San Agustín Zhao compañeros mártires Rong y Santos Agustín Zhao Rong, Padro Sans i Jordá, obispo y compañeros mártires Santos Agustín Zhao Rong, presbítero, Pedro Sans i Jordá, obispo, y compañeros, mártires, que en diversos lugares de China, y en distintos tiempos, fueron valerosos testigos del Evangelio de Cristo con sus palabras y sus obras, y caídos víctimas de persecución por haber predicado y confesado la fe, merecieron pasar al banquete eterno de la gloria. “Conságralos en la verdad; tu palabra es la verdad». Esta invocación, que reproduce la voz de la oración sacerdotal de Cristo elevada al Padre en la Última Cena, parece subir de la muchedumbre de santos y bienaventurados que el Espíritu Santo suscita en su Iglesia a lo largo de los siglos. Dos mil años después del comienzo de la obra de la redención, hacemos nuestra esa invocación, con los ojos fijos en el ejemplo de santidad de Agustín Zhao Rong y sus ciento diecinueve compañeros mártires en China. Dios Padre los consagró en su amor, escuchando la oración de su Hijo que le adquirió un pueblo santo al extender sus brazos en la cruz para destruir la muerte y manifestar la resurrección”. (De la homilía de S.S. Juan Pablo II en la misa de canonización de los 120 mártires). La Iglesia da gracias al Señor porque la bendice y derrama en ella la luz con el resplandor de la santidad de estos hijos e hijas de China. La jovencita Ana Wang, de catorce años, resistió las amenazas del verdugo que la invitaba a apartarse de la fe de Cristo, diciendo mientras se preparaba con ánimo sereno a ser decapitada: «La puerta de los cielos ha sido abierta a todos», y con susurros invocó tres veces a Jesús; Xi Guizi, un joven de dieciocho años, dijo impávido a quienes le acababan de cortar el brazo derecho y se esforzaban por arrancarle la piel cuando todavía estaba vivo: «Cada trozo de mi carne, cada gota de mi sangre traerá a vuestra memoria que soy cristiano». Con la misma fortaleza y alegría, otros ochenta y cinco chinos dieron testimonio, hombres y mujeres de toda edad y condición, sacerdotes, religiosas y laicos que, con la entrega de la vida, confirmaron su indefectible fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Esto sucedió en diversas épocas y tiempos difíciles y angustiosos de la historia de la Iglesia en China. En esta multitud de mártires resplandecen también treinta y tres misioneros y misioneras que, dejando su patria, intentaron insertarse en las costumbres y mentalidad chinas, adoptando con gran amor las particularidades de aquellas tierras, seducidos por el deseo de anunciar a Cristo y de servir a ese pueblo. Sus sepulcros todavía se conservan allí para mostrar que pertenecen a aquella patria a la que, a pesar de la flaqueza humana, amaron con sincero corazón, consagrando a ella todas sus energías. “A nadie hemos perjudicado sino que hemos servido a muchos”, dijo el obispo Francisco Fogolla al gobernador que se disponía a matarlo con su propia espada. Cada uno de lo mártires tiene, natuiralmente, su propia entrada en el Martirologio, en su fecha de martirio, los vínculos remiten a ella: Obispos: Antonio Fantosati Francisco Fogolla Gabriel Taurino Dufresse Gregorio Grassi Luis Versiglia Pedro Sans i Jordá Presbíteros de la Orden de Hermanos Menores: Cesidio Giacomantonio Elía Facchini Juan de Triora (Francisco María) Lantrua José María Gambaro Teodorico Balat Presbíteros de la Orden de Predicadores: Francisco Díaz del Rincón Francisco Fernández de Capillas Francisco Serrano Joaquín Royo Juan Alcober Presbíteros de la Compañía de Jesús: León Ignacio Mangin Modesto Andlauer Pablo Denn Remigio Isoré Presbítero del Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras: Alberico Crescitelli Presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París: Augusto Chapdelaine Juan Pedro Néel Presbítero salesiano: Calixto Calavario Presbítero de la Congregación de la Misión: Francisco Regis Clet Presbíteros: Agustín Zhao Rong Pablo Liu Hanzuo Tadeo Liu Ruiting Vírgenes del Instituto de Franciscanas Misioneras de María: María Paz (María Ana) Giuliani María de Santa Natalia (Juana María) Kerguin María de San Justo (Ana Francisca) Moreau María Adolfina (Ana Catalina) Dierk María Amandina (Paulina) Jeuris María Clara (Clelia) Nanetti María Ermellina de Jesús (Irma) Grivot Seminaristas: José Zhang Wenlan Pablo Chen Changpin Religiosos: Juan Wang Rui Juan Zhang Huan Juan Zhang Jingguang Patricio Donng Bodi Felipe Zhang Zhihe Andrés Bauer Francisco Zhang Rong Matías Feng De Pedro Wu Anpeng Pedro Zhang Banniu Simón Chen Ximan Tomás Shen Jihe Catequistas: Jerónimo Lu Tingmei Joaquín He Kaizhi Juan Chen Xianheng Juan Zhang Tianshen José Zhang Dapeng Lorenzo Wang Bing Lucía Yi Zhenmei Martín Wu Xuesheng Pedro Liu Wenyuan Pedro Wu Guosheng Seglares: Águeda Lin Zhao Andrés Wang Tianquing Ana An Jiaozhi Ana An Xinzhi Ana Wang Bárbara Cui Lianzhi Inés Cao Kuiying Isabel Qin Bianzhi Santiago Yan Guodong Santiago Zhao Quanxin Juan Bautista Lou Tingyin Juan Bautista Wu Mantang Juan Bautista Zhao Mingxi Juan Bautista Zhou Wurui Juan Wang Guixin Juan Wu Weniyin José Ma Taishun José Wang Guiji José Wang Yumei José Yuan Gengyin José Yuan Zaide Lang Yangzhi Lorenzo Bai Xiaoman Lucía Wang Cheng Lucía Wang Wangzhi Magdalena Du Fengju Marcos Ji Tianxiang María An Gouzhi María An Lihua María Du Tianshi María Du Zhaozhi María Fan Kun María Fu Guilin María Guo Lizhi María Qi Yu María Wang Lizhi María Zhao Gouzhi María Zhao María Zheng Xu María Zhou Wuzhi Marta Wang Louzhi Pablo Ke Tingzhu Pablo Lang Fu Pablo Liu Jinde Pablo Wu Juan Pablo Wu Wanshu Pedro Li Quanhui Pedro Liu Ziyu Pedro Wang Erman Pedro Wang Zuolong Pedro Zhao Mingzhen Pedro Zhou Rixin Ramón Li Quanzhen Rosa Chen Aixie Rosa Fan Hui Rosa Zhao Simón Qin Chunfu Teresa Chen Jinxie Teresa Zhang Hezhi Xi Guizi Zhang Huailu