1 8 9 4 — acabó en l a creación de una alianza secreta contra Alemania. Holstein oreía también que los conflictos coloniales impedirían que Francia e Inglaterra so reconciliaran de u n modo permanente. Pero el 8 de a b r i l de 1904, ambos países, sin llegar a una alianza, concluyeron una «Entente cordiale» sobre l a base de l a liquidación de sus diferencias coloniales. CAPÍTULO V E l endurecimiento de las alianzas y las crisis (1890-1914) H a c i a 1890 E u r o p a vivía en l a incertidumbre. L a guerra, aunque i m p r o b a b l e , parecía posible, y todos los Estados tenían en cuenta en sus cálculos esta eventualidad. Bismarck había dejado con gran p r u dencia gravitar esta amenaza porque servía a sus fines. Además, existían en potencia innumerables corrfij.ctos. Francia y A l e m a n i a no pódíiih"'"réconci Iiarse a causa de Alsacia-Lorena. Francia e I t a l i a se habían enzarzado en una verdadera guerra aduanera. Francia e I n g l a terra, implicadas en l a gran política colonial, parecían dispuestas a entenderse y firmaban en 1890 u n importante acuerdo p a r a repartirse el valle del Níger. Pero eran de temer nuevas fricciones. E n 1887, Rusia e I n g l a t e r r a estuvieron a l borde de l a guerra a causa del A s i a central y de las fronteras de l a I n d i a . Finalmente, se vislumbraba en el horizonte el nacimiento de una nueva potencia: el Japón. Pero, en conjunto, el más peligroso de todos los conflictos, el de Austria-Hungría y Rusia a propósito de los Balcanes, caía en el o l v i d o . Rusia estaba entonces mucho más interesada en el Extremo Oriente y l a doble monarquía no buscaba l a expansión. L a dimisión de Bismarck el 18 de marzo de 1890 cayó como una bomba en las cancillerías ya que, con él, sabían a l menos a qué atenerse. Pero no se derivó de ello ningún drama inmediato. E n cierto modo, Bismarck se vio obligado a d i m i t i r a causa de l a impaciencia del joven emperador Guillermo I I . Éste, siguiendo especialmente los dictados del hombre que durante quince años debía j u g a r el papel de «eminencia gris» de l a 'Wilhelmstrasse, el barón V o n Holstein, consideraba que el tratado de contraseguridad con Rusia tenía más inconvenientes que ventajas. Así, fundándose en l a hipótesis de que era imposible u n acercamiento entre l a autocracia zarista y la República francesa, se negó a renovar el acuerdo. Holstein se convirtió en el responsable de los ataques más importantes a l sistema-bismarckiano que consistía en mantener el aislamiento de Francia. Ahora bien, desde agosto de 1892, una convención m i l i t a r franco-rusa —ratificada en .48 Durante el período 1890-1904, relativamente t r a n q u i l o , se p r o siguió y aceleró el reparto de África; se formó, fíente a las alianzas alemanas, otro sistema que g r a v i t a b a ' en torno á F r a n c i a ; y sobre todo, m a d u r a r o n las fuerzas susceptibles de aumentar Jas tensiones, tensiones que, de 1904 a 1914, se harían t a n vivas que i b a n a estallar en sucesivas crisis. L a última i b a a ser fatal para l a paz. 1. Maduración de l a s a l i a n z a s y l o s conflictos (1890-1904) Durante este período ninguno de los Estados europeos permaneció inactivo. Ajpjxecigrqn nuevasambicipnes. L a estructura de l a v i d a i n ternacional se transforiño~lentamente. Los gobiernos que se sucedieron en Francia, después del fracaso del «boulangismo», f u e r o n gobiernos de «apaciguamiento». Durante algún tiempo se atenuaron las luchas anticlericales. Los progresos del socialismo y los atentados de las anarquistas suscitaron l a inquietud de los medios dirigentes y las medidas de represión f u e r o n aprobadas por el zar, quien, indignado p o r l a nueva actitud alemana, se resignó a aproximarse a Francia, no sin antes realizar unas últimas tentativas cerca de Berlín. Pero Francia tenía u n medio de presión: l a hacienda rusa se hallaba en una lamentable situación. E l gobierno, que deseaba ardientemente salir del aislamiento, tejió una red de sólidos lazos «admitiendo en l a bolsa» empréstitos rusos e incitando a los franceses a invertir en ella. E n 1891 se llegó a una vaga convención política, pero lo esencial fue l a convención m i l i t a r de 1892, d i r i g i d a contra Alemania, aunque con carácter puramente defensivo. A l e j a n d r o I I I no advirtió que Francia trataría de u t i l i z a r l a alianza para reconquistar Alsacia y Lorena. L a alianza permaneció secreta hasta 1897, pese a que todo el mundo presentía que se había operado u n acercamiento. L a flota francesa visitó Gronstadt, donde el zar, de pie, con la cabeza descubierta, escuchó La Marsellesa, De hecho, además de su paralelo temor a l a Dúplice, Francia y Rusia tenían u n interés común: contener a I n g l a t e r r a , que frenaba sus respectivos avances en A f r i c a o en A s i a Central. P a r a F r a n c i a fue, en efecto, una era de conquistas coloniales. E n espera de llegar a l Sahara, el África occidental y ecuatorial fueron ampliamente ocu49 padas. E n 1895, después de u n acuerdo con I n g l a t e r r a , le llegó el t u r n o a Madagascar. Gabriel Hanotaux, m i n i s t r o de Asuntos Exteriores, soñaba con u n f e r r o c a r r i l transversal de D a k a r a Y i b u t i . A p r o v e chándose de que el antiguo Sudán egipcio había sido conquistado p o r una fanática secta musulmana, los «derviches», a las órdenes de un profeta, e l «Mahdi» M o h a m e d A h m e d , el gobierno francés intentó apoderarse del valle medio del N i l o . A l cabo de dos años, l a pequeña expedición M a r c h a n d , que había salido del Gabón, llegó a Fachoda, en el N i l o ( j u l i o 1 8 9 8 ) , donde se encontró con los ingleses que, p r o cedentes del Norte, reconquistaron b a j o Kitchener el I m p e r i o de A b d a l l a h , e l sucesor del M a h d i . I n g l a t e r r a estaba decidida, costase l o que costase, aunque fuese a l precio de una guerra, a e l i m i n a r a Francia del v a l l e del N i l o . Francia •—cuyo m i n i s t r o de Asuntos extranjeros era Delcassé desde j u n i o de 1 8 9 8 — no podía arriesgarse a esta guerra y abandonó su empresa. E l África o r i e n t a l quedaba prácticamente b a j o el d o m i n i o británico. T a n sólo el África oriental alemana impidió que se r e a l i zasen los sueños que había f o r m u l a d o u n conquistador que había p a r t i d o de África del Sur, Cecil Rhodes: l a apertura de u n a gran r u t a británica desde E l Cabo a E l Cairo. Aus.trrarHmgría.x.Rusia^^^ sordina, durante algún tiempo, a_ sujdy.ali.dad. en Jos Balcanes. E l statu quo convenía a ambas. A Austria, porque así„ae_jmtLa_.alLabrjgp_de_las. explosivas.'íeiviriEicácTQnes de los. eslavos del sur o yugoslavos. E n efecto, éstas sólo serían peligrosas en caso de que l a pequeña Serbia.independiente, atizara los movimientos nacionalistas en el interior de l a doble, .monarquía. Pero los reyes de l a monarquía Obrenovitch, y en especial Milán, se colocaron de buen grado y mediante pago bajo el protectorado de hecho de Viena, a pesar de l a impopularidad que esto l e valió en Serbia. A l no v.erseL.amenazada_p.or_la__disgtegacÍQn,jAus.tó.a^ungría .pr.efirió.. no., agitar. Jos Balcanes mediante una .p.olítica._audaz,_ Los...rusos..estiivierori. conformes.porque pxeferian_.actuar_enJExtremp_Qriente.. De este modo,_aunque. no cesaron Jas revueltas en diversos puntos del Imperio otomano, en Armenia, en Creta,..en .Macedpnia, ninguno.de .los__dos_emp_era.dores explotó estos pretextos. E n 1897, en l a entrevista de San Petersburgo, y - e n .1903 e n l l a _ d e . .Mürzteg,...^ r J J u s i a , t a l como hemos dicho, estaba más interesada en el.Extremo Oriente, L o que l a empujó a e l l o fueron, sin duda alguna, los.des- „_ engaños sufridos en Bulgaria.. E n segundo J u g a r , l a influencia de personajes emprendedores, b i e n vistos p o r el zar, como e l almirante Alexeiev o Bezobrazov, hombre de negocios que interesó a l zar en sus empresas. Y , en tercer l u g a r , l a construcción del Transiberjano que, iniciado en 1890, llegó a l lago B a i k a l en 1898.. Pero el Japón, que surgía como nueva potencia, había vencido a China y firmado el ventajoso tratado de Shimonoseki (1895). I n m e diatamente, los rusos, apoyados p o r los_akmanes^ (no 50 así p o r los ingleses, que estaban inquietos ante sus avances), e x i gierprr_su_ .rCTisjtón. E L Japón. cedió, pero no estaba dispuesto a o l v i d a r esta h u m i l l a ción. Los rusos t o m a r o n entonces l a delantera. JEn. 1896 oLTuVieron la concesión de u n f e r r o c a r r i l que a t r a y e s a h a ^ g ^ e s t p J g _ M ? g . ' churia china. E n 1898 favorecieron él break ap of China, inaugurado p o r A l e m a n i a y qiKsvalió a j a s principales potencias l a posesión de territorios en arrendamiento. P o r su parte, los rusos a d q u i r i e r o n de este modo i ' p r t - A r t h u r , q u e p o r e l tratado de Shimonoseki se había concedido momentáneamente a l Japón. Se i n f i l t r a r o n en M a n c h u r i a y se negaron a evacuarla completamente, pese a las protestas niponas. < M á a _ p r o f u n d a fue aún l a evolución política alemana. Bismarck sólo se había interesado p o r E u r o p a . G u i l l e r m o I I se lanzó a l a WeUpolilik. E n más de una ocasión afirmó ruidosamente su presencia. Obtuvo_la_..aQnc.esión...de—una_Jmpoxtante_vía- férrea, en- Turquía, el Bagdadbahn, que sembró l a i n q u i e t u d entre l o s ingleses. E n el break apM¡Xh'wi ocupó una f o r m i d a b l e t a s e marítima: Kiáo-Cheu, en Chantung. Siguiendo los consejos del a l m i r a n t e v o n T i r p i t z , que pasó del mando de l a flota de Extremo Oriente a l mando supremo, A l e m a n i a , se lanzó en 1897 a una gran política n a v a l , i n s p i r a d a en parte en l a s _ J d e a ^ u n teórico de l a _ «potencia marítima». Inglaterra... se inquietó y decidió, con espíritu m u y j ) o c q resolutiyo, luchar p a r a mantener su primacía, J o que desencadenó l a carrera de armamentos navales. Pero fue. sobre todo J a notable expansión económica de A l e m a n i a y sus progresos demográficos los que i n t r o d u j e r o n los cambios esenciales. Entre 1890 y 1900, A l e m a n i a sobrepasó a I n g l a t e r r a en l a p r o ducción de acero, y gracias a su comercio l a suplantó en numerosas regiones. Desde luego, no hay que exagerar l a i m p o r t a n c i a relativa H e l a s doctrinas racistas y pangermanistas (la Alldeutscher Verband o L i g a pangermanista se fundó en 1 8 9 4 ) . Pero, en conjunto, l a población estaba satisfecha con una política de prestigio. I n g l a t e r r a se resintió profundamente de esta n u e v a rivalidad, marítima y c o l o n i a l , i n d u s t r i a l y comercial. H a b i t u a d a a l a preponderancia i n d u s t r i a l , digirió m a l e l hecho de tener rivales. E n 1896, u n l i b r o que obtuvo u n g r a n éxito, del economista W i l l i a m s , Made in Germany, sembró l a alarma. Los ingleses estaban además inquietos p o x J o s progresos rusos y franceses, L a alerta de Fachoda había sido _p.eligr.Qsa, Y , do 1899 a 1902, t u v i e r o n que librarse a u n a penosa guerra en África del Sur para .someter, a j o s bóers. Así se comprende que los ingleses quisieran poner fin a l «espionando aislamiento». L a m e j o r solución, preconizada p o r el m i n i s t r o de Colonias, el_«rumrjmste^^ 51 Alemania, lo que haría inútil, la., construcción de una gran flota alemana. Pero dicha alianza no interesaba a los alemanes, quienes, p o r lo demás, eran favorables a. los bóers (excepción hecha de Guillermo I I ) . E l nuevo canciller Bülow declinó formalmente las propuestas inglesas. Entonces Inglaterra se volvió hacia el Japón y Francia. Con el Japón, firmó, l a alianza_de. 19.02 —que_sólo.tenía efectividad en caso de u n ataque perpetrado p o r dos.potencias—. Con Francia, la.«En.: tente Cordiale» del .8 de a b r i l de. 1 9 0 4 que reglamentaba los conflictos coloniales. Francia renunciaba a cualquier pretensión sobre Egipto. Inglaterra reconocía a Francia el derecho de establecer su protectorado sobre..Marruecos. Para A l e m a n i a f u e u n sensible fracaso d i p l o mático. Nunca hubiera podido sospecharse que, seis años después de Fachoda, Francia e Inglaterra hicieran las paces. E n _ comparación con l a época de Bismarck en quq Francia jíe. hall aba aislada, ahora pasaba a tener una aliada, Rusia, y sólidos lazos amistosos con I n g l a terra, Cuando, el 3 1 de agosto de 1907, I n g l a t e r r a firmase u n acuerdo equivalente con Rusia, empezaría a hablarse de l a «Triple Entente». 2. L a e r a de l a s c r i s i s ( 1 9 0 4 - 1 9 1 4 ) E l historiador se da cuenta, retrospectivamente, de que el período comprendido entre los años 1903 y 1905 fue uno de los más dramáticos de l a historia europea. E l i n i n t e r r u m p i d o desarrollo de las pasiones nacionalistas tornaba a. los. Estados y a constituidos más susceptibles, más irritables,.más deseosos de prestigio. E n los viejos ^«Estados históricos», .Austria-; Hungría y el I m p e r i o otomano, exasperaba l a voluntad emancipadora _J_Llas ^ n o r i a s . , .nad^ de v i d a o muerte. Precisamente e l .10 de j u n i o de 1903, el rey de Serbia, A l e j a n d r o Obrenovitch, pro-austríaco, era .asesinado p o r u n grupo de oficiales serbios, miembros de l a sociedad secreta u l t r a nacionalista «La Mano Negra». Fue sustituido p o r Pedro I Karageorgeyitch, antiguo alumno de Saint-Cyr, .pro-francés, pro-ruso y antiaustríaco. Este, acontecimiento^^ La. pequeña Serbia sería on adelante el p o l o de atracción del nacionalismo yugoslavo. Serbios de l a Monarquía, bpsníacos, croatas y eslovenos d i r i g i e r o n sus miradas hacia Belgrado, E l gobierno de Viena. consideró, p o r momentos, que Serbia ora el adversario a quien se debe aniq u i l a r y someter. C a s L d . . mismo tiempo ^ expansión en Extremo Oriente se vieron truncadas p o r l a derrota en l a guerra contra e l J a p ó n (1904-1905). Los japoneses, a l no obtener l a evacuación de 52 Manchuria,_ata.c.arojx.bju.scamente_aJa flota_rusa de P o r t - A r t h u r _ y J a destruyeron,Jo_.qu^espCTm¿tió .avanzar p o r Manchuria, demasiado alejada de las bases europeas. Y l a . flota rusa del Báltico^queJlegó después de u n p e r i p l o de ocho meses alrededor de África, fue a n i j i i lada el 27 de mayo de 1905 en las islas Tsushima,_ LiLjlerj^te_rusa_tuy_o_.dos consecuencias internacionales de i g u a l gravedad. Por una jparte debilitó para u n buen número de años al ejército ruso y restó eficacia a l a alianza franco-rusa. Esto constituía una. t e n J s c m r t ^ u y ^ ^ charse de esta circunstancia. .Por otra parte, alejada del Extremo Oriente, Rusja i b a a interesarse de nuevo p o r los Balcanes. Y en e]..precisp..inpmcnto en que los austríac_os_y^ía^leva^rse__ante ellos una_Serbia hostil, los rusos Í 5idi_erpn jque .les interesaba" "proteger a "Serbia." E n 1906, Rusia y Austria cambiaron sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores, y eligieron a hombres «dinámicos», Isvolsky y Aerenthal. De hecho, entre 1905 y 1914 se i b a a asistir a cinco, crisis cada vez más graves y que pertenecen a dos tipos;..criáis,fi^co-jdemanas de origen colonial., y . crisis, austro-rusas de origen balcánico. Es necesario comprender l a naturaleza de cada una de estas crisis. e r íáLj«ES®erajsMs_marro.gufe. Ja_de§encadenó u n discurso que Guillermo I I .EíeSUasá. en Tánger el 31 de marzo de 1905 para anunciar que él protegería l a ' independencia_.de Marruecos. Desde 1900, FránciaZse "proponía establecer allí su protectorado. Había obtenido sucesivamente l a conformidad de I t a l i a , Gran Bretaña y España. E n noviembre de 1904 l a misión Saint-René Taillandier partió para Fez con el propósito de establecer el control francés. Alemania, que no había sido consultada, deseaba i n f l i g i r u n duro golpe. L a Weltpolüik no le permitía ^aceptar una empresa francesa que no hubiera aprobado. Pero, lo", que era más "importante, ¿no debía aprovechar l a ocasión para romper l a Entente cordiale y la Alianza franco-rusa? Los rusos acababan de ser derrotados en M u k d e n . E n el mes de octubre anterior, u n incidente naval — l a flota rusa que iba-del Báltico al Extremo Oriente había bombardeado varios barcos de pesca ingleses en el mar del N o r t e — estuvo a punto de desencadenar una guerra entre l a aliada y la amiga de Francia. Guillermo Tí escribió inmediatamente a l débil Nicolás H invitándole a constituir con él una vasta alianza continental contra Inglaterra. Después del discurso de Tánger, Alemania obtuvo l a dimisión del enérgico Delcassé. Francia aceptó que una.cqrJeren.cj.a.jnternacio.nal-Eeglamentase el problema de l a vigilancia en Marruecos. Jlojjuello perdía to.da_esp_ranza„de-.establecer_-allí su protectorado., y.se resignaba a lo inevitable: u n gran aumento de prestigio para. Aleinania, G u i l k r m o I I , seguro con este primer éxito, consiguió que Nicolás I I firmase en persona Ta llamada^ alianza de B j o r k o , nombre de una localidad noruega donde' se encontraron los dos yatés~Tmperíales. Pero, esia_alia_nza_.e.siab.a._.en_Jia.nca contradicción con l a alianza franco-rusa. Los consejeros del zar consiguieron convencerle de ello. Invitó a Francia a que se adhiriese v cuando ésta se negó, renunció a l a alianza de B j o r k o . Se_derrumbó l a esperanza alemana_ d e q u e b r a r el sistema francés. A l menos, Marruecos podía quedar al amparo del protectorado galo. E n l a c o n f e r e n c m d e Algeciras (1906) triunfaron las tesis francesas; se t 53 abandonaron las ideas alemanas de internaoionalizaoión y se confió l a vigilancia.. de los puertos a^rmcese^y_espaSoles. Pero todavía.se estaba lejos de las I n i ciales ambiciones francesas. I í\ ¡ • " ' ;' L a segunda crisis es l a de Bosnia-Herzegovina (1908-1909). Goluchowski inició reBresalias..gconómica.s. («la guerra de los cerdos») para h u n d i r a Serbia. E l .fracaso .fue. completo. Su.sucesor.AerenthaL decidió, emplear u n método más brutal. L a propaganda serbia-era-particularmente-intensa en Bosnia-Herzegovina, región «administrada» por Austria-Hungría desde 1878. Aerenthal creía eme con l a simple..y.pura.anexión .de..este.J:erritoiionominalmente.turco quedarían aniquiJ.adasJas^sp.eranzas_de_loA...naciojialis.tas__yugoslavos. Tomó como pretexto l a «revolución de los jóvenes turcos» que, en j u l i o , había dado el poder en Constantinopla a u n grupo de reformadores modernistas, para consumar l a anexión el 5 de octubre de 1908. Los serbios protestaron con indignación y llamaron en su ayuda a los rusos. Isvolsky se consideraba «burlado». Pero,...para.intervenir,...Rusia hubiera debido poseer, u n ejército fuerte, y éste no era el caso, y contar con el pleno apoyo de._ JErancia, apoyo que este país, ppcp_¿e¿e^p_denana.guerra. a causa de los Balcanes, -le_negó. Serbia,, aislada,, tuyo.5uej!eder en marzo de 1909. Para Austria-Hungría, qra un rotundo éxito, Pero este éxito era frágil. E l nacionalismo serbio no quedó aniquilado; en cambio, exasperó_.a..R.usia, ávida de desquite, lo. cual explica l a consolidación de la_«Triple-Entente».-. También debilitó.. aJa..T.riple„Alianza.Jtalia,_.qua_y.a^.eil_190.2.había prometido a Francia-.su^eutralidad,Jba..a.JbacerJLo._mismo..aojx.JRusia, ya que I t a l i a veía sin.regocijo cómo se modificaba la. situación on los Balcanes er. provecho de Austria y sin que..ella obtuviera, las compensaciones prometidas. E l problema fundamental de l a supervivencia, de Austria-Hungría no había sido resuelto. ! . L a tercera crisis es también franco-alemana. Se l a conoce p o r l a «¡crisis de A g a d i r » o «segunda crisis marroquí». A l confiar a Francia l a vigilancia de los principales puertos marroquíes, l a . conferencia de Algeciras le había, dado.pretextos.,para intervenir en el interior. E L p r o f u n d o . desorden, que reinaba en^.Marruecos se. traducía en una amenaza contra el sultán y, como consecuencia, .contraía vida..de. los. europeos —negociantes sobre todo— in.siala.do.s_allí. Este hecho quedó patente cuando en abril de 1911 eLsultán_Muley Hafid, sitiado p o r los rebeldes en Fez.ilamó a los franceses ...para q u e i e . libertaran. ELgobierno francés tenía buenos argumentos para enviar una.columna. Pero como indudablemente las tropas.permanecerían en Fez, ciudad d e l . i n t e r i o r , chocaba con, las ..cláusulas...de Algeciras. P_é-S_e_.a.ias...v.acilaci.ones d e . Guillermo I I , el secretario de Estado para los _Asuntos_extranjeros, Kiderlen-Wáchter, estimó favorable l a ocasión para aumentar el. .dominio..colonial.alemán..Era demasiado prudente para esperar, como el m i nistro de Colunias Lindequist y los pangermanistas, que Alemania pudiera anexionarse todo Marruecos o parte de él. Pero creía q u e s i a c t u ^ a b ^ í ^ p r m a _ f e t a l y espectacular, Francia, con t a l de poder instalarse en^ Marruecos, ^ aceptaría sacarificar sus vastos territorios, ecuatoriales del Congo. Así, el 1." de j u l i o daJ.911, u n cañonero alemán, el Panther, entró en el puerto de Agadir. ¿Iba ese golpe de fuerza, poco compatible con las prácticas políticas de entonces, a provocar l a guerra? Francia parecía aislada: Rusia le. pagaba en 1911 con l a misma moneda que aquélla había empleado, e n j . 9 0 9 y_se.negaba_a.prometerle su. apoyo. E l ministro de Asuntos extranjeros, De Selves, era belicoso _ y rechazaba el trueque Marruecos-Congo, E l presidente del Consejo francés, Gaillaux, más realista, se daba cuenta de que era necesario u n trueque, pero sólo aceptaba ceder una parte del Congo. 54 _La .intervención...británica fue d^^^^ p o r los progresos navales alemanes, los británicos consideraban que les Interesaba'no p e r m i t i r l a " humillación de .Francia. Él 2 1 de j u l i o , el canciller del Exchequer del gobierno liberal, . L l o y d G e p r g e , _ d j p _ . a _ e n ^ Ja .guerra, j u n t o a. .Francia. «La paz a cualquier precio», d i j o , «es una fórmula inaceptable para u n gran país». E l resultado fue el triunfo _de_los._elen___x__^ Caillaux, sobre los ambiciosos. Unas..negociaciones__de tres meses concluyeron"e¿ ' u n gran acuerdo colonial franco-alemán (4 noviembre 1911)., Por u n lado,_.Francia cedía gran parte del Congo francés a. cambio de una pequeña porción .deLCame_rún alemán, el «pico de pato». Por otro, r^Ma.._eLben^lácitp..alemán para e l EMe. toradq.^anc.és...de. M^ —que quedó establecido en 1912—, Finalmente, Fr.anc}a,_jque._te^ r a belga, . .?Píaba .J?°__É¡2Plejttla_j_^^ que entonces se creía que los pequeños países no podrían conservar mucho tiempo sus colonias, esta cláusula era importante. Con ella, se liquidaban prácticamente todas las .diferencias .c^_niale^jej_^.an_bps.países. "•' c i e ac C ^ n J L a j i u a r t a crisis, 1912-1913. volvemos a los Balcanes y a los problemas surgidos del n a c i o n a l i s m o . E l _ J j a T _ _ r i o . otomano había perdido en_Eurorm Grecia (1830), .Serbia.(1830 y 1878) , J _ u m a n i a ( l S S ó ^ K t e n e ^ q i J ü í ^ r i a . ( [ 1 8 7 8 ) , foimeJük-jmentaL unida. , a B u l g a r i a . . Q~B&Z) y Bosnia-Herzegovina. (1908). S i n embargo, le quedaba u n a faja -ininterrompida _jlg t e r r i . J o r i o s que i b a n desde A l b a n i a , en e l oeste, en e l Adriático, hasta Constantinopla y Andrinópolis, pasando p o r Macedonia y Tracia, es decir, l a o r i l l a septentrional del m a r Egeo (mapa 4, págs. 4 0 - 4 1 ) . Excerjto_3^Albania._musulm . p i i n c i p a l m e n t e p o r cristianos,., en especial griegos, búlgaros y serbios. _a_menudo. m u y , roezclados..como en Macedonia. L o s tres Éjtados corre_.poj____xtes_co_^ ponían. Pero menos si n o se v i s l u m b r a b a c ó m o podrían repartírselos, a l cabía_p.ens.at_e.n_unirs.e_p_axa_exp.ulsar_.aJLo.s._tur.c.os,..Turquía, pese a los «jóvenes turcos»,.__p_nti.rjmb_^^ Los italianos le_declaxaxoji^a_.gu_erxa en septiembre de 1 9 1 1 y ocuparon l a costa de L i b i a y las islas del Dodecaneso. E l momento parecía f a v o r a b l e . L___exasperación^^ a causa de l a política de los jóvenes t u r c o s ^ e c e n t r a l i z a c i ó n ^ E l desorden que j m f l e r a b a _ e n J _ u s i a enjestos momentos permitió _a y u n jdiplomático ..del zar, H a r t w i g , excederse en sus instrucciones estimular ,a_.los.peq.ueños...p.aíses„balcánic.oa.a..que-.se„.aliasen. El tratado de alianza ofensivo y defensivo serboJbúlgaro del 13 de marzo de 1912 constituyó e l núcleo de l a coalición. A m b o s países fijaban las bases p a r a u n reparto de M ace do ni a y , en cuanto a las zonas en l i t i g i o , se remitían a l a r b i t r a j e del zar. L a alianza se extendió luego, b a j o una f o r m a más vaga, a_Gxecia_y_aJ^ojrte.negm._Jiespué.s, e l 13 de 55 octubre de 1912, los A l i a d o s d i r i g i e r o n entraron_eji_guerra. u n ultimátum a Turquía, y A n t e l a sorpresa general, los_turcos._fueron_.rápidamente-derrotados. Pidieron la mediación • de las potencias y el 3 de diciembre se firmó u n armisticio. E l retorno a l poder de los intransigentes, con Enver Pacha, trajo l a reanudación de la guerra. ¿Iba este pequeño conflicto a transformarse en u n conflicto europeo? AustriaJIungría.. estaba_furiosa. por las victorias serbias. Pero el partido de l a .paz,, dirigido por el archiduque heredero, Francisco Fernando, y por el ministro de Asuntos extranjeros, Berchtold, sucesor de Aerenthal, .supo, evitarlo. JEn Londres se" había.reunido ya. u q a . conferencia ^e paz. Naturalmente, el desacuerdo en lo referente a l a distribución del botín, era completo. Bulgaria, que había realizado el principal esfuerzo de guerra, tenía los dientes particularmente afilados. Seasistió entonces a la .^conclusión, de .una j_ianz_a. entre griegos y serbios .contra los búlgaros. Rumanos y turcos, apoyaron.a.aquéllos. E l zar, inquieto, propuso su arbitraje. Pero, en el momento en que los primeros ministros iban a partir liacia San Petersburgo, tuvo lugar u n golpe teatral: pese a las órdenes de su gobierno, el general ^en jefe del ejército búlgaro atacó a los serbios. Esta s.egunda.guerr.a.bal.c.ánica_duró_poco_tiempo. Atacados por todas partes, íos búl•garos fueron derrotados en quince días,..en especial _pox los serbios. Austria_JHungría.. quiso .entonces-intervenir-.contra- l a detestada Serbia. Pero Alemania l a hizo..desistir, y so firmó l a paz rápidamente (tratado de Bucarest del 10 agosto 1913),- -Turquía sólo conservaba en Europa Constantinopla y l a Tracia oriental c o n ^ n d r j n i p o l i s . Pero, para l a historia general ~3e Europa, el elemento capital era el engrandecimiento de Serbia .hacia e l , oeste y el sur. Con l a victoria, su prestigio, aumentó de manera considerable. L a agitación yugoslava recrudecía. E n Austria-Hungría se propagó de forma creciente l a idea de que ya se había llegado 3enuaj^oJI^s.x.güe...er^.,necs8arlo acabar de una vez. 3. L a c r i s i s de julio de 19Í4 . E r a n o r m a l que con este r i t m o creciente de crisis y tensiones, una nueva crisis aumentara aún más e l p e l i g r o . Más adelante ( I I Parte) estudiaremos las interpretaciones de las causas que p r o d u j e r o n l a p r i m e r a guerra m u n d i a l . Dejemos sentado desde ahora que n o _ j u e motiya^yi_j)or_j^nfli^^ Todos los grandes países lse~hlíbrán puesto' de acuerdo, de dos" en" dos, sobre l a extensión y los límites de sus dominios de u l t r a m a r : F r a n c i a e I t a l i a en 1896-1900; F r a n c i a e I n g l a t e r r a en 1904; I n g l a t e r r a y Rusia en 1907; F r a n c i a y A l e m a n i a en 1 9 1 1 ; y finalmente, en octubre de 1913, I n g l a t e r r a , a l firmar con A l e m a n i a u n acuerdo secreto sobre el eventual reparto en este terreno. I ^ ^ r j s J S j f a t a l fue de t i p o balcánico. L a desencadenó el asesinato del... a r c m d u q a ^ K 5 f e d e r < r ^ d e . A ^ t ó a ^ í ^ n g r í a , Francisco Fernando, p o r u n estudiante bosníaco, en Sarajevo (Bosnia), a donde se había trasladado con ocasión de unas maniobras m i l i t a r e s . E l asesino, P r i n z i p , era m i e m b r o de «La M a n o Negra», pero esto no se supo hasta después de l a guerra. Los dirigentes austro-húngaros adivinaban 56 en todo caso eme se había beneficiado de complicidades j)ficiales serbias. Hubo. .EQ.r_pjirte_dje__Vustri de tomar este atentado como pretexto para a n i q u i l a r a Serbia. Pero, p o r lo demás, hoy ya no se cree en l a v o l u n t a d sistemática de guerra por parte de uno de los dos campos. L o que pesó fue u n mecanismo dentr-o.de u n sistema político y social t a l que loTliombres" se v i e r o n desbordados por los acontecimientos. Podemos d i s t i n g u i r dos tipos de fenómenos: l a convicción de los Estados de que se trataba de algo en lo que les iba.la_se.guri.dad; y l a presión de los m i l i t a r e s , no en favor de la guerra, sino en apoyo de medidas que —-en caso de g u e r r a — aumentarían sus posibilidades . 1 Para Austria-Hungría el problema estaba claro. Se trataba de destruir una fuerza que no había dejado de'crecer y cuyo foco radicaba l m ~ 5 e r b i a : el nacionaHsmq yjigoslayp. que amenazaba j _ m ^ ^ histórico Estado. Cuando_ supo. _qne_J:.endrísi_. el apoyo_ alemán¡,_Austria-Hungría preparó con gran secreto u n ultimátum, cuidadosamente elaborado para que Serbia no pudiese aceptarlo. " " ~ -J5n_c.uanto_ a. Alenmnia,_.también es cierto que se sentía amenazada_Por- el cerco de_la_alianza franco-rusa... E n 1913 había dado cSHséJbs moderadores a Ámtc¡su^C^I3&^^L^^^^SJLJ^SKhii. sería el fin de l a vieja Dúplice y entonces..Alemania, .aislada,' estaría expuesta al peligro. Decidió apoyar sin reticencias a Viena para mantener l a alianza. Esperaba que este apoyo, una vez hecho público, permitiría «localizar» el conflicto. Pero, ¿acaso podía Rusia aceptar la «localización»? E r a poco probable. Uno de_los_ele.mentos.de.su_rx)tencia,_y, como consecuencia, de su seguridad,, consistía en hacerse pasar por la protectora de los eslavos. Quizá no fuese éste u n elemento «vital». Sin embargo, erj_d.ifícil. admitir que Serbia, u n pueblo hermano, h u m i llada en 1909 cuando Rusia era demasiado débil, pudiera ser aplastada en 1914 _cuando.ihabía.recimstüujxta_jM^ Por su parte, Fxeitci&^i^u.gja_era..atacada. por.Alernania,_.se..veía, arrastrada por las obligaciones de l a alianza. Abandonarla sería aislar de nuevo, ante una Alemania de 65 millones de. habitantes, a una Francia de 40 millones. De hecho, Francia no tuvo que plantearse el. problema, pues, pj^r^.ones_jnilitare.S,.. fuá. AkraajrIa_quj^Je_d.ecJa_¿Ja E n esta Europa tensa, todos creían luchar por su vida, y es ahí donde aparece la gravedad de los más nimios incidentes. Sobre este telón de fondo se levantan los cálculos militares. Sabiendo..que sus espaldas las mayores responsabilidades, los m i l i t a r e s h i c i e r o n cuanto p u d i e r o n , como es lógico, para afrontar una campaña, que ellos creían i b a a ser breve, en las mejores condiciones posibles. L a . «carrera de armamentos» terrestres y navales queda de sobra explicada . p o r _este..fenómeno. .P or tierra,, se. desarrolló .primero..entre.Francia y Alemania.. Necesitaban sobre todo importantes ejércitos de.primera línea. A I proyecto 1. Véase I I parte, capítulo I I I . 57 de ley alemán propuesto al Reiehstag e l 14 de enero de 1913 que ascendía los efectivos de 623.000 a 761,000 hombres, se respondió con el proyecto francés del servicio m i l i t a r de tres años que, pese a las elecciones de 1914, no fue abrogado cuando estalló l a guerra. JEn cuanto a l a marina,...Gran Bretaña.pusp__tqdo su ahínco en no ser alcanzada p o r su r i v a l , A l e m a n i a . . Pero el problema m i l i t a r esencial p r o v i n o del p l a n alemán de 19.0.6,,. el p l a n Schlieffen. L_o_s._aj££nane__j^ l a guerra en dp_i_frentes__apjMtando_ Consideraban que esto sólo era posible si agrupaba todas sus fuerzas sobre su ala derecha, desplegada a través de las llanuras belgas a fin de cercar a continua^ión_jd_.ejé^ Lorena. Pero esto i*npiic_Aa._la._Ym^^^ belga.. L a influencia de' los militares sobre los políticos llevó a l gobierno a a c e p t a r este p l a n . A_princip|os de agosto de 1914, cuando Rusia,, y después s i m u l táneamente Francia y A l e m a n i a , habían _decretadq_la movilización general, los militares alemanes consiguieron que el gobierno enviase -.un-_ultimátum. a. JBélgica. Después, puesto que Francia tardaba en jdeclarar l a guerra,.Alemán en práctica su p l a n , se adelantó — y a que todo estaba preparado para combatir contra Francia, y frente a Rusia no había más que una cortina de tropas— Pero entonces intervino el Reino U n i d o . N o estaba atado p o r m n g u n a alianza. Para^no «alentar» aJFrancia y a Rusia, sir E d w a r d Grey, jefe del Foreign Office, se había guardado m u y bien de cualquier compromiso y se contentó con ofrecer vanas mediaciones. L a _yiolación de l a . n e u t r a l i d a d b e j g a . c ^ con l a tradición británica que no podía sopo se instalase en_Arnberes. Entonces Gran Bretaña sintió a su vez amenazados sus intereses vitales, y entró en_ guerra. Tales son de modo esquemático ios elementos de una implantación mecánica que i b a a desencadenar los horrores de u n conflicto de dimensiones hasta entonces desconocidas. CAPÍTULO VI L a democratización de los Estados (1871-1914) A l o largo del siglo x i x , p o r medio de u n lento pero irresistible movimiento, u n número cada vez m a y o r de hombres p a r t i c i p a r o n en los asuntos públicos, se interesaron p o r ellos y contribuyeron a ejercer u n a cierta presión. U n poco p o r todas partes, se entrevé e l «fin de los notables» y el ascenso de «capas sociales nuevas». Esto no significa que los ciudadanos fuesen realmente iguales. E n l a práctica, quedaban muchos pesos y medidas. E l gran propietario, el poderoso i n d u s t r i a l , el banquero, incluso si en las elecciones no disponía más que de u n voto, tenía, para ejercer influencia sobre la v i d a del Estado, medios que no poseía l a gente de b a j a condición social, aunque no fuesen más que sus relaciones personales con los políticos del momento. S i n embargo, cada vez tuvo menos poder para hacer «votar bien». Los progresos de l a instrucción, que se hizo o b l i gatoria en muchos países, l l e v a r o n a los humildes a descubrir que sus intereses no coincidían forzosamente con los de los notables locales. Se constituyeron partidos radicales o socialistas que reclamaban u n m e j o r reparto de las riquezas. Los ministros se reclutaron cada vez menos entre l a aristocracia. Los duques, los lores, en l u g a r de gobernar, debieron llevar a cabo u n duro combate defensivo en e l que perdieron una posición tras otra. Esta evolución se operó dentro de una relativa t r a n q u i l i d a d . Salvo en Rusia, donde en todos log terrenos l a evolución fue frenada por l a obstinación de los autócratas* l a era romántica de las revoluciones sangrientas tocaba a su fin. Después de l a Comuna de París, en 1871, Francia no volvería a conocer l a guerra c i v i l . I n g l a t e r r a , A l e m a n i a e I t a l i a tampoco. Los electores designaban diputados y éstos votaban, progresivamente, grandes leyes reformistas. S i n embargo, durante este período sin revoluciones, los revolucionarios se organizaron como no lo habían hecho antes, alrededor de partidos 58 59