06 Inte resu 6832 utilidad 1/6/06 12:15 Página 1 Interpretación de resultados Utilidad clínica de los marcadores tumorales en el cáncer de próstata X. Filella y R. Molina Servicio de Bioquímica Clínica (CBD). Hospital Clínic. Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer. Barcelona. España. Puntos clave Tabla I. Características del antígeno específico de la próstata (PSA) • Ciertos factores preanalíticos, entre los que se incluye la manipulación de la glándula prostática y el tratamiento con antiandrógenos, pueden modificar la concentración de antígeno específico de la próstata (PSA). Peso molecular 33.000 daltons Actividad enzimática Serin proteasa Localización del gen Región q13.2-q13.4, cromosoma 19 Control de la síntesis Andrógenos Localización del PSA Células epiteliales de la próstata y otros tejidos • Los resultados de PSA y PSA libre pueden variar en relación con el método empleado en su dosificación. Acción fisiológica Licuefacción del coágulo seminal Formas circulantes Libre y unido a proteínas inhibidoras de las proteasas Denominación alternativa del PSA Calicreína humana 3 • Se considera anómala una concentración de PSA > 4 ng/ml, si bien hay una zona gris situada entre 4 y 10 ng/ml en la que el porcentaje de falsos positivos es particularmente alto. Análisis disponibles para el PSA y fracciones del PSA PSA total, PSA libre, complexed PSA • Debido a su actividad enzimática, el PSA circula mayoritariamente unido a proteínas inhibidoras de las proteasas y tan sólo en un pequeño porcentaje circula en forma libre. Los pacientes con cáncer tienen un menor porcentaje de PSA libre. traprostáticos. Estos datos, además de cuestionar la especificidad prostática del PSA, indican que la presencia de ciertos valores, si bien sumamente bajos, de este antígeno son posibles tras la realización de una prostatectomía radical, aun en ausencia de tumor residual. • El seguimiento seriado con PSA permite monitorizar la eficacia del tratamiento, así como diagnosticar precozmente la aparición de recidivas. Formas moleculares del PSA El antígeno específico de la próstata (PSA) (tabla I) es una glucoproteína de unos 33.000 daltons, que forma parte de la familia de las calicreínas y tiene una actividad enzimática semejante a la quimotripsina. El PSA es producido por las células epiteliales de la próstata y secretado al líquido seminal, en donde, gracias a su acción proteolítica, participa en la liquefacción del coágulo seminal y favorece así la migración de los espermatozoides a lo largo del tracto genital femenino. Si bien, tal como su nombre indica, el PSA se describió inicialmente como un antígeno producido específicamente por las células epiteliales prostáticas, más recientemente se ha observado que también se puede expresar tanto por las glándulas periuretrales y perirrectales como por diversos tejidos ex- A causa de su actividad enzimática, tan sólo un pequeño porcentaje de PSA circula en forma libre. En su forma mayoritaria, el PSA circula unido a proteínas inhibidoras de las proteasas, entre las que destacan la α-1-antiquimiotripsina, el inhibidor de la α-1-proteasa y la α-2-macroglobulina, la cual, al englobar la totalidad de epítopos de este antígeno, conforma un PSA indetectable mediante los métodos analíticos usuales. A la posibilidad de dosificar el PSA total, utilizada desde hace años en la práctica clínica, se ha unido más recientemente la posibilidad de dosificar mediante técnicas de inmunoanálisis comerciales el PSA libre y el PSA unido, test este último conocido con la denominación inglesa de complexed PSA. Factores preanalíticos y analíticos que influyen en la dosificación de PSA La concentración sérica de PSA no está sometida a un ritmo circadiano, si bien, en cambio, se ha observado tanto una cierJANO 9-15 JUNIO 2006. N.º 1.612 . www.doyma.es/jano 51 06 Inte resu 6832 utilidad 1/6/06 12:15 Página 2 Interpretación de resultados Utilidad clínica de los marcadores tumorales en el cáncer de próstata X. Filella y R. Molina ta variabilidad biológica como algunas fluctuaciones relacionadas con la hospitalización del paciente, por lo que algunos autores han sugerido la conveniencia de realizar ambulatoriamente las determinaciones de este marcador tumoral. Las manipulaciones de la glándula prostática pueden alterar, en ocasiones de forma importante, la concentración de PSA, por lo que es preciso realizar su determinación previamente a dichas exploraciones (tabla II). No parece, sin embargo, que el tacto rectal aumente significativamente la concentración de PSA. Entre los factores preanalíticos que influyen en la concentración de este marcador tumoral debe tenerse en cuenta el tratamiento con finasteride, un inhibidor de la 5α-reductasa utilizado en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP), que al impedir la conversión de testosterona en dihidrotestosterona, disminuye alrededor del 50% la concentración sérica de PSA. En la actualidad, se dispone de diversos inmunoanálisis plenamente automatizados que permiten disponer de la concentración de PSA con gran rapidez. La comparabilidad de resultados entre los distintos métodos no siempre es total, y ello es causado por diversos factores, entre los que se incluyen desde la composición de los estándares empleados en la calibración del ensayo hasta los anticuerpos empleados. La estabilidad del PSA total, así como la del complexed PSA es muy elevada, por lo que no deben extremarse las medidas de conservación de la muestra. Ello, sin embargo, sí es necesario cuando se determina el PSA libre, a causa de su inestabilidad a temperatura ambiente, por lo que se recomienda congelar la muestra a –20 ºC si la determinación no puede realizarse en el plazo de 3 h tras la extracción. Intervalo de normalidad del PSA En condiciones normales, la célula epitelial de la próstata y la membrana basal forman una barrera que impide el acceso del PSA a la sangre. Por ello, el PSA se acumula en el líquido seminal y tan sólo pasa a la circulación general en pequeñas cantidades. Se admite pues que en el adulto sano la concentración de PSA debe ser < 4 ng/ml, si bien se han descrito ciertas diferencias que se relacionan con la edad. Así, se ha propuesto que la normalidad variaría entre los 2,5 ng/ml para varones de edades comprendidas entre los 40 y los 49 años y los 6,5 ng/ml para los de edades de 70 a 79 años. Utilidad del PSA en el cribado del cáncer de próstata La determinación del PSA en el cribado del cáncer de próstata es una cuestión polémica, puesto que no hay datos científicos que avalen plenamente su realización. Es cierto que el empleo del PSA permite aumentar el número de diagnósticos y también que ello se traduce en un aumento de la supervivencia, si bien esto podría deberse únicamente a un avance en el diagnóstico sin que redundará en ventaja alguna para el paciente. Hasta el momento, no se dispone de datos concluyentes que demuestren que el cribado del cáncer de próstata con PSA permita disminuir la mortalidad causada por esta enfermedad, si bien algunos trabajos sugieren esta tendencia. Con todo, algunas sociedades propugnan el empleo del PSA en el diagnóstico del cáncer de próstata. Así, la American Uro52 9-15 JUNIO 2006. N.º 1.612 . www.doyma.es/jano Tabla II. Factores preanalíticos que influyen en la concentración de antígeno específico de la próstata (PSA) Efecto sobre el PSA Comentario Tacto rectal Escasa elevación – Biopsia Importante elevación Espera de 6 semanas Resección transuretral Importante elevación Espera de 6 semanas Masaje prostático Elevación significativa Espera de 3 días Tratamiento con finasteride Disminución del 50% – logical Association recomienda que en todos los varones de 50 o más años debe realizarse anualmente un examen de la próstata que comprenda la determinación de PSA y el tacto rectal. En caso de historia familiar de cáncer de próstata dichos exámenes deben realizarse a partir de los 40 años. Por otro lado, la American Cancer Society indica que debe ofrecerse la realización de tacto rectal y la determinación de PSA a los varones de más de 50 años y una expectativa de vida superior a 10 años, así como a partir de los 45 años en grupos de alto riesgo. Diagnóstico precoz del cáncer de próstata El PSA tiene una elevada sensibilidad diagnóstica, de manera que alrededor del 70% de los cánceres de próstata se pueden detectar mediante el valor de corte de 4 ng/ml. Ciertamente, la sensibilidad podría aumentar si se empleara un valor de corte más bajo, tal y como algunos autores han propuesto. Ello, no obstante, se traduciría en el diagnóstico de tumores que no son clínicamente significativos, así como en un cuantioso aumento del número de falsos positivos. De hecho, la falta de especificidad es la principal dificultad que plantea el empleo del PSA en el diagnóstico del cáncer de próstata. Así, en los pacientes con prostatitis aguda se pueden observar notables incrementos de este marcador tumoral, que no se normaliza hasta la resolución de la infección. La principal causa de falsos positivos de PSA es la HBP, y se calcula que entre el 25 y el 50% de los pacientes con esta enfermedad presentan concentraciones de PSA > 4 ng/ml. El aumento de PSA es particularmente importante cuando los pacientes presentan complicaciones asociadas a la HBP, como la retención aguda de orina o la infección urinaria. Se han descrito diversas estrategias para aumentar la especificad del PSA, que incluyen desde el empleo de distintos valores de corte en función de la edad de cada individuo, la velocidad de ascenso del PSA, la densidad de PSA o el empleo de las fracciones de PSA (fig. 1). En particular, diversos estudios avalan el empleo del porcentaje de PSA libre con la finalidad de ahorrar biopsias en el grupo de pacientes con una concentración de PSA total comprendida entre 4 y 10 ng/ml. Ésta es la denominada zona gris de PSA, para la cual se propugna el empleo del porcentaje de PSA libre, y se realiza la biopsia de la glándula prostática únicamente cuando dicho porcentaje es < 20 o 25%. También hay estudios que señalan que el complexed PSA es una herramienta útil en el diagnóstico del cáncer de próstata. Por un lado, hay que señalar que este marcador tumoral 06 Inte resu 6832 utilidad 1/6/06 12:15 Página 3 presenta una mayor eficacia diagnóstica que el PSA total, por lo que no debe extrañar que algunos autores defiendan su empleo en el cribado del cáncer de próstata en lugar del PSA total. No obstante, este marcador tumoral tiene también un número elevado de falsos positivos cuando se valoran pacientes con HBP, por lo que la dosificación concomitante de las fracciones de PSA se muestra en este cometido especialmente útil. PSA en la estadificación del cáncer de próstata La sensibilidad del PSA se relaciona con la extensión de la enfermedad, de manera que su sensibilidad aumenta a medida que avanza el estadio. Tiene una especial notoriedad considerar que casi la totalidad de los pacientes con metástasis presentan valores de PSA > 10 ng/ml. Por este motivo, algunos autores han sugerido que cifras inferiores a esta concentración excluyen la presencia de metástasis, por lo que en pacientes con una concentración de PSA < 10 o 20 ng/ml podría no realizarse la gammagrafía ósea requerida en el resto de pacientes para estadificar correctamente la enfermedad. La relación del PSA con el estadio del tumor ha permitido la construcción de normogramas que permiten predecir la evolución de la enfermedad. Así, las denominadas tablas de Partin, desarrolladas por los urólogos norteamericanos Alan W. Partin y Patrick C. Walsh, predicen el definitivo estadio patológico del tumor a partir de la concentración de PSA, el grado de Gleason y el estadio clínico. Utilidad del PSA en el seguimiento de pacientes con cáncer de próstata después de tratamiento radical La determinación de PSA informa con fiabilidad acerca de la presencia de tumor residual y acerca de la recurrencia de la enfermedad tras la realización de un tratamiento radical con finalidad curativa, sea éste la prostatectomía radical o la radioterapia. Tras la realización de la prostatectomía radical, la concentración de PSA debe ser indetectable, por lo que su detección a las 3 o 4 semanas de la intervención es indicativa de la presencia de enfermedad residual. La disponibilidad de técnicas ultrasensibles que permiten dosificar concentraciones de hasta 0,001 ng/ml junto a la presencia de un PSA de origen ex- Figura 1. Estrategias diagnósticas entre hiperplasia benigna de próstata y cáncer de próstata. PSA 0-4 ng/ml 4-10 ng/ml > 10 ng/ml No biopsia Zona gris Biopsia Estrategias diagnósticas: Velocidad de PSA Densidad de PSA Porcentaje de PSA libre traprostático, hacen que se deba ser prudente al interpretar una concentración ultrabaja de PSA como un signo de tumor residual, y se debe considerar la posibilidad de que esta concentración sea de origen extraprostático o, en otros casos, se deba a la presencia de tejido prostático normal o hiperplásico remanente. En los casos de duda deberá observarse tanto la propia concentración de PSA como su evolución a lo largo del tiempo para discriminar entre una y otra situación. Por otro lado, el seguimiento con PSA permite detectar precozmente y con gran eficacia la recidiva de la enfermedad. Es controvertido el valor de PSA a partir del cual considerar la presencia de una recidiva bioquímica, pero, en general, se consideran concentraciones situadas entre 0,2 y 0,6 ng/ml. La pendiente de ascenso del marcador permite diferenciar entre una recidiva local o a distancia. Cuando la recidiva es a distancia, la concentración de PSA tiende a doblarse en un período de 6 meses, mientras que cuando la recidiva es local el ascenso de PSA es mucho más lento. Tras la realización de la radioterapia, la concentración de PSA, a diferencia de lo que sucede con la prostatectomía radical, disminuye lentamente e incluso su concentración puede no llegar a ser indetectable en ningún momento. Se considera que el tratamiento únicamente es plenamente eficaz en los pacientes que alcanzan una concentración de PSA < 0,5-1 ng/ml, mientras que la recidiva tras la radioterapia se define como la elevación de PSA por encima del valor más bajo, denominado PSA nadir, que se ha obtenido en cada paciente. Pese a estas recomendaciones, se debe indicar que hay controversia en considerar de una forma precisa la concentración de PSA necesaria para sostener con certeza que el paciente está libre de enfermedad. Asimismo, debe conocerse que inmediatamente después del inicio de la radioterapia puede observarse un leve ascenso de este antígeno a causa de la destrucción de las células más sensibles a la radiación que liberan su contenido en PSA a la circulación general. Utilidad del PSA en el seguimiento de pacientes con cáncer de próstata diseminado La hormonoterapia es el tratamiento paliativo de elección en los pacientes con cáncer de próstata diseminado. En estos pacientes, al igual que sucede con los pacientes tratados con quimioterapia, la dosificación seriada de PSA permite monitorizar con eficacia la respuesta al tratamiento, así como detectar precozmente la progresión de la enfermedad. La concentración de PSA es creciente cuando la enfermedad progresa, en cambio, disminuye cuando el paciente responde al tratamiento. La evolución del PSA es pues paralela a la de la masa tumoral. No obstante, la presencia de un control androgénico positivo sobre la expresión del PSA, sugiere que la disminución del marcador en pacientes sometidos a tratamiento hormonal también se debe a la deprivación de andrógenos y no únicamente a la disminución de la masa tumoral que de ello pueda resultar. En el mismo sentido, hay que interpretar la posible selección de las células tumorales más indiferenciadas —y, por tanto, menos productoras de PSA— causada por la hormonoterapia. Por ello, la evolución de los valores de PSA en estos pacientes debe ser interpretada con cautela y no debe descartarse que el incremento de PSA pueda ser menor al que por la progresiva evolución de la enfermedad cabría esperar. Ello, sin embargo, no impide que en la gran mayoría de los JANO 9-15 JUNIO 2006. N.º 1.612 . www.doyma.es/jano 53 06 Inte resu 6832 utilidad 1/6/06 12:15 Página 4 Interpretación de resultados Utilidad clínica de los marcadores tumorales en el cáncer de próstata X. Filella y R. Molina casos el PSA sea un marcador de gran utilidad para detectar la progresión de la enfermedad antes de que ésta sea clínicamente aparente. J Bibliografía recomendada Errores habituales Oesterling JE, editor. Prostate-specific antigen: the best prostatic tumor marker. Urol Clinics North America. 1997;24:247-469. • Considerar que la dosificación de PSA permite obviar la realización del tacto rectal. Aus G, Abbou CC, Bolla M, Heidenreich A, Schmid HP, Van Poppel H, et al. EAU Guidelines on Prostate Cancer. Eur Urol. 2005;48:54651. Stenman UH, Leinonen J, Zhang WM, Finne P. Prostate-specific antigen. Sem Cancer Biol. 1999;85-95. • Considerar que las concentraciones de PSA o de PSA libre obtenidas con métodos distintos son siempre equivalentes. • No conservar la muestra de suero de forma adecuada cuando debe dosificarse el PSA libre. • Interpretar como sospecha de cáncer de próstata porcentajes de PSA libre elevados. J 54 ACCEDA A LOS CONTENIDOS DE MEDICINA DE JANO En www.doyma.es/jano encontrará todos los contenidos de nuestra sección de Medicina a texto completo. El acceso es abierto y gratuito para los contenidos publicados hasta septiembre de 2003. Los documentos más recientes están disponibles gratuitamente para nuestros suscriptores. Si todavía no es suscriptor de Jano puede acceder a nuestros exclusivos contenidos editoriales mediante el sistema de pago por visión o bien activar la suscripción completa que le reportará importantes ventajas. 9-15 JUNIO 2006. N.º 1.612 . www.doyma.es/jano