VOCES: DETENCIÓN DOMICILIARIA CON CONTROL DE PADRES SALIDA PARA CULMINAR ESTUDIOS SECUNDARIOS – APELACIÓN FISCAL - CALIFICACIÓN LEGAL - ART. 329 II CPP • (…) “Cabe destacar que el artículo 346 del Código Procesal Penal tiene como fin principal flexibilizar los artículos 298 I y 329 I y II ambos del mencionado cuerpo jurídico -que establecen presunciones abstractas de supuestos que implican peligrosidad procesal, a partir de pautas objetivas, para la resolución de la causa- en tanto permite sustituir la aplicación de la prisión preventiva como medida cautelar, por otras medidas de menor gravedad para el imputado cuando no exista peligro de fuga o entorpecimiento probatorio”. (...) • (…) “En relación a que si por la pena en expectativa, se debe revocar la decisión impugnada entiendo que no existen dudas de que es una de las circunstancias que se debe tener en cuenta para denegarse el pedido de libertad o una vez otorgada revocarla -como así lo establece el artículo 329 II, inc. 1ero.- En el presente caso es cierto que la pena no sólo que debe ser de cumplimiento efectivo -en el hipotético caso de ser condenada- sino que es de un monto elevado dado que el mínimo – conforme a la calificación que surge de la audiencia de fs. 8/9 en virtud a que no se remitieron fotocopias de la causa principal a esta Cámara y las partes no las reclamaron- es de Seis Años y Ocho Meses de Prisión de Ejecución Efectiva. Pese a ello tenemos presente que no es el único elemento a tenerse en cuenta; en efecto, la pena en expectativa debe compatibilizarse con las circunstancias mencionadas en los demás incisos del citado artículo, caso contrario el sólo hecho de que una persona esté acusada de un delito cuya pena mínima supere los tres años o que posea una condena previa a pena de prisión, aunque sea en suspenso, no le permitiría estar en libertad durante el proceso y ello va en contra de la posición filosófica de la reforma procesal y de lo sostenido por la Constitución Nacional y pactos internacionales incorporados a la misma” (...) • (…) “Sumado a lo manifestado en el párrafo que precede es de importancia que la encartada tiene residencia fija, no posee antecedentes penales -conforme a los informes de fs. 13 del incidente sobre medida cautelar glosado por cuerda- que es una mujer joven y que pretende continuar sus estudios secundarios lo que facilitaría su resocialización, por ello entiendo que no existen actuales motivos para 1 modificar la resolución del A Quo”. (…) • (…) “En cuanto a la no conveniencia de que sean los propios padres de la imputada los encargados de controlarla coincido con la opinión de la Fiscalía de Cámaras, pero en este caso en particular tengo presente que surge de los informes ambientales -de fs. 27/28 de estos incidentes- que son personas que gozan de buen concepto, sin inclinaciones delictivas, que se comprometieron a llevar a E. al colegio, esperarla y regresarla a la vivienda y además que de la Resolución impugnada surge que personal del Instituto de recuperación de la mujer U-4 o en su defecto la autoridad policial correspondiente, deberá hacer un control de la morigeración e informará en caso de incumplimiento, lo cual hasta la fecha no ha ocurrido en el sentido de que no fueron informadas faltas u omisiones por parte de la justiciable”. (...) • (…) “Referido a la última parte del párrafo que precede considero conveniente recomendar que el Magistrado, o el órgano jurisdiccional que tenga a la imputada bajo su jurisdicción, debe establecer un monitoreo periódico sobre el cumplimiento de los requisitos que se le establecieron a la encausada y darle indicaciones precisas al responsable máximo del Instituto de Recuperación de la Mujer U-4, o de la institución policial correspondiente, tanto sobre la modalidad del control que deberán realizar como sobre la información correspondiente que deberá recibir de esa institución, y establecer un responsable de tales obligaciones, quien no podrá delegar en subordinados sin previa comunicación al Juzgado, a los fines de delimitar responsabilidades. En relación a las demás reglas de conductas también deberá fijar como se realizará la información al Juzgado”. (…) Nº 155 T.26 F. 531/533 Venado Tuerto, 7 de Agosto de 2013. Y VISTOS: Los presentes autos Nº 110/2013 “INCIDENTE DE PRISIÓN PREVENTIVA EN FAVOR DE M., E. M. EN AUTOS 'V.J. D. S/ROBO CALIFICADO, PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LA LIBERTAD”; CONSIDERANDO: I) Contra lo resuelto en la audiencia oral y pública desarrollada en el Juzgado de Instrucción de Melincué -protocolizada con el N° 174, T. 16, F. 95- y por la que el Juez, Dr. 2 Leandro Martin, resolvió: “HACER LUGAR al pedido de medida cautelar solicitada por el Sr. Defensor, Dr. Daniel Papalardo morigerando la PRISIÓN PREVENTIVA de la que la imputada E.M.M., viene siendo objeto con una PRISIÓN DOMICILIARIA EN EL DOMICILIO DE CALLE JJ.VALLE N° 5476 de la ciudad de Santa Fe, con el control de los padres, quien una vez acreditada la inscripción correspondiente estará autorizada a culminar sus estudios secundarios y para ellos podrá tener una salida estudiantil al EMPA N° 1052 de dicha ciudad. La detención domiciliaria y la eventual salida al EMPA N° 1052 (que deberá ser previamente autorizada por el Tribunal Competente) será controlada por personal del Instituto de Recuperación de Mujeres U4 de la ciudad de Santa Fe, oficiándose a tal efecto, o en su defecto la autoridad policial correspondiente”, el Dr. Jorge Roberto Pozzi, Fiscal de Primera Instancia del Distrito Judicial N° 8, interpuso recurso de apelación (fs. 39), el que fuera concedido -en relación y sin efecto suspensivo- por decreto del 13 de Junio de 2013. 1.- El Dr. Fernando Palmolelli, Fiscal de Cámaras, al expresar agravios sostuvo que el régimen de morigeración otorgado por la Resolución N° 174 es “totalmente incompatible con la calificación legal por la cual fuera procesada”. Asimismo hizo hincapié en la actitud asumida en la detención de los coimputados donde, según relata el Sr. Fiscal de grado, en la audiencia respectiva, “hubo un enfrentamiento con el personal policial” y también se agravió porque la guarda de la imputada estará a cargo de sus progenitores. El Sr. Fiscal de Cámaras citó jurisprudencia sobre la guarda de los padres y sobre el cúmulo de causas. Recordó que, tal como lo expresara la CSJ, el respeto debido a la libertad individual no puede excluir el legítimo derecho de la sociedad a adoptar todas las medidas de precaución que sean necesarias no sólo para asegurar el éxito de la investigación sino también para garantizar -en casos graves- que no se siga delinquiendo y que no se frustre la ejecución de la eventual condena por incomparecencia del reo. Asimismo, sostuvo que las circunstancias que autorizan a presumir el peligro de fuga o entorpecimiento probatorio que la ley describe en el art. 329 II del CPP, se circunscribe a la posibilidad de contar con la disponibilidad de la procesada en el plenario y ello tiene entidad -entre otros supuestos- con la magnitud de la pena en expectativa. Agrega que si bien es cierto que ello no puede tenerse por exclusiva razón para diagnosticar una eventual posibilidad de fuga, es un indicio de tal peligrosidad que en el caso guarda relación con el “fumus bonis iuris” sobre la imputación que deviene del estado procesal de la causa. Por lo argumentado, el Dr. Palmolelli solicitó que se revoque el régimen de morigeración de la prisión preventiva. 3 2.- La Dra. Andrea Fernández, al contestar agravios, lo hizo en primer lugar con relación a la calificación legal atribuida. Al respecto, recordó que a partir de la sanción de la Ley 12.912, en la provincia de Santa Fe no existen más delitos que -a priori- no permitan la excarcelación, siendo la pena en expectativa sólo uno de los parámetros a tener en cuenta al momento de decidir sobre la situación coercitiva del imputado frente al proceso (art. 329 II inc. 1° CPP). Indicó que el hecho de que la escala penal que corresponda aplicar en el caso concreto sea muy elevada, no permite inferir sin más que si en el futuro hipotéticamente su defendida resultare condenada a una sentencia de efectivo cumplimiento se fugará o intentará eludir la acción de la justicia. Sostener ello -argumentó- implicaría un regreso a los principios que inspiraban el hoy superado régimen procesal anterior. Dijo que, en todo caso, también será necesario plantearse la posibilidad de que, al final del proceso, se la absuelva. Con relación al riesgo procesal, señaló que éste implica que -lejos de presumirse en abstracto- deben surgir de la causa elementos o circunstancias concretas que permitan sostener fundadamente que la peligrosidad procesal existe y que se torna necesario neutralizarlos mediante la imposición de una prisión preventiva efectiva. Citó jurisprudencia. Asimismo, expresó que si bien la existencia de un supuesto “riesgo procesal” que pudo existir a partir de la circunstancia en que se produjo la detención de M., no puede sin más erigirse en un obstáculo insuperable para la detención de futuras morigeraciones o atenuaciones de su status coercitivo y agregó que el momento procesal en que fue otorgada la morigeración que causa agravio a la fiscalía ha variado sustancialmente. La Dra. Fernández trajo a colación lo señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Informe 2/97) sobre la detención preventiva y su carácter “excepcional”, así como lo señalado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En el mismo orden, mencionó el antecedente “Díaz Bessone” de la Corte Nacional y destacó que las medidas coercitivas son de naturaleza provisional, ya que deben aplicarse conforme un estricto criterio de necesidad actual y concreta, no siendo definitivas y que pueden ser revisadas en cualquier momento del proceso. En cuanto a la guarda a cargo de los progenitores, hecho que también agravió a la Fiscalía, la Sra. Defensora General sostuvo que su pupila -de 20 años de edad- carece de antecedentes penales, hecho que revela que tuvo -al menos hasta el momento del presente hecho- la contención necesaria en su grupo familiar. En el mismo orden, destacó los informes ambientales glosados en autos (fs. 23/31). 4 La Dra. Fernández hizo hincapié en que su defendida no registra otras causas en trámite, carece de condenas, de modo que debe desestimarse como precedente válido para este caso en particular el antecedente “Carrizo”, de la Cámara de Apelaciones de Rosario, citado por la Fiscalía de Cámaras. En su contestación de agravios, la Defensa manifestó que su asistida demostró durante todo el tiempo de detención no tener intenciones de fuga o entorpecimiento de la investigación, por lo que -pese a la pena en expectativa- no existen actualmente motivos valederos ni verosímiles para modificar la resolución adoptada por el Juez de Primera Instancia, máxime con el control periódico que se efectúa sobre el cumplimiento de los requisitos impuestos oportunamente. Por lo expresado, la Dra. Fernández solicitó que se rechacen los agravios de la Fiscalía y efectuó la reserva del planteo del recurso de inconstitucionalidad previsto en la Ley 7055 y del Recurso Extraordinario Federal (arts. 14 y ccs. De la Ley 48), por presunta conculación de derechos y garantías constitucionales. II) Corresponde en las presentes actuaciones examinar la resolución dictada por el Dr. Leandro M. Martín, en suplencia en el Juzgado en lo Penal Correccional y Faltas de Melincué, que resolvió: “HACER LUGAR al pedido de medida cautelar solicitada por el Sr. Defensor, Dr. Daniel Papalardo, morigerando la PRISIÓN PREVENTIVA de la que la imputada E.M.M. viene siendo objeto con una PRISIÓN DOMICILIARIA EN EL DOMICILIO DE CALLE J.J. VALLE N° 5476 de la ciudad de Santa Fe, con el control de los padres, quien una vez acreditada la inscripción correspondiente estará autorizada a culminar sus estudios secundarios y para ellos podrá tener una salida estudiantil al EMPA N° 1052 de dicha ciudad. La detención domiciliaria y la eventual salida al EMPA N° 1052 (que deberá ser previamente autorizada por el Tribunal Competente) será controlada por personal del Instituto de Recuperación de Mujeres U.4 de la ciudad de Santa Fe, oficiándose a tal efecto, o en su defecto la autoridad policial correspondiente” Cabe destacar que el artículo 346 del Código Procesal Penal tiene como fin principal flexibilizar los artículos 298 I y 329 I y II ambos del mencionado cuerpo jurídico -que establecen presunciones abstractas de supuestos que implican peligrosidad procesal, a partir de pautas objetivas, para la resolución de la causa- en tanto permite sustituir la aplicación de la prisión preventiva como medida cautelar, por otras medidas de menor gravedad para el imputado cuando no exista peligro de fuga o entorpecimiento probatorio. De lo manifestado en el párrafo anterior surge que, en nuestro 5 ordenamiento jurídico, la libertad durante el proceso es la norma y la prisión preventiva la excepción, la que sólo se puede establecer en los casos mencionados en los párrafos anteriores. Para determinarse que no existe peligro de fuga o de entorpecimiento probatorio, el Magistrado debe hacer una ponderación del caso para lo que debe tener en cuenta circunstancias objetiva y subjetivas, como expectativa de pena, conducta procesal anterior, lugar de residencia, profesión o empleo, ámbito familiar etc., de lo que surgirá la factibilidad de que el acusado sea peligroso o no procesalmente, sobre ello la doctrina ha sostenido “(...)el Juez tiene amplias facultades de ponderación en base al caso concreto, lo que pone de manifiesto un importante componente subjetivo en los márgenes de juzgamiento a tales efectos. Para ello, deberán tenerse en consideración fundamentalmente, las circunstancias personales del imputado relativas a su núcleo familiar, lugar de residencia, oficio, profesión o empleo que desempeña, su comportamiento procesal demostrado hasta ese momento, y demás circunstancias análogas.” (Eduardo M. Jauchen, Comentario sobre el Código Procesal de Santa Fe páginas 346 y 347, editorial Rubinzal Culzoni, edición del año 2003). La Fiscalía de Cámaras se agravia fundamentalmente en virtud a la magnitud de la pena en expectativa, a que el control de la morigeración esté a cargo de los padres de la acusada y a la actitud de fuga de esta previa a la detención. En relación a que si por la pena en expectativa, se debe revocar la decisión impugnada entiendo que no existen dudas de que es una de las circunstancias que se debe tener en cuenta para denegarse el pedido de libertad o una vez otorgada revocarla -como así lo establece el artículo 329 II, inc. 1ero.- En el presente caso es cierto que la pena no sólo que debe ser de cumplimiento efectivo -en el hipotético caso de ser condenada- sino que es de un monto elevado dado que el mínimo –conforme a la calificación que surge de la audiencia de fs. 8/9 en virtud a que no se remitieron fotocopias de la causa principal a esta Cámara y las partes no las reclamaron- es de Seis Años y Ocho Meses de Prisión de Ejecución Efectiva. Pese a ello tenemos presente que no es el único elemento a tenerse en cuenta; en efecto, la pena en expectativa debe compatibilizarse con las circunstancias mencionadas en los demás incisos del citado artículo, caso contrario el sólo hecho de que una persona esté acusada de un delito cuya pena mínima supere los tres años o que posea una condena previa a pena de prisión, aunque sea en suspenso, no le permitiría estar en libertad durante el proceso y ello va en contra de la posición filosófica de la reforma procesal y de lo sostenido por la Constitución Nacional y pactos internacionales incorporados a la misma. Referido a las circunstancias del enfrentamiento armado no 6 existen pruebas –por lo menos que surjan del presente incidente- respecto a que la imputada haya sido quien efectuó los disparos. Además ello se refiere a acciones tendientes a lograr no ser detenida, pero una vez capturada no hubo intento posterior de fuga o de perturbar el accionar probatorio. También tengo en cuenta que la resolución que otorga la morigeración a la prisión preventiva fue otorgada el 10 de junio de 2013 y que durante estos dos meses E.M.M. ha cumplido con las obligaciones establecidas, de acuerdo al informe actuarial de fs. 59 por lo que debe entenderse que cumple con las mismas sin peligro de fuga o entorpecimiento de pruebas, por lo menos momentáneamente. Sumado a lo manifestado en el párrafo que precede es de importancia que la encartada tiene residencia fija, no posee antecedentes penales -conforme a los informes de fs. 13 del incidente sobre medida cautelar glosado por cuerda- que es una mujer joven y que pretende continuar sus estudios secundarios lo que facilitaría su resocialización, por ello entiendo que no existen actuales motivos para modificar la resolución del A Quo. En cuanto a la no conveniencia de que sean los propios padres de la imputada los encargados de controlarla coincido con la opinión de la Fiscalía de Cámaras, pero en este caso en particular tengo presente que surge de los informes ambientales -de fs. 27/28 de estos incidentes- que son personas que gozan de buen concepto, sin inclinaciones delictivas, que se comprometieron a llevar a E. al colegio, esperarla y regresarla a la vivienda y además que de la Resolución impugnada surge que personal del Instituto de recuperación de la mujer U-4 o en su defecto la autoridad policial correspondiente, deberá hacer un control de la morigeración e informará en caso de incumplimiento, lo cual hasta la fecha no ha ocurrido en el sentido de que no fueron informadas faltas u omisiones por parte de la justiciable. Referido a la última parte del párrafo que precede considero conveniente recomendar que el Magistrado, o el órgano jurisdiccional que tenga a la imputada bajo su jurisdicción, debe establecer un monitoreo periódico sobre el cumplimiento de los requisitos que se le establecieron a la encausada y darle indicaciones precisas al responsable máximo del Instituto de Recuperación de la Mujer U-4, o de la institución policial correspondiente, tanto sobre la modalidad del control que deberán realizar como sobre la información correspondiente que deberá recibir de esa institución, y establecer un responsable de tales obligaciones, quien no podrá delegar en subordinados sin previa comunicación al Juzgado, a los fines de delimitar responsabilidades. En relación a las demás reglas de conductas también deberá fijar como se realizará la información al Juzgado. Además, en caso de incumplimiento, el Magistrado tiene la 7 posibilidad de realizar las modificaciones que crea correspondiente. Conforme a todo lo antedicho considero que se deben rechazar lo agravios de la Fiscalía de Cámaras, confirmar la resolución recurrida y efectuar las recomendaciones que se mencionan ut supra. Por lo expuesto, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto; RESUELVE: 1) Confirmar el decisorio recurrido en cuanto fue motivo de agravios 2) Efectuar las recomendaciones mencionadas en las consideraciones de la presente resolución. Insértese, hágase saber y bajen. FDO. DRES. FERNANDO VIDAL – TOMÁS GABRIEL ORSO – JUAN IGNACIO PROLA (ART. 26 LOPJ). 8