La Barranquilla soñada que comienza a ser realidad El alcalde Alex Char y su equipo tienen clara la visión de la ciudad que nos merecemos y ya han iniciado su construcción. Pero para hacer realidad ese viejo anhelo, todos tenemos que contribuir. Cuando se sabe que el presupuesto del primer año de la administración de Alejandro Char será de 2 billones 347 mil millones de pesos y que el 90% de dicha suma será para inversión, resulta fácil confiar en que Barranquilla mantendrá la dinámica de crecimiento y de transformación iniciada hace 8 años. Razones económicas para ser optimista hay muchas. Otras más, de distinto índole, se validan cuando se escucha a Jaime Pumarejo, Gerente de Desarrollo de Ciudad, describir la visión que ambos tienen sobre el presente y el futuro de Barranquilla, la misma que concuerda con las ideas, anhelos y posibilidades que muchos hemos proclamado reiteradamente y que ellos ya han comenzado a materializar y a plantear. La ventaja es que la situación fiscal de hace 8 años no es la misma de ahora. Para corroborarlo basta decir que en ese entonces la administración distrital solo contaba con ingresos por 600 mil millones de pesos anuales y que sus egresos eran de 570 mil millones, lo que solo le dejaba al alcalde 30 mil millones para atender todas las necesidades de la ciudad. Hoy, con los mismos gastos de funcionamiento, la disponibilidad presupuestal anual supera los dos billones de pesos y entonces, como dice Pumarejo, si antes había que atender lo urgente, ahora es posible darnos el gusto y la satisfacción de invertir en otros frentes para mejorar ostensiblemente nuestra calidad de vida. Por eso se habla con fundamento y propiedad de megaproyectos como el Plan Vial que será presentado en dos semanas, con inversiones por 2 billones de pesos y que tendrá como estandarte la intervención integral de la Vía 40 con 6 pasos a desnivel. De la canalización de los 7 arroyos más peligrosos de la ciudad, con inversiones por 670 mil millones, como continuación de los ya encausados en las calles 79 y 84 y en la carrera 54 por la administración de Elsa Noguera. De la recuperación del Centro Histórico como espacio habitacional y comercial abierto y peatonalizado, con redes de energía subterráneas, parqueaderos, iluminación constante y zonas de parqueo. Y de la Red Integral de Transporte Metropolitano, RITMO, operado por Transmetro para mejorar la oferta de transporte público y desestimular el uso del carro particular. Pero no todo será cemento y concreto. Barranquilla se tornará verde como el logo con el que se vende esta administración. No solo por la siembra de 250 mil árboles que se anuncia para hacer más grato el recorrer a pie nuestras calles. Sino también por el millón de metros cuadrados de parques que se construirá en los próximos 4 años, un programa que tiene como joya de la corona el que se levantará en 35 de las 50 hectáreas de la zona que hoy ocupa el Batallón del Ejército, en pleno corazón del barrio Paraíso. El gran protagonista de este megaproyecto será el Grupo Bolívar que invertirá en la compra de toda la manzana, construirá la nueva sede del Batallón en un lugar por definir, y construirá un complejo residencial en las otras 15 hectáreas del área actual de la unidad militar. El parque permitirá prolongar la calle 79 sobre el eje actual y abrir conexiones en las carreras 65 y 72 para empalmar con las calles 76 y 82, y se integrará con la prolongación de la Avenida del Río que se extenderá sobre 5 kilómetros y tendrá puentes abatibles para no limitar las actividades náuticas. Esta avenida incluirá una costanera de entre 50 y 70 metros de ancho entre el río Magdalena y la doble calzada de la Vía 40, con canchas deportivas, escenarios culturales, ciclo vías, restaurantes y lugares para el ocio creativo, similar a la que hoy exhibe Barcelona. Así, con la renovación urbana del eje de la Vía 40 y alrededor del Centro de Eventos y Exposiciones Puerta de Oro se habilitarán 200 hectáreas de uso mixto, institucional, comercio, servicios y residencial, integrados también al desarrollo de La Loma, donde pronto se pondrá la primera piedra de la nueva sede de la Alcaldía Distrital. La transformación urbanística de Barranquilla en ese sector incluye la prolongación de la Carrera 50, la integración con la Intendencia Fluvial, y la regeneración de Barlovento en este extremo y de Siape en el otro, en una apuesta con alto sentido social porque como bien dice Pumarejo, no es un sueño de pocos, sino de todos, porque todos los estratos entre el 2 y el 6 tendrán cabida en este nuevo desarrollo. El eslabón final de este eje será el malecón que FONTUR proyecta construir en Las Flores, y que irá hasta la Ciénaga de Mallorquín. Tanto aquí como en Siape y Barlovento la idea es generar una oferta gastronómica de nuestra cocina tradicional para que los barranquilleros y quienes nos visiten podamos disfrutar del ambiente urbano singular que tenemos, de la calle, del barrio, de la acera, del bordillo, mientras nos comemos un pescado frito y degustamos una cerveza fría. El gerente de Desarrollo de Ciudad enmarca estos procesos dentro del concepto de la economía que sustenta el entorno en lugar de desplazarlo. Pero hay más temas de interés del sector de la infraestructura. Como la inversión de 200 mil millones de pesos en la construcción de aulas escolares. O la del gran bazar de Barranquillita como mercado minorista y el traslado de los comerciantes mayoristas a Granabastos. O como el proyecto Caños 2, de Triple A, que contempla la eliminación de la EDAR del Pueblo y su reemplazo por un proceso que permita que las aguas residuales del Suroriente de la ciudad bajen por gravedad hasta cierto punto, para después someterlas a un pre-tratamiento antes de llevarlas a la Ciénaga de Mallorquín mediante un emisario subfluvial. La inversión estimada es de 180 mil millones y el Impacto ambiental y social es enorme al garantizar la expansión de Barranquilla en esa zona porque habrá servicio de alcantarillado sin afectación ambiental. La visión es aún mayor. Por ello también se proyecta la recuperación de andenes, para lo cual próximamente se abrirá la respectiva licitación. La habilitación de parqueaderos privados en las zonas Centro, Prado y Norte. Las intervenciones en mantenimiento de la malla vial con inversiones anuales por 10 mil millones de pesos, que se fundamentará en un sistema inteligente de evaluación, mapeo y radiografía de las vías para priorizar los trabajos. La recuperación de la troncal de la calle 72, con la ampliación de un carril para solo bus y su extensión hasta la carrera 9G. La prolongación de la Cordialidad para empalmarla con la carrera 46. La continuidad de ésta avenida hasta la Circunvalar. Y la de la calle 30 para conectarla con la Vía 40. Se trata sin duda de una ambiciosa apuesta por la transformación de Barranquilla. Pero posible. Porque está fundamentada en una planificación de largo plazo y porque tiene identificadas las fuentes de financiación y aseguradas buena parte de ellas. No todos los proyectos se ejecutarán en los 4 años de esta administración. Y eso lo tiene claro Pumarejo. Pero muchos sí. Y los que no quedarán con un nivel de avance que no permita echar marcha atrás. Como el de la regeneración de Barlovento que se estima que se alcanzará a ejecutar en un 70% en estos 4 años de la Era 2 de Alex Char. Es claro también que en la construcción de este sueño colectivo, todos debemos aportar.