N° 155 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

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VOCES: DETENCIÓN DOMICILIARIA CON CONTROL DE PADRES SALIDA PARA CULMINAR ESTUDIOS SECUNDARIOS – APELACIÓN
FISCAL - CALIFICACIÓN LEGAL - ART. 329 II CPP
•
(…) “Cabe destacar que el artículo 346 del Código Procesal Penal tiene
como fin principal flexibilizar los artículos 298 I y 329 I y II ambos del
mencionado cuerpo jurídico -que establecen presunciones abstractas de
supuestos que implican peligrosidad procesal, a partir de pautas
objetivas, para la resolución de la causa- en tanto permite sustituir la
aplicación de la prisión preventiva como medida cautelar, por otras
medidas de menor gravedad para el imputado cuando no exista peligro
de fuga o entorpecimiento probatorio”. (...)
•
(…) “En relación a que si por la pena en expectativa, se debe revocar la
decisión impugnada entiendo que no existen dudas de que es una de las
circunstancias que se debe tener en cuenta para denegarse el pedido de
libertad o una vez otorgada revocarla -como así lo establece el artículo
329 II, inc. 1ero.- En el presente caso es cierto que la pena no sólo que
debe ser de cumplimiento efectivo -en el hipotético caso de ser
condenada- sino que es de un monto elevado dado que el mínimo –
conforme a la calificación que surge de la audiencia de fs. 8/9 en virtud
a que no se remitieron fotocopias de la causa principal a esta Cámara y
las partes no las reclamaron- es de Seis Años y Ocho Meses de Prisión
de Ejecución Efectiva. Pese a ello tenemos presente que no es el único
elemento a tenerse en cuenta; en efecto, la pena en expectativa debe
compatibilizarse con las circunstancias mencionadas en los demás
incisos del citado artículo, caso contrario el sólo hecho de que una
persona esté acusada de un delito cuya pena mínima supere los tres
años o que posea una condena previa a pena de prisión, aunque sea en
suspenso, no le permitiría estar en libertad durante el proceso y ello va
en contra de la posición filosófica de la reforma procesal y de lo
sostenido por la Constitución Nacional y pactos internacionales
incorporados a la misma” (...)
•
(…) “Sumado a lo manifestado en el párrafo que precede es de
importancia
que
la
encartada
tiene
residencia
fija,
no
posee
antecedentes penales -conforme a los informes de fs. 13 del incidente
sobre medida cautelar glosado por cuerda- que es una mujer joven y
que pretende continuar sus estudios secundarios lo que facilitaría su
resocialización, por ello entiendo que no existen actuales motivos para
1
modificar la resolución del A Quo”. (…)
•
(…) “En cuanto a la no conveniencia de que sean los propios padres de
la imputada los encargados de controlarla coincido con la opinión de la
Fiscalía de Cámaras, pero en este caso en particular tengo presente que
surge de los informes ambientales -de fs. 27/28 de estos incidentes- que
son personas que gozan de buen concepto, sin inclinaciones delictivas,
que se comprometieron a llevar a E. al colegio, esperarla y regresarla a
la vivienda y además que de la Resolución impugnada surge que
personal del Instituto de recuperación de la mujer U-4 o en su defecto
la autoridad policial correspondiente,
deberá hacer un control de la
morigeración e informará en caso de incumplimiento, lo cual hasta la
fecha no ha ocurrido en el sentido de que no fueron informadas faltas u
omisiones por parte de la justiciable”. (...)
•
(…) “Referido a la última parte del párrafo que precede considero
conveniente recomendar que el Magistrado, o el órgano jurisdiccional
que tenga a la imputada bajo su jurisdicción, debe establecer un
monitoreo periódico sobre el cumplimiento de los requisitos que se le
establecieron
a
la
encausada
y
darle
indicaciones
precisas
al
responsable máximo del Instituto de Recuperación de la Mujer U-4, o de
la institución policial correspondiente, tanto sobre la modalidad del
control
que
deberán
realizar
como
sobre
la
información
correspondiente que deberá recibir de esa institución, y establecer un
responsable
de
tales
obligaciones,
quien
no
podrá
delegar
en
subordinados sin previa comunicación al Juzgado, a los fines de
delimitar responsabilidades. En relación a las demás reglas de
conductas también deberá fijar como se realizará la información al
Juzgado”. (…)
Nº 155
T.26 F. 531/533
Venado Tuerto, 7 de Agosto de 2013.
Y VISTOS: Los
presentes
autos
Nº
110/2013
“INCIDENTE DE PRISIÓN PREVENTIVA EN FAVOR DE M., E. M. EN AUTOS
'V.J. D. S/ROBO CALIFICADO, PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LA LIBERTAD”;
CONSIDERANDO: I) Contra lo resuelto en la
audiencia oral y pública desarrollada
en el Juzgado de Instrucción de
Melincué -protocolizada con el N° 174, T. 16, F. 95- y por la que el Juez, Dr.
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Leandro Martin, resolvió: “HACER LUGAR al pedido de medida cautelar
solicitada por el Sr. Defensor, Dr. Daniel Papalardo morigerando la PRISIÓN
PREVENTIVA de la que la imputada E.M.M., viene siendo objeto con una
PRISIÓN DOMICILIARIA EN EL DOMICILIO DE CALLE JJ.VALLE N° 5476 de
la ciudad de Santa Fe, con el control de los padres, quien una vez acreditada
la inscripción correspondiente estará autorizada a culminar sus estudios
secundarios y para ellos podrá tener una salida estudiantil al EMPA N° 1052
de dicha ciudad. La detención domiciliaria y la eventual salida al EMPA N°
1052 (que deberá ser previamente autorizada por el Tribunal Competente)
será controlada por personal del Instituto de Recuperación de Mujeres U4 de
la ciudad de Santa Fe, oficiándose a tal efecto, o en su defecto la autoridad
policial correspondiente”, el Dr. Jorge Roberto Pozzi, Fiscal de Primera
Instancia del Distrito Judicial N° 8, interpuso recurso de apelación (fs. 39), el
que fuera concedido -en relación y sin efecto suspensivo- por decreto del 13
de Junio de 2013.
1.- El Dr. Fernando Palmolelli, Fiscal de Cámaras, al
expresar agravios sostuvo que el régimen de morigeración otorgado por la
Resolución N° 174 es “totalmente incompatible con la calificación legal por la
cual fuera procesada”. Asimismo hizo hincapié en la actitud asumida en la
detención de los coimputados donde, según relata el Sr. Fiscal de grado, en la
audiencia respectiva, “hubo un enfrentamiento con el personal policial” y
también se agravió porque la guarda de la imputada estará a cargo de sus
progenitores.
El Sr. Fiscal de Cámaras citó jurisprudencia sobre la guarda de
los padres y sobre el cúmulo de causas. Recordó que, tal como lo expresara la
CSJ, el respeto debido a la libertad individual no puede excluir el legítimo
derecho de la sociedad a adoptar todas las medidas de precaución que sean
necesarias no sólo para asegurar el éxito de la investigación sino también para
garantizar -en casos graves- que no se siga delinquiendo y que no se frustre la
ejecución de la eventual condena por incomparecencia del reo.
Asimismo, sostuvo que las circunstancias que autorizan a
presumir el peligro de fuga o entorpecimiento probatorio que la ley describe
en el art. 329 II del CPP, se circunscribe a la posibilidad de contar con la
disponibilidad de la procesada en el plenario y ello tiene entidad -entre otros
supuestos- con la magnitud de la pena en expectativa. Agrega que si bien es
cierto que ello no puede tenerse por exclusiva razón para diagnosticar una
eventual posibilidad de fuga, es un indicio de tal peligrosidad que en el caso
guarda relación con el “fumus bonis iuris” sobre la imputación que deviene del
estado procesal de la causa.
Por lo argumentado, el Dr. Palmolelli solicitó que se revoque el
régimen de morigeración de la prisión preventiva.
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2.- La Dra. Andrea Fernández, al contestar agravios, lo hizo en
primer lugar con relación a la calificación legal atribuida.
Al respecto, recordó que a partir de la sanción de la Ley 12.912,
en la provincia de Santa Fe no existen más delitos que -a priori- no permitan
la excarcelación, siendo la pena en expectativa sólo uno de los parámetros a
tener en cuenta al momento de decidir sobre la situación coercitiva del
imputado frente al proceso (art. 329 II inc. 1° CPP).
Indicó que el hecho de que la escala penal que corresponda
aplicar en el caso concreto sea muy elevada, no permite inferir sin más que si
en el futuro hipotéticamente su defendida resultare condenada a una
sentencia de efectivo cumplimiento se fugará o intentará eludir la acción de la
justicia. Sostener ello -argumentó- implicaría un regreso a los principios que
inspiraban el hoy superado régimen procesal anterior. Dijo que, en todo caso,
también será necesario plantearse la posibilidad de que, al final del proceso,
se la absuelva.
Con relación al riesgo procesal, señaló que éste implica que -lejos
de presumirse en abstracto- deben surgir de la causa elementos o
circunstancias concretas que permitan sostener
fundadamente que la
peligrosidad procesal existe y que se torna necesario neutralizarlos mediante
la imposición de una prisión preventiva efectiva. Citó jurisprudencia.
Asimismo, expresó que si bien la existencia de un supuesto
“riesgo procesal” que pudo existir a partir de la circunstancia en que se
produjo la detención de M., no puede sin más erigirse en un obstáculo
insuperable para la detención de futuras morigeraciones o atenuaciones de su
status coercitivo y agregó que el momento procesal en que fue otorgada la
morigeración que causa agravio a la fiscalía ha variado sustancialmente.
La Dra. Fernández trajo a colación lo señalado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (Informe 2/97) sobre la detención
preventiva y su carácter “excepcional”, así como lo señalado por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
En el mismo orden, mencionó el antecedente “Díaz Bessone” de
la Corte Nacional y destacó que las medidas coercitivas son de naturaleza
provisional, ya que deben aplicarse conforme un estricto criterio de necesidad
actual y concreta, no siendo definitivas y que pueden ser revisadas en
cualquier momento del proceso.
En cuanto a la guarda a cargo de los progenitores, hecho que
también agravió a la Fiscalía, la Sra. Defensora General sostuvo que su pupila
-de 20 años de edad- carece de antecedentes penales, hecho que revela que
tuvo -al menos hasta el momento del presente hecho- la contención necesaria
en su grupo familiar. En el mismo orden, destacó los informes ambientales
glosados en autos (fs. 23/31).
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La Dra. Fernández hizo hincapié en que su defendida no registra
otras causas en trámite, carece de condenas, de modo que debe desestimarse
como precedente válido para este caso en particular el antecedente
“Carrizo”, de la Cámara de Apelaciones de Rosario, citado por la Fiscalía de
Cámaras.
En su contestación de agravios, la Defensa manifestó que su
asistida demostró durante todo el tiempo de detención no tener intenciones de
fuga o entorpecimiento de la investigación, por lo que -pese a la pena en
expectativa- no existen actualmente motivos valederos ni verosímiles para
modificar la resolución adoptada por el Juez de Primera Instancia, máxime con
el control periódico que se efectúa sobre el cumplimiento de los requisitos
impuestos oportunamente.
Por lo expresado, la Dra. Fernández solicitó que se rechacen los
agravios de la Fiscalía y efectuó la reserva del planteo del recurso de
inconstitucionalidad previsto en la Ley 7055 y del Recurso Extraordinario
Federal (arts. 14 y ccs. De la Ley 48), por presunta conculación de derechos y
garantías constitucionales.
II) Corresponde en las presentes actuaciones examinar la
resolución dictada por el Dr. Leandro M. Martín, en suplencia en el Juzgado
en lo Penal Correccional y Faltas de Melincué, que resolvió: “HACER LUGAR
al pedido de medida cautelar solicitada por el Sr. Defensor, Dr. Daniel
Papalardo, morigerando la PRISIÓN PREVENTIVA de la que la imputada
E.M.M. viene siendo objeto con una PRISIÓN DOMICILIARIA EN EL
DOMICILIO DE CALLE J.J. VALLE N° 5476 de la ciudad de Santa Fe, con el
control de los padres, quien una vez acreditada la inscripción correspondiente
estará autorizada a culminar sus estudios secundarios y para ellos podrá tener
una salida estudiantil al EMPA N° 1052 de dicha ciudad. La detención
domiciliaria y la eventual salida al EMPA N° 1052 (que deberá ser
previamente autorizada por el Tribunal Competente) será controlada por
personal del Instituto de Recuperación de Mujeres U.4 de la ciudad de Santa
Fe,
oficiándose
a
tal
efecto,
o
en
su
defecto
la
autoridad
policial
correspondiente”
Cabe destacar que el artículo 346 del Código Procesal Penal tiene
como fin principal flexibilizar los artículos 298 I y 329 I y II ambos del
mencionado cuerpo jurídico -que establecen presunciones abstractas de
supuestos que implican peligrosidad procesal, a partir de pautas objetivas,
para la resolución de la causa- en tanto permite sustituir la aplicación de la
prisión preventiva como medida cautelar, por otras medidas de menor
gravedad
para
el
imputado
cuando
no
exista
peligro
de
fuga
o
entorpecimiento probatorio.
De lo manifestado en el párrafo anterior surge que, en nuestro
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ordenamiento jurídico, la libertad durante el proceso es la norma y la prisión
preventiva la excepción, la que sólo se puede establecer en los casos
mencionados en los párrafos anteriores.
Para
determinarse
que
no
existe
peligro
de
fuga
o
de
entorpecimiento probatorio, el Magistrado debe hacer una ponderación del
caso para lo que debe tener en cuenta circunstancias objetiva y subjetivas,
como expectativa de pena, conducta procesal anterior, lugar de residencia,
profesión o empleo, ámbito familiar etc., de lo que surgirá la factibilidad de
que el acusado sea peligroso o no procesalmente, sobre ello la doctrina ha
sostenido “(...)el Juez tiene amplias facultades de ponderación en base al caso
concreto, lo que pone de manifiesto un importante componente subjetivo en
los márgenes de juzgamiento a tales efectos. Para ello, deberán tenerse en
consideración fundamentalmente, las circunstancias personales del imputado
relativas a su núcleo familiar, lugar de residencia, oficio, profesión o empleo
que desempeña, su comportamiento procesal demostrado hasta ese momento,
y demás circunstancias análogas.” (Eduardo M. Jauchen, Comentario sobre el
Código Procesal de Santa Fe páginas 346 y 347, editorial Rubinzal Culzoni,
edición del año 2003).
La Fiscalía de Cámaras se agravia fundamentalmente en virtud a
la magnitud de la pena en expectativa, a que el control de la morigeración
esté a cargo de los padres de la acusada y a la actitud de fuga de esta previa a
la detención.
En relación a que si por la pena en expectativa, se debe revocar
la decisión impugnada entiendo que no existen dudas de que es una de las
circunstancias que se debe tener en cuenta para denegarse el pedido de
libertad o una vez otorgada revocarla -como así lo establece el artículo 329 II,
inc. 1ero.- En el presente caso es cierto que la pena no sólo que debe ser de
cumplimiento efectivo -en el hipotético caso de ser condenada- sino que es de
un monto elevado dado que el mínimo –conforme a la calificación que surge de
la audiencia de fs. 8/9 en virtud a que no se remitieron fotocopias de la causa
principal a esta Cámara y las partes no las reclamaron- es de Seis Años y Ocho
Meses de Prisión de Ejecución Efectiva. Pese a ello tenemos presente que no
es el único elemento a tenerse en cuenta; en efecto, la pena en expectativa
debe compatibilizarse con las circunstancias mencionadas en los demás
incisos del citado artículo, caso contrario el sólo hecho de que una persona
esté acusada de un delito cuya pena mínima supere los tres años o que posea
una condena previa a pena de prisión, aunque sea en suspenso, no le
permitiría estar en libertad durante el proceso y ello va en contra de la
posición filosófica de la reforma procesal y de lo sostenido por la Constitución
Nacional y pactos internacionales incorporados a la misma.
Referido a las circunstancias del enfrentamiento armado no
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existen pruebas –por lo menos que surjan del presente incidente- respecto a
que la imputada haya sido quien efectuó los disparos. Además ello se refiere a
acciones tendientes a lograr no ser detenida, pero una vez capturada no hubo
intento posterior de fuga o de perturbar el accionar probatorio. También
tengo en cuenta que la resolución que otorga la morigeración a la prisión
preventiva fue otorgada el 10 de junio de 2013 y que durante estos dos meses
E.M.M. ha cumplido con las obligaciones establecidas, de acuerdo al informe
actuarial de fs. 59 por lo que debe entenderse que cumple con las mismas sin
peligro
de
fuga
o
entorpecimiento
de
pruebas,
por
lo
menos
momentáneamente.
Sumado a lo manifestado en el párrafo que precede es de
importancia que la encartada tiene residencia fija, no posee antecedentes
penales -conforme a los informes de fs. 13 del incidente sobre medida cautelar
glosado por cuerda- que es una mujer joven y que pretende continuar sus
estudios secundarios lo que facilitaría su resocialización, por ello entiendo que
no existen actuales motivos para modificar la resolución del A Quo.
En cuanto a la no conveniencia de que sean los propios padres de
la imputada los encargados de controlarla coincido con la opinión de la
Fiscalía de Cámaras, pero en este caso en particular tengo presente que surge
de los informes ambientales -de fs. 27/28 de estos incidentes- que son
personas que gozan de buen concepto, sin inclinaciones delictivas, que se
comprometieron a llevar a E. al colegio, esperarla y regresarla a la vivienda y
además que de la Resolución impugnada surge que personal del Instituto de
recuperación de la mujer U-4 o en su defecto la autoridad policial
correspondiente, deberá hacer un control de la morigeración e informará en
caso de incumplimiento, lo cual hasta la fecha no ha ocurrido en el sentido de
que no fueron informadas faltas u omisiones por parte de la justiciable.
Referido a la última parte del párrafo que precede considero
conveniente
recomendar que el Magistrado, o el órgano jurisdiccional que
tenga a la imputada bajo su jurisdicción, debe establecer un monitoreo
periódico sobre el cumplimiento de los requisitos que se le establecieron a la
encausada y darle indicaciones precisas al responsable máximo del Instituto
de Recuperación de la Mujer U-4, o de la institución policial correspondiente,
tanto sobre la modalidad del control que deberán realizar como sobre la
información correspondiente que deberá recibir de esa institución, y
establecer un responsable de tales obligaciones, quien no podrá delegar en
subordinados sin previa comunicación al Juzgado, a los fines de delimitar
responsabilidades. En relación a las demás reglas de conductas también
deberá fijar como se realizará la información al Juzgado.
Además, en caso de incumplimiento, el Magistrado tiene la
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posibilidad de realizar las modificaciones que crea correspondiente.
Conforme a todo lo antedicho considero que se deben rechazar lo
agravios de la Fiscalía de Cámaras, confirmar la resolución recurrida y
efectuar las recomendaciones que se mencionan ut supra.
Por lo expuesto, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Venado
Tuerto; RESUELVE: 1) Confirmar el decisorio recurrido en cuanto fue motivo
de
agravios
2)
Efectuar
las
recomendaciones
mencionadas
en
las
consideraciones de la presente resolución.
Insértese, hágase saber y bajen.
FDO. DRES. FERNANDO VIDAL – TOMÁS GABRIEL ORSO – JUAN IGNACIO
PROLA (ART. 26 LOPJ).
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