Resumen acción de la insulina Los efectos de la insulina han sido estudiados en pacientes con hipertiroidismo debido a que, se ha determinado que las hormonas tiroideas tienen notables efectos sobre el metabolismo del tejido adiposo, por las citocinas liberadas por éste y cuyos niveles plasmáticos de esas citocinas podrían proporcionar una visión dentro del mecanismo(s) responsable; además inducen resistencia a la insulina, porque las hormonas tiroideas juegan un papel importante en la regulación de la lipólisis afectando las concentraciones locales de norepinefrina y/o la señalización del post-receptor adrenérgico. Las diversas citosina ejercen funciones diferentes ; así el aumento de los niveles séricos de adopinectina se ha visto relacionado con el grado de hipertiroidismo y del proceso autoinmune, la leptina desempeña un papel en el aumento de los niveles de T3, lo que empeora el hipertiroidismo.El aumento de los niveles de Interleukina-6 ( IL-6) venoso en el abdomen, se asocia positivamente a el desarrollo de la insulino-resistencia en estado de hipertiroidismo, Factor de necrosis tumoral (TNF) cuyos niveles de TNF arterial se observan aumentados, sugiriendo un posible vinculo en el desarrollo de una insulino-resistencia en lipólisis, Resistina desempeña un papel crucial en la termogénesis y la homeostasis de la energía en el estado de hipertiroidismo y Visfatina cuyos niveles en plasma están correlacionados con la diabetes tipo 2 y obesidad La resistencia hepática a la insulina, en el hipertiroidismo puede resultar favorable en la prevención del desarrollo de hipoglicemia, por tal motivo, los pacientes con hipertiroidismo deben ser evaluados por si existen anormalidades con respeto a la glucosa y a los lípidos y así, al corregir hipertiroidismo puede mejorar la regulación de la glucosa, ya que se han encontrado tasas de producción de glucosa hepática, debido a aumentada gluconeogénesis (en estado de ayuno) por los elevados niveles de glucosa en plasma encontrados en esta condición, y un aumento de la actividad del ciclo de Cori (en el estado postprandial y en ayunas) Del mismo modo todos los pacientes diabéticos deben ser evaluados por si existe disfunción tiroidea, observándose discrepancia en los niveles de glucosa en personas con hipertiroidismo, gracias a que una elevada secreción de insulina puede ser enmascarada por una elevada degradación de insulina Por otra parte El hipertiroidismo conduce a una mayor demanda de glucosa encontrándose los depósitos de glucosa neta provocados por la insulina, normales o aumentados en músculo esquelético. VIII. Secrecion de insulina Aunque varios estudios han encontrado disminución de la secreción de insulina (77, 150– 159), la mayoría de los estudos han reportado normales o incluso elevados niveles de insulina en la sangre periférica de pacientes con hipertiroidismo y con normal incide glicémico (fig. 8); estos cambios son abolidos después del tratamiento (12, 27–29, 34, 160–169). Estas discrepancias pueden ser explicadas por el hallazgo de que, en el hipertiroidismo, una elevada secreción de insulina puede ser enmascarada por una elevada degradación de insulina (12, 47, 170). Curiosamente, en uno de estos estudios realizados en pacientes con enfermedad de Graves, el aumento de la secreción de insulina y la tasa de depuración metabólica de la insulina fueron positivamente correlacionadas con los niveles de T4 libres en el plasma (170). Por lo tanto, en sujetos delgados euglucémicos con hipertiroidismo (34), la aumentada secreción de insulina en lugar de la disminuida es manifestada, la cual, sin embargo no es suficiente para suprimir la producción de glucosa hepática. Esto también ha sido reportado en individuos con sobrepeso, euglicemicos y con hipertiroidismo en los cuales las respuestas de células beta a la hiperglicemia se ha encontrado no verse afectada (171); esto es contradictorio a lo que se ha observado en pacientes con diabetes tipo 2 temprana (172). Sin embargo, la importancia de la disminución de la secreción de insulina puede aumentar durante largo plazo una tirotoxicosis severa: los tratamientos en ratas con altas dosis de T4 causa una notable disminución tanto del contenido de insulina del páncreas y la tasa de secreción (173-175). IX. Observaciones finales El hipertiroidismo conduce a una mayor demanda de glucosa (fig. 9). Debido a que los depósitos de glucosa neta provocados por la insulina se han encontrado también normales o aumentados en musculo esquelético, en el estado de hipertiroidismo, ambos in vivo (12, 15, 40–43) y in vitro (38, 48), los elevados niveles de glucosa en plasma en esta condición pueden ser explicados por altas tasas de producción de glucosa hepática, debido a aumentada gluconeogénesis (en estado de ayuno) y el aumento de la actividad del ciclo de Cori (en el estado postprandial y en ayunas) (38). Así, el hipertiroidismo, puede ser de importancia primaria para aumentar la tasa de formación de lactato por el músculo relativo a la oxidación de la glucosa en el período postprandial para aumentar la actividad del ciclo de Cori (1, 38, 45). Esto se conseguirá principalmente por una disminución en la síntesis de glucógeno y un aumento de la glucogenolisis en el musculo (45, 60). Cuando el hipertiroidismo progresa severamente, aumenta en la capacidad de respuesta del transporte de glucosa a la insulina y en la actividad de la hexoquinasa, la 6-fosfofructoquinasa también puede estar implicada (38). El aumento del flujo sanguíneo en el musculo y tejido adiposo en el hipertiroidismo, puede jugar un papel importante en el mantenimiento de las tasas normales de utilización de glucosa en presencia de hiperinsulinemia en estos tejidos (34,44). Además, en el hipertiroidismo, los tejidos periféricos pueden aumentar la sensibilidad de la utilización de glucosa por IGF-I (176). Estos parámetros ayudan a explicar la paradoja del metabolismo de la glucosa normal o incluso aumentada en general a nivel del músculo esquelético con resistencia a la insulina. La resistencia hepática a la insulina, en el hipertiroidismo puede funcionar como un efecto beneficioso en la prevención del desarrollo de hipoglicemia (1, 38). El aumento de la demanda de energía del tejido periférico (como el muscular y el adiposo) en el hipertiroidismo requiere de un aumento en la disponibilidad de sustrato. Si la producción de glucosa no se corresponde con el aumento de la demanda para la formación de lactato muscular y oxidación de glucosa, y si la formación de glucógeno muscular no se redujo, la concentración de glucosa plasmática tendría que disminuir; esto activaría los mecanismos de regulación contrarios y mejoraría un estado catabólico (1, 38). Mientras las células beta pancreáticas puedan adaptarse a esta resistencia a la insulina y a un aumento asociado a la degradación de insulina con un apropiado incremento en la secreción de insulina, la homeostasis normal de la glucosa puede ser mantenida; cuando la capacidad de las células beta para la adaptación es excedida, la tolerancia a la glucosa se deteriorara y la diabetes mellitus pueden eventualmente llegarse a desarrollar. En el hipertiroidismo, la lipolisis en tejido adiposo se aumenta durante estado de ayuno, mientras que en periodo post prandial es rápidamente suprimida a la normalidad (34). La importancia de los cambios en los flujos lipidicos en individuos con hipertiroidismo se hace evidente a partir del flujo transcapilar de ácidos grasos no esterificados. En estado de ayuno, debido a la resistencia a la insulina, hay un aumento en la salida de los ácidos grasos no esterificados del tejido adiposo dentro de los capilares- Necesario para estimular la gluconeogénesis y proporcionar los ácidos grasos no esterificados para la oxidación de otros tejidos (como el muscular) – que, sin embargo, disminuye rápidamente después de la comida para facilitar la eliminación de la glucosa por el músculo resistentes a la insulina (34). Esto asegura el uso preferencial de la glucosa cuando está disponible y ayuda a preservar los depósitos de grasa (34,111). Esta conclusión se ve apoyada por experimentos anteriores con calorimetría indirecta en pacientes con hipertiroidismo mostrando mayor oxidación de lípidos en todo el organismo en estados postprandial y de ayuno, y la oxidación de carbohidratos después de la comida (42, 177). Estos cambios pueden ser requeridos para aliviar los tejidos del aumento de ácidos grasos no esterificados después de la comida, facilitando así la eliminación de glucosa en el músculo por la insulina. Desde un punto de vista clínico, los pacientes con hipertiroidismo deben ser examinados por si existen anormalidades con respeto a la glucosa y a los lípidos. Del mismo modo todos los pacientes diabéticos deben ser evaluados por si existe disfunción tiroidea porque la corrección de hipertiroidismo puede mejorar la homeostasis de la glucosa.