facilidad en las cUI'yas, pero esto l11l~e Ycrifka sino cnamlo el cambio de la fuerza de tensión es suficielltenllmt<l (:a:Ht¡f,pam YC!II:l'l'I'l frotamiento en los puntos mencionados; por otra partr, I'st.e peqneîío movimiento do transl~ión del hilo no encuentra igllal Lll:ili(hul cn los puntos D, .il, E, porque el ángulo lJue forma ell ell08 con la :IOl'izolltal tit~ne (liferentes valores y es tanto menor eua¡lto menos (liMan 10H postes. e n llilo (le O.tnOO;~ dl~(1iÚmetro, por <:ielllplo, f01'lllUWloun tl'll\110 (le ríO metros y COlitensión de 4[i kilogramos, hace con la h0rizontaluIl Úllgulo 1.0;~0' próximamcnte; de 30 en uno de 100.m y de 170 l'Il 11110Ile ,JOO,'" Esto inlhl;.'e para que cuando la temperatura suha, cI hilo se l1e¡;]ico Imei Lel tramo lWL~'or T, '~¡ cualltlo vuolva á bajar ésta, hasta ser la mii;Il1:I, el alambre enellentre incollyeniente para tomar su posicilÍlI prilllitiva 0\' (pwdl', por ta] motivo, con tell, sión superior ála allterior end Il':!JIIOIllÚS Jll'queÎÏo T.' Ann haciendo ahstmeeiÚIl (le ]a irrl'gnlal'i(hHl f\]lltlltada, (khilla lÍ, lo;; Ill~slÍímlllientos Ile! ltilo, sieUlpre éstos ,;011 1l(~I:judÍl:ia]e;;, 1l()\'fJIICafJu(~1se desgasta con cI frotamiento en los ]Jlln10;; ti(~ apoyo y t¡l'lllle {t daîíal'se. Para o\'Ïtar ]os inCOIlYl'uiplltps illdil';ldos, de 'lile ndoll'ocn lOiStramos desiguales, sería cOItveniclltc q111'l'l 11l:1I!1 hl' SP fijara elt los aisladores eon un remache, Ilespués de hahprlo (lad" COli 1111tellsor eu los diferelltes tra· mos, la tensión que lo cOJl\·cn,ga.; no quiel'e decir esto que los tonsores se retiren tan luego como haya qucllado I1l0ntada la línea, a] eontrario, debcll (:onservarse en sus respectivos pucstos pOl'quP eO\11OlWl110s dicho antes, (llúmero :34) siempre son Útiles ell 1m; tralmj:m (Il' reparal'iÚn cte. e, 70. Presión del alambre sobre los Ilost('S.-l'Js r('g'la ;;ittllu' los postes ell cn línea reeta; cuando esto :-:econsign(', !:IRcunas que afeda el eondllctor cn t.odos 108 tramos, ¡hut, Am /:, 1:11O, etc. qlwllall sÏtua(las en lin mi¡':ll\o plano "crtical, ;r si ticncnla cl•.hida tells¡Ún, los postes A, E, (]:.. - -. et<l. (Fg-. 17) no tienen qnc Sopol'tar cntonees sino lin csfnerzo producido de arriba hacia ahajo, en dir'~e(:ilÍn ele la \,(~I'tical, por el l)(lsO del alam ùre; esta presión ell (:atla }Joste eqlli,·alt· Ú un peso colOl:ado en su vértice é igual al del a.lambre comprendido cntre los puntos más b~~osde las curvas adyacentes. ' Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRA.lWS y 1·ELl~FONOS. Ejemplo 1.0 Si suponemos un conductor de Om.003de diámetro, sus pendido con una tensión \le 45 kilogramos en su punto inferior, en los postes A y B, di!;tantes 400metros, ~.en los B y C, distantes 200m, tendremos que el poste intermedio B (Fig.17) soportará el peso de una longitud de hilo de302m30 (número (;2), es decir, 30:!.3 X Ok056= 161.:928, representando, en este caso, O.05Hel peso de la unidad del hilo (número 55). Si el conductor obra sobre un solo lado del post~, como en D, tiende á desviado hacia ese mismo lado con una fuerza cuya dirección es Dr y cuya intensida\l es igual á la tensión que tenga el alambre. La fuerza Dr podemos descomponerla en \los, una vertical D k Y otra horizontal Dh. La componente vertical puede quedar representada en valor por el peso del alambre comprendido entre e] punto D y el más bajo u de la curva; para determinar el valor de ]a componente horizontal Dh tenemos: (Dr)'= (rh)' + (Dh)', de donde (Dh)'=(Dr)'-(rh)', es decir que el cuadra· do de ]a componcnte horizontal, es igual al cuadrado de la tensión del hilo menos el cuadrado de la componente vertical, cuyo valor conocemos. Ejemplo 2. Supongamos la distancia de los puntos de apoyo D ~. il de400 metros, y ycamos qué valor tiene la component~horizontal Dh ósea Iafuerza que verdaderamente tiende á desviar el poste, si suspendemos en dichos puntos un alambre de Om.004de diámetro con una tensión de 80kg, entonces t{jndremos: Dr=SOkg, Dk=202 X Okg.l0=20kg2, y Dh será igual aplicando la fórmula explicada. (Dh)'=(80)'-(20.2)' =6.400-408.04 de donde 0 Dh= v'5991.96 =77kg.4 próximamente. En los casos ordinarios el valor de la componente vertical es muy pequeÎlO, principalmente en los tramos cortos, porque el ángulo hDr es muy reducido, de lIJanera que la. componente horizontal es entonces casi igual {~la tensión del alambre; en la práctica varía. su valor desde 20 hasta 100 kilogramos (número 16). Cuando el conductor queda con diferente tensión respecto de un poste intermedio, éste tiende necesariamenteá desviarse hacia donde la tensión del hilo es mayor, impelido por la fuerza que resulta de la diferencia entre las respee.tivas componentes horizontales .. 71. Postes situados en los vértices de lus lngolos.-Cuamlo no es posible que la regla \le colo<:ar los postes cn línea recta se realicc, en atención á la economía, de., se <::1111 hia la 111reeciólI del trazo de la línea. telegráfica formando ángulos. ~'{l {t la dcrccha ~·{t á, la izquierda del eje ó línea que une puntos extl'CUlOS principales Íl obliga\los. Los postes que v;enen á ocupar los vértices de los ángulos, como el P (~'ig. 18), permancccn sometidos á. ciertos esfuerzos que es preciso con. Este libroinstalarlos fue DigitalizadoyPoraaegurarl~~ la Biblioteca Luis Ángelti;'~~le~. Arango del Banco de(1l~~O.EJ~;-_ la República,Colombia ¡.~~ar p~ra <, 43 Fig.18. El poste P instalado en el vértice <l(ll ring-nIo APB, permanece sometido á las fucrzas Pl? y l'pt, que aetít:lll t'Il la 11irección de los hilos y con intensillad igual:'Í la l'espeetin¡, tensiÓn Ile (~¡;tos. Cuando la tensión dol tramo PA es igual á 1:1 tellsiÓn Ilel PT>, el efecto que producen amùas sobre el poste, equiyalc al de nna sola fuorza, ó sea al de la resultante PR, qnt: trata de de¡;\\"íarlo en la dirección qlle toma ó sea la misma de la biscctriz del ángulo APB, formado ]lor ellJilo tl~l(\g-l':ífico; la intensidad de la fuerza I'R depende del yalor del iÍlIgnlo APB, pucs á medida que ést~ disminuye aquella alimenta. • 72. La resultante PR Ile las fuerzas FF;¡- PF' es igual en magnitud y dirección á la diagonal del paralelo~r~mf) F Pli'f R, COllstruido soùre las líneas PF y PF' qne represcntan las Ilos f<.·m:iOllCS ó fuerzas. Si denominamos R la resultante PR, Ct pl (lngulo qne formau las dos fuerzas iguales que llamaremos P, la signiellte eXJll'esiÓn indica el yulor de hl, resultante para los diycrsos \'alo!'cl) th" ~ínglllo lX : R F¡ X ~- . , sell - sell c: 1 -- ( ) sell ~(C lX R y la fuerza l,a relaclOll -- .. - - ó sea la l}ne existI' cutre la resultallte sen ~Gl.' F, la da el siguiente dl3 10 en 10 grados. Angulos, cuadro, Relacibn calcnlado l'utre la pnm ÚUg'ulos que yan creciendo An:~ulos. re~u1tante )' la ruco~.a.. ()O 10. 20. 30. 40. 50. GO. 70. SO. 90. 2.00 U)!) I.UIi l.U;) un 1.81 ¡:}:l. .110. j:W. I :JO. 110. i ;'0. Ln HlO. I.Ha 170. 1.53 1S0. BcIadÚn entre ia resultante r la fucrza. 1.28 1.14 1.00 0.84 o.ns O.in 11.:$4 0.17 0.00 IAl Estas columuas allotan lJ.ue la l'clnciÚll tiene por \'alor 2, cuawlo el [¡,ngulo es igual á O, Y 'lue tienc pOI' ya lo}' Il ctIlUl(lo el ángulo es de 1800, lo cual se comprende perfectamente. 73. Por medio del cuadro se ]lnede halla!' la intl'llsiàad de la fuerza qne tiende {~desviar el poste situado Cll el yértice de IUl ángulo, de valor conocido. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y l'EL1;PONOS. Ejemplo. Se desea sahel' cuál es el valor de la resultante ó fuerza, que obra sobre uu poste, situado en el vértice de un ángulo de 700 y.que sostiene UIl conductor suspendido con 50 kilogramos de tensión á uno y otro ,lado del apoyo. Para resolver la cuestión, se busca en el cuadro qué relación existe entre la resultante ~'la fuerza cuando el ángulo es de 700, para este caso se ve que es de 1.63, y aplicando la fórmula. (1) que da el valor de R se tiene: . • R=50 x 1.63= 81kg5. valor de la resultallÜ~ ó fuerza que obra en este caso según la bisectriz del ángulo. Si el valor del ángulo fuese de 30°, en "ez de 70°, se tendría: R= 50 x 1.93= 96kg5. Esto hace ver la influencia qne tiene la amplitud del ángulo sobre el va.lor de la fu~rza, }llles una disminución de 400, en este ejemplo, aumentó en 15kg el esfucrzo que queda soportando el poste. Por las razones expuestas, los postes más fuertes deben usarse de preferencia en los vértices de los ángulos, como también los aisladores que se crean más propios, instalando los primeros siguiendo las reglas respec- . tivas y si fuese preciso adaptades tornapuntas, tirantes, etc. no olvidar que deben situarse en (lirección opuesta li la resultante, á fin de que la contl'are8ten convenientemente. 74. Postes ton varios bIJos. Cuando la línea consta de varios hilos conduct{)res, es muy notable el esfuerzo que quedan soportando los postes situados cn los vértices de los [tug-nlos, y es preciso determinarIo para en vista de él, elegir los lilás capaces é instalados perfectamente. Si bien es cierto que todol' los alambres que pasan sobre un poste DO obran sobre él de ignal manera, por distar diferentes magnitudes de la sección de empotramiento Ó sea la sección situada á flor de tierra, también es de notarse que elltre I'Í estÚn IlIU,Y prÓximos relativamente, y quo por esta circullstaneia Jlucden tIespreeiarse sus diferencias en altura y considerarlos como reemplazados por 11110sólo, obrando en uu punto intermedio con tensión igual :í la suma de las temlioues de los diversos alambres que debe sostener el apoyo .. Si los hilos se tieJldt'lI eOll regularidad J separados entre sí una cantidad igual, ]}m'de cOll~itlerarse el punto intermedi6 de que hablamos, es dMir, el punto de .sllsjwllsitíu para el alambre que suponemos reemplaza {t los dúmás, situado en la mitad de la distancia que quede entre el alambre más elevado j' elm:Îíi hajo. Si se han de fijar en los postes cinco alambres, por ejemplo, tic Om.ooa tie diámetro, con ulla tensión de 50 kilogramos cada uno, espaciados cnll'(o >iin. m;1;J, y distando el más elevado Om.06 de los repectivos vértices de lo,; postes, todos estos alambres equivaldrían, según lo dicho, á uno t\olocado [t 0 .76 tic los vértices respectivos y con tensión de 250k• Ahora bien, si alguno Úalgunos de los postes que han de sostener tales conductores ViCllC {t !JUNIaI' instalado en un ángulo de 1000, la fuerza que trataria de dcsviado en direcciÓn de la resultante correspondicnte, sería, según lo visto, (nÚmero n), de 250 x 1.28=32Ok .f aplicada. á una distancia de om. 76 de la. extremidad snperior del poste; si las dimensiones de éste no fllesen suficientes para resistir esa fuerza permanentemente, se apela á su consolidaeiÚn por medio de los sistemas anotados (número 17). Aun Cil el ea so de <]u(\ 10Jo> c01HIuctores sean de difcrentes diámetros, colocados en los postes Ú·.Iifercntcs di.stancias unos de otros y con diversas tensiones, s~ podría opt'ral" eomo allt.<~8~'fÚcíl sería determinar el punto deap!icación de la l"c8ultante, pero lo quo generalmente se acostumbra., mayor seguridad, es suponer que todoo, ,lOS,hilOStien. en el diámetro _~ más grueso y que distan entre sí unamagn1~media .•. 111 ,para, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ni. IIHos con diferentes tensiolles.-Hi los hilnl'i 110 t ¡cncn ig'n1l1tcnsi6n á uno -:"otro lado de los postes, tÍ :,;i l'in 1I1ÍlIlero ('S mayor Ile un lado que del otro, la resultante de laí< fnerzas tOHm derla (lirt'cción que viene á s~r la diagonal del paralelogrnmo construido í<ohr<'las direcciones de los hIlos, tomando sobre ellos larg-os propOl'l'ionall's Ú lr·R fncrzas que respectivamenU) obran en cada sl'ntÏtlo. F.~emplo. SnponielHlo que l' l'ica un 1'0:-;(1', instalado cn el ,értice del ángulo AFC (Fig. ln); qn(' sostjPjJ(' 7 hilos, "Oil igllal t"em,iÚIIHegÚn ladi- R>~ " --A , ,, • ...L-_'_ N C -;Jl-' ----~--~-.~,\", /'( ','. P'>'" "V l'ccción PA, Y 4 (Jon la mi~nu<LL{;w;ion de los <Llltel'lOl'CSpero cu dirección PC, sé trata de averiguar el valor ~. direcei6n de hLrcspectin~ resultante. EntonceR como todos los hilos tiencn igual tew;Ï(llI, podemos sllponerla dc 50 kUogramos para cada uno y tomar la magll:tud l'a COIllOunidad represent:ttiva, de esc ,-aloI'; colocaJl(lo dicha unitbHI 7 \'cees sobre r A y 4 sobre PC, partiendo en ambos casos del n~rtice P, se oùticllenlos pUlltos il y C por los cuales se trazan las paralelas AJ-l y CU (L las !fncas l'C -:" P il respectivamente, que determinan uu paralelogramo cllya diagonal I'B representa en direcciór. y cn valor la rcsnltallt'~ dc lai; fuerzas, que en este caso obran sobre el poste l'. AhonL, si por ll1c.Jio (lei areo R'K se traslada la r£lsll1tante PB !;obre la línea PA, se ve Illte esta tieue por ,aloI' [) unidades y ~ do nnidad, es decir, qne vale ¡¡O)<:5+:!O=~7() kilogramos, eu at{)nción al supuesto de que caùa unida(l l'(~I\}'l~SentaríO kilogrun:os. Si se cre~yero eonveIliente adaptarle al poste Ull tirante, <lebe colQ(~arse ocupando la dirección l'V para IJne l'l]uiliul'e hien la resultante; pero sí no fueTe posiblc lmcerlo así, se elllJllearÚ.ll 2 situa<los (L l1cr('cha é izquierda de la, <lirccción marcada por la linca Pl' y equidistantN¡ Ile ella (nú. mel'O 17). 7G. Hilos en diferentes direcciolles.-Los postes sitlladm; en puntos dondo los hilos telegrÚlicml se uifhrean, se c~'uzal! (J tOlllaH diferentes llireceioncs, quedan sOlllctidos :í. fuerzas que obran Cll <lÏl,;tillt.ossentidos y que dan también una resultante que (leue conocerse {l, favor lid sig'uiente procedimiento gráfico, l1n{tlogo al anterior. Si l' es el poste al cual llegan ~ hilos en la llireeeióll nfl, (Fig. ~O);)hilos en la direccióll CP, 4 hilos en la dirección 1JP Y 8 llilos Cll la direcciÓn Al', tOdo8 con la misma tensióll, para hallar la direeciún ;\' llIagllitu<l de la r~· !;Ublnte sc lleya sobre las líncas J'n, l'C7 1']) y l'.il ÍL partir (Id plinto P, la ullidad qno representa la tensión cOlloei(la, tautas H'ces en calla <lireccióll cuantos hilos sŒ;ticncn el posto en ese lIlil'illlo sentido, porque todas las tensiones se han supuesto de igual valor, Coll tal opcracióll quedan determinados los puntos 2, 3, 4 Y S. En seguilla, ¡.;obre las Hnes 1'2 y 1-'3 se l~nstru.re el primer paralelogrmuo _p'2b3, cu,ya "iagoual Pb representa. la ¡;esulta.nte oolTespolldiente á las dos fuerzas 1'2, l':~;. sobre esta. rea.I1I.' ~_.~_::-, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia """46 TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. Fig.20. tante Pb y la maguitl1(1 f'l, sc forma el seglludo pamlelogramo Pbr4 el cual da la resultante .PI' de las fuerzas Pb y P4; finalmente, sobre la segunda resultante Pr y la magnitud PB, se construye el paralelogrl\mo Pr R8, cuya diagonal l'il rcpresenta la resultante general del sistema de fuerzas consideradas, es decir, la fuerza por la cual podrían reemplazarse todas cu;yo valor es ahora .de 9 unidades y ~ de unidad como se ve en la figura. La línea .Pl' Üldiea, para. el caso ~n cuestión, la dirección en que debe reforzarse el poste. 77. Si en cada dirección t~encn ten8i6n distinta los hilos, se procede como acaba de verse, con la (hferencia de que sobre la línea que indica cada hilo se aplica una unidad proporcional {t Sil correspondiente t~nsión. Ejemplo. Si Se trata del poste P (Fig. 21) al que llegan cuatro alam- fig. 21. bres· en la dirección A r con tf\nsión de 30 kilogramos cada uno, y 2 en dirección B.P con tensiÓn de 48 kilogramos respectivamente, se elige una unidad lineal que representa :30 kilogramos, y se lleva 4 veces sobre PA para determinar cI punto 4; 11lt~go]lara saber la magnitud lineal que corresponda á 48 kilogramos .r que hay qne colocar sobrc PB, se establece la proporción siguiente: si para;30 kilogramos corrcsponden tantos centímetros, decímetros ó metros, para 48 kilogramos ~cuántos corresponderán' Como en la figura 21 se tonmron i) milímetros (Om005) para representar 30 kilogramos, la proporción del C~tsO será: 30kg: Om005:: 48kg : X=ûm008, de mancra qne la unida(l correspondiente á 48 kilogramos, debe medir 8 milímetros y es la que se ha tom:ul0 para determinar el punto 2 de la recta PB. Para conocer el valor ùe la resultante, la construcción se termina como anteriormente. Toùas estas cuestiones se podrían resolver analíticamente, pero para la práctica bastan los proccdimientos gráficos indicados, porque pueden verificarse con facilidad y lllucl1as veces Bobteel mismoter~eno. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia MANUAL PRÁCTICO I DE CONSTRUCCION DE LtNEAS TELEGRÁFICAS y TELEFÚNICAS Al!;REAS. P:R..IMEJRA F.AFt TEl_ Materiales empleados en la construcción de las líneas. 1. Resuelto ventajosamente por medio del telégrafo y del teléfono eléctricos el importante problema de trasmitir el pensamiento á grandes dist~,neias con rapidez y economía, no hay país civilizado donde no se vean, á lo largo de sus caminos, uno ó más hilos metálicos suspendidos en sostenes verticales, formando lo que se llama una línea telégráfica ó una línea telefÓnica aérea, de cuya construcción vamos á tratar; pero antes de emprendel' esos estudios, es necesario conocer los l:'lateria.lesde que se hace uSllll Cn tales líneas, para. determinar sus condiciones y los mmlios de obtene" en la práctica, el mejor resultado posible. I POSTES. 2. Se llaman postes los apoyos en que Eesuspenden los hilos conductoras de las líneas telegráficas y telefónicas; pueden ser de dos clases: met.álicos ó de madera. Los Últimos son los nsados generalmente, elegidos dll los mejores palos, de la parte principal de los árboles bien desarrollados y sometiéndolos, según su bondad y su loca1idad, á convenientes preparaciones previas, con el objeto de aumentar su duración. 3. Dimensiones de los postes - En casi todas nuestras líneas se han u!lado los postes de 5 á 6 metros de longitud y de Om15 á Om18 de diámetro, dimensiones inconvenientes en muchos casos, como se verá adelante. Las dimensiones más usadas para los postes, en varios países, son las siguientes: .Altura 5, 6, 7, 8, 9,lOmetros; Diámetro á 1m do la base 10, 12, 16, 18, 20 22 centímetros. Los precios á que pueden obtenerse entre nosotros los postes de estas dimensiones, son muy variables, ya por la situación de las montafias, ya por la naturaleza de los caminos; pues unas veces se hallan donde mismo se necesitan, y otras suelen valer exagerada mente, á causa de los inconvenientes que presenta su transporte. 4. Conservad6n de la madera - Se puede ohtener para las maderas ulla larga duración empleando los métodos que vamos á indicar, propues· Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia tos para contrarestal' las diversas causas que las destruyen; con ellos, los europeos les aseguran á las suyas, de inferior calidad y expuestas en muchos casos á las más dC8favorables circunstancias, una duración muy notable, con la cual consiguen grandes economías en la conservación y repBración de las diferentes construcciones en que es indispensable sn empleo. LB destrucción de la madera proviene principalmente de la fermentación de las sustancias albuminosas, producida por la influencia del calor y Ia humedad; los insectos que se alimentan de esas sustancias, también la destruyen, porque cortan las fibras á medida que ¡;e van internando. Debe, pues, procurarse en primer lugar, y particularmente en la zona tórrida, que las maderas sean cortadas ell la época de la menguante; porque la experiencia ha demostrado qne en enal/{uiera otra, la savia que alimenta á los árboles no reside en su parte inferior, COIllO sucede entonces, sino que los invade en toda su extensión; esta savia en nn árbol sin vida, es la que por su descomposición, destru~'c la madera rápidamente. lla precauciÓn de derribar los árboles en la menguante, es de particular importancia Ilonde no se conocen' ó no se practican los procedimicntos de cxtracción ó combinación de la savia con sustancias antisépticas, que impiden su descomposición. 5. (;arbonlzaclón de los postes-Donde lIay maderas de buena calidad, se puede obtener una notable duraeión para los pOHtes carbonizándolos, siempre que se hayan cortado en tiempo conveniente; porque la carboni_zación tiene por objeto único modificar los poros de la madera destruir lOBgérmenes de los inHcctos. La operación de carbonizar los postes es sencilla: consiste en exponerlos al fuego durante nn corto rato, después de haberlos descortezado; y tener el cuidado de retirarIos de la llama inmediatamente que se note negreCida su superficie. IJu carbonización debe¿ser enteramente superfiI, de uno ó dos milímetros de espesor, á lo má!ol,para evitar que se queen las fibras de la madera y se debiliten los postes. Pam ejecutar esta ~operación se usan lámparas sopletes, las qne dirigen la llama con regularidad en toda la superficie de los postes; J' conviene, para lograr el mejor resultado, que la llama carbonizadora sea alimentada por sustancias como la brea, el petróleo &c. La parte del poste que va cntre la tierra, annqne se carbonice, no da mucha garantía; debe dársele nna mano de brea, agente antiséptico pode1'080 y muy barato, que proviene de la destilación del gas del alumhrado. Al resto del poste, después de limpiar ligeramente la capa carbonizada, «e ~ aplica Ulla pintura fuerte; la extremÏllad superior se talla en forina cónica y se cubre con hQja de lata, á fin de evitar Jas infiltraeiones ~ lfts aguas lluvias en la madera.. Si se hace uso para sacar los postes ele maderas de huena caliùad y Reùescehan las que no estén secas, las rajadas, 188 torcidas y las de poca densidad, se puede asegurar para los postes, siguiendo el método anterior, Ilna duración de 8 á 10 años; duración muy notable y conseguida con mucha economía, pu('s que el mayor gasto es el de la obra de mano. Cuando haya necesidad de emplear palos encon-ados, ell uno ó diver80s sentidos, es prudente qne la snma de las flechas no exceda de om08, refiriendo las curvaturas á partir de 1'" de la base del poste. 6. Barniz submarino - Con este nombre se conoce un barniz inven~ por M. Guibert, el cual goza de gran fama como notable preservativo para la madera, en todas aquellas obras qne IJlIellan expuestas á la hume. dsd. Entre las muchas recomendaciones que hemos visto de esta prepa-o ración,hll,llamos la siguient<l, de persona Î(lÓnca: " El número de ]Jostes de los telégrafos eléctricos aumenta cada día ~p @ldesarrollo dado á la telegrafía. La colocación :,T reemplazo de ellos ~T Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia l'ELEURAl"O:S ,go. Procedimiento gráfito y TEL.lU"L'.NU:S. para hallar el punto más bajo de un .:onYá se ha anotado atrás que los post~s se colocan en ocasiones muy distantes y al mismo tiempo á diferencias do altura muy Ilotables ; pam semejantes casos se usa ventajosamente el procedimiento gráfico que vamos {1 indicar para, hallar la verdadera posición del puuto m:is bajo de la cadeneta., dato que tiene particular importancia cuando :lIlemÚs de quedar ell esas condiciones los postes, el conductor debe salvar edificios, arboledas, ríos (tc. y es, por lo tanto, indispensahle cerciorarsc de quc SIl curva, con la flecha que le corresponde, segC,n la teusión que debe lle,ar, queda suficientemente elevada sobre todos los oqjetos .Y asegurado su aislamiento. En cI caso de que el trazo atraviese un río, ten~an Ó nó sus riberas diferencias de nivel, es también indi,spensable saber si el alambre no queda expuesto á las corrientes de las aguas superiores, y si es navegable debe permitir el paso de las cmhar(:aciones sin el menor illcoll\'eniente en los ticmpos de más aguas. l'rc"iendo esto Último, y por la insuficiencia, en altura de los postes, se mnll]l~an algnnas veces cables snbfluyialcs, los cuales se establecen por el f(ll1(lode los ríos y 111(~g-0 se enlazan COll los condnctores aéreos por medio de empalru:uluras soldadas. Y ~yÚ'lne se trata de conductores de esta naturaleza, aÜ\"('Ttiremo~, ann cuando sea de paso, que cuando los hilos telegráficos que llegan {luna poblaciÓn se han multiplicado demasiado, con','iellc lle,ados :í la- olieina ceutral, después de hallerlos hecho afluir á uu punto determinallo y conyellientemente elegido, llor medio de un cable sub';('!'l'{meo de los qne se construyen ad hoc J con tantos hilos cuantos conductores debe pI"olongar; así se oln'Í<lJI en primer lugar los inconvenientes diyersos de los postes;.' cOlHlllctores dentro de las cÍlulades:r multiplicados hoy en BogotÚ, con los Ilestinados al alumbra(lo por medio de la luz eléctrica, y en segundo lugar, la fuerte indncción de las corrientes tele· gr{deas sobre los hilos telefónicos, pues como los Últimos son generalmente llln~, numerosos J' poco espaeiados, las influcncias se marcan demasiado. rnútilnos parece adYl'rtir que euamlo haya puente sobre nn río de allchtll'a cOllsideralJle, ese sit.io serÚ p11nto obligarlo para el trazo, para pasar ]lor aquél .r sobre :lpo.yos adecn:ulos el eorductor . .El procedimiento ycntajoso de que hl:'lllm, Lecho mcnción consiste en lo siguiente: se dibuja cn UIl papel el perfil del terrcno comprell(litlo entre lw~dos puntos de apoyo (IUllos, tomando para las dista.ncias verticales (cotas), una escala por lo menos dohle (le la que se emplee para las horizontales, {t fin de hacer más sensiule á la vista las desigualdades del piso; si ell el perfil queda cOlllpreDllido un río, se tendrá cuidado de a.notar el niy¡~l do las u.g-uas superiores. Dibujado el perfil, se marcan en él la posi, ción .f magnitud de los apo~'os, edificios cte. cn las respectivas escalas; en lsegnida, si el conductor que se ,a á suspender es de cuatro milímetros de di:imetro, por ejemplo, y ha de quedar con una tensión de oehcnta ki· logramos en su punto inferior, con estos datos se determina por medio del cá\eulo (nÚmero 54) J se construye eon puntos y en las mismas escalas del perfil, la curva que afecte el alambre snspendido; conviene dibujar la cun-a ell un papel separado, marearle su eje y recortarIa COllunas tijeras para usaria con mÚs comodidad. Finalmente, dicha curva se aplica sobre el pcrfil moviélldola "basta que su eje quede siempre perpendicular á la horizontal trazada por el punto de apoyo más bajo; pocos tanteos son precisos para conseguir que la cun'a pase por los dos apoyos, conservando su eje como queda dicho,~' entollces yá se pucde marcar el punto más bqjo, trazar toda la curva, y examinar si I]lleda Ó nó suficientemente elevada. Si resultare que el alambre puede qucdar muy bajo, se le da ma~'or tensión para disminuir la flecha, si lo permite, ó si no, hay necesi(l::1dde variar el trazo convenientemente. Ejemplo. Sean los puntos A :i B (Fi~. 22), distanto~ 500 metros y con 4: dutt.l)r suspendido en postes muy distantes. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ov cierta diferencia ùe uiyel los elegidos para colocar los apoyos de un conductor de om.003 de diám~tl'o y con uua tensión de :36 kilogramos. (Fig. 2~.) EntoIlct:S se prucedel'Ú Ú nivelar, si no lo estÚ, el espacio comprendido entre los dos sostenes A y B; COlllos datos recogidos se dibuja el perfil, que para este caso lo hemos hecho en nna escala de 5 metros 1101' Om.OOl (-ro'õ-õ) para las distancias horizontales, y de 2m.[iO por 0"'.001 (, /0'-) pam las verticales; en este perfil quedan anotados las casas, Úrboles, etc. situados en él, como también los postes para trazar por la extremidad superior del A, la horizontal AC, que corta la vertical B O, en el punto C, y determina la B C que indica una diferencia de nivel, entre los postes de 50 metros; esta diferencia será la misma que da la cartera de apuntes si las operaciones están bien heclIas. En segnilla, si no se lIa construido con anticipación la cadeneta ó CUl'YU correspondiente para el alambre ùe que se trata, se construirá como queda dicho; la de este caso es la marcada con el número 1 de la figura 23, que se pasará con cuidado á llIl papel marcálldole su eje E F, para llentrla luégo sobre el perfil dibujado, deS]llHís de recortada, y aplicarIa haciendo que pase por los puntos A y B, conservando la condición de la perpendicularidad de sn eje con relaÓón Ú la línea A Cj en esta posición s(\ traza con nn l{lpiz Ile punta fina ~' sig-Úiendo el contorno de la curva dibujada, la línea APHB, que indica el puuto iuferior F del alambre, distante 187 metros del poste A, y que todos los (lemás están con suficiente elevación sobre los ol~jetos situados en el plano del hilo. Si se tratara de un río, la operación sería la misma, sah-o que se tendría en cuenta el nivel superior de las aguas y la magnitll(llle las cm barcaciones que lo frecuentaron. • La apl~oximacióIl que da este procedimiento es tanto más grande cuanto mayores sean las escalas empleadas en el dibujo del perfil; con escalas de om.()o~ por 1m• (i .-'oó) Y UII om.oO] por 1m• (I il> ,,), respectivamente, la aproximación es bastante. Las curvas números 1 y 2 de la figura 23 se dan como modelos; están dibujadas en las escalas del perfil que acaba de considerarse y corresponden á las descritas por los alambres suspendidos CQn64 y 80 kilogra. UlOS de tensión su punto inferi~ •. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia JI'ELEGRAFOS y 'fEJ,El<'ONOS. --ijl Oonviene recordar (FIe (~OIllO las eurn\s descritas por hilos do difl?rentes secciones SOil iguales, siempre que soporÜm tensiones proporCIOnales á SllS respectiyas secciones, (nÚmero û:'), las curvas 1 y 2 pueden nsar~¡e aun enan(lo la sección del alambre yaríe; con el propósito de hacer más notable esto, l'né que se tomó, pari), el ejemplo anterior, la curv:), número 1 con 6,1 kilooTamos de tensión y propia para el alambro de om.004 de lliámetro, pat;' aplicaria al alamùl'e do O"'OO,'l con tensión proporcional de 36 kilogramos. Si el hilo afeetare, tra.sladado al papel, una ':lurva comprendida cntre las 1 y 2 de hl figura 2:~,su tensión estará dentro de los límites de 64 JT SO kilogramos, como es fácil comprenderlo • . :Siempre que se emprendan traùajos de co:)sideracióll y se fije determma.da tensión para determinado hilo, se recortarán las curvas corresponè.ientcs cn h~ia de lat.a, dibujadas en las escalas que se tomen para Jos parfiles, no olvidando nunC's; marcarles bien sus respectivos ejes • . !iNCa DE: •._. ArangoL!i R¡::-CI,,,_ Este libro fue Digitalizado Por la BibliotecaIf8LIn? Luis Ángel del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS; 81. Segunda eondldón de UB buen lfjJZO. Esta eondición se refiere á la mejor solidez con que pueda establecerse hL línea. Para satisfacer este requisito débeejecutarse el trazo en armoníaeon el número de hilos que ha 'de llevar la linea, coulá resistencia- de los postes qne se usen y previe,ndo que si fuese preciso aumentar el U1ímerode conduct.ores, la .línea no exija modificaciones costosas. Oon tal propósito es necesario que el trazo tenga las mayores.rectas posibles y por consiguiente es neceBario abandonar'1,as sinuosidades ó desarrollos (]llepresentan los caminos, sobre todo aquellos qne eon determinada pendiente están destinados Ú vencer grandes al,toras; cu semejantes casos,' en ve~ de segnir esas vías, se ejecuta el trazo lo mÚs recto posible, cortando el zigzag Ú las curvas del camino, ~omo se ve 'ell la ti'gura 24; con esto se obtiene }lorresnlt:ufo: que los ~os- (Fig. ~4.) tes trabajen mejor, que su nÚmero sea lIlu.r pe1lueilo relatinunente y que para sitnarlos se }luellan aprovechar puntos qne separan ,allecitos que a.lgunas ycces son ycrùaderos ,alles (uÍlmero (il); por supuesto que en el último caso los conductDres deben de quedar arreglados cuidadosamente. La necesi~ad cn ciertos casos de yuriar la direcciÚn del trazo, origina los ángulos de que hemos l.I(lblado,pero sus defectos se lllleden minorar mucho, sobre todo cuando SOli lIluy cerrados, reemplazándolos por curvas del mayor radio posible. Si el trazo llevara la dirccción ~1.B (Fig. 25) Y luégo debiera tomar la dirección B C, se reemplazaría el ángulo TB D por la. curva TN]), lo que permitiría repartir el gran esfuerzo que quedaría soportando el poste situado en B, entro ntrios colocados sobre la curva T N D, los cualesr auncuaudo siempre permaJH'ctm en ángulos, éstos yá no tienen el mismo valor ùe antes, y por lo visto (númcro 73) la fuerza qUé tiende á desdarlos disminuye llotablemente. Después de marcar en el terreno la eur,a que cOTlyenga. al caso, se hallan las distancias que deben de guardar ~bre ella los postes, para. que resistan perfectamente la tensión de los hilos, por medio d~l si¡uicllte procedimiento, el coal queda. aclarado con el ejemplo respectivo. '.. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia '"' -='2. J,istandas distancia .A R eula Ile los postc:> cu las Cllrva~,. fli lie l'Cpre.sellt~ por (l la' ];.1 (' (Fig. :!Ii). por /', fill r:uljo 0:1, ]lor Ji' la fuer- ('lIn':¡' (Fig. :!¡¡.) za que obra :sobrc ci po,;le cu calla llircL;l:if)lI, ~, finalmente, sea. R la fuerza quc pucdcu resistir los postes (11ulos, snponi(.[Jdola aplicada en el mismo punto qlie la resu\(nntc tl(~ todas las fUl'n:as que actÍlan sobre cada uno, se puede determinar 1<1ftÍl'lnula que da la di~tancia de los apoyos en las cUr\'as, así: ha. fjucll:ulo dplIlostrado (níul1cro 7!)) qne la fncrza que obra segúll la dirccción .Ji O, sllpollkndo los tralllo;;; iguales, con la misma tellsión y (lrnominarulo a el ¡¡ngnlo n/I (J, ticne por valor; ó lo qUfI eil lo mislUo ']Q donù. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉSoRA.POS y TELÉPONOS. Ahora, si se observa que el triángulo ABD es rectángulo, BA =AIJ cos BAD, y sustitu~:endo respectivos, d= 2r cos ~tY." reemplazando 2 cos2u, por su valor R d=-lP R 7," se obtiene: los valores en esta expresión resulta: xr, fórmula que se buscaba, porque da. la distancia d que deben guardar entro sí los postes en las diferent{)s curvas y que para mayor claridad se aplica al ejemplo siguiente: Ejemplo, Se trata de averiguar la di¡;¡tancia á que deben quedar unos poste8 de 7 btetros de longitud en una curva de 1 000 metros de radio, te· niendo en cùenta que sostienen 6 hilos con 100 kilogramos de tensión cada uno, y qûe el primero qebe ir colocado en los vértices de los apoyos y los demás guardando entre sí una distancia de 0 .40. En c~enta las anteriores condiciones, cI punto de aplicación dc la re'.sJlltapte quedará situado á un metro del vértice de cada poste (número 74), R será igual Íl 50 kilogramos (númcro 16), F=6xl00 y r=l()()() metros ~ de manera que el valor dc d será: 10 '''33 d' 83 me t ros 33 d = 50xl000 tix iOo-='"><' 3, es eClr, que . centímetros es el valor de la distancia que dcbe haber e:tltre los postes en el presente caso. Para el efecto de tra~al' las curvas de que nos venimos ocupando, sobre el terreno) hay métodos expeditos y seguros J' también tablas caMuladas con este tin, comb las insertadas en los Anales de Ingeniería de Bogotá, trabajadas por el ingeniero civil de Chile D. Xicolás Tanco, volumen 2.°, pág. 150. También pu('de consllltarse con provecbo el "Tratado práctico 80bre trazo de arcos dc cÍ/'culo de g¡'an radio," publicaõo en español por Th Venancio.de la 'rejera. 83. Terc:era tondidón de un boen trazo. La tercera condición de un buen trazo es referente á la fácil inspección y reparación dû"Ia línea. Para que ésta pueda inspecçionarse fácilmente, el tra~o debe pasar por los catninos ó tan cerca de ellos como sea compatible con la.s anteriores condi· ciones, pues evidentemente merece la prefertlncia una línea sólida y bien aislada, que SUfl'Í\'{Lmenos y no necesitará. de reparaciones frecuentes como ocurre con las construidas al acaso, las cuales a~undan en interrupciones y gastos. Si la buena instalación ùe ]a línea ha requeriùo atravesar trechos .m<>titañosos,la trocha qne es preciso abrir en ese caso, se practicará teniendo en cuenta la corpulencia do los árboles Jlara darIe anchura sufi· ciente: además, debe dejarse bien limpia y conservarse así para que en todo tiempo permita el paso á los inspectores y obreros encargados de vigilarIa. Ahora bien, para que ]a línea pueda repararse con el menor trabajo posible, es prudente evitar la instalación de los apoyos en puntos dema· siado separados, salvo que circunstancia importante lo exija así, principa.lmente en las regiones que con frecuencia se cuhn'n de arbustos ó las inundan las aguas en la estación de las lluvias, porqne si se deja de observar esta regla, al t'jecutar las reparaciones es preciso abrir trochas, dar grândes rodeos, etc. para llegar á los puntos de apoyo, lo que cansa demora. en la reparación y qne por consiguiente continúa la respectiva inte· rrupción telegráfica .. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia . TELÉGRAFOS Y TELÉFONOS. 84. Cuarta condición de un bllcn trazo. Bnt.re las cOlllliciones importautes que ,-enilllm; tratumlo, é~t;t puede eom;iderarse como la Última, y se refiere Ú la economía lÍ menor costo de lalinca . . Es evidente r¡lle elltre dos Ó mÚs lugares (lue se deseen unir ~on uu?línea eIédriea de tlet.erminada elast', existe para su illstalacióll merta dlrecc,iÓn flue es snperioL' It to(lns las demÚs que se presentan, ;¡' que e~ á 1:\ que debe llegar, ó aproximarse eU:lnto sea posilJle,el com;tructor, Yahénd~se de las reglas anot:ulas. Claro está que ulla línea de demasiada long!tUtt, de rcsistelleia exagerada en ejertos puntos, olJtellida con grandes ga~tos, y ell otros COll b lIeeeSari,L Ó mellos ete., no solamente ser{t a~t¡; eco::u)lllica sino t:uul>Ü;n il'l'aeional, porque ne<:CHul'i.1Ulentese interrUmp¡rl,L con jh~cl1enci:l, quizÚs en momeuto~ IIrgt'nteH en la COilllluicacióll, Y hara penler la coufLallza. Ell reSlllllell, laH ella tI'O eOlHliciolles Íllllkatlas guardan entre sí complel;¡t armonía, tIe manem lJIW el tlescllitlo du 1I11a15eria pm:jutlicial ~ las otraH. Eu eHte pais es ]ll'ceisa la, rip:lll'OHa olJ~ernl1lr,ia de 10HprincipIOS ~' regla . , conoeiùas pam la COlJsÜ'lIceión de las líneas eléctricas, porque además tic KUeSllecial topog-rafía, (le sns malas vías de comunicaeión etc. existen otras eirelLllstaJwias quc le ¡;Oll(le¡;;fa,orables y qlle sin duda tleben atrihuirse al poco 1Iá.l,ito qlle t'xiste aÚu paru respetar las líneas y pa.ra peŒuaùirse qne son !lHO de 1m; factores mÚs importantes eu el comercIO, la j\l(lustria etc.; siendo esto así, to(los debíalllm; l'star intere¡;ados cu su bUlma consCl'vaciÚH ,\' t~I\II\-l'llic1l1('(ll'sal'1'ollo. Ri). fonstrucci¡}n de una linea, orden del los trabajos. Anotada yÚ, como 1I:L(IUc(lmlo, la manera COIIIOdelJen l'lII)llearse los materiales respecti\'os para qllc 1)\'('st('JI ('I lIIt',jor sl'lTieiu posihle, nos oellparemos ahora?cl orl10n que nOf; parece mÍts raeÍonal pum I',¡etlltar ('on ,entaja los trabajOS relat h'os (Lla eonstL'lle<:ióJI Ile las línea!';. Uua n'z e¡;;twlindo f'l tI'!L>!:O,t1etl'l'Ii1ill;ulo~ ell el tencno con cstacas nlllllé'l'a«luH y dl'lII,'tS :l !lOt:wiolle;; <¡ne He el'l~an !ll'ee~arias para. evitar 1'1'1'0reg, los lllllltos dOî!lle drlwll illstalal'~e los postes, y lll:ll'eiHlo¡;; cn 10H ár',)olrs ó postrH natlll'ak,:; (IlÍllllcro ~;)) los ~;jti()sdOlllll' tll~l)en eolocarse lOB aisladores, 1111olll'l~ro l'cdhil':i eOllta,lO:l IOHprillwl'os :y hará verifica,r la c(tn\'\~nÍl'lI[(J di,.;trilJllciÚ/l do ellos l'or lodo el trazo y lo IIIÚScerca }lOS!' lJllllle las t'stacas; el rllcargado de tal (lis[rilJnciólI SI: fijarÚ, COlicuidado l'II llejar 10HmÚs J'nCI'U's 110nde llcben i'illfrir IlIa,yor esfuerzo, eolUo en las cUlTa~, en los g'l'LI/ldcs trcellOs, .Y]lara ('olocar los telliiorps (nÚmero ~~). l)p,lJer:'t eorl'espollller :1llllii'illlo operario ci eargo de distl'ilJuir también todos los (lell1;ís matl'rialeil nœesal'ios, como 1'1alambre, los aisla,dol'cs etc. Pon lns lugares mÚf; (t prllpÚsito para ('yiLlr dl'1l1OraS Ú los trabajadores que viellen ell seguida, il qllielles no (le¡'l~ l'altarles nllllca ningÍlll elemento. ])c recolloeÍtb hOJ/l'IH1ezllebe ser el (listl'ibu :dol' l11enciollado, pues además de los materiales t:1111hj(~lIt.ie1le siellllll'(':i su ('argo el llinero suficiente p.:l,m los tl'llsporte,:;, Inmediatalllcllte desl'ué:s Ile lo,; llrillll'l'4Js, Si¡.!,'lIl'!1 dos peoll('" con las h~l'l'IUllieI1taH Ilceê:-l:lr¡a~ para practical' 1m,ho,YOSIle h1 profundidad que se :tnotarÚ l'Il calla cstaea, y de moùo que lllla \'CZ illstalado el poste, quede al aùrigo de las :lg'llllS Il (le otl'a circr nstaue1a que pueda deteriorarIo pOI' Ia hasp. DilO Ú dos (lías tlt'spués ùe la salida de los ¡.;egulldos peones sigue una SI~CeiÓIlde tres ó (~natro obreros, dirigida. pOI' UI1 t.rabajador inteligente, con el objeto Ile eolocar los ai::;ladorcs l'II los }Jllntos más propios de cada poste y antes de euterrarlo, y turn bién el pumrrayo, si delJe Be\-arlo, ~. finalmeute iustalar{l deliniti\-amentelos apoyos, teuiendo en cuenta las reglas G,ue corresponden á cada caso (número 18).' Como se comprende, la soliùez tle la línea depende de la correcta ejecución de las operaciones indicadas, Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 10cual motiva que la persona encargada de dirigirIas sea entendida en la materia y conozca bien el trazo. Sigue luégo el trabajo relativo á la suspensión ó colocación del hilo conducror á cargo de otra sección de cinco ó seis peones con su director. Dos peones se ocupan en desenvolver en la dirección del trazo el primer bulro de alambre que hallan, y otro va registrando el coriduct{)r,á medida que lo desenvuelven, para no dejar pasar daño alguno, como punt{)s oxida.dos ó que indiquen ruptura próxima, pqrque esto se¡:ía motivo de una mala comunicación eléctrica ó de inmediata interrupción; así, si se nota. algún daño, se corta el conductor por el punro defectuoso y se vuelve á unir por medio de una empalmadura soldada (número 4.9); después Re acaba de desenrollar y se une con el bulto siguiente de la misma manera, según queda dicho en la rcparación de los daños. Al dcsenrollar el.alam·· bre pueden formarse nudos en él y para evitar ésto; y también el que sufra un frotamienro mUj-fuerte, suele usarse, cuando el terreno lo permit~, un cilindro de madera en el cual se suspenden los rollos permiticndo uua rotación sobre un eje horizontal, al cual van unidas dos ruedas laterales que sirven para. trasportarlo; si es preciso tener cst{3 instrumento fijo en nu lugar, cada vez que se use se le dará. la forma de un romo portátil y dispuesro cómodamente. A proporción que avanza el trabajo anterior se va suspendiendo el conduct{)r de los aisladores, y para facilitar esro el peón más diestro va subiendo en cada poste, provisto de polainas de cuero con puntas de hierro, como también de un cinturón fuerte, todo lo eual le permite subir sin mayor esfuerzo y asegurarse para trabajar sin mucha incomodidad; mientras tanro otro peón amarra bien con una cuerda fuerte el conductor, para que el que está en el poste lo reciba y pueda subirlo. Si conviene que el alambre quede remachado en cada aislador (número :15), inmediatamente se le da la tensión respectiva y se procede así: á nna distancia de diez ó más metros· del poste y siempre en dirección del hilo suspendido, toman el conductor dos peones y lo halan hasta darIe alguna tensión, en seguida, á ùna distancia del poste igual ó poco diferente de la ant{3rior,sise cree conveniente, se vuelve á cojer el alambre y, antes de que los peones lo aflojen, se asegnran bien á él unas entenalIas, ell las cuales se introduce en un hueco que tiene al propósito, el gancho superior de un motón, habiendo \tsegurado antes el mferior y sólidamente en un punto del suelo, pared etc. bien situado; arreglado así el motón, uno ó dos peones toman la extremidad libre de lazo ó cuerda que comunica á las Iloleas de éste, y se principia á halar suavemente, lo que permite que sus poleas se vayan aproximando y que, por consiguiente, el conductor vaya quedando cada vez COll mayor tensión. Para saber cuándo tiene la necesaria, ó lo que es lo mismo, cuándo tiene la flecha que le corresponde para remacharlo en el acto al aislador, se va midiendo con un decámetro ó con una cinta de acero, Riel terreno es horizontal, las alturas que va tomando el punt{) más bajo de la curva que afecta el alambre, y cuando la diferencia entre la altura de dicho punto y la del respectivo aislador cs igual á la flecha (número 56), se rema.cha. También se puede determinar la flecha.valiéndose de un nível de mano, el cual debe man~jar el obrcro que esté subido en el post{3,.pues este instrumento debe apoyarse sobre el poste á una distancia vertical del aislador igual á la flecha del caso, para tirar una visual horizontal hacia el otro poste; se comprende perfectamente que cuando esta visual sea tangente Ó pase rosando la curva en su punto más bajo, el alambre tiene la debida tensión. Por ejemplo, si CQ (Fig, 15, número M) representa el poste, ABC la. curva del hilo en apoyos á nivel, y CR la distancia que se toma· sobre el poste, á partir del punto del aislador donde ~e suspende el hilo, RB representará la visual trazada con el nivel, pues que Z13, flecha reapectiva, queda igual á. CR. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia Sill. duda, estos sistemas de determinar las tlecbas 110 SaIl <leI todo expeditos y preferible serÚ usar dina1ll611lctros apropiados; con ellos se pued.e hallar en toùos los casos las tensiones Call la aproximación necesaria, Este iustrumento se nsa colocándolo entre el alambre y cI motón; así trahaja más directamente y se pnede suspender la fuerza en acción inmediatamente que el instrumento illllillue que el hilo tipnc la tensión necesaria. Si ,[\1 conductor no ha de ir remachado eu cad::¡,aililador, hay Ileeesidad de usar los tOllsores; en este caso se le dará en cI momento de snspenderla una tensión moderada y menor que la precisa, pu'~s lu{go dehe n~niT indispensablcmente un obrero regularizando la tcnsiÓn de la línea, ,-aliéudose de los Lensores situados á distancias liilométrieas; si este ubrera, que llamaremos el regularizador. es inteligente, pronto adquiere p'au destreza y sabe pElrfectalllente, por et esfuerzo qne haee sobrn el mango l' (Fig. 8) de la llaV(~,con qué tensión d('j~l cI alambre CIl cada trecho. 'ralllbién hay para cstns operacioIlcs tCIlsures de otras forlllas, que permit·¡m colo(:arlos corno las entcnallas, y eon los cuah's aÜq uiercII igualmente los trabajadon:s mucha lmíet.ica. r~"ra mayor faeilillad cn la apreeiación lIe la;; Üm:,ioncs, podría. adaptÚrseles :tIos tensorcs un dinamóllletro pequeiïo ó un resorte que al obral' sobre (ilIa lla,-e marcara la tellsióll; así habría ;~Tan cC:Ollomia(le ticmpo v más exactitnd . • A medida que se ha hablado de las ùifcTCntefl secciolles de construcciÓn, han quedado anotados los Útiles y herramicntas qne les correspouden; sólo falta haccr !lotar qne, para el IllPjOl'resultado tinal, conviene que desde el principio de los trabajos calla obrero ejecute :->ielllpreolmis· mo, para conseguir qnc cada cual se ponga pronto prÍlctico en sn respectiva ocupación y la olJra (}uode bucna, tanto ell sns detalles como en su conjunto; el encargado de sol(lar las cmpalmaùl1rns de los hilos, por ~jemplo, no hará otra cosa en toda la línea y bajo Sil responsalJilida(L cstarán los útiles corrcspollllicntes. Tanto al principiar COIllOal concluir las líncas, se procurará qne 108 hilos entren con faciliùad y seguridad á las oficinas I'l:specti val'1,para estahlecer bien las conexiones y evitar qne los daíi('n. Si la linea en construcción consta de vilrios ùilos, Ó han de construirse ùos ó ::nÙS paralelas y cn }lostes independient.cR, naturalmente habrá necesidaù 'Ile aUllle!lt.ar, en proporciólI, el personal ele obrcros, COIllOtambiénloR instrument.os. No hay que olvidar que un re.glamellto es necl;sario }lara el buen orden; éste lo dictará el Ingeniero encargado Ile los tmhajos; llarÚ á eadajcfe de secció::l Ô cuadrilla, por lo menos, instrucciones p"euerales, 1:011I0 la hora de principiar y ù~jar las tareas, los lugares cn que deben pel'lJoctar etc. Cuando los trabajos se alejan de los poblados cOII,'iene que calla cuadrilla. lleve un toldo y víveres suficientes, para evitar pérdidas de tiempo cn la consecneión de estas elementos. 813. Ordenen la colocacl6n de los hilos conductores. COllveniente sería para la solidez de las \incas que constan de varios alambres Ile diferentes diámetros, colocar cnla ]laIte superior de los pOfites los de diámetro menor y en lEtinferior los mûs gruesos, esto en atenci.Jn á que la acción de los hilos diHpuestos así, sería la menor pOHible; pero casi nunca se observa éste sistema porque los de mayor diámetro, cailla el'1natnral, se destinan para las IIneas eléctricas que unen los lugares mfts distant.es, lo que motiva. que al colocar éstos se trate de dcjarlos lo mÚs exentos que sea posible de los accidentes que causa.n las interrupciones. Cou efecto, los bilos de menor altura no solamente están expuestos á. sus propias interrupciones, sino <;;ue ademá-s sufren contactos y cru7.amient{)s cuando caen los hil06 Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia lJ8 TELÉGRAll'OS y '1'ELÉFONOS. superiores cte.; además, empleando los de mcnorcs diámetros para los lugares más próximos, se consiguo con esta disposición, cuando el alambre se daña, concretar el defecto, es decir, saber inmediatamente entre qué lugares está, 10 contrario exigiría hacer ciertas experiencias delicadas que no están al alcance de todos y que implicarían demoras. Por otra parte, 10 dieho facilita las funciones de los Inspectores etc., pues siguiendo la regla de colocar los hilos de mayor longitud encima.de los de menor, hasta que el más corto ocupe el Jugar inferior, se hace más fácil la. inspección de las líneas. Para el efecto de las dimensiones de los postes, es prudente que el cOllstl'llctor considere todos los hilos COll un diámetro igual al qne lo tenga ma~·or. 87. (:rQccros. Cuando las líneas constan de "arios hilos y los postes son bien capaces, pueden colocarse los aisladores á derecha é izquierda de éstos y alternados como se ve en la figura 27, salvo en los sostenes situados en un ángulo de la línea, en cU,yo caso se coJocan todos del lado opuesto á la dcs\"iadón (número 38); pucs en caso de que se destruya nD aislador, al colocados así, puede ocurrir que el poste sostenga el hilo. La distancia vertical de nn aislador á otro no 'lehe ser jamás inferior de 30 centímetros. (Fig.27.) (Fig. 28.) Esta disposición de los aisladores tiene el inconveniente de que raras veces se pueden dejar los hilos suficientemente espaciados, á no :ser que se le den á los postes dimensiones que pueden llegar á ser exageradas; fuera de esto, el contacto entre Jos hilos es más frecuente; para esto sólo basta que un hilo pierda su t~nsión. En vista de estas dificultades se emplean travesaños de madera formando cruces con los postes (Fig. 28), Y asegurados con tornillos en cajas practicadas en estos "j- reforzados cuando se cree necesario, con tOl'llapuntas A y R. Si un aislador cae y se daña: el hilo queda sostenido por el travesaño correspondiente y la comunicación no se interrumpe, porque también se tendrá cuidado de situar los aisladores de modo que los hilos quedcn en distintos planos vcrticalcs. Con todo, somos de opinión que una línea compuesta de más de seis hilos, debe dividirse en dos, con postes independientes, porque naturalmente así sc cOllsigucn mayores garantías'y la directa colocación de los aisladorcs sobre los postes, prescindiendo de los travesaîíos. Dentro de las ciudades y sus contornos, viellc mejor el empJco de los crnceros, si es que no prefieren usar, como se debe, los cables subterráneos de que hicimos meución atrás (número 80). Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGRAFOS Y TELÉFO~Og. 59 88. f;onstrucción de las lineas por las vias férreas. La eonstrucción ùo las línea,S eléctricas á lo largo;de los ferrocarriles 110presenta casi dificul· tad algu.na, :,r por lo tanto es más sencilla que por las yías comunes. COll efecto, los apoyos se colocan por los anùenes Ú bien prÓximos y paralelos li, las ce:~cas, con el prOI)ósito de a\(~jarlos do los rieles de manera que la distancia mínima entre el pJano vertical del conductor r el correspondiente al riel que se tome como exterior, sea de un metro cincuenta eent.ímetros; :f si para conseguir esto es preciso acercar los postes, así se hará según üClure en eiertas curvas; precaución es (ísta que cvita nlUchos accidentes. Una elevación de dos metros cs suficiente pam el ·'lilo inferior, salvo cuan,lo haya, necesidad de cortar Ja vía, porque enton<3es se elevarlí cn consonancia '30n la altura de los vehículos que la recorran, de manera, ]lues, quo siempre, será más acertado 1Ie\>lr la línea ùe un mismo lado de la vía, mientra.s que alguna circnnst.aneia importante no obligne {t eruzarla. Para pasar los puentes, viaductos etc, se apl'OVechal'Ún los }Juntos de estas obras que permitallla eom-enicllte coloeaeión de los ai~latlol"es, y si no los hl!· biere, SBestablec"rlÍ.u posteK bien clispuestos, es llecir, bicn asegurados y que no impidan el trÚt1.eo. Eu los tÚneles la hnme<lall de los llluros por lo gencral es constant.e y también l'educiùo el ('spado de que se dispone; boles circnnstaucias moti· ,an que 110puedan colocarse los hilos allí cn!:ts cou(liciones orllillurias ; los hilos eomunes III uy prÓximos ele las parelles lJ nerIan immficientemente aislados para, el paso de Ja (~orricnt~ eléctrica. La práctica ha hecho notar que para éstos lugares debeu usarse hilos aislullos, el;;decir, cuhiertos con unIt eapa de gntapercha, porcIne así se pueden as('~nrar COll~all(~hos de fierro contra la bó,'eÜa. ó las parc(lcs ycrticalts; y cornunicarlos Iuégo con la J:espectiva líuca, exterior á sn eutralla y salilla, doude sc fijan invariablemente sobre buenos apoyos. ")\0 obstante la en bierta aisladora de los hilos, el eonùuctor suele alterarse sí no se (~IIlp]NtIlsl'mcjuntc:,; á los de lai') líneas /lllbterl'lÍneas, pero estos tienen el illCOllYc1:Íentede que si sufrell al· gún daÎl(l interior, la reparación de!llOl'u' algÚn tielllpo por la dificultad de determinar inmeùiatamente el pun to clefectnmm; cn vista de todo esto, siemprB será preferible pasar laH líneas por cllcÏlna de las p;aJerías Ó }lor nna vía lateral, consultando la facilidad}lara que la rcgistren ~;jelllprc los inspectores y guardas ellcargados ùe su cons('l'nlCión ;y 1'Cpanlción. 8!l. Instalación de las oficinas. Indicaremos aquí lo referente {L la ius· talación de Jas oficinas, en cuanto {¡ su comodiùad para el despacho pÚblico. En Unit oficina telegráfica es condición impor1an te que quede establecida de manera que se conscn'e completa reserva, como debe ser, l'Œpecto de los despachos que se traSllliten y reciben; así, ddlû inùepcndizarse la llieza destinada al público de la destinada al operario respeeti,·o; la pl'impra se arreglará tan decentemente como lo requiera la COlTcspo!l(liellte población y con :las comodidades necesarias para que los pal'ticnlarcs pnellan escri· bir SU~I telegramas, de moclo que llO han de faltar lllesa¡.;, asielltos, papeJ, tinta, tarifa, reloj cte. !lO. Precio de las lineas telegrâficas aéreas. EH e\"idente I} Il() el valor de tod:", línea dc¡)ellde de las dificultades que pre:>ente Sil instalación, de la natura,leza y nÚmero de los apoyos, de los aisladol'(:'s qne se elUan, de la clase del cOllductor, de los aparatos qne se elllpI2en ell Jas oficinas y en este país, sobre tollo, de los gastos de trasporte de los diferentes materiales; Dlotiyo es éste que no pCl'mite establecer lIILprecio fijo por legua de línea, por ejemplo, pero Re pueden citar como hase los precios á que se han contra,tado, dejándoles siempre utilidades ú. los ('on":;ratista~ : el ~6 de ,1ulio de 1884 se contrató con el señor Demetrio Paredes la línea de Popa:"úll á Ipialel~, con una ramificación de rrÚqncrres Ú. .Barha~oas, seg'Ún el pliego de cargoal publicado en el nÚmero 6091 del Dia1'io Oficial, á raz6n (le $ 976 l~ Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia legua, en moneda de 0.835; la constmcciónde la línea de Socorro á Ocaña. (Diario Oficial, número 8 20!l,del1;~ de Octubre de 1890)se paga al contratista, señor I.•eonul'(loUribe C., {~razón de $ 1000 la legua, en moneda. corriente. Esde notarse que las líneas colomhianas, las más caras (le que te.nemosnoticia, están en su generalidad m¡tlísimamente construidas, y que la administraciÓn del mino le causa á laSaeiÚnllll déficit comode $ 590480 en cada.bienio. VII CONSEIlVACIO:V y REPAn ..U:IONDE I •.\S LI:\'EAS 91. fa",sa de daño en 'Jas linfas. 'roda obra, por perfecta que sea BU construción, requiere cierta atención ~'cuidado para que preste com-enientemcnte el servicio resl;ectivo, ('S deeir, se necesita atender á su COIlseryación :¡ reparación ... Las líneas telégraficas'y telefónicas cO!lstruidas COllregularidad, no s~ alteran con la frecuencia; que se cree, aun (mando mucbas veces el menor incidentc cs 1ll0tÍ\'ode intcrrupción cléctrica .... Si se exceptÚan los daños debidos á accidentes imprevistos, todos 108 demás podrían disminuirse notahlemente, á causa de quc tienen por principal motivo la mala construcción de las lmeas, inspección defectuosa, ó en suma, una mala organización del ramo. Diversos orígenes tienen los accillentes imprevistos, ya dependen unos de fuertei dcrrumbes, otros, de grandes movimientos oscilatori08 de los hilos, debidos á los huracanes, que en algunas ocasiones echan por tierra . grandes extensiones de las líneas; también suelen dañarIas, en las partes en que cruzan las montañas, los animales,' como el mOlloetc., los cuales acostumbran suspenderse de los hilos, on tal cl1Iltidad,que los fracturan. Los hielos deterioran igualmente las líneas Cil ]n~ ;r,onasdonde SOD muy fuertes ... Está, pues, visto que por diferentes lllotÍ\'os pue<len alterarse las comunicaciones eléctricas; 'de manera· que (~S .indispensable que cierto número de empleados ú obreros atiendan las líneas eoustantemente; estos empleados, como los de los ferrocarriles etè., deben ser h:tbiles en el desempeño de sus funeioJles, activos y honrados .. 92. f.lasUicaci6n cielos daños. Si á los indicados y{t se ag-regan los debidos {~descuidos y á la mala eonstruceÎón, podemos formularIos del modo siguiente: Daños en los postes; daños en los aisladores; daños en los hilos; daños relativos á el aislaniient9, y daños mixtos. 93. Reparaci6n de los postes. Siempre que se Ilote que la madera de un poste tiene daño que pueda continuar hasta producir su caída, se reemplazará inmediatamente por uno nuevo; si el que se va á reemplazar está situado en una recta <leItrazo, el nueyo se colocará en el punto que se crea más conveniente, pero en la dirección que marquen los dos adya{:entes; para que durante esta reparación no se intcrrumpa el curso de la corriente eléctrica, se ba:jan los hilos conductores de los aisladores, y se suspenden eu uno ó más apo.ros provh;ionales; cuando no es indispensable quo el segundo poste ocupe precisamente el lugar del primero, no hay necesidad de apoyos auxiliares, porque 'los conductores se pueden pasar fácilmente del poste deteriorado al l1uevo,sin qqo se interrumpa la corriente; dado caso qne tenga que ocupar exactamente el mismo puesto .del primitivo, á causa de quedar situado en el vértice de un ángulo ó por otra circunstancia, entonces hay necesidad de bajar el ~onductor hacia el . lado que sea más fáciT~para sostcncrlo con un apoyo tllientras se efectúa el reparo . . Si el defecto es deíbido á desviación del poste ~'no está muy enterrado y pisado al suelo, se vuede enderezar haciendo nso del mon~n, asegu· Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia TELÉGltAI"US y 'l'ELÉl<'ONOS. O.L raullo éste {t IlL extremidad superior del apoyo, y {t uu punto del suelo situado alIado 0llllcsto (leI desvío l]lle se quiere corregir, eu seguida se tira la cuerda del nlOnlÓlI hasta l]ue el poste tome la posición l]ue sc desea; si e1 poste estÚ wuy cnterrado, es prceiso aflqjarlo alites de hacer la operación indicada y (le81)11(;S,'o1\-el'lo Ú con!>olidllr hien. CnuJI(lo se tema l]uo el poste ]lIlC(!:L \ol,er Ú inclinarse, pnelle adapt:'wsele nn th'ante, según se 1;a, explica(lo (nÚmero 1ï). En ocasione:.; no hav neee"i(lall Ile zafar el contludor (le lOiSaislullores l'ara, ln, operacióu de 'enderezar lOiSpOHte", y ~Jn·sta, simplemcnte dl'jar el alamhre en liucrtad Illien tras se (:jeente hL olwmciún, (lespnés do la cual :';6 vud\"(~ á n~machal'. Cuando el poste Ú 101:;jlosteR han caÍllo por tierra, ocurr(, ~cnel'allll('nte alpma fl'Hctul'a cn los cOllllnetol'CR; conviene entonces, alites de I',ipclltar la 1'1.'l\:lraeión cOI'ref\ponllicntl', l"{'l'tahleccr la cornulIic:l.cióll elé(:trica IlJlicudo )lor el l\lomento y como HlI'.iOI'I:;C }1\1clla, los t~xtI'ertlos rcspe(:tin)s (lc los hilos eon un alaml:re de eollre aislado. Si no se opera así, se prolollgatl {¡, YI'CCSIlclllasiauo las inÜ'I'l'llpCÎOlll'S Ó no 8C,trabaja Call la ealllla suficil'nte para dejar tollo:,; l:Ji; pu"tps hi('n instalaùos r pre8enallos Ill' la cansa Cjue los derribó . • \dClIIÚS tic lo illllieflclo para las rcparaciollt's, dd)('1l ohseITarsp,siempre fIuC tl'llgan aplicfl.ción, las rep:las generalp,;; de cOlIstrllceión, y rectifi· cal' y f~ol'l'l'gir los Ikfectos <!lICel ticmpo haya J¡peho Jlotar en las líneas. !l-!. R"paratión de los aislatlol'fs. COUl(' la parte lllÚS ('x¡mesta {t alteran:.c en los aislado\'('s (l\~ enhil'rt:L Illctálil.a, es b :m:':.tancia interior, por la at:llllll¡]aciÚn ('Il dia (1I~¡nHC('tos Ú otro:> CIH'l'pU'; I'xt\';\íïos, para la (:on~I(>IT<H:ión hastlL mwarIo:-; ; 1)('\'0 si la snst:uw.i¡¡, aisladora ha sufrido, en· tOlll.:l'.~1'.'1 IIl'el',~ario l'N>mplazarlos; pal'a t'jC('.lllal' ('sto se zafa el conductor del aislador, l'\'itfl.llllu ID:':'RaclIdiluicllt.OS fUèrt.es y l'ostelli(;IHlolo amarrado all'oste ('on ulla cllenla, l;lIra lJue 110 caiga all'lll'lo (í haga dl'1I1asÏ<\()a fU('l'za 8011re lOR apoyos illll1l'diatus; ('ti.~dnad() t~sto, se quita el aislado!' claîiado y se reemplaza COllel nue\"o, pl que S(~ colocará si~uieudo las l'l'~las Cjue exija su forma, y ,'ariall()o Ile Ingar, l'Il ea~o llccesario, los agujeros para los tornillos eon Pl fill dl' pod!'!'I!),:; apretar bien; (lesput>s S6 vncl\l~ {t paRar el ('OIHltwtor al :IÏsla(lo!' y Sl~dl'.ía (:OlllOl'staba alites. Si el aislador se ha fral'tllJ'llllo ('OllJlIkt:I~H'llt(', pal'.1 1'(~(,JlIplazarll) se proceùo de ignal manl'ra. CualH)o Ull aj~lador se Ita tles\'Ïado Ill' l'ill posiciÓn COl'I'Pspo!1I1il'nte, cs prec,j~o obsern¡.r la causa, para restableeerlo Cil su puesto de modo que no se YLl(']\,a {t repetir esa di~loeaeión, Si el ai~latlor debe ir ('olocado en espiga de madl'I'a y hay que reponerla, COllvipne bajar el cOlllluctor para operar con facilidad y terminar la operacióu CC>1ll0 ell los otros casos. Si los aisladores (Ille; hay que 1'1'1'01\('1'süu IllllchoiS y pertenecen:í postes !\ituados nnos Ú contillua('iÚlI (le otros, eOllvienc hacer cl cambio tIc aislador po\' aislatlor, pues si se qnitau tollos sill1\11t;'¡ncamcnte, el conùuctor cae á tierra r ]luede fracturarse, lo que hace la reparación más com:fllicada Y larga. Al recorrer las líncas Hloutaùas en aisladores quo re¡;¡uiereu espigo<\.de madera, tIeùcn lle,urse es \s piezas listas para reclllplaz.n las tlaîí:lllas, y también cuidar de cntlerezar las qno se hayan desviado j' asegnrar las que cstt~n flojas. , 9.3, Reparación~deJos,couductol'es. Ell los hilos ó alambres ùe las lmcas, el daño notahle que ocurre es que se fr,lctllren, ya por algunas de las causas indicadas atrás, ya porque COllvarios años de uso los agentes atm(lsfl~ricos los modifican IIlUY desfavorablemente, hasta el pnnto do 11:lCer]osquebradizos S malos conùuctores de IL corriente eléctrica. Para noir lin hilo que se haya fructurado, se principia por zafarlo de los aisladores inmediatos al daño, se desenvuelve el hilo do reserva del tense.r !Dás pr6.ximo,luégo se aproximan las extronÜdadea del alambre, por Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia medio de un montón, la cantidad suficiente para poder ejecutar en seguida la empalmadura., según uno de los modelos que se indicaron atrá.s (número 49), después se sube á los aisladores y se restablece la tensión conveniente en el tra.recto reparado. Eu las líneas antiguas cada día s~mu1tiplican más las empalmaduras, y esto ocasiona tan enorme resistencia á la corriente, que se hace casi imposible la comunicación (número 51); indispensable es entonces reem))lazar los trozos ó trayectos de línea que adolezcan de ese defecto. También ocurre qne por mala tensión se fracture el hilo, de manera que se tendrá siempre el cuidado de dejar ésta bien arreglada después de la reparación. Si se nota eu el alambre puntos débiles, es decir, que indiqueu ruptura próxima á causa de rozamient{)sÚ oxidación, convendrá cortarIo por el dai10 y empalmarlo en seguida. Si el conductor está simplemente zafado de los aisladores, antes de suhirIo se corrige el defecto, que generalmente se halla en aqnéllos. En las líneas <levarios hilos puede suceder que se enreden ó crucen linos con otros, y para arreglados se Ilasa una cuerda entre los dos má~ inmediatos y se corre suavemente desde un poste hasta el otro poste, así se haee COlllos demás; este accidente depende de mala. tensión de los conductores, de manem que no hay que olvidar regularizarIa. Parece por demás haecr presente que cnando se suprime un ángulo en la línoa, ó se hace alguna variante que la acorte, es indispensable arreglar la tensión del conductor valiéndose del tensor má..<; cercano; y si no lo hubiere, será preciso cortar el Lilo -:'"empallllarlo convenientemente. 96. Reparadón para el aislamiento. Cuando en las oficinas de la línea se nota ulla comunicación irregular, es decir, que se interrumpe ó altera, causando est{)necesariamente la mala reproducción de los signos que se trasmiten de una oficina á otra, semejante defecto proviene casi siempre de e8cape,~,Ó sea que la corriente abandona al conductor para repartirso en diferentes direcciones á causa del mal aislamiento. La determinación de los puntos donde se verifican los escapes ó derivaciones en las líneas, es punto muy importante y del que trata, con especialidad, la medición eléctrica; por ahora basta indicar las precauciones necesarias para mejorar y conservar el aislamiento de las líneas eléctricas. ·Cuando los escapes 110 son fuertes enla línea, la comunicación se realiza pero con dificultad,~" proviene esto principalmcnte de que la corriente se debilitá; inmediatamcnte que se obsen·e tal inconveniente, y á finde que no tome incremcnto, el inspector recorrerá lo más pronto posible la línea, pondrá it los guardas en actividad y les ordenar{\: 1.0 Solicitar el punto preciso donùe se halle el defecto. 2.° Registrar todos los aisladores, para limpiar y renovar los que sea preciso. 3.° Registrar el conductor, arreglar y limpiar las empalmuduras que lo requieran; todo esto debe ejecutarse de manera qne ll\(~gopueda recorrer con regularidad la corriente eléctrica el conductor, sin temor de que ocurra cn él solución de continuidad alguna. 4.° Separar el hilo de las paredes, edificios etc., con los cuales pueda rozar; cortar las ramas de los árboles que lo toquen, quitar los trapos, cuerdas etc., que estén prendidos del alambre, en suma, dejar cada conductor eu completa libl'rtad ~"sin que toque ó se apoye en más puntos que los aisladores. Evidentemente que esta parte de las reparaciones es una de las que requiere particular atcnción; un inspector idóneo .po descansa hasta no tener conciencia de haberla ~jccutado bien, para que en caso de que la. interrupción continúe, se sepa que no depende de la línea sino de los aparatos, lo que se puede confirmar también por los mét{)dosde comprobación de daños relativos á las mismas oficinas. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia 07. Daños mixtos. LaR rppa.racio1ll's do que se ha tratado, cn ,arias o(~asi.oncs sc hacen ~i¡¡l\llhíll('as, PS Ilecir, enawlo oonrre1l á la yez diferent.es daííoR ell la Hllca; el1tolll~('S (~oll\"iellC 1))'ocl~(ler cn el ortlen y método ilHlic[lllos {lara cOllsPg'llir alg'ulla I'(~ollomía Ile riempo. Hien sc comprende (lue qllcllan anot:Hlos los ('a80R nlÚs eO!lIUll(,·;;y c¡ue ('II vista Ile esto las l'c~hIS 0st:Lbl('cillas SOil 1<1:;g'('ll\'l'al\~s; t'Il caso,., l'arti(,l1lal'l's, el bllCll SClltillo (Il'! reparador rl'l'OIloce el método qlle ll(~bl' ¡.;eguil'sc; la 1H'{LCtica, lInilla:i UB l'studio tl':¡l'i(~()cOI\\'l'llil'IlÜ', cs la c¡ue pr()dt:(~(· ('II lo gClleralloo; inspee1ol'CR (lB IIU'j(lJ'l';' :Iptitlllh's. OS. Observac!üllcs. ~.¡() IIdw ol\'i(I:\I's(~ qll(~ Cil t.oda reparaciÓn son plllltos csell\:iales: ]." Olt lnwlI:L (j('cllei(.lI; :>'.0 Emplear el mCllor tiempo posibll'; .r :\.0 Procllrar, si la cOl\llIlJicaciÓu no se ha illtl'lTumpido, que no se intel'l'llll1pa. Los in8p('(·t{¡J'l'S ,\' g'u'll'das (hl las ¡¡t\l'as 110sol:LlIl\'ute ticllell ]a oblig':lciÓn de reparar bieu to(los los ,lafio:,;, silla t:::ulbièll ellleber de prc\'enir las illtelTl!pciollcs IIHllltl'lIie¡l\lo sus secciollüs respectivas, en el lIl~ior estado posible de solillez .Y aislamiento; respoll8ables deberían ser tIe las pérdidas Ile t.iempo o:~asiow\(las por largas interrupciolles, sohre tollo, de las l)]'o\'('nientes dt' ,l(";(~ni<lo l'II ('I ('stricto cUJl1plimil'lIto de HUS obligaciones. 'il!l. Utile" dí~ r('¡~ar;;ciÓn. t'ada inspeetor dehe tCIll'l' en SI!sección rl'SpecLv:L el llíUI1PI'Ode guanl:1i'i snticientes y Cil anl10llía COlila longituù de la. línca, c¡ue le correspoll\le vig-ilar: t:~l1lbiéll tcndr:í, COllw·nicntemcute situados, Útiles y herral:li(mtas pam las reparaeiollcs, y los guardas recibir{m los necesarios pnra (h'semIH~iÜtl· bicII sus fUl!ei01ws. Las herramielltas y los Ílt.iles Ile C¡lIese trata SOli,ell ge·neral, los mismos que se elllplean Cilla construceión de lai:{líneas, ~- aUll cnando y{t sc han anot:ulo algunos, mencionaremos llIIevuJIlcnte los principales, Clue 80n los siguientcs: barras, gar· lanc:las, IJicos, hachas, maehctes, serrnchos, berbiquies con sns brocas, destornilladores, tomillos para 108 aislaùorl's que se uscn, un montón, una euerda. fuerte Ile diez Inetro!'; ele longitucl, el aparato de soldar con sus Miles: alicates, entl'nallas, corta f¡'Íos, alam lwe de eobre aislado, alambre de In, misma clasc (leI (le la línea, ealTctilla, polaillas, cinturones, galvanómetTo etc. Siempre qne el imqwdor salga Ú recorrer la. línea, es eOllvenicnto que vaya acompañado por lo menos de UIl gnaf\la qne llevc los útiles de uso más comÚn, cn 8n eorrcsl'OIHlicnte maleta, pllCS es el Í1I1ieomoùo do poner á los gnardas al corricnte ¡lc lo (1110hay qlle hacer y (lc no perder la oportunidaù de hacer hien en el trÚnsito las rcpwaciones c¡ue sea posiùle. Si antes de salir al campo se tienc notici[!, de que hay c¡ue <'jocutar una rcparación la.ùoriosa .Y en ln¡:;ar despoblado, se llevarán, ua solamente los útiles ordinarios, sino tal1lùil~n \lna tol(la para ]Jrl'lHwtal' los días que fueron necesarios. 100. Uoeas colombianas y sn cooservaciÓII.-Üesde ell.° de ~O,iClllbro <le 1St):> funcionan ell este país los telégrafos nacionales; los Gobiernos que 1>1' han sucedido hall trabajallo por extc!l(krlos, ya con el propósito de llenar en parte ci vacio que se siente referellte {t Ia falta de frecuent~s eomlllricaciones llostal\'s, que pong-an en deùido cOlltacto las .poùlacior¡es diseminadas en tan vasto territorio .Y de tan excepcionales condiciones topo:~r;Íficas, ya por las velltr~jas polítieas y comerciales que de éstos se desprendcn, pues sou factores indispensables ùe buen gobierno y progreso. :r...a red telegráfica miùe 8050 kilómetros de líneas servidas por 229 oficina~l, 11istribnidas eu los nuc'"o Departamcllto~" así: Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia ~fK~~~~:~~.~\::~:·.:r::::.:::.::~:::::::· ~~,~,~.:.~ ~~~:.:.~;.~~.~.~~ ~:.~::~~.:~.~ ~~~.:~~ ~~~~~..if :ê~~~~::: :: :..::.;:.:::::::: ;'::'::. :.~:.::.::.::.::.::.::: :.::.::: :::.::: :;::.:.:: :::::"19~~ Boliv ••. r \; Magdal ••na ............•.................................................... 'Panamá (no tiene aún o:tiéina•• nacionales) Oo •••• ; ••••••••••••••••••• Oo •••••• 8 . 229 . . Últimamente ha. adoptado el Gobier,no ·el sistema de contratoS; para COllselvar la~ líneas eléctricas y tiene .gen~raJmente materialesdistrl~uiJ . d'os convenientemente, como alambre, aisladores etc. para suministrar á los' contratistas; se asegura que por este medio ~l servi.cio·del ramomejÉft'a y que se obtieÚen economías de consideración. En la actualidad hay 26 côntratistas¡ entre los cuales está repartido el servicio respectivo, 'd~ modo siguiente: . , ... Lon,ltud de la Unell .._~: __~a~ ~~~ __ . Nomùres de los contratistas Kilómetro,¡ __ ._ Metros. 1 Ignacio ;;\,lniloz C 2065 I 2 }font:ih'o y Rerrán 101:3. :~ Benito Falcón. ' 682 4 Gonzalo Hamos Ruiz 417 5 J,eouardo Uri he C 405 6 Francisco ,J. Fernámlez - . 390 7 V. Vieira y F. Mejia " .. 396 8 R~berto Santanllir!a 206 9 Antonio Garrido .... - - .. _ 240 lO .Juan Clímaco Villegas - ... ' 256 11 Edllardo;\lejía .. ······_··.··_~··.Il 200 12 Alejandro Otaola " _. ·265 1;3 José ]\Iaría .Arias 155 14 Carlos García V 175 15 J,uis l\Ienùoza R 170 16 1'eófilo G61nez fT ~ 227 17 Arístides Vargas 197 18 Francisco ])ia,go :108: 19 Arturo :Mutis 10.~ I 20 .José A. Villegas .. 85 I 21 Manuell\Iárqllez 50 22 Carlos 1\1. Morales 75 23 Aristides Vargas T _ 70 24 Bnrique Ferro __.1 30 25 Fernando Torres _I 35 26 .Jcsús L. Caro __ i 35 "o" Totales - I I •• ·is 050 II 005\ 500 500: 500, c••••· Suma menlu"l que recibe . de t-emehaci6A,' p•• ,.Î<I¡6~.~ $ i • 250 4385 1865 1155 776 720 650 625 520 475 450 400 395 326 250 280 275 275 500 500 905 24.0 : I 225 200 200 130 1;~0 I 120 j 60 . 50 50 ---~. $ 1.12 1.84 1.70 1.86 1.77 1.66 1.õ7 2.60 1.97 1.75 2._ 1.50 2.10 1.60 1.60 1.20 1.21 2.06 1.90 2.35 2.60 1.73 1.71 ') oJ •• 1.42 1.42 1()õO/ $ 14 977 I El señor Ignacio Muñoz C. es el contratista. que tiene mayor longitud de línea ã su cargo-2 065 kil6metros-desde Bogotá hasta la frontera del Ecuador y quien conserva á menor precio ;'1 kilómetro, $ 1,12. La linea de menor longitud-30 kilómetros-la inspec. ciona el señor Enrique Ferro y queda comprendida de San Juan de Rioseco á Cambao; eB de las mejor pilgddas, $ 2 por kilómetro. Las líneas cuya conservación cuesta más caro, $ 2.60 elkilómet¡·o, son: la de Bogotá á Honda, con algunas porciones próximas á Ja principal, r. cargo del señor Roberto Santamaria; y la de Bogotá li Gachancipáy Snesca, $ 2,60 el kilómetro. manejada por el séñor Manuel Márquez. • No hallaimos este dato en lOBdocumentos. oficiales que consultá~oB; l." èant¡lacl pu •• ia representa el ¡!lito total, compu~do el kU6metro , • 1.86, preel~ mediO •. Este libro fue Digitalizado Por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia